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DE LA CIUDAD SOSTENIBLE A LA ARQUITECTURA

SOSTENIBLE

Arq. PUR Graciela Mariani

Resumen

Las ciudades son grandes emisoras de dióxido de carbono contribuyendo al

calentamiento global. El problema es mayor en el caso de las megaciudades las que
son gran motivo de preocupación en el ámbito internacional. Debemos procurar que las
ciudades reduzcan sus emisiones de carbono transformándose en sustentables.
Debemos, mejorar el transporte, reutilizar los residuos, hacer eficiente el consumo
energético y disminuir las emisiones producidas por las edificaciones. La arquitectura
sostenible es un componente fundamental del proceso de sostenibilidad de las
ciudades.

Palabras clave: Ciudades sostenibles, arquitectura sostenible, emisiones de

carbono, economía circular.

Categoría: Sostenibilidad urbana y arquitectónica.

Institución: Red Nuestras Ciudades

País: Argentina
Domicilio postal: Dr. Saturnino Segurola 1310 – PB A. Vicente López, Provincia de Buenos Aires, Argentina.
Celular: 54 911 6535 3537
Correo electrónico: gramarani@gmail.com
Grados académicos: Arquitecta Diplomada en Planeamiento Urbano y Regional
Área de especialidad: Urbanismo sustentable
Grupo y línea de investigación: Sostenibilidad urbana, Derecho a la ciudad, Urbanización de asentamientos precarios, etc.
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Introducción
El presente trabajo tiene como objetivo el demostrar lo fundamental que es
contar con una arquitectura sostenible para conseguir que una ciudad sea sostenible.

El propósito es reafirmar lo trascendental para el futuro de la vida en la tierra que

es lograr que las ciudades sean más sostenibles y concientizar a los arquitectos de lo
fundamental de su labor en el logro de la sostenibilidad urbana y lo importante que es el
buscar sistemas constructivos alternativos para la realización de sus obras.

La metodología se ha basado en la selección y análisis de trabajos,

publicaciones e investigaciones sobre temáticas relacionadas con las ideas fuerza de la
hipótesis de partida, fundamentándolas. La hipótesis de partida ha sido, que la
arquitectura y la construcción sostenible son tan necesarias para logar la
sustentabilidad urbana, como lo son, el transporte y movilidad sostenible, la aplicación
de una economía circular en el manejo de residuos y efluentes, la implementación de
una infraestructura verde y azul, y el uso de energías renovables y eficiencia
energética.

Hoy la humanidad utiliza el equivalente de 1.4 planetas cada año. Esto significa
que le toma a la tierra un año y cinco meses para regenerar lo que utilizamos en un
año, según datos de la Global Footprint Network (GFN), organización asociada a la
WWF en el análisis de la huella ecológica. El Día de la Sobrecapacidad de la Tierra
llega antes cada año. La causa principal del déficit es la emisión de CO2, con una
huella de carbono que representa el 60% de la demanda mundial sobre la naturaleza,
se espera pueda reducirse a cero para el año 2050.

Para ese mismo año, se espera que la población urbana mundial sea casi el
doble, por lo que la urbanización será una de las tendencias más transformadoras del
siglo 21. A medida que la población, junto a las actividades económicas, las
interacciones sociales y culturales, así como los impactos ambientales y humanitarios,
están cada vez más concentrados en las ciudades, esto plantea enormes retos de
sostenibilidad en términos de vivienda, infraestructura, servicios básicos, seguridad
alimentaria, salud, educación, empleo decente, seguridad y recursos naturales, entre
otros. (UN-Habitat, Zero Draft de la Nueva Agenda Urbana 2016)

Las ciudades ocupan apenas el 3% del planeta, pero representan entre el 60 y

80% del consumo de energía y el 75% de las emisiones de carbono, (Naciones Unidas
2016). El conjunto de las naciones han vienen expresando su intención de actuar en
este sentido y así lo han hecho mediante el Acuerdo de París en la 21ª Conferencia de
las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
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Décadas de avances en desarrollo se ven amenazadas si no se adoptan

medidas contra el cambio climático, lo que significa que nos encontramos en un
momento de “ahora o nunca”.

Ciudades Sostenibles
El concepto de desarrollo sostenible o sustentable fue acuñado hacia finales del
siglo XX como alternativa al concepto de desarrollo que se venía usando hasta el
momento y fue expresado inicialmente en el Informe Brundtland en 1988. Este concepto
pone énfasis en la reconciliación entre los recursos naturales, el crecimiento económico
y la sociedad, evitando comprometer el futuro de la vida sobre el planeta y la calidad de
vida del ser humano.

En pocas palabras, la capacidad de mantener el desarrollo económico dentro de

los límites del planeta, a un crecimiento tal que no dañe a las presentes y futuras
generaciones, protegiendo el medio ambiente y promoviendo el uso de los recursos
renovables. (de la Sala 2015)

Un largo camino se anduvo desde que se desarrolló el término ciudad sostenible

en la Carta de Aalborg o Carta Europea de Ciudades Sostenibles en 1994, hasta llegar
a los Objetivos de Desarrollo Sostenible adoptados por las Naciones Unidas en el 2015,
en donde destacamos especialmente el Objetivo 11: Lograr que las ciudades y los
asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.

En función de esto y yendo un poco más lejos, podríamos sostener, que una
ciudad para ser sostenible debería ser: equitativa, sustentable, resiliente, amigable,
eficiente y productiva (Scholz, 2015):

• Equitativa: Tener una oferta de vivienda digna: de buena calidad,

segura, con valores del suelo accesibles, dotada de servicios e
infraestructuras y apta para diversos requerimientos (productivos,
progresivos, inclusiva y demográficamente diversos).
• Sustentable: Compactas, más densas a fin de reducir el consumo del
suelo, manejar racionalmente los recursos, aprovechar adecuadamente
los servicios e infraestructuras, proteger la tierra agrícola y de valor
ecosistémico y asegurar la calidad de vida de las futuras generaciones.
• Resiliente: Con capacidad de respuesta y reacción para mitigar y
asimilar los impactos del cambio climático, la gestión de riesgos
naturales y de sus estructuras.
• Amigable: Con espacios públicos y áreas verdes de acceso libre e
igualitario, para mejorar la calidad de vida de la población, impulsar la
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convivencia pacífica, promover los hábitos de recreación sana y

recuperar ecosistemas y biodiversidad urbana.
• Eficiente: Con un desarrollo urbano ordenado y planificado que anticipe
el crecimiento futuro, aliente los usos múltiples y la policentralidad
urbana, acerque equipamientos a los sitios de residencia y mejore las
condiciones del transporte público y la movilidad no motorizada.
• Productiva: Con el fin de aumentar la dotación de servicios e
infraestructuras y mejorar la eficiencia y funcionalidad de los mismos,
para estimular el desarrollo productivo, la generación de empleo, la
innovación tecnológica y fortalecer el talento humano.

Las ciudades sostenibles saben sacar provecho de las ventajas vinculadas a las
economías de aglomeración (de personas, recursos, actividades y equipamientos) y
mantienen bajo un cierto umbral la capacidad de carga del espacio urbano. (Mella,
López 2015)

Es decir que, las ciudades sostenibles son atractivas por su eficiencia

económica, garantizan un nivel de bienestar no decreciente de los ciudadanos, sin
comprometer el de las poblaciones del resto del mundo y contribuyen a reducir los
efectos negativos sobre la biosfera y los factores que provocan el cambio climático
tanto en el ámbito local como global. (Mella, López 2015)

El objetivo de una ciudad sostenible es el brindar a los habitantes una mejor

calidad de vida, beneficiando con ello además a los que van al centro urbano todos los
días por razones laborales y también al turismo.

Dado el tremendo crecimiento que tendrán las ciudades en este siglo, podemos
afirmar que el esfuerzo global para el sustento se ganará o perderá en las ciudades, en
donde el diseño urbano puede influenciar el 70 por ciento de la huella ecológica de la
gente. En aras de disminuir su huella ecológica, mejorar la movilidad en la ciudad,
reducir la contaminación, y gestionar adecuadamente las redes hidráulicas y los sitios
de confinamiento de los residuos, muchas ciudades del mundo cuentan con programas
de sustentabilidad.

Las ciudades actualmente son grandes consumidoras de energía no sostenibles

y grandes fuentes de emanación de dióxido de carbono, la idea de una ciudad
sostenible, seria aquella que se autoabasteciera en energías alternativas y redujese al
máximo las emanaciones de CO2.

Definición de ciudad sostenible: Se entiende como ciudad sostenible aquella

que ofrece una alta calidad de vida a sus habitantes, que reduce sus impactos sobre el
medio natural y que cuenta con un gobierno local con capacidad fiscal y administrativo
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para mantener su crecimiento económico y para llevar a cabo sus funciones urbanas
con una amplia participación ciudadana. (BID)

A partir de esta orientación, una ciudad sostenible debe sobresalir en cuatro

dimensiones:

1. Sostenibilidad ambiental y cambio climático: Cuidar de los recursos

naturales, promover políticas de mitigación y adaptación al cambio
climático.
2. Desarrollo urbano sostenible: Controlar el crecimiento y expansión
urbana, proveer de un hábitat digno a sus habitantes y promover el
transporte y la movilidad sostenible.
3. Sostenibilidad económica y social: Promover un desarrollo económico
local, un suministro de servicios sociales de calidad y unos niveles
adecuados de seguridad ciudadana.
4. Sostenibilidad fiscal y gobernabilidad: Aplicar mecanismos adecuados
de buen gobierno, el manejo adecuado de sus ingresos y del gasto
público, de la deuda pública y demás obligaciones fiscales.

Sostenibilidad Urbana
La sostenibilidad urbana no es sólo una cuestión de calidad ambiental, sino el
resultado de una compleja interacción trilateral entre el entorno ambiental, el entorno
económico y el entorno social (Mella, 2003).

Se logra fundamentalmente con políticas públicas que promuevan el uso de

energías alternativas y provean créditos accesibles para lograrlo. Generando conciencia
en la ciudadanía y reduciendo al máximo posible las emanaciones de dióxido de
carbono, que contrariamente a lo que se cree, son mayormente propagadas por las
edificaciones no sostenibles. Reducir al máximo los residuos y separando los
reciclables de los no reciclables, para reutilizarlos en la industria.

La relación existente entre ciudades sostenibles y la reducción de la desigualdad

y la pobreza es muy fuerte, dado que la extrema desigualdad y pobreza no ayudan, sino
todo lo contrario, agudizan los problemas tanto de consumo como de vida ciudadana,
produciendo guetos y exclusión social. En condiciones de extrema pobreza las
personas no pueden darse el lujo ni, de reducir el consumo de energía, dado que
apenas les alcanza para su sustento, ni de separar su basura, ya que la misma se
transforma en objeto de consumo. La segregación social solo fomenta el desamparo, la
violencia y la inseguridad. Con desigualdad y pobreza, no existen ciudades sostenibles.
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Un elemento de gran importancia para una ciudad que busca ser sostenible es la
implementación de arquitectura bioclimática, que consiste en el diseño de edificios
teniendo en cuenta las condiciones climáticas y del entorno, aprovechando los recursos
disponibles, como el sol, la vegetación, la lluvia, la dirección del viento para reducir el
impacto ambiental de las construcciones. La arquitectura bioclimática es importante
para la mitigación del cambio climático.

Mitigación
La mitigación del cambio climático o ahorro energético es la acción que consiste
en disminuir la intensidad del cambio en la radiación solar incidente, o los efectos de los
cambios en las cantidades emitidas de gases de efecto invernadero a la atmósfera, con
el fin de reducir los efectos potenciales del calentamiento global.

La mitigación hace referencia a las políticas, tecnologías y medidas que

permitan, por un lado, limitar y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y,
por otro lado, mejorar los sumideros de los mismos para aumentar la capacidad de
absorción y/o almacenamiento de gases de efecto invernadero.

El propósito de la mitigación es la reducción de la vulnerabilidad, es decir la

atenuación de los daños potenciales sobre la vida y los bienes causados por el cambio
climático. Las medidas de mitigación actúan sobre el largo plazo.

Sería necesario programar una densificación de las ciudades, para que, en vez
de tener 20 o 30 habitantes por kilómetro cuadrado, las construcciones sean más altas
y las urbes no se extiendan tanto, que es cuando se produce un mal manejo del
transporte y la circulación de las personas. (Anguelovski, 2016)

La mitigación se distingue de la adaptación, que implica actuar para minimizar los

efectos del calentamiento global.

Adaptación
Las reducciones más eficaces en las emisiones, sin embargo, no evitan más
impactos del cambio climático, por lo que la necesidad de adaptación es inevitable
(Klein et al., 2007).

Se denomina adaptación al cambio climático al conjunto de acciones inmediatas

que se toman para remediar los daños generados por un evento climático extremo. La
adaptación al cambio climático debe considerar no solamente cómo reducir la
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vulnerabilidad frente a los impactos negativos, sino también cómo beneficiarse de los
efectos positivos.

Los beneficios de la adaptación tienen fundamentalmente un alcance de local a

regional, y pueden ser inmediatos, sobre todo si estos abordan también las
vulnerabilidades a las condiciones climáticas actuales.

El término de adaptación se refiere a las iniciativas y medidas que reducen la

vulnerabilidad de los sistemas naturales y antropogénicos frente a los efectos reales o
esperados del cambio climático. El desafío de la adaptación crece con la magnitud y la
velocidad de cambio climático.

La adaptación al cambio climático, consistiría por ejemplo, en edificar más lejos

de las orillas del mar, en tener un sistema de respuesta para facilitar una evacuación
bajo una tormenta o una lluvia intensa, reforzar las construcciones de las casas,
mejorar los sistemas urbanos de filtración de agua, crear infraestructuras que permitan
absorber mejor las aguas de lluvia y recrear zonas verdes... Habría que repensar a qué
llamamos infraestructura verde y azul para que estas zonas se conviertan en
“esponjas”. (Anguelovski, 2016)

La infraestructura verde y azul se basa fundamentalmente en la conservación de

la biodiversidad, en la multifuncionalidad de los espacios, maximizar los servicios de los
ecosistemas, evitar la fragmentación del territorio a nivel ecológico y permitir la
restauración ambiental.

• La infraestructura verde comprende todos los corredores verdes

de parques y sitios de desplazamiento de la fauna en una ciudad,
arborización urbana para gestión de escorrentía y parques.
• La infraestructura azul comprende la rehabilitación y
restauración de ríos, quebradas, humedales integrados a las
ciudades, terrazas o suelos porosos para captación de aguas,
jardines que captan aguas lluvias y las infiltran, todos los sistemas
de gestión de agua en una ciudad hacen parte de la
infraestructura azul.

Para alcanzar los objetivos del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) y
los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que marca Naciones Unidas, la estrategia
pasa por la aplicación y el despliegue de la infraestructura verde en todos aquellos
sectores y ámbitos de planificación territorial que interactúan con el entorno natural.

Resiliencia
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Resiliencia urbana es el vector de fuerza que impulsa una forma de gestionar el

sistema urbano para optimizar su funcionamiento operativo diario integrando
transversalmente, en cualquier decisión y a cualquier nivel, el sentido de protección de
la comunidad en su doble aspecto de seguridad y continuidad. (Rockefeller Foundation)

La resiliencia urbana es un concepto descriptivo de un atributo, y por lo tanto, es

comparable y eventualmente medible; es el reconocimiento del riesgo y la prevención.

La resiliencia no sólo es adecuar las ciudades y organizar las sociedades, por

ejemplo, con protocolos de Defensa Civil, sino también cuidar el ecosistema y prevenir
que la depredación de los recursos genere situaciones de riesgo, que se sumen a las
propias situaciones naturales referidas a cambio climático.

Una de las mejores definiciones de resiliencia urbana es la del programa 100

Resilient Cities de la Rockefeller Foundation: “La resiliencia urbana es la capacidad de
los individuos, comunidades, instituciones, negocios y sistemas de una ciudad para
sobrevivir, adaptarse y crecer independientemente del estrés crónico o los impactos
agudos que pueda experimentar”.

Economía Circular
Actualmente como sociedad vivimos en un modelo económico lineal que consiste
en fabricar – usar – tirar, esto mismo necesita de grandes cantidades de energía y cada
vez más recursos para sostenerse. Pero todo tiene un final y el consumo de los
recursos está llegando al límite de su capacidad de regenerarse. En este punto es
cuando surge la economía circular como una alternativa atractiva y viable que se está
empezado a explorar en diferentes ámbitos, organismos y gobiernos locales.

Necesitamos pasar de una economía lineal a una economía circular, es decir una
economía que por definición es reparadora y regenerativa, y pretende conseguir que los
productos, componentes y materiales mantengan su máxima utilidad y valor en todo
momento.

El concepto de economía circular distingue entre ciclos técnicos y biológicos:

• Los ciclos biológicos consisten en reutilizar desechos

biodegradables que se pueden volver a introducir en la naturaleza.
Un ejemplo de componentes biológicos podrían ser los tejidos de
algodón, materiales plásticos biodegradables (ácido poliláctico,
PLA), ésteres orgánicos (jabón), etc.
• Los ciclos técnicos hacen referencia a los desechos
tecnológicos que no son aptos para la vida, por lo que son
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reutilizados una y otra vez sin entrar en la naturaleza. Estos

elementos se diseñan para poder ser ensamblados y
desmontados un gran número de veces, favoreciendo la
reutilización de materiales y el ahorro energético.

La Fundación Ellen MacArthur afirma que tal como se imagina en su concepción,

la economía circular consiste en un ciclo continuo de desarrollo positivo que conserva y
mejora el capital natural, optimiza el uso de los recursos y minimiza los riesgos del
sistema al gestionar una cantidad finita de existencias y unos flujos renovables.
Además, funciona de forma eficaz en todo tipo de escala.

También se ha visto la necesidad de un “cambio de paradigma” en el sector del

agua, pasando de patrones lineales tradicionales del consumo de agua a un enfoque de
una economía circular en que las aguas residuales ya no son vistas como desechos,
sino como un recurso valioso en el contexto de escasez de agua, es especialmente
importante para la región de América Latina.

Arquitectura Sostenible
En la actualidad, la demanda de una construcción más sostenible ha pasado de
ser cuestión de elección personal, a ser una necesidad ya que es importante contar con
una arquitectura sostenible para las políticas de mitigación al cambio climático.

Es un error pensar sólo en los vehículos como contaminantes, ya que los

edificios consumen entre el 20 y el 50% de los recursos físicos según su entorno. La
actividad constructora es gran consumidora de recursos naturales como pueden ser
madera, minerales, agua y energía. Asimismo, los edificios, una vez construidos,
continúan siendo una causa directa de contaminación por las emisiones que se
producen en los mismos o el impacto sobre el territorio, como ser el efecto “isla de
calor”.

La arquitectura sustentable, también denominada arquitectura sostenible,

arquitectura verde, eco-arquitectura y arquitectura ambientalmente consciente, tiene en
cuenta el consumo de recursos (energía, recursos naturales), para reducir el impacto
ambiental de los edificios sobre el medio ambiente y sus habitantes.

Los principios de la arquitectura sustentable incluyen:

 Consideración de las condiciones climáticas, la hidrografía y los

ecosistemas del entorno en que se construyen los edificios, para obtener
el máximo rendimiento con el menor impacto.
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 Eficacia y moderación en el uso de materiales de construcción, primando

los de bajo contenido energético frente a los de alto contenido energético.
 Reducción del consumo de energía para refrigeración, calefacción,
iluminación y otros equipamientos, cubriendo el resto de la demanda con
fuentes de energía renovables.
 Minimización del balance energético global de la edificación, abarcando
las fases de diseño, construcción, utilización y final de su vida útil.
 Cumplimiento de los requisitos de salubridad, confort higrotérmico,
iluminación y habitabilidad de las edificaciones.

Isla de calor
Se denomina isla de calor a un área urbanizada en donde por efecto de su
entorno construido, la sustitución de los espacios abiertos y de vegetación por edificios,
calles e infraestructura y la sustitución de superficies permeables y húmedas por asfalto
y cemento, produce la formación de un fenómeno en donde la temperatura ambiental es
superior a la media promedio.

Este fenómeno hace referencia a que principalmente durante noches sin viento y
escasa nubosidad, las ciudades suelen ser más cálidas que el medio rural que las
rodea. En general, la temperatura en la ciudad se distribuye de forma tal que los valores
más altos se registran en el área céntrica donde las construcciones forman un conjunto
denso y compacto.

Las islas de calor en las ciudades se originan principalmente por el avance del
desarrollo y los cambios en las propiedades térmicas y reflectivas de la infraestructura
urbana, así como también por el impacto que tienen los edificios sobre el microclima
local. (Buenos Aires 2030)

El calentamiento que resulta de la isla de calor urbana es un claro ejemplo de

cambio climático local, que se diferencia del cambio climático global, más que nada, en
que sus efectos se limitan a un área determinada y van decreciendo a medida que uno
se aleja de la misma.

La arquitectura sostenible es una de las piezas fundamentales para combatir el

efecto isla de calor.

Existen diferentes puntos de partida de la arquitectura sostenible o eco-

arquitectura, como ser la arquitectura solar, la arquitectura bioclimática y la construcción
natural.
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Arquitectura Solar
La arquitectura solar consiste en la integración de la energía solar pasiva con la
tecnología de paneles solares conformando un edificio solar activo. Esto último ha
venido avanzando desde el último decenio del siglo XX a la par de las técnicas
modernas de construcción.

Sus características son:

 Modelado, selección y uso de una correcta tecnología solar pasiva, que

mantenga el entorno de una vivienda a una temperatura agradable, por
medio del Sol, durante todos los días del año.
 Minimiza el uso de la tecnología solar activa, las energías renovables y
sobre todo, las tecnologías basadas en combustibles fósiles.

Arquitectura bioclimática
La arquitectura bioclimática es el diseño de edificios teniendo en cuenta las
condiciones climáticas, aprovechando los recursos disponibles (sol, vegetación, lluvia,
vientos) para disminuir los impactos ambientales, intentando reducir los consumos de
energía.

La arquitectura bioclimática está íntimamente ligada a la construcción ecológica,

que se refiere a las estructuras o procesos de construcción que sean responsables con
el medioambiente y ocupan recursos de manera eficiente durante todo el tiempo de vida
de una construcción.

También tiene impacto en la salubridad de los edificios a, través de un mejor

confort térmico, el control de los niveles de CO2 en los interiores, una mayor
iluminación y la utilización de materiales de construcción no tóxicos avalados por
declaraciones ambientales.

Sistemas y elementos que se emplean y que intervienen en el diseño de la

arquitectura bioclimática pasiva:

 Los medios naturales de control ambiental

 La acción microclimática
 La elección de la ubicación Corrección del entorno
 Forma general del edificio
 El tratamiento de la piel
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 El interior del edificio

 Las obstrucciones según las orientaciones
 Los cerramientos según la orientación
 Sistemas especiales de control ambiental
 Sistemas de climatización natural
 Sistemas de iluminación natural
 Sistemas de control acústico

Construcción natural
Construcción con tierra, construcción natural, bioconstrucción, son términos que
significan una forma de construir en forma respetuosa con todos los seres vivos,
favoreciendo la sustentabilidad, el equilibrio biológico y la generación y reparación de
ecosistemas. Basado en el diseño de las construcciones naturales, recorreremos los
conceptos y técnicas ancestrales, para introducirnos en la actualidad en una nueva
percepción del hábitat.

El renacimiento de la construcción con tierra en los años 70 se puede atribuir

casi exclusivamente a las excelentes credenciales ecológicas de este material.

Aspectos globales

La mejora de las condiciones de vida en los países en vía de desarrollo sólo se

puede lograr a través la mejora y el desarrollo de métodos tradicionales de
construcción, que en muchos casos emplean la tierra.

El renacimiento moderno de la construcción con tierra en Europa y en el Mundo

es a la vez alentador e importante, precisamente porque las regiones en vía de
desarrollo están adoptando los materiales de construcción y métodos de las naciones
industrializadas y esto mirar/copiar podría reforzar/desarrollar las actuales tradiciones
regionales y con ellas la identidad cultural local.

Aspectos estructurales

La tierra es uno de los materiales más antiguos utilizados en construcción, sus

características permiten un número de aplicaciones dentro de la misma construcción,
donde destaca su utilidad como material para acabado interior y exterior, pavimentos y
estructura.

A diferencia, por ejemplo, con la madera, no se puede considerar ya como un

producto estructural de origen.
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Su procesamiento y e ejecución determina que la tierra sea un material de

construcción no rápido.

Características y particularidades de la construcción natural:

• Es respetuosa con el medio ambiente

• Maximiza el confort y salud del usuario
• Permite obtener gran calidad de su aspecto estético

Respeto con el medio ambiente

La extracción, fabricación y transformación de muchos materiales de

construcción a menudo implica intervenciones graves en el medio natural, con la
consiguiente producción de emisiones CO2 y el consumo de grandes cantidades de
energía. Cada persona es responsable de estos procesos y por eso debería tratar de
reducir los efectos perjudiciales de estos en nuestro entorno de vida natural.

Materiales tradicionales naturales como la madera, la tierra y la piedra sólo

necesitan ser extraídos desde el ciclo de vida natural y puede ser directamente
fabricado o elaborado.

A diferencia de otros agentes de unión, el efecto cohesivo de la arcilla en

materiales de construcción de tierra no necesita ser activado por cocción o curado
químico. Y debido a que las fuerzas de unión en la arcilla son reversibles, los materiales
de tierra pueden replasticizarse, remodelar o reutilizar en otra forma.

Otros materiales de construcción tales como el acero y el vidrio también pueden

ser reformados, pero requieren la entrada renovada de grandes cantidades de energía.

Estas diferencias fundamentales con otros tipos de materiales de construcción

es particularmente evidente en una evaluación comparativa entre ellos.

Confort y salud del usuario

Actualmente en el mundo millones de personas, sufren de algún tipo de trastorno

físico o mental causado por los ambientes interiores. Los edificios deben tener como
objetivo principal crear una vida agradable, cómoda y saludable. Hoy día una sola
evaluación sobre la base de criterios estándar, tales como la estabilidad estructural, la
seguridad contra incendios y el ruido y el comportamiento térmico no es suficiente.
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La higiene y los aspectos humanos son cada vez más importante. Con la
reducción de las tasas de cambio de aire en los edificios contemporáneos muy bien
aislados y sellados, el papel desempeñado por las superficies que encierran las
habitaciones se vuelve más importante. Esto se aplica particularmente con respecto a la
humedad del aire interior.

Para evitar los niveles de humedad ampliamente fluctuantes en áreas críticas, es

importante que las superficies más exteriores de la pared sean capaces de
adaptarse/absorber a las fluctuaciones del grado de humedad del aire, causada por
ejemplo por ducharse, cocinar y calentar.

El exceso de humedad puede ser liberado más tarde y puede regresar a la

habitación cuando se ventile. A la inversa, cuando el aire interior está demasiado seco,
la humedad se puede liberar dentro de la habitación. Esta propiedad del material tierra,
es conocida como la capacidad de absorción, que no reemplaza la necesidad de
ventilación, pero que mejora las condiciones higrotérmicas de los espacios interiores,
sobre todo cuando hay una tasa de cambio de aire bajo. Los materiales de construcción
con tierra son por lo tanto, ideales para mejorar el clima de los ambientes interiores

La capacitad de absorción de los materiales de tierra no sólo sirve como un

tampón eficaz para la humedad en el aire, sino que también contribuye en un grado
limitado, pero medible, a la absorción de los olores.

Además las pruebas de laboratorio han demostrado que los materiales de

construcción de tierra que tengan un espesor suficiente (≥ 24 cm) son capaces de
amortiguar las ondas de alta frecuencia (por ejemplo tal como se utiliza para las
telecomunicaciones de telefonía móvil) mucho mejor que otros materiales de
construcción.

Calidad del aspecto estético

Ejemplos notables de la arquitectura en tierra, como el muros de tierra apisonada

de la Capilla de la Reconciliación en Berlín o el estudio del Arquitecto estadunidense
Rick Joy en Arizona, han contribuido a dar un cambio general en la percepción de la
creación de la tierra.

La experiencia de estos edificios demuestra que las superficies de la tierra

pueden ser contemporáneas, de alta calidad y exquisitas.

Técnicas con tierra cruda:

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 BTC: El bloque de tierra comprimida, generalmente llamado BTC, es el

elemento de la albañilería hecho con tierra compactada en el moldeo por
compresión o prensado, seguido por el desmolde inmediato.
 Tapial: La técnica del tapial se define como tierra amasada y apisonada
en un encofrado para formar muros monolíticos.
 Adobe: El adobe es un ladrillo de tierra cruda moldeado al estado
plástico, secado al aire libre y posteriormente asentados en un mortero de
tierra.
 Cob: La técnica del Cob consiste en el apilado sobre el muro de porciones
de barro y fibras vegetales de forma redondeadas (previamente
amasadas), apiladas y moldeadas formando el muro.
 Quincha: El bahareque, llamado "quincha", es una estructura construida
creando un marco, de piezas entrelazadas de madera con elementos
verticales y horizontales que se cubre en ambos lados con una mezcla de
barro y paja.
 Técnicas Mixtas: Construcciones con bambú, construcciones en fardo de
paja.

Conclusiones
Sin una arquitectura sostenible nunca se podrá lograr la sostenibilidad urbana y
para tener esa arquitectura es necesario crear conciencia de su necesidad y difundir
sus cualidades y características.

Necesitamos que cada escuela de arquitectura promueva la enseñanza de la

arquitectura sostenible, bioclimática y los sistemas de construcción natural y ecológica,
para poder formar profesionales que colaboren activamente en aumentar la resiliencia
urbana, y en las políticas de adaptación y mitigación de los efectos del cambio
climático.

Con el esfuerzo conjunto podremos lograr que cada hogar o edificación, familiar
o multifamiliar, de oficinas o comerciales, tenga otra fuente de energía independiente,
que sea alternativa. Según su tipo y ubicación, pueden ser paneles solares o
generadores eólicos domiciliarios. Buscando reducir al máximo el consumo energético y
lo que no se reduce hacerlo utilizando energías renovables.

Por otro lado deben reducirse lo más posible las emanaciones de dióxido de
carbono, encendiendo mínimamente aquellos electrodomésticos que los produzcan:
estufas, cocinas, aires acondicionados, etc. y bajando al máximo el consumo de
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energía y agua. Por último implementar definitivamente la separación de residuos en el

domicilio y en los contenedores públicos.

Técnicas constructivas que no eran muy difundidas, tanto tradicionales como

novedosas, en su calidad de únicas o integrando técnicas mixtas, están siendo
utilizadas como alternativas de sustentabilidad constructiva, beneficiando al medio
ambiente tanto desde su proceso de extracción como con los beneficios que producen
en la reducción de gases efecto invernadero.

Es importante integrar la arquitectura sostenible con una infraestructura verde y

azul, complementándose una con otra en la conservación de la biodiversidad, con un
transporte sostenible y movilidad sostenible, con una economía circular de tratamiento
de residuos y efluentes. Con políticas y acciones integrales conseguiremos tener
ciudades sostenibles en un futuro no muy lejano.

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