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Vidrio Rapacioli Bap
Vidrio Rapacioli Bap
Vidrio,
Buenos Aires Poetry, 2017.
62p. ; 20x13 cm.
ISBN 978-987-4197-1 1-5
1. Poesía Argentina.
editorial@buenosairespoetry.com
www.buenosairespoetry.com
[6]
Índice
9 ...................... Prólogo
19 ...................... la lista
21 ...................... el testigo
23 ...................... el traidor
25 ...................... la montaña
29 ...................... los perros
33 ...................... vidrio molido
34 ...................... el truco
35 ...................... la escalera
38 ...................... la zona
40 ...................... el geriátrico
44 ...................... la caída
46 ...................... en reversa
48 ...................... el simulacro
50 ...................... el ventanal
52 ...................... el incendio
54 ...................... la calle
59 ...................... Sobre el autor
[7]
[8]
VIDRIO MOLIDO
[9]
triturado, disperso, y con los modos en que la dispersión
ofrece sus partículas para que sean diseminadas, como si
el sentido relegara una totalidad que siempre seduce, para
ponerla después a consideración de una lectura. Este texto
está cruzado por partículas, pero no como un reflejo de lo
mínimo, sino de acciones. Rapacioli construye poemas que
son vidas cuya velocidad está minada de actos de repeti-
ción, de sucesos, de movimiento; todo ocurre a una veloci-
dad controlada por la simultaneidad que parece no frenar
a tiempo. Textos que se desprenden como restos de indi-
caciones para un guión cinematográfico. Y también piezas
donde un aire de supervivencia desprendida de la vitalidad
como inercia, se hacen presentes en su máxima expresión:
es decir, siempre existe un funcionamiento cuanto más se
lo castiga, y en general, por consecuencias exógenas.
Pero hay una idea, tal vez una paradoja, que subyace en
este libro de Juan, y que tiene que ver con el trabajo sobre
el sentido común. Un sentido que ya no se dice en una sola
dirección, y que sólo remite a una diversidad cualquiera
a la forma en que se ofrece. El sentido común refiere a sí
mismo, pero sobre todo a los objetos que propone como
marco de influencia de un discurso que se describe desde
las opciones de identificación. El sentido común no expro-
pia, sino se apropia de su grado de presunta pertenencia.
Lo que realiza el autor en “Vidrio” es revertir la carga de
la causa de ese sentido y llevarlo a posiciones donde la
distancia entre la realidad discursiva y la visceral quedan
[10]
subsumidas en papeles donde el protagonismo relega su
momento de empatía con los sucesos concretos. Es decir,
una realidad en cámara lenta pero con intacta fuerza de
choque. El paso del caracol en la llovizna, directo, imper-
ceptible aunque con dirección segura. Si te distraés, perdés
el trayecto.
[11]
proximidad). En esa secuencia, Rapacioli propone varios
cambios desde una superficie de estilo que la poesía, tal
cual se comprende y se la supone, debiera reabsorberse
en una misma lectura, sino fuera porque la escritura nos
lleva permanentemente a sitios diferentes. Es decir, utilizar
lugares reconocibles para llegar a puntos diversos. Todo lo
que semeja legible se vuelve arena movediza.
– MARIO ARTECA
[13]
A Lucy, la primera lectora
[14]
V i d r i o
[15]
[16]
La tierra tiembla
de placer
bajo un sol
de violencias
gentiles
–Giuseppe Ungaretti
[17]
[18]
•
L A LISTA
un cura
un periodista
un senador
[19]
donde los encontraron
congelados y atados
con las máscaras de paja
encontraron a tres
falta uno
mañana lo van a buscar
[20]
•
EL TESTIGO
lo vi partir en la noche
me hice el muerto
abajo de la mesa
aguanté la respiración
presioné mis heridas
y la sangre subió
lo vi contra el vidrio
esmerilado deforme
la barba crecida
los ojos al viento
los dedos congelados
y el cuchillo brillante
goteando la sangre
que no pude retener
lo vi trabar la puerta
levantar las piedras
juntar los cadáveres
en la nieve desierta
cortar los leños
en la nieve desierta
hacer el fuego
en la nieve desierta
y arrojar los cuerpos
a las llamas azules
[21]
sentí el olor ácido
no hice ruido
me tragué el vómito
que pasó raspando
como hielo astillado
como arena caliente
como metal oxidado
lo vi limpiar la casa
esperar la mañana
armar su mochila
afeitarse desnudo
salir a correr y volver
con un ciervo muerto
que todavía temblaba
lo vi hacer la lista
comer las sobras
beber en silencio
repetir los nombres
lo vi partir en la noche
mientras me desangraba
[22]
•
EL TRAI DOR
avisé después
cuando no importaba
que no iba a volver
no llamé a tiempo
dejé pasar el tren
perdí el vuelo otra vez
[23]
bocas sin dientes
con sed de atención
marqué direcciones
señalé los nombres
dibujé las caras
la garganta reseca
el sudor congelado
los dedos temblando
por el ruido en la puerta
tomé precauciones
tomé pastillas
tomé el revólver
que flotaba
pesado
en la mañana
[24]
•
L A M O N TA ÑA
en la madrugada
éramos cuatro
ahora voy solo
en la tierra árida
en el borde roto
en la sed sin límites
hago la lista
tacho los nombres
busco comida
[25]
me mudo de casa
y cambio de piel
en la cima de la montaña
duermo tranquilo
por primera vez
me despierta
como todos los días
el ave negra de la mañana
todavía dormido
bajo la montaña
conozco el camino
hacia la casa
en el patio la dejo
con las armas adentro
y me alejo por el pasto
hacia el río
esperando la señal
la caja desaparece
entre las nubes
[26]
que tapan la nieve
llego a la orilla
tiro mi ropa
me afeito como puedo
compro una profesión
me voy de vacaciones
con mi familia
a visitar la montaña
me despierto desnudo
las cabezas cortadas
bañado en sangre
la nota dice que no hay
tiempo para pensar
[27]
vuelvo a la cima
duermo en la cueva
espero sentado
parado y acostado
el aleteo nocturno
que me dirá los nombres
señalará el camino
trazará el mapa
y me llevará
me llevará
como un rezo
a la montaña
[28]
•
LOS PE RROS
duerme en la butaca
fuma en el baño
camina por el pasillo
buscando algo
para comer
bañado en sudor
llega a su casa
se baña en la oscuridad
[29]
tirado en el piso
mira el techo y espera
que lo vengan a buscar
desayuna en la cocina
tomando un café sobre
el diario que trajo antes
la señora que limpia
[30]
se termina de arreglar
cena en familia
compra helado
besa a su esposa
cierra los ojos
no puede correr
pero no lo muerden
primero lo huelen
después lo lamen
[31]
los perros lo siguen
lo sacan del frío
le llevan sus huesos
y lo dejan soñar
[32]
•
V I D R I O MOLIDO
[33]
•
EL TR UCO
me convertí en pájaro
y volé hacia la montaña
una piedra
un cuchillo
un perro
[34]
•
L A ESCA LERA
cómo va a venir
bajo la densidad
de la noche
la pregunta
se repite
hasta el absurdo
cómo va a venir
cómo va a venir
si está por empezar
con otro nombre
que no es el mío
y el mío no es mío
pensándolo bien
no hay nombre
solo una repetición
entusiasta
que nos apropiamos
estuve pensando
todos estos días
[35]
cómo va a venir
cuál es su voz
dónde estuvo
cuando no buscaba
un corazón de oro
en medio de la fuga
cómo va a venir
me siento
en la escalera
hasta que no es
más que humo
en el cielo
cuando no sé
dónde estoy parado
vuelvo a la pregunta
que nunca se fue
cómo va a venir
hacia mi calma
[36]
desesperada
que busca el rostro
de lo que no conoce
así espero
cada mañana
despertar
y preguntar
cómo va a venir
[37]
•
L A ZO N A
recorro la zona
plataforma suspendida
en un tiempo que no
termina de nacer
[38]
venimos a visitar la zona
cerramos las persianas
ante el hielo
ahí viene la inundación
la inundación:
[39]
•
EL G E R IÁT RICO
un hombre se acerca
atrás de su mirada
a la puerta inalcanzable
arrastra su multiplicidad
persiguiendo el brillo
de la calle en movimiento
[40]
alguien prende un televisor
ruido de voces metálicas
trae noticias sin referencia
[41]
[42]
Un niño en un corral de palo,
entre juguetes rotos
se desgañita llorando,
hambriento y mojado,
la húmeda boca abierta,
los ojos vidriosos de lágrimas,
mirando
cómo la bestia de las dos espaldas
gruñendo convulsa se revuelca
intentando devorarse a sí misma
–Gonzalo Millán
[43]
•
LA CAÍDA
cae un día
rompe su forma
corta el sonido
respira sus últimas horas
cae un día
y no es más
que vidrio empañado
un día cae
como un complot
vulnerado
un sistema derrocado
un organismo infectado
cae un día
delirio contenido
masticado
aferrado a la leyes
de la invisibilidad
[44]
sobre las cabezas bajas
cae un día
se muere en las retinas
no le importa caer
no le importa morir
no cae un día
[45]
•
EN R E V ERSA
en reversa me muevo
tanteo la oscuridad
piso el hielo y se rompe
el agua que me sostiene
buceando de espaldas
con la vista en la superficie
no quiero mirar
el fondo azul
que me absorbe
en reversa me muevo
no tengo tiempo
para esperar una voz
que me diga
hasta acá llegaste
[46]
pero en realidad
vuelvo sobre mis pasos
el reflejo me devuelve
la sonrisa de otro
que fui en el pasado
trato de matarlo
con el vidrio roto
la sangre es mía
y brota hacia adentro
en reversa me muevo
miro por última vez
el cuerpo que quise dar
me lanzo sin ver
al futuro que ya pasó
[47]
•
EL SI M UL AC RO
[48]
escuchamos las voces
no vimos las caras
nos quedamos quietos
respirando la sangre
aguantando la fiebre
estamos invitados
al simulacro
[49]
•
EL V EN TANAL
te vi temblar
esa noche
en el balcón
no pude esperar
detrás del ventanal
rompí el vidrio
con mis manos
ensangrentadas
presioné tu cara
que se corría
te vi llorar
a la mañana
bajo el sol blanco
que no calentó
los dedos flacos
te vi gritar
llanto mudo
corte silencioso
[50]
sulfurando olvidos
masticando arena
tragando sal
cambiando
las guardias
de la defensa
me vi temblar
ante la falta
de palabras
frente al brillo
de la mirada
con el eco
de la respuesta
te vi temblar
tres veces más
hasta desaparecer
y dejar una mancha
en la retina
después de la lluvia
[51]
•
EL I N CE NDIO
[52]
todos los rituales de la comunidad
desintegrados por el calor implacable
[53]
•
L A CALLE
[54]
para alimentar una boca
que pide su ejecución
y mirar cómo
después de la calle
sucia y peligrosa
sale la luna sobre
las cabezas aplastadas
[55]
[56]
[57]
[58]
Sobre el autor
J
------uan Rapacioli (Buenos Aires, 1987) cursó sus estudios
primarios y secundarios en Mar del Plata, donde empezó
a escribir. En 2006 se fue a vivir a La Plata, donde pasó
por la carrera de Comunicación Audiovisual en la Facul-
tad de Bellas Artes. En 2009 publicó el libro de cuentos La
estratagema de la libélula. Desde 2010 trabaja en la sección
Cultura de la Agencia de Noticias Télam, donde ha reali-
zado entrevistas a escritores como Ricardo Piglia, Abelar-
do Castillo, Horacio González, Raúl Zurita, Hebe Uhart,
Enrique Vila Matas, Arturo Carrera, Diana Bellessi, Mario
Montalbetti, Leo Maslíah, Jorge Boccanera, Edgardo Co-
zarinsky, Antonio Dal Masetto y Guillermo Saccomanno.
Participó de los talleres literarios de Dalmiro Sáenz y Al-
berto Laiseca. Escribe en: impostorinverosimil.wordpress.
com. Es autor de Dispersión, libro de poemas publicado por
la editorial Buenos Aires Poetry.
[59]
[60]
Agradecimientos
A mis padres.
[61]
Noviembre 2017
Impreso en Buenos Aires,
buenosaires
poetry