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32 Muros de Retencion Tipos Diseño Hormigon Armado
32 Muros de Retencion Tipos Diseño Hormigon Armado
HORMIGÓN II
Unidad 9:
MUROS DE RETENCIÓN
TIPOS. DISEÑO
Profesor: CARLOS RICARDO LLOPIZ
2
CONTENIDO.
1 INTRODUCCIÓN
2 TIPOS DE MUROS DE SOSTENIMIENTO
3 DRENAJE
4 PRESIÓN LATERAL SOBRE LOS MUROS
4.1 INTRODUCCIÓN
4.2 PRESIÓN ACTIVA Y PASIVA
4.3 PRESIÓN DE TIERRA PARA CONDICIONES USUALES DE CARGA.
4.4 ESTABILIDAD EXTERNA
4.4.1 EQUILIBRIO A DESLIZAMIENTO
4.4.2 PRESIONES DEL SUELO
4.4.3 SEGURIDAD AL VOLCAMIENTO
5 EJEMPLO No 1
6 MURO EN VOLADIZO
6.1 CONSIDERACIONES INICIALES
6.2 ALTURA DEL MURO
6.3 ESPESOR DE LA PANTALLA VERTICAL
6.4 ESPESOR DE LA BASE
6.5 LONGITUD DE LA BASE
7 MUROS DE SÓTANO. EMPUJE EN REPOSO
8 EJEMPLO No 2
9.1 PROCEDIMIENTO DE DISEÑO PARA MUROS DE SOSTENIMIENTO DE
HORMIGÓN ARMADO EN VOLADIZO. CUANTÍAS MÍNIMAS
9.2 PANTALLA VERTICAL
9.3 FACTOR DE SEGURIDAD CONTRA EL VUELCO
9.4 FACTOR DE SEGURIDAD CONTRAL EL DESLIZAMIENTO. LLAVES DE CORTE
9.5 DISEÑO DEL TALÓN
9.6 DISEÑO DEL PIÉ
9.7 NUDO LOSA-PANTALLA. ANCLAJE
10 FISURAS Y JUNTAS EN LOS MUROS
11 EJEMPLO No 3: DISEÑO COMPLETO DE MURO EN VOLADIZO
12.1 MUROS DE CONTENCIÓN CON CONTRAFUERTES
12.2 MUROS DE CONTENCIÓN PREFABRICADOS
13 ACCIÓN SÍSMICA SOBRE MUROS DE CONTENCIÓN
13.1 EMPUJE ADICIONAL DEL SUELO
13.2 FUERZA DEBIDA A LA INERCIA DE LA MASA DEL MURO
14 BIBLIOGRAFÍA
Emisión Revisión
Filename
1 2
T9-Muros de ENE OCT
Contención.doc 2009 2009
Páginas 46 49
3
1. INTRODUCCIÓN
Fig. 1
Muros de
sostenimiento
en la ciudad de
Sydney,
Australia.
Entrada a túnel
que cruza la
ciudad. Note
las diferencias
de nivel entre
calzadas y los
muros
necesarios
(a) (b)
Fig. 2
Estribo: Estructura de retención de suelo y Soporte de
Puente.
con otra losa de unos 300 mm de espesor en la parte superior y 600 mm en la inferior.
Según los diseñadores, el hormigón armado de las pantallas no tenía responsabilidad
estructural pero sí confería confinamiento y mayor impermeabilidad.
Fig. 4
Tipos de Muros de
sostenimiento
Los muros en voladizo, Fig. 3(c), y Fig. 4(b), se utilizan hasta alturas de
aproximadamente 7 a 8 metros. Las figuras indican las nomenclaturas de las partes del
muro. Cuando hay necesidad de mayor altura, los momentos en la unión del cuerpo y
losa de base es tan importante que por razones económicas y de rigidez es necesario
colocar refuerzos a través de contrafuertes, como muestran las Figs. 3(d) y (e) y 4(c).
La decisión del tipo de refuerzo es función del problema que se presente.
7
Fig. 6
Otros tipos de Muros de sostenimiento
3. DRENAJE
El mejor relleno para colocar en la parte posterior del muro es un suelo con buen
drenaje y sin cohesión. Además, se suelen colocar agujeros lloraderos de unos 100 a
200 mm, colocados como tubos por ejemplo como muestra la Fig. 4(c) y Fig. 7, en
distancias entre 1.5 a 3.0 m en vertical y horizontal. Para facilitar drenaje y evitar
taponamiento se coloca piedra triturada en el extremo posterior de cada lloradero,
8
cuidando de que, si el material es muy fino tipo arena trituradas, colocar piezas de
mayor tamaño alrededor de los orificios. Deben tomarse precauciones para que el agua
que proviene de los drenajes sea evacuada en forma rápida y segura sin que se
estacione o penetre en el suelo cercano a las fundaciones del muro. Los drenajes hacia
el frente del muro no son muy agradables desde el punto de vista estético, por lo que a
veces se colocan drenajes longitudinales embebidos en piedras trituradas o gravas a lo
largo de la cara posterior del muro, en uno o más niveles, con buenas pendientes, los
cuales deben tener sus descargas en los extremos. Se muestran esquemas en Fig.
4(a) y (b) y Fig. 7(b).
Fig.7
Drenajes
en Muros
de
Retención.
Fig. 8
Con relación a su comportamiento físico, los suelos ocupan una posición intermedia
entre los líquidos y los sólidos. Cuando una arena se descarga de una volqueta si bien
fluye, no adopta una
superficie horizontal como lo
haría un líquido sin fricción,
sino que se mantiene en una
pila con un ángulo de reposo
con la horizontal cuya
tangente es casi igual al
coeficiente de fricción inter
granular.
Si se construye un muro
en contacto con un sólido,
por ejemplo corte en roca,
ésta no ejercerá presión
sobre el muro. La Fig. 10,
muestra el corte en roca
para la fundación de un
reactor nuclear en Australia.
En la foto inferior se ve que
en cierto nivel hay una
separación entre el muro y la
roca.
En el otro extremo, si el
muro debe contener un
líquido como el caso de un
embalse, Fig. 5, la estructura
estará sometida a una
presión hidrostática de valor
wwh donde ww es el peso
específico del agua y h la
profundidad desde la
superficie.
Fig. 10
Excavación vertical en suelo
rocoso. Muros
Ph = Co wh (1)
En este caso w es el peso específico del suelo y Co es una constante que depende
no sólo de la naturaleza del suelo. Este valor de Co tiene un rango de variación muy
amplio, y experimentalmente se ha determinado que puede variar desde 0.3 a 0.4 para
suelos no cohesivos hasta 0.8 si los mismos están bien compactados, mientras que
para suelos cohesivos puede variar entre 0.7 y 1.0, o aún mayor para cierto tipo de
arcillas. Las arenas y las gravas limpias se consideran superiores a todos los demás
suelos porque son altamente permeables, no son susceptibles a la acción del
congelamiento y no pierden estabilidad con el paso del tiempo. Por ello, los rellenos se
especifican en general con material no cohesivo.
En la Fig. 11 se muestran unos gráficos que se pueden utilizar para estimar las
presiones horizontal y vertical que inducen distintos tipos de suelos de hasta 6.0 metros
de altura. Los pesos unitarios de los suelos considerados varían aproximadamente
entre 1.40 a 1.60 t/m3 (90 a 100 lb/ft3) para arcillas blandas, 1.60 a 1.90 t/m3 (100 a 120
11
lb/ft3) para arcillas rígidas, 1.75 a 1.90 t/m3 (110 a 120 lb/ft3) para arenas y 1.90 a 2.10
t/m3 (120 a 130 lb/ft3) para mezclas de arena y grava. Los valores los menciona la
Ref.[1], como tomados de “Foundation Engineering” de Peck, Hanson y Thornburn,
1974, John Wiley & Sons.
Fig. 11
Gráficos para estimar la
presión de suelo sobre
muros de hasta 6.0 m. (1)
suelo granular grueso sin
mezcla con finos, muy
permeable y limpio, como
arena y grava; (2) ídem
anterior pero de baja
permeabilidad por
incorporación de finos;
(3) suelo limo arenoso,
granular con contenido
de arcillas y suelo
residual con piedras;
(4)arcilla blanda o muy
blanda, limo orgánico.
Fig. 12 Fases de la construcción de un muro típico de gravedad. (a) Excavación prevista; (b)
Excavación realizada; (c) Construcción del muro y drenajes; (d) Colocación del relleno con
obras de drenaje.
La Fig. 13 muestra un muro soportando suelo con pendiente. Parte del suelo detrás
del muro, en rayado, tiende a deslizarse a lo largo de una superficie curva, línea de
trazos, y empujar la pared. La tendencia al deslizamiento del suelo es resistida por
fricción a lo largo del suelo que está por debajo de la superficie de falla, llamada fricción
interna, y por fricción a lo largo de la cara vertical del muro.
Debido a la presión lateral del suelo, los muros se mueven ligeramente, se deforman
pues entre otras causas, están construidos de materiales elásticos, y además, están
asentados sobre suelos compresibles, a menos que sea roca (y aún así puede haber
deformaciones). Por esta razón, los muros de sostenimiento se construyen
frecuentemente con una leve inclinación hacia el relleno en la cara expuesta.
Fig. 14
Bases para la determinación de las
presiones activas y pasivas.
En la Fig. 13(c) se muestran las fuerzas que actúan sobre un muro de gravedad. La
fuerza sustentante soporta el peso del muro más las componentes verticales de las
demás fuerzas. El empuje activo que se desarrolla al colocar el relleno, además de
otras sobrecargas posibles, tiende a empujar el muro hacia el exterior. Este
desplazamiento es contrarestado por la resistencia al deslizamiento en la base del
muro y por la resistencia pasiva o empuje pasivo del suelo situado por delante del pié
del muro. El empuje activo también tiende a volcar al muro en torno a su pié. Este
vuelco es contrarrestado por el peso del muro y la componente vertical del empuje
activo. Por ello el peso del muro es importante por dos conceptos: se opone al vuelco
y da lugar a la resistencia al deslizamiento en la base. Por ello estos muros se llaman
de gravedad (muro que resiste por su peso).
14
El muro de gravedad, junto con el relleno que sostiene y el suelo que le soporta,
constituye un sistema con un grado de indeterminación elevado. Las magnitudes de las
fuerzas que actúan sobre un muro no pueden determinarse en forma única a partir de
la estática y además estas magnitudes se verían afectadas por las secuencias de
construcción y relleno. De aquí que el proyecto de un muro de este tipo se basa en un
cálculo para determinar las posibles fuerzas que se producirán al comenzar a fallar, es
decir al girar o deslizar hacia el exterior.
Las presiones que permiten obtener las fuerzas activas y pasivas, fueron analizadas
por Rankine, Coulomb y otros. Para el caso general en que el relleno forma un ángulo δ
con la horizontal como el que se indica en la Fig. 11, la teoría de Rankine, ingeniero
británico a quien se debe y cuya solución se publicó en 1857, da como coeficiente de
presión activa de tierra la siguiente expresión:
Para el caso particular de superficie horizontal, ángulo δ= 0, Fig. 14, toman la forma
más simple, para presión activa:
1 − senφ
Cah = (4)
1 + senφ
y para presión pasiva:
1 + senφ
C ph = (5)
1 − senφ
La teoría de Rankine sólo es válida para suelos no cohesivos como arenas y gravas,
pero con adecuados ajustes puede ser utilizada para suelos cohesivos tipo arcillosos.
Se aclara que estos coeficientes representan la relación entre los esfuerzos horizontal
(en un caso activo y en el otro pasivo) con el esfuerzo vertical. Para mayor profundidad
en el tema se puede consultar, por ejemplo, la Ref.[3]. Según la Ref.[1] la ecuación de
Rankine ignora la fricción del suelo sobre el trasdós del muro. La fórmula de Coulomb,
publicada en 1776, la considera. Se ha estimado que el costo de construir muros de
sostenimiento varía directamente con el cuadrado de la altura. Por lo tanto, para muros
altos es importante el determinar lo más preciso posible las presiones laterales. Puesto
que la ecuación de Coulomb toma en cuenta la fricción sobre el muro, muchas veces
se usa esta hipótesis para muros de más de 6.0 metros. Para muros bajos, de menos
de esa altura 6.0, generalmente se utiliza la teoría de Rankine. En Ref.[3], Cap. 13, se
15
Fig. 15
Fricción entre muro y relleno.
(a) para empuje activo.
(b) para empuje pasivo.
La Ref. [3], indica que si se ignoran las pequeñas diferencias que puedan existir en
los ángulos φ para las dos trayectorias de esfuerzos (ver Cap. 11 de dicho texto), se
puede ver que Cph=1/Cah. De dicha referencia se toma la siguiente Tabla No1, que da
los valores de los coeficientes en función del ángulo φ.
Fig. 16.
Presiones de tierra para:
(a) superficie horizontal.
(b) Superficie en pendiente.
(c) Superficie con
sobrecarga.
Determinada la distri-
bución de presiones en
altura, se pueden obtener los
valores de las fuerzas por
unidad de longitud que
actúan sobre el muro, sean
producto de empuje activo o
pasivo. La resultante de la presión activa, por unidad de longitud es:
1 1 1
H a = Pa = pa h = (Ca wh)h = Ca wh 2 (6)
2 2 2
1 1 1
H p = Pp = p p h´ = (C p wh´ )h´ = C p wh´2 (7)
2 2 2
Fig. 20(a)
Muro con relleno que soporta
sobrecarga.
Fig. 20(b)
Muro con relleno que soporta sobrecarga
parcial.
Un muro puede fallar por dos causas: (1) por falla del muro mismo, por ejemplo
porque la sección de hormigón u hormigón armado no soporta algunos de los esfuerzos
internos, o (2) porque el muro como cuerpo rígido puede desplazarse y/o volcar. Para
el primer caso se debe suministrar al muro las dimensiones y armaduras (si fuera el
caso) necesarias, y los materiales adecuados.
cargas. Las presiones de contacto que resultan de las cargas de servicios actuando
sobre el suelo a través de las secciones de hormigón se comparan con las tensiones
admisibles que son el resultado de resistencias de suelo divididas por los
correspondientes factores de seguridad.
En la figura se observa que hay otra reserva de resistencia: para que el muro se
deslice hacia al izquierda debe empujar una cuña de tierra mbn que da lugar a una
presión pasiva asociada al triángulo de presiones mbr, es decir con máxima presión br.
Esta resistencia adicional podría sumarse al término izquierdo de la ecuación (8). Sin
embargo, se debería estar muy seguro de que esta fuerza se va a materializar en toda
su magnitud en forma efectiva: el relleno mvgh (i) debe colocarse antes del relleno ijkl
(para asegurar que ya es parte de la resistencia), (ii) debe además ser de material
adecuado (granular, seco) y (iii) debe asegurarse que se mantendrá en el tiempo sin
ser removido, es decir en sus condiciones originales. Como esto no es fácil de que se
cumpla (en particular la tercera condición), es mejor no incluir en la ecuación de
resistencia ese plus potencial.
fricción estarían entre 0.65 y 0.83. Para este caso, el deslizamiento del suelo hacia
arriba que proporciona empuje pasivo se produciría en el plano tn´, es decir empujando
la cuña mtn´, a la cual le correspondería la máxima presión Pp, es decir triángulo de
presiones mts. Sin embargo, si hay dudas sobre la completa efectividad del relleno del
frente mvhg sobre el pié, es más racional suponer que la superficie libre del terreno
está sobre la cara superior de la zapata (plano hg) y que el triángulo pasivo de
presiones es el gts´, con máxima presión ya no Pp=ts sino ts´.
Otra condición a asegurar es que la presión bajo la zapata no exceda las tensiones
admisibles para el suelo en particular. Si con a , Fig. 22, se designa la distancia desde
el borde delantero del pié de la base (punto b, en Fig. 21) hasta la intersección de la
fuerza resultante R con el plano de la base, y siendo Rv la componente vertical de la
misma, se produce sobre el plano de asiento un esfuerzo normal y un momento. El
esfuerzo axial es el que produce la componente Rv y el momento con respecto al
centroide es M= Rv(l/2-a).
Rv
q1 = (4l − 6a) (9a)
l2
R
q2 = (6a − 2l ) 2v (9b)
l
2 Rv
q1 = (10a)
l
q2 = 0
2 Rv
q1 = (11)
3a
Fig. 22. Tensiones de contacto con la zapata en el suelo para diferentes ubicaciones de la
resultante.
Un tercer modo de falla podría ser el volcamiento de todo el muro alrededor del
punto b, según Fig. 21. La ecuación de equilibrio a satisfacer es:
M v = 1.5Ph y ≤ Rv a (12)
5 EJEMPLO No1
Un muro de gravedad como el que muestra la Fig. 23, con altura total de 4.50m
(15´), altura sobre superficie de terreno 3.50m y cota de apoyo base a 1.0 m bajo
superficie, con altura de losa de base constante de 0.60m (2”). Soporta además una
sobrecarga desde el borde del muro L= 2.0t/m2. El suelo de relleno es mezcla de arena
con grava y cantidad moderada de partículas finas de limo, por lo que puede
considerarse suelo tipo 2 según la tabla No2. Verificar si las dimensiones satisfacen los
criterios de seguridad.
Solución.
1. Coeficiente de empujes activos y pasivos.
Para φ = 30o resultan Cah= 0.333 y Cap= 3.0
3. Efecto de sobrecarga L.
H´= 2.0 t/m2 / 1.95 t/m3 = 1.03 m
Presión adicional uniforme por ∆Pa = 0.333 x 1.03 m x 1.95 t/m3 = 0.669 t/m2
Presión máxima a cota de fundación: 2.92 t/m2+ 0.70 t/m2= 3.62 t/m2
0.67 + 3.62
P= 4.5 = 9.65t / m
2
4.5 (2 x0.67 + 3.62)
y= = 1.73m
3 (0.67 + 3.62)
5. Momento de vuelco.
Mv = 9.65 t/m x 1.73 m = 16.74 tm/m
8. Seguridad al vuelco.
γ = Mr / Mv = 44.155 / 16.74 = 2.65 > 1.50 OK.
En ese caso hay que agregar el efecto de carga vertical de L en ese sector:
W6 = 2.0t/m3 x 1m x 2.35 m = 4.70 t
y ahora la resultante cae dentro del tercio central, siendo las tensiones de borde:
23
Resistencias:
(i) fricción suelo-hormigón Ffs-h= W x f = 28.59 x 0.5 = 14.30 t/m
6. MURO EN VOLADIZO
6.1 CONSIDERACIONES INICIALES
La parte inicial del diseño, como cualquier otra estructura, comienza con un
prediseño dando dimensiones aproximadas que se irán ajustando durante el proceso
de diseño, es decir, es un camino de prueba y error.
Existen varias “reglas del pulgar” que combinadas con dimensiones mínimas por
código o razones constructivas, dan las herramientas como para comenzar con
dimensiones iniciales bastante aproximadas a la solución final.
La altura total del muro, mínima, es obvio que surge de la condición de proyecto, es
decir de la excavación necesaria, ver por ejemplo Fig. 12. El plano de asentamiento
será función del tipo de suelo donde se funde el muro, y por otro lado, el nivel superior
de la base del muro debería estar por debajo de del nivel de penetración de heladas,
que pueden ser del orden de los 1.0 a 1.5 metros.
24
Fig. 24
Muro de contención en Voladizo.
Armaduras del cuerpo.
El espesor mínimo de la base, CIRSOC 201-05, sección 15.7, es de 150 mm. Sin
embargo, se recomienda utilizar no menos de 250 a 300 mm para contemplar
armaduras, recubrimientos adecuados y sobre todo proveer espacio para los anclajes
de las barras verticales del cuerpo. Tal vez, entre 7 a 10 % de la altura total de la base
sea una buena aproximación.
Fig. 25
Muro de contención en Voladizo.
Aproximaciones para el diseño.
Fig. 26
Muro de contención en
Voladizo.
Dimensiones para un
inicio de diseño y
posterior verificación.
En la Ref. [5], Cap. 8, se indica que hay que tener consideraciones especiales para
el caso de empuje contra muros rígidos, que son aquellos que no permiten
desplazamientos, como el caso de muros de sótanos. En estos casos, estos muros no
están sometidos al empuje activo sino al empuje de la tierra en reposo, que está
caracterizado por Ko, coeficiente de la presión lateral de tierra en reposo. La magnitud
de este empuje es mayor que el activo y depende no sólo de las propiedades físicas
del relleno sino en gran parte del método utilizado para colocarlo. Por ello, la intensidad
del empuje que actúa sobre un muro fijo sólo puede determinarse con ensayos o
calcularse en función de la experiencia. Esto vale para un muro que sostiene un suelo
no cohesivo, o que recibe el empuje de un relleno colocado después de construido el
muro.
Sin embargo, podría suceder que por ejemplo para construir un subsuelo de un
edificio el suelo se corta verticalmente y el muro se construye hormigonando contra él
26
8 EJEMPLO No2
Utilizando las aproximaciones anteriores, estimar las dimensiones de las partes del
muro en voladizo, similar al de la Fig. 25. Suponer suelo tipo 2 de la Tabla No 2, con
w=1.90t/m3, φ=30o y L=1.50t/m2. Altura total del muro h=6.50 m.
Solución:
Espesor en la parte superior de la pantalla se supone 40 cm, que es un 6% de h.
Máximo espesor de la pantalla en la sección adyacente a Losa de fundación, adopto
50 cm que es un 7.7 % de h.
Por lo que la longitud total de la base debería ser 3/2X = 3.60 m la parte de losa del
frente, desde pantalla hasta el pié, de 1.20m. Estas dimensiones deben ser luego
verificadas tanto para esfuerzos internos como estabilidad global del muro. Más
adelante se continúa con el ejemplo y se lleva a cabo la verificación final.
27
S d = φS n ≥ S r = Su (13)
Para obtener las solicitaciones últimas, en la sección 9.2.1, aparecen, entre otras
estas combinaciones de cargas:
U= 1.4 D (14a)
U= 1.2 D + 1.6 L (14b)
U= 1.2 D + 1.6 L + 1.6 H (14c)
U= 0.9 D + 1.6 W + 1.6 H (14d)
La norma citada, sección 14.1.2, establece que los muros de contención en voladizo
se deben diseñar de acuerdo a los requisitos de flexión, cap. 10, y corte, pero deben
tener una armadura horizontal mínima según 14.4.3, aplicable a la pantalla vertical:
Note que en la sección 14.3.3, dice que excepto para tabiques de submuración o
contención enterrados, cuando el espesor es mayor de 250mm, la armadura se debe
28
disponer en al menos dos (2) capas. No es este el caso entonces. Sin embargo es útil
colocar al menos la mitad de la mínima en la cara expuesta, Ref.[1].
Fig. 27
Muro de contención en Voladizo. Componentes y
armaduras de tracción.
Generalmente un factor de seguridad mayor que 2.0 contra el vuelco del muro es
aceptado, tomando momento de acciones y reacciones con respecto al extremo del
puntal o pié (toe). Generalmente el suelo sobre el puntal es ignorado, como antes se
expresó.
Es común que luego del prediseño el factor de seguridad no alcance el valor 1.5.
Una práctica corriente es alargar el ancho de la fundación del lado del talón, es decir la
longitud X en la Fig. 25. Otra forma es usar una llave de corte, como muestra la Fig. 28,
con la cara frontal que debe ser llenada contra suelo no perturbado. Algunos
diseñadores consideran que esta construcción modifica de tal forma el suelo que la
llave no es muy efectiva.
29
Fig. 28
Muro de contención en Voladizo, con
refuerzo para deslizamiento por inclusión
de bloque llave de corte
Fig. 29
Muro de contención en Voladizo, con
refuerzo para estabilidad contra
deslizamiento (a) bloque llave de corte
cerca del cuerpo pantalla para permitir
acero pasante; (b) si se da esta
superficie de falla poco es lo que se
gana con la llave de corte; (c) llave en
el extremo o talón con dos
posibilidades de falla: reacción pasiva y
deslizamiento a lo largo del plano
inclinado.
(i) presión pasiva Pp desarrollada desde superficie de suelo hasta el nivel inferior del
bloque llave,
(ii) resistencia al deslizamiento a lo largo del plano ab.
La presión lateral tiende a que el muro de retención gire alrededor del extremo de su
pié. Esto tiende a levantar la parte del talón de la base, ver Fig. 28. El relleno entonces
empuja hacia abajo al talón que funciona como una viga empotrada con carga desde
borde superior y hacia abajo, que produce tracción en el borde superior, ver Fig. 27(b).
La mayor fuerza que se le aplica al talón es el peso del relleno que está detrás de la
pantalla. Aunque es cierto que existe alguna reacción del terreno hacia arriba, muchos
diseñadores eligen ignorar esta contribución por considerarla relativamente chica. De la
Fig. 28 se puede imaginar que las cargas externas empujan el talón hacia abajo y el
acero vertical de la pantalla provee la reacción necesaria hacia arriba para mantener el
talón unido al resto de la base y la pantalla. Claramente se ve la conveniencia de
prolongar la armadura en la llave de corte.
1
Vd = φVc = φ f c´ bd ≥ Vu (15)
6
(i) CIRSOC 201-05 sección 10.5.4 la cuantía mínima por flexión debe ser mayor de
1.4/fy= 0.00333 para acero ADN 420, y la máxima separación debe ser la menor de (a)
2.5 veces el espesor de la losa; (b) 25 veces el diámetro de las barras; (c) 300 mm.
(ii) A su vez, en la sección 7.12.1 dice que en losas estructurales con armadura en
una dirección, se debe colocar armadura en dirección perpendicular para resistir los
esfuerzos de contracción y temperatura. Para ello se debe colocar como mínimo un
valor de ρ= 0.75/fy= 0.0018, con separación máxima de: (a) 3 veces el espesor de la
losa y (b) 300 mm. Esto sería válido tanto para la losa de base como para la de
pantalla. Sin embargo, tanto la Ref.[1] y [2] están de acuerdo en que como la base se
encuentra por debajo del nivel de terreno no se verá afectada por los efectos de
temperatura como la pantalla, por lo que no sugieren usar el mínimo para armadura
secundaria, sino bastante menor acero.
La Fig. 30 muestra a la izquierda las acciones sobre el muro completo y luego sobre
cada parte del mismo, básicamente la pantalla, el pié y el talón. A la derecha los
diagramas de esfuerzos sobre cada parte estructural. Se ve que la presión triangular
(carga con variación lineal) sobre la pantalla origina un diagrama de corte con variación
cuadrática y momentos flectores con variación cúbica. En la figura aparecen las
expresiones analíticas. El trazado de los diagramas permitirá llevar a cabo la
31
interrupción de las armaduras de flexión en altura dado que los momentos disminuyen
drásticamente hacia arriba. En los diagramas de abajo a la derecha, (b), se ve que para
obtener la carga efectiva q, que es distribuida y variable a lo largo de talón y pié se ha
tenido en cuenta (note que se toma signo positivo hacia arriba para cargas q):
(i) para el talón las presiones reacciones del suelo, que se denotan con qh en el
extremo izquierdo del talón (es la mínima) y (S+qh) máxima en la sección
crítica (empotramiento con pantalla): esta reacción a una distancia x del borde
izquierdo toma el valor (qh+Sx), si con S se indica la pendiente de variación de
las presiones del suelo. Esta expresión corresponde al caso de ancho de
talón unitario, es decir que S es la variación de las presiones por unidad de
longitud, con valor S=[(qmáx-qh)/Btalón]. A esta presión se le opone la verdadera
causa del esfuerzo, que es la suma de pesos del suelo [(H-hs)γs] y del
hormigón de la losa de espesor hs=Df y peso específico γc, es decir (hsγc). En
la figura esa carga hacia abajo (la que produce momento con tracción
superior) se indica con q´1=(H-hs)γs+(hsγc). Varios autores aconsejan tomar
directamente q=q´1=-[(H-hs)γs+(hsγc)] como conservador e ignorar la reacción
del suelo, pero es posible adoptar la situación q=(qh+Sx)- q´1 que es más real
de acuerdo al estado de solicitaciones. El diseñador decidirá en cada caso
qué hacer. Es claro que si la resultante cae fuera del tercio central de la base,
a la derecha existirá tracción por lo cual es lógico tal vez ignorar la reacción
del suelo, en particular para momento flector ya que el brazo de palanca
también será pequeño.
(ii) Para el pié se ha ignorado, como se ve en la figura, el efecto del peso del
suelo sobre esa parte de la base. Además, se ha descontado el peso de la
losa, designado como q1, del valor de presión que se toma como carga
positiva hacia arriba, con valor máximo qt, y valor qx a distancia x desde borde
izquierdo, siendo S nuevamente la variación de la carga por unidad de
longitud (pendiente).
Fig. 30. Muro de contención en Voladizo (i) izquierda: acciones; (ii) derecha: esfuerzos internos.
32
Fig. 32.
Muro en voladizo. Llave
de corte en Nudo.
La llave se forma
introduciendo una
pieza de madera
biselada, de 2x4” o
2x6”, que luego es
removida para el
llenado de la pantalla.
Es más común la tendencia a provocar en esa sección una superficie bien rugosa en
vez de introducir ese detalle.
Fig. 32.
Posibles Anclajes de las
barras de la pantalla. Barras
de arranque o espera.
(a) anclaje en pié.
(b) anclaje en llave de corte.
Barras de arranque se
usan muchas veces pues
es difícil mantener las
barras en posición vertical
si son de más de 3.0 a 4.0
metros.
33
Fig. 33
(a) Juntas de construcción en muros de
retención en voladizo.
(b) Juntas de contracción.
Juntas de expansión son juntas verticales que separan en forma completa partes
del muro. La Ref.[4] da valores de separación entre 18 a 30 metros, y AASHTO,
especifica máximo cada 90´= 27 metros. Generalmente se colocan armaduras
pasantes a través de estas juntas, en cuyo caso un extremo de las barras se engrasa o
envuelve para eliminar la adherencia y permitir la expansión necesaria. De todas
maneras, el tema juntas es bastante controvertido. La Ref.[4] aclara algo muy cierto:
para que se produzca una real expansión del muro (que justifique una junta) el mismo
debe deslizarse sobre el suelo que tiene bajo su base y además vencer el corte que
produce la fricción del suelo detrás del mismo. En definitiva, las fuerzas restitutivas que
se inducen pueden llegar a ser tan importantes como para cancelar las fuerzas
expansivas por temperatura. En ese caso no hará falta colocar junta alguna. Algo
similar expone la Ref.[19], en su sección 16.6, pavimentos continuos. Allí explica las
desventajas de colocar juntas de expansión, y sugiere que el hacer pavimentos
continuos con armaduras distribuidas de forma tal de eliminar las juntas longitudinales y
hacer las transversales muy espaciadas es una opción muy utilizada.
34
Solución:
Con el prediseño llevado a cabo en el ejemplo No2, se adoptaron como medidas
finales 40 cm en la parte superior y 50 cm en la inferior de la pantalla. El largo total de
la base, el valor de 3/2X en Fig. 25 se adoptó primero 3.50 m y luego se llevó a 3.75 m,
en ambos casos con 1.35 m de largo de pié. Sin embargo, con estas dimensiones la
seguridad al vuelco era adecuada, pero no así al deslizamiento y la resultante caía
fuera del tercio central, lo cual no es aconsejable.
Fig. 34
Muro de Ejemplo No3.
(b) Diagramas de
presiones en el
terreno.
1. Seguridad al Vuelco.
Momento de vuelco.
Fuerza Brazo Momento vuelco
Hi (t) y(m) Mv (tm)
H1 = 13.36 Y1=2.17 28.99
H2 = 3.25 Y2=3.25 10.56
Σ - 39.55
Momento Resistente.
Fuerza Brazo Momento
Wi (t) x(m) Mr (tm)
W1=5.40 X1=2.25 12.15
W2=2.80 X2=1.67 4.68
W3=4.20 X3=1.95 8.19
W4=30.04(*) X4=3.30 99.13
Σ=42.44 - 124.15
(*) Incluye sobrecarga.
γMv = 124.15 / 39.55 = 3.13 > 2.0 OK.
2. Seguridad al deslizamiento.
H1 + H2 = 13.36 + 3.25 = 16.60 t
µRv = 0.50 x 42.44 t = 21.22 t
γdesliz = 21.22 / 16.60 = 1.28 < 1.50 NO cumple.
Tensiones en el suelo:
fmáx=(4l-6a) Rv/l2 = (4x4.5m – 6x2.0) x 42.44 t/4.52m2 = 12.57 t/m2 < 20 t/m2
fmín=(6a-2l) Rv/l2 = (6x2.0-2x4.5) x 42.44 t/4.52m2 = 6.30 t/m2
3. Diseño de la Pantalla.
Según CIRSOC 201-05, la cuantía mínima vertical es 0.0012 (de la sección total de
hormigón) y conviene colocar la mitad en la cara expuesta, que es la que está en
compresión. Tomando espesor promedio 50 cm, la armadura que al menos debería
colocarse sería de:
Asmín-vert= 0.0012 x 50 x 100 cm2 = 6 cm2
por lo cual se podría colocar la mitad en la cara del frente. Se opta por 1φ10mm cada
20 cm (la separación máxima según norma es 300 mm). En la otra cara el refuerzo
resultará del armado por flexión. La armadura de 4 barras diámetro 10mm cada 20 cm,
con h= 30 cm, con d= 23 cm, y tomando d´= 5 cm, suministran la siguiente resistencia
de diseño en la parte superior:
36
Suponiendo una variación lineal, pues así aumenta la altura, en la parte inferior,
h=70cm y d= 63 cm, la armadura mínima absorbería:
0.9xMn= 5 x 0.8 cm2 x 4.2 t/cm2 x (0.63-0.05)m = 0.9 x9.75tm/m= 8.75 tm/m
Diseño a Momento.
H´1= 0.333 x1.9 t/m3x 6.0 m x 6.0 m/2.0 = 11.40 t
H´2= 0.50 t/m2 x 6.0 m = 3.0 t
Obtengo la armadura en zona crítica, suponiendo que partirá con la armadura mínima
vertical en ambas caras, a partir de la siguiente fórmula aproximada:
Coloco 7 barras de 20mm por metro, cada 15 cm, o 10 barras de diámetro 16 mm,
separadas cada 10 cm. Las barras de menor diámetro si bien pueden tener un poco
más de mano de obra por la cantidad y ataduras, son más fáciles de manejar,
requieren menos longitud de anclaje y controlan mejor la fisuración. Se opta por barras
de 16 mm cada 10 cm. Al combinar con la de cuantía mínima, queda separación cada
20 cm para la de repartición y cada 10cm la principal. La separación libre entre barras
resulta de casi 8.5 cm, suficiente, pues permite colocar tamaño de agregado grueso de
64 mm, o sea de más de 2.5”.
Armadura mínima horizontal con ρ= 0.0025 y espesor promedio 50 cm, por lo que:
Ah = 0.0025 x 50 cm x 100 cm = 12.50 cm2. Se coloca 2/3 del total, o sea 8.375 cm2 en
la cara del frente y 1/3 en la posterior, 4.125 cm2. En la cara del frente colocamos
barras de diámetro 10 mm separadas cada 10 cm, y en la cara posterior de 10 mm
cada 20 cm.
Verificación al Corte.
Vu= (13.36 + 3.25) 6.0/6.50 x 1.60 = 24.50 t
vc ≤ 1 / 6 f c´ = 0.16667 21 = 0.76 MPa
Vd = φVc = 0.75 x 76t/m2 x 1.0m x 0.63 m = 36 t > 24.50 t OK
Vu = 1.6 x 2.40m x 1.5 t/m2 + 1.2 x 2.40m x (1.90t/m3 x 6.0m + 2.40 t/m3 x 0.50m)
Vu = 5.76 t/m + 36.28 t = 42.04 t
Vu = 42.04 t/m – [(6.30+9.95)/2]t/m2 x 2.40m = 42.04 t/m – 19.50 t/m = 22.50 t/m
Se ignora suelo por encima pero consideraremos efecto de peso propio de la losa.
En este caso, como es carga muerta y además disminuye el momento, el factor de
carga es 0.90.
En este caso se ve que la diferencia entre considerar o no el efecto del peso propio de
la losa es pequeño.
Si se hace un taco de por ejemplo profundidad 50 cm, ver Fig. 34, con ancho a esa
profundidad de 50 cm y chanfles a 45 grados, el peso propio de dicho agregado es 1.2
t, por lo que las cargas verticales totales tienen resultante de 43.64 t.
Por otro lado, la presión pasiva es ahora, suponiendo que el nivel del fondo del taco
está a -1.50m:
Note que según Fig. 29(a) el plano potencial de falla del lado del talón está pegado a
la losa pero en el puntal está en el suelo, a la altura de asiento del taco. Por ello se
podría haber tomado aproximadamente:
γdesliz = 29.10 / 16.60 = 1.75 > 1.50 que da un poco más de margen.
El CIRSOC 201-05 dice que para interrumpir armadura de flexión, a partir del punto
donde ya no es necesaria se la debe prolongar una distancia igual a d o 12 db, la que
sea mayor. Para este caso, la altura útil es variable, pero podemos partir de una altura
útil de 60 cm pues antes no haremos interrupciones, por lo que d= 60 cm, y
12x1.6cm=19 cm, por lo que controlan los 60 cm. La pendiente del frente del paredón
es (0.7-0.3)/6= 0.066, es decir 6.67%. En una sección a nivel +1.20m (o sea a 1.20 m
hacia arriba del borde de la losa de fundación que está a ±0.00m) la altura total es de
(0.70-0.06667x1.20)= 0.62 m ≅ 60 cm, que es aproximadamente la altura de referencia
que antes se tomó. Se tratará de hacer una interrupción gradual de la armadura en
altura para no provocar cambios muy bruscos en la resistencia. Por ello, y según se ve
en la Fig. 36, se pretende interrumpir las barras de 16 mm en 4 secciones, para lograr
longitudes de barras de 3.0 m, 4.0 m y 6.0 m, y las que llegan a la sección superior son
de casi 7.0 m. En definitiva, desde -0.90 se arranca con toda la armadura, φ10mm @
20cm, indicada en negro, más φ16mm @ 10cm en colores, ver Fig. 36. A nivel +1.80 m,
se interrumpen las barras de 16 mm, magenta, que van junto a las de 10mm, lo cual
implica el 50 % de las barras del 16mm, pero que significa una disminución del casi 40
% del total. Luego a +2.80m se interrumpe otro 50 % de barras del 16 mm, lo que
significa haber reducido la armadura un 36 % con respecto a la faja anterior.
Finalmente, a nivel +4.80 se vuelve a reducir otro 50 % las barras del 16 mm, que
implica 28 % de reducción respecto a tramo anterior. Al final, en la cara traccionada se
llega con 6.5cm2 que en términos de cuantía a tracción significa (6.5/100x23) = 0.0028,
o sea el 0.28 %, mayor que el mínimo exigido. De todas maneras, otra forma de haber
hecho el armado es interrumpir todas las barras de 16 mm a nivel +4.80, y luego desde
allí, en coincidencia con las barras de 16 mm colocar empalmes con barras de 12 mm
lo cual en Fig. 36 se muestra en línea de trazos (desfasando unos 40 cm como indica la
figura).
Para que a nivel +1.80m se pueda hacer la interrupción, hay que ver si en la sección
que está 0.60m más abajo (por el efecto decalaje que antes se mencionó) la resistencia
es adecuada. A ese nivel, +1.20m, la altura total es cercana a 60 cm y la útil a 53 cm, y
además el momento último es cercano a 28 tm, ver Fig. 35 y tabla anterior. El momento
de diseño es:
Se podría estudiar aún más el problema y optimizar aún más el diseño, lo cual se
deja como tarea al lector, pues siempre habrá otras opciones de armado, tanto en
diámetros como en separaciones y lugares de interrupción de barras.
41
Fig. 36. Detalle de Armaduras de Muro de Ejemplo No3. Vista de cara posterior de la Pantalla.
Se deja al lector la solución del ejemplo No 4, ver Fig. 37, con f´c= 21 MPa.
Fig. 37
Ejemplo No4.
43
Fig.38
Muro con Contrafuertes
Las partes trabajan como losas. La del puntal como voladizo con carga hacia arriba
por la presión del suelo. Las armaduras a resisten la tracción por flexión.
mientras que los métodos aproximados basados en suposiciones racionales son muy
efectivos.
Los contrafuertes pueden estar al frente o detrás de la pantalla, ver Fig. 3(d) y (e).
En el caso en que la pantalla, esté en tracción tiene la ventaja de que para el armado
del nervio se puede contar con el ancho efectivo en tracción con la armadura
correspondiente. Sin embargo, tiene la desventaja de que al estar la pantalla en
tracción es más propensa a sufrir figuraciones. Si los nervios van hacia atrás, la
pantalla queda en compresión, lo que llevaría a mayor armadura en los nervios pero
mejor control de la fisuración en el muro vertical de contención. Los contrafuertes son
voladizos que se apoyan como cuñas en la losa de fundación. Actúan como vigas T.
Como se dijo, cuando la pantalla está en compresión, como en la figura, las armaduras
d en el alma son las que deben resistir la tracción.
Fig. 40
Muro con Contrafuertes.
Simplificaciones para
obtener momentos flectores
(Huntington-1957).
Fig. 41
Muro con Contrafuertes.
Distribución de momentos flectores
verticales según propone Huntington.
Debido al alto costo de los encofrados y mano de obra, en los últimos tiempos se ha
incrementado el uso de muros materializados por la unión de elementos prefabricados.
El tiempo de construcción en el sitio se reduce considerablemente y esta puede ser una
razón fundamental para la adopción del sistema.
cos α H
∆Eas = Cv H q + γ s K as (16a)
cos(α − β ) 2
∆Eas = incremento del empuje activo originado por el sismo, por metro de muro
Cv = coeficiente sísmico vertical, y que se toma como Cv = 0.5C
C= Coeficiente sísmico horizontal, dado por C = 2Co = 2 x0.12 = 0.24 para la zona
sísmica 4, donde está ubicado el gran Mendoza
cos 2 (φ − α − θ ) 1
K as = (17a)
cos θ . cos α . cos(δ + α + θ )
2
sen(φ + δ ).sen(φ − β − θ )
2
1 +
cos(δ + α + θ ). cos(α − β )
C
θ = arctag (18)
1 − Cv
La Ref.[16] hasta el año 1981 indicaba, como muestra la Fig. 44, que esa fuerza por
unidad de longitud de muro se debía aplicar a una altura igual a 2/3 H, es decir que
asumía una distribución triangular invertida para las presiones de suelo debidas a
sismo. Sin embargo, a partir de la Resolución No 164/INPRES/81, se optó por
considerar que el incremento de presión por sismo tiene una distribución uniforme en
altura, y que responde a la expresión:
47
cos α H
pas = Cv q + γ s K as (19a)
cos(α − β ) 2
Donde pas = presión activa debida al sismo, uniforme en toda la altura H del muro.
Fig. 44
Esquema de Muro de contención y empujes de
suelo activos y pasivos, indicando los
incrementos debido a la acción sísmica.
H
pas = Cv q + γ s K as (19b)
2
cos 2 (φ − θ ) 1
K as = (17b)
cos θ
2
senφ .sen(φ − θ )
2
1 +
cosθ
lo cual implica haber adoptado directamente K as = 1.50 , independiente del tipo de suelo,
ya que para ese valor y Cv = 0.5C , resultaría:
1 H3 3 H
pas = C q + γ s = C q + γ s (19c)
2 22 4 2
3
pas = γ s CH (19d)
8
por lo que el empuje horizontal activo por sismo en este caso simplificado, actuando en
forma uniforme en la altura H, sería:
48
Sin embargo, la Ref.[16] mantiene punto de aplicación actuando a una altura (2/3)H.
La Ref. [17] da una expresión similar a la (19d) para la presión adicional debido al
sismo, la cual también supone actuando en forma uniforme en toda la altura H:
En esta ecuación el coeficiente sísmico horizontal del suelo Kh= SXS/2.5, donde SXS
se obtiene en función de la sismicidad del sitio (ver referencia para más detalles).
La Ref.[16] indica que la fuerza sísmica inducida en la masa del muro, Fsm, por metro
lineal de muro está dada por:
Note que las NAA-80 definen la acción sísmica en condiciones de servicio y no para
el estado de diseño por resistencia como lo hace el INPRES-CIRSOC 103-2005, y la
mayoría de las normas modernas. Sin embargo, el coeficiente resultante para
Mendoza y sus alrededores, C= 0.24. En mi opinión, se podría reemplazar a (2Co) por
el valor de la máxima aceleración del suelo, y que sería para Mendoza 0.35, que daría
un valor razonable para diseño por resistencia. Esto es porque en el proyecto de
reglamento INPRES CIRSOC-103-2008-parte 1, se ha estimado que la aceleración
espectral máxima para estructuras de bajo período (que es en general el caso de los
muros de retención), para la zona de Mendoza es de 0.75, por lo que si se adopta un
factor de reducción R= 2.5, resultaría en un coeficiente para diseño inelástico de 0.30,
es decir muy similar al valor de 0.35 antes definido, aunque de otra manera. En ese
caso los resultados dados por las ecuac. (16c) y (19e) serían similares.
En definitiva para las acciones que incluyen sismo, se deberían superponer las que
corresponden a empujes de suelo sin mayorar (es decir en estado de servicio), con las
que corresponden a sismo con C= 0.35. Este sería uno de los estados límites a
verificar. El otro estado a considerar, tal cual se hizo en ejemplos anteriores, es el de
U= 1.2D + 1.6 L, o U= 1.4 D, y trabajar en ambos casos en método LRFD, es decir
diseño por resistencia.
49
14 BIBLIOGRAFÍA.
[1] “Diseño de Estructuras de Concreto”, Arthur Nilson. 12ma. Ed. Mc Graw Hill. 2000.
[3] “Mecánica de Suelos”, William Lambe & Robert Whitman. Limusa editores. 2001.
[6] “Mecánica de Suelos en la Ingeniería Práctica”, Karl Terzaghi & Ralph Peck. El
Ateneo. 2da. Edición. 1973.
[7] “Seismic Design and Retrofit of Bridges”, M.J. Nigel Priestley, F. Seible & Gian
Michele Calvi. John Wiley & Sons. 1996.
[9] “Reinforced Concrete Structures”, R. Park and T. Paulay. John Wiley & Sons. 1975.
[13] “Notes on ACI-318-02 Building Code Requeriments for Structural Concrete”. PCA
Portland Cement Association. Edited by David Fanella & Basile Rabbat.
[14] Consultas con Ing. Arnaldo Barchiesi. Área Geotecnia. Imeris. FI-UNCuyo.
[17] NEHRP Guidelines for the Sesimic Rehabilitation of Buildings. Editado por FEMA
273. 1997.
[19] “Diseño de Estructuras de Concreto”, Arthur Nilson & George Winter. 11ma. Ed. Mc
Graw Hill.