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La ideación suicida abarca un amplio campo de pensamiento que puede adquirir las
siguientes formas de presentación:
El deseo de morir ("La vida no merece la pena vivirla", "Yo lo que debiera es
morirme", etcétera).
La representación suicida ("Me he imaginado que me ahorcaba").
La idea de autodestrucción sin planeamiento de la acción ("Me voy a matar", y al
preguntarle cómo lo va a llevar a efecto, responde: "No sé cómo, pero lo voy a hacer").
La idea suicida con un plan indeterminado o inespecífico aún ("Me voy a matar de
cualquier forma, con pastillas, tirándome delante de un carro, quemándome").
La idea suicida con una adecuada planificación ("He pensado ahorcarme en el baño,
mientras mi esposa duerma"). Se le conoce también como plan suicida. Sumamente
grave.
Procesos de evaluación
1. Decidir que se va a evaluar Comienza con una serie de preguntas como ¿existe
un problema psicológico importante? ¿Cuál es la naturaleza del problema de esta
persona? ¿Cuál es la causa principal de problema, emocional de pensamiento o
de conducta? Estas preguntas son denominadas de canalización. La canalización
no es tan efectiva ya que el cliente puede ocultar información y no
necesariamente cuenta la historia completa al psicólogo. El psicólogo debe
evaluar al cliente y sus problemas a niveles diferentes, incluyendo aspectos de la
persona y el ambiente en que funciona, como son los procesos biológicos las
cogniciones, las emociones y la conducta. Procesos biológicos: reactividad de
ritmo cardiaco, la presión sanguínea. Procesos cognitivos: Funcionamiento
intelectual, las percepciones de si mismo y de otros.
2. Procesos emocionales: son el punto central de la avaluación, e incluye los
estados de ánimo actuales, los nivel característicos de las emociones y la
reactividad emocional (Merrell, 1999).
3. Procesos conductuales: desempeño en tareas estandarizadas observaciones de
las conductas y situaciones simuladas y observación de la conducta en el
ambiente natural del cliente. (Beck, 2000). 2. Determinar los objetivos de la
evaluación Es la formulación de los objetivos del psicólogo en un caso
particular, como los siguientes: Diagnóstico: Es un subconjunto del proceso más
amplio de evaluación, implica aplicar ciertos procedimientos o pruebas a un
individuo para clasificar su problema. Este diagnóstico debería proporcionar
información acerca de las características específicas o síntomas de la persona.
Gravedad: Requiere instrumentos y métodos de evaluación sensible a las
variaciones en la frecuencia, intensidad y duraciones de síntomas específicos.
Un factor importante en la determinación de la gravedad de un trastorno es el
grado de deterioro presente en la vida diaria de la persona. Diagnóstico Clínico
Trastorno depresivo mayor recurrente con sintomatología melancólica según
criterios del DSM IV. A partir de datos observacionales poco específicos, el
deterioro en la apariencia y en el aspecto personal, enlentecimiento psicomotriz,
tono de voz bajo, facies triste, llanto fácil o espontáneo, disminución de la
atención, verbalización de ideas pesimistas, ideas hipocondríacas, alteraciones
del sueño y quejas somáticas inespecíficas. La edad de inicio de la DM, aunque
varía en diferentes estudios, puede establecerse entre los 30 y 40 años, y alcanza
un pico máximo de incidencia entre los 18-44. La presentación de la enfermedad
puede ser distinta con la edad, y así, los jóvenes muestran síntomas
fundamentalmente comportamentales mientras que los ancianos tienen con
mayor frecuencia síntomas somáticos Teniendo en cuenta los siguientes aspectos
La CIE-10 utiliza una lista de 10 síntomas depresivos y divide el cuadro
depresivo mayor, en leve, moderado o grave (con o sin síntomas psicóticos). En
cualquiera de estos casos siempre deben estar presentes al menos dos de los tres
síntomas considerados típicos de la depresión: ánimo depresivo, pérdida de
interés y capacidad para disfrutar y aumento de la fatigabilidad y el episodio
debe durar al menos dos semanas. El DSM-IV utiliza una lista de 9 síntomas
depresivos, requiere también una duración del episodio de al menos dos semanas
y divide el cuadro depresivo mayor en leve, moderado o grave, con códigos
específicos para la remisión parcial/total o no especificada. El diagnóstico se
establece con la presencia de al menos cinco de los síntomas, y debe ser uno de
ellos un estado de ánimo depresivo o la pérdida de interés o de capacidad para el
placer. Esta guía de práctica clínica asume la clasificación y definiciones de
depresión recogidas en la décima revisión de la Clasificación Internacional de
Enfermedades (Trastornos mentales y del comportamiento, CIE 1032 con los
códigos F32 (episodios depresivos) y F33 (trastorno depresivo recurrente) y por
la American Psychiatric Association (DSM-IV), con los códigos 296.2X
(trastorno depresivo) y 296.3X (trastorno depresivo recidivante).
4. SÍNTOMAS
Si bien la depresión puede producirse solamente una vez en la vida; por lo
general, las personas tienen varios episodios de depresión. Durante estos
episodios, los síntomas se producen durante gran parte del día, casi todos los
días y pueden consistir en:
Sentimientos de tristeza, ganas de llorar, vacío o desesperanza
Arrebatos de enojo, irritabilidad o frustración, incluso por asuntos de poca
importancia
Pérdida de interés o placer por la mayoría de las actividades habituales o todas,
como las relaciones sexuales, los pasatiempos o los deportes
Alteraciones del sueño, como insomnio o dormir demasiado Cansancio y
falta de energía, por lo que incluso las tareas pequeñas requieren un esfuerzo
mayor
Falta de apetito y adelgazamiento, o más antojos de comida y aumento de peso
Ansiedad, agitación o inquietud
Lentitud para razonar, hablar y hacer movimientos corporales
Sentimientos de inutilidad o culpa, fijación en fracasos del pasado o
autorreproches
Dificultad para pensar, concentrarse, tomar decisiones y recordar cosas
Pensamientos frecuentes o recurrentes sobre la muerte, pensamientos suicidas,
intentos suicidas o suicidio Problemas físicos inexplicables, como dolor de
espalda o de cabeza Riesgo de suicidio Complicaciones La depresión es un
trastorno grave que puede causar efectos devastadores tanto en ti como en tus
familiares. La depresión suele empeorar si no se trata y puede derivar en
problemas emocionales, de conducta y de salud que pueden afectar todos los
aspectos de tu vida. Los ejemplos de las complicaciones relacionadas con la
depresión comprenden: Sobrepeso u obesidad, que pueden derivar en
enfermedades cardíacas o diabetes Dolor o enfermedad física Consumo
inapropiado de alcohol o de drogas Ansiedad, trastorno de pánico y fobias
sociales Conflictos familiares, dificultades en tus relaciones y problemas en la
escuela o el trabajo Aislamiento social Sentimientos suicidas, intentos de
suicidio o suicidio Automutilación, como por ejemplo cortes Muerte
prematura a raíz de enfermedades Prevención No existe una manera segura para
evitar la depresión. Sin embargo, las siguientes estrategias pueden ser útiles.
Toma medidas para controlar el estrés, mejorar tu resiliencia y levantar tu
autoestima. Acércate a la familia y a los amigos, especialmente en momentos
de crisis, para que te ayuden a superar los malos tiempos. Consigue
tratamiento ante el primer signo de un problema para que te ayude a impedir que
la depresión empeore. Considera tener tratamiento de apoyo de larga duración
para que te ayude a prevenir la reaparición de los síntomas.
REFERNCIAS https: //www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/suicide/s OmMs-
causes/ syc-20378048 http://www.acmcb.es/files/425-3299-DOCUMENT/Castello-42-
18Abril12.pdf