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I. PRETENSIÓN IMPUGNATORIA. -
II.1. A raíz de los cambios radicales ocasionados por la pandemia en el área judicial,
pues el desarrollo de las audiencias no puede ser de manera presencial sino se optó
por hacerlas de manera virtual, al respecto, el Tribunal Constitucional señaló en el
Exp. N° 02738-2014-PHC/TC-Ica, que: “Por ende, este mecanismo tecnológico no puede ser
rechazado por el hecho de que literalmente “no se encuentre presente físicamente’’ una
persona, pues dicho sistema tiene el efecto de adecuar la audiencia de tal manera que puede
considerarse al procesado presente activamente. En ese sentido, el Tribunal considera que su
utilización no es incompatible con el principio de inmediación que informa al proceso penal ”,
sin embargo, se advierte dificultades, pues la parte procesada no ha sido debidamente
orientada respecto al asesoramiento jurídico, si bien, el plenario se llevó de manera
virtual, a esto sumado a que mi defensa técnica y del suscrito no están capacitados
para usar los aplicativos que viene haciendo uso el poder judicial, el cual no ha
permitido conferenciar de manera inmediata y eficaz, ante situaciones que pudieran
favorecer al procesado, por cuanto habría permitido acogerse a una conclusión del
debate de juicio oral, el cual afecta el debido proceso en su vertiente derecho de
defensa.
1
Exp. N. 0 1480-2006-AA/TC. Fundamento jurídico 2.
configuran su pretensión o defensa2, postulación que incluye su admisión, adecuada
actuación y valoración con la motivación debida,
debida con el fin de darle el mérito probatorio que
tenga en la sentencia. La valoración de la prueba debe estar debidamente motivada y por
escrito, con la finalidad de que el justiciable pueda comprobar si dicho mérito ha sido efectiva y
adecuadamente realizado3.
II.5. Ahora bien, la Valoración individual, como señala Pablo Talavera Elguera 4 precisa
que dicho examen se dirige a descubrir y valorar el significado de cada una de las
pruebas practicadas en la causa. Tal examen está integrado por un conjunto de
actividades racionales tales como: juicio de fiabilidad, interpretación, juicio de
verosimilitud, comparación de los hechos alegados con los resultados probatorios, las
que deben ser explicitadas en la sentencia.5
2
Exp. N° 4831-2005-HC/TC
3
Exp. N° 6712-2005-HC/TC
4
TALAVERA ELGUERA, Pablo. LA SENTENCIA PENAL EN EL NUEVO CÓDIGO PROCESAL PENAL Su estructura y motivación. Neva
Studio S.A.C Cooperación Alemana al Desarrollo, Primera Edición diciembre 2010.PAG. 53-60.
5
Siguiendo al jurista Talavera Elguera, la valoración individual comprende las siguientes actividades de verificación: 1. El juicio de
fiabilidad probatoria: atiende principalmente a las características que debe reunir un medio de prueba para cumplir su función, y a la
posibilidad de que el mismo medio suministre una representación del hecho que sea atendible, sin errores y si vicios. Así, por ejemplo, la
fiabilidad de una prueba documental exigirá un control de su autenticidad, mientras la de una prueba testifical exigirá comprobar que la
misma cumpla todos los requisitos previstos en la ley (…). El primer paso que debe realizar el juez es comprobar que las pruebas hayan sido
incorporadas al juicio cumpliendo los principios de oralidad, publicidad, inmediación y contradicción (art. 393°), además de los requisitos
específicos que la ley procesal establece. 2. La interpretación del medio de prueba: Después de haber verificado la fiabilidad del medio de
prueba, se hace necesario proceder a la interpretación de la prueba practicada. Con esta labor, el juez ha de tratar de determinar y fijar el
contenido que ha querido transmitir la parte que lo propuso mediante el empleo de ese medio de prueba. Se trata de una fase crucial que
debe ser adecuadamente justificada en la sentencia. Mediante esta actividad se busca extraer la información relevante, el elemento de
prueba, lo que el testigo proporcionó como información acerca de algún hecho, lo que el documento representa o las opiniones o
conclusiones del perito. No se trata de obtener un resumen de lo vertido por el testigo, sino de seleccionar información con base en los
enunciados fácticos de las hipótesis de acusación o defensa. No es propio de la motivación o fundamentación de los hechos, ni de la fase de
interpretación hacer un resumen de las testificales y demás actuaciones probatorias, sino describir el significado o contenido relevante del
medio de prueba, de acuerdo a las necesidades argumentativas de apoyo o refutación de un enunciado fáctico. Tampoco es recomendable
hacer primero un resumen de la declaración de un testigo y luego justificar con una interpretación adecuada algún aspecto que es relevante
en la testifical; se trata de un trabajo innecesario y que además incrementa el número de páginas de la sentencia, pero no su calidad. Se trata
de argumentar, no de resumir. 3. El juicio de verosimilitud: Una vez determinado el significado de los hechos aportados por cada uno de
los medios probatorios, el juzgador ha de entrar en el examen de esos mismos hechos. A este fin, tras haber determinado el juzgador el
significado de lo expuesto por el correspondiente medio probatorio, deberá llevar a cabo un examen sobre la verosimilitud de los hechos
relatados por el testigo o por el documento en cuestión, para lo cual deberá efectuar cuantos razonamientos deductivos o silogismos precise,
valiéndose para ello de la máxima de experiencia que considere más acertada para cada caso concreto. La apreciación de la verosimilitud de
un resultado probatorio permite al Juez comprobar la posibilidad y aceptabilidad del contenido obtenido de una prueba mediante su
correspondiente interpretación. El órgano jurisdiccional verifica la aceptabilidad y la posibilidad abstracta de que el hecho obtenido de la
interpretación del medio de prueba pueda responder a la realidad, de manera que el juzgador no deberá utilizar aquellos resultados
probatorios que sean contrarios a las reglas comunes de la experiencia. 4. La comparación entre los resultados probatorios y los hechos
alegados: Después de haber determinado qué hechos reputa verosímiles o creíbles de entre los expuestos a través de los medios probatorios
–desechando todo aquello que se le aparezca como increíble o inverosímil- el juez se encuentras frente a dos clases de hechos: de un lado, los
hechos inicialmente alegados por las partes (teoría del caso o alegatos preliminares), y de otro, los
acusado sin atender a las peticiones de su hija agredió físicamente con golpe de puñete en el rostro de la
agraviada (nariz), golpe que, también, impacto en el menor agraviado (…)”6.
II.5.2. Si bien, en plenario el imputado, señaló: “(…) no recuerda haber agredido a los
agraviados, solo evoca que trato sacar sus cosas (...) que la agraviada (…) impidió y llegaron policías
(…) no recordando la hora que llego a su domicilio (...) cuando ingreso no se encontraba nadie, que
escucho el timbre del celular de la agraviada y que se puso a dormir, no recordando más (…) ya no
convive con la agraviada, que mantiene comunicación con su hijo menor Jesús y que sigue acercándose a
la casa de donde habitan los agraviados ”.7. Finalmente el A quo indica: Aporte probatorio:
“(…) a) el día y el lugar donde ocurrió el hecho punible; b) al momento de los hechos punibles el
acusado, la agraviada y los hijos en común vivían junto en su domicilio familiar (…) c) relato
incoherencia, al señalar que no recuerda lo sucedido el día 24 de junio de 2020 (…), sin embargo,
recuerda algunas circunstancias (…) lo cual se evidencias que el acusado era consciente de sus actos, d)
8
después de ocurrido el hecho punible el acusado retorno a la vivienda familiar ” . (Subrayado es
nuestro) Indica que retorno a la vivienda, situación que no es tema de debate y no es
cierto tal como se va desarrolla en la presente.
II.5.3. Por otro lado, en el mismo plenario la agraviada Maura Clemente García , señaló: “(…)
siendo las 20:45 horas (…) ingreso el imputado, en estado de ebriedad, quien se puso a cenar (…)
que sonó el celular, optando no por contestar y procedió apagarlo, reaccionando el imputado de mala
manera, comenzó a increparle (…) su hija Keyla trato de calmarlo, pero el imputado le propinó a
su persona un golpe de puño con su mano derecha , que le impacto en la parte central del rostro y
que accidentalmente le llego el golpe a su hijo, quien se encontraba sentado en sus piernas (…).
Manifiesta que el imputado no estaba muy mareado (…) pese a que tiene medidas de
protección de alejamiento y de no acercamiento a su vivienda (…) sigue acercándose (…)”9.
Finalmente también el A quo indica: Aporte probatorio:“(…) a) El día, hora y el lugar donde
ocurrió el hecho punible; b) que el acusado, la agraviada y los hijos en común vivían juntos en su
domicilio familiar (…); c) el acusado se encontraba ebrio al momento de ocurrido los hechos punibles,
pero era consciente de su actos; e) el motivo de la conducta del acusado, d) las agresiones verbales y
físicas hacia la agraviada Maura Clemente García; e) las agresiones negligentes hacia le menor agraviado ,
f) la actitud indiferente del acusado a las lesiones que presentaba los agraviados, y g) después de
10
ocurrido el hecho punible el acusado siguió frecuentando la vivienda familiar ” . De lo subrayado,
podemos indicar que el día, hora y lugar aún no se encuentra determinado, asimismo se indicó
que el menor habría estado sentado en sus piernas de su madre, respecto al estado del acusado
solo hace mención que estaba ebrio y respecto a su indiferencia, más aún que de haber estado
mareado como prueba su indiferencia.
6
Primer considerando de la Sentencia de primera instancia, pág. 2.
7
Ítem 4.1. de la Sentencia de primera instancia, pág. 3.
8
Quinto párrafo del Ítem 4.1. de la Sentencia de primera instancia, pág. 3.
9
Ítem 6.1.1.1. de la Sentencia de primera instancia, pág. 4 y5.
10
Sexto párrafo del Ítem 6.1.1.1. de la Sentencia de primera instancia, pág.5.
su madre optando por ponerse entre ellos,
ellos, porque siempre pasa esas cosas, por el miedo que le pegue a
su madre, retiro que su padre le quiso dar un puñete a su madre, que llego a rozar a él,
produciéndole sangrado de la nariz, que salió de su casa y se dirigió a la casa de su vecina(…)
vecina que
su nariz de su madre esta negro y que le dolía fuerte”. (Subrayado es nuestro). Finalmente indica:
Aporte probatorio:“(…) a) La condición del menor de edad del agravado testigo; b) el parentesco del
menor con el acusado y la agraviada; c) que habitan en el mismo vivienda el acusado y la agraviada con
su hijos; d) el acusado se encontraba ebrio al momento de ocurrido los hechos punibles; e) el motivo de la
conducta del acusado; f) las agresiones verbales y físicas hacia la agraviada Maura Clemente García; g)
las agresión negligente hacia el menor agraviado; y, h) la actitud indiferente del acusado a las lesiones
que presentaban los agraviados ” (Subrayado es nuestro). Que, en primer término, indica otra
hora, así como señala que opto por colarse entre el acusado y la agraviada y que su padre al
darle un puñete a su madre le rozo a él y que salió y no indica que resultado habría tenido su
madre respecto al puñete que habría recibido, solo indica que estaba negro su nariz.
II.5.5. De igual manera, señala que en el plenario la testigo Keyla Ruth Arquiviña Clemente,
señaló: “(…) era las nueve y nueve con treinta de la noche, cuando se encuentran en compañía de su
madre y su humano Jesús, llego borracho su padre, que, al sonar el teléfono de su madre, está la colgó
para no hacer problemas, refirió que ambos se insultaron y que su padre le dio un puñete a su madre
que le rozo a su humano Jesús (…)”. Finalmente indica: Aporte probatorio: “(…) a) El día, hora
y el lugar donde ocurrió el hecho punible; b) que el acusado, los agraviados y testigo, en calidad de hija
(…)vivían juntos en su domicilio familiar (…); c) el motivo de la conducta del acusado, d) las agresiones
verbales y físicas hacia la agraviada Maura Clemente García; e) las agresión negligente hacia le menor
agraviado , f) la actitud indiferente del acusado a las lesiones que presentaba los agraviados, y g) después
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de ocurrido el hecho punible el acusado siguió frecuentando la vivienda familiar ” . (Subrayado es
nuestro). Aquí se advierte que el A Quo no ha tomado en cuenta hora que indica la testigo, que
sus padres se insultaron, para finalmente señalar que su padre sigue frecuentando la vivienda
familiar.
11
Sexto párrafo del Ítem 6.1.1.3. de la Sentencia de primera instancia, pág. 6 y 7.
12
Sexto párrafo del Ítem 6.1.1.4. de la Sentencia de primera instancia, pág.7.
El Acta de denuncia verbal violencia física y psicológica, de fecha 24-06-2020, del
cual, el A quo indica como aporte probatorio: “(…) persistencia y coherencia (…)”13.
La resolución Nª uno, de fecha 26-06-2020, emitida por el Juzgado Mixto de
Castrovirreyna que dispone dictar medidas de protección a favor de la agraviada,
del cual, también advertimos que el A quo indica como aporte probatorio: “Como
hecho notorio acredita que el Juzgado Mixto de Castrovirreyna determinó que las
agresiones sufridas por los agraviados por parte del acusado derivan de los
hechos”. (Subrayado es nuestro). Pues dicho juzgado que dispone las medidas de
protección no determina las agresiones, situación que advertimos.
Reporte de consulta al Sistema Informático de Registro de Caso Ministerio Público,
en el cual figura que el acusado tiene registrado en el año 2014 una demanda en su
contra por violencia familiar, caso 1906040601-2014-362-0. El A quo indica como
aporte probatorio: “(…) el acusado ha incurrido anteriormente en hechos
relacionados de violencia familiar” (Subrayado es nuestro). Pues no se determinó en
que concluyo dicha demanda.
Reconocimiento Médico Legal practicado la agraviada Maura Clemente García, en
donde indica en la anamnesis: “(…) que hubo cruce de palabras y agresiones entre
sus padres y que le cayó un puñete en su rostro (…)”. El A quo indica como Aporte
probatorio: “(…) coherencia y persistencias en la declaración (…)”. (Subrayado es
nuestro). Pues en su declaración vertida en el plenario es distinta, tal como se
advirtió respecto de los hechos.
II.6. En tal sentido, se advierte que, en la sentencia, no se cumplió con efectuar una
valoración adecuada y completa de la prueba personal actuada en juicio, así como
tampoco de las documentales. Del cual se denota que se ha limitado a efectuar un
listado de los medios actuados consignando un resumen de su contenido, sin haber
cumplido con el deber de efectuar primero una valoración individual de cada medio,
solo hace mención Aporte probatorio, sin señalar como llego a dicha conclusión y
fuera de contexto, vulnerándose el deber de motivación por falta de justificación
externa de las premisas, al haber arribado a conclusiones en base a información que no
fue brindada.
II.7. Por otro lado, respecto a la Valoración conjunta de las pruebas, debe entenderse
como el examen global –es decir la confrontación entre todos los resultados
probatorios- es sometido al principio de completitud de la valoración de la prueba.
Este es un principio de orden racional –incluso antes que jurídico- que exige que la
acreditación de los hechos objeto del proceso se consiga sobre la base de todas las
pruebas que hayan sido incorporadas a la causa y que se hayan revelado esenciales y
útiles para establecer los hechos de la causa. Este principio de valoración completa o
de completitud, presenta una doble dimensión. De un lado, aquella ya enunciada
conforme a la cual el juez determinará el valor probatorio de cada prueba que tenga
por objeto el mismo hecho, y después procederá, por confrontación, combinación o
13
Ítem 6.1.2. de la Sentencia de primera instancia, pág.7.
exclusión, a considerar las diversas posibles versiones sobre ese mismo hecho, para
terminar, escogiendo aquella que aparezca confirmada por un mayor grado de
atendibilidad.
atendibilidad De otro lado, encontramos la dimensión global del principio de
completitud, según la cual previamente a la redacción del relato de los hechos
probados se debe tener en cuenta todos los resultados probatorios obtenidos por el
juez en la aplicación de la dimensión individual de este principio.
principio La valoración
completa de todas las pruebas practicadas constituye un presupuesto necesario para
lograr una valoración de las pruebas que tenga en cuenta todos los elementos precisos
para una adecuada redacción del relato de los hechos probados. En este sentido, no se
debe perder de vista que la completitud en la valoración evita que el juzgador pueda
incurrir en un vicio tan pernicioso como la valoración unilateral de las pruebas. Este
defecto de la actividad judicial se produce cuando el juez justifica su propio
convencimiento sobre la quaestio facti, utilizando para ello solamente los elementos de
prueba que sostengan su decisión sin hacer la más mínima mención a las pruebas que
la contradigan. También se da cuando el juzgador, en lugar de obtener la decisión del
juicio de hecho de todos los resultados probatorios disponibles en la causa, elige a
priori una versión de los hechos para posteriormente seleccionar los resultados
probatorios que la conforman, dejando de lado a los demás. Por lo tanto, la
importancia de una valoración completa radica en que a través de ella se garantiza que
el órgano jurisdiccional examine y tenga en cuenta todos los posibles resultados
probatorios, aunque posteriormente no sean utilizados en la justificación de la
decisión del tema decidendi.
II.8. Pues, de lo advertido, se tiene que el A quo al momento de compulsar las pruebas
de manera conjunta hace mención de las pruebas valoradas a nivel individual del cual
no tiene coherencia, tal como se va indicar:
II.8.1. Primero, no negamos la familiaridad que existe con la presunta agraviada quien
es madre de mis hijos y tampoco con del presunto menor agraviado, así como sobre la
edad de este último.
II.8.3. Respecto a las declaraciones vertidas por los supuestos agraviados (la madre y el
menor) y la testigo (hija del acusado), pues de las tres declaraciones vertidas, se
advierte que le A quo considero una hora promedio de los hechos, tal como indica en
el ítem 7.3.8 de la recurrida: “(…) entre 21:00 horas aproximadamente (…)”, pero en
ninguna parte indica como llegó a dicha conclusión, pese a existir tres versiones.
II.8.4. Asimismo se indica, en el mismo ítem de la recurrida que: “(…) la agresión física
con un puñete, lanzada con su mano derecha impacto a la parte central del rostro de la
agraviada Maura Clemente García cuando esta última tenía entre sus brazos al menor (…),
quien se encontraba en medio del acusado y a la agraviada, golpe que habría impactado en la
nariz del menor (…)”; situación que tampoco ha sido esclarecida, toda vez, que el
menor indico que al estar discutiendo los padres, este se puso entre ellos y la presunta
agraviada señalo que al menor los sentó en su rodillas; sin embargo, el A quo llega a
otra conclusión.
II.8.5. Por otro lado, en el ítem 7.3.9. de la recurrida el A quo señala: “La verosimilitud de
la declaración de los agraviados, cotejado con lo narrado en el Acta de denuncia verbal ante la
Comisaria Sectorial de Castrovirreyna, señalando la forma y circunstancias de los hechos, el
empleo de violencia por parte del acusado, el lugar que sucedió la agresión, coincide con lo
señalado en la declaración que brindaron en el plenario (…)”; indudablemente el A quo al
momento de señalar que existe verosimilitud, debe entender que debe basarse en la
lógica de su declaración y en la existencia de corroboraciones periféricas de carácter
objetivo obrantes en el proceso (STS, 2.ª7-III-2013, rec993/112), pero para adelante, no
podemos indicar primero las declaraciones del plenario cuando fueron ultimas, en
razón de tiempo.
Asimismo, el A quo en el segundo párrafo del ítem 7.3.9. señala que: “La La declaración del
minero agraviado es un medio de prueba al cual se le confiere carácter de testimonio, en virtud
de que fue emitido por una persona que dada su edad, puede apreciar el hecho, por su probidad,
que se trata de un hecho susceptible de conocer por medio de los sentidos, lo cual fue percibido
por el declarante en virtud de que sobre el recayó conducta negativa que se le atribuye a su
padre; pero sobre todo porque su declaración se advierte verosímil y se le concede valor
indiciario”;
indiciario del cual se advierte que el A quo en un primer momento toma como prueba
la declaración del menor y finalmente señala que su declaración se le concede valor
indiciario, pues de todo lo indicado en ninguna parte se hace referencia al carácter
subjetivo del delito, situación del cual también podemos indicar que lo que se
sanciona es el carácter subjetivo del autor -el animus necandi-, si bien la
responsabilidad objetiva esta proscrita dentro de nuestro ordenamiento jurídico.
II.9. Estas circunstancias obligan a que tanto los fallos condenatorios como
absolutorios deban cumplir rigurosamente el deber de motivación de todos los medios
de prueba actuados en forma individual y global contrastándose estos con las tesis
defensivas, tal como se advirtió en la Ejecutoria Suprema contenida en el Recurso de
Nulidad N.° 1972-2014, y que como se ha indicado ha sido nuevamente omitido, por lo
que, se incurrido en causal de nulidad que debe ser así declarada, resultando necesario
un nuevo juzgamiento.
II.10. Igual manera, se advierte que el A quo, desarrolla la sentencia de una manera
desordenada, distorsionando totalmente los hechos, así como introduciendo nuevos,
advirtiéndose vulneración al derecho a la debida motivación de las resoluciones, por
lo que, si bien, la nulidad es un remedio de última ratio, ello significa que hay que
usarla en casos extremos, cuando atenten el derecho a ser juzgado respetando las
garantías constitucionales. En todo caso, el Colegiado Superior debe responder a la
siguiente pregunta: ¿Se puede integrar la resolución emitida por el A quo? Es decir,
motivar y así subsanar lo que el juez de instancia no hizo. Definitivamente no, la
integración se produce en virtud a que el Juez ha desarrollado una argumentación
mínima que habilite una especie de cabecera de playa para que el juez revisor pueda
seguir avanzando. A guisa de ejemplo, respecto a los medios de pruebas actuadas en
juicio que propone la Fiscalía, el juez no agrega ninguna idea que pueda catalogarse
como motivación de la resolución, más por el contrario solo señalo lo vertido por los
agraviados, testigos, y documentales, entonces, se constata que no ha satisfecho el
estándar que exige la fundamentación de la sentencia.
II.12.1. En el 8.1. del octavo considerando de la recurrida el A Quo señala el tipo penal
por el cual se le ha venido investigando, procesando y se le sentencio, asimismo en el
8.2 hace referencia a los limites abstractos mínimos y máximos; y, además desarrolla
atenuantes genéricas del artículo 46 del Código Penal, del cual indica: “8.2.1.
8.2.1. La falta de
antecedes penales de la acusada (Art. 46, 12 y 13 CP). Al ser un agente primerizo según fluye dela
prueba actuada (certificado judicial de antecedentes penales), lo que es de enfatizar . (…) 8.2.2. Las
condiciones personales y circunstancias que llevan al conocimiento del agente (Art. 46.1 CP) el acusado
tiene grado de instrucción secundaria completa de ocupación en labores de construcción y es padre de
tres hijos”.14
II.12.2. Además, indica en el ítem 8.3. que: “(…) el acusado agredió físicamente a su
conviviente y a su menor –hijo-, sin motivo alguno, en un contexto de dominación y de causar temor a
los miembros de la familia, asimismo, se ha acreditado que el año 2014 el acusado fue demandando por
violencia familiar, de acuerdo al registro de denuncias del Ministerio Público, sumando a la conducta
14
Fundamento 8.2.1 y 8.2.2. de la Sentencia de primera instancia, pág. 20.
rebelde del acusado de cumplir mandatos judiciales -medidas de protección de alejamiento del hogar -,
(…) continuo frecuentando la vivienda familiar fecha posterior (…)”.15
II.12.3. De igual manera, en el ítem 8.4. advierte que “(…) el artículo 48 del Código Pernal
regula el concurso ideal (…)”, para finalmente concluir en su segundo párrafo: “(…) se ha
configurado concurso ideal de delito homogéneos (…) al haberse acreditado que el acusado con una
acción –propinar un puñete-a lesionado (…)”.16
II.12.5. Para finalmente concluir el A quo, indicando: “(…) respecto a la calidad de pena a
imponerse al acusado, el Artículo 57 del Código Penal (…) es inaplicable a los condenados por el delito
de agresiones en contra de las mujeres o integrantes del grupo familiar del Artículo 122-B y por el delito
de lesiones previsto en los literales c), d) y e) del numeral 3 del artículo 122 ”
15
Fundamento 8.3. de la Sentencia de primera instancia, pág. 20.
16
Fundamento 8.4. de la Sentencia de primera instancia, pág. 20 y 21.
17
Página 21 de la Sentencia de primera instancia.
Aspecto que no ha sido desarrollados por le A quo, y que sería contrario a lo señalado
por el Tribunal Constitucional quien en su jurisprudencia (Expediente 01480-2006-
PA/TC), que: “(…) el derecho a la debida motivación de las resoluciones importa que los
jueces, al absolver las causas, expresen las razones o justificaciones objetivas que los lleven a
tomar una determinada decisión. Esas razones , (...) deben provenir no sólo del ordenamiento
jurídico vigente y aplicable al caso, sino de los propios hechos debidamente acreditados en el
trámite del proceso. Sin embargo, la tutela del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales no debe ni puede servir de pretexto para someter a un nuevo examen las cuestiones
de fondo ya decididas por los jueces ordinario.”18
IV. AGRAVIOS. -
la pena.
POR LO EXPUESTO:
PRIMER OTROSÍ DIGO. – Que, por convenir a mi legítimo derecho e interés, cumplo
con APERSONARME y NOMBRO como mi Abogado Defensor al letrado Cirilo Aranda
Meza, asimismo señalando como domicilio procesal en Jr. Xxxx- cercado de
Huancavelica, así como indico Casilla Electrónica N° xxxx y correero electrónico: xxxx;
lugar donde me harán llegar las notificaciones de las resoluciones que recaigan en esta
causa.
18
Fundamento 2 de la sentencia del Expediente Nº 01480-2006-PA/TC, pág. 2.
Huancavelica, 13 de setiembre de 2020.