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UCASal - REFORMA CONSTITUCIONAL

Sonia Margarita Escudero.

Un diagnóstico de la situación socio-institucional de la


Provincia nos muestra altos índices de pobreza, desigualdad,
violencia de género, corrupción e impunidad. La acotada
habilitación que plantea la ley 8239 que declara la necesidad
de la reforma constitucional permitirá, si se trabaja
constructivamente, incorporar algunos avances en el ámbito
del Poder Judicial y de la Auditoría General de la Provincia,
para reducir la corrupción y la impunidad. Por razones de
tiempo, me referiré exclusivamente al Poder Judicial.

DIAGNOSTICO
Existe consenso en la observación de un déficit de
independencia judicial. El concepto de independencia judicial
es doble: la hay externa, pero también interna. La
dependencia es “externa” cuando se advierte una
subordinación o influencia de los poderes políticos,
económicos, mediáticos, entre otros. La dependencia es
“interna” cuando el poder disciplinario en materia de
responsabilidad política y de presión interna, es ejercido por el
órgano de mayor instancia1, en nuestro caso, por la Corte de
Justicia.

La Corte de Salta es un tribunal jurídico-político, no neutro,


dentro del gobierno del Estado, que no sólo administra justicia
sino que también decide sobre el equilibrio de poder, sobre la
constitucionalidad de las leyes, tiene todo el poder electoral,
controla los órganos esenciales vinculados a la justicia como
el Consejo de la Magistratura y el Jurado de Enjuiciamiento,
tiene iniciativa legislativa, tiene la administración del Poder
Judicial. Todas estas funciones, en la mayoría de las
constituciones en el mundo, incluida la Argentina, han sido
conferidas a por lo menos tres órganos diferentes e

1 Corte Suprema de Justicia de la Nación. Caso Rizzo, voto del Dr. Zaffaroni.

1
independientes: Superior Tribunal, Consejo del Poder Judicial
y Tribunal Electoral.

Esta concentración de potestades en la Corte tiene como


consecuencia directa que los jueces inferiores en Salta tengan
escasa independencia interna, en la medida en que la Corte
tiene influencia decisiva en el ingreso y ascenso tanto al Poder
Judicial como al Ministerio Público, la Corte tiene el poder
disciplinario, la Corte preside el Jurado de Enjuiciamiento, la
Corte decide con qué recursos materiales y humanos será
dotado cada juzgado. De esa forma, a un juez inferior le es
muy difícil resistir una instrucción o sugerencia del órgano de
mayor instancia.

Por otra parte, ciudadanía advierte que los afortunados que


llegan a jueces resultan ser abogados vinculados a quienes
ocupan cargos estratégicos, ya sea en la propia justicia o en el
Ejecutivo provincial. Se observa una clara subordinación de
los jueces así designados, a una política dispuesta a
recompensar a quienes sean funcionales a sus intereses,
aunque esto implique dar la espalda a la ley, a la búsqueda de
verdad y justicia. Se trata también de un poder endogámico,
donde el amiguismo y el parentesco conspiran contra la
imparcialidad en la toma de decisiones. Todo ello ha envuelto
a la justicia en una atmósfera de desprestigio.

A su vez, este super-poder que es la Corte de Justicia, se


encuentra totalmente subordinada al poder político de turno.
Ello porque los sucesivos gobernadores han designado en ese
tribunal personas de su círculo íntimo, muchas veces sin
antecedentes, sin trayectoria profesional ni competencias
técnicas acreditadas, lo que lleva a presumir que en algunos
casos se trataría de designaciones orientadas a garantizar
impunidad.

Por otra parte, al tener los jueces de la Corte la posibilidad de


ser reelectos indefinidamente, sin otro requisito que contar con

2
el aval del gobernador de turno, se advierte que los
designados saben muy bien que la renovación en el cargo
depende de que sus fallos no irriten al gobierno de turno. Esto
se traduce en decisiones siempre a favor de los poderosos.

LA HABILITACION LEGAL
La ley 8239 habilitó a la próxima Convención Constituyente
para modificar tres puntos relevantes con relación a la
independencia los jueces de la Corte. 1) duración del
mandato; 2) posibilidad de reelección; y 3) forma de
designación.

1 y 2.- La duración de mandato y la posibilidad de reelección.


Actualmente los jueces de la Corte tienen un mandato de 6
años y son reelegibles indefinidamente a propuesta del
gobernador de turno, con acuerdo del Senado. Quienes
propician la reforma de este artículo (recordemos que este es
el tercer intento), afirman que el mandato acotado en el tiempo
afecta la garantía de inamovilidad. Esta afirmación es
totalmente errónea. Doctrina y jurisprudencia sostienen que la
esencia de la garantía de “inamovilidad” no incluye la
duración vitalicia en el cargo, la que tampoco viene
impuesta por la forma republicana de gobierno ni por el
principio de división de poderes.

Es la posición de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.


En el caso Schiffrin c/ PEN, los Dres. Lorenzetti, Rosatti,
Rosenkrantz y Maqueda, cada uno por su voto, han coincidido
en este punto. Afirmaron que la inamovilidad no exige un
cargo de por vida, sino un sistema jurídico institucional que
cree las condiciones necesarias para que los jueces se
desempeñen bien y legalmente de manera independiente, y
sin injerencia o presión de poderes externos, con el objeto de
impedir el predominio de intereses subalternos sobre el
interés supremo de la justicia y de la ley2.

2Corte Suprema de Justicia de la Nación, marzo 2017: Caso Schiffrin, Leopoldo Héctor
c/ Poder Ejecutivo Nacional s/ Acción meramente declarativa. Voto Dr. Lorenzetti

3
Una norma que establezca un límite previsible y objetivo
de duración en el cargo es perfectamente admisible y
legítima y, de ningún modo coloca a los jueces en una
situación de dependencia y precariedad. La duración del
mandato de los jueces y la inamovilidad de sus funciones son
nociones diferentes entre sí. La inamovilidad de los jueces
puede revestir el carácter de permanente o temporario,
sin que ello desnaturalice la garantía ni afecte la
idoneidad para el resguardo de la independencia judicial.
Lo que se exige es que se asegure que, durante el período
previsto constitucionalmente para el ejercicio de su función, el
magistrado no pueda ser destituido de su cargo, sino
mediante el procedimiento de Juicio Político3.

La limitación temporal del mandato de los jueces de la


Corte de Salta a mi criterio debe mantenerse, no solamente
porque los órganos con competencias políticas deben tener
mandato limitado en el tiempo, sino también a fin de no tener
que llegar al juicio político cuando se producen determinadas
situaciones de decadencia. La máxima decadencia
institucional se advirtió en nuestra Provincia cuando la
Asociación de Jueces intentó reformar la Constitución, en su
propio beneficio, mediante una sentencia judicial, violando la
Constitución que juraron defender y de espaldas a la
ciudadanía.

La lectura de las constituciones de América Latina muestra


que la mayoría de los países han optado por un mandato
limitado de los jueces de los Tribunales Superiores de Justicia.
Cuando la Corte tiene la última palabra en materia
constitucional está ejerciendo potestades de control sobre los
otros poderes del Estado, está ejerciendo una potestad
política. Si tenemos en cuenta que los miembros del Poder
Ejecutivo y del Poder Legislativo tienen legitimidad
democrática proveniente del sufragio universal, advertimos

3 ídem, voto Dr. Rosatti.

4
que la facultad de la Corte de Salta de invalidar con
carácter universal decisiones de esos otros poderes, hace
que surja con fuerza la cuestión contra-mayoritaria, en
tanto la legitimidad del juez no es de origen, ya que no es
elegido mediante sufragio universal. El juez será más o menos
legítimo por lo que hace y no por el poder formalmente
conferido.

En Salta el control de constitucionalidad es mixto. Además del


control difuso propio de la Constitución Nacional cuya fuente
fue la Constitución estadounidense, a partir de la reforma de
1986 se incorporó el sistema de control constitucional propio
del sistema europeo 4 : en la Provincia la Corte tiene la
atribución de realizar un control constitucional en abstracto,
esto es, sin que exista un caso en que se pruebe una lesión a
un derecho; si prospera la acción de inconstitucionalidad, la
norma queda invalidada con efectos “erga omnes”, esto es,
universales. Los jueces constitucionales en el sistema
europeo tienen mandato acotado y, en general, no renovables.

Sostengo que debe mantenerse en nuestra Constitución el


mandato acotado en el tiempo de los jueces de la Corte, y que
debe eliminarse la posibilidad de reelección. El mandato
debe ser limitado, con un plazo de duración más extenso que
el del gobernador, sin posibilidad de reelección, y con
vencimientos escalonados para que la renovación de la Corte
permita un equilibrio entre estabilidad y progreso, permitiendo
la adaptación jurisprudencial a la evolución de los valores
sociales que el debate público y democrático va construyendo.

En América Latina los Superiores Tribunales de Justicia de


Bolivia, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Ecuador,
Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Uruguay
y Venezuela tienen mandato acotado por un plazo que oscila
entre 5 y 15 años.

4 Artículo 92 de la Constitución de Salta: Acción popular de inconstitucionalidad

5
Las Constituciones que establecen plazo de mandato acotado,
sin posibilidad de reelección son:
México: 15 años
Venezuela: 12 años
Uruguay: 10 años, sin reelección hasta pasado un período de
5 años
Ecuador: 9 años
Colombia: 8 años
Bolivia: 6 años.

3.- Forma de designación de los jueces de la Corte. El otro


tema habilitado para su modificación y que es esencial para
avanzar en la independencia externa de los jueces de la
Corte, es la forma de designación.
1º) Es necesario incorporar requisitos de idoneidad para
garantizar que lleguen los y las mejores. Para que
verdaderamente llegar a ser juez de Corte sea la culminación
de una exitosa carrera. Los antecedentes a computar deben
limitarse al ejercicio de la magistratura en cargos de juez de
segunda instancia, al ejercicio de la abogacía y/o la cátedra
universitaria, por un período de tiempo suficiente que permita
evaluar si el desempeño lo fue con honestidad, ética y
competencia notorias.
2º) Debe prohibirse que los nominados pertenezcan al círculo
íntimo del gobernador de turno o de su antecesor, así como
que se hubieran desempeñado durante los 4 años anteriores
como ministros del Ejecutivo, diputados o senadores, o como
apoderados de los partidos políticos. Debe verificarse que no
tengan vínculos de parentesco por consanguinidad o afinidad
dentro del cuarto grado con quienes se desempeñen en la
misma Corte o en los otros poderes del Estado.
Estos requisitos exigen una primera selección de candidatos y
candidatas en forma previa a su nominación.

Haciendo una revisión de las formas de designación de


miembros de superiores tribunales de justicia en América
Latina, se advierten interesantes avances:

6
Por ejemplo, en Bolivia, la Constitución más reciente de la
región, los jueces del Superior Tribunal son elegidos mediante
sufragio universal5. Los y las postulantes se presentan ante la
Asamblea Legislativa que realiza una pre-selección con
aprobación por mayoría agravada de 2/3 de los miembros
presentes. Esta nómina se remite a la autoridad Electoral que
será el único responsable de difundir los méritos de las y los
candidatos. Se excluye totalmente del proceso a los partidos
políticos y se prohíbe realizar campaña electoral.

Hay un grupo de países que establecen una Comisión de


Postulaciones o una Junta Nominadora con la participación de
representantes de universidades, colegios de abogados, etc.
De esa entidad intermedia saldrá la terna que se somete a
decisión de la Asamblea Legislativa. (Colombia, Guatemala,
Honduras, Paraguay y Venezuela). Esta metodología ya ha
sido adoptada en nuestro país por las constituciones Río
Negro, Chaco y Tierra del Fuego.

Paraguay, Chile 6 y Ecuador establecen el requisito de


concurso de antecedentes y oposición, a cargo del Consejo de
la Magistratura, como condición para la nominación.

En nuestra Provincia se da la paradoja que para ser


designado juez inferior se debe atravesar un concurso de
antecedentes, examen escrito y entrevista personal. En
cambio, para ser juez de la Corte basta ser abogado y tener la
confianza del gobernador.

5 Artículo 181 Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia


6 En la Constitución de Chile, la mitad de los jueces serán abogados extraños a la
administración de justicia que se hayan estacado en la actividad profesional o
universitaria durante 15 años. En este caso la nómina se formará previo concurso
público de antecedentes. La otra mitad de jueces será designado de una nómina de
tribunales de apelaciones. Son nombrados por el Presidente eligiéndose de una nómina
que en cada caso propone la Corte con acuerdo del Senado por una mayoría de 2/3 del
total de miembros.

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CONCLUSIÓN
A modo de conclusión, entiendo que de llevarse adelante las
reformas que propongo: proceso de selección por concurso
o por un Consejo Asesor participativo para la designación
de jueces de la Corte, mandato temporal y sin posibilidad
de reelección, podríamos dar un paso hacia la necesaria
independencia del Poder Judicial.

Debe reconocerse que el actual contexto de vínculo


íntimo entre los jueces de la Corte y el Poder Político,
afecta la independencia judicial y debe ser desarticulado.
Para ello el debate debe ser realista y constructivo.

Si no garantizamos el fin de la impunidad, la real alternancia


en el poder, el final de los personalismos. Si no terminamos
con un sistema judicial que frente a conflictos con
desequilibrio de poder se inclina siempre por el más fuerte,
estaremos condenando a que el progreso social sea imposible
en Salta en los próximos 50 años.

Finalmente, habrá que propender a que en la Corte de Justicia


exista paridad de género y diversidad ideológica, ya que no
es posible obviar que cada persona tiene una cosmovisión
que la acerca o la aleja de una u otra de las corrientes de
pensamiento que en cada coyuntura histórica, disputan el
poder.

Agradezco la invitación, felicito la iniciativa que favorece la


inclusión de diferentes puntos de vista sobre temas vitales
para el fortalecimiento institucional. Una reforma constitucional
es demasiado importante para limitarla a una discusión
cerrada entre sesenta personas. La democracia exige que
todas las voces sean oídas.

Salta, 3 de junio de 2021

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