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Ingeniería Bioquímica

TEMA 5. RUTAS METABÓLICAS Y ENERGÉTICAS EN LAS CÉLULAS

CONTEXTO

Como resultados del aprendizaje asociado a este tema, se adquieren las siguientes
competencias:

 Conocer el conjunto de procesos metabólicos que hacen sostenible la vida


 Aprender conceptos generales y mecanismos básicos de biología molecular y
biotecnología
Los contenidos abarcan los aspectos relacionados con las rutas metabólicas de interés
industrial.

ÍNDICE
5.1. Rutas metabólicas y de transferencia de energía
5.1.1. Fuentes de carbono y energía para la vida celular
5.1.2. Ciclos del carbono, oxígeno y nitrógeno
5.1.3. Catabolismo y anabolismo
5.1.4. Rutas catabólicas, anabólicas y anfibólicas
5.2. Principios de bioenergética y ciclo del ATP
5.2.1. Convenciones de la bioenergética
5.2.2. Propiedades químicas del ATP, ADP y AMP
5.2.3. Reacciones de oxidación-reducción. Acoplamiento a través del NAD
5.3. Fermentación y metabolismo aeróbico
5.3.1. Glucólisis
5.3.2. Fermentaciones anaeróbicas
5.3.3. El ciclo de los ácidos tricarboxílicos y la cadena respiratoria
5.3.4. Glucólisis, fermentación y respiración
5.3.5. Energética de la respiración y de la fermentación
5.3.6. Reacciones de oxidación parcial
5.3.7. Cinética de los procesos de fermentación
5.4. Fotosíntesis
5.4.1. El proceso de fotosíntesis
5.4.2. Pigmentos fotosintéticos
5.4.3. Transporte electrónico fotosintético y fosforilación fotosintética
5.5. Biosíntesis y utilización de la energía del enlace fosfato
5.5.1. Síntesis de moléculas pequeñas
5.5.1. El ciclo del glioxilato
5.6. Transporte a través de membranas celulares

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TEMA 5. RUTAS METABÓLICAS Y ENERGÉTICAS EN LAS CÉLULAS

5.1. Rutas metabólicas y de transferencia de energía

5.1.1. Fuentes de carbono y energía para la vida celular

La forma habitual de abordar un proceso desde el punto de vista de la ingeniería química


supone analizar los procesos de transporte de cantidad de movimiento, energía y materia. En
el caso de las células, aunque la transferencia de cantidad de movimiento está implicada en el
movimiento celular, los procesos de mayor importancia son los de intercambio de materia y
energía con los alrededores. La transmisión de calor es relativamente poco importante en las
células vivas, en comparación con los procesos de transporte, almacenamiento y utilización de
la energía química. No hay más que tener en cuenta que las enzimas, catalizadores esenciales
para el funcionamiento de los sistemas vivos, se desnaturalizan fuera de un intervalo muy
estrecho de temperatura. La consideración de los flujos de energía en el interior de las células
proporciona un marco excelente para el estudio del metabolismo celular. Se define el
metabolismo intermediario como la suma total de todas las reacciones enzimáticas que tienen
lugar en la célula, y cuyos objetivos son:

 La obtención de energía química de las moléculas combustibles o de la luz solar


absorbida
 La conversión de los principios nutritivos exógenos en sillares de construcción o
precursores de los componentes macromoleculares de la célula
 El ensamblaje de estos materiales para formar proteínas, ácidos nucleicos, lípidos y
otros componentes macromoleculares de la célula
 La formación y degradación de las biomoléculas necesarias para las funciones
especializadas de las células

El número de reacciones químicas necesarias para el mantenimiento de la vida es muy grande


(más de 1000), todas ellas catalizadas enzimáticamente. Se suelen mostrar bajo la forma de
esquemas muy detallados o mapas metabólicos y, aunque son muy complejos en apariencia,
la forma y función de las rutas metabólicas centrales no son difíciles de comprender y, además,
son muy semejantes para la mayor parte de las formas de vida. El objetivo de este tema es
sentar las bases que permitan conocer las formas en que los organismos obtienen la energía y
construyen las unidades estructurales de las biomoléculas durante la biosíntesis, cómo están
controlados estos procesos y cómo pueden manipularse para mejorar el rendimiento de los
productos de interés.

En la figura 5.1 se presenta un resumen de la clasificación metabólica de los organismos. Como


puede verse, desde el punto de vista de su metabolismo, las células se dividen en autótrofas,
que pueden utilizar el CO2 como única fuente de carbono para la síntesis de las biomoléculas
orgánicas, y heterótrofas, que no pueden utilizar el CO2 y necesitan fuentes de carbono más
elaboradas como por ejemplo glucosa. Las células fotosintéticas y algunas bacterias son
autótrofas, mientras que las células de animales superiores y microorganismos son
heterótrofas. Además, en función de la fuente de energía, se distingue entre células
fotótrofas, cuando emplean la luz como fuente de energía, y quimiótrofas, cuando la energía

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procede de reacciones de oxidación-reducción. Dentro de estas últimas, se puede hacer una
clasificación adicional según la naturaleza orgánica o inorgánica de las especies dadoras de
electrones, entre quimio-organótrofos y quimio-litótrofos. Por último, los organismos
heterótrofos pueden dividirse en dos clases principales, aerobios y anaerobios, según utilicen
oxígeno u otro compuesto orgánico diferente como aceptor último de electrones. Hay
organismos anaerobios obligatorios, que mueren por exposición al oxígeno, y facultativos, que
pueden vivir con y sin oxígeno.

Figura 5.1 Clasificación de los organismos en función de sus fuentes principales de energía y de
carbono

5.1.2. Ciclos del carbono, oxígeno y nitrógeno

Los organismos vivos existentes en la naturaleza son interdependientes en el aspecto nutritivo


de varias maneras. Las más fundamentales son los ciclos del carbono y del oxígeno en la
biosfera, según los cuales, las células fotosintéticas (autótrofas) y las heterótrofas se alimentan
literalmente unas a otras, en una relación que recibe el nombre de sintropía (figura 5.2). Por
otro lado, tal y como se muestra en la figura 5.3, también existe un ciclo para el nitrógeno,
componente fundamental de las proteínas, ácidos nucleicos y otras biomoléculas importantes.
Los organismos más autosuficientes son las algas cianofíceas fotosintéticas, fijadoras de
nitrógeno, que son procariotas y se encuentran en el suelo, en el agua corriente y en los
océanos, y que obtienen el carbono del CO2, el nitrógeno del N2 atmosférico y los electrones
para la reducción del CO2 proceden del agua. Además, en la biosfera existe un flujo masivo de
energía, muy emparejado con el ciclo del carbono (figura 5.4). La energía fluye en un único
sentido, de forma que al final se obtienen formas de energía inútiles desde un punto de vista

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biológico. Este flujo de energía es de una magnitud muy grande: anualmente se utilizan del
orden de 1019 kcal (4.18·1019 kJ) de energía solar en la conversión de CO2 en biomasa a través
de los organismos fotosintéticos de la biosfera.

Figura 5.2. Ciclo del CO2 y del O2 entre los dominios autotrófico (fotosintético) y heterotrófico en
la biosfera

Figura 5.3. Ciclo del nitrógeno en la biosfera

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Figura 5.4. Relaciones energéticas entre las rutas catabólicas y anabólicas

Además de lo expuesto de manera resumida en las figuras 5.2 a 5.4, hay que tener en cuenta
que muchos organismos (y, en general, las células de animales superiores) precisan de
determinados componentes exógenos específicos, que son incapaces de sintetizar, para su
crecimiento. Este es el caso de determinados aminoácidos, que reciben el nombre de
aminoácidos esenciales, o de ciertas vitaminas que, por tanto, deben obtenerse de fuentes
exógenas.

5.1.3. Catabolismo y anabolismo

El metabolismo se divide en dos fases principales, el catabolismo, que es la fase degradativa


del metabolismo, en la que las moléculas complejas y relativamente grandes (glúcidos, lípidos
y proteínas) se degradan para producir moléculas más sencillas (CO2, ácido láctico, ácido
acético, NH3, urea, etc.), y el anabolismo, que es la fase constructiva o biosintética del
metabolismo, en la que tiene lugar la biosíntesis enzimática de los componentes moleculares
de las células (ácidos nucleicos, proteínas, polisacáridos y lípidos) a partir de sus precursores
sencillos. El catabolismo va acompañado de liberación de energía, que se acumula en los
enlaces fosfato de la molécula de trifosfato de adenosina (ATP), que es una especie
transferidora de energía, mientras que el anabolismo precisa de consumo de energía, que es
aportada por el ATP generado en el catabolismo. El catabolismo y el anabolismo ocurren de
manera simultánea en las células. Dado que el metabolismo se desarrolla de modo
escalonado, a través de numerosos intermediarios, se suele utilizar el término de metabolismo
intermediario. Los productos intermedios del metabolismo reciben el nombre de metabolitos.
Las rutas metabólicas poseen muchas etapas con el fin de poder adaptar los requisitos de
generación y consumo de energía a la cantidad de energía inherente al grupo fosfato terminal
de una molécula de ATP, que es la principal unidad de intercambio energético en las células: el
ATP, así como otras sustancias, es capaz de almacenar energía química, procedente de la luz o
de oxidaciones biológicas, en enlaces que contienen fosfato o sulfuro en alguna de las
siguientes configuraciones:

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O O O O O
-C-OP-OH -N-C-NP-OH -P-OP-OP-OH -CS-
R OH N OH OH OH OH O

donde el enlace marcado como  es el que es capaz de liberar cantidades considerables de


energía cuando se hidroliza.

5.1.4. Rutas catabólicas, anabólicas y anfibólicas

La degradación enzimática de los elementos nutrientes mayoritarios de las células tiene lugar a
través de una serie de reacciones enzimáticas consecutivas, organizadas en tres fases
principales:

 En la fase I del catabolismo se degradan las grandes moléculas de nutrientes y liberan


sus sillares de construcción principales
 En la fase II del catabolismo, los productos de la fase I se convierten en unos pocos
productos finales diferentes, de menor tamaño
 En la última fase del catabolismo (fase III), los productos de la fase II resultan oxidados
a CO2 y H2O.

Por otro lado, la biosíntesis también ocurre en tres etapas: etapa III, donde se generan
pequeñas moléculas precursoras que en la fase II se convierten en los sillares de construcción,
que se ensamblan en la fase I para formar macromoléculas. Obsérvese que, mientras que las
rutas catabólicas tienen orígenes difusos ya que se parte de un elevado número de moléculas
diferentes y convergen en una ruta final común en la fase III, las rutas biosintéticas son
divergentes y se inician a partir de unos pocos precursores en la fase III, a partir de la cual se
ramifican y divergen para dar lugar a la formación de muchos productos diferentes. Sin
embargo, es importante observar que las rutas catabólicas y anabólicas para una biomolécula
determinada no recorren caminos inversos. Esta situación aporta una serie de ventajas ya que,
por un lado, la existencia de rutas paralelas de liberación y consumo de energía es una
necesidad ya que la ruta catabólica es energéticamente imposible para el anabolismo: en las
rutas catabólicas se forma ATP a partir de ADP y fosfato a expensas de la energía libre liberada
durante la degradación de diversas moléculas combustibles (especialmente en la fase III).
Inversamente, en las rutas biosintéticas o anabólicas se consume ATP y van acompañadas por
su escisión en ADP y fosfato (figura 5.5). Otra ventaja adicional es que, el hecho de tratarse de
rutas paralelas permite su regulación de manera independiente y, de hecho, pueden tener
lugar en localizaciones diferentes de las células. La fase III constituye un punto o ruta central
común para ambas (por ello, a menudo recibe el nombre de ruta anfibólica).

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Figura 5.5. Las tres fases del metabolismo

5.1.5. Ciclo energético en las células

Las oxidaciones biológicas son esencialmente combustiones sin llama, o a baja temperatura.
Sin embargo, el calor liberado no puede ser aprovechado como fuente de energía por los
organismos vivos, que son esencialmente isotermos. No obstante, la energía de Gibbs (G)
liberada en las combustiones celulares puede conservarse bajo la forma de la energía química
inherente a los enlaces químicos. En este caso, se acumula en los enlaces covalentes de los
grupos fosfato terminales en la molécula de trifosfato de adenosina (ATP). El ATP se produce
enzimáticamente a partir del difosfato de adenosina (ADP) y de fosfato inorgánico mediante
reacciones de transferencia del grupo fosfato que están químicamente acopladas a etapas
específicas de oxidación durante el catabolismo. Por otro lado, el ATP puede difundir a los
lugares de la célula donde se necesita energía y donde ésta es transferida, junto con el grupo
fosfato terminal del ATP, a moléculas de aceptores específicos, que adquieren mayor
contenido energético y pueden así actuar como precursores de biomoléculas mayores. De esta
manera, el ATP actúa como una forma de transporte de energía libre en las células.

Otra forma de transferencia de energía es la que tiene lugar a través de los grupos reductores,
que liberan electrones que son transportados enzimáticamente desde las reacciones de
oxidación del catabolismo, donde se liberan, hasta grupos que requieren electrones (C=C y
C=O), mediante coenzimas transportadoras de electrones. Las oxidaciones celulares son
catalizadas por enzimas que tienen un cofactor o grupo prostético que acepta protones y
electrones (átomos de H) del sustrato y los transfiere, a través de una serie de compuestos
aceptores de electrones de mayor potencial de reducción que la especie dadora de electrones
(a través de compuestos oxidantes), hasta el oxígeno u otro aceptor. La coenzima
transportadora de electrones más importante es el dinucleótido de adenina y nicotinamida

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(NAD) o su forma fosforilada (nicotinamida-adenín-dinucleótido-fosfato, NADP), los


mononucleótidos de flavina y adenina (FAM y FAD) y los citocromos.

5.2. Principios de bioenergética y ciclo del ATP

5.2.1. Convenciones de la bioenergética

La variación de energía de Gibbs de una reacción (G = H –TS, con G = función de Gibbs o
función de energía libre o disponible para hacer trabajo, H = entalpía, T = temperatura y S =
entropía) permite determinar en qué medida la reacción ocurre o no de manera espontánea
(G < 0) o se encuentra en equilibrio (G = 0). Los procesos con G < 0 se dice que son
exergónicos, mientras que aquéllos con G > 0 se denominan endergónicos. Para una reacción
A + B → C + D, la variación de energía libre asociada a una cierta reacción química, a
presión y temperatura constantes, G, viene dada por:

[ ] [ ]
[ ] [ ]

y la energía libre estándar:

El estado estándar para las reacciones en fase acuosa se suele definir como una concentración
1 M a 25ºC y 1 atm. Sin embargo, para el análisis termodinámico de los sistemas bioquímicos
se aceptan las siguientes convenciones:

 Siempre que el agua intervenga en la reacción, en un sistema acuoso diluido, se


considera que su actividad vale 1 aunque se sabe que su concentración es
aproximadamente 55.5 M, que es la concentración en moles/L del agua pura en
condiciones tales que la densidad es de 1000 g/L.
 El estado estándar de referencia se define a pH = 7, en lugar del pH = 0, que es el que
corresponde a una concentración molar de protones 1 M. La variación de energía libre
estándar en estas condiciones se designa como G0’ en lugar de G0.

Así, en las ecuaciones (5.1) y (5.2), G’ representa la variación de energía libre, G0’ la
variación de energía libre estándar y K’eq la constante de equilibrio de la reacción, todas ellas
basadas en un estado estándar a pH = 7. Si en la reacción intervienen el agua o los protones,
no se introducen en la expresión para el cálculo de K’eq en función de las concentraciones de
reactivos y productos ya que se considera que se encuentran incluidos en dicha constante. R es
la constante de los gases y T la temperatura absoluta.

Por otro lado, cuando se trata de procesos de oxidación-reducción:

donde E’ es el potencial de reducción asociado a la reacción. El potencial estándar (E0’) para el


proceso se calcula como el potencial de reducción estándar del par redox que se reduce menos
el potencial de reducción estándar del par redox que se oxida. En la ecuación (5.3) n es el

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número de electrones transferidos en la reacción y F es la constante de Faraday (96485
C/mol).

5.2.2. Propiedades químicas del ATP, ADP y AMP

La estructura del tri-, di- y monofostato de adenosina (ATP, ADP y AMP, respectivamente) es la
siguiente:

ATP4- ADP AMP-


y, como puede verse, se obtienen de la unión de grupos fosfato a moléculas de adenosina, que
a su vez contiene unidades procedentes de adenina y ribosa:

adenosina adenina ribosa

La suma de las concentraciones molares de ATP, ADP y AMP en la fase acuosa de las células
vivas se mantiene relativamente constante (entre 2 y 10 mmol/L) y, además, la concentración
de ATP excede con mucho a la de ADP y AMP ya que, en esas condiciones, la liberación de
energía libre asociada a la hidrólisis es mayor (actividad propuesta nº 4). La hidrólisis
enzimática del ATP para dar ADP y fosfato inorgánico (Pi) lleva asociada una disminución
considerable de energía libre. A 25ºC, 1 atm y pH = 7:

ATP + H2O →ADP + Pi G0’= -30.5 kJ/mol

Es decir, en la hidrólisis se libera una gran liberación de energía libre que puede almacenarse si
se invierte la reacción y se adiciona un grupo fosfato al ADP. Así pues, la fosforilación del ADP y
de otros compuestos proporciona una manera muy útil de almacenamiento de energía, que
puede liberarse posteriormente mediante la hidrólisis de los enlaces fosfato. Por ejemplo, en
la oxidación de un aldehído a ácido carboxílico de manera aislada en una fase acuosa se liberan
unas 7 kcal/mol de energía libre estándar, mientras que si la misma reacción ocurre de manera
acoplada a la fosforilación de ADP, no se produce apenas cambio de energía libre estándar ya
que la energía que se libera en la oxidación se utiliza para la formación del enlace fosfato. En la
tabla 5.1 se muestra la energía libre estándar de hidrólisis de algunos compuestos fosforilados.
En presencia de un catalizador adecuado (capaz de promover la transferencia), cualquier
compuesto situado por encima del ATP tiende a perder su grupo fosfato y cederlo a una
molécula capaz de aceptar dicho grupo, que se encontrará en la parte inferior de la escala. El
término de potencial de transferencia de fosfato, se suele dar como una cantidad

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adimensional, que es igual al valor de G0’ pero con signo positivo, y da una medida de la
“presión” del grupo fosfato. El hecho de que el ATP posea un valor intermedio en esta escala
pone de manifiesto cómo el ATP desempeña un papel del intermediario común en la mayor
parte de las reacciones de transferencia de grupos fosfato en la célula, catalizadas
enzimáticamente. El ADP puede aceptar un grupo fosfato de un compuesto que se encuentre
por encima en la tabla y el ATP que se forma puede cederlo una molécula capaz de aceptarlo,
dando lugar a un fosfato situado más abajo en la tabla (figura 5.6).

Por otro lado, los compuestos fosforilados eléctricamente cargados también pueden servir
como intermediarios metabólicos para sustancias orgánicas altamente ionizadas, que no
pueden permear a través de las membranas celulares. De esta manera es posible obtener de
los nutrientes la máxima cantidad de energía y de especies químicas de utilidad.

Tabla 5.1. Energía libre estándar de hidrólisis de algunos compuestos fosforilados

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Figura 5.6. Clasificación de los compuestos biológicos fosforilados según sus energías libres
estándar de hidrólisis

5.2.3. Reacciones de oxidación-reducción. Acoplamiento a través del NAD

En las reacciones bioquímicas, cuando un compuesto orgánico se oxida, la pérdida de


electrones se produce a través de la pérdida de átomos de hidrógeno. De esta manera, las
oxidaciones se suelen producir en forma de deshidrogenaciones, mientras que las reducciones
ocurren como hidrogenaciones. Los pares de átomos de hidrógeno que se transfieren en estos
procesos se transportan a través de derivados de nucleótidos, especialmente a través del
dinucleótido de nicotinamida y adenina (NAD; NAD+ en su forma oxidada) y su forma
fosforilada (NADP; NADP+ en su forma oxidada):

NAD NADP

El NAD+ y su análogo fosforilado, NADP+, se reducen a NADH y NADPH, aceptando un ion


hidruro (dos electrones y un protón) a partir de un sustrato oxidable (es decir, de una especie
reductora). El ion hidruro se puede adicionar en la parte frontal (cara A) o posterior (cara B) del
anillo plano de la nicotinamida, tal y como se muestra en la figura 5.7. Si los electrones pasan
desde el NADH + H+ hasta el oxígeno, E0' = 1.14 V y G' = -52 kcal/mol, que teóricamente
permiten la formación de 4 enlaces fosfato de alto contenido energético. En la práctica,
cuando esta reacción se lleva a cabo en mitocondrias aisladas, la eficiencia de formación de
enlaces es del orden del 70%, quizá debido a una pérdida de actividad de los extractos; en las
células, el rendimiento es todavía menor, quizá debido a una disposición espacial de las
enzimas menos favorable.

Otras especies que también actúan como transportadoras de electrones son el


mononucleótido de flavina (FMN) y el dinucleótido de flavina y adenina (FAD), donde la
porción que acepta el hidrógeno del NADH2 o de un sustrato es la riboflavina, y en las especies
fotosintéticas, los citocromos, que son proteínas que están unidas a un átomo metálico
mediante enlaces coordinados.

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Figura 5.7. Reducción del NAD+ a NADH

El NADH y NADPH se clasifican como coenzimas y, por ejemplo, intervienen proporcionando el


hidrógeno necesario para la reducción del CO2 que permite la asimilación del C en organismos
autótrofos o en la reducción del SO42- para satisfacer las demandas de S en la célula. También
participan en la formación del ATP en el metabolismo aeróbico.

5.3. Fermentación y metabolismo aeróbico

La glucosa ocupa un papel central en el metabolismo de plantas, animales y muchos


microorganismos ya que es un buen combustible (G'o = -2840 kJ/mol) y puede almacenarse
como material de reserva en forma de almidón o glucógeno, pero además es un precursor muy
versátil que puede suministrar muchos intermediarios metabólicos para las reacciones
biosintéticas. En los animales y plantas superiores tiene cuatro destinos principales:

 Síntesis de polímeros estructurales


 Almacenamiento
 Oxidación a través de la ruta de las pentosas fosfato para obtener ribosa-5-fosfato
para la síntesis de ácidos nucleicos y NADPH
 Oxidación a piruvato, vía glucólisis, para obtener ATP e intermediarios metabólicos

Los organismos que no tienen acceso a la glucosa de otras fuentes deben fabricarla, a partir
del CO2 en el caso de organismos fotosintéticos o mediante precursores de 3 o 4 átomos de
carbono mediante el proceso de gluconeogénesis.

5.3.1. Glucólisis

La glucólisis o ruta de Embden-Meyerhof-Parnas (EMP) representa la primera fase de la


secuencia de procesos que tiene como objetivo la obtención de la energía de los nutrientes
para utilizarla en el mantenimiento de la vida y de la actividad celular. Es la ruta central de
catabolismo de la glucosa, en la que se parte de la glucosa y se llega a la formación de
piruvato, con formación neta de 2 moles de ATP por mol de glucosa. El piruvato obtenido

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puede evolucionar a través de las diversas rutas catabólicas, entre las que se encuentran las
fermentaciones anaeróbicas, en las que se produce la degradación anaeróbica de la glucosa
para dar fundamentalmente ácido láctico (fermentación homoláctica) o etanol (fermentación
alcohólica) y, en condiciones aeróbicas, la respiración (figura 5.8).

Figura 5.8. Posibles destinos finales del piruvato formado en la glucólisis

En la figura 5.9 se muestra un esquema de las dos fases a través de las cuales tiene lugar la
glucólisis. Hay una fase preparatoria, en la que la glucosa se transforma en gliceraldehido-3-
fosfato, con un consumo de 2 moles de ATP por mol de glucosa, y una fase de beneficios, en la
que el gliceraldehido-3-fostato se transforma en piruvato, con formación de 4 moles de ATP y
2 moles de NADH por mol de glucosa. El resultado neto de esta ruta es la formación neta de 2
moles de ATP y de 2 moles de NADH por mol de glucosa. Como puede verse en la figura 5.9, las
etapas implicadas en ambas fases son:

1. Activación de la glucosa con ATP


2. Isomerización de la glucosa
3. Segunda fosforilación
4. Rotura de la fructosa difosfato para dar 2 moléculas de triosafosfato
5. Isomerización de dihidroxiacetona a gliceraldehído
6. Oxidación del 3-fosfogliceraldehído con reducción del NAD
7. Desfosforilación del 3-fosfogliceraldehído
8. Isomerización
9. Deshidratación
10. Desfosforilación y formación del piruvato

En la cadena respiratoria, las 2 moléculas de NADH formadas por cada molécula de glucosa son
reoxidadas a NAD+, a través del O2 que actúa como aceptor final de electrones (2 NADH + 2 H+
+ O2 → 2 NAD+ + 2 H2O).

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La fosforilación de la glucosa para dar glucosa-6-fosfato está catalizada por dos tipos de
enzimas, la hexoquinasa y la glucoquinasa, que difieren en su especificidad para el azúcar y su
afinidad para la D-glucosa. Las más difundidas son las hexoquinasas, que se encuentran en las
levaduras, bacterias y en muchos tejidos animales y vegetales. Cuando la célula tiene una
concentración elevada de glucosa-6-fosfato, de forma que no se requiere más cantidad para
satisfacer las necesidades energéticas, se inhibe la hexoquinasa, impidiendo así la formación
de más metabolito. La glucoquinasa se halla presente en el hígado y actúa cuando la
concentración de azúcar en la sangre es temporalmente elevada. Las personas con diabetes
melitus presentan una carencia de esta enzima. Ambas enzimas requieren la presencia de un
catión divalente (Mg2+ o Mn2+), que se combina con el ATP para formar el verdadero sustrato
(MgATP2- o MnATP2-). El resto de etapas de la ruta también transcurren con la participación de
enzimas específicas.

El fosfato de dihidroxiacetona que se forma al final de la fase preparatoria de la glucólisis se


convierte reversiblemente en gliceraldehido-6-fosfato por acción de una enzima triosa-fosfato-
isomerasa.

Los polisacáridos de reserva, el almidón y el glucógeno, así como otros azúcares sencillos
distintos de la glucosa son canalizados hacia la primera fase de la glucólisis a través de rutas
alimentadoras catalizadas por enzimas auxiliares.

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Figura 5.9. Las dos fases de la glucólisis: a) fase preparatoria y b) fase de beneficios. Resumen:
glucosa + 2 ADP + 2Pi +2 NAD+ → 2 piruvato + 2 ATP + 2 NADH + 2 H+ + 2 H2O

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Otra ruta diferente para la degradación de carbohidratos es la de las pentosas-fosfato, del


fosfogluconato de las hexosas-monofosfato (HMP), a través de la cual se obtienen las pentosas
para la síntesis de nucleótidos. Aunque por esta ruta no se obtiene directamente energía, el
NADPH que se forma puede actuar como una fuente potencial de ATP, si pasa a formar parte
de la cadena transportadora de electrones hasta el oxígeno, además de intervenir en los
procesos de biosíntesis reductora y contrarrestar los efectos dañinos de radicales oxigenados.
La ruta de la HMP puede resumirse mediante la siguiente serie de reacciones:

Figura 5.10. Esquema general de la ruta de las pentosas-fosfato

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5.3.2. Fermentaciones anaeróbicas

El término de fermentación se aplica al proceso de degradación anaeróbica de la glucosa u


otros nutrientes orgánicos para obtener energía en forma de ATP.

Entre las diversas rutas a través de las cuáles puede evolucionar el piruvato obtenido como
resultado de la glucólisis se encuentran las fermentaciones anaeróbicas, en las que se produce
la degradación anaeróbica de la glucosa para dar fundamentalmente ácido láctico o etanol. Es
el mecanismo biológico más primitivo para la obtención de la energía de las moléculas
nutrientes. En la fermentación homoláctica, la glucosa se degrada y forma dos moléculas de
ácido láctico como único producto final:

C6H12O6 + 2 Pi + 2ADP → 2 CH3-CHOH-COOH + 2 ATP + 2 H2O

Mientras que, en la fermentación alcohólica, la molécula de glucosa se degrada para dar dos
moléculas de etanol y dos moléculas de CO2:

C6H12O6 + 2 Pi + 2 ADP → 2 CH3-CH2OH + 2CO2 + 2 ATP + 2 H2O

En la degradación de la glucosa a ácido láctico, G10’ = -196.6 kJ, mientras que en la conversión
de 2 moles de ADP a ATP, G20’ = 61.1 kJ. Por tanto, en el proceso global, con ambas
reacciones acopladas, G0’ = -135.6 kJ. Esto significa que alrededor del 31% de la energía de
Gibbs que se libera en la degradación de glucosa a lactato se conserva en forma de ATP. En la
realidad, la eficacia de la glucólisis es mayor del 31% ya que estos cálculos están basados en las
concentraciones estándar 1M, que difieren de las concentraciones intracelulares reales de
reactivos y productos.

Hay por lo menos siete rutas para la fermentación de la glucosa, dependiendo del tipo de
microorganismo implicado. Las diferencias radican en los detalles de la regulación del proceso
y en el destino final del piruvato que se forma. Así, diferentes organismos metabolizan el
piruvato en condiciones anaerobias por rutas diferentes. Estas reacciones funcionan
principalmente para reoxidar las especies transportadoras de hidrógeno, que se encuentran en
su forma reducida como consecuencia de las etapas previas del metabolismo de la glucosa, de
forma que el último aceptor de hidrógeno se acumule como producto de desecho en el medio.
Por ejemplo, en el metabolismo de los lactobacilos heterolácticos, el piruvato se transforma en
lactato; en la ruta de Entner-Doudoroff, la oxidación de la glucosa por pseudomonas puede dar
lugar a etanol y CO2 o a etanol, lactato y CO2.

Además, los productos finales de la fermentación de carbohidratos también dependen de las


condiciones de cultivo. Por ejemplo, cambiando de 3.0 a 7.0 el pH de un medio de medio de
cultivo de Saccharomyces cerevisiae con un 5% de glucosa disminuye el rendimiento de etanol
y aumenta el de glicerina. La producción de glicerina puede aumentar aún más si se añade
sulfito al medio de cultivo, lo que se aprovechó a gran escala durante la I Guerra Mundial para
incrementar la producción de glicerina.

140
Ingeniería Bioquímica

5.3.3. El ciclo de los ácidos tricarboxílicos y la cadena respiratoria

La respiración es un proceso de generación de energía en el que compuestos orgánicos o


inorgánicos reducidos son oxidados por compuestos inorgánicos. Cuando la especie oxidante
es distinta del oxígeno se habla de respiración anaerobia, mientras que el término de
respiración aerobia se reserva para la situación típica de las eucariotas y muchas bacterias,
donde el oxidante es el O2. En la tabla 5.2 se muestran algunos ejemplos de organismos
litótrofos (es decir, que emplean reductores inorgánicos), que además son autótrofos, es decir,
obtienen el carbono a partir del CO2, así como otros que son organótrofos (el reductor es una
molécula orgánica).

Tabla 5.2. Reductores y oxidantes en la respiración de bacterias

Reductor Oxidante productos Organismo


H2 O2 H2O Bacterias del hidrógeno
H2 SO42- H2O + S2- Desulfovibrio
Muchas bacterias, todas las plantas y
Compuestos orgánicos O2 CO2 + H2O
animales
NH3 O2 NO2- + H2O Bacterias nitrificantes
NO2- O2 NO3- + H2O Bacterias nitrificantes
Compuestos orgánicos NO3- N2 + CO2 Bacterias desnitrificantes
Fe2+ O2 Fe3+ Ferrobacillus (bacterias del hierro)
S2- O2 SO42- + H2O Thiobacillus (bacterias del azufre)

En los párrafos siguientes se hará referencia a los procesos de respiración más frecuentes, en
los que un compuesto orgánico es oxidado por el oxígeno, y se reservará para éstos el término
de respiración. El proceso global de la respiración suele descomponerse en tres fases (figura
5.11):

 En una primera fase, los diferentes compuestos nutrientes se oxidan a acetil-CoA y


CO2, y se transfieren pares de átomos de hidrógeno (portadores de los electrones) al
NAD. Una de las posibles rutas de degradación de nutrientes es la glucólisis, seguida de
la oxidación del piruvato formado.
 A continuación, en una segunda fase, los átomos de hidrógeno pasan a través de una
secuencia de reacciones, en las que se regenera el ATP a partir de ADP. El acetil-CoA,
que proviene de la oxidación de los glúcidos, ácidos grasos y aminoácidos, en la fase II
del catabolismo, se incorpora al ciclo de los ácidos tricarboxílicos (TCA), originalmente
conocido como ciclo del ácido cítrico y también llamado ciclo de Krebs, que en las
células aeróbicas constituye la ruta común final de la oxidación de todas las moléculas
combustibles (figura 5.12). En este ciclo, los grupos acetilo del acetil-CoA son
degradados enzimáticamente para formar dos moléculas de CO2 y cuatro pares de
átomos de hidrógeno por cada molécula de acetil-CoA.
 En la etapa final, las especies transportadoras de los electrones (átomos de H)
liberados en los procesos de oxidación previos reducen al O2 para formar agua. En esta
última fase, los electrones se incorporan a la cadena respiratoria y el siguiente proceso
de transporte electrónico hasta el oxígeno se realiza con un gran descenso de energía

141
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libre que se conserva en la fosforilación del ADP para dar ATP, en el proceso de
fosforilación oxidativa.

Figura 5.11. Organigrama respiratorio: catabolismo de proteínas, grasas y glúcidos. En la etapa


1 se tiene la oxidación a acetil-CoA, en la etapa 2 se produce la oxidación de los grupos acetilo
en el ciclo del ácido cítrico, que incluye 4 pasos en los que se sustraen electrones y en la etapa 3
los electrones transportados por el NADH y el FADH2 llegan a una cadena de transportadores
electrónicos mitocondriales (o bien transportadores unidos a la membrana plasmática en el
caso de las bacterias) con reducción final del O2 a H2O. Este flujo electrónico impulsa la
producción de ATP.

142
Ingeniería Bioquímica

En la figura 5.12 se muestra un resumen de la secuencia de reacciones que intervienen en


el ciclo de los ácidos tricarboxílicos, al que entra el acetil-CoA que acaba oxidándose hasta
CO2, en una ruta en la que además se genera ATP, NADH y FADH2. La ecuación global que
resulta, considerando el piruvato como especie de partida en lugar del acetil-CoA, es la
siguiente:

CH3-CO-COOH + 4 NAD+ + FAD ↔ 3 CO2 + 4 NADH + 4 H+ + 1 FADH2

Figura 5.12. Ciclo del ácido cítrico o de los ácidos tricarboxílicos (TCA)

El ciclo del ácido cítrico es una ruta anfibólica que interviene en procesos catabólicos y
anabólicos. Además de su papel en el catabolismo oxidativo, proporciona precursores para
muchas vías biosintéticas. Además, el citrato producido por algunos organismos también se
explota comercialmente para multitud de usos.

En la oxidación completa de la glucosa a CO2 y H2O se obtiene mucha más energía de la que se
obtenía, por ejemplo, en la oxidación de la glucosa a lactato:

143
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Glucosa → 2 lactato G0’ = -196.5 kJ·mol-1

Glucosa + 6 O2 → 6 CO2 + 6 H2O G0’ = -2840 kJ·mol-1

El proceso global de oxidación de la glucosa puede representarse por la siguiente ecuación


química:

Glucosa+ 6 O2 + 32 ADP + 32 Pi → 6 CO2 + 32 ATP + 38 H2O

Dado que G0’ para la hidrólisis del ATP es de -30.5 kJ·mol-1, se deduce que la eficiencia en la
captura de energía es del orden del 34% (100·32·30.5/2840). Sin embargo, en las condiciones
reales que se dan en las células, distintas de las que corresponden al estado de referencia, se
pueden llegar a dar valores superiores al 70%.

El parámetro que se utiliza para describir la actividad del almacenamiento de energía de la


cadena respiratoria en las células es la relación P/O, que es el número de fosforilaciones de
ADP que tienen lugar por átomo de oxígeno consumido. Por ejemplo, en las células
procariotas, el transporte de electrones al oxígeno se produce en menos de 3 fosforilaciones.

5.3.4. Glucólisis, fermentación y respiración

La glucólisis, cuyo objetivo es la obtención de ATP y piruvato, que evolucionará a través de


rutas de fermentación en el caso de organismos anaerobios, o de respiración en el caso de
aerobios, puede resumirse del modo siguiente (reacción no ajustada):

Glucosa + NAD+ + ADP + Pi → piruvato + NADH + ATP


Red. 1 Oxid. 2 Oxid. 1 Red. 2

Fermentación Respiración
(anaerobios) (aerobios)

En el proceso de fermentación, el piruvato (o el ácido pirúvico) se descarboxila en una primera


etapa, en una reacción irreversible catalizada por la piruvato descarboxilasa, para formar
acetaldehído y CO2. En una segunda etapa, el acetaldehído se reduce hasta etanol a través de
la acción de la alcohol deshidrogenasa, mediante el poder reductor del NADH generado en la
glucólisis y, al mismo tiempo, regenerando el NAD+ que se requiere dicha ruta (reacción no
ajustada):

CH3-CO-COOH → CH3-CHO + CO2


Ácido pirúvico
CH3-CHO + NADH → CH3-CH2-OH + NAD+
Oxid. 1 Red. 2 Red. 1 Oxid. 2

Para glucólisis

En la respiración, el piruvato formado en el último paso de la glucólisis se oxida


(descarboxilación oxidativa) a acetato (en forma de acetil-coenzima A o acetil-CoA), que entra
en el ciclo del ácido cítrico (figura 5.12) y se oxida a CO2 y H2O (reacciones no ajustadas):

144
Ingeniería Bioquímica

Piruvato + NAD+ → acetil-CoA + CO2 + NADH


Red. 1 Oxid. 2 Oxid. 1 Red. 2
Ciclo del
Acetil-CoA + NAD+ → CO2 + NADH ácido
Red. 1 Oxid. 2 Oxid. 1 Red. 2 cítrico

En este caso (respiración), el NAD+ que se requiere en la ruta de la glucólisis y también para
oxidar el acetil-CoA a CO2 se obtiene del oxígeno, que utiliza el NADH que se genera en la
glucólisis y en el TCA y regenera el NAD+, reduciéndose a agua, en un proceso en el que
también se obtiene ATP:

O2 + NADH + Pi + ADP → H2O + NAD+ + ATP


Oxid. 1 Red. 2 Red. 1 Oxid. 2

La ecuación global para la oxidación de la glucosa hasta CO2 y agua a través de las rutas que se
muestran en la figura 5.11 mediante el proceso de respiración puede obtenerse del modo
siguiente:

C6H12O6 + 6 H2O → 6 CO2 + 24 H+ + 24 e-


Reductor Oxidante
6 (O2 + 4 H+ + 4 e- → H2O)
Oxidante Reductor

C6H12O6 + 6 O2 → 6 CO2 + 6 H2O

5.3.5. Reacciones de oxidación parcial

Para la mayoría de los microorganismos, los productos finales de la respiración son CO2 y agua.
Sin embargo, bajo condiciones anómalas o en el caso de determinados microorganismos
aerobios, la oxidación de un nutriente orgánico puede no llegar a completarse, y entonces se
produce una acumulación de los productos resultantes. Algunas de estas oxidaciones parciales
son importantes desde un punto de vista económico como, por ejemplo:

 Si en un cultivo de Aspergilus niger se mantiene una concentración de azúcar elevada y


una cierta concentración de hierro, que actúa como cofactor para una enzima que
utiliza el ácido cítrico como sustrato, se incrementa la producción de ácido cítrico. Por
otro lado, el crecimiento en condiciones anómalas de otros hongos y bacterias
aeróbicas permite obtener otros productos intermedios del ciclo de los TCA.
 Las bacterias de los géneros Acetobacter y Gluconobacter son capaces de oxidar el
etanol a ácido acético, pero en ausencia de etanol, las Acetobacter oxidan el ácido
acético a CO2 mientras que, por otro lado, las Gluconobacter no pueden metabolizar el
ácido acético. El ácido acético que se obtiene como producto final secretado por un
cultivo de bacterias del tipo Acetobacter en etanol es lo que se conoce como vinagre.

5.3.6. Cinética de los procesos de fermentación

En las tablas 5.3 y 5.4 se muestran clasificaciones de los distintos tipos de fermentaciones en
función de dos criterios diferentes. En el sistema propuesto por Gaden (tabla 5.3) se relaciona

145
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la formación de producto con el uso del sustrato. Esta clasificación está directamente
relacionada con el grado de extensión en que las reacciones de generación de energía se
acoplan a las reacciones de formación de productos y es especialmente útil para el estudio de
fermentaciones en continuo. Por otro lado, la clasificación propuesta por Deindoerfer es más
adecuada para el estudio de procesos discontinuos y está basada en la forma en que
transcurre la fermentación.

Tabla 5.3. Clasificación de los tipos de procesos de fermentación de acuerdo con Gaden

Tipo Relaciones específicas Ejemplo


Formación de producto
I directamente relacionada Etanol
con el uso de carbohidrato
Formación de producto
II indirectamente relacionada Ácido cítrico
con el uso de carbohidrato
Formación de producto
III aparentemente no asociada Penicilina
con el uso de carbohidrato

Tabla 5.4. Clasificación de los tipos de procesos de fermentación de acuerdo con Deindoerfer

Tipo Descripción
Los nutrientes se convierten en productos con una
Simple
estequiometría fija y sin acumulación de intermediarios
Los nutrientes se convierten en productos con una
Simultánea proporción estequiométrica variable y sin acumulación de
intermediarios
Los nutrientes se convierten en productos con acumulación
Consecutiva
de un intermediario
Los nutrientes se convierten completamente en un
intermediario antes de la conversión en productos o los
Por etapas
nutrientes se convierten selectivamente en productos con un
orden de preferencia

Los distintos tipos descritos en la clasificación de Deindoefers se caracterizan por los perfiles
de composición de las diferentes especies en función del tiempo. En el caso de las reacciones
simples pueden darse dos subtipos, con crecimiento celular (figura 5.13a) y sin crecimiento
(figura 5.13b). En las reacciones simultáneas (figura 5.13c) se forma más de un producto y las
velocidades relativas de formación de producto varían con la concentración de nutrientes. Las
reacciones consecutivas (figura 5.13d) son aquéllas en las que tiene Iugar una cierta
acumulación de una especie intermedia antes de que se forme el producto. Finalmente, las
reacciones por etapas (figuras 5.13e y 5.13f) consisten en series de reacciones simples que
pueden regularse enzimáticamente: en el primer ejemplo que se muestra (figura 5.13e), se
suministran dos sustratos simultáneamente (hexosas y pentosas), de forma que en una
primera etapa se consume la hexosa y no comienza el consumo de pentosa hasta que no se ha
agotado la hexosa; en el otro ejemplo (figura 5.13f) tiene lugar la biooxidación de la glucosa,

146
Ingeniería Bioquímica

en una primera etapa a ácido glucónico, que en una segunda etapa se convierte a ácido
cetoglucónico. Finalmente, hay casos más complejos, en los que se combinan varios
mecanismos, como en el caso de la producción de penicilina (figura 5.13g): en este caso la
acumulación de un producto intermediario entre el momento en que desaparece el azúcar y el
que aparece la penicilina provoca la adición de un precursor a lo largo del proceso.

(a) (b)

(c)
(d)

(e)
(g)

(g)
Figura 5.13. Ejemplos de tipos de procesos de fermentación. (a) y (b) reacciones simples, (c)
simultáneas, (d) consecutivas, (e) y (f) por etapas. (g) representa un caso complejo

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5.4. Fotosíntesis

5.4.1. El proceso de fotosíntesis

Se puede definir la fotosíntesis como el proceso por el cual las células utilizan la energía de la
luz solar para efectuar la biosíntesis de los componentes celulares. La energía solar no sólo es
la fuente energética inmediata para las plantas verdes y otros organismos autótrofos
fotosintéticos, sino también, en último término, para los heterótrofos, mediante la actuación
de las cadenas alimenticias de la biosfera. Además, hay que tener en cuenta que la energía que
se obtiene a partir de combustibles fósiles, producto de la descomposición de material
biológico, tiene también su origen en la captación de energía solar por fotosíntesis.

La fotosíntesis se produce en dos fases principales, que se representan y resumen en la


siguiente ecuación:

6 CO2 + 6 H2O → C6H12O6 + 6 O2

Esta reacción global representa el resultado de las dos fases de la fotosíntesis:

 Primera fase, que recibe el nombre de fase luminosa o reacciones luminosas, y es en


la que se produce la captación de la energía luminosa por los pigmentos que absorben
la luz convirtiéndola en la energía química del ATP y de ciertos agentes reductores,
especialmente NADPH, liberándose oxígeno molecular:

H2O + NADP+ + Pi + ADP → O2 + NADPH + H+ + ATP

 Segunda fase, que se corresponde con la fase oscura o reacciones oscuras, en la que
las especies reductoras y los productos ricos en energía obtenidos en la primera fase
se utilizan como fuentes de energía para la reducción del CO2 a glucosa:

CO2 + NADPH + H+ + ATP → C6H12O6 + NADP+ + ADP + Pi

En general, todos los organismos fotosintéticos, excepto las bacterias, utilizan el agua como
dador de electrones o de H para reducir a varios aceptores electrónicos con desprendimiento
de oxígeno molecular. Las bacterias fotosintéticas normalmente no producen ni utilizan el
oxígeno molecular y, en realidad, muchas de ellas se envenenan con el O2. En lugar del agua,
utilizan otros compuestos como dadores de electrones. Por ejemplo, algunas bacterias, como
las purpúreas del azufre, utilizan H2S, que conduce a la formación de S elemental que se
deposita en forma de glóbulos que se acumulan o se expelen de la célula. Algunas bacterias
purpúreas no sulfuradas utilizan como dador un hidrógeno orgánico, como por ejemplo del
isopropanol, que se oxida a acetona.

El CO2 es el aceptor electrónico principal, pero tampoco es el único, y algunos organismos


fotosintéticos fijadores de nitrógeno pueden utilizar N2 como aceptor que se reduce a NH3.

5.4.2. Pigmentos fotosintéticos

La absorción de la luz en las células fotosintéticas se produce a través de una serie de


pigmentos característicos, que se excitan, enriqueciéndose así en energía cuando se iluminan.

148
Ingeniería Bioquímica

Todas las células fotosintéticas contienen uno o más de los pigmentos conocidos como
clorofilas, la mayor parte de los cuáles son verdes. Sin embargo, no todas las células
fotosintéticas son verdes y la variedad de colores es debida a la presencia de otros pigmentos
accesorios, que incluyen a los carotenoides, amarillos, rojos o púrpuras, y a las ficobilinas,
azules o rojas. En la figura 5.14 se muestra el espectro de absorción de luz visible de una célula
de una planta verde y de varios pigmentos. El espectro de acción fotoquímica de la
fotosíntesis, que se presenta en la figura 5.15, es una representación de la eficacia de
diferentes longitudes de onda de luz visible para inducir el desprendimiento de oxígeno. Como
puede verse, el espectro de acción concuerda con la suma de los espectros de las clorofilas y
los carotenoides y, especialmente, de las clorofilas a y b, que son las moléculas absorbentes de
luz por antonomasia en las células verdes que, por tanto, son las más eficaces en cuanto a
absorción de luz. En la figura 5.16 se muestra, a título de ejemplo, la estructura de la clorofila.

Los pigmentos fotosintéticos de los cloroplastos de las plantas se hallan organizados en dos
conjuntos o agrupaciones funcionales que reciben el nombre de fotosistemas I y II y que, a su
vez, están conectados con cadenas de transporte electrónico características. El fotosistema I
está asociado con las formas de clorofila a que absorben a longitudes de onda más largas
(alrededor de 710 nm), mientras que el fotosistema II se activa por longitudes de onda más
cortas (670 nm y menores) y es el que se necesita para el desprendimiento de oxígeno.

Figura 5.14. Absorción de luz visible por fotopigmentos

149
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Figura 5.15. Espectro de acción de la fotosíntesis

Figura 5.16. Estructura de la clorofila 

5.4.3. Transporte electrónico fotosintético y fosforilación fotosintética

El proceso de transporte electrónico inducido por la luz, desde el agua u otros dadores de
electrones a los diversos aceptores electrónicos, mediante el cual la energía luminosa
capturada por el sistema de pigmentos se convierte en energía química recibe el nombre de
transporte electrónico fotosintético. El potencial estándar de reducción del par NADP+/NADPH
es -0.32 V, mientras que el del par O2/H2O es +0.82 V. Por tanto, los electrones tienen a fluir
desde el NADPH hacia el O2, pero en el transporte electrónico fotosintético ocurre al revés y
los electrones fluyen desde el agua hasta el NADP+ y, por tanto, se trata de un proceso que
requiere un aporte de energía.

El proceso descrito en el apartado 5.3.3, por el cual se conserva la energía de la respiración


durante el transporte electrónico en las mitocondrias mediante la formación de ATP recibe el
nombre de fosforilación oxidativa o simplemente fosforilación. En la fosforilación oxidativa se
produce la reducción del O2 a H2O y tiene lugar en las mitocondrias, tanto en presencia como
en ausencia de luz. En ausencia de aceptores externos de electrones, los organismos llevan a
cabo reacciones redox equilibradas internamente (procesos de fermentación, apartado 5.3.2)
que conducen a la obtención y conservación de energía en forma de ATP en lo que se conoce

150
Ingeniería Bioquímica

como fosforilación a nivel de sustrato. Por otro lado, la conservación de energía luminosa en
forma de enlaces fosfato recibe el nombre de fosforilación fotosintética o fotofosforilación.

En la figura 5.16 se muestra un esquema de cómo se emplea la energía luminosa para llevar a
cabo el flujo de electrones desde el agua hasta el NADP+ así como la fosforilación del ADP:

 El fotosistema I absorbe fotones, que son capturados por una especie que recibe el
nombre de P700. El P700 (P de pigmento) es una molécula que presenta un máximo de
absorción a 700 nm y actúa como un “cepo” para la captura de cuantos de energía de
excitación de otras moléculas de clorofila (también denominados excitones) y, cuando
captura un excitón, pierde un electrón de elevada energía.
 Los electrones que pierde el P700 son transferidos a un aceptor electrónico primario y
fluyen por una cadena de transportadores electrónicos hasta el NADP+, provocando su
reducción a NADPH. Por otro lado, el P700 se queda con deficiencia electrónica
(P700*), y puede volver a su estado original reducido gracias a un electrón que se le
transfiere desde el fotosistema II, a través del pigmento P680.
 El electrón que se necesita para recuperar el pigmento P680 desde su forma oxidada
(P680*) proviene del agua a través de otra cadena de transportadores electrónicos.
 Además, la fosforilación de ADP a ATP está acoplada al flujo de electrones, en la
cadena central que conduce desde el fotosistema I al II. Suponiendo que sólo tiene
lugar una fosforilación, la ecuación global del flujo electrónico fotosintético desde el
agua hasta el NADP+, con la fosforilación acoplada es la siguiente:

H2O + NADP+ + Pi + ADP → 0.5 O2 + NADPH + H+ + ATP + H2O

La presencia de dos moléculas de agua en la reacción anterior pretende reflejar el


hecho de que la del primer miembro es la que cede los electrones necesarios para
reducir el NADP+ a NADPH y libera el O2 del segundo miembro, mientras que la
molécula de agua del segundo miembro es la que procede de la formación de ATP a
partir de ADP y fosfato.

Además de la ruta descrita, que se muestra en la figura 5.17, hay una ruta alternativa, cíclica,
que proporciona más ATP y menos NADPH, en la que los electrones pasan desde la cadena que
parte de P100* (desde la ferredoxina, Fd) a la cadena central que une ambos fotosistemas
(hasta el complejo del citocromo b6f) en lugar de reducir el NADP+ a NADPH.

151
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Figura 5.17 Integración de los fotosistemas I y II en los cloroplastos: esquema en Z que muestra
la ruta de transferencia de electrones desde el agua hasta el NADP + en la fotosíntesis no cíclica

Si se tiene en cuenta lo siguiente:

 se necesitan 2 fotones para movilizar un electrón (figura 5.17), en la formación de 1


molécula de oxígeno a partir del agua se desprenden 4 electrones (H2O → 0.5O2 + 2H+
+ 2e-) y en la formación de la glucosa a partir del CO2 se forman 6 moléculas de O2
(6CO2 + 6H2O → C6H12O6 + 6O2). Por tanto, para la formación de una molécula de
glucosa se necesita absorber 48 fotones
 se considera la radiación de  = 700 nm como la que proporciona la energía mínima
necesaria para que se produzca la reacción y se considera la energía asociada a un
fotón de esta longitud de onda (41 kcal/mol)
 se considera el cambio de energía libre asociado a la formación de glucosa a partir de
CO2 y agua (+686 kcal/mol)

se tiene un rendimiento o una eficiencia termodinámica teórica para la fotosíntesis, calculada


como el porcentaje de la energía de la luz absorbida que se conserva en los enlaces de la
glucosa, del orden del 35%, que es muy similar al del proceso global de la respiración. Sin

152
Ingeniería Bioquímica

embargo, la eficacia real de la fotosíntesis en la naturaleza es mucho menor y puede ir desde


el 0.2% de algunas plantas no cultivadas hasta el 8% de los cultivos de caña de azúcar.

5.5. Biosíntesis y utilización de la energía del enlace fosfato

Entre las actividades de la célula que requieren energía destaca la biosíntesis de los principales
componentes moleculares a partir de precursores sencillos. Los procesos microbiológicos se
caracterizan por el consumo de nutrientes, el crecimiento celular y la liberación de productos,
y la biosíntesis interviene en todos estos procesos: los requisitos de nutrientes están
determinados por la necesidad de precursores moleculares y de almacenamiento de energía
química y de poder reductor, el crecimiento celular está controlado por la velocidad de
biosíntesis y, evidentemente, determinados productos de biosíntesis son eliminados o
liberados al entorno. En general, las reacciones de biosíntesis no son favorables desde el punto
de vista termodinámico y se producen de manera acoplada a la hidrólisis de ATP a ADP o a
AMP.

5.5.1. Síntesis de moléculas pequeñas

En estas reacciones se requiere la formación de unos 70 compuestos diferentes: 4


ribonucleótidos, 4 desoxiribonucleótidos, 20 aminoácidos, 15 monosacáridos y unos 20 ácidos
grasos y precursores de lípidos. Los productos de estas reacciones reciben el nombre de
metabolitos intermedios centrales. En la figura 5.18 se muestra un esquema que ilustra cómo
la degradación de nutrientes puede proporcionar el acetil-CoA a partir del cual se pueden
iniciar las reacciones del ciclo de los ácidos tricarboxílicos, pero que también sirve como punto
de partida para la biosíntesis de los diferentes componentes celulares.

Figura 5.18. Tres tipos de rutas metabólicas no lineales: a) divergente, catabólica, b) divergente
anabólica y c) cíclica

La reacción biosintética más importante es la síntesis de glucosa a partir de CO2 en las plantas
(figura 5.19). El proceso de síntesis de glucosa a partir de precursores como piruvato, lactato y
ciertos aminoácidos y ciertos productos intermediarios del ciclo de los TCA recibe el nombre

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de gluconeogénesis y se caracteriza por la ruta biosintética central que se muestra en la figura
5.20, que pone de manifiesto que a partir de la glucosa-6-fosfato se obtienen otros
monosacáridos y sus derivados, varios disacáridos, polisacáridos almacenables como
combustible (almidón y glucógeno), componentes de paredes y cubiertas celulares (celulosa,
xilanos, peptidoglucanos), mucopolisacáridos ácidos y mucoproteínas. En los mamíferos, esta
ruta interviene también en el suministro de glucosa a determinados tejidos (cerebro, sistema
nervioso humano, eritrocitos, testículos, médula renal y tejidos embrionarios) cuya única (o
principal) fuente de combustible es la glucosa de la sangre, en condiciones en que el glucógeno
se ha agotado. La gluconeogénesis tiene lugar en todos los animales, plantas, hongos y
microorganismos (Figura 5.20).

A título de ejemplo, en la figura 5.21 se muestra un esquema con un poco más de detalle
donde se ilustra la síntesis de aminoácidos a partir de la glucosa y en la figura 5.22 se presenta
el detalle de las reacciones, acopladas con la conversión del ATP en ADP, desde el glutamato
hasta prolina o arginina:

Figura 5.19. Las tres fases de la asimilación del CO2 en los organismos fotosintéticos

154
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Figura 5.20. Biosíntesis de glúcidos a partir de precursores sencillos

La glucólisis y la gluconeogénesis no son rutas idénticas que transcurren en direcciones


opuestas, aunque comparten varios pasos. 7 de las 10 reacciones de la gluconeogénesis son la
inversa de las reacciones glucolíticas (reversibles), pero hay tres reacciones de la glucólisis que
son irreversibles in vivo y no pueden utilizarse en la gluconeogénesis:

- La conversión de glucosa en glucosa 6-fosfato


- La fosforilación de la fructosa 6-fosfato a fructosa 1,6-bifosfato
- La conversión del fosfoenolpiruvato en piruvato

En la gluconeogénesis estas tres reacciones se rodean mediante reacciones enzimáticas que


permiten un descenso de energía de Gibbs suficiente como para hacer que transcurran en el
sentido de la síntesis de glucosa.

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Figura 5.21. Esquema general de la síntesis de aminoácidos

156
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Figura 5.22. Biosíntesis de prolina y arginina a partir de glutamato en las bacterias

5.5.2. El ciclo del glioxilato

Los vertebrados no pueden convertir ácidos grasos o el acetato derivado de ellos a glúcidos ya
que la conversión del fosfoenolpiruvato y del piruvato en acetil-CoA son tan exergónicos que
son esencialmente irreversibles. Si una célula no puede convertir acetato en fosfoenolpiruvato
significa que el acetato no puede servir como punto de partida para la vía gluconeogénica. En
muchos organismos no vertebrados, el ciclo del glioxilato sirve como mecanismo para
convertir acetato en glúcido.

El ciclo del glioxilato (Figura 5.23) produce compuestos de 4 carbonos a partir de acetato. En
las plantas, las enzimas del ciclo del glioxilato se encuentran en orgánulos denominados
glioxisomas, que no se encuentran siempre presentes en los tejidos vegetales. Se desarrollan
en semillas ricas en lípidos durante la germinación, antes de que las plantas en desarrollo
puedan sintetizar glucosa por la fotosíntesis.

Los ciclos del ácido cítrico y del glioxilato (en aquellos organismos en los que éste tiene lugar)
tienen una regulación coordinada ya que ambos comparten intermediarios comunes.

157
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(a) (b)
Figura 5.23. (a) El ciclo del glioxilato y (b) relación entre los ciclos del glioxilato y del ácido
cítrico

5.6. Transporte a través de membranas celulares

En los apartados anteriores se ha visto cómo se utiliza la energía química del ATP para hacer
posible la biosíntesis de los principales componentes moleculares gracias a reacciones
enzimáticas acopladas. La energía química también se transforma en energía mecánica de
contracción y motilidad, en lo que constituye una ruta principal de utilización de energía para
animales, aunque este proceso es algo más que un problema bioquímico y queda fuera del
alcance de la ingeniería bioquímica. El tercero de los procesos de la actividad celular que
requieren energía es el denominado transporte activo, que consiste en el movimiento,
necesitado de energía, de un metabolito o un ion inorgánico a través de una membrana contra
un gradiente de concentración.

Las membranas biológicas son intrínsecamente impermeables a la mayoría de compuestos


polares. Con ello se evita que los metabolitos de la célula, muchos de ellos en forma ionizada,
puedan difundirse al exterior de la célula. Sin embargo, es preciso que determinados
nutrientes polares (glucosa, aminoácidos) del entorno, donde se encuentran muy diluidos,
penetren en el interior de la célula y, a su vez, ésta ha de secretar iones o moléculas polares.
Para ello se han perfeccionado sistemas de transporte a través de la membrana específicos,
incluso contra gradientes de concentración. Además, estos sistemas de transporte activo:

- mantienen constantes las concentraciones internas óptimas de electrolitos


inorgánicos, particularmente de K+ y Ca2+ que son esenciales para la regulación de
importantes actividades intracelulares.
- ayudan al mantenimiento de las relaciones osmóticas entre la célula y el medio que la
rodea y, con ello, el volumen celular.
- están implicados en la transmisión de información por el sistema nervioso y en la
excitación y relajación del tejido muscular.

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- intervienen en la absorción del epitelio intestinal y en la actividad secretora de los


riñones.

Se habla de transporte activo cuando se produce un aumento de la energía libre del sistema
(es decir, cuando el transporte se produce en contra del gradiente de concentración) y
transporte pasivo, cuando la energía libre disminuye. Dentro del transporte pasivo se
distingue entre la difusión pasiva, en la que el material se mueve a través de una membrana
desde regiones de concentración elevada hacia regiones más diluidas, y la difusión facilitada,
donde el sustrato que ha de atravesar la membrana se combina con una molécula portadora
que difunde a través de la membrana y descarga el sustrato al otro lado de la membrana. Este
mecanismo explica la velocidad de difusión anormalmente elevada de determinadas especies
polares o iónicas, que no puede explicarse por difusión pasiva. Las moléculas portadoras en los
procesos de difusión facilitada reciben el nombre de permeasas. En la figura 5.24 se muestra
un esquema de los tipos de transporte a través de la membrana y en la figura 5.25, otro donde
se reflejan los cambios energéticos asociados al transporte, en presencia y en ausencia de
agente transportador.

El cambio de energía libre que acompaña al transporte de material a través de la membrana


viene dado por:

donde el transporte se produce desde la región con concentración c2 hasta la de c1. En la


difusión pasiva c1 < c2 y G0 <0. Si el componente que se transfiere está cargado, existen dos
gradientes, de masa y de carga. A la suma de ambos se le llama gradiente electroquímico y la
ecuación anterior se transforma en:

Donde Z1 es el número de cargas de las moléculas transportadas, F es la constante de Faraday


y  la diferencia de potencial eléctrico a través de la membrana (V). El componente eléctrico
de un gradiente a través de una membrana recibe el nombre de potencial de membrana.

La permeabilidad de la membrana, K, se calcula mediante la siguiente expresión:

Donde V = volumen celular


A = área superficial externa de la célula
ce = concentración externa
ci0 = concentración inicial interna de sustrato
ci(t) = concentración interna de sustrato a un tiempo t
K se mide en unidades de velocidad (cm/s).

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Figura 5.24. Tipos de transporte a través de membranas celulares

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Figura 5.25. Cambios energéticos que acompañan el paso de un soluto hidrofílico a través de la
bicapa lipídica de una membrana biológica

En los tejidos animales hay tres tipos principales de sistemas de trasporte activo:

 La bomba de Na+- K+, que emplea energía metabólica para transportar Na+ al exterior
celular y K+ al interior (figura 5.26)
 Los sistemas de transporte activo de glucosa y otros azúcares (figura 5.27)
 Los sistemas de transporte activo de los aminoácidos

En todos los casos, para que el transporte activo tenga lugar es necesario realizar un aporte de
energía.

La bomba de Na+-K+ es el nombre que recibe la proteína que permite el transporte de ambos
iones a través de la membrana. Para varios procesos vitales para el funcionamiento de las
células animales (biosíntesis de proteínas en los ribosomas, desarrollo de la máxima actividad
de ciertas enzimas o mantenimiento del potencial de membrana de los tejidos excitables
necesarios para el funcionamiento de las células nerviosas) se requieren concentraciones
relativamente altas de K+ en el interior de las células. La mayoría de las células animales
mantienen el K+ intracelular en una concentración media relativamente elevada (120-160
mM), mientras que el nivel de Na+ es generalmente inferior a 10 mM. El fluido extracelular de
los mamíferos contiene una concentración bastante elevada de Na+ y una concentración de K+
muy baja (< 4 mM). El valor tan alto de K+ en el interior de la célula se mantiene
aproximadamente constante por la expulsión de Na+, consumidora de energía, al exterior
celular y su sustitución por K+ y es propulsada por un sistema de trasporte activo denominado

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Na+-K+-ATPasa. Dentro de las funciones de la bomba de Na+-K+ se encuentran, entre otras, el
mantenimiento del volumen celular, ya que evitan la entrada de agua que se produciría para
igualar la presión osmótica entre el interior y el exterior de la célula, la colaboración en el
transporte activo de metabolitos a través de la membrana y el mantenimiento de los
gradientes de sodio y potasio que son necesarios para la transmisión de las señales nerviosas.

En algunos sistemas de transporte activo de glucosa y otros metabolitos se utilizan proteínas


cotransportadoras, que transportan al metabolito de interés en contra del gradiente de
concentración junto con otro ion, que lo impulsa, debido a que se mueve a través de la
membrana a favor del gradiente de concentración. Cuando el metabolito y el ion se mueven
en el mismo sentido, el proceso se denomina cotransporte paralelo (simport), y cuando se
mueven en sentidos contrarios, cotransporte antiparalelo (antiport). En el caso del transporte
de glucosa en los eritrocitos (figura 5.27), El proceso es reversible, aunque la glucosa siempre
se transporta a favor del gradiente de concentración, es decir, hacia el interior de la célula,
donde se metaboliza de manera inmediata.

Figura 5.26. Mecanismo propuesto para el Figura 5.27. Modelo de transporte activo de
transporte de Na+K+ATPasa de la membrana glucosa
plasmática en la bomba de Na+ y de K+.
Ecuación química representativa del proceso
global:
3Na+interior + 2K+exterior + ATP4- + H2O →
→3Na+exterior + 2K+interior +ADP3- + Pi2- + H+

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RESUMEN

En este tema se introducen los conceptos fundamentales relacionados con los mecanismos a
través de los cuáles las células obtienen la energía necesaria para su supervivencia y se
establecen las rutas básicas para la síntesis de las biomoléculas. El alumno debe familiarizarse
con las rutas metabólicas principales y conocer el papel que en ellas juegan la termodinámica
(a través del ATP) y la electroquímica (a través del NADP). También aprenderá a conocer y a
diferenciar claramente entre los procesos de fermentación anaerobia, respiración aerobia y
fotosíntesis. Finalmente, se estudian los mecanismos fundamentales de transporte de
metabolitos a través de las membranas celulares.

Bibliografía

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