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Sucesiones Efip II (Sil Lagos)

Sucesiones
Efip II
(Dra. Lagos)

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Sucesiones Efip II (Sil Lagos)

Sub-Eje Temático 5: SUCESIÓN INTESTADA

 Sucesión intestada

La naturaleza del llamamiento a suceder determina distintas especies de sucesiones, ya sea que el título
creador de la vocación sucesoria reconozca su origen en las disposiciones legales o bien en la voluntad
del causante; conforme a ello, corresponde distinguir la sucesión legítima o intestada de la
testamentaria.

La sucesión intestada o ab intestato es aquella en que el llamamiento a la sucesión es realizado por la


ley, sin intervención de la voluntad del difunto manifestada en el testamento.

Pérez Lasala (2014, p. 11) la define como la sucesión hereditaria que se defiere por ministerio de la ley,
ora por no existir testamento, ora por resultar ineficaz.

Cuando fallece una persona (causante) y la ley indica quiénes son sus sucesores para recibir la herencia,
diremos que estamos en presencia de una sucesión intestada.

Caracteres:

1. Es una sucesión hereditaria: pues el sucesor es siempre un heredero. No comprende los


legados. Se trata de un sucesor universal que recibe el conjunto de bienes del causante y
responde por sus deudas. Cuando concurren varios herederos, reciben una parte alícuota del
patrimonio, con derecho a acrecer.

2. Se defiere por ministerio de la ley: el llamamiento a los herederos es realizado de manera


directa y exclusiva por la ley.

3. Es supletoria de la testamentaria: ya que si el causante en un testamento ha dispuesto el


destino de su patrimonio, no procede la sucesión intestada, pues prevalece la voluntad del
sujeto. El límite está dado por el respeto a las legítimas cuando tiene legitimarios, de tal
manera que si el difunto se ha excedido de la porción disponible al distribuir sus bienes,
aquellos tienen acciones para la protección de las legítimas.

4. Procede cuando por testamento sólo se ha dispuesto de una parte de los bienes, o aquel
resulta parcialmente ineficaz: en este caso, se abre la sucesión intestada con relación al resto
de bienes, es decir, a los que no estén alcanzados por el testamento. Así, la sucesión será en
parte intestada y en parte testamentaria. Esta solución es receptada por el art. 2277, cuando
regula la apertura de la sucesión, pues establece que: “si el testamento dispone sólo
parcialmente de los bienes, el resto de la herencia se defiere por la ley…”.

5. Por último, el fundamento de la sucesión intestada radica, por un lado, en la presunta voluntad
del causante que responde al reconocimiento del orden natural de los afectos y, por otro, a la
protección de la familia.

Causas que la originan

Entre las causas que originan la sucesión intestada, podemos señalar las siguientes:

a) Cuando el causante no ha testado. Este es el supuesto que se da con mayor frecuencia. En nuestra
sociedad, no es una práctica generalizada el otorgamiento de un testamento.

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b) Cuando el causante ha testado, pero el testamento es ineficaz, ya sea por nulidad, caducidad
o revocación.

Si el testamento es nulo ab initio, se considera que nunca ha existido y da lugar a la sucesión


intestada. La nulidad puede surgir ante la ocurrencia de alguno de los supuestos del art. 2467
del Código Civil y Comercial.

Ahora bien, la nulidad puede afectar a algunas de las disposiciones testamentarias; en tal caso,
el resto de las disposiciones mantienen su validez.

Por su parte, la caducidad implica la ineficacia del testamento, que es válido de por sí, atento a
la carencia, luego de abrirse la sucesión, de algunos de los presupuestos indispensables para
que el testamento o alguna de sus disposiciones testamentarias produzcan sus efectos (p. ej.:
beneficiario no sobrevive al causante o es indigno, etc.). Si la caducidad es total, se abre la
sucesión intestada (siempre que no actúe el derecho de representación); en cambio, si es
parcial, puede dar lugar a la sucesión intestada si no existe derecho de acrecer a favor de los
beneficiarios no afectados.

Por último, la revocación que deja sin efecto un testamento puede producir la apertura de la
sucesión intestada en determinados casos. Así procede cuando se deja sin efecto un
testamento anterior o alguna disposición contenida en él, atento a un cambio en la voluntad
del difunto

c) cuando el testamento no instituye herederos y se limita a disposiciones patrimoniales particulares a


título de legados;

d) cuando el heredero testamentario renuncia a la herencia;

e) y cuando las disposiciones testamentarias no alcanzan la totalidad de los bienes.

 Principios que rigen las sucesiones mortis causa deferidas por la ley

Trataremos a continuación los principios fundamentales que gobiernan el llamamiento ab intestato.


Estos son:

1) jerarquía o prioridad de los órdenes hereditarios;

2) proximidad de grado dentro de cada orden;

3) indistinción del origen y naturaleza de los bienes;

4) título universal del llamado.

Estos principios no son absolutos, pues reconocen excepciones.

 Prioridad entre los órdenes sucesorios

La vocación legítima se basa en la prelación o sucesión de órdenes de llamamiento y, dentro de cada


orden, en la proximidad de grado de parentesco con el causante. Los órdenes son llamados a la herencia
de manera sucesiva; de este modo, si existen miembros de un orden preferente, no se puede pasar a un
orden posterior. Cuando se trata de clases pluripersonales, esto es, compuestas por varios herederos (la

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del cónyuge es unipersonal), cobra plena vigencia el principio según el cual el orden preferente excluye
al orden siguiente; por ejemplo, los descendientes excluyen a los ascendientes. Por su parte, el cónyuge
supérstite constituye un orden anómalo o atípico. En efecto, el cónyuge supérstite no actualiza su
vocación excluyendo llamamientos ulteriores, sino que en el caso de no existir descendientes, es un
orden excluyente de los parientes colaterales; sin embargo, concurre con descendientes y ascendientes
del causante.

Así, encontramos en los órdenes hereditarios: los parentales y el orden del cónyuge. La ley convoca
primero a los descendientes; no habiéndolos, llama a los ascendientes. Ambos órdenes concurren con el
cónyuge supérstite que, a su vez, hereda como único sucesor cuando no hay descendientes o
ascendientes y excluye a los colaterales. Por último, los colaterales sólo son llamados en ausencia de
descendientes, ascendientes y cónyuge.

En definitiva, la sucesión intestada se defiere a los descendientes, ascendientes, cónyuge supérstite y a


los colaterales.

En tal sentido, el art. 2424 del Código Civil y Comercial enuncia que:

Las sucesiones intestadas se defieren a los descendientes del causante, a sus ascendientes, al cónyuge
supérstite, y a los parientes colaterales dentro del cuarto grado inclusive, en el orden y según las
reglas establecidas en este Código. A falta de herederos, los bienes corresponden al Estado nacional,
provincial o a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, según el lugar en que están situados.

En los parientes consanguíneos y en la adopción plena, no hay límite de grado en el orden de los
descendientes y en el de ascendientes; en cambio, los colaterales sólo heredan hasta el cuarto grado.

En la adopción simple no hay límite en la línea descendiente; en la línea ascendiente, sólo hereda el
adoptante. En cuanto a los colaterales, el Código Civil y Comercial omitió regular la vocación hereditaria
del adoptado simple y los demás hijos y nietos del adoptante, debe inducirse la inexistencia de tal
vocación.

De acuerdo con estas ideas, este primer principio que rige la sucesión ab intestato puede enunciarse así:
los órdenes hereditarios se excluyen entre sí, según la jerarquía, prioridad o preeminencia que la ley
le asigna, salvo el cónyuge, que siempre concurre, nunca es excluido y a su vez excluye.

Jerarquía de los Orden Excluye Concurre Excluido por


ordenes
1 Descendientes Ascendientes y Cónyuge Nadie
colaterales
2 Ascendientes Colaterales Cónyuge Descendientes

3 Cónyuges Colaterales Ascendientes y Nadie


descendientes
4 Colaterales Fisco Nadie Descendiente
Ascendiente y
cónyuge

 Prioridad dentro de cada orden sucesorio: proximidad de grado

La preferencia dentro de cada orden queda determinada por el principio general de la prioridad de
grado. La regla de proximidad de grado sólo tiene sentido respecto a los parientes de un mismo orden

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(por ejemplo, los hijos excluyen a los nietos). Para determinar el grado de parentesco por
consanguinidad, es necesario distinguir la línea directa de la línea colateral. En la primera, que es la que
se forma entre ascendientes y descendientes, el grado equivale a la generación; así, habrá tantos grados
como generaciones. En cambio, en la línea colateral, debemos remontarnos desde la persona cuyo
grado de parentesco se quiere conocer hasta el tronco común, y de ahí descender hasta el otro
pariente. Por ejemplo, en el caso de los hermanos, el tronco común son los padres; así, tenemos dos
grados.

Esta norma enunciada como principio fundamental es absoluta; sin embargo, admite como excepción el
derecho de representación.

A su vez, cada orden es excluyente de los ulteriores. Ello interesa pues permite afirmar que mientras
existan parientes con vocación actual o eventual que integran un orden preferente, no actualizan su
vocación los parientes del orden subsiguiente. Por ejemplo, si al causante le sobreviven sólo nietos y,
además, sus padres, aunque éstos últimos se encuentran en primer grado de consanguinidad en línea
recta con respecto al causante y los nietos en segundo grado, éstos actualizan el llamamiento (por
derecho de representación), excluyendo a los ascendientes que se encuentran en un orden ulterior.

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 Indistinción del origen y naturaleza de los bienes. Excepción

El art. 2425 del Código Civil y Comercial prescribe que “en las sucesiones intestadas no se atiende a la
naturaleza ni al origen de los bienes que componen la herencia, excepto disposición legal expresa en
contrario”.

El patrimonio hereditario, al momento de la muerte del causante, forma una unidad en la que no se
distinguen categorías de bienes en función de las cuales asignarlos a determinados herederos o
sucesores. Es decir, en principio la distribución de los bienes del causante se realiza con independencia
de su origen. Sin embargo, esta regla contempla dos excepciones en materia sucesoria:

1) En la sucesión del cónyuge, si concurre con los descendientes y el régimen patrimonial entre los
esposos es el de comunidad, se diferencia si los bienes son propios o gananciales. De este modo, sobre
los bienes gananciales, el cónyuge supérstite retira la mitad que le corresponde en calidad de integrante
de la comunidad de ganancias, y el resto (mitad que le corresponde al causante) se divide entre los
descendientes.

2) En la sucesión del adoptado por adopción simple (art.2432)el adoptante no tiene derechos
sucesorios sobre los bienes que el adoptado recibe de su familia de origen. Asimismo, la familia
biológica no hereda los bienes que el adoptado hubiera recibido a título gratuito de su familia de
adopción. Tales exclusiones no proceden si los bienes quedasen vacantes. Con relación a los demás
bienes, los adoptantes excluyen a los padres biológicos.

En conclusión: Los bienes gratuitos recibidos por el adoptado de parte de su familia biológica vuelven a
la familia biológica. Si se tratase de bienes adquiridos por el adoptado, la prioridad la tiene el adoptante.
Los bienes gratuitos de su familia adoptiva vuelven a la familia adoptiva.

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 Título universal del llamado

Al estudiar los caracteres de la sucesión intestada, señalamos que es una sucesión hereditaria, pues
el sucesor es siempre un heredero. Conforme a ello, la ley no llama a los legatarios.

Distribución de la herencia En nuestro sistema legal, la distribución de la herencia entre los herederos se
realiza de dos formas: por cabezas; por estirpes.

Regla general

La forma normal de distribución de la herencia es la división por cabezas, la que consiste en distribuir la
herencia entre tantas partes como personas estén llamadas a la sucesión.

En los casos de sucesión por estirpes, para distribuir la sucesión dentro de cada una de las estirpes, la
división se hace por cabezas. .

 Derecho de representación

De acuerdo al art 2427 los demás descendientes al descendiente de 1º grado heredan por derecho de
representación, sin limitación de grados.

El derecho de representación es el llamamiento que por obra de la ley se hace a ciertos parientes de una
persona cuando ésta no ha podido (por premorir al causante, ser indigno) o no ha querido (por
renuncia) aceptar una herencia.

Hay vocación referida cuando el llamamiento a ciertos herederos se hace con referencia a la posición
jurídica que hubieran ocupado otros herederos, pero que atentos a distintas circunstancias, no
efectivizaron esa ocupación.

Cuando la vocación es referida a otra posición hereditaria por disposición de la ley, estamos ante el
derecho de representación.

La esencia del derecho de representación está en que los derechos sucesorios de ciertos herederos
(representantes) se determinan por referencia al grado, calidad parental y cuantía que hubieran tenido
otros herederos (representados), que los hubieran excluido de haber heredado.

El grado se refiere al grado de parentesco; la calidad parental está relacionada a la circunstancia de ser
descendiente biológico o adoptivo, o hermano bilateral o unilateral del difunto, y la cuantía es la porción
hereditaria que le hubiere podido corresponder al representado.

El derecho de representación constituye una excepción al principio según el cual el pariente más
cercano en grado excluye al más remoto. El derecho de representación es la facultad que la ley le
concede a los descendientes de los hijos y de los hermanos del causante para acercarse al autor de la
sucesión y ocupar los lugares que hubieran quedado vacantes por determinados supuestos.

Al momento de la muerte hay una vocación que falla, que es la del representado. En este caso, los
representantes heredan en su lugar y ejercen los derechos hereditarios directamente por disposición de
la ley.

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El Código Civil y Comercial no define el derecho de representación (a diferencia del Código de Vélez, que
lo definía en el art. 3459), sino que determina los sujetos que suceden por representación. Estos son:

a) los descendientes de hijos del causante, sin límites. Esta procede en la línea recta a favor de los nietos
y descendientes de grado inferior; en tal sentido, el art. 2427 sostiene: “Sucesión de los demás
descendientes. Los demás descendientes heredan por derecho de representación, sin limitación de
grados”.

Respecto al parentesco por adopción: la adopción plena le confiere al adoptado la condición de hijo, con
lo cual se crea un parentesco igual que el consanguíneo entre adoptado y familia del adoptante. Por lo
tanto, el derecho de representación se da en los mismos casos que en el parentesco por
consanguinidad.

En la adopción simple, el adoptado y sus descendientes no heredan en la sucesión de los ascendientes


del adoptante. Respecto a éste último, tiene los mismos derechos hereditarios que el hijo y sus
descendientes por naturaleza.

b) los descendientes de hermanos del causante hasta el cuarto grado. Preceptúa el art. 2439: “Orden.
Los colaterales de grado más próximo excluyen a los de grado ulterior, excepto el derecho de
representación de los descendientes de los hermanos, hasta el cuarto grado en relación al causante…”.

Condiciones para que funcione el derecho de representación:

Para la procedencia del derecho de representación deben reunirse presupuestos objetivos y


presupuestos subjetivos.

 Los presupuestos objetivos constituyen circunstancias de facto referentes al representado.


son:

1-Premuerte: el descendiente de grado más próximo o el hermano del causante faltan a la sucesión
por haber premuerto. Así, sus estirpes vienen a suceder en la cuantía y grado que le hubiere
correspondido al premuerto.
2-Conmoriencia: Pérez Lasala (2014) sostiene que hay derecho de representación en los casos de
conmoriencia. Por ejemplo, en un accidente automovilístico en el que fallecen padre e hijo, los
descendientes de este último pueden representarlo en la sucesión del abuelo, pese a que no hay
transmisión de derechos hereditarios entre padre e hijo; lo que ocurre es que los descendientes del hijo
reciben la herencia directamente del abuelo.
4-Ausencia con presunción de fallecimiento.
5-Renuncia de la herencia.
6-Indignidad: el fundamento de la procedencia de la representación está dado porque los nietos o
sobrinos no tienen responsabilidad por la mala conducta del representado.

El art. 2429 señala que la representación tiene lugar en caso de premoriencia, renuncia o indignidad del
ascendiente.

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En cuanto a los presupuestos subjetivos:

Requisitos del representante: debe tener vocación hereditaria del causante;

Debe tener delación hereditaria, es decir, llamamiento efectivo que


presupone deben tener habilidad para suceder y no ser indigno del
causante;
Aunque no reciba la herencia del representado, no debe haber sido
declarado indigno por aquel.

Requisitos del representado: Debe tener el grado parental necesario para ser considerado ab
initio heredero legítimo. La representación sólo funciona en la línea
recta descendiente, respecto de la descendencia de los hijos, y en la
línea colateral la representación sólo tiene lugar a favor de los hijos y
descendientes de los hermanos. No gozan de esta prerrogativa los
ascendientes ni el cónyuge del difunto, tampoco sus colaterales que
no fueran descendientes de sus hermanos.

Casos en los que procede el derecho de representación: (Gráficos de este título extraídos del Sam)

1) C+

A B D

A la Muerte de C le sobreviven A, B y D; a éstos, conforme al vínculo con C, por derecho propio y por
partes iguales, les corresponde una alícuota equivalente en valor a 1/3 del acervo.

2) Supongamos, en cambio, que habiendo premuerto D, al momento de la apertura de la sucesión de C,


le sobreviven sus hijos A y B y sus nietos N, M y Ñ (hijos de D).

C+

A B D+

N M Ñ

Estos nietos actualizarán su vocación en la sucesión de C, "representarán" a su padre prefallecido y


concurrirán con A y B a recibir la misma parte de la herencia a la cual su padre D habría sucedido.
Entonces, heredan por estirpe; es decir, la herencia no se divide entre cinco personas que son las que
concurren, sino que se divide en tres: 1/3 para A, 1/3 para B y 1/3 para los herederos de D, que es el
contenido de la vocación que están representando. Al tercio que les corresponde lo dividen en partes
iguales.

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3) Pero si la estirpe ha producido muchas ramas, la subdivisión se hace también por estirpe en cada
rama.

C+

A B D+

N M Ñ+

X Y

Ocurre que Ñ también ha prefallecido al causante C. En este caso, sus hijos actualizarán su vocación
recibiendo en conjunto la parte que hubiera correspondido a su padre.

Efectos de la representación:

Efecto necesario o esencial; es la atribución de derechos sucesorios a unos herederos


(representantes) que se determinan conforme al grado, calidad del parentesco y cuantía
que le correspondía a otros (representados), quienes los hubiesen excluido en caso de haber ellos
heredado. Los representantes ocupan la posición jurídica que le hubiere correspondido al
representado en la herencia del difunto. De esto se desprenden las siguientes consecuencias:

Obligación de colacionar: los representantes deben colacionar las


liberalidades que el causante le hubiese dado en vida al
representado, sin dispensa de colacionar. Esto sólo rige para la línea
recta descendiente, porque los colaterales no son herederos
legitimarios.

Derecho de legítima: los representantes, en conjunto, tienen derecho


a la legítima que le hubiere correspondido al representado.

Reducción de liberalidades a extraños o a herederos: los


representantes mantienen la facultad de reducir las donaciones
realizadas por el causante que excedan la porción de libre
disposición. Esto sólo rige para la línea recta descendiente porque los
colaterales no son legitimarios.

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Efectos de la representación Efectos eventuales; del derecho de representación
es la división por estirpes. Dentro de cada estirpe, la
división entre sus miembros se realiza por cabeza.

Efectos accesorios de la representación es la exclusión del derecho de acrecer, pues éste surge
como consecuencia de la regla de que el pariente más próximo excluye al más remoto; así, la
parte del pariente próximo que falta acrece a los herederos de igual grado. Ello no sucede
cuando opera el derecho de representación, pues aquí los representantes reciben la parte del
representado.

La representación en la sucesión testamentaria

En el Código de Vélez solo se regulaba el derecho de representación en la sucesión intestada. Las teorías
que niegan la representación en tal especie de sucesión fundan su posición en que está basada en el
parentesco y deriva exclusivamente de la ley; otros sostienen que es innecesario admitirla en la sucesión
testamentaria, pues existe una institución que cumple esos fines y es la sustitución vulgar.

El Código Civil y Comercial, en el art. 2429, tercer párrafo, la recepta expresamente; así, prescribe que la
representación “se aplica también en la sucesión testamentaria, si el testador se limita a confirmar la
distribución a la herencia que resulta de la ley”. Es decir, la representación se aplica a la sucesión
testamentaria si el testador distribuye la herencia de la misma forma que la distribuye la sucesión
intestada.

Es conforme al curso ordinario de las cosas presumir que el testador que dispone a favor de sus hijos o
de sus hermanos, si hubiera previsto la contingencia de la premoriencia o incapacidad del heredero
instituido habría querido favorecer en defecto de éste a sus hijos o descendientes que son los naturales
continuadores de su persona.

 Sucesión del cónyuge.

Cabe recordar que el cónyuge concurre con los descendientes y ascendientes y excluye a los colaterales.
Constituye un orden anómalo.

Respecto a la concurrencia con los descendientes, el art. 2433 expresa que:

Concurrencia con descendientes. Si heredan los descendientes, el cónyuge tiene en el acervo


hereditario la misma parte que un hijo.

En todos los casos en que el viudo o viuda es llamado en concurrencia con descendientes, el cónyuge
supérstite no tiene parte alguna en la división de bienes gananciales que corresponden al cónyuge
prefallecido.

Así, el cónyuge supérstite hereda como un hijo más cuando concurre con ellos a la sucesión de su
cónyuge. Esto se aplica cuando el régimen patrimonial elegido entre los esposos es el de separación de
bienes. Asimismo, cuando se trate de un régimen de comunidad, rige respecto a los bienes propios del
causante. En cuanto a los bienes gananciales, el cónyuge supérstite no hereda sobre los gananciales que
le correspondiesen al cónyuge fallecido. En consecuencia, respecto a los bienes gananciales, el cónyuge
supérstite retira la mitad, atento a su calidad de integrante de la comunidad de ganancias, y la mitad
que le corresponde al causante se distribuye entre sus descendientes.

Arga (2014, pp. 358-359) cuestiona esta solución, pues entiende que resulta paradójico que si los
cónyuges eligieron el régimen de separación de bienes, el cónyuge supérstite herede cuando

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concurre con los descendientes; en cambio, si el régimen elegido es el de comunidad, el cónyuge sólo
hereda en los propios, no así en los gananciales. Estima la autora que no hay razón jurídica para
sostener tal distinción pues implica diferenciar el origen de los bienes, lo que es contrario al principio
que rige las sucesiones intestadas.

Por otra parte, cuando el cónyuge concurre con los ascendientes, el art. 2434 regula: “Concurrencia con
ascendientes. Si heredan los ascendientes, al cónyuge le corresponde la mitad de la herencia”. En este
supuesto, la herencia se divide por mitades: una es para el cónyuge y la otra es para los ascendientes,
cualquiera sea su número. Esto se aplica tanto para el régimen de separación de bienes como para el de
comunidad.

Es importante hacer una aclaración, si el régimen entre los esposos es el de comunidad, de los bienes
propios, una mitad le corresponde a los ascendientes y la otra, al cónyuge. En cuanto a los gananciales,
los ascendientes heredan una mitad y la otra se le entrega al cónyuge, independientemente de la mitad
que recibió de los gananciales en su carácter de integrante de la comunidad de ganancias.

Desde otra arista, respecto a los colaterales, el art. 2435 afirma: “Exclusión de colaterales. A falta de
descendientes y ascendientes, el cónyuge hereda la totalidad, con exclusión de los colaterales”. De tal
manera, a falta de descendientes y ascendientes, el cónyuge supérstite recibe la totalidad de la
herencia.

Supuestos de exclusión hereditaria:

Los supuestos de exclusión hereditaria conyugal sufren el impacto de la eliminación de la separación


personal y de las causales del divorcio. Por lo tanto, al suprimirse la separación personal desaparecen las
causales de exclusión hereditaria del cónyuge culpable, así como las causales de ineficacia de vocación
que produce el hecho de que el inocente en la separación incurriere en injurias graves o concubinato. El
art. 2437 prescribe:

Divorcio, separación de hecho y cese de la convivencia resultante de una decisión judicial. El divorcio,
la separación de hecho sin voluntad de unirse y la decisión judicial de cualquier tipo que implica cese
de la convivencia, excluyen el derecho hereditario entre cónyuges.

En cuanto al divorcio, se mantiene la exclusión sucesoria y la pérdida de los derechos hereditarios para
ambos cónyuges, con total independencia de culpabilidad.

Con relación a la separación de hecho y en los supuestos de cese de convivencia, se produce la pérdida de
vocación hereditaria sin analizar la culpa, es decir, cualquiera sea la causa de la separación.

A un supuesto especial de exclusión de la vocación hereditaria lo encontramos en el matrimonio in


extremis, el que es regulado en el art. 2436. Éste señala que:

Matrimonio “in extremis”. La sucesión del cónyuge no tiene lugar si el causante muere dentro de los
treinta días de contraído el matrimonio a consecuencia de enfermedad existente en el momento de la
celebración, conocida por el supérstite, y de desenlace fatal previsible, excepto que el matrimonio sea
precedido de una unión convivencial.

En la norma se mantiene la regulación del Código de Vélez, pero se realizan ciertas especificaciones:

1) La enfermedad debe ser, por un lado, existente y conocida por el cónyuge supérstite al
momento de celebrarse el matrimonio y, por el otro, debe ser de desenlace fatal previsible.

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Es decir, debe ser una enfermedad de gravedad suficiente para ser la causa directa e inmediata
de la muerte.

2) Se recepta una excepción a la exclusión hereditaria: esta es que el matrimonio esté


precedido de una unión convivencial en los términos y con los requisitos del art. 509 y
siguientes del Código Civil y Comercial. Esta solución pone fin a las dudas que se suscitaban en l
a norma del Código de Vélez que establecía que la excepción procedía si el matrimonio se
hubiese celebrado para regularizar una situación de hecho, sin resultar claros los casos que
quedaban comprendidos en el supuesto.

La finalidad de la norma es evitar la captación de la herencia, es decir que se busca impedir que el
matrimonio sea celebrado con el fin espurio de servir de causa a un llamamiento hereditario conyugal.

 Libertad testamentaria y legítima hereditaria

En el derecho comparado, podemos distinguir dos sistemas con relación a la facultad del causante de
disponer de los bienes por medio de testamento:

1. Sistema de libertad de testar: el testador tiene amplia libertad para designar a las personas
beneficiadas por las disposiciones mortis causa y para distribuir sus bienes. En este sistema, la
ley no prevé limitaciones ni reserva parte de los bienes para determinados parientes.

2. Sistema de legítima: se limita la libertad de testar, pues una determinada porción de la


herencia se confiere a ciertos parientes (legitimarios) y el causante sólo puede disponer de la
porción que reste.

Dentro de este sistema, es dable distinguir: 1) sistema con distribución forzosa de


legítima;

2) Sistema con porción de distribución forzosa y


otra de libre disposición dentro de la cuota de
legítima, llamado sistema de mejora.”

En nuestro derecho, si el causante no tiene legitimarios, podrá disponer libremente de todos sus bienes;
por el contrario, si los tiene, sólo podrá disponer de una porción determinada –porción disponible– que
variará según el grupo de legitimarios que sea llamado a la sucesión. Por tanto, nuestra normativa
recepta un sistema protectivo imperativo, pues la legítima implica una protección para ciertos miembros
de la familia –legitimarios–, a fin de garantizarles una porción de la herencia de la que no pueden ser
privados por el causante, por medio de testamento o por actos de disposición entre vivos a título
gratuito. Tal regulación responde a la necesidad de proteger al núcleo familiar que habitualmente ha
ayudado al difunto por medio de la asistencia moral y –a veces– material a obtener ciertos bienes que
ahora forman parte de la sucesión. La solidaridad familiar justifica que se sacrifique la capacidad jurídica
de libre disposición de una persona .Así, resulta necesario hacer algunas precisiones:

1. La legítima tiene importancia solamente en los casos en que el causante tuviese legitimarios y
hubiese realizado un testamento o efectuado una donación; en caso contrario, el causante

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puede disponer de sus bienes libremente, ya que no existe ningún heredero protegido con la
legítima.
2. Es necesario distinguir la porción legítima de la cuota hereditaria. La legítima es la porción de la
herencia de la cual no pueden ser privados los herederos forzosos o legitimarios.

A diferencia del Código de Vélez, el Código Civil y Comercial no contiene una definición de legítima,
sino que se limita a designar los tres tipos de legitimarios; estos son: los descendientes, los
ascendientes y el cónyuge.

El Código Civil confería al causante la posibilidad de privar de legítima a determinado legitimario,


siempre que concurriese una justa causa de desheredación. El Código vigente suprimió el instituto
de la desheredación..

Por lo tanto “La legítima es una limitación legal y relativa a la libertad de disponer por testamento o
donación, que lleva como consecuencia la reserva de una porción de la herencia o de bienes líquidos a
favor de los denominados legitimarios”

Caracteres

En atención a que nuestro Código recepta un sistema protectivo imperativo, la legítima presenta los
siguientes caracteres:

a) Inviolabilidad: prescribe el art. 2447 que el testador no puede imponer gravamen o condición
alguna a las porciones legítimas; si lo hace, se tendrán por no escritas.
b) Irrenunciabilidad: afirma el art. 2449 que es irrenunciable la porción legítima de una sucesión
no abierta.
c) Instituto de orden público: es inconmovible por la voluntad del propio titular de los bienes.
d) Limitación legal: constituye un freno a la libertad de testar que es impuesto por la ley.

 Legitimarios. Definición

Los legitimarios son los titulares de la porción legítima. El art. 2444 establece que son tales:

1. los ascendientes;
2. los descendientes;
3. el cónyuge.

ARTICULO 2444.- Legitimarios. Tienen una porción legítima de la que no pueden ser privados por
testamento ni por actos de disposición entre vivos a título gratuito, los descendientes, los ascendientes
y el cónyuge.

En cuanto a quienes tienen derecho a la legítima, el Código Civil y Comercial los llama legitimarios, salvo
en el art. 2493, que se relaciona con el fideicomiso testamentario, en el que se los llama “herederos
forzosos”. Entonces, la terminología seguida por el Código y receptada por la mayoría de la doctrina es
la de legitimarios.

Por otro costado, resulta necesario distinguir al legitimario del heredero legítimo. Heredero legítimo es
todo aquel sucesible cuyo fundamento de la vocación reside en el llamamiento ab intestato que hace la
ley, independientemente de la voluntad del causante. Si bien todo legitimario es, a la vez, heredero
legítimo, no es igual a la inversa, pues hay herederos legítimos que pueden ser preteridos por el

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Sucesiones Efip II (Sil Lagos)
causante mediante la institución de a otras personas. En nuestro derecho, este es el caso de los
parientes colaterales que no tienen por la ley porción legítima.

Porciones legítimas. Porción disponible

La legítima lleva consigo la existencia de una porción disponible. La porción disponible o de libre
disposición es la parte de la herencia sobre la que el testador puede disponer libremente cuando hay
legitimarios.

Para determinar la parte disponible debemos realizar el cálculo de la legítima global. Esta se calcula
determinando el activo neto del caudal hereditario (activo bruto menos las deudas), a lo que deben
adicionarse las donaciones.

El Código, en el art. 2445, distingue las porciones legítimas según el orden sucesorio;

Legitimarios Porciones Legítimas Porción disponible


Descendientes 2/3 1/3
Ascendientes 1/2 1/2
Cónyuge 1/2 1/2

El Código de Vélez regulaba porciones legítimas mayores (descendientes: 4/5, ascendientes: 2/3, y
cónyuge: ½), las que fueron reducidas en el nuevo Código.

Por otra parte, el Código Civil y Comercial prevé la posibilidad de mejorar la legítima de los herederos
descendientes o ascendientes con discapacidad, así el causante puede disponer de hasta 1/3 de la
legítima que corresponde a los demás legitimarios.

Concurrencia de legitimarios del mismo y distinto orden hereditario

Respecto a la concurrencia de legitimarios, establece el art. 2446 que

“si concurren sólo descendientes o sólo ascendientes, la porción disponible se calcula según las
respectivas legítimas. Si concurre el cónyuge con descendientes, la porción disponible se calcula según
la legítima mayor”.

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Sucesiones Efip II (Sil Lagos)

A)Dentro de un B)En los supuestos C)En el caso de D)Casos de


mismo orden y de concurrencia del existir adopción
grado cónyuge con los ascendientes del
descendientes difunto y el
cónyuge

Resulta irrelevante el se impone la legítima Concurrirán Lo expuesto hasta aquí


número de parientes, mayor. Por ejemplo, si participando de la aplica a los casos de
pues la legítima global concurren los hijos y el mitad de la herencia; la adopción plena.
siempre es la misma. cónyuge del causante, legítima global es de ½.
Por ejemplo, la legítima la parte del cónyuge es
de los hijos es de 2/3, sacada de la legítima Pero en la Adopción
ya sea que se trate de mayor; esto es, 2/3, y simple:
un sólo hijo o de varios. se mantiene intacta la
porción disponible que
es de 1/3.
Diferenciar:
Además en este caso se
debe distinguir si hay: a) Legítima de los hijos
adoptados: el adoptado
1) régimen de y sus descendientes
separación de bienes tienen los mismos
derechos hereditarios
2) o de comunidad que los hijos por
entre los esposos. naturaleza; en
consecuencia, la
legítima global es de
1) En el 2/3, y concurren con el
primero,(separación de cónyuge de la misma
bienes) la legítima manera que éstos.
global es de 2/3 y el
cónyuge recibe una
parte igual como si b) Legítima de los
fuera un hijo más. adoptantes: hay que
recordar que los
adoptantes no heredan
los bienes que el
2)En el segundo adoptado hubiese
(comunidad), recibido a título
si los bienes son gratuito de su familia
gananciales, no hay de origen, ni a la
concurrencia, pues el inversa. Realizada tal
cónyuge no hereda. Los aclaración, la legítima
descendientes reparten de los adoptantes es de
la herencia por partes ½, y concurren con el
iguales y la legítima cónyuge del adoptado,
global es de 2/3. Si los siendo la legítima
bienes son propios, rige global también de ½.
lo mismo que en el
sistema de separación
de bienes; esto es, que
el cónyuge recibe una
parte igual como si
fuera un hijo más; la
legítima global es de
2/3.

16
Sucesiones Efip II (Sil Lagos)

Veamos gráficamente la concurrencia.

A) Concurrencia de un mismo orden y


grado.

porción
disponibl
e
Legítima
Descendi
ente
.

B)En los supuestos de concurrencia del


cónyuge con los descendientes

Legitima
Global (la
mayor)
conyuge +
desc= 2/3
porcion
disponible

Pero aquí en los supuestos de concurrencia del cónyuge con los descendientes tenemos que además
distinguir entre 1) Régimen de Separación de Bienes y 2) Régimen de comunidad.

1) Régimen de Separación de Bienes:

Bienes personales del Causante.

Descendiente y
cony. Legít
global. 2/3
(conyuge como
un hijo mas)

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Sucesiones Efip II (Sil Lagos)

1) Régimen comunidad

Bienes propios

Descendiente y cony.
Legít global. 2/3
(conyuge como un hijo
mas)

Gananciales

conyuge retira la
mitad como socio 1/2

De la mitad del
causante no hereda
el conyuge. Solo los
Desc.

C) En el caso de existir ascendientes del difunto y el cónyuge distinguir

1) Régimen separación de bienes:

Bienes Personales
causante.

Ascend. 1/2

conyuge 1/2

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Sucesiones Efip II (Sil Lagos)

2) Régimen de comunidad

Gananciales
conyuge la mitad
como socio 1/2

Asc 1/2

conyge1/2

Bienes propios

Ascend. 1/2

conyuge 1/2

Ver ejemplos en los prácticos del link con el material de estudio.

Mejora. Mejora a los ascendientes y descendientes con discapacidad

Una importante innovación en el Código Civil y Comercial está dada por la incorporación de la mejora
que puede realizar el causante a favor de los descendientes o ascendientes con discapacidad.

Así regula el art. 2448 que:

Mejora a favor de heredero con discapacidad. El causante puede disponer, por el medio que estime
conveniente, incluso mediante un fideicomiso, además de la porción disponible, de un tercio de las
porciones legítimas para aplicarlas como mejora estricta a descendientes o ascendientes con
discapacidad. A estos efectos, se considera persona con discapacidad, a toda persona que padece una
alteración funcional permanente o prolongada, física o mental, que en relación a su edad y medio
social implica desventajas considerables para su integración familiar, social, educacional o laboral.

El fundamento de esta innovación esta dado por la necesidad de armonizar la normativa con los
tratados internacionales que protegen a las personas con discapacidad ratificados por nuestro país. La
mejora para el heredero con discapacidad responde al principio integral de asistencia y solidaridad entre

19
Sucesiones Efip II (Sil Lagos)
los miembros de una familia, pues permite al autor de la sucesión disponer de hasta un tercio de la
porción legítima para otorgarla como mejora .Así, si el heredero es descendiente, se aplica el 1/3 sobre
la legítima de 2/3; si es ascendiente, el 1/3 se aplica sobre la legítima de ½. Tal mejora puede ser
dispuesta por medio de fideicomiso, indivisión forzosa, legado de cosa cierta, alimentos, derechos de
uso, habitación o usufructo, etcétera.

Cálculo de la legítima. Fórmula. Donaciones

El art. 2445, en su segundo párrafo, prescribe que:

Dichas porciones se calculan sobre la suma del valor líquido de la herencia al tiempo de la muerte del
causante más el de los bienes donados computables para cada legitimario, a la época de la partición
según el estado del bien a la época de la donación. Para el cómputo de la porción de cada descendiente
se toman en cuenta las donaciones colacionables o reducibles, efectuadas a partir de los trescientos días
anteriores a su nacimiento o, en su caso, al nacimiento del ascendiente a quien representa y, para el del
cónyuge, las hechas después del matrimonio.

Como expresamos con anterioridad, la legítima se calcula teniendo en cuenta el valor de los bienes que
quedaron al momento de la muerte del testador, a lo que se restan las deudas. Al valor que resulte, se
adicionan las donaciones realizadas por el causante.

El caudal relicto está compuesto por los bienes y derechos que ha dejado el causante y que no se han
extinguido con su muerte. La valoración del activo debe referirse al momento de la muerte del testador,
a fin de determinar en ese instante las disposiciones que resultan inoficiosas y el complemento que
podrá reclamar el legitimario.

El pasivo estará integrado por las deudas del causante que no se extinguieron con su muerte. No
comprende las cargas de la sucesión, que son obligaciones que surgen luego del fallecimiento.

Al activo neto que resulte de restar las deudas al activo bruto, deben sumársele las donaciones hechas
en vida por el causante, tanto las efectuadas a favor de los legitimarios como a favor de terceros. Si
deducidas las deudas, no resulta activo líquido, la masa de cálculo será determinada por el valor de las
donaciones, y si afectaran la legítima, serán pasibles de reducción.

Una vez realizadas esas operaciones, se obtendrá un monto total sobre el que se aplicará el porcentaje
que establece la ley y, de esta manera, quedará conformada la legítima global; la porción que reste es
de libre disposición.

No deben computarse las donaciones efectuadas por el causante cuando ya hayan transcurrido diez
años desde la adquisición de la posesión. De tal manera, si el causante fallece luego de que hayan
pasado diez años desde que realizó la donación, el bien donado queda fuera de la reducción.

Respecto al momento que debe tenerse en cuenta para determinar el valor de lo donado, el Código Civil
y Comercial ha realizado una regulación más prolija. El Código Civil y Comercial establece que el
momento para determinar dicho valor es el de la partición, según el estado del bien a la época de la
donación. Esto implica que el estado del bien, sea físico o jurídico, quedó determinado por el momento
de la donación, siendo indiferentes los cambios que tuviere con posterioridad; por otra parte, el valor
económico quedará determinado en el momento particional.

20
Sucesiones Efip II (Sil Lagos)

 ACCIONES VINCULADAS A LA PROTECCIÓN DE LA LEGÍTIMA

La porción legítima a la que tienen derecho los legitimarios, según la clase a la que pertenecen, es
intangible; en consecuencia, tienen derecho a reclamarla íntegramente. Cada uno, de acuerdo con la
cuota de concurrencia, goza así de las acciones tendientes a obtener su legítima la cual es protegida con
diversos remedios, dentro de los cuales tenemos, entre otros: a) la opción conferida al heredero en el
supuesto de legados o donaciones de usufructo, uso o habitación o de renta vitalicia; b) la presunción de
gratuidad de determinadas transmisiones hechas por el causante a favor de sus legitimarios.

Dentro de las acciones, el Código Civil y Comercial distingue tres:

1. acción de entrega de la legítima;

2. acción de complemento;

3. acción de reducción.

 Acción de entrega de la legítima

Si bien la libertad de testar del causante no puede exceder la porción disponible en los casos en que
tenga legitimarios, podría ocurrir que instituyere herederos en su testamento, de modo universal y
con llamamiento potencial a toda la herencia, lo que excluiría al legitimario. Ante esto, la
normativa ha venido a tutelar los derechos de los legitimarios, confiriéndoles la acción de entrega de
la porción legítima.

En tal sentido, prescribe el art. 2450: “Acción de entrega de la legítima. El legitimario preterido
tiene acción para que se le entregue su porción legítima, a título de heredero de cuota. También la
tiene el legitimario cuando el difunto no deja bienes pero ha efectuado donaciones”.

Tal norma regula dos situaciones:

la del legitimario preterido cuando el causante no deja bienes (pero ha


efectuado donaciones)
En este supuesto el causante ha realizado un En este supuesto el legitimario pide
testamento en el que ha omitido a un íntegramente su porción legítima a los donatarios.
legitimario. Por ejemplo, el causante tiene dos
hijos y en el testamento deja todos sus bienes Desde otro costado, Pérez Lasala (2014, tomo
a uno de ellos. 2, pp. 342 y ss.) señala que podría distinguirse
la preterición errónea de la preterición
intencional.

La preterición obedece a ignorancia o error sobre En este supuesto la preterición se debe a una
la existencia del legitimario omitido intención deliberada de desconocer los
derechos que la ley le concede al legitimario.

De aceptarse tal distinción, los efectos son relevantes, pues en el primer caso, correspondería
la nulidad del testamento, ya que habría error.

Un aspecto novedoso en la regulación está dado porque tal posibilidad se confiere al


legitimario, pero a título de heredero de cuota. Esto ha generado un debate doctrinario, ya que por

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Sucesiones Efip II (Sil Lagos)
regla general los herederos de cuota no tienen vocación a toda la herencia, lo que desnaturaliza la
condición del legitimario preterido. Así, se expresa que la voluntad del testador de instituir un
heredero en omisión a un legitimario, avanzando sobre la porción legítima, no es óbice para modificar
la característica principal de su título, pues el llamamiento del legitimario sigue teniendo su base
en la ley (Córdoba, Ferrer y Natale, 2012, como se citan en Pitrau y Dangeli, 2014, p. 412). Por otra
parte, se cuestiona que pueda ejercerse esta acción cuando el causante no ha dejado bienes, pero
ha efectuado donaciones, ya que cuando la porción legítima se ve afectada por las donaciones, los
legitimarios pueden ejercer la acción de reducción.

En cuanto al ejercicio de la acción:

• Tramita ante el juez de la sucesión (fuero de atracción).


• Legitimado activo: legitimario preterido; legitimados pasivos: herederos, legatarios y
donatarios.

Carga de la prueba: el preterido debe probar que fue omitido en el testamento y que
es un heredero forzoso. Asimismo, es conveniente que manifieste en la demanda que no es
donatario del causante, pues de lo contrario podría suceder que lo donado cubriera su legítima y no
proceda la acción.

Prescribe a los cinco años.

Efectos: reintegro de la legítima. El legitimario preterido, al ejercer la acción no obtiene


la nulidad de la institución de heredero, sino que reduce el monto de los herederos instituidos en la
proporción necesaria para dejar a salvo su legítima.

 Acción de complemento

El art. 2451 regula la acción de complemento; así, establece que

“el legitimario a quien el testador le ha dejado, por cualquier título, menos de su porción
legítima, sólo puede pedir su complemento”.

Tal norma debe analizarse de manera armónica con los artículos que regulan la acción de reducción.
Ambas acciones se encuentran fuertemente relacionadas, pues la de complemento se dirige a
integrar la legítima, mientras que la de reducción tiene por fin reducir las liberalidades hasta el
límite en que se hubiese afectado la legítima. De esta manera, la consecución del complemento
aparece como el fin, y la reducción, como el medio para alcanzarlo. Respecto a las vías procesales,
generalmente se plantea como acción. Puede plantearse como excepción cuando el heredero
legitimario se opone a la entrega de los legados que afectan la legítima. El juez competente es el juez
del sucesorio.

 Acción de reducción.

Esta acción prevé el modo de lograr el complemento de la legítima mediante la reducción de las
disposiciones testamentarias contenidas en legados o, en su caso, de las donaciones hechas por el
causante en la medida que están sujetas a declaraciones de inoficiocidad.

La reducción sólo se ejerce hasta lograr el complemento de la legítima.

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Sucesiones Efip II (Sil Lagos)
El efecto principal de esta acción es resolver las liberalidades en la medida en que excedan los límites
de la porción disponible.

Caracteres:

1. Es patrimonial, pues persigue integrar la porción legítima;


2. Es transmisible;
3. Es renunciable a partir de la muerte del autor de la sucesión;
4. Es prescriptible: a los cinco años de la muerte del causante

Naturaleza jurídica: Para una parte de la doctrina, se trata de una acción real, pues persigue un fin
reivindicador (Aubry y Rau, como se cita en Pérez Lasala, 2014, p. 263). En cambio, otro sector
sostiene que es una acción personal, ya que hay una limitación respecto a los sujetos
demandables y por su plazo de prescripción.

Pérez Lasala (2014, tomo 2, p. 263) entiende que se trata de una acción personal, con la
particularidad de que produce efectos reales. Por último, una posición intermedia considera que se
trata de una acción personal que abre camino a una acción real contra los terceros que hubieren
adquirido el dominio del donatario (Maffia, 1986). Esta perspectiva postula que al vencer el heredero en
la acción personal, se abre una acción real para perseguir el bien en manos de quien se encuentre.

Todas las posturas coinciden en que la acción tiene efectos reipersecutorios a fin de recomponer la
porción legítima.

Orden en que debe operar la reducción:

En cuanto al orden de la reducción, primero se reducen las disposiciones testamentarias y luego


las donaciones. Esto es materia de orden público, por lo que no puede ser alterado por la
voluntad del testador.

Lo que se persigue con la acción de reducción es redistribuir las cuotas asignadas hasta cubrir
las legítimas de los afectados, en los casos en que el testador haya realizado una distribución que
resulte violatoria de las legítimas.

Con relación a la reducción de las disposiciones testamentarias, el art. 2452 postula que:

A fin de recibir o complementar su porción, el legitimario afectado puede pedir la reducción


de las instituciones de herederos de cuota y de los legados, en ese orden. Los legados se reducen
en el mismo orden establecido en el segundo párrafo del artículo 2358.

Por lo tanto, la acción de reducción puede ser ejercida contra los herederos instituidos por
testamento y contra los legatarios de cosa cierta.

De la norma se desprende que la reducción se realiza en el siguiente orden:

1. las instituciones de herederos de cuota;

2. los legados.

Pérez Lasala (2014, tomo 2, p. 289) sostiene que si bien el artículo sólo se refiere a los
herederos de cuota, también comprende a los herederos instituidos sin asignación de cuota. Afirma
que esto sucede cuando el testador instituye como herederos a legitimarios y no legitimarios. Por
ejemplo: el testador nombra herederos de todos sus bienes a su único hijo y a su hermano; el caudal

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Sucesiones Efip II (Sil Lagos)
relicto es de 10,000 pesos, dividido por partes iguales, es decir que le corresponde a cada uno 5,000
pesos; pero el hijo es legitimario y la legítima global es de 2/3, esto es: 6,666 pesos, por lo que
podrá reducir la parte de su tío en 1,666 pesos, a fin de conformar la legítima.

Dentro de los legados, la reducción se realiza conforme a lo establecido en el art. 2358. Allí se observa
el siguiente orden:

a) “los que tienen preferencia otorgada por el testamento;

b) los de cosa cierta y determinada;

c) Los demás legados”.

En cuanto a la reducción de las donaciones, expresa el art. 2453 que:

Si la reducción de las disposiciones testamentarias no es suficiente para que quede cubierta la


porción legítima, el heredero legitimario puede pedir la reducción de las donaciones hechas por el
causante. Se reduce primero la última donación, y luego las demás en orden inverso a sus
fechas, hasta salvar el derecho del reclamante. Las de igual fecha se reducen a prorrata.

Esta reducción opera de manera supletoria a la reducción de las disposiciones testamentarias. Se


reduce de la última donación a las de fechas anteriores; es decir, en orden inverso al que fueron
realizadas. Pero puede suceder que se trate de donaciones realizadas en la misma fecha; en ese caso,
la reducción es a prorrata.

El art. 1565 define a las donaciones inoficiosas: “Se considera inoficiosa la donación cuyo valor
excede la parte disponible del patrimonio del donante. A este respecto, se aplican los preceptos de
este Código sobre la porción legítima”.

El art. 2454 regula lo relativo a la reducción de las donaciones y distingue distintos supuestos:

 si la reducción es total, la donación queda resuelta;


 si es parcial, pueden presentarse dos situaciones:
 o el bien donado es divisible: se lo divide entre el legitimario y el donatario;
 o el bien donado es indivisible: se entrega al que tiene la porción mayor y se reconoce un
crédito a favor de la otra parte por el valor de su derecho.

En el tercer párrafo se recepta un cambio novedoso, pues el donatario podrá impedir la reducción
“entregando al legitimario la suma de dinero necesaria para completar el valor de su porción
legítima”.

De esta manera, se consagra la postura mayoritaria que consideraba que debía otorgarse al
donatario y subadquirente la facultad de evitar los efectos reipersecutorios de la acción, siempre
que se deje a salvo la legítima violentada.

Por otra parte, “el donatario es deudor desde la notificación de la demanda, de los frutos o, en caso
de formular la opción [de entregar el dinero para completar la legítima], de intereses”.

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Sucesiones Efip II (Sil Lagos)

Casos posibles según la persona del donatario:

Conforme a la regulación del código civil, parte de la doctrina consideraba que si el beneficiario era
un heredero forzoso, la única acción posible era la colación. Por el contrario, el Código Civil y
Comercial dispone que puede plantearse la acción de reducción.

De todo lo analizado, resulta necesario que nos refiramos a distintas situaciones:

1. donaciones efectuadas a terceros no legitimarios: las donaciones se imputan a la porción


disponible;

2. donaciones efectuadas a legitimarios que renunciaron a la herencia o fueron declarados


indignos: también aquí se imputan las donaciones a la porción disponible;

3. donaciones efectuadas a los legitimarios: se encuentra sujeto a reducción el exceso del valor
donado sobre la cuota hereditaria del legitimario donatario. Si la sucesión es intestada y la
donación es a favor de un legitimario, será reducida cuando su valor excediese la porción disponible
y la porción legítima del donatario.

Si la sucesión es intestada y la donación es a favor de un legitimario, será reducida cuando su


valor excediese la porción disponible y la porción legítima del donatario

Si, en cambio, la sucesión es intestada y la donación a favor de un tercero, la donación se reducirá


cuando su valor exceda la porción disponible.

Desde otro costado, resulta relevante analizar las soluciones previstas por el Código Civil y
Comercial en caso de perecimiento del bien donado.

El art. 2455 distingue los siguientes casos:

Si el bien donado perece por culpa del donatario, éste debe su valor. Si perece sin su culpa, el valor de
lo donado no se computa para el cálculo de la porción legítima. Si perece parcialmente por su culpa,
debe la diferencia de valor; y si perece parcialmente sin su culpa, se computa el valor subsistente.-

Es dable señalar que si procede la reducción, pero el donatario o sus sucesores hubieran constituido
derechos reales sobre los bienes donados, tales derechos se extinguen respecto al legitimario; es decir,
el bien retorna al legitimario libre de todo tipo de gravámenes.

Esto debe ser analizado en armonía con los arts. 2670 y 2671; en consecuencia, el efecto reipersecutorio
procede con relación a los inmuebles, atento a lo cual se extinguen los derechos reales. En cambio, si se
trata de muebles, sólo podrá ser ejercida la acción de reducción contra terceros adquirentes de
mala fe.

Por otra parte, en caso de insolvencia del donatario e imposibilidad de ejercer la acción
reipersecutoria a que se refiere el artículo 2458, la acción de reducción puede ser ejercida
contra los donatarios de fecha anterior.

 Acción reipersecutoria:

Establece el art. 2458:

“El legitimario puede perseguir contra terceros adquirentes los bienes registrables. El donatario
y el subadquirente demandado, en su caso, pueden desinteresar al legitimario satisfaciendo en
dinero el perjuicio a la cuota legítima”.

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Sucesiones Efip II (Sil Lagos)
En este artículo se mantiene la solución del Código de Vélez en cuanto a la procedencia de la
acción reipersecutoria contra los terceros adquirentes, los que quedan sujetos a la reducción de
las donaciones inoficiosas. La norma alcanza a los inmuebles y muebles registrables, por tanto,
quedan fuera de la regulación las cosas muebles a las que se aplica lo previsto para la apropiación.
Se estima que esta norma brinda una protección exagerada de la legítima, pues puede ejercerse contra
los terceros adquirentes a título oneroso y de buena fe, lo que resulta injusto. Con lo establecido en el
segundo párrafo, el Código se aparta de una de las características del efecto reipersecutorio que
implica la restitución en especie. Por otro costado, en cuanto a la reducción de las disposiciones
testamentarias y los terceros adquirentes, cabe señalar que si los herederos o legatarios hubiesen
enajenado a favor de terceros los bienes que recibieron, pero que afectan la legítima, no
procede la acción de reducción contra los terceros. Al legitimario le queda la posibilidad de accionar
por daños y perjuicios.

 Prescripción adquisitiva:

Por último, debemos referirnos a un aspecto novedoso regulado en el Código, esto es, un límite a la
procedencia de la acción de reducción.

En tal sentido, el art. 2459 expresa: “Prescripción adquisitiva. La acción de reducción no procede
contra el donatario ni contra el subadquirente que han poseído la cosa donada durante diez años
computados desde la adquisición de la posesión. Se aplica el artículo 1901”.

Como expresamos con anterioridad, en el fundamento del anteproyecto (Lorenzetti, R. L.,


Presidente de la Comisión Redactora del Código Civil y Comercial de la Nación, 2014 p. 805) se
manifiesta que con este artículo se limitan los alcances de los efectos reipersecutorios de la acción de
reducción, ya que permite al donatario poseedor oponer la excepción de prescripción adquisitiva.
Así, se pretende solucionar el problema que las donaciones tienen en el tráfico jurídico.

La posesión se produce cuando se efectúa la donación; si la realiza el causante y fallece luego de diez
años de realizada, esa donación no puede ser sujeta a reducción, porque no forma parte de la
masa que sirve de base para determinar la legítima.

Críticas:

Tal solución ha sido cuestionada por numerosos doctrinarios, ya que podría suceder que el plazo
se encuentre cumplido antes de producida la muerte del causante. De esta manera, el legitimario no
cuenta con acción alguna para proteger su legítima, ya que el plazo de prescripción corrió
completamente cuando el heredero no podía plantearla. Bajo la misma perspectiva, se cuestiona que
así se vulnera el principio jurídico de que la prescripción nace con la acción. Debe tenerse presente
que el cálculo de la legítima recién puede efectuarse luego de la muerte del causante, pues es en
ese momento cuando se forma la masa con los bienes que dejó el difunto, menos las deudas y
se suman las donaciones; recién allí el legitimario puede determinar si se ha vulnerado o no su
legítima. Si bien la norma otorga mayor seguridad jurídica al donatario, por otra parte, implica una
disminución importante sobre la integración de la masa legítima.

En cuanto al ejercicio de la acción:

Legitimación para demandar la reducción: se otorga en cabeza de los legitimarios y sus acreedores
(acción subrogatoria). La acción puede ser ejercida contra los herederos –forzosos o voluntarios–,
los legatarios y los donatarios. En algunos casos, también procede contra los adquirentes de donaciones
inoficiosas.

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Sucesiones Efip II (Sil Lagos)

1. La acción no puede ser ejercida antes de la muerte del causante, pues se trata de un derecho
que nace originariamente en los legitimarios con motivo de la muerte del causante.
2. Se puede renunciar a la acción de manera expresa o tácita.
3. La acción de reducción prescribe a los cinco años desde la muerte del autor de la
sucesión (aplica el art.2560, pues no hay disposición especial).

 Protección a la igualdad de los legitimarios.-

La colación es la imputación de las donaciones realizadas en vida por el causante al cónyuge y a


los descendientes llamados a la sucesión sobre la parte que al beneficiario de la donación (donatario) le
corresponde en la herencia. En virtud de aquella, se añaden en la masa hereditaria todos los valores
donados por el causante a dichos legitimarios, los que deben sumar el valor total constitutivo del
caudal relicto.

La colación es la computación en la masa partible del valor de las donaciones que el causante hubiese
hecho en vida a uno de sus descendientes o al cónyuge, y la imputación de ese valor en la hijuela
del donatario, tomando éste de menos y compensándose a los demás legitimarios (descendientes o
cónyuge) con más bienes hereditarios, con el objeto de igualar, mediante compensaciones
contables, las porciones hereditarias de todos ellos, salvo que el causante hubiese hecho dispensa de
colación en el instrumento de la donación o en el testamento. (Pérez Lasala, 2014, tomo 1, p. 783).

Finalidad: La colación pretende mantener dentro de lo posible la igualdad entre los legitimarios.

Fundamento: Parte de considerar que el silencio del autor de la sucesión respecto a las
donaciones que realizó a favor de sus descendientes o cónyuge implica interpretar que ha sido
efectuado como anticipo de herencia. El anticipo de herencia surge por donaciones hechas por
el causante en vida a determinados legitimarios.

SUBEJE TEMATICO 6: SUCESION TESTAMENTARIA

Sucesión testamentaria:

Lla sucesión mortis causa puede ser intestada o testamentaria, según la naturaleza de la fuente del
llamamiento, es decir, según que la sucesión provenga de la ley o de la voluntad del sujeto expresada en
un testamento.

Nuestro código de fondo recepta ambas categorías en el art. 2277; así, prescribe que: “La muerte real o
presunta de una persona causa la apertura de su sucesión y la transmisión de su herencia a las
personas llamadas a sucederle por el testamento o por la ley…”.

Mientras que en la sucesión intestada la vocación hereditaria resulta de los órdenes legales que crean
expectativas –actuales o eventuales– de adquisición de la herencia, en la sucesión testamentaria, el
testamento constituye la fuente de los llamamientos específicos; es decir, se valida así la voluntad del
titular del patrimonio para disponer de éste, para después de su muerte.

La sucesión testamentaria puede ser:

1. a título universal;
2. a título particular.

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Sucesiones Efip II (Sil Lagos)

 Testamento. Definición.

Art. 2462.- Testamento. Las personas humanas pueden disponer libremente de sus bienes para después
de su muerte, respetando las porciones legítimas establecidas en el Título X de este Libro, mediante testamento
otorgado con las solemnidades legales; ese acto también puede incluir disposiciones extrapatrimoniales.

Testamento. Las personas humanas pueden disponer libremente de sus bienes para después de su muerte,
respetando las porciones legítimas establecidas en el Título X de este Libro, mediante testamento
otorgado con las solemnidades legales; ese acto también puede incluir disposiciones extrapatrimoniales.

De la norma, podemos señalar los siguientes aspectos:

a) Se recepta expresamente la limitación del testador a la facultad de disponer de sus bienes en el


supuesto de que tuviese legitimarios, pues puede disponer de la porción disponible y debe
respetar las legítimas.
b) Tal aclaración ha sido cuestionada por parte de la doctrina que señala que el testamento sigue
siendo válido aun cuando no se hubiesen respetado las legítimas; en ese caso, los legitimarios
podrán ejercer la acción de reducción una vez acaecida la muerte del testador.
c) Se admite que el testamento pueda contener disposiciones extrapatrimoniales.

En cuanto a la naturaleza jurídica: El testamento implica: Un acto jurídico, pues se trata de un acto
voluntario lícito que tiene por fin inmediato la adquisición, modificación o extinción de relaciones o
situaciones jurídica y, por lo tanto, le son aplicables las normas que regulan tales actos. De ello se
desprende su carácter unilateral, dispositivo, revocable, etcétera. Un documento: esto hace referencia a
su carácter escrito y solemne.

Caracteres del testamento:

1. Es un acto escrito: Se exige que la voluntad del causante conste en un acto escrito. Se busca, de esa
forma, establecer la certeza de la expresión del testador y eliminar las incertidumbres que surgirían,
inevitablemente, si se admitiera la prueba de testigos o las presunciones. Se excluye la posibilidad del
testamento hecho a viva voz u oral.

2. Es unilateral: Pues es la manifestación de una sola voluntad. Se perfecciona con la sola declaración de
voluntad del testador. Este carácter cobra importancia en el régimen de las nulidades.

3. Es un acto de última voluntad: El testamento cobra efectos jurídicos luego de la muerte del testador.

4. Es solemne: Ya que la voluntad del testador no consigue el efecto jurídico al cual tiende si no se
manifiesta mediante las formalidades impuestas por la ley, conforme a cada uno de los tipos de
testamento. El no acatamiento de las solemnidades legales, provoca la nulidad del acto.

5. Es revocable: Pues la posibilidad de revocación vale hasta el acaecimiento de la muerte del testador.
Esta facultad es irrenunciable e irrestringible. El testamento no confiere a los instituidos ningún derecho
actual; por eso se llama acto de última voluntad: porque es la última voluntad expresada con las
formalidades de la ley la que prevalece. Tal carácter surge del art. 25119.

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Sucesiones Efip II (Sil Lagos)

6. Es personalísimo: La voluntad debe ser expresada personalmente por el testador y no por otra
persona, no puede delegarla ni dar poder a otro para testar.

7. Es individual: Puesto que las disposiciones testamentarias no pueden dejarse al arbitrio de un


tercero, ha de ser otorgado por una sola persona. No puede ser hecho en el mismo acto por dos o más
personas, sea a favor de un tercero, sea a título de disposición recíproca y mutua.

8. Es autosuficiente: En consecuencia, las disposiciones testamentarias deben bastarse a sí mismas y la


prueba del cumplimiento de solemnidades debe surgir del mismo testamento.

9. Es formalmente indivisible. Por último, resultan aplicables a los testamentos las reglas establecidas
para los actos jurídicos, en tanto no sean alteradas por las disposiciones de este título. Esta remisión
presenta la ventaja de que será aplicable al testamento lo relativo a los principios generales sobre
validez del acto jurídico.

 Capacidad para testar.

El Código Civil y Comercial no contiene una norma específica que establezca el principio general
de capacidad para testar; ello surge de los principios que inspiran el acto jurídico. En materia
testamentaria, la aptitud para testar se encuentra unida al ejercicio del derecho, pues no es posible
testar por medio de representante que supla la incapacidad Según el art. 2464, pueden testar las
personas mayores de edad al tiempo del acto. En consecuencia, no pueden hacerlo los menores de 18
años de uno y otro sexo.

La capacidad para testar se cuenta desde el mismo día en que se cumplen los 18 años

Art. 2464.- Edad para testar. Pueden testar las personas mayores de edad al tiempo del acto.

Momento en que debe existir la capacidad: Para calificar la habilidad para testar, se atiende al tiempo
en que se otorga el testamento, independientemente de que se carezca de ella al tiempo de la muerte.
Como se observa, poco interesa que la persona pierda su habilidad para testar luego de haber testado,
puesto que se considera que persistió en su voluntad mientras tuvo aptitud, quedando privada de la
posibilidad de modificarlo cuando sobrevino la incapacidad.

Ley que rige la capacidad: El Código Civil y Comercial en el art. 2647 (norma de derecho internacional
privado) afirma que “…la capacidad para otorgar testamento y revocarlo se rige por el derecho del
domicilio del testador al tiempo de la realización del acto”. De tal norma se desprende que: la ley del
domicilio del testador al tiempo de hacer su testamento es la que decide de su capacidad o incapacidad
para testar; la capacidad para testar debe existir al momento de confeccionar el testamento.

Supuestos de incapacidad: El Código ha establecido incapacidades generales, que se aplican a toda clase
de testamento. Por ejemplo, la falta de edad. Junto a tales incapacidades, ha previsto incapacidades
específicas que afectan a determinadas personas para testar usando determinadas formas
testamentarias. Por ejemplo, quien no sabe leer ni escribir no puede testar por la forma ológrafa.

Capacidad testamentaria de los emancipados: La celebración del matrimonio antes de los dieciocho
años emancipa a la persona menor de edad, la que goza de plena capacidad de ejercicio, salvo las
limitaciones determinadas por el Código. La única emancipación prevista es la de matrimonio, pues ha
quedado derogada la emancipación por habilitación de edad.

Personas privadas de razón art. 2467 expresa que: Es nulo el testamento o, en su caso, la disposición
testamentaria: …c) por haber sido otorgado por persona privada de la razón en el momento de testar.

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Sucesiones Efip II (Sil Lagos)
La falta de razón debe ser demostrada por quien impugna el acto; d) por haber sido otorgado por
persona judicialmente declarada incapaz. Sin embargo, ésta puede otorgar testamento en intervalos
lúcidos que sean suficientemente ciertos como para asegurar que la enfermedad ha cesado por
entonces.

Personas limitadas en sus facultades de expresión: Afirma el art. 2467, en su inc. e), que es: Es nulo el
testamento o, en su caso, la disposición testamentaria: …e) por ser el testador una persona que padece
limitaciones en su aptitud para comunicarse en forma oral y, además, no saber leer ni escribir, excepto
que lo haga por escritura pública, con la participación de un intérprete en el acto-

En el Código Civil, los sordomudos que no sabían leer y escribir eran incapaces absolutos de hecho y, por
lo tanto, no podían testar. El Código Civil y Comercial suprimió el término sordomudez y se refiere a las
personas que tienen limitaciones para comunicarse en forma oral y que no saben escribir ni leer.

El art. 2467 permite a las personas que se encuentran en tal situación testar por escritura pública y con
la intervención de un intérprete, siempre que comprendan el contenido del acto. Esto responde a los
principios receptados por el Código en materia de capacidad.

 Inhabilidad para suceder por testamento

Art.2482.- Personas que no pueden suceder. No pueden suceder por testamento:

a. los tutores y curadores a sus pupilos, si éstos mueren durante la tutela o curatela o antes de
ser aprobadas las cuentas definitivas de la administración;

b. el escribano y los testigos ante quienes se haya otorgado el testamento, por el acto en el cual
han intervenido;

c. los ministros de cualquier culto y los líderes o conductores espirituales que hayan asistido al
causante en su última enfermedad.

Art.2483.- Sanción. Las disposiciones testamentarias a favor de personas que no pueden


suceder por testamento son de ningún valor, aun cuando se hagan a nombre de personas interpuestas.
Se reputan tales, sin admitir prueba en contrario, los ascendientes, los descendientes, y el cónyuge o
conviviente de la persona impedida de suceder.

El fraude a la ley puede ser probado por cualquier medio.

Los inhábiles para suceder por testamento que se encuentran en posesión de los bienes
dejados por el testador son considerados de mala fe.

 Formas de testar.

El testamento es un acto que requiere necesariamente, para su validez, la observancia de las


disposiciones de forma impuestas por la ley. Las formalidades exigidas ad solemnitatem no impiden que
se admita que el testador elija entre las distintas formas de testar.

El principio de solemnidad implica que un acto produce los efectos cuando es realizado cumpliendo las
formalidades impuestas por la ley. Es conveniente, entonces, distinguir entre las formalidades o

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Sucesiones Efip II (Sil Lagos)
solemnidades que son requisitos exigidos para la validez del acto, de las formas o maneras de testar
autorizadas por la ley.

Art. 2472.- Ley que rige la forma. La ley vigente al tiempo de testar rige la forma del testamento.

Art. 2473.- Requisitos formales. El testamento puede otorgarse sólo en alguna de las formas previstas en este
Código. Las formalidades determinadas por la ley para una clase de testamento no pueden extenderse a las de otra
especie.

La observancia de las solemnidades impuestas debe resultar del mismo testamento, sin que se pueda suplir por
prueba alguna.

Art. 2474.- Sanción por inobservancia de las formas. La inobservancia de las formas requeridas para otorgar el
testamento causa su nulidad total; pero, satisfechas las formas legales, la nulidad de una o de varias cláusulas no
perjudica las restantes partes del acto.

El empleo de formalidades sobreabundantes no vicia el testamento.

Art. 2475.- Confirmación del testamento nulo por inobservancia de las formalidades. El testador sólo puede
confirmar las disposiciones de un testamento nulo por inobservancia de las formalidades reproduciéndolas en otro
testamento otorgado con los requisitos formales pertinentes.

Art. 2476.- Firma. Cuando en los testamentos se requiera la firma, debe escribírsela tal como el autor de ella
acostumbra firmar los instrumentos públicos o privados. Los errores de ortografía o la omisión de letras no vician
necesariamente la firma, quedando su validez librada a la apreciación judicial.

Formas de testar. Ventajas e inconvenientes de cada una

Como adelantáramos en el punto anterior, el Código Civil y Comercial regula las siguientes formas de
otorgar testamento:

a) ológrafo;
b) por acto público.

Se suprimió la forma testamentaria llamada “testamento cerrado” por carecer de uso en la práctica y
por la complejidad de sus requisitos

 Testamento ológrafo

Art. 2477.- Requisitos. El testamento ológrafo debe ser íntegramente escrito con los caracteres
propios del idioma en que es otorgado, fechado y firmado por la mano misma del testador.

La falta de alguna de estas formalidades invalida el acto, excepto que contenga enunciaciones o
elementos materiales que permitan establecer la fecha de una manera cierta.

La firma debe estar después de las disposiciones, y la fecha puede ponerse antes de la firma o
después de ella.

El error del testador sobre la fecha no perjudica la validez del acto, pero el testamento no es
válido si aquél le puso voluntariamente una fecha falsa para violar una disposición de orden público.

Los agregados escritos por mano extraña invalidan el testamento, sólo si han sido hechos por
orden o con consentimiento del testador.

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Sucesiones Efip II (Sil Lagos)
Art.2478.- Discontinuidad. No es indispensable redactar el testamento ológrafo de una sola vez
ni en la misma fecha. El testador puede consignar sus disposiciones en épocas diferentes, sea
fechándolas y firmándolas por separado, o poniendo a todas ellas la fecha y la firma el día en que
termine el testamento.

Protocolización: El testamento ológrafo debe presentarse, en la forma en que se encuentre, al


juez competente. Si estuviese cerrado, el juez convoca a una audiencia para realizar la apertura y
procederá para que los testigos reconozcan la letra y firma del testador. Si el testamento se presenta
abierto ante el juez, la audiencia tiene por finalidad el reconocimiento de la escritura y firma del
testador. Si resulta que se valida la identidad, es decir, que los testigos confirman autenticidad, el juez
rubricará el principio y fin de cada página y mandará a que se entregue con todas las diligencias hechas
al escribano. El Código vigente no contiene norma que regule la protocolización; esta es regulada por los
Códigos procesales. La protocolización se realiza extendiendo una escritura pública suscripta por el juez,
que contiene el testamento y las actuaciones judiciales realizadas. De esta manera, se convierte en
público el instrumento privado.

 Testamento por acto público

Art. 2479.- Requisitos. El testamento por acto público se otorga mediante escritura pública,
ante el escribano autorizante y dos testigos hábiles, cuyo nombre y domicilio se deben consignar en la
escritura.

El testador puede dar al escribano sus disposiciones ya escritas o sólo darle por escrito o
verbalmente las que el testamento debe contener para que las redacte en la forma ordinaria. En ningún
caso las instrucciones escritas pueden ser invocadas contra el contenido de la escritura pública.

Concluida la redacción del testamento, se procede a su lectura y firma por los testigos y el
testador. Los testigos deben asistir desde el comienzo hasta el fin del acto sin interrupción, lo que debe
hacer constar el escribano.

A esta clase de testamento se aplican las disposiciones de los artículos 299 y siguientes.

Art. 2480.- Firma a ruego. Si el testador no sabe firmar, o no puede hacerlo, puede hacerlo por
él otra persona o alguno de los testigos. En este caso los dos testigos deben saber firmar. Si el testador
sabe firmar y manifiesta lo contrario, el testamento no es válido. Si sabiendo firmar, no puede hacerlo,
el escribano debe explicitar la causa por la cual no puede firmar el testador.

Art. 2481.- Testigos. Pueden ser testigos de los testamentos las personas capaces al tiempo de
otorgarse el acto.

No pueden serlo, además de los enunciados en el artículo 295, los ascendientes, los
descendientes, el cónyuge ni el conviviente del testador, ni los albaceas, tutores o curadores designados
en el testamento, ni los beneficiarios de alguna de sus disposiciones.

El testamento en que interviene un testigo incapaz o inhábil al efecto no es válido si, excluido
éste, no quedan otros en número suficiente.

 Especialidades del testamento por acto público:

Este testamento admite dos especialidades:

1) testamento en idioma extranjero;

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Sucesiones Efip II (Sil Lagos)

2) testamento consular.

1) Testamento en idioma extranjero:

El Código Civil y Comercial no lo regula en forma independiente, sino que se remite a la aplicación de las
disposiciones que regulan las escrituras públicas. Si el testador no conoce nuestro idioma, deberá
realizarse una minuta firmada, traducida por traductor o, si no lo hay, por intérprete aceptado por el
escribano. La escritura y la minuta deben protocolizarse.

2) Testamento consular:

Establece el art. 2646:

Es válido el testamento escrito hecho en país extranjero por un argentino o por un extranjero
domiciliado en el Estado, ante un ministro plenipotenciario del Gobierno de la República, un
encargado de negocios o un Cónsul y dos testigos domiciliados en el lugar donde se otorgue el
testamento, teniendo el instrumento la autenticación de la legación o consulado.

Es el testamento otorgado por un argentino o extranjero domiciliado en nuestro país que, por cualquier
circunstancia, se encuentra en el extranjero, el que se realiza ante el cónsul argentino o,
subsidiariamente, ante ministro plenipotenciario o encargado de negocios y con presencia de dos
testigos. Los testigos –cualquiera sea su nacionalidad– deben tener domicilio en el lugar en el que se
otorga el testamento. Se regula en número de dos testigos, igual que para el testamento por acto
público otorgado en nuestro país.

Formalidades:

a) autenticación de la legación o consulado;


b) rúbrica: debe ser rubricado en cada página por el cónsul o jefe de legación;
c) visto bueno: el testamento hecho ante un ministro plenipotenciario, un encargado de negocios
o un Cónsul, en el que no hubiese intervenido el jefe de legación, deberá ser llevado ante éste
para que dé el visto bueno, el que será colocado al pie del testamento si es abierto y sobre la
carátula si es cerrado;
d) rubricación y visto bueno de cónsul extranjero de una nación amiga: esto procede cuando no
hay cónsul ni jefe de legación argentino en el país extranjero (esto es criticado por la doctrina);
e) remisión de copia del testamento: debe realizarla el cónsul al Ministerio de Relaciones
Exteriores. Éste la remite al juez civil del último domicilio del testador, que ordenará su
protocolización ante algún escribano del lugar. Si no se conociere el domicilio, se remite a juez
civil de la Capital Federal, quien ordena la protocolización a un escribano de tal jurisdicción.

 El heredero universal instituido

La institución de herederos es la disposición de última voluntad hecha por el testador en el


testamento por la que designa a las personas que han de sucederle a titulo universal en sus relaciones
jurídicas transmisibles.

De acuerdo al CCyCN la institución de herederos solo se puede hacer por testamento del cual
tiene que surgir sin ningún tipo de dudas la identidad de la persona instituida ( 2484).

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Sucesiones Efip II (Sil Lagos)

Art. 2484.- Principio general. La institución de herederos y legatarios sólo puede ser hecha en
el testamento y no debe dejar dudas sobre la identidad de la persona instituida.

 Heredero Universal

Los herederos instituidos sin asignación de partes suceden al causante por partes iguales y
tienen vocación a todos los bienes de la herencia a los que el testador no haya dado un destino
diferente.

Art. 2486 Herederos universales. Los herederos instituidos sin asignación de partes suceden
al causante por partes iguales y tienen vocación a todos los bienes de la herencia a los que el testador
no haya dado un destino diferente.

Si el testamento instituye uno o varios herederos con asignación de partes y otro u otros sin
ella, a éstos corresponde el remanente de bienes después de haber sido satisfechas las porciones
atribuidas por el testador. Si éstas absorben toda la herencia, se reducen proporcionalmente, de
manera que cada heredero sin parte designada reciba tanto como el heredero instituido en la fracción
menor.

Art 2487.- Casos de institución de herederos universales. La institución de herederos


universales no requiere el empleo de términos sacramentales. La constituyen especialmente:

a) la atribución de la universalidad de los bienes de la herencia, aunque se limite a la nuda


propiedad;

b) el legado de lo que reste después de cumplidos los demás legados;

c) los legados que absorben la totalidad de los bienes, si el testador confiere a los legatarios
el derecho de acrecer.

El heredero instituido en uno o más bienes determinados es legatario.

 Heredero Cuota Instituido

Art- 2488.- Herederos de cuota. Los herederos instituidos en una fracción de la herencia no tienen
vocación a todos los bienes de ésta, excepto que deba entenderse que el testador ha querido
conferirles ese llamado para el supuesto de que no puedan cumplirse, por cualquier causa, las demás
disposiciones testamentarias.

Si la adición de las fracciones consignadas en el testamento excede la unidad, se reducen


proporcionalmente hasta ese límite. Si la suma de las fracciones no cubre todo el patrimonio, el
remanente de los bienes corresponde a los herederos legítimos y, a falta de ellos, a los herederos
instituidos en proporción a sus cuotas.

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Sucesiones Efip II (Sil Lagos)

 Legatario

Los sujetos beneficiados por los legados se llaman “legatarios”. Son sucesores singulares que tienen su
llamamiento de un testamento.

El legatario no responde por las deudas del causante, y la posesión que recibe es la material ante la
entrega del objeto que efectúa el heredero.

El legatario debe ser designado con la precisión suficiente que no deje dudas sobre su calidad de
beneficiario.

En resumen. El legatario es el que sucede a título particular, no responde por el pasivo de la herencia.
Adquiere los bienes que le son específicamente atribuidos.

La institución de herederos y legatarios está condicionada a la observancia de los siguientes requisitos:

1. empleo de la forma testamentaria: la institución de herederos y legatarios puede ser hecha


sólo por testamento; por lo tanto, el testador no puede expresar su voluntad refiriéndose a
elementos extrínsecos al testamento;
2. designación por el testador: pues éste debe nombrar por sí mismo al heredero o legatario,
atento al carácter personalísimo del testamento; si estipula que otra persona lo nombrará por
encargo suyo, la institución no vale.
3. determinación inequívoca del instituido: el heredero o legatario debe ser designado de manera
tal que no quede duda alguna sobre la persona instituida. No es necesario que el instituido sea
determinado con nombre y apellido, sino que lo que se requiere es que se suministren los
elementos necesarios para individualizarlo de manera precisa.

Fundamento:

Mediante la institución de herederos y legatarios, se permite al testador manifestar su voluntad


respecto a la disposición de sus bienes.

En cuanto al contenido del legado, pueden ser legadas todas las cosas y derechos que estén en el
comercio y que reúnan las siguientes condiciones:

o sean propiedad del testador;


o sean determinadas o determinables;
o no afecten la legítima.

Definición. Si bien no resulta tarea sencilla definir al legado atento a lo variado de su contenido,
podemos tomar la definición de Borda (1994) quien lo conceptualiza como una “liberalidad hecha en un
testamento, por la que se transmiten al beneficiario derechos o excepciones de carácter patrimonial,
sobre objetos particulares” . Generalmente, se produce la transmisión de derechos (propiedad,
usufructo, créditos);El legado puede consistir en un acto de atribución patrimonial (legado de cosa
cierta) o no constituir una atribución patrimonial (legado de liberación de deuda), pues el legatario no
obtiene adquisición alguna.

Atento al carácter personalísimo e individual del testamento, el legado no puede dejarse al arbitrio de
un tercero ni de un heredero. El testador no puede delegar la designación de sus sucesores a otra
persona.

Caracteres:

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Sucesiones Efip II (Sil Lagos)

a) Es una disposición realizada por causa de muerte y que requiere, por tratarse de un acto de última
voluntad, la forma testamentaria.

b) Es una disposición a título gratuito; sin embargo, no en todos los casos hay verdadera liberalidad; por
ejemplo, no la hay en los legados remuneratorios ni en el caso en que los cargos impuestos al legado
insuman su valor.

c) Grava a la masa hereditaria: el legado pesa sobre los herederos, es decir, sobre la masa hereditaria;
en consecuencia, si los gravados no son todos los herederos, sino algunos de ellos, no estamos en
presencia de un legado, sino de un cargo.

Sujetos del legado:

Sobre quién pesa el legado:

El cumplimiento del legado pesa sobre los herederos; es decir, sobre la masa hereditaria. Prescribe el
art. 2467 que “el heredero queda obligado por las deudas y legados de la sucesión sólo hasta la
concurrencia del valor de los bienes hereditarios recibidos. En caso de pluralidad de herederos, éstos
responden con la masa hereditaria indivisa”. Es decir que la obligación de pagar los legados pesa sobre
todos los herederos, en proporción a la parte de cada uno de ellos.

o Sujeto beneficiado:

Los sujetos beneficiados por los legados se llaman “legatarios”. Son sucesores singulares que tienen su
llamamiento de un testamento. El legatario no responde por las deudas del causante, y la posesión que
recibe es la material ante la entrega del objeto que efectúa el heredero. El legatario debe ser designado
con la precisión suficiente que no deje dudas sobre su calidad de beneficiario.

Normas aplicables:

Postula el art. 2494 que “el heredero está obligado a cumplir los legados hechos por el testador
conforme a lo dispuesto en este Código sobre las obligaciones en general, excepto disposición expresa
en contrario de este Capítulo”. Los legatarios tienen derecho al legado desde la muerte del testador.

El heredero debe cumplir con el legado; si no lo hiciera, el legatario podrá emplear los medios legales
para obtener su legado y reclamar las indemnizaciones que resulten ante el incumplimiento.

Adquisición del legado :El derecho al legado se adquiere a partir de la muerte del testador o desde el
cumplimiento de la condición. A su vez, la adquisición de la titularidad sobre la cosa legada se produce
de pleno derecho a la muerte del testador. Sin embargo, el legatario pedirá a los herederos, al albacea o
al curador de la herencia que se le entregue el objeto legado. En el caso en que el legado estuviera
sujeto a una condición suspensiva, se adquirirá a partir del cumplimiento de la condición. Si se tratara de
bienes muebles registrables ej., un automóvil) el registro es constitutivo, por lo tanto, el legatario
adquirirá el dominio a partir de la inscripción .Si se trata de un legado de bienes determinados, el
legatario es propietario desde la muerte del causante y podrá ejercer todas las acciones de las que éste
era titular.

Aceptación del legado:

El legatario debe aceptar el legado. Los caracteres de la aceptación son:

1. no hay presunción de aceptación;


2. puede ser expresa o tácita;

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3. es indivisible;
4. es pura: no puede estar sujeta a condición ni término.

Puede ser realizada por el legatario y sus sucesores universales. Se prevé que puedan efectuarla los
acreedores de aquel, aun cuando haya repudiado el legado.

 Sustitución de herederos y legatarios.

El art. 2491 del Código Civil y Comercial establece:

Sustitución. La facultad de instituir herederos o legatarios no importa el derecho de imponer un


sucesor a los instituidos. La disposición que viola esta prohibición no afecta la validez de la institución,
y tiene eficacia si puede valer en alguno de los dos casos del párrafo siguiente. El testador puede
subrogar al instituido para el supuesto de que éste no quiera o no pueda aceptar la herencia o el
legado. La sustitución establecida para uno de esos casos vale para el otro.

Formas autorizadas: Sustitución vulgar

Hay sustitución de herederos cuando el testador instituye otro heredero para el caso de que el
designado en primer término:

1. no quiera recibir la herencia: el instituido repudia la herencia o cuando renuncia al legado;


2. no pueda recibir la herencia: esto sucede cuando el primer instituido muere antes que el
causante; cuando ha sido declarada su muerte presunta; en el caso de conmoriencia con el
causante, indignidad, entre otras.

Es decir, la sustitución de herederos procede cuando dos o más personas son llamadas por el testador
como herederos o legatarios de manera sucesiva. En la sucesión testamentaria, el testador establece el
orden, y aunque llame a varias personas, puede determinar un orden para todas o para algunas. Así
puede suceder que a un heredero le nombre un sustituto; por ejemplo: instituye heredero a Juan y
nombra como sustituto a Pedro. También puede nombrar varios sustitutos para un heredero, de
manera conjunta o sucesiva, o nombrar un sustituto para varios herederos o varios sustitutos para
varios herederos o varios herederos sustitutos entre sí.

El Código Civil y Comercial contempla la posibilidad de instituir herederos o legatarios y aclara que esto
no significa imponerle un sucesor al instituido en primer término. Por otra parte, aclara que de
producirse esta última posibilidad, no se afectará la validez de la institución si se dan las siguientes
condiciones:

o que subrogue al instituido frente al supuesto de que éste no quiera o no pueda aceptar la
herencia o legado;
o que la sustitución establecida para uno de esos casos valga para el otro.

En cuanto a sus efectos, cuando el sustituto queda convertido en heredero, desplaza a los intestados y
excluye, en principio, el derecho de acrecer.

El heredero instituido en primer término mantendrá todos sus derechos, y al momento de su muerte, su
sucesión se regirá por el orden legítimo o por su propio testamento, con total independencia de lo
dispuesto en el testamento que lo instituyó a él. Por su parte, el heredero o legatario sustituto queda

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Sucesiones Efip II (Sil Lagos)
sujeto a las mismas cargas y condiciones que el testador le había impuesto al sustituido, salvo que el
causante haya querido limitarlas respecto del que ha sido llamado en primer término.

Lo dispuesto en materia de sustitución hereditaria resulta de aplicación a los legados.

Objeto de los legados

Legado de cosa cierta, de cosa ajena, de cosa ganancial, de un bien en condominio, de cosa gravada, de
cosa inmueble, con cargo, de género, de dar sumas de dinero, de prestaciones periódicas: alimentos,
alternativos, de créditos, de liberación de deuda, de reconocimiento de deuda

Regla general:

El Código establece que pueden legarse todos los bienes que estén en el comercio, aun los de
existencia futura. Dispone el art. 2497: “Bienes que pueden ser legados. Pueden ser legados todos los
bienes que están en el comercio, aun los que no existen todavía pero que existirán después”.

El término bienes comprende las cosas y los derechos. Alcanza a los objetos de contenido patrimonial
cuya enajenación no se encuentra prohibida o dependiente de autorización pública. Conforme a ello, no
podrán ser objeto de legados: la jubilación, el bien de familia, entre otros. El objeto legado debe ser
designado por el testador, pues –como lo establece el art. 2495–, no puede dejarse aquel al arbitrio de
un tercero. La cosa legada debe pertenecer al testador, si se trata de un legado de cosa cierta y
determinada.

Legados: Clases

Legado de cosa cierta y determinada (2498)

El legatario que a sido favorecido con una cosa cierta y determinada puede reivindicarla para si,
pidiendo su entrega al heredero, al administrados o albacea, por más que la misma cosa se encuentre
en poder del legatario. Los gastos de entrega del legado tienen que ser solventados por la sucesión.

Legado de cosa gravada (2500)

El heredero no está obligado a liberar la cosa legada de las cargas que soporta. El legatario responde por
las obligaciones a cuya satisfacción está afectada la cosa legada, hasta la concurrencia del valor de ésta.

Legado de inmueble (2501)

El legado de un inmueble comprende las mejoras existentes, cualquiera que sea la época en que hayan
sido realizadas.

Los terrenos adquiridos por el testador después de testar, que constituyen una ampliación del fundo
legado, se deben al legatario siempre que no sean susceptibles de explotación independiente.

Legado de género (2502)

El legado cuyo objeto está determinado genéricamente es válido aunque no exista cosa alguna de ese
género en el patrimonio del testador. Si la elección ha sido conferida expresamente al heredero o al
legatario, éstos pueden optar, respectivamente, por la cosa de peor o de mejor calidad. Si hay una sola
cosa en el patrimonio del testador, con ella debe cumplirse el legado.

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Sucesiones Efip II (Sil Lagos)

Legado con determinación del lugar (2504)

El legado de cosas que deben encontrarse en determinado lugar se cumple entregando la cantidad allí
existente a la muerte del testador, aunque sea menor que la designada. Si es mayor, entregando la
cantidad designada. Si no se encuentra cosa alguna, nada se debe. Si las cosas legadas han sido
removidas temporariamente del lugar habitual de ubicación aludido en el testamento, el legado
comprende las que subsistan en el patrimonio del testador hasta la concurrencia de la cantidad indicada
por éste.

Legado de crédito (2505)

El legado de un crédito o la liberación de una deuda comprenden la parte del crédito o de la deuda que
subsiste a la muerte del testador y los intereses desde entonces. El heredero debe entregar al legatario
las constancias de la obligación que el testador tenía en su poder. La liberación de deuda no comprende
las obligaciones contraídas por el legatario con posterioridad a la fecha del testamento

Legado al acreedor (2506).

Lo que el testador legue a su acreedor no se imputa al pago de la deuda, excepto disposición expresa en
contrario. El reconocimiento de una deuda hecho en el testamento se considera un legado, excepto
prueba en contrario. Si el testador manda pagar lo que erróneamente cree deber, la disposición se tiene
por no escrita. Si manda pagar más de lo que debe, el exceso no se considera legado.

Legado de cosa ajena (2507)

El legado de cosa ajena no es válido, pero se convalida con la posterior adquisición de ella por el
testador. El legado de cosa ajena es válido si el testador impone al heredero la obligación de adquirirla
para transmitirla al legatario o a pagar a éste su justo precio si no puede obtenerla en condiciones
equitativas. Si la cosa legada ha sido adquirida por el legatario antes de la apertura de la sucesión, se le
debe su precio equitativo. El legado queda sin efecto si la adquisición es gratuita.

Legado de un bien en condominio (2508)

El legado de un bien cuya propiedad es común a varias personas transmite los derechos que
corresponden al testador al tiempo de su muerte. El legado de un bien comprendido en una masa
patrimonial común a varias personas es válido si el bien resulta adjudicado al testador antes de su
muerte; en caso contrario, vale como legado de cantidad por el valor que tenía el bien al momento de la
muerte del testador.

Legado de alimentos (2509)

El legado de alimentos comprende la instrucción adecuada a la condición y aptitudes del legatario, el


sustento, vestido, vivienda y asistencia en las enfermedades hasta que alcance la mayoría de edad o
recupere la capacidad. Si alcanzada la mayoría de edad por el legatario persiste su falta de aptitud para
procurarse los alimentos, se extiende hasta que se encuentre en condiciones de hacerlo. El legado de
alimentos a una persona capaz vale como legado de prestaciones periódicas en la medida dispuesta por
el testador.

Legado de pago periódico (2510)

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Sucesiones Efip II (Sil Lagos)
Cuando el legado es de cumplimiento periódico, se entiende que existen tantos legados cuantas
prestaciones se deban cumplir. A partir de la muerte del testador se debe cada cuota íntegramente, con
tal de que haya comenzado a transcurrir el período correspondiente, aun si el legatario fallece durante
su transcurso.

 Prelación de pago (2358)

Este es el orden en que se pagan los legados

a) legados que tienen preferencia otorgada por el testamento;

b) legados de cosa cierta y determinada;

c) los demás legados.

Si hay varios de la misma categoría, se pagan a prorrata (en caso de que no alcancen los bienes)

 Derecho de acrecer

El derecho de acrecer es el que tienen los herederos y los legatarios de aprovechar los que sus
coherederos o colegatarios no quisieron tomar.

Cuando el testador instituye a varios herederos en una misma cuota, o atribuye un bien conjuntamente
a varios legatarios, cada beneficiario aprovecha proporcionalmente de la parte perteneciente al
heredero o legatario cuyo derecho se frustra o caduca.

Los favorecidos por el acrecimiento quedan sujetos a las obligaciones y cargas que pesaban sobre la
parte acrecida, excepto que sean de carácter personal. El derecho de acrecer se transmite a los
herederos.

ARTICULO 2489.- Derecho de acrecer. Cuando el testador instituye a varios herederos en una misma
cuota, o atribuye un bien conjuntamente a varios legatarios, cada beneficiario aprovecha
proporcionalmente de la parte perteneciente al heredero o legatario cuyo derecho se frustra o
caduca.

Los favorecidos por el acrecimiento quedan sujetos a las obligaciones y cargas que pesaban sobre la
parte acrecida, excepto que sean de carácter personal.

El derecho de acrecer se transmite a los herederos.

Fundamento:

El fundamento del derecho de acrecer en la sucesión testamentaria está dado por la presunta voluntad
del causante de beneficiar a todos los llamados sin realizar preferencia entre ellos. En consecuencia,
ante la disposición testamentaria, para determinar si hay o no acrecimiento a favor de otros instituidos,
hay que estar a la voluntad del testador. En el caso en que no sea expresa, debe recurrirse a la
interpretación.

Requisitos

a) Llamamiento plural o conjunto: los sujetos beneficiarios deben ser varios y deben ser llamados a una
misma herencia o a la misma parte de ella o al mismo bien. No debe haber asignación de la parte de
cada uno de los herederos o legatarios.

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Sucesiones Efip II (Sil Lagos)

b) Porción vacante: es necesario que el colegatario o coheredero no recoja su parte, sea por
premoriencia o renuncia, entre otros. La cuota que no ha sido tomada corresponderá al coheredero o
colegatario cuando no medie derecho de representación en esa cuota.

c) Voluntad del causante: el derecho de acrecer no podrá funcionar si el causante expresamente se ha


opuesto a él. Por ejemplo, el causante estableció una sustitución vulgar para el heredero que no pudo o
no quiso recibir la herencia.

Personas a las que se aplica

El derecho de acrecer se otorga a colegatarios o coherederos. Los colegatarios tienen derecho a acrecer
cuando el testador los llama conjuntamente sobre un mismo objeto, sin asignarles parte. En el caso de
los herederos, el derecho de acrecer se da en dos supuestos:

a) Varios herederos llamados a una misma herencia: si alguno de ellos no acepta, su parte acrece a
todos los demás por partes iguales. Por ejemplo: Juan (quien no tiene legitimarios) nombra herederos a
sus sobrinos, Lucas, Hernán y Pablo; éste último no acepta la herencia. En este caso, Lucas y Hernán
reciben la porción de Pablo, la que se asignarán en partes iguales. Ahora bien, no tienen derecho de
acrecer los herederos que son instituidos por cuotas, salvo que del testamento deba entenderse que el
testador ha querido darles ese llamado para el caso que no puedan cumplirse las demás disposiciones
testamentarias. Esta solución está prevista en el art. 2488, primer párrafo. Por ejemplo: Lucas, Hernán y
Pablo son nombrados herederos por su tío Juan, quien ha asignado al primero la mitad; al segundo, un
cuarto, y al tercero, el cuarto restante. Si Hernán fallece, la regla es que no hay acrecimiento a favor de
Pablo y Lucas. La excepción es que del testamento se desprenda que el llamado ha sido al todo.

b) varios herederos llamados a una misma porción de la herencia.

Institución de herederos con asignación de partes y sin asignación de partes en el mismo testamento:

El art. 2486, en el segundo párrafo, regula:

Si el testamento instituye uno o varios herederos con asignación de partes y otro u otros sin ella, a
éstos corresponde el remanente de bienes después de haber sido satisfechas las porciones atribuidas
por el testador. Si éstas absorben toda la herencia, se reducen proporcionalmente, de manera que
cada heredero sin parte designada reciba tanto como el heredero instituido en la fracción menor.

Conforme a esta norma, los herederos instituidos sin asignación de partes reciben por partes iguales y
son llamados al todo si los otros fallaran en su vocación. Por otra parte, a los instituidos sin parte les
corresponde el remanente de los bienes que quedara luego de dadas las porciones a los herederos
instituidos por el testador con asignación de parte.

Ahora bien, la norma prescribe una solución a fin de proteger a los herederos instituidos sin asignación
de parte, pues prevé que si las cuotas absorben toda la herencia, deben ser reducidas para que aquellos
reciban tanto como el heredero instituido en la fracción menor.

Conjunciones que dan origen al derecho de acrecer. Efectos

En el supuesto de que varios herederos sean llamados a una misma porción de la herencia la ley
determina la procedencia del derecho de acrecer en los siguientes casos:

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Sucesiones Efip II (Sil Lagos)
a) Conjunción re et verbis: esta surge cuando varios herederos son llamados a la misma cuota y en la
misma frase. Por ejemplo: el testamento expresa: “nombro herederos a Soledad y Rogelio en la mitad
de mi herencia y a Sofía en la mitad restante”. Si se frustra el llamado de Soledad acrece solamente
Rogelio y viceversa.

b) Conjunción re tantum: se presenta cuando por cláusulas distintas se da el mismo objeto a varios
legatarios. Es decir, se llama a varios herederos a la misma cuota, pero en frases distintas. Por ejemplo,
en el testamento se detalla: “nombro heredero de la mitad de la herencia a Soledad y a Sofía en la otra
mitad”. Luego, en otra cláusula expresa: “Sobre la primera mitad, nombro heredero también a Rogelio”.
Si se frustra el llamado de Soledad acrece solamente Rogelio y viceversa.

Lo dicho también aplica al derecho de acrecer entre colegatarios unidos por una conjunción, es decir, a
los legatarios llamados conjuntamente a un mismo objeto, sin asignación de partes.

Efectos del acrecimiento:

Regula el art. 2489: “Cuando el testador instituye a varios herederos en una misma cuota, o atribuye
un bien conjuntamente a varios legatarios, cada beneficiario aprovecha proporcionalmente de la parte
perteneciente al heredero o legatario cuyo derecho se frustra o caduca. Los favorecidos por el
acrecimiento quedan sujetos a las obligaciones y cargas que pesaban sobre la parte acrecida, excepto
que sean de carácter personal. El derecho de acrecer se transmite a los herederos.

De la norma se desprende que el efecto natural es que la porción no recogida por el legatario o
heredero aprovecha a sus otros colegatarios o coherederos, respectivamente, de manera proporcional.
El acrecentamiento produce sus efectos en el momento en que se produce la vacante, sin necesidad de
aceptación de los coherederos o colegatarios.

Otra consecuencia es que los beneficiados deben asumir las obligaciones y cargas que pesaban sobre la
parte acrecida. Esto no se aplica si se trata de obligaciones o cargas intuitu personae.

Por último, prevé la norma que el derecho de acrecer se transmite a los herederos. Por ejemplo: el
derecho de acrecer que tuvo el padre le corresponderá a sus herederos.

 Ineficacia de testamentos y disposiciones testamentarias. Principios generales

Se dice que un testamento o cualquiera de sus disposiciones son ineficaces cuando no producen sus
efectos propios, cualquiera fuere la causa. La noción genérica de ineficacia se especifica con los
conceptos de nulidad, revocación y caducidad, aplicables con relación al testamento como acto jurídico
mortis causa.

a) Nulidad: La nulidad se ocasiona por vicios o defectos constitutivos, es decir, concurrentes en el


otorgamiento del testamento. Es decir, la causa de la ineficacia es originaria, vale decir, concomitante
con el otorgamiento del acto.

b) Revocación: La revocación es cuando se deja sin efecto el testamento o la disposición testamentaria


en virtud de un cambio en la voluntad del propio testador, sea expresa o presunta. También procede
cuando devienen ineficaces las disposiciones testamentarias por inejecución de las cargas impuestas al
gravado o por ingratitud del beneficiario.

c) Caducidad : La caducidad se produce ante la falta de alguno de los presupuestos indispensables,


después de que se abra la sucesión, para que el testamento o determinadas disposiciones
testamentarias puedan producir sus efectos. Es ocasionada ante una causal de ineficacia sobrevenida

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Sucesiones Efip II (Sil Lagos)
con posterioridad al acto y que es independiente de la voluntad del testador. Puede afectar al
testamento completo o a alguna de sus disposiciones testamentarias.

La ineficacia del testamento siempre es total; en consecuencia, en principio caen todas las
disposiciones testamentarias contenidas en él. En cuanto a las disposiciones testamentarias, la ineficacia
puede ser total o parcial; en este último supuesto, las disposiciones no afectadas se mantienen.

 Nulidad total y nulidad parcial:

La nulidad de un acto jurídico puede ser completa o sólo parcial. En este segundo caso, la nulidad de una
disposición no perjudica a las demás. Ello permite mantener la validez de las disposiciones
testamentarias que no estén afectadas por la ineficacia de otra u otras.

Análisis de las causales por el art. 2467.

Prescribe la norma que:

“Es nulo el testamento o, en su caso, la disposición testamentaria:

a) por violar una prohibición legal;

b) por defectos de forma;

c) por haber sido otorgado por persona privada de la razón en el momento de testar. La falta de razón
debe ser demostrada por quien impugna el acto;

d) por haber sido otorgado por persona judicialmente declarada incapaz. Sin embargo, ésta puede
otorgar testamento en intervalos lúcidos que sean suficientemente ciertos como para asegurar que la
enfermedad ha cesado por entonces;

e) por ser el testador una persona que padece limitaciones en su aptitud para comunicarse en forma
oral y, además, no saber leer ni escribir, excepto que lo haga por escritura pública, con la participación
de un intérprete en el acto;

f) por haber sido otorgado con error, dolo o violencia;

a) por favorecer a persona incierta, a menos que por alguna circunstancia pueda llegar a ser cierta”.

Confirmación

Cuando el testamento tuviese vicios de forma, el testador no puede confirmar, pues debe reproducir las
disposiciones del testamento afectado en un nuevo testamento. Ello implica realizar un nuevo
testamento perfectamente válido sin conexión con el nulo.

Si el testamento estuviera afectado de nulidad por una causa distinta al vicio de forma, es posible su
confirmación mediante un nuevo testamento en el que se haya subsanado el vicio invalidante. De este
modo, un testamento nulo por haber carecido el testador de razón al otorgarlo, puede confirmarse
cuando la recupere.

Efectos

La nulidad del testamento no impide que produzca efectos hasta tanto sea impugnado. La nulidad de las
disposiciones testamentarias no lleva consigo la caída del testamento, sino que se mantiene su validez

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Sucesiones Efip II (Sil Lagos)
respecto a las disposiciones no afectadas de nulidad, salvo cuando es evidente la interdependencia
entre dos cláusulas testamentarias; en este último caso, puede suceder que la nulidad de una provoque
la de la otra.

Acción de nulidad. Legitimación activa y pasiva. Carga de la prueba

La nulidad del testamento o de alguna de sus disposiciones podrá ser demandada por cualquier
interesado, salvo que, conociendo el vicio, la hubiese ratificado o cumplido espontáneamente. Se
reconoce una amplia legitimación activa, pues puede ser entablada por todo aquel a quien pasarían los
bienes si se declara la nulidad del testamento o la disposición. Por ejemplo: herederos intestados;
herederos testamentarios o legatarios de un testamento anterior, siempre que el posterior fuese
declarado nulo por defectos de forma.

Los legitimados pasivamente son aquellos a quienes beneficia el testamento.

 La noción de inexistencia en materia testamentaria.

Un acto es inexistente cuando falta el acto mismo, aunque pudiera llegar a tener la apariencia de tal;
en consecuencia, no produce efecto jurídico alguno. Esta noción no ha sido regulada por el Código
Velezano y tampoco lo ha hecho el Código Civil y Comercial.

Entre los supuestos, podemos señalar:

a) Falta de las solemnidades relativas a la esencia misma del testamento: la falta de la firma del
testamento por parte del testador provoca su inexistencia. Esto sucede en el testamento ológrafo, por
ejemplo, si es escrito de manera digital, pues una de las solemnidades en esta forma de testamento es
la escritura de puño y letra. En el testamento público, la falta de escribano implica que el testamento es
inexistente como tal.

b) Testamento no admitido o prohibido: por ejemplo, nuestro sistema no admite el testamento por
poder, por lo tanto, un testamento realizado de esta manera es inexistente. Otro supuesto es el
testamento mancomunado, pues aún cuando la voluntad de los sujetos otorgantes existe, la vinculación
de la de cada uno de ellos con la del otro implica que no se trata de la voluntad individual y desligada de
toda otra, que es la que nuestra ley admite como formativa del acto testamentario.

c) Ausencia absoluta de voluntad de testar: tiene la apariencia del testamento, pero no ha habido
voluntad de testar. Por ejemplo, el realizado con fines docentes.

d) Falta de autenticidad: cuando el testamento es falso con relación a la persona que se atribuye. Tal
caso ocurriría por la falsedad material de un testamento ológrafo, producida por la acción de un tercero
que ha imitado la firma y letra del presunto causante.

Distinción con la nulidad:

La nulidad es una sanción de la ley que recae sobre un acto jurídico real o existente; es decir, que reúne
los elementos esenciales de tal, esto es: sujeto, objeto y forma. En cambio, la inexistencia es una noción
que se aplica a ciertos hechos que no obstante tener la apariencia de actos jurídicos, no son tales por
carecer de algún elemento esencial de ellos. La inexistencia no se declara, sino que se constata (se la
invoca como defensa sin que sea necesario plantearla como acción o reconvención); debe ser verificada
por el Ministerio Público Fiscal dentro del proceso sucesorio. En la nulidad es necesario que se plantee
una controversia sobre la validez o no del testamento.

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Sucesiones Efip II (Sil Lagos)

 Revocación de testamentos.

La revocación es el acto por el cual el testador deja sin efecto una disposición testamentaria anterior .El
testamento es en esencia revocable, atento al carácter unilateral del acto y al hecho de no producir
efectos hasta la muerte del testador.

El art. 2511 dispone: “Revocabilidad. El testamento es revocable a voluntad del testador y no confiere
a los instituidos derecho alguno hasta la apertura de la sucesión. La facultad de revocar el testamento
o modificar sus disposiciones es irrenunciable e irrestringible”.

Conforme a la norma en análisis, si el testamento contiene una cláusula de irrevocabilidad, ésta sería
nula, pero el testamento conservaría su validez. La revocación puede ser total o parcial, según que
abarque todo el contenido del testamento o solamente algunas de sus cláusulas.

La revocación podrá provenir de una manifestación de voluntad:

1. expresa
2. tácita
3. legal

1-La revocación expresa se da cuando el testador otorga un nuevo testamento, expresando que revoca
el anterior. Tal revocación “debe ajustarse a las formalidades propias de los testamentos”. La revocación
puede ser realizada por cualquier forma de testamento. Por lo tanto, si el testamento a revocar fue
realizado por la forma ológrafa, el que lo revoca puede tener tal forma o de acto público.

2-La revocación es tácita cuando la ley presume la intención del testador de dejar sin efecto las
disposiciones testamentarias. Así la revocación tácita procede cuando el causante, si bien expresamente
no revoca el testamento anterior, en el nuevo testamento realiza disposiciones testamentarias que
resultan incompatibles con las dispuestas en aquel; también, cuando destruye el testamento ológrafo
celebrado, o cuando efectúa la venta de la cosa que es objeto del legado. Prescribe el art. 2513 que el
testamento posterior revoca al anterior si no contiene su confirmación expresa, excepto que de las
disposiciones del segundo resulte la voluntad del testador de mantener las del primero en todo o en
parte.

Para que el testamento posterior revoque al anterior debe ser incompatible con éste. A los fines de
determinar la incompatibilidad, la segunda disposición testamentaria debe interpretarse de acuerdo a la
intención del testador, deducida del propio tenor del testamento.

Por otra parte, puede suceder que las disposiciones del primer testamento puedan coexistir con las del
posterior.

3- La revocación es legal cuando con posterioridad a la celebración del testamento, se producen hechos
que llevan al testador a revisar las disposiciones testamentarias que realizó. En virtud de ello, podemos
identificar los siguientes supuestos de revocación legal:

Postula el art. 2514 que “el matrimonio contraído por el testador revoca el testamento anteriormente
otorgado, excepto que en éste se instituya heredero al cónyuge o que de sus disposiciones resulte la
voluntad de mantenerlas después del matrimonio”.

La ley supone, en ese caso, que por el solo hecho de las nupcias ha cambiado la voluntad del testador,
ya que se crean nuevas afecciones y un vínculo que origina un legitimario que no tenía ese carácter
cuando se redactó el testamento preexistente. Este segundo matrimonio también deja sin efecto el

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Sucesiones Efip II (Sil Lagos)
testamento dictado durante la vigencia del primer matrimonio. El matrimonio posterior no establece
una presunción iuris et de iure de revocación del testamento. “se trata de una presunción iuris tantum
porque admite prueba en contrario, ya que permite que el testamento anterior al matrimonio tenga
valor si de sus disposiciones resultare la voluntad de mantenerlas después del matrimonio” .Esta
interpretación es acorde con el principio general de interpretación de los testamentos de acuerdo a la
voluntad del causante.

Matrimonio anulado: Si el matrimonio -celebrado luego de la realización del testamento- es


posteriormente declarado nulo, el testamento recobra su validez.

Matrimonio putativo: Una situación especial es la que corresponde al matrimonio putativo, pues si tal
matrimonio resulta anulado luego de la muerte del testador, el cónyuge supérstite de buena fe podrá
invocar la revocación del testamento ya que para éste rigen las consecuencias establecidas para el
matrimonio válido.

 Destrucción del testamento ológrafo.

En este supuesto dispone el art. 2515 que dicho testamento debe ser revocado por su cancelación o
destrucción, la que debe haber sido hecha por el testador o por orden suya. Cuando existen varios
ejemplares del testamento, éste queda revocado por la cancelación o destrucción de todos los
originales, y también cuando ha quedado algún ejemplar sin ser cancelado o destruido por error, dolo o
violencia sufridos por el testador.
Si el testamento se encuentra total o parcialmente destruido o cancelado en casa del testador, se
presume que la destrucción o cancelación es obra suya, mientras no se pruebe lo contrario. Las
alteraciones casuales o provenientes de un extraño no afectan la eficacia del testamento con tal de que
pueda identificarse la voluntad del testador por el testamento mismo. No se admite prueba alguna
tendiente a demostrar las disposiciones de un testamento destruido antes de la muerte del testador,
aunque la destrucción se haya debido a caso fortuito. La destrucción se refiere al “destrozo material del
testamento ológrafo”; en cambio, “la cancelación tiene lugar cuando en el texto del testamento se
introducen rayas o se colocan inscripciones tales como ‘anulado’ o ‘cancelado’.

Principio general: la cancelación o destrucción del testamento ológrafo produce la total revocación de la
voluntad testamentaria siempre “que proceda del mismo testador y aparezca cumplidamente probada”.
En principio, no hay revocación si existiendo varios ejemplares originales de un testamento, no son
todos destruidos. Esta afirmación admite las siguientes excepciones:

• que algunos de los ejemplares se encontrare en poder de un tercero y esto fue olvidado por el
causante;
• cuando se probare la subsistencia de un ejemplar que se sustrajo de la destrucción, siendo
irrelevante que la sustracción responda o no a una conducta dolosa;

Revocación del legado por transmisión, transformación o gravamen de la cosa.

Establece el art. 2516:

La transmisión de la cosa legada revoca el legado, aunque el acto no sea válido por defecto de
forma o la cosa vuelva al dominio del testador.

El mismo efecto produce la promesa bilateral de compraventa, aunque el acto sea simulado.

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Sucesiones Efip II (Sil Lagos)

La subasta dispuesta judicialmente y la expropiación implican revocación del legado, excepto que
la cosa vuelva a ser propiedad del testador.

La transformación de la cosa debida al hecho del testador importa revocación del legado.

La constitución de gravámenes sobre la cosa legada no revoca el legado.

Revocación del legado de cosa cierta por su enajenación posterior:

 Caducidad.

Existe caducidad cuando ocurren circunstancias ajenas a la voluntad del testador, que originan la
extinción de la disposición testamentaria.

La caducidad de un testamento o de cualquiera de sus disposiciones constituye un supuesto de


ineficacia dispuesta por la ley en razón de circunstancias sobrevinientes al momento del testamento.
(Zanonni, 1980)

Procede la caducidad ante la carencia de alguno de los presupuestos indispensables después de abierta
la sucesión, condición resolutoria.

Causales:

1-Caducidad de la institución por premoriencia (2518)

La institución de heredero o legatario caduca cuando el instituido muere antes que el testador o antes
del cumplimiento de la condición de la que depende la adquisición de la herencia o el legado.

2-Caducidad del legado por perecimiento y 3- por transformación de la cosa (2519)

El legado de cosa cierta y determinada caduca cuando ésta perece totalmente, por cualquier causa,
antes de la apertura de la sucesión o del cumplimiento de la condición suspensiva a que estaba
sometido; también cuando perece por caso fortuito, después de la apertura de la sucesión o del
cumplimiento de la condición.

Si la cosa legada perece parcialmente, el legado subsiste por la parte que se conserva.

El legado caduca por la transformación de la cosa por causa ajena a la voluntad del testador, anterior a
la muerte de éste o al cumplimiento de la condición suspensiva.

Albacea

Se denomina albacea a la persona designada por el testador para hacer cumplir las disposiciones
testamentarias.

Atribuciones del albacea

Art, 2523 Las atribuciones del albacea designado en el testamento son las conferidas por el testador y,
en defecto de ello, las que según las circunstancias son necesarias para lograr el cumplimiento de su
voluntad. El testador no puede dispensar al albacea de los deberes de inventariar los bienes y de
rendir cuentas.

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Sucesiones Efip II (Sil Lagos)

Si el testador designa varios albaceas, el cargo es ejercido por cada uno de ellos en el orden en que
están nombrados, excepto que el testador disponga el desempeño de todos conjuntamente. En tal
caso, las decisiones deben ser tomadas por mayoría de albaceas y, faltando ésta, por el juez.

Deberes y facultades

Art.2526 El albacea debe poner en seguridad el caudal hereditario y practicar el inventario de los
bienes con citación de los interesados.

Debe pagar los legados con conocimiento de los herederos y reservar los bienes de la herencia
suficientes para proveer a las disposiciones del testador dándoles oportunamente el destino
adecuado. Debe demandar a los herederos y legatarios por el cumplimiento de los cargos que el
testador les haya impuesto.

La oposición de los herederos o de alguno de ellos al pago de los legados, suspende su ejecución hasta
la resolución de la controversia entre los herederos y los legatarios afectados.

El albacea está obligado a rendir cuentas de su gestión a los herederos.

Fin del albaceazgo

Art. 2531 El albaceazgo concluye por la ejecución completa del testamento, por el vencimiento del
plazo fijado por el testador y por la muerte, incapacidad sobreviniente, renuncia o destitución del
albacea.

Cuando por cualquier causa cesa el albacea designado y subsiste la necesidad de llenar el cargo
vacante, lo provee el juez con audiencia de los herederos y legatarios

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