Cultura clásica II Nadia Talbi Chahbar

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Visiones sobre Cleopatra VII. Sobre su figura y leyenda

A mi parecer no hay nadie que no haya oído hablar sobre la reina Cleopatra VII en la
actualidad, en el pasado o en cualquier momento de su vida y es lo que vamos a hacer
en esta reflexión. Pero para ello, debemos remontarnos a las visiones que se han ido
trasladando sobre su figura. Y es que ya en occidente, la imagen que se gestó sobre ella
fue la de una mujer seductora, ambiciosa y capaz de hacer cualquier cosa para conseguir
lo que se propusiera. Esta imagen es la que también se traslada a algunas de las fuentes
literarias como propone Plutarco que la tilda de “arpía”, al igual que Boccaccio, quien
también la trata muy mal al caracterizarla como “avariciosa y cruel”; Propercio la llegó
a llamar “la reina prostituta” (Elegías, II, vv.39). Dante, por su parte, la condena al
pecado de la lujuria. Plutarco, además, la describe en Vidas paralelas: Antonio como
una mujer con un gran don de palabra y carácter con los que fascinaba a su presa; y
hasta como una mujer que era capaz de comunicarse con muchos idiomas, hecho que la
convirtió en intérprete de etíopes, hebreos, árabes, sirios, etc.

Hay quienes la ven como una mujer ilustre y sabia, una mujer que mediante sus propias
capacidades ha obtenido logros (Juan de Nikiû)1. Esta es la visión con la que coincidían
los árabes, quienes la consideraban una gran mujer que había sido capaz de escribir
tratados de química, por lo tanto era una mujer inteligente. Estos defendían que su
seducción se realizaba a través de la inteligencia y no de la belleza. Sin embargo, la
visión que más prolifera y que se conoce de ella es la que ofrecen los romanos, a
quienes nunca les cayó en gracia. Así pues, su personaje ha pasado a la cultura
occidental vinculándose a dos figuras masculinas: Julio César y Marco Antonio,
aportando una visión bastante negativa.

Como ya veníamos avanzando, su belleza fue mitificada y su sensualidad y encantos

personales fueron adornados a través de una perspicaz inteligencia, pero esto se
combinaba con los atributos negativos que ya hemos mencionado: manipulación,
astucia, perversidad y lascivia. Era pues, una especie de personificación de todos los
males que despreciaban los romanos de Oriente. Esta vinculación a los dos personajes
masculinos convirtió a Cleopatra en la amante manipuladora más exquisita de la
historia.

1
Algunas de las fuentes literarias aportadas han sido extraídas del Power point del campus virtual de la
asignatura.
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No obstante, la falta de fuentes favorables al personaje y fuentes primarias constituye un

gran problema para el conocimiento de su figura que desemboca en la manipulación y/o
mitificación. Y esta es la visión que nos llega a nosotros: la de una mujer increíblemente
seductora, capaz de todo, cruel y perversa, mujer culta que hablaba siete idiomas, y la
mujer más sofisticada que convirtió de nuevo Alejandría en la ciudad más mítica y
legendaria de la historia. Y esta es también la visión que nos muestra el cine: reina fría y
calculadora.