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Manipulaciones

Mónica Biaggio

Psicoanalista. Egresada de la UBA. Miembro de la Escuela de la Orientación Lacaniana


y de la AMP. Autora y compiladora de: El origen de la violencia, 2011 y Del estrago al
síntoma: una apuesta clínica, 2012. Artista Plástica, egresada de la Escuela Nacional de
Bellas Artes, Manuel Belgrano. Estudió con Carlos Gorriarena y Miguel Ángel
Bengochea. Participación en exposiciones colectivas y primera muestra individual en el
Centro Cultural Borges, “Natural”, año 2015. Publicaciones de sus obras en la Revista
Lacan XXI, revista FAPOL online.

“Me di cuenta de que consistir quería decir que había que hablar de cuerpo, que hay un
cuerpo de lo imaginario, un cuerpo de lo simbólico -es la lengua- y un cuerpo de lo
real del que no se sabe cómo se sale”.1

El fantasma se constituye como pregunta, al ¿qué o quién soy? y responde con el objeto
a. Algo se pierde y algo se fija a nivel del cuerpo; se recorta allí lo que deviene plus y
causa de deseo. Como plus se aloja en un vacío; consistencia lógica que nombra lo que
no hay: un ser. Como causa, evoca el vacío que lo habita. Esta consistencia termina
siendo un falso real, por lo tanto, “lo real” el fantasma no lo toca; resta el síntoma que
muerde el cuerpo. Porque a diferencia de la lógica del fantasma, al final de la enseñanza
de Lacan, la brújula será el síntoma que es en sí mismo una respuesta por la existencia
y no por el ser.2 Existencia de un cuerpo que se tiene.
Cuerpo que ha sido, desde todos los tiempos, manipulado por el poder, Amo de turno
que ha pretendido regularlo.
El cuerpo y su exceso han sufrido distintos modos de manipulación que Foucault llamó
biopolítica. Distingue dos técnicas que surgieron en los siglos XVII y XVIII. La
anatomopolítica, que consiste en anatomizar los cuerpos, mediante el estudio de su
comportamiento; su instrumento es la disciplina como control y vigilancia. Su objetivo
es maximizar sus capacidades productivas. La segunda técnica es la biopolítica, que
tiene como objeto a las poblaciones, sus tasas de mortalidad, natalidad, etc.
Estas dos técnicas siguen vigentes hasta el día de hoy. Sabemos que la manipulación del
cuerpo al servicio de la ciencia y la política, tuvo como paradigma la experimentación
en los prisioneros de los campos de concentración nazi.

1
Lacan, J., clase del 16 de noviembre de 1976, Seminario 24 “L'insu que sait de l'une-bévue s'aile à
mourre”, inédito, pág.5
2
Miller, J.-A, Revista Freudiana, setiembre/diciembre 2013, “Má s allá del Pase”, Clase del 4/5/2011,
Curso, El ser y el Uno, inédito.
En los años 90’ con el Proyecto del Genoma Humano la Ciencia constituye el plus del
Capitalismo3 y busca la inmortalidad: las clonaciones que actualmente se hacen,
apuntan a lograr obtener un banco de órganos para los trasplantes. En el origen los seres
eran inmortales, siempre se reproducían hasta que un día, algo de esa inmortalidad falló,
a partir de ese fallo, el mundo, con sus especies y su humanidad, se originó. Perdurar la
vida, esa paradoja que Baudrillard, en La ilusión vital, explica. Las células del cuerpo
deberían siempre cumplir su ciclo: nacer, reproducirse y morir. La vida se dio gracias a
que algo de lo mortal sobrevino. En cambio, cuando la inmortalidad de una célula se
presenta, tenemos el cáncer. Son células que no cumplen el ciclo esperado y en cambio
no paran de reproducirse mal formándose y tornándose fagocitarias de otras células. Esa
célula, cito: “Olvida morir.; olvida cómo morir. Continúa clonándose a sí misma una y
otra vez, creando miles de copias idénticas de sí misma, y forma por tanto un tumor.
Lo habitual es que el sujeto muera como resultado de ello y que las células cancerosas
mueran con él. En el caso de Henrietta Lacks, estas células tumorales fueron extraídas
y cultivadas en un laboratorio y se proliferaron incesantemente. Constituyen un
espécimen tan sorprendente y virulento que han sido puestas en circulación por todo el
mundo y enviadas al espacio, a bordo del satélite norteamericano Discoverer 17. Así,
el cuerpo diseminado de Henrietta Lacks, clonado a nivel molecular, está realizando
sus periplos de inmortalidad. 4. En 1994 finaliza el Proyecto Humano Visible5 a partir
del cadáver de Joseph Paul Jernigan quien dono su cuerpo al ser condenado a muerte.
Luego de ser congelado fue cortado en 1.871 rebanadas milimétricas y fotografiado: el
Proyecto Humano Visible, dio cuenta del mapeo del cuerpo para visualizarlo. Estos
trozos de real, fueron digitalizados y tomados por parte de un grupo de artistas con lo
que generaron la reanimación de un “alma óptica”. Esta “performance” produjo en una
sala oscura la proyección del cuerpo.
La dupla Capitalismo- Ciencia, realiza una sacralización absoluta, sin resto. Todo lo que
es actuado, producido, vivido – incluso el cuerpo humano- son desplazados a la esfera
del consumo en la que es imposible su uso porque es consignado a su consumo o
exhibición espectacular. “Si profanar significa devolver al uso común lo que fue
separado en la esfera de lo sagrado, la religión capitalista en su fase extrema apunta a
la creación de un absolutamente Improfanable” 6. Se consume y da a ver un cuerpo al
3
Miller, J.-A, Conferencia “Hay gran desorden en lo real, en el siglo XXI”; Lacan Cotidiano, N°216,
28/5/2012.
4
Baudrillard, La ilusión vital, Siglo XXI, Bs.As, 2002, pág.4 y 5.
5
www.galeria3d.net/the-visible-human-project.
6
Agamben, G. Profanaciones, Anagrama, Bs.As, 2005, pá g.107.
servicio de la Ciencia, a diferencia del alma óptica que muestran los artistas profanando
esa sacralización; se profana lo sagrado, pero con un resto que queda por fuera del
consumo. A diferencia del Capitalismo cuya cristianización está al servicio del dios
Ciencia, la performance como obra de arte, se aparta de ese culto permanente y produce
algo que no puede ingresar al Mercado, a diferencia de las obras de arte que han sido
sacralizadas por el culto del neoliberalismo.
El psicoanálisis sigue la vía del arte, porque desactiva el poder de lo sagrado del amor al
padre, lo profana, haciendo de ese acontecimiento singular, único -que tuvo valor de
traumatismo en el cuerpo, y que permanece inalterable- un uso sacrílego, también fuera
del sistema mercantilista y por ello más allá del padre.

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