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ISSN: 1012-1617
regeoven@ula.ve
Universidad de los Andes
Venezuela
Urbani, Franco
Alejandro de Humboldt, 1799-1800. El primer geólogo en Venezuela
Revista Geográfica Venezolana, vol. 46, 2005, pp. 267-281
Universidad de los Andes
Mérida, Venezuela
Franco Urbani1
Recibido: abril, 2005 / Aceptado: Julio, 2005
Resumen
Durante su viaje al Nuevo Mundo, Alejandro de Humboldt visita a Venezuela en 1799-
1800. En casi un año de exploraciones en el norte de Venezuela, cruzando los Llanos y
alcanzando a San Carlos de Río Negro en la Amazonía, realiza observaciones en casi todos
los campos de las actuales Ciencias de la Tierra, como estratigrafía, paleontología (de ver-
tebrados e invertebrados), geotermia, emanaciones de hidrocarburos, hidrogeología, geo-
logía ambiental, espeleología, etc. Por ello podemos considerarlo como el primer geólogo
en Venezuela.
Palabras clave: historia; mineralogía; geología regional; paleontología; espeleología.
Abstract
During his travels to the New World, Alexander de Humboldt visited Venezuela in 1799-
1800. In almost one year of explorations in northern Venezuela, and crossing the Llanos
and reaching as south as San Carlos de Rio Negro in the Amazonian, he made observations
in almost all the fields of Earth Sciences, like stratigraphy, paleontology (vertebrates and
invertebrates), geothermic, hydrocarbon seeps, hydrogeology, environmental geology, spe-
leology, etc. For that reason we can consider him as the first geologist in Venezuela.
Key words: history; mineralogy; regional geology; paleontology; speleology.
1 Universidad Central de Venezuela, Dept. Geología. Caracas 1053, Fundación Venezolana de Investigaciones
Sismológicas (FUNVISIS), Caracas-Venezuela, e-mail: urbani@cantv.net
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trajo a naturalistas de la talla del bo- nente, sigue siendo fuente de estímulo a
tánico sueco Pedro Loefling (1729-1759), la juventud estudiosa.
quien muere en San Antonio del Caroní Dada la amplitud de sus observacio-
en plena producción científica. Lamen- nes sobre la naturaleza venezolana, prác-
tablemente estos trabajos pioneros han ticamente es el iniciador de casi todas las
permanecido inéditos por siglos en los ramas modernas de las ciencias natura-
archivos españoles, por lo tanto nunca les y tan diversas como las ciencias de la
tuvieron mayor influencia en la evolu- atmósfera (meteorología, climatología),
ción de la ciencia. Es sólo a raíz de la ciencias del mar, ciencias geo-lógicas
celebración del Quinto Centenario del (estratigrafía, sedimentología, paleon-
descubrimiento de América, cuando se tología, geotermia, mineralogía), cien-
han publicado diversas obras que seña- cias biológicas (botánica, zoología, a su
lan la relevancia de estos trabajos, que vez en herpetología, ornitología, etc.),
de haberse publicado oportunamente espeleología, geografía y una serie de
hubieran cambiado el panorama de las otras ramas interdisciplinarias.
ciencias americanas. Antes de precisar la contribución de
Por el contrario, Humboldt entendió Humboldt a las ciencias geológicas, con-
muy bien que sin publicaciones no hay viene recalcar la veracidad de su asevera-
ciencia, así que mientras realizaba su via- ción de que “en la época de mi viaje los
je iba enviando cartas a destacados cien- mineralogistas no conocían todavía el
tíficos quienes las publicaban en los prin- nombre de una sola roca de Venezuela”,
cipales órganos de divulgación, creando con ello cada una de las identificaciones
una expectativa creciente de ver editadas de rocas y minerales que da Humboldt,
sus obras definitivas. Precisamente por desde el común cuarzo, hasta la mica,
la trascendencia de la obra de Humboldt el granito o la arenisca, son verdaderas
parece perfectamente válido el califica- primicias geológicas, por ello no cabe
tivo que se le ha dado de descubridor la menor duda de que Humboldt es el
científico del Nuevo Mundo, a pesar primer geólogo de nuestro país.
de opiniones y críticas adversas, pero A fin de presentar esta revisión so-
puntuales a ciertos aspectos de sus tra- bre su contribución a las diversas ramas
bajos. El éxito de sus obras, en especial de las ciencias geológicas venezolanas,
las más económicas y populares, fue tal se hace un resumen del aporte a cada
que se convirtieron en verdaderos ´Best disciplina en particular, a veces compa-
Sellers´ siendo traducidas en muchos rando con algunas ideas modernas. Su
idiomas. Por ello aún en nuestro siglo primera obra verdaderamente geológica
ha sido lectura obligatoria para muchos es el Esquisse d`un tableau géologique
viajeros ilustres que han estado en Vene- de l`Amérique Méridionale (Humboldt,
zuela, y con las diversas ediciones en es- 1801), la cual reúne muchas ideas y gene-
pañol de su obra más popular Viaje a las ralizaciones típicas de su época (Figura
regiones equinocciales del Nuevo Conti- 1), así como en Humboldt (1804, 1826),
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pero para este trabajo se ha preferido a dicha obra se indican con el tomo y el
utilizar como fuente de sus observacio- número de la página (ejemplo: II:232)
nes a la popular obra Viaje a las regiones de la última edición en español (Hum-
equinocciales del Nuevo Continente, por boldt, 1992).
ello en el texto que sigue las referencias
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rrando capas de “caliza primitiva gris nisca arcillosa, que contiene restos de
azulada... con pirita” (II: 225). También madera fósil, se descubre dondequiera
observa capas de “rocas verdes primiti- en las estepas de Calabozo” (IV: 33).
vas” atravesando el gneis. Estas obser- A través de sus observaciones al cru-
vaciones concuerdan con el Augengneis zar la cordillera de la Costa desde La
de Peña de Mora y el Esquisto de San Guaira hasta los Llanos, reconoce las
Julián, que cerca del Camino de los Es- grandes fajas de esta región, que de norte
pañoles están intercalados con napas de a sur son:
rocas máficas, ultramáficas, mármol y – Granito de grano grueso, gneis y es-
anfibolita. quisto micáceo, que denomina for-
Cerca de Antímano observa que el mación Gneis-Micaesquisto, localiza-
esquisto micáceo “contiene, no frag- da en la serranía del Litoral
mentos, sino bolas o esferas de diabasa – Rocas recientes en los valles de Ara-
granosa... tales bolas son una mezcla gua y Valencia.
íntima de anfíbol y feldespato lami- – Esquisto verde, con alguna caliza in-
nar... el diámetro de las esferas es muy tercalada (Morros de San Juan), ser-
diverso, a veces de 4 a 8 pulgadas, en pentinita y demás rocas verdes, rocas
veces de 3 a 4 pies” (III: 39). Estas rocas amigdaloides con piroxeno y basalto
corresponden al Mármol de Antímano esferoidal, en la región entre Villa de
con anfibolita y eclogita anfibolitizada, la Cura y San Juan (Aragua - Guárico).
forma de ´bolas´ pudieran corresponder – Arenisca roja y conglomerado recien-
a boudines o debido a la meteorización te en la zona de Calabozo, que los lla-
esferoidal de las rocas masivas. neros llaman Piedra de Arrecife.
En el flanco norte de la cordillera
reconoce el paso de gneis a esquisto A muy ´grosso modo´ por primera vez
micáceo, así como de esquisto clorítico aflora la idea de que la cordillera de la
a esquisto hornbléndico. Entre Valencia Costa está constituida por una serie de
y Puerto Cabello describe un granito de fajas de orientación este-oeste, que se
grano grueso (hoy llamado Granito de establecerán definitivamente a fines de
Guaremal) y por los rumbos y buzamien- la década de los ‘60 del siglo XX.
tos dice que “el gneis parece metido bajo Durante el viaje de Humboldt por
el granito, que en consecuencia sería la Venezuela las observaciones geológicas
formación más reciente” (III: 115). sobre variaciones litológicas son mucho
Cerca de Villa de Cura en el río Guárico más abundantes y frecuentes mientras
reconoce roca verde basáltica, así como se encuentra en la cordillera de la Costa,
otros tipos de rocas ígneas con piroxeno por el hecho de que esta región presenta
y anfíbol, todas estas correspondientes una gran variedad de rocas de diversas
a las rocas metavolcánicas de la Asocia- edades y tipos. Pero al entrar al escudo de
ción Meta-volcanosedimentaria Villa de Guayana (estados Bolívar y Amazonas),
Cura. En los Llanos señala que la “are- las observaciones se hacen escasas de-
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bido a que toda esta vasta provincia está concéntricas de roca verde con anfíbol y
cubierta casi exclusivamente de rocas feldespato con trazas de pirita (IV).
graníticas (Figura 2). Aquí presta aten-
ción a la coloración negra de la superfi-
cie de los granitos, una de las muestras Emanaciones de hidrocarburos
las envió a su amigo el químico Berze-
lius quien identifica hierro y manganeso En las obras de Humboldt se mencionan
(IV: 18). También considera las formas diversos menes de petróleo, varios de
redondeadas que la meteorización pro- ellos sólo por noticias recibidas de otros,
duce en los granitos, resaltando “no re- si bien describe uno visto por él en la
cuerdo haber visto en otros lugares un península de Araya: “Siguiendo la costa
fenómeno parecido al ambiente de las meridional al Este de Manicuare... en
descomposiciones que ofrecen los terre- estos parajes el fondo del mar está evi-
nos graníticos” (IV: 349). dentemente formado de esquisto micá-
A su regreso por el río Orinoco, cerca ceo, y es de esta roca de donde, cerca del
de Borbón (Bolívar) encuentra una colina cabo de la Brea, pero a ochenta pies de
formada enteramente por bolas de capas distancia de la costa, brota un manan-
Figura 2. Mapa realizado por Humboldt durante su viaje a la región del Casiquiare en el estado Amazonas.
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Figura 3. Croquis de las notas de campo de Humboldt donde ubica la “Brea del Buen Pastor” que corresponde
al lago de asfalto de Guanaco (Tomado de Urbani et al., 1995)
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Figura 4. Croquis de la libreta de campo de Humboldt mostrando la distribución de los manantiales termales
de Mariara, estado Aragua, indicando la temperatura del agua (Tomado de McIntyre, 1985)
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Reconoce que en toda Venezuela hay tada por varias quebradas que se diri-
una faja continua de aguas termales gen con mucha uniformidad de sureste
en las cadenas montañosas del norte a noroeste. Es general este fenómeno
de Venezuela, desde la península de desde la quebrada Tócome, entre Pe-
Paria, pasando por la cordillera de tare y Caracas, hasta Puerto Cabello”.
la Costa y la cordillera de los Andes. Esta es precisamente una de los princi-
Esta observación se ha corroborado pales direcciones del fallamiento en la
a medida que ha aumentando el co- cordillera, transversales a la misma y
nocimiento de las fuentes termales con movimiento dextral, varias de ellas
venezolanas. con actividad neotectónica y sismicidad
histórica asociada, como en el caso de la
En un risco del sitio de Cuchivano al sur falla de Tacagua.
de Cumanacoa, señala un interesante Humboldt y Bonpland fueron los
fenómeno: los vecinos le comunicaron primeros en ascender y describir la cima
que en el pasado habían observado ema- de la Silla de Caracas, la conspicua mon-
naciones inflamadas o llamaradas. Esto taña del norte de Caracas. Allí señala un
fue investigado por la Sociedad Vene- dato muy interesante, si bien no corro-
zolana de Espeleología en la década de borado por posteriores investigadores,
1970, encontrándose que no existe hoy de la presencia de cantos rodados, sugi-
en día, ni es recordado por los más viejos riendo que “será preciso admitir que
habitantes del lugar. Pero por la descrip- (estas montañas) han sido solevantadas
ción que da Humboldt, se parece mucho como toda la cordillera... que orilla el
a la descripción de los efectos del ´Vol- litoral” (II: 287). Con esta interpretación
cán de Sanare´ en el estado Lara, que se adelanta por casi un siglo al enten-
en sus períodos de mayor actividad al dimiento de la historia geológica del
llover se acrecienta el humo, vapor y lu- norte de Venezuela.
minosidad. En Sanare este fenómeno es
causado por la combustión subterránea y
espontánea de materia carbonosa. Sismología
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blores de tierra... La serie de sacudidas ya, de manera general, una idea sobre la
débiles es interrumpida, tras una larga geodinámica de las placas del Caribe y
sucesión de años por grandes catástro- Suramérica.
fes...” (I: 320). También escribe sobre la
sismicidad histórica, al recopilar tanto
de publicaciones previas como de los Minas y minería
recuerdos de los habitantes, las fechas y
los efectos de los terremotos desde me- De varias partes de Venezuela señala que
diados del siglo XVII. Con ello concluye en el pasado se había prospectado y a
que “los grandes temblores de tierra que veces extraído oro, como en Cumanacoa
interrumpen la larga serie de pequeños (Sucre), Chacao y Tucutunemo (Aragua)
sacudimientos no parecen tener nada de y en Guayana.
periódico en Cumaná. Se han sucedido Visita la mina de Tipe, en el valle del
cada ochenta, a ciento, y aun en ocasio- río Tacagua al oeste de Caracas, donde se
nes a menos de treinta años de distan- había explotado galena argentífera.
cia” (I: 324). En el sitio de Chacao (hoy llamado
Reafirma una creencia anterior de Santa Isabel), al norte de los Morros de
que “varios hechos tienden a probar que San Juan, reconoce minerales de cobre
las causas que producen los temblores mezclados con baritina y cuarzo. En las
de tierra tienen un estrecho enlace con últimas décadas este yacimiento ha es-
las que obran en las erupciones volcáni- tado en diversos procesos de explotación
cas” (I: 331). Pero en su explicación utili- parcial y estudios.
za la idea generalizada en la época de que
“todo parece indicar en los temblores de
tierra la acción de los fluidos elásticos Espeleología
que buscan una salida para esparcirse
en la atmósfera” (I: 332). Esta disciplina si bien no estrictamente
Sobre la interpretación global de es- geológica sino multidisciplinaria, se
tos fenómenos, señala como un hecho inicia en Venezuela precisamente el 18
el paralelismo de las zonas sísmicas con de septiembre de 1799 con la visita de
las cordilleras de los Andes y del norte Humboldt y Bonpland a la cueva del
de Venezuela, e “indica una íntima re- Guácharo en Caripe. Esta cavidad ya era
lación entre las causas que producen famosa en el Oriente venezolano por la
los temblores de tierra y las erupciones extracción de manteca de los Guácharos,
volcánicas... Los temblores de tierra de pájaros nocturnos que habitan la cueva y
Cumaná se conexionan con los de las que Humboldt describiera para la cien-
Antillas Menores, y aún se ha sospecha- cia como Steatornis caripensis, con lo
do que tienen ciertas relaciones con los cual se convierte en el iniciador de la or-
fenómenos volcánicos de la Cordillera nitología venezolana.
de los Andes” (I: 330). Con esto se inicia
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Figura 5. Mapa de Humboldt donde localiza a la Cueva de Ataruipe, entre Puerto Ayacucho y Samariapo,
estado Amazonas (Tomado de Perera, 1986)
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Referencias citadas
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