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Gestión de Inundaciones en Perú: Ficha Técnica
Gestión de Inundaciones en Perú: Ficha Técnica
INUNDACIONES EN PERÚ
Ficha Técnica
El Perú es un país que conoce bastante bien los impactos generados por fenómenos climáticos y los
desastres asociados a estos. Nuestro país, debido a la estacionalidad de las precipitaciones en la
región andina (época seca y época de lluvias bien diferenciadas), sufre numerosas inundaciones,
desbordes, huaicos y otros desastres anualmente.
Las regiones más afectadas son la costa norte (Tumbes, Piura y Lambayeque) y la región amazónica
en su totalidad, debido a la dinámica de los ríos que poseen una alta tasa anual de inundaciones
y cambios de curso (las más afectadas son las regiones Amazonas, Loreto y Ucayali). La sierra no
deja de ser afectada por estos fenómenos. La vertiente del Titicaca, por ejemplo, sufre inundaciones
por los desbordes de los ríos Coata y Ramis.
Durante los años 2003 a 2012, las inundaciones y lluvias intensas afectaron a 4,3% de la población
nacional de una u otra forma. Los datos del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) reportan
que 687.820 personas fueron damnificadas y 66.943 viviendas fueron destruidas.
Esta alta susceptibilidad ante inundaciones y otros peligros climáticos hace que la gestión de inundaciones
sea un tema prioritario para la agenda de gestión del riesgo en nuestro país.
En este sistema hay componentes naturales (precipitación, escorrentía, carga de sedimentos), artificiales
(medidas estructurales y no estructurales de protección) e institucionales (gestión y desarrollo). Todos
son articulados bajo la visión de gestión de inundaciones para ofrecer seguridad a las poblaciones que
pueden ser afectadas.
Un sistema de control de inundaciones debe abarcar factores naturales (precipitación, escorrentía, carga
de sedimentos), artificiales (medidas estructurales y no estructurales de protección) e institucionales
(gestión y desarrollo). Este tipo de sistema holístico produce seguridad contra las inundaciones para el
hombre y sus bienes, y mejores condiciones para el medioambiente. Por ello, favorecemos este enfoque
que abarca muchas variables, pues el clima es un fenómeno dinámico. La gestión holística debe incluir:
• Una unidad geográfica de gestión.
• Un principio participativo, en donde todos los involucrados concurran en la solución de la problemática
que les afecte.
• Un principio orientado a la acciones, es decir, que se asegure que el proceso de gestión tenga resultados
reales.
• Un principio de control que sugiere que la autoridad y decisión debe recaer en los niveles inferiores de
gobierno.
Medidas estructurales
Son aquellas obras de ingeniería construidas a fin de reducir o evitar los posibles impactos de las inundaciones
controlando el flujo del agua. Las medidas estructurales para la reducción del riesgo incluyen estructuras
de ingeniería como las defensas ribereñas (espigones, muros de contención, diques, reservorios, gaviones,
etc.) y medidas complementarias o alternativas más naturales y sostenibles como amortiguadores naturales.
Estas medidas pueden ser extensivas o intensivas.
Subsistema de Evapotranspiración
Subsistema Subsistema Subsistema
cabecera de atmosférico
cuenca Precipitación económico financiero
Condiciones
Desbordamiento Bienestar
Subsistema Subsistema de
fluvial planicie Educación y
Sedimento
capacidad
Sedimentación
Desplazamiento
Medidas poblacional
constructivas
Subsistema
costero Inundación Vulnerabilidad
Son aquellas que actúan en la cuenca, intentando modificar las relaciones entre precipitación y caudal.
Un ejemplo es la alteración de la cobertura vegetal del suelo, que reduce y retarda los picos de crecidas
y controla la erosión de la cuenca. Las medidas más comunes son:
• Modificación de la cobertura vegetal: la cobertura vegetal tiene la capacidad de almacenar parte
del volumen de agua precipitado por la interceptación vegetal y de aumentar la evapotranspiración,
por tanto, de reducir la velocidad del escurrimiento superficial por la cuenca hidrográfica. El aumento
de la cobertura es una medida extensiva para la reducción de las inundaciones, pero aplicable a
pequeñas cuencas.
• Control de la erosión del suelo: el control de la erosión del suelo puede ser realizado por la
reforestación, pequeños reservorios, estabilización de las orillas y prácticas agrícolas correctas.
Esta medida contribuye a la reducción de los impactos de las inundaciones.
Medidas intensivas
Son aquellas que actúan en el río y pueden ser de tres tipos:
• De aceleramiento del escurrimiento: construcción de diques (en terrenos húmedos, lagos y llanuras
aluviales que han sido disecados) para lograr el aumento de la capacidad de descarga y corte de
meandros.
• Diques: son muros laterales de tierra o concreto, inclinados o rectos, construidos a una cierta distancia
de las orillas para proteger áreas ribereñas contra el desbordamiento. Los diques son normalmente
construidos de tierra con enrocamiento y de concreto, dependiendo de las condiciones del lugar.
• De retardamiento del escurrimiento: son reservorios para el control de inundaciones y pueden ser
de uso exclusivo para minimizar las inundaciones. Un reservorio sin control de operación es aquel
que no dispone de compuertas de vertedor o de fondo y la crecida es regulada por las condiciones
del vertedor libre.
• De desvío del escurrimiento: son modificaciones en la morfología del río para aumentar el caudal
para un mismo nivel, reduciendo su frecuencia de ocurrencia. Para aumentar la velocidad es necesario
reducir la rugosidad, retirando las obstrucciones al escurrimiento, dragando el río, aumentando el
desnivel por el corte de meandros o profundizando el río. Estas medidas, en general, presentan
costos elevados.
Medidas no estructurales
Todas las modificaciones que no supongan una construcción física y que utilizan el conocimiento, prácticas
o acuerdos existentes para reducir el riesgo y sus impactos son consideradas no estructurales. Son
usualmente medidas políticas y legislativas que generan una mayor conciencia pública, capacitación y
educación entre las poblaciones posiblemente afectadas. Entre las medidas no estructurales se incluyen:
A´
Diques
Nivel con
Nivel natural diques
Sección A-A´
Delimitación del área
de inundación
Las medidas no estructurales, junto a las estructurales, pueden minimizar significativamente los desastres
con un costo menor. El costo de protección de un área inundable por medidas estructurales, en general,
es superior a aquel correspondiente a las medidas no estructurales.
Los estudios previos también deben tomar en cuenta la acción de los ecosistemas como humedales,
franjas de protección de los cauces y el estado de la cuenca. Además se debe contar con estudios de
distribución de la población y los usos de suelo que se están dando en las zonas posiblemente afectadas.
Determinación de la amenaza
A partir de la información histórica sobre inundaciones, geomorfología y la serie de datos de caudal se
establecerán los periodos de retorno y los niveles máximos de inundación en el área de estudio. Cuando no
existan datos suficientes sobre el caudal, se debe realizar un modelamiento hidrológico para determinar
los caudales a partir de las precipitaciones.
Determinación de la vulnerabilidad
Para realizar este análisis se parte de los resultados de estudios socioeconómicos realizados antes y de un
mapa de amenazas, para determinar la estimación de la vulnerabilidad en el territorio. Se requiere desarrollar
también herramientas de clasificación e indicadores de vulnerabilidad de acuerdo a la problemática social local.
Plan de actuación
Este proceso se inicia con el riesgo cuantificado y los mapas de zonificación del riesgo. Las actividades
de entrada deben generar acciones para reducir el riesgo en la zona de estudio.
Plan de emergencias
Este proceso se divide en dos ejes de trabajo: preparación y respuesta.
El SAT es una herramienta para preparar y fortalecer la respuesta a desastres por inundaciones (que ha sido
discutida en otro documento de esta serie). En esta etapa se debe vincular de una manera activa a la comunidad
en la generación de datos de calidad para el procesamiento y determinación del pronóstico y las alertas.
Por esta dinámica es labor de los participantes del grupo de gestión de riesgo el empoderar a los actores
afectados. Todos los proyectos de gestión de inundaciones buscan revertir la situación de carencia de
este grupo y hacerlos actores activos y autorizados en la gestión de sus medios de vida.
Además de los grupos afectados existen grupos de interés político, empleados públicos locales, entidades
financieras, etc. Entre los grupos afectados indirectamente se cuentan a los ambientalistas, organizaciones
no gubernamentales, reguladores, organizaciones del sector privado (intereses en el desarrollo de
proyectos), diferentes impulsores (consultores técnicos, prestación de servicios, universidades, colegios
profesionales, entidades facilitadoras de datos y otros).
La participación de todos los grupos de interés público, por supuesto, no es fácil, ya que existen intereses
propios que no siempre coinciden. Es por eso que la cooperación estrecha es una condición esencial.
La acción conjunta de todos los grupos sociales puede ahorrar recursos y tiempo, disminuir y evitar la
duplicidad de funciones y complementar acciones luego de una emergencia.
La colaboración permite que los diferentes grupos tomen decisiones conjuntas para la solución de un problema
y asuman responsabilidad colectiva para responder por sus acciones y sus consecuencias. La colaboración
es también muy importante en la recopilación de información y en las diferentes actividades de investigación.
Si los expertos solamente ven la problemática desde afuera, pueden desaprovecharse posibilidades
y oportunidades importantes, que para los habitantes locales pueden parecer naturales o evidentes.
Por otro lado, si los involucrados son informados a tiempo y concienzudamente sobre los propósitos del
proyecto, se promueve la credibilidad y de esa manera el apoyo al proyecto. Las ventajas y desventajas
que se esperan del proyecto, así como su funcionamiento deben ser explicadas técnicamente, en la
medida de lo posible.
MAPAS DE INUNDACIONES
Los mapas permiten identificar las zonas críticas a lo largo del río, teniendo en cuenta la topografía actual
para determinar las zonas de intervención.
Dado que existe una tendencia a ocupar zonas climatológicamente no seguras, como laderas de
inundación y zonas de deslizamiento, es habitual que con cierta periodicidad ocurran daños importantes
a los ocupantes de estas áreas. Luego de un desastre los territorios dañados pierden su valor, hasta que
nuevamente son ocupados por la presión poblacional y adquieren un nuevo valor inmobiliario, repitiendo
un ciclo que parece nunca acabar.
La ZEE termina con este ciclo vicioso al establecer zonas peligrosas que no pueden ser habitadas y
mecanismo para evitar que nuevas colonizaciones sucedan. Respecto a construcciones ya existentes
en áreas de inundación, se deben realizar catastros y establecer planes para reducir las pérdidas,
incluyendo la posibilidad de removerlas y relocalizarlas a mediano plazo.