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- ¿Qué caracteriza al trabajo etnográfico?

La etnografía no es positivista, ya que se duda la prioridad de las técnicas de investigación


como medio para superar la subjetividad sin tomar en cuenta el objeto de estudio y la
reflexión teórica; para la etnografía no tenía sentido la separación entre el contexto de
descubrimiento y el contexto de verificación.
La etnografía es empírica. Donde el trabajo teórico es el que permite una formulación
explícita de las concepciones usadas, y este tiene que acompañarse de la reflexión en
torno de la presencia implícita de cierta concepción en toda descripción. Y a la descripción
se le considera como producto de un trabajo analítico y conceptual.
La etnografía tiene prenociones tanto propias como ajenas como la definición formal de
los elementos y relaciones del objeto de estudio, antes de ir al campo. Toda observación
implica una concepción. La historia del desarrollo teórico en cada campo condiciona el
grado de formalización teórica con el cual es posible iniciar un estudio.
Una de las corrientes de la etnografía es la hermenéutica. Sustenta el trabajo de
interpretación para toda investigación cultural.
La etnografía utiliza el dialogo, ya que el conocimiento "es resultado de un complejo
proceso de interacción dialéctica, en el curso del cual, el sujeto y el objeto se modifican
mutuamente" según Piaget. La apropiación de "signos y herramientas culturales" dentro
de las interacciones sociales ayuda a saber cómo emprender una investigación. Giselle
existen ciertos aspectos que la autora considera para la elaboración de un trabajo
etnográfico, principalmente en el trabajo de campo, aunque debemos tener presente que
un trabajo etnográfico no consiste únicamente del trabajo de campo (ya que este es parte
elemental de él, pero no abarca en su totalidad este proceso).
El primer aspecto que la autora aborda es la subjetividad con la cual debe trabajarse
debido a que es un proceso social, los investigadores no son capaces de determinar lo que
ocurrirá durante el trabajo de campo, pero si son capaces de medir la interacción que se
establece con las personas de la localidad al momento de realizar un trabajo de campo,
por eso es importante que el investigador registre tantas experiencias como le sean
posibles, siempre y cuando éstas sean pertinentes.
A su vez, menciona que es importante el hacer presente las perspectivas de los otros, ya
que el fin de la etnografía es “conocer lo desconocido, escuchar y comprender otros”, a
esto se le conoce como “registrar públicamente la experiencia”; como sabemos, al llevar a
cabo un registro, el investigador se encuentra presente en ella, pero también es
importante incluir a otros, lo que permite que el investigador acceda a distintas
perspectivas, algunas más cercanas a la localidad que se está investigando. Esto con el
propósito de colectivizar el proceso de construcción del conocimiento, socializándolo con
otras personas, considerando distintos puntos de vistas.
La autora también menciona la apertura al campo como elemento que debe caracterizar a
un trabajo de campo haciendo referencia a la selección de la localidad en cual se llevara a
cabo el estudio etnográfico, considera que es importante que el investigador tome en
cuenta si esa comunidad corresponde a las preguntas de investigación, es este motivo por
el cual deben considerarse varias opciones; la autora también retrata que es común se
sienta ajeno al contexto en el cual se ve obligado a desenvolverse, lo cual es normal, aquí
es clave la determinación del investigador, además debemos considerar que en la
localidad se generaran aquellas situaciones necesarias para realizar el estudio, y las
opiniones respecto a ellas es lo que enriquecerá la investigación.
Los diálogos de campo forman un papel elemental en el trabajo de campo ya que su
relevancia influye en la obtención de los datos para los procesos consecuentes en el
trabajo etnográfico, a través del dialogo es posible compartir conocimiento, pero también
permite que el investigador conozca las posiciones de la o las personas con las cuales
dialoga; es importante que en el trabajo de campo se pueda escuchar, narrar o explicar los
diversos sucesos que se presenten, ya que esto
permite una mejor comprensión de ellos; El poder comprender y entablar las
conversaciones necesarias requieren que el investigador conviva con los pobladores de la
localidad y aprenda a escuchar, esto da paso a que el investigador conozca a la
comunidad, llegando a una mejor compresión de “cómo” los pobladores perciben los
fenómenos que ocurren a su alrededor y cómo reaccionan ante ellos.
En consecuencia, de lo anterior encontramos la importancia de la escritura, que se hace
presente en el trabajo de campo por medio de las notas de campo, que son tomadas de
forma esporádica cuando el investigador muestra un interés particular en algo que se
escucha o se observa; éstas notas de campo, pasan a convertirse en un registro; aunque
como puede resultar evidente, no siempre es pertinente o siquiera posible, tomar notas
en medio de una conversación debido al ritmo de la misma, es por ello que el investigador
debe ser capaz de reconocer como y cuando le será posible tomar las notas que le sean
necesarias. Estos registros permiten que el investigador recupere los sucesos y los
significados obtenidos, es importante también que el investigador respete a las personas
con las cuales dialogue y a su vez, considere sus formas locales de expresión.
Y finalmente, uno de los aspectos más elementales en la realización de un adecuado
trabajo de campo es la descripción y la interpretación, la autora nos presenta la
importancia de ambos aspectos, así como la relación existente entre ambos; menciona
que ante cualquier descripción siempre le antecede algún nivel de selección, los registros
se encuentran mediados por la interpretación semántica. Cuando un investigador arriba al
sitio en el cual llevara a cabo su trabajo de campo, este ya cuenta con las ideas de lo que
él considera normal ver y oír ante determinados sucesos. Es entonces que la forma en la
cual se narra y se describe un fenómeno, esto implica la existencia anterior de niveles de
interpretación. Es decir, la relación que la autora establece entre descripción e
interpretación es que la influyen en la forma en la cual se observa y se registra la
información, es por estos motivos que a llegado a cuestionar si la etnografía carece de
objetividad en los datos que son obtenidos.
Pero, como se mencionó con anterioridad, un trabajo etnográfico no se basa únicamente
del trabajo de campo, existen otros procesos que el investigador debe llevar a cabo, que
se mencionaran más adelante; en general podríamos decir que las características
elementales que envuelven al proceso etnográfico son la participación prolongada en el
contexto que se está estudiando, que (como hemos notado en las características del
trabajo de campo) se hacen presentes; y a la par, la observación es elemental dentro de
este proceso, debido a que va de la mano con la obtención de los datos que el
investigador obtiene al involucrarse en el medio que se investiga; finalmente
elementalmente debemos considerar la descripción o interpretación que el investigador
realizara de todos aquellos datos obtenidos en el trabajo de campo. Darian
Tener una investigación de varios años para saber más acerca de los nativos. Esto permite
crear relaciones más cercanas y fiables sobre los nativos del lugar que investigaremos y así
obtener datos más fácilmente.
Es importante también que el investigador se integre al grupo que está investigando como
si viviera en dos mundos, como participante y como investigador con participar nos
referimos a que debe tratar de encajar en el mundo que está investigando, pero sin
interferir en la vida de estos, también se pretende que el investigador no olvide tener
cierta distancia a la hora de observar y se dice que debe tener una identidad “nativo
marginal”. El etnógrafo no sólo tiene que extrañarse con lo ajeno, además tiene que tratar
de integrarse parcialmente en el campo que estudia, "el etnógrafo tiene que familiarizarse
con lo extraño y extrañarse de lo familiar".
La técnica de trabajo etnográfico da grandes aportaciones a los investigadores ya que
permite tener acceso a datos que pueden ser imposibles de obtener y esta técnica ayuda
al investigador a obtenerlas con ayuda de diarios de campos, registros anecdóticos y
grabaciones, es importante para lograr todo eso que el investigador cuente con un buen
oído, vista y que sepa memorizar cosas. Para observar, lo ideal es modificar lo menos
posible la situación objeto de estudio, adoptando un modo de actuar "de mosca en la
pared", para observar las situaciones tal y como acontecen provocando la menor
interferencia posible.
Otra cosa que caracteriza al trabajo etnográfico es el trabajo de campo que juega un papel
muy importante. La fase del trabajo de campo es una etapa del trabajo también
problemática, pues como su propio nombre indica, se desarrolla en el espacio en el que
habita el grupo a estudiar. La autora nos comenta que el trabajo de campo le facilitó
algunas cosas cuando ella estaba investigando, por ejemplo, saber la diversidad en la vida
escolar y los cambios que ocurren en las escuelas a lo largo de los años y como lo dijimos
anteriormente “el investigador se debe integrar al grupo investigado” la autora creo
relaciones con los sujetos investigados y esto le facilito una buena observación y
desarrollo de temas. Se puede decir que el trabajo de campo sirve para “documentar lo no
documentado”. Se debe trabajar con la subjetividad, no existen reglas que nos digan cómo
se debe o puede hacer el trabajo de campo. Las investigaciones etnográficas a la hora de ir
al campo es un proceso que los investigadores no controlan lo que sucede, se puede decir
que los que tienen el control de la investigación son las personas que están siendo
investigadas ya que de ellas depende como se da la interacción y los datos que
obtengamos que ellos nos quieran proporcionar.
La gran aportación, sin duda, de esta técnica es que permite acceder a un tipo de
información que, si no sería imposible recoger, brindando al investigador la oportunidad
de recoger dicha información en persona. Naty
- ¿Qué procedimientos recomienda hacer la autora para emprender el trabajo
etnográfico?
El material recogido en el campo se presenta de muy diferentes formas. Es necesario
escoger procedimientos específicos para analizar los materiales en cada caso.
Interpretación: se entiende como la comprensión del significado de los discursos y las
acciones, es un paso continuo en el proceso etnográfico. Escuchar lo dicho, y
comprenderlo, involucra el idioma utilizado, los aspectos semánticos y pragmáticos de las
expresiones lingüísticas. Toda interpretación también requiere inferir el significado de
mensajes indirectos en la interacción, a partir de tonos y gestos.
Interpretar requiere comprender el conocimiento local. Comprender lo dicho como lo
hacen otros sujetos de la localidad implicaría, compartir toda su experiencia común. La
progresiva asimilación de referencias y sentidos locales es parte de lo que marca el avance
en el trabajo de campo. Las situaciones en que participamos ponen a prueba el
conocimiento que tenemos de la cultura local. Las inferencias que hacemos acerca del
significado de lo dicho se apoyan en las respuestas que dan otros participantes, quienes a
veces nos muestran alternativas de interpretación. Existen, niveles implícitos que también
influyen en la interpretación de los registros de campo.
En la etnografía, es importante el trabajo de reflexión sobre los marcos de interpretación,
pero que también podemos modificar. La hermenéutica dice que existen significados
creados o apropiados por sujetos.
Reconstrucción: Consiste en armar o reconstruir las redes de relaciones y las tramas de
pequeñas historias. Esto se logra observando la secuencia de conjuntos de sucesos
entrelazados. Para reconstruir dichas tramas se utiliza una cantidad de material, obtenido
en diferentes momentos y situaciones, que puede incluir detalles que se notaron y
registraron inicialmente, sin comprender su relación con tramas o sucesos significativos.
Idealmente, se recurre a versiones de diferentes personas sobre los mismos hechos, se
integran varias observaciones y entrevistas referidas a un mismo suceso. La
reconstrucción requiere una sistemática y cuidadosa búsqueda de todos los indicios en los
registros y, de ser posible, una puesta a prueba de lo que se reconstruye en una nueva
etapa de trabajo de campo.
Las recurrencias y las regularidades observadas dan pautas que permiten ubicar la
evidencia fragmentaria al reconstruir un proceso mayor. Si la reconstrucción es válida,
permite prever ciertas tendencias de situaciones observadas en el trabajo de campo.
3) Contextualización: consiste en colocar en un contexto lo observado en el campo. Esto,
desde luego, también en fierra una gama de referencias posibles, sobre todo en función
de la escala, ya que el "contexto" puede significar desde el enunciado en que aparece
determinada palabra o la conversación que enmarca un enunciado, hasta el entorno local,
regional o nacional en que sucede lo registrado en el campo.
Explicitación: Se trata de reescribir, de una forma mucho más amplia que el registro
original, aunque igualmente cercana a los detalles particulares, una situación observada,
tratando de explicarse a sí mismo y a otros lo que está pasando en la situación descrita. El
ejercicio de explicitar es mucho más completo que el de solo comentar fragmentos de
registros. Confronta al investigador con todo lo que no puede explicar y así tiende a
obligar a una búsqueda de información adicional que permita comprender la situación.
También puede marcar límites a lo que fue posible reconstruir.
El proceso de hacer explícito lo que observamos permite sacar a la luz los preconceptos y
las categorías que usamos implícitamente para describir una situación, y por lo mismo,
hace posible repensarlas, discutirlas y modificarlas. En este proceso es importante ver los
registros como textos que requieren interpretación, y no como fuentes de "datos" que se
pueden aislar de su contexto de origen. Cuando nos acercamos de nuevo a los registros, a
veces tenemos la impresión de entrar en un territorio desconocido, como si fuera la
primera vez.
Esto nos permite seguir nuevas pistas hacia la comprensión de la situación y hacia la
construcción de relaciones no previstas al inicio del estudio.
El último paso del análisis se realiza al redactar la monografía etnográfica. La secuencia y
la estructura de este texto respaldan el conocimiento construido, y este se organiza
mediante las categorías utilizadas. Giselle
primero en el trabajo de campo, en donde considera los aspectos mencionados con
anterioridad; y después realiza recomendaciones acerca algunos procedimientos que
pueden llevarse a cabo durante el proceso analítico, que permiten transformar el material
obtenido en el trabajo de campo y que permiten que el investigador realice el texto
descriptivo característico del trabajo etnográfico:
• Interpretación: Es un paso constante a lo largo de todo el proceso etnográfico, para el
cual es necesario comprender el significado de las palabras o las expresiones que son
empleados, el sentido en el cual se emplean y la fuerza que tienen. Este paso implica la
comprensión del conocimiento local, tal como lo hacen quienes pertenecen a la localidad,
lo cual es
imposible para el investigador ya que no comparten la totalidad de la experiencia en la
localidad.
• Reconstrucción: Se trata de armar (o como su nombre lo indica, reconstruir) las redes de
relaciones y las tramas de pequeñas historias que se hacen presentes en el trabajo de
campo. Es paso que se lleva a cabo después observar la secuencia de conjuntos de
diversas situaciones que pueden entrelazarse entre sí.
• Contextualización: Consiste en brindar en un contexto lo que el investigador observo en
el campo; este contexto puede ser una universidad o el entorno local, regional, nacional
bajo el cual sucede lo que se registra, o se emplea determinada palabra.
• Contrastaciones: Implica la búsqueda de ejes de constatación, los cuales permiten
describir algo, llevando a cabo una comparación entre casos, esto permite que el
investigador identifique diferencias entre dos situaciones “similares”; cuando esto se
realiza en la etnografía, y se seleccionan y comparan dos sucesos semejantes, da como
resultado la identificación de elementos significativo y el establecimiento de categorías
culturales.
• Explicitación: Es reescribir de una forma mucha más amplia lo que es observado en el
campo, esto en comparación con el registro original; esto permite que se retraten de
mejor manera los detalles particulares de la situación descrita, en un proceso de explicarla
para que sea posible comprenderla. Darian
Primero que nada, la autora al principio del capítulo nos dice,
“Ofrezco reflexiones situadas y fechadas, no un método a seguir.”
Por lo cual no nos proporciona exactamente procedimientos de como hacer un trabajo
etnográfico además de que no existe alguna metodología que nos diga como llevar acabo
este proceso, pero aun así a continuación diré algunos puntos que me parecieron
importantes que la autora realizo al hacer su trabajo etnográfico.
Nos recomienda implementar el uso de mapas, entrevistas, documentos y juegos.
También considera que no debemos negar estar presentes en el lugar, es decir, debemos
reconocer que el simple hecho de estar ahí nos da acceso a la información de la vida local
del lugar. Sobre las cosas que debemos registrar nos dice que debemos todo lo que se
pueda. Considera que las horas de trabajo de campo no conducen al conocimiento si no se
acompañan de un trabajo teórico y analítico que permita modificar, y no solo confirmar,
las concepciones iniciales acerca de la comunidad y los problemas que estudio.
A la hora de tomar notas en el campo nos recomienda tener control sobre que escribir y
cuando hacerlo, cuando estamos en una plática se debe registrar y, a la vez, tener el flujo
de dialogo con la persona para no interrumpirlo, levantar la vista, escuchar atentamente,
atender la mirada y los gestos y no escribir cuando no es adecuado. Naty
- ¿De qué manera debe hacerse la interpretación de los datos?
La etnografía se entiende como un proceso de "documentar lo no documentado". La base
de este proceso es el trabajo de campo y la elaboración de los registros y del diario de
campo. En el campo se pueden utilizar procedimientos más sistemáticos.
Se debe trabajar con la subjetividad para establecer las relaciones en el campo y registrar
esa experiencia. Lo que se hace en el campo depende de la interacción que se busca y se
logra con personas de la localidad y de lo que ellos nos quieran decir y mostrar. También
depende de la manera en que lo haga el investigador. En primer lugar, se debe de estar en
el lugar ya que genera que tengamos -interpretaciones, sensaciones, angustias-. Es
necesario cobrar conciencia del lado subjetivo del proceso y reconocer que nuestra
presencia en el campo da un acceso apenas parcial a la realidad vivida localmente.
Se debe elaborar un registro público de la experiencia. En todo registro está presente la
persona que lo realizó, y deben estar los demás, de esa manera es posible ver desde otro
lugar lo que sucedió y comprender su significado desde una perspectiva cercana a la local.
Hacer etnografía cobra sentido cuando se logra agregar al acervo registrado otras
maneras de mirar, entender y transformar la vida local. Elaborar un registro público,
ayuda a colectivizar el proceso de construcción del conocimiento, de socializarlo con el
uso de registros inteligibles para otras personas, incluyendo los habitantes de la localidad.
Para interpretar un documento etnográfico elaborado por otro, es necesario vivir
procesos similares en el mismo contexto y poder dialogar con quienes hicieron los
registros. Los registros también deben ser públicos en otro sentido: pueden convertirse en
documentos que utilicemos en momentos posteriores al trabajo de campo. Es necesario
grabar o tomar notas durante la observación o conversación. La intención de observar y
registrar todo, que surge inicialmente, se va reemplazando por la conciencia de que aún lo
fragmentario puede ser significativo; lo recurrente puede ser representativo.
Se debe tener apertura en el campo. En la decisión adquieren peso la posibilidad de
acceso y el permiso explícito de la población para realizar el estudio que el investigador
propone. Debe ser una localidad donde se puedan presenciar situaciones representativas
respecto de los procesos estudiados. La apertura remite a la mirada con la que nos
aproximamos al campo. Recordemos que el proceso normal de observación es selectivo.
La experiencia nos lleva a "abrir la mirada". La apertura de intercambios con otras
personas en el campo es otra vertiente. Las posibilidades dependen de nuestra capacidad
de explicitar ante los habitantes de la localidad quiénes somos y qué sentido tiene el
trabajo que emprendemos. La relación entre el investigador y los habitantes de la
localidad se define, según los antecedentes y los intereses. Reconocer lo que uno mismo
no comprende, hacerse preguntas. Si se parte de ahí, empieza a adquirir sentido la
experiencia de campo, y esto guía las decisiones logísticas y orienta la mirada.
¿Cómo sabemos cuándo se ha reunido suficiente información? La observación y la
construcción conceptual se van entrelazando y van adquiriendo coherencia. Empieza a ser
posible prever desde lo construido lo que puede ocurrir. Empieza a darse cierto cierre en
la concepción que orienta el trabajo de campo.
Se deben tener diálogos en el campo. El compartir conocimientos y posiciones con los
interlocutores nos permite dialogar con ellos. En la etnografía, se requiere una convicción
real de que no comprendemos o no conocemos lo suficiente acerca de cómo se dio o
interpretó un asunto y que nos importa conocer nuevas versiones o detalles sobre lo que
otros suponen conocido por todos.
Comprender y poder entablar conversaciones requiere convivir con ellos y aprender a
escuchar.
La gama de posibilidades para contribuir al desenlace de las situaciones va desde anunciar
una entrevista formal hasta iniciar una plática cordial. Con algunas personas es posible
construir relaciones que conducen a un trabajo conjunto, constante, de acercamiento,
sobre ciertas ideas o interpretaciones.
Debe de haber un tiempo dedicado a escribir. Una primera forma es tomar notas
esporádicas. Las notas de campo se pasan en limpio y se amplían para formar el conjunto
de registros del trabajo de campo. Se lleva un diario de campo, corno registro continuo y
personal.
Se deben describir o interpretar los registros a partir de las notas de campo. Registrar la
descripción y la interpretación aparte, en dos columnas, bajo el supuesto de poder
separar una de la otra. Como entrenamiento funciona, obliga a tomar cierta conciencia de
los procesos más evidentes de interpretación ya practicar mayor fidelidad en el registro
del intercambio verbal y la acción. El registro está mediado por interpretaciones
semánticas, que a veces solo se notan en momentos en que dos observadores difieren en
las palabras mismas que suponen haber escuchado. El uso de la grabación puede
complementar las notas, pero no sustituye el registro propio.
La discusión en torno de la descripción y la interpretación se relaciona tradicionalmente
con otro cuestionamiento a la etnografía: la aparente falta de objetividad de los datos. Por
ello es necesario aclarar el sentido de la construcción de los registros de campo. Su
propósito es asegurar una objetivación gráfica y escrita, lo más amplia posible, de la
experiencia de campo del etnógrafo como sujeto.
En la etnografía, la objetividad es una tendencia relativa del proceso de análisis, un logro
que debe más a la consistencia y coherencia del trabajo conceptual que a las condiciones
de la percepción primaria en el campo. Es un logro tanto más sólido, cuanto más haya
podido el etnógrafo ser consciente de su propia subjetividad al redactar los registros y los
diarios de campo. Giselle
considerando que existen una cantidad de enorme resultante del trabajo de campo:
notas, registros, transcripciones y materiales; la autora también menciona que NO
debemos considerar al trabajo de campo como todo el proceso en la realización de un
trabajo etnográfico, ya que el resultado de este tipo de trabajos es la producción de cierto
tipo de texto, que es la descripción etnográfica, para la cual, justamente debe realizarse
una interpretación de los datos que son obtenidos.
Rockbell menciona que le proceso por el cual debe pasarse para finalizar un trabajo
etnográfico puede variar según sean las características del fenómeno que sea estudiado,
por lo tanto, puede prescindir de un modelo teórico predeterminado que funcione según
la problemática de la cual se realiza el trabajo.
Pero, desde el punto de partida de un trabajo etnográfico, hasta la finalización del mismo,
es un largo proceso, que pasa por varios pasos intermedios, los cuales son presentados
por la autora en los siguientes puntos:
• La trayectoria real: La autora lo explica como un proceso en el cual se intercalan
periodos de campo con periodos y elaboración conceptual. Dentro de la etnografía, con el
manejo de la información que se obtiene en el campo, se empieza a comprender, lo que
arriesga aquel conocimiento y recursos con los cuales el investigador contaba desde antes
de empezar el trabajo.
El trabajo analítico en el campo de la etnografía consiste en una constante lectura y
escritura, relectura y reescritura. Es por ello que los registros obtenidos del trabajo de
campo son tan relevantes, ya que cada lectura que se le da facilita una nueva compresión.
Lo cual permite que se vuelvan más inteligibles las relaciones que se observan, lo que
permite la construcción y selección de categorías que permitan distinguir más detalles del
material de campo.
• Los elementos del análisis: Es un proceso que puede variar según sea el interés del
investigador o la historia social de la comunidad. Aun así, es posible distinguir algunos ejes
generales, y a su vez, también es posible compartir algunos procedimientos que puedan
resultar útiles al momento de seleccionar el uso de que se dará a los materiales
resultantes del trabajo de campo.
• El objeto de estudio: La autora hace una pertinente aclaración al mencionar que el
sujeto de estudio es distinto al “referente empírico”; lo que consideramos como objeto de
estudio es el producto de conocer. Sabemos que la etnografía engloba el proceso de la
construcción del conocimiento, bueno, el objeto de estudio es el producto resultando de
dicho proceso.
Cuando el investigador es capaz de comprender que el objeto de estudio NO es la
localidad en la cual trabaja, sino el conocimiento que obtiene de ella, evita convertir a las
personas en objetos de investigación.
• Unidades de análisis: En toda investigación (y la etnografía no es excepción), están
presenten las unidades de análisis, en la etnografía estas unidades son mucho mas
complejas que en otro tipo de investigaciones, ya que pueden existir varias unidades de
análisis que no forzosamente tengan una relación lineal con la información obtenida con
el trabajo de campo.
• Las Escalas: La escala hace referencia al tamaño de la unidad de análisis; en la etnografía
se les da mayor importancia a escalas temporales más cercanas a la experiencia en el
campo, como con los ritmos y las secuencias cotidianas; es aquí que el ámbito cotidiano
representa un recorte de escala, ya que se seleccionan los hechos, secuencias de
interacción y otras unidades; que permiten delimitar y distinguirlas lo que implica la
acción humana.
• Los niveles de abstracción: Rockbell aclara que se refiere a los niveles de abstracción
presentes en las categorías empleadas en el análisis. En la etnografía, la abstracción no
realiza a partir de datos específicos, sino que se realiza para llegar a contenido esencial.
Para lo cual es necesario la construcción de categorías analíticas cada vez más específicas,
que permitan que el investigador sea capaz de captar aquellas situaciones de la
experiencia cotidiana que no son regulares, a diferencia de lo que podría parecer.
• Las categorías sociales y las categorías analíticas: Entre ambos tipos de categorías existe
una relación que se hace presente desde el principio del estudio; las categorías sociales
son explicadas por la autora como “aquellas representaciones o prácticas que aparecen de
manera recurrente en el discurso o en las acciones de los habitantes locales y que
establecen distinciones entre cosas del mundo que ellos conocen y manejan.” Las cuales
pueden variar según el grupo/localidad.
Respecto a la categoría analíticas, es muy común que éstas sean confundidas con otras
categorías sociales; es por ello que en la etnografía es importante encontrar y conservar
las categorías locales que muestran al investigador las diferencias existentes entre ambas,
ya que pueden ser difíciles apreciar a la primera.
• Lo particular y lo general: La autora lo plantea como una de las problemáticas más
importantes de la etnografía, ya que en ella, se buscan conocer relaciones, las cuales
cuentan con un valor general, que se pretende que den explicación a sucesos particulares
con los cuales difieren en características como: el espacio y el tiempo; esto claro, sin
pretender indicar que es posible que se presenten las mismas relaciones en todos lados,
sino que, pueden compartir motivos de fondo que dan paso a estos sucesos. Darian
Para poder interpretar un documento etnográfico es necesario haber vivido de primera
mano contextos y acciones similares a las personas que hicieron los registros. Creo que el
trabajo de campo es algo muy importante que al momento de juntar el trabajo de campo
y el documento producido se pueden realizar múltiples análisis.
El análisis de los datos puede llegar a ser complicado, pues el etnógrafo recolecta datos de
diversas cosas, se puede decir que este trabajo hasta puede generar angustias ya que la
gran cantidad de datos obtenidos hace que el análisis se dificulte. Para que el trabajo se
haga un poco más fácil es importante que el etnógrafo recoja los datos, realice una tarea
de reflexión que es fundamental para la organización y seleccione de los mismos. También
es importante reducir los datos. Dados los impresionantes volúmenes de información con
los que trabaja un etnógrafo es preciso "apartar" aquello que es relevante para el estudio
de aquello que no lo es tanto. Reducir los datos con los que se va a trabajar finalmente no
es una tarea sencilla, pues implica dejar a un lado gran cantidad de material. Otra cosa
que sirve para reducir el trabajo es organizar y categorizar los datos obtenidos.
Permanentemente el etnógrafo, en su esfuerzo por dar sentido a los datos recogidos
genera y regenera categorías explicativas en las que agrupa los significados más relevantes
recogidos. Esta categorización no es una tarea sencilla, ni definitiva, pues se encuentra
sometida a permanente revisión y transformación, en cuanto aparece un nuevo dato que
nos hace repensarla.
Además, las categorías, con el objeto de llegar a formular unas conclusiones en el estudio
deben reagruparse formando redes que proporcionen información sobre las relaciones
existentes entre las diferentes unidades de significado.
El trabajo del análisis se vuelve más difícil a la hora de querer hacer públicos los registros
del campo pues se debe hacer una versión más textualizada de lo que el investigador
escucho o vivió. Con hacer una versión más textualizada nos referimos a eliminar palabras
desconocidas o repetitivas que el investigador anoto. Para que se dé una mejor
textualización es importante que se dé una interacción verbal inmediata después de
cualquier hecho ocurrido o que el investigador tenga una buena memoria que como
dijimos anteriormente debe contar con una buena memoria, concentración y observación.
Una parte importante del trabajo etnográfico y del trabajo de campo es la escritura, tomar
notas sobre lo que se escucha y observa, las notas de campo se registraran en un diario de
campo que se escribirá en los momentos privados ya que sería muy extraño mantener un
diálogo con alguna persona de la comunidad que está siendo investigada y escribir a la
vez, aunque algunas veces las personas comprenden que se está trabajando en una
investigación y es como os dan el permiso de mantener una conversación y escribir al
mismo tiempo. Elaborar el informe correspondiente al estudio realizado suele ser una
tarea complicada. Tras horas y horas de lecturas, observaciones, conversaciones,
entrevistas, análisis de documentos, etc.
El análisis es un proceso que requiere un trabajo específico y toma la mayor parte del
tiempo del etnógrafo, se toma en cuenta desde el principio del trabajo de investigación
haciendo preguntas como, por ejemplo: “¿Qué mirar?” “¿Qué registrar?”. El análisis de
documentos es otra técnica habitual en los estudios etnográficos, habitualmente
considerada como un apoyo a la observación. Básicamente consiste en un rastreo de
materiales en formato papel, vídeo, audio, ya sean producidos por los miembros de la
comunidad estudiada o por el propio investigador.
En cambio, la interpretación se define como la comprensión del significado otorgado por
los sujetos en su propia realidad social, la idea de la interpretación es más bien la
comprensión del material de campo. Naty
¿En qué momento se llega a la celebración de conceptos?
Los conceptos designan relaciones, no denominan cosas. Las relaciones son lo que no es
observable en la realidad estudiada; son, justamente, lo que se tiene que construir, lo que
permite articular de manera inteligible los elementos observados. Ya que las relaciones no
son la suma de interacciones que ocurren entre personas, no es posible inferirlas
directamente de los sucesos que se observan y registran. En la investigación educativa, a
menudo se supone que ciertos procesos, como la negociación o la resistencia, son fáciles
de observar directamente en la vida cotidiana de las escuelas. Sin embargo, la dificultad
de relacionar determinados actos con estos procesos muestra que es necesario construir
categorías que no son evidentes en sí mismas. En el proceso analítico, se proponen
relaciones que permiten integrar y hacer inteligibles algunos elementos observados. Los
conceptos que expresan esas relaciones facilitan describir, explicar y comprender mejor lo
que se observó.
En este camino, ciertas formas de elaborar el material hacen posible este trabajo
conceptual, al proporcionar los textos sobre los cuales trabajar. Una manera de cumplir
esta labor es la redacción de lo que he llamado descripciones analíticas. Consiste en
producir textos en los que se muestran las relaciones construidas mediante una
descripción extensa de un hecho observado, reordenando de acuerdo con las categorías
analíticas utilizadas, pero a la vez conservando sus detalles particulares. En las sucesivas
aproximaciones escritas, se va logrando una mayor coherencia. Se empieza a delinear
aquello que realmente es posible construir dada la información que se tiene. Se escogen
aquellos conceptos que corresponden a lo observado, dejando a un lado otros que, tal
vez, se consideraron inicialmente. Giselle
la autora menciona que, a pesar, de que no siempre se llega a ella en una investigación, es
un aspecto fundamental en los estudios etnográficos, ya que al llevarlo a cabo el
investigador debe estar abierto a pensar y debatir las categorías utilizadas en el trabajo y
así favorecer la concepción que se tenía al comienzo.
La importancia del trabajo conceptual que se realiza en un trabajo conceptual recae en la
posición epistemológica desde la cual se llevan a cabo las investigaciones de este tipo;
Existen muchas descripciones posibles de un mismo fenómeno social, pero, como ya se
mencionó antes, cada una de ellas cuenta con concepciones implícitas, esto implica la
existencia anterior de esquemas mentales.
Esto no quiere decir que primero se observe para luego desarrollar teoría, sino, todo lo
contrario, es a partir del desarrollo de conceptos que se logran observar ciertos aspectos
que no habían sido considerados con anterioridad. Sin embargo, hay momentos iniciales
en los cuales dichas teorías no están presentes, pero debemos considerar que no solo se
trata de una teoría formal, sino todas aquellas concepciones con las que cuenta el
investigador acerca del tema que está investigando.
Una de las características del estudio etnográfico es la construcción del conocimiento, lo
cual implica dar contenido concreto a las concepciones que se obtienen por medio de ésta
y, a su vez, establecer relaciones solo entre los conceptos y lo abstracto, también entre los
conceptos y los contenidos empíricos, los que tienen su origen en el contexto histórico de
la localidad que fue estudiada.
La autora menciona que una de las condiciones en la etnografía es que debe establecer
vínculos entre los conceptos y las acciones observables, pero el cambio conceptual ocurre
cuando, los fenómenos que se presentan se aceptan como “perturbaciones”, lo cual
quiere decir que, el investigador reconoce que lo percibido no encaja con el esquema
lógico que posee al momento de iniciar su investigación, es entonces que lo conceptos
iniciales se deben “acomodar” a la nueva percepción con la cual se cuenta.
Es así que el proceso etnográfico solo es posible si modifican los esquemas previos del
investigador, al integrar los conceptos alternativos que son resultado del trabajo de
campo y que permiten que el investigador acepte como “perturbación” a las nuevas
perspectivas.
El trabajo conceptual el cual permite la elaboración de las descripciones que se
encuentran tan presentes en la etnográfica; esto se debe a que la etnografía busca la
exposición de una forma que rebase el lenguaje de los especialistas, que sea accesible y
entendible por un público mucho más amplio.
Al igual que otros procesos investigativos, en la etnografía es necesario el recortar,
categorizar, generalizar y plantear en los distintos niveles de abstracción, los cuales ya se
mencionaron con anterioridad. Darian
El trabajo conceptual es fundamental para cualquier estudio etnográfico, aunque no se
llegue, necesariamente, a una formalización teórica. En la tradición etnográfica, construir
conocimiento significa dar contenido concreto a los conceptos que se elaboran; significa,
además, establecer las relaciones no solo entre conceptos en abstracto, sino entre los
conceptos y los contenidos empíricos provenientes de un contexto histórico en la
localidad del estudio. Durante el proceso, hay momentos en que se plantean relaciones
partiendo de toda la riqueza conceptual que se tiene a la mano, y luego se generan
esquemas en abstracto. A veces, estos momentos son necesarios en alguna etapa de la
investigación, pero los esquemas iniciales, generalmente, no resuelven el problema de la
construcción de los nexos entre la concepción y lo que se documenta en la experiencia de
campo.
En la experiencia etnográfica, hay ciertos momentos en que se observa algo que
potencialmente desequilibra el esquema que se tenía acerca de algún objeto de estudio.
El cambio conceptual ocurre cuando se acepta lo que se percibió realmente como
"perturbación", advirtiendo que no cabe en el esquema lógico que se tenía al principio. En
ese momento las concepciones iniciales se tienen que "acomodar", es decir, transformar
para admitir la nueva percepción. En el proceso etnográfico solo es posible lograr la
modificación de los esquemas previos al integrar los conceptos alternativos que
permitieron observar algo como "perturbación". En esto consiste el trabajo conceptual.
El trabajo conceptual permite la elaboración de la descripción, característica irrenunciable
de la etnografía. En parte, esto responde a la búsqueda de una forma de exposición que
rebase al lenguaje de los especialistas, que alcance a un público más amplio.
La secuencia de estas actividades depende de muchos factores. Entre estos, se destacan la
angustia y la seguridad, la resistencia o la energía para realizar determinadas actividades
en determinados momentos. Los conceptos designan relaciones, no denominan cosas. Las
relaciones son lo que no es observable en la realidad estudiada son justamente, lo que se
tiene que construir, lo que permite articular de manera inteligible los elementos
observados. Ya que las relaciones no son la suma de interacciones que ocurren entre
personas, no es posible inferirlas directamente de los sucesos que se observan y registran.
Naty

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