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UNIDAD 6 DERECHO PENAL

El Delito como Comportamiento Típico y Aspectos Negativos

Introducción

La tipicidad ha ido reconfigurándose a lo largo del tiempo, adecuándose a las condiciones


sociales, políticas, económicas, y culturales, de cada país. Por eso, si usted busca
información relativa a la tipicidad encontrará diferente información, cuya constante es la
idea central de la tipicidad, esto es, aquella que la define como la descripción de una
conducta o hecho que la ley señala como delito.

Le explicaré por qué. El 18 de junio de 2018 se instauró el sistema acusatorio y oral en


nuestro país, que empezó a funcionar en todas las entidades federativas el día 18 de junio
de 2016. Eso significa que el ordenamiento jurídico procesal que se utiliza en los
procedimientos penales es el Código Nacional de Procedimientos Penales (CNPP), luego
entonces, para saber cuáles son los elementos positivos del delito debemos acudir
al artículo 405 de dicho código, pues es este precepto legal que nos permite inferir los
elementos positivos del delito.

Desde ese momento, podemos concluir que la tipicidad se compone por dos elementos, la
tipicidad como idea central, y la conducta como presupuesto (significa que la conducta es
un requisoto necesario que debe existir antes de que se configure la tipicidad)  de la
tipicidad. Pero eso no es todo, al acudir al artículo 29 del Código Penal para el Distrito
Federal, nos percatamos que se incluye un tercer elemento de la tipicidad, se incluye el
Dolo neutro, y la Culpa. Esto es así, porque el dolo neutro está directamente vinculado
con la conducta.

En resumen, la tipicidad es aquel elemento positivo del delito compuesto por la


conducta, dolo neutro y culpa, y el tipo. Más adelante explicaremos a profundidad lo que
se acaba de decir.

Objetivo particular:
Analizará la definición y contenido de la tipicidad, el concepto de antijuridicidad y los
supuestos en que ambas se excluyen.

Temario

Unidad 6. El Delito como Comportamiento Típico y Aspectos Negativos

 6.1. La tipicidad
o 6.1.1. Noción
o 6.1.2. Elementos
 6.2. Atipicidad
o 6.2.1. Atipicidad por ausencia de conducta (involuntariedad)
o 6.2.2. Atipicidad por falta de elementos del tipo
o 6.2.3. Consentimiento del interesado
o 6.2.4. Error de tipo invencible
o 6.2.5. Caso fortuito

Todos tenemos derechos humanos

La tipicidad es un tema de suma importancia a nivel Latinoamérica, donde los países que
han firmado la Convención Americana sobre Derechos Humanos tienen la obligación de
cumplir con las sentencias que son emitidas en su contra, y las demás sentencias que se
dictan en contra de otros países sólo tienen efecto orientativo.

Esto es, en la actualidad la tipicidad debe ser estudiada bajo los criterios establecidos en la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, tutelando los Derechos
Fundamentales, y bajo los criterios establecidos por la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, tutelando los Derechos Humanos. Dicho de otra forma, la tipicidad tiene dos
garantías procesales: El Control de la Constitucionalidad (Derechos Fundamentales), y el
Control de Convencionalidad (Derechos Humanos).

Lo anterior nos permite entender que el Derecho como máxima expresión de la sociedad
moderna es la más fiel representación de que todos somos seres humanos, somos seres
interdependientes, que todas las personas que habitamos en el planeta somos seres
humanos, sin discriminaciones por razones de sexo, edad, preferencia sexual, raza,
religión o cualesquiera otros.

Al pertenecer todos a la misma especie animal debemos entender que nuestro contacto
continuo con los demás seres humanos puede provocar problemas que pueden ser muy
lascivos para toda la sociedad, a tal grado de que son calificados como delitos. Por ello,
todos debemos respetar el Derecho de cada país, y el Derecho se encarga de proteger
tanto los Derechos Fundamentales como los Derechos Humanos.
La tipicidad
El tipo penal se encuentra contemplado por el párrafo tercero,  artículo 14, de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ya que en este precepto
constitucional se establece el axioma “no existe delito sin tipo penal”, al señalar:

Artículo 14. En los juicios del orden criminal queda prohibido imponer, por simple
analogía, y aún por mayoría de razón, pena alguna que no esté decretada por una ley
exactamente aplicable al delito de que se trata.

No obstante, se suele confundir los términos tipo y tipicidad como sinónimos. Lo cual no


es correcto debido a que son conceptos diferentes, aunque relacionados.

Siguiendo la tesis de Fernando Castellanos, el tipo penal se puede referir a dos situaciones
(1978: 166):

Invariablemente, el tipo penal es


la descripción normativa de una conducta
delictiva, que trae aparejada una sanción
como consecuencia de su inobservancia.

Por su parte, la tipicidad consiste en que el comportamiento del acusado se encuentra


adecuado al tipo que describe la ley penal (Urosa, 2006: 104). Esto es, la tipicidad es el
exacto encuadramiento de la conducta delictiva al tipo penal. [es decir, DESCRIPCIÓN DE
UNA CONDUCTA O HECHO SEÑALADO POR LA LEY COMO DELITO]

Noción

Como se dijo previamente, la tipicidad se reconfiguró a partir de la incorporación total en


todo el país del sistema acusatorio y oral, y de la entrada en vigencia del Código Nacional
de Procedimientos Penales. Esto trajo importantes modificaciones a la Teoría del Delito
actual.

A partir del 18 de junio de 2018, la teoría causalista se ha dejado de utilizar para los
procedimientos penales para delitos comunes, pero aún sigue utilizándose para delitos
federales. Esto significa que en un futuro inmediato la teoría del delito prevista en el
Código Nacional de Procedimientos Penales es la que se utilizará tanto del Fuero Común
como del Fuero Federal.

Es por ello, que para abordar esta unidad utilizaremos la Teoría del Delito prevista en
el Código Nacional de Procedimientos Penales, específicamente, el artículo 405, que a la
letra reza: 
Artículo 405. Sentencia absolutoria 
En su sentencia absolutoria el Tribunal de enjuiciamiento determinará la causa de
exclusión del delito, para lo cual podrá tomar como referencia, en su caso, las causas de
atipicidad, de justificación o inculpabilidad, bajo los rubros siguientes: 

I. Son causas de atipicidad: la ausencia de voluntad o de conducta, la falta de alguno de los


elementos del tipo penal, el consentimiento de la víctima que recaiga sobre algún bien
jurídico disponible, el error de tipo vencible que recaiga sobre algún elemento del tipo
penal que no admita, de acuerdo con el catálogo de delitos susceptibles de configurarse
de forma culposa previsto en la legislación penal aplicable, así como el error de tipo
invencible; 

II. Son causas de justificación: el consentimiento presunto, la legítima defensa, el estado


de necesidad justificante, el ejercicio de un derecho y el cumplimiento de un deber, o 

III. Son causas de inculpabilidad: el error de prohibición invencible, el estado de necesidad


disculpante, la inimputabilidad, y la inexigibilidad de otra conducta.

Del artículo anterior se advierte que los elementos positivos del delito son la tipicidad, la
antijuridicidad, y la culpabilidad, una vez configurados estos, es posible hablar del último
elemento positivo del delito, la punibilidad. 

En este sentido, la atipicidad como elemento negativo del delito nos proporciona
elementos suficientes para determinar cuáles son los elementos de la tipicidad, siendo
estos:

Adicionalmente, debemos decir que la teoría del delito que se sigue en la actualidad es el
post-finalismo, le explicaré por qué. Para que exista un delito es necesario que primero se
dé una conducta humana, la cual puede presentarse mediante una acción u omisión. Es
aquí donde la teoría post-finalista adquiere importancia. 

La teoría finalista explica satisfactoriamente las conductas dolosas, pero no las culposas,
ya que de acuerdo al jurista Raúl Plascencia Villanueva, para el finalismo la acción es el
ejercicio final de la actividad humana (Plascencia, 2004: 40). Esto significa que desde el
momento en que el sujeto activo del delito se plantea el objetivo que pretende conseguir
hasta el momento de la ejecución de la conducta (acción), la finalidad de delinquir ya está
implícita, es decir, el dolo es inherente a la acción desde un inicio, es éste el motivo por el
cual existen elementos subjetivos generales del tipo penal.

La conducta cometida por los huachicoleros es sancionada por la Ley Federal para


Prevenir y Sancionar los Delitos cometidos en materia de Hidrocarburos, que en
su artículo 8, establece el delito de Sustracción de Hidrocarburos, lo que coloquialmente
se le conoce como “robo de combustible,” esta acción nos permite explicar cómo el dolo
está implícito desde el momento en que el sujeto activo se plantea sustraer
hidrocarburos, sin derecho y sin consentimiento de asignatarios, contratistas,
permisionarios, distribuidores o de quien pueda disponer de ellos con arreglo a la ley, es
decir, la finalidad de conducta desde un inicio es la sustracción de hidrocarburos, por lo
que el dolo no puede separarse de la acción, el dolo está implícito en la acción.

Sin embargo, la teoría finalista es incapaz de explicar la culpa, ya que en una conducta
culposa no existe una finalidad de cometer un delito, sino una imprudencia. Para ello, son
las teorías post-finalistas las que explican mejor la culpa. De modo que, el dolo y la culpa
las estudiaremos dentro de los elementos subjetivos generales del tipo penal.

En palabras de Raúl Plascencia Villanueva (2004: 40), la acción presenta dos fases. La fase
interna de la acción se plantea con los siguientes elementos:

Fase externa

 Es la puesta en marcha, la dinámica de los medios para realizar el objetivo


principal.
 El resultado previsto y el o los resultados concomitantes. (que acompaña a una
cosa o actúa junto a ella).
 El nexo causal.

Fase interna

 El objetivo que se pretende conseguir.


 Los medios empleados para su consecución.
 Las posibles consecuencias secundarias que se vinculan al empleo de los medios
que pueden ser relevantes o irrelevantes, desde la perspectiva jurídico penal.

En la siguiente tabla se le muestra la actual configuración de la teoría del delito: 


Elementos de la tipicidad

La tipicidad se define como el exacto encuadramiento de la conducta delictiva al tipo


penal, dicho de otra forma, es un razonamiento lógico cuya conclusión es determinar si la
conducta desplegada por el agente asocial es o no un delito. Por eso, tomando en
consideración todo lo anterior, podemos sostener que existen tres presupuestos
fundamentales de la tipicidad, y un cuarto elemento, que es el que tradicionalmente se le
ha identificado como tipicidad, estos son:

La conducta (presupuesto de tipicidad)


El dolo y la culpa como elementos subjetivos generales del tipo penal (presupuesto de la tipicidad)
El tipo penal como parte central de la tipicidad (presupuesto de la tipicidad)
El razonamiento lógico cuya conclusión es determinar si la conducta desplegada por el agente
asocial es o no un delito este es el elemento que la doctrina ha considerado como tipicidad)

La conducta 
De acuerdo al jurista Alfredo Calderón Martínez (2015: 8), la conducta es una actividad o
inactividad voluntaria, que está compuesta por dos elementos: psíquico y físico. 

Es importante aclarar que tomando en consideración a este presupuesto de la tipicidad


podemos identificar dos tipos de delitos:
Elemento psíquico
Se presenta cuando el sujeto activo ha querido mentalmente hacer u omitir algo. Por
ejemplo, querer accionar un arma de fuego, querer lanzar un golpe a otra persona, querer
apoderarse de una cosa mueble ajena, etcétera.

Elemento físico
Consiste en no hacer u omitir algo; en el caso de la omisión debe ser respecto a una
conducta obligatoria. Por ejemplo, no pagar la pensión alimenticia. Este elemento nos
permite saber que la voluntad de un agente asocial (delincuente/sujeto activo del delito)
tiene sólo dos posibles formas de exteriorizarse: la acción y la omisión.

La acción
En los delitos de acción el sujeto activo realiza un movimiento físico que encuadra
en un tipo penal determinado (Calderón, 2015: 9).

En el delito de Robo, el agente asocial tiene que realizar un movimiento físico para
apoderarse de una cosa mueble ajena con ánimo de dominio, por lo que será
sancionado penalmente si realiza ese movimiento físico de apoderamiento con
ánimo de dominio, con independencia de que se haya consumado o no el delito
(tentativa).

La omisión
En los delitos de omisión, se castiga al sujeto pasivo del delito debido a que no
realizó la conducta que obligatoria y objetivamente debía cumplir. Se divide en
dos:
Omisión simple
Se define como un no hacer lo que la Ley le exige hacer (cumplir). En estos delitos
de omisión el resultado es formal, ya que no se requiere un daño al bien jurídico
tutelado, pues sólo basta la puesta en peligro del bien jurídico tutelado, es decir,
no es necesario demostrar que las víctimas u ofendidos de estos tipos de delitos
han sufrido un perjuicio, sólo basta que el agente asocial realice la conducta que se
considera delictiva.

El caso más representativo es el delito de incumplimiento de la obligación


alimentaria, pues para iniciar el procedimiento penal, no es necesario acreditar un
detrimento patrimonial de los acreedores alimentarios, o un daño en su
alimentación, en su vestido, en su hogar, en su salud derivados del incumplimiento
del pago de la pensión alimenticia, sólo basta acreditar que el deudor alimentario
no ha cumplido con su obligación de dar alimentos, para que éste sea sancionado
penalmente, es decir, es suficiente demostrar sólo el incumplimiento a su
obligación alimentaria.

Comisión por Omisión


En los delitos de comisión por omisión el agente genera un resultado material al no
realizar una acción que le es obligatoria jurídicamente (Calderón, 2015: 10), dicho
de otra forma, es una inactividad que produce un daño al bien jurídico tutelado,
cuando el sujeto activo de delito tenía el deber jurídico de evitar ese daño. Es por
ello, que es necesario que exista un daño al bien jurídico tutelado.

En el delito de homicidio culposo derivado de una responsabilidad profesional


médica (lo que coloquialmente se le conoce como negligencia médica), es
necesario, que la víctima pierda la vida, y que ese resultado sea atribuible a un
médico que teniendo la calidad de garante no dio una atención médica adecuada,
ya sea por imprudencia, impericia o negligencia.

Con respecto a la omisión impropia o comisión por omisión el artículo 16 del


Código Penal para el Distrito Federal establece lo siguiente:

Artículo 16. Omisión impropia o comisión por omisión 

En los delitos de resultado material será atribuible el resultado típico producido a quien
omita impedirlo, si éste tenía el deber jurídico de evitarlo, si se acredita uno de los
siguientes supuestos: 

I. Es garante del bien jurídico: Esta calidad la tiene la persona que:


 Aceptó efectivamente su custodia; 
 Voluntariamente formaba parte de una comunidad que afronta peligros de la
naturaleza; 
 Con una actividad precedente, culposa o fortuita, generó el peligro para el bien
jurídico; o 
 Se halla en una efectiva y concreta posición de custodia de la vida, la salud o
integridad corporal de algún miembro de su familia o de su pupilo. 

II. De acuerdo con las circunstancias podía evitarlo; y 

III. Su inactividad es, en su eficacia, equivalente a la actividad prohibida en el tipo.

El dolo y la culpa como elementos subjetivos generales del tipo


penal 
Previo al 18 de junio de 2018, el dolo y la culpa formaban parte de la culpabilidad, no
obstante, como ya se ha dicho, debido a que en la actualidad nuestros códigos adjetivos y
sustantivos son de corte post-finalista, el dolo y la culpa están estrechamente vinculados a
la conducta, debido a que no se puede separar la finalidad de la conducta delictiva, o en
su caso, no se puede separar la imprudencia de la conducta delictiva. 

En este sentido, la acción u omisión están implícitas desde el principio. De aquí, que, al
pertenecer a la conducta, es natural que el dolo y la culpa se consideren como elementos
subjetivos generales del tipo penal. Empecemos este análisis.

Dolo
Alfredo Calderón Martínez 
Define al dolo como la intención prevista y querida por el agente, dirigida a la obtención
de un resultado delictuoso (2015: 32).

La figura del dolo se encuentra prevista por el artículo 18 del Código Penal para el Distrito
Federal, al considerarlo como aquella conducta que cumple con tres requisitos: 

I. Conocimiento de los elementos objetivos del hecho típico de que se trate: Este es el


elemento intelectual del dolo, significa que el agente asocial desde antes que realice la
conducta sabe que ésta se considera como un delito. Por ejemplo, cuando un sujeto activo
del delito quiere privar de la vida a otra persona sabe que esa privación de la vida se
considera como homicidio. 
II. Previsión posible del resultado típico: Este elemento forma parte del elemento
intelectual del dolo, pues una vez que el sujeto activo del delito sabe que la conducta que
pretende desplegar es considerada como delito, tiene conocimiento de que si ejecuta la
conducta delictiva es probable que ésta se consume, y de esta forma, se produzca el
resultado típico. Por ejemplo, cuando el agente asocial decide privar de la vida a otra
persona, y esta ejecuta la acción, sabe que existe una probabilidad de que se consume la
privación de la vida a la otra persona. 

III. Quiere o acepta su realización: Este último elemento, es el volitivo o psicológico del


dolo, pues consiste en la voluntad de realizar el acto; en la volición del hecho típico
(Castellanos, 1978: 239), es decir, el sujeto activo del delito además de conocer que su
conducta es considerada como delito, que si la ejecuta comete el delito, tiene la voluntad
de realizar lo representado, es decir, quiere el resultado (desea o acepta cometer del
delito). 

En conclusión, debido a que, en el sistema acusatorio y oral, se utiliza la teoría del delito
post-finalista, el dolo que se utiliza es el dolo neutro, también conocido como dolo
natural, mismo que se encuentra constituido por dos elementos:

Cabe precisar, que en la teoría del delito causalista que funcionaba en el sistema
tradicional mixto (comúnmente conocido como inquisitivo) se utilizaba el dolo malo, que
se encontraba constituido por tres elementos:
Tomando en consideración lo anterior, tenemos que distinguir las especies de dolo, para
ello utilizaremos la clasificación del jurista Fernando Castellanos (1978: 239): dolo directo,
indirecto, indeterminado y eventual.

Dolo directo
El sujeto se representa el resultado penalmente tipificado y lo quiere. Hay
voluntariedad en la conducta y querer del resultado. El resultado coincide con el
propósito del agente. Por ejemplo, decide privar de la vida a otro y lo mata.

Dolo indirecto
El agente se propone un fin y sabe que seguramente surgirán otros resultados
delictivos. Por ejemplo, para dar muerte a quien aborda un avión, coloca una
bomba cerca del motor, con la certeza de que, además de morir ese individuo,
perderán la vida otras personas y se destruirá el aparato.

Dolo indeterminado
Intención genérica de delinquir, sin proponerse un resultado delictivo en especial.
Por ejemplo, un anarquista que lanza bombas

Dolo eventual
Se desea un resultado delictivo, previéndose la posibilidad de que surjan otros no
queridos directamente. Por ejemplo, un incendio de una bodega, conociendo la
posibilidad de que el velador muera o sufra lesiones.

Culpa
Culpa 
Es la acción u omisión que produce un resultado típico que es previsible y evitable, que no
se quiere, ni se acepta, pero el resultado se produce por el incumplimiento a un deber de
cuidado que le es objetiva y jurídicamente obligatorio cumplir.

Cuello Calón (1975: 325) sostiene que existe culpa cuando se obra sin intención y sin la
diligencia debida, causando un resultado dañoso, previsible y penado por la ley. 

Fernando Castellanos (1978: 247) sostiene que existe culpa cuando se realiza la conducta
sin encaminar la voluntad a la producción de un resultado típico, pero éste surge a pesar
de ser previsible y evitable, por no ponerse en juego, por negligencia o imprudencia, las
cautelas o precauciones legalmente exigidas. 
El artículo 18 del Código Penal para el Distrito Federal, establece que obra culposamente
el que produce el resultado típico, que no previó siendo previsible o previó confiando en
que no se produciría, en virtud de la violación de un deber de cuidado que objetivamente
era necesario observar. 

Con base en este artículo podemos distinguir dos clases de culpa: con y sin
representación.

Con representación
Se presenta cuando el sujeto activo del delito previó el resultado típico, pero pese
a ello, se confío en que no se produciría, en virtud de la violación de un deber de
cuidado que objetivamente era necesario observar, por lo que el resultado típico
pudo haberse evitado. Fernando Castellanos (1978: 247) denomina a esta clase de
culpa como “culpa consciente, con previsión o con representación”, sosteniendo
que existe cuando el agente ha previsto el resultado típico como posible, pero no
solamente no lo quiere, sino que abriga la esperanza de que no ocurrirá. 

Suele confundirse la culpa con representación con el dolo eventual, sin embargo,
distinguirlos el fácil. 

El dolo eventual no es independiente, se deriva de otro delito, se deriva del dolo


directo. Aquí el sujeto activo del delito tiene el conocimiento de que cometerá un
delito, y lo quiere hacer, pero sabe que en su ejecución existe la posibilidad de
que cometa otros delitos, los delitos adicionales que se cometan serán con dolo
eventual.

Durante un robo a una casa-habitación la intención de los agentes asociales es


apoderarse de cosas muebles ajenas, con ánimo de dominio y sin el
consentimiento de los propietarios, pero para evitar que los detengan durante la
ejecución del delito, privan de la vida al policía que pretendía frustrarlo, en este
caso, el robo se comete con dolo directo, y el homicidio con dolo eventual.

Sin representación
Se presenta cuando el sujeto activo del delito no previó el resultado típico, siendo
éste previsible, en virtud de la violación de un deber de cuidado que objetivamente
era necesario observar, por lo que el resultado típico pudo haberse evitado.
Fernando Castellanos (1978: 247) denomina a esta clase de culpa como “culpa
inconsciente, sin previsión o sin representación”, sosteniendo que se presenta
cuando no se prevé un resultado previsible (penalmente tipificado).
El tipo penal como parte central de la tipicidad

El tipo penal se encuentra contemplado por el párrafo tercero, artículo 14, de la Constitución


Política de los Estados Unidos Mexicanos, ya que en este precepto constitucional se establece el
axioma “no existe delito sin tipo penal”, al señalar que en los juicios del orden criminal queda
prohibido imponer, por simple analogía, y aún por mayoría de razón, pena alguna que no esté
decretada por una ley exactamente aplicable al delito de que se trata.

Siguiendo la tesis de Fernando Castellanos (1978: 166), el tipo penal se puede referir a
dos situaciones: a la descripción legal del delito o a la descripción del comportamiento
antijurídico. Invariablemente, el tipo penal es la descripción normativa de una conducta
delictiva que trae aparejada una sanción. 

Con base en lo anterior, tenemos que admitir que el tipo penal es un presupuesto general
de la conducta, y por lo mismo, es el fundamento de la antijuridicidad, siempre y cuando,
no se configure algún elemento negativo del delito (causa de exclusión del delito). Esto
significa, que el tipo penal cumple como una función de garantía de la libertad, pues en
nuestro país está prohibido imponer, por simple analogía, y aún por mayoría de razón,
pena alguna que no esté tipificada alguna ley penal. 

Además de que el tipo penal cumple con una función de garantía de libertad, el tipo penal
cumple con una función de seguridad jurídica, pues al describir normativamente que
conductas son consideradas como ilícitas, las personas saben que comportamientos están
prohibidos y cuáles no, y simultáneamente, se sabe con anticipación que bienes jurídicos
se están protegiendo. Lo que consecuentemente facilita la convivencia social. 

Como se ha afirmado previamente, el tipo penal es la descripción normativa de una


conducta delictiva, que trae aparejada una sanción como consecuencia de su
inobservancia. Esta descripción está compuesta así por cuatro elementos: elementos
objetivos, subjetivos generales, subjetivos específicos, y normativos. Todos en su
conjunto conforman al tipo penal, que como presupuesto de la tipicidad es necesario que
exista previamente al razonamiento lógico (cuarto elemento). Empecemos.

Elementos objetivos
De acuerdo con Pavón Vasconcelos (2006: 360), los elementos objetivos son aquellos
susceptibles de ser apreciados por el simple conocimiento y cuya función es describir la
conducta o el hecho que pueden ser materia de imputación y de responsabilidad penal. Se
encuentra conformado por los siguientes elementos.
1.- Sujetos
En todos los tipos penales siempre deben existir dos partes: Sujeto activo, y sujeto pasivo
del delito.

Activo del delito (imputado)


También denominado agente asocial. Es la persona que comete una conducta que
es considerada como delito. Desde el punto de vista procesal, el sujeto activo del
delito puede recibir tres denominaciones, dependiendo de la etapa procesal en la
que se encuentre, esto es, de acuerdo al artículo 112 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, si el procedimiento penal se encuentra en la etapa de
investigación, al sujeto activo del delito se le conoce como imputado, y es a quien
sea señalado por el Ministerio Público como posible autor o partícipe de un hecho
que la ley señale como delito; si se encuentra en la etapa intermedia o juicio, al
sujeto activo del delito se le denomina acusado, pues ya se le ha formulado
acusación; si ya se ha dictado sentencia condenatoria, se le
denomina sentenciado, es decir, es aquel sobre quien ha recaído una sentencia
aunque no haya sido declarada firme. El sujeto activo del delito se divide en dos:
con calidad específica y sin calidad específica.

Sujeto activo con calidad específica


En algunos tipos penales es necesario que el agente asocial tenga una
característica especial, para que se le pueda imputar y hacer responsable
penalmente. Un ejemplo de ello es el artículo 214, del Código Penal
Federal, que establece la calidad especifica de servidor público del sujeto
activo, al señalar: “Comete el delito de ejercicio indebido de servicio
público, el servidor público que (…)”. 

En esta tesitura, se configura un delito especial, si el tipo penal requiere la


calidad específica del sujeto activo, por lo que el círculo de autores es
cerrado, es decir, no a todas las personas se les puede imputar y hacer
responsables penalmente de un delito especial.

Sujeto activo sin calidad especifica


En ocasiones, el tipo penal no requiere de una calidad especial del agente
asocial, por lo que el círculo de autores es abierto, es decir, a cualquier
persona se le puede imputar y hacer responsables penalmente de un de
delito. Es decir, cuando no se requiere la calidad especifica del sujeto activo
del delito, se configura un delito común. Por ejemplo, el artículo
220 del Código Penal para el Distrito Federal, establece que comete el
delito de robo “Al que con ánimo de dominio y sin consentimiento de quien
legalmente pueda otorgarlo, se apodere de una cosa mueble ajena,” es
decir, no señala alguna característica especial para ser imputado y
penalmente responsable.
Pasivo del delito (victima u ofendido)
Es la persona sobre la cual resiente la conducta del sujeto activo del delito. Desde
el punto de vista procesal, el artículo 112, del Código Nacional de Procedimientos
Penales lo denomina victima u ofendido. Será considerado como víctima a la
persona que resiente directamente sobre su persona la afectación producida por la
conducta delictiva; será considerado como ofendido a la persona física o moral
titular del bien jurídico lesionado o puesto en peligro por la acción u omisión
prevista en la ley penal como delito. El sujeto pasivo del delito se divide en dos:
con y sin calidad específica.

Sujeto pasivo con calidad específica


En algunos tipos penales es necesario que la víctima u ofendido tenga una
característica especial, para que pueda acceder a la impartición de justicia,
se le otorgue protección jurídica, y se le repare integralmente el daño que
se le causo. Un ejemplo de ello es el artículo 180, del Código Penal para el
Distrito Federal, que establece que para que se configure el delito de
estupro es necesario que el sujeto pasivo del delito sea una persona mayor
de doce y menor de dieciocho años, es decir, una persona mayor de mayor
de 18 años no puede ser considerada como víctima del delito de estupro.  

En esta tesitura, se configura un delito especial derivado de la calidad


específica del sujeto pasivo, por lo que el círculo de víctimas u ofendidos es
cerrado, es decir, no todas las personas pueden ser sujetos pasivos de un
delito.

Sujeto pasivo sin calidad especifica


En ocasiones, el tipo penal no requiere de una calidad especial de la víctima
u ofendido, por lo que el círculo de sujetos pasivos es abierto, es decir,
cualquier persona puede ser víctima u ofendido. Esto es, cuando no se
requiere la calidad especifica del sujeto pasivo del delito, se configura un
delito común. Por ejemplo, el artículo 179, del Código Penal para el Distrito
Federal, establece que cualquier persona puede ser víctima u ofendido del
delito de acoso sexual, ya que así, literalmente, se establece: “A quien
solicite favores sexuales para sí o para una tercera persona o realice una
conducta de naturaleza sexual indeseable para quien la recibe, que le cause
un daño o sufrimiento psicoemocional que lesione su dignidad.”

2.- Verbos 
Constituyen los pilares del idioma, en ellos se sujeta todo. Nos dan la idea de la acción, de
las nociones en desarrollo, de las transformaciones, del ser y el estar de las cosas, los
animales y las personas (Grijelmo, 2006: 178). 
Los verbos describen la conducta que se considera como delito, se clasifican en dos:
núcleo (s) y auxiliar (es). 

Utilizando a los verbos, podemos identificar dos clases de tipos penales:

 Tipo penal general: Se refiere a toda la descripción normativa de la conducta,


prevista en un precepto legal.
 Tipo penal específico: Se refiere al tipo penal utilizado dentro de un procedimiento
penal, es decir, es la hipótesis normativa específica utilizada por las partes dentro de
un procedimiento penal. Así, por ejemplo, en el delito de administración
fraudulenta, previsto en el artículo 234, un tipo penal especifico es “Al que, a
sabiendas, realice (verbo núcleo) operaciones perjudiciales al patrimonio del titular
en beneficio propio, se le impondrán (verbo auxiliar) las penas previstas para el
delito de fraude”.

Otro tipo penal especifico puede ser: “Al que, por cualquier motivo, teniendo (verbo
auxiliar) a su cargo la administración, con ánimo de lucro perjudique (verbo núcleo) al
titular de éstos, alterando (verbo auxiliar) las cuentas, haciendo (verbo auxiliar) aparecer
gastos inexistentes, se le impondrán (verbo auxiliar) las penas previstas para el delito de
fraude.”

Tratándose del delito de administración fraudulenta, el tipo penal general es todo el


artículo 234, del Código Penal para el Distrito Federal, que a la letra reza:
Al que por cualquier motivo, teniendo (verbo auxiliar) a su cargo la administración o el
cuidado de bienes ajenos, con ánimo de lucro perjudique (verbo núcleo) al titular de
éstos, alterando (verbo auxiliar) las cuentas o condiciones de los
contratos, haciendo (verbo auxiliar) aparecer operaciones o gastos inexistentes
o exagerando (verbo auxiliar) los reales, ocultando(verbo auxiliar) o reteniendo (verbo
auxiliar) valores o empleándolos (verbo auxiliar) indebidamente, o a
sabiendas, realice (verbo núcleo) operaciones perjudiciales al patrimonio del titular en
beneficio propio o de un tercero, se le impondrán (verbo auxiliar) las penas previstas para
el delito de fraude.

Núcleo (s)
Describen la conducta principal que debe realizar el agente asocial, para que dicha
conducta sea considerada como delito. Es la esencia de la conducta delictiva. En
todos los procedimientos penales, sin excepción alguna, siempre se debe utilizar
un solo verbo núcleo.

Auxiliar (es)
Describe las conductas secundarias que debe realizar el sujeto activo del delito
para que se configure un delito. Se puede utilizar un solo verbo auxiliar, o en su
caso, varios verbos auxiliares, de manera simultánea. La función de los verbos
auxiliares es darle sentido a la oración (al tipo penal), para que se transmita con
claridad cuál es la conducta que se prohíbe por considerarse delictiva.
3.- Referencias 
Las referencias se refieren a las características que son necesarias que se presenten en la
conducta, para que sea considerada como delito. Estas se refieren a características
relacionadas con el tiempo, el lugar, medios comisivos, objeto material, y objeto jurídico. 

Cabe precisar, que no es necesario que todas las cinco referencias sean necesarias en la
descripción de la conducta, pues todo depende del delito que se analice. Por lo que
podemos clasificarlos en referencias indispensables, y referencias no indispensables.

Temporales
Es una referencia no indispensable, ya que sólo en algunos tipos penales es necesario que
la conducta esté relacionada con el tiempo, para que sea considerada como delito, por
ejemplo, para que se configure el delito de allanamiento de establecimiento mercantil
abierto al público, previsto en el artículo 211, del Código Penal para el Distrito Federal, es
necesario que la conducta se realice fuera del horario laboral del establecimiento
mercantil.

De lugar
Es una referencia no indispensable, ya que sólo en algunos tipos penales es necesario que
la conducta se realice en lugares en específico, así, por ejemplo, para que se configure el
delito de allanamiento de establecimiento mercantil abierto al público, previsto en
el artículo 211, del Código Penal para el Distrito Federal, es necesario que la conducta se
realice en un lugar en específico, siendo este, el establecimiento mercantil abierto al
público.

A los medios comisivos


Es una referencia no indispensable, ya que sólo en algunos tipos penales es necesario que
la conducta se realice utilizando un medio comisivo. El significado de la palabra
compuesta medio comisivo se refiere a cualquier cosa que puede servir para embestir,
emprender o intentar una acción con un determinado fin. Luego entonces, el medio
comisivo es el instrumento utilizado para ejecutar la acción para un determinado fin. 

Por ejemplo, para que se configure el delito de violación, previsto por el artículo
174, del Código Penal para el Distrito Federal, es necesario que la conducta del sujeto
activo del delito se realice por medio de la violencia física, o en su caso, por medio de la
violencia moral.

Artículo 174. Al que por medio de la violencia física o moral realice cópula con persona de
cualquier sexo, se le impondrá prisión de seis a diecisiete años. 
Se entiende por cópula, la introducción del pene en el cuerpo humano por vía vaginal,
anal o bucal. 
Se sancionará con la misma pena antes señalada, al que introduzca por vía vaginal o anal
cualquier elemento, instrumento o cualquier parte del cuerpo humano, distinto al pene,
por medio de la violencia física o moral. 
Si entre el activo y el pasivo de la violación existiera un vínculo matrimonial, de
concubinato o de pareja, se impondrá la pena prevista en este artículo, en estos casos el
delito se perseguirá por querella.

Al objeto material
Es una referencia indispensable, ya que todos los tipos penales requieren de un objeto
material. Este tipo de referencia se refiere al objeto sobre la cual recae la conducta, es
decir, al objeto material o corporal de la acción (Pavón Vasconcelos, 1999: 309 y 310).
Pudiendo ser: sellos, marcas, cuños, documentos públicos, títulos de crédito, moneda,
inmueble ajeno, etcétera.

Al objeto jurídico
Es una referencia indispensable, ya que todos los tipos penales requieren de un objeto
jurídico. El objeto jurídico es el bien jurídico tutelado por la Ley penal. El bien jurídico es
aquello que el tipo penal está protegiendo que puede ser la vida, la libertad, el
patrimonio, la salud, el medio ambiente, etc. (Calderón, 2015: 16).

4.- Tipo de resultado 


Los tipos penales siempre requieren de un resultado. El resultado se divide en dos: formal,
y material. 

Formal
Se sostiene que un delito es de resultado formal, cuando sólo se pone en peligro al bien
jurídico tutelado, sin que se haya causado un daño al derecho subjetivo del sujeto pasivo
del delito, protegido por la ley penal. 

Material
El delito es de resultado material, cuando se causa un daño al bien jurídico tutelado, por
lo que la exteriorización de la conducta delictiva si produce un cambio en el mundo
fáctico. Luego entones, para que un delito sea de resultado material es necesario que
exista una conducta delictiva del agente asocial, la producción de un daño al bien jurídico
tutelado, y el nexo causal entre la conducta desplegada por el sujeto activo del delito, y el
daño generado al bien jurídico tutelado. 
5.- Forma de consumación 
De acuerdo al artículo 17 del Código Penal para el Distrito Federal, atendiendo a su
momento de consumación, el delito puede ser: instantáneo, continuado o permanente.

Instantáneo

Es aquel cuya conducta destruye o disminuye el bien jurídico tutelado en forma


instantánea, en un solo momento, pero permanentes las consecuencias nocivas del
mismo.

Continuado

En este delito se dan varias acciones y una sola lesión jurídica. Es continuando en la
conciencia y discontinuo en la ejecución. Se dice que el delito continuado consiste en que
se presenten los siguientes elementos:

Permanente 

Se presenta cuando la acción delictiva permite, por sus características, que se la pueda
prolongar voluntariamente en el tiempo, de modo que es idénticamente violatoria del
Derecho en cada uno de sus momentos.
Porte Petit (1969: 387 y 388) enumera como elementos del delito permanente a los
siguientes:

1. Una conducta o hecho;


2. Una consumación más o menos duradera. A su vez, esta se divide en: 
o Un momento inicial identificado con la comprensión del bien jurídico
protegido por la ley; 
o Un momento intermedio, que va desde la comprensión del bien jurídico
hasta antes de la cesación del estado antijurídico; y, 
o Un momento final, coincidente con la cesación del estado comprensivo del
bien jurídico.

6.- Modalidad de la conducta

Ya hemos analizado la conducta en sus dimensiones de acción y omisión, motivo por el


cual, sólo resumiremos lo dicho, previamente. 

 La acción: En los delitos de acción el sujeto activo realiza un movimiento físico que
encuadra en un tipo penal determinado (Calderón, 2015: 9).
 La omisión: En los delitos de omisión, se castiga al sujeto pasivo del delito debido a
que no realizó la conducta que obligatoria y objetivamente debía cumplir. Se divide
en dos: simple (de resultado formal), y comisión por omisión (de resultado
material).

7.- Elementos de la conducta delictiva


Los elementos de la conducta son las características que deben poseer las conductas que
se estiman como delitos. Estas características deben ser necesarias, ya que, si al momento
de realizar el razonamiento lógico se concluye que falta un elemento de la conducta,
entonces, se considera que la conducta es atípica.

El artículo 220, del Código Penal para el Distrito Federal, que prevé el delito de robo,
establece literalmente: “Al que con ánimo de dominio y sin consentimiento de quien
legalmente pueda otorgarlo, se apodere de una cosa mueble ajena…” 

Con base en el artículo transcrito obtendremos los elementos de la conducta del delito de
robo, siendo estos:

1. Que el sujeto activo del delito tenga ánimo de dominio.


2. Que no exista consentimiento de quien legalmente pueda otorgarlo.
3. Que exista el apoderamiento de una cosa mueble ajena.

El artículo 30, fracción VI, del Código Penal para el Distrito Federal, establece el delito de
lesiones, en los siguientes términos: Al que cause a otro un daño o alteración en su salud,
se le impondrán: 

VI. De tres a ocho años de prisión, si producen la pérdida de cualquier función orgánica,
de un miembro, de un órgano o de una facultad, o causen una enfermedad incurable o
una deformidad incorregible; …” 

Con base en el artículo transcrito obtendremos los elementos de la conducta del delito de
lesiones, siendo estos:

1. Que el sujeto activo cause a otro un daño o alteración en su salud.


2. Que se produzca la pérdida de cualquier función orgánica, de un miembro, de un
órgano o de una facultad, o causen una enfermedad incurable o una deformidad
incorregible.

El número de elementos de la conducta dependerá del tipo penal general. Con este
subtema terminamos los elementos objetivos del delito.

ELEMENTOS:

Subjetivos generales: dolo y culpa

Para efecto de evitar repeticiones, se le recuerda que el dolo y la culpa, ya fueron


estudiados, previamente. Motivo por el cual, sólo resta realizar algunas precisiones.

Primero: Debido a que nuestro Código Nacional de Procedimientos Penales, y en un


futuro inmediato, todos los Códigos Penales de las entidades federativas, adoptaran la
teoría del delito post-finalista, es importante recordar que el dolo y la culpa están
estrechamente vinculados a la conducta, debido a que no se puede separar la finalidad de
la conducta delictiva, o en su caso, no se puede separar la imprudencia de la conducta
delictiva.

Segundo: En consecuencia, es natural que el Dolo y la Culpa se consideren como


elementos subjetivos generales del tipo penal, ya que la finalidad de la conducta delictiva
se encuentra desde el comienzo.

Subjetivos específicos

Los elementos subjetivos específicos son las especiales cualidades internas, intelectuales o
intangibles que exigen el tipo penal al sujeto activo, en algunos casos de necesaria
presencia como es el caso de la voluntabilidad y la imputabilidad, y en otros con un
carácter variable siendo tal el caso del dolo o la culpa, y el animus en el sujeto activo
(Plascencia Villanueva, 204: 106).
De acuerdo con Calderón Martínez (2015: 16 y 17), los elementos subjetivos específicos se
refieren al motivo y al fin que persigue el sujeto activo y se expresan a través de palabras
como: “el fin de”, “para lograr”, “con el deseo de”, “con el objeto”, “con el ánimo de”,
“con el conocimiento de”, etcétera.

En efecto, los elementos subjetivos específicos son diferentes al dolo y a la culpa, nos
ayudan a identificar cuando una conducta debe ser considerada como dañina para la
sociedad, y por lo mismo, como delito. 

Cabe precisar, que no todos los tipos penales tienen elementos subjetivos específicos, sólo
algunos tendrán elementos subjetivos específicos, y los identificaremos a través de alguna
de las siguientes palabras “a fin de”, “con el fin de”, “para lograr”, “con el deseo de”, “con
el objeto”, “con el ánimo de”, “con el conocimiento de”, “a sabiendas” “sabiendo”, entre
otras. 

Los elementos subjetivos específicos están estrechamente vinculados con el dolo, si un


tipo penal requiere de un elemento subjetivo específico, entonces, ese tipo penal sólo
admite el dolo, debido a que no se puede separar de la finalidad de la conducta delictiva.
Si el tipo penal no requiere elementos subjetivos específicos, entonces, el tipo penal
admite tanto el dolo, como la culpa.

Normativos

Los elementos normativos son presupuestos del “injusto típico” que sólo pueden ser
determinados mediante una especial valoración de la situación de hecho. Tal valoración se
reputa necesaria para poder captar su sentido, pudiendo ser eminentemente jurídica, de
acuerdo con el contenido del iuris del elemento normativo, o bien cultural, cuando se
debe realizar de acuerdo a un criterio extrajurídico (Pavón Vasconcelos, 1999: 309 y 310).

En el delito de robo, para determinar el contenido de la palabra “apoderamiento” se


tienen dos opciones, acudir al Código Penal Federal, y determinar si tiene un capítulo
específico de definiciones, y a partir de ello, saber que significa “apoderamiento” (a esto
se le denomina valoración normativa), y en caso de que no tenga la definición, será
necesario acudir a un diccionario de la lengua española, para saber el significado de la
palabra “apoderamiento”, y esta última se denomina valoración cultural.

En conclusión, los elementos normativos se refieren a las palabras que necesitan


interpretarse, definirse, o aclararse, para que el tipo penal adquiera sentido, y se pueda
determinar si una conducta es típica o atípica.
El razonamiento lógico 
Una vez que ya hemos realizado el análisis de la conducta y del tipo penal sólo resta
realizar el razonamiento lógico, cuya conclusión será si la conducta que cometió el agente
asocial es o no un delito. 

Este razonamiento lógico se denomina silogismo judicial o silogismo jurídico. Se


encuentra compuesto por tres elementos:

 Premisa mayor: Enuncia una norma general y abstracta en la que un supuesto de


hecho aparece como condición para una consecuencia jurídica (Atienza, 2008: 20).
Es el precepto legal que establece la conducta delictiva. 
 Premisa menor: Representa la situación en que se ha producido un hecho que cae
bajo el supuesto de hecho de la norma (Atienza, 2008: 21). Es la conducta
desplegada por el sujeto activo del delito.
 Conclusión: Determina si la conducta desplegada por la persona se adecua o no a
la conducta típica prevista en el precepto legal (premisa mayor), y, por lo tanto, si
se le debe aplicar o no, la sanción (consecuencia jurídica) prevista en el precepto
legal utilizado. 

Para entender mejor el silogismo jurídico vamos a poner como ejemplo el siguiente caso:

En la Ciudad de México, a las 12:00 horas, del día 01 de enero de 2019, Mario Calderón
compró una navaja de la marca “Victorinox Swiss” modelo “Army Ranger”, con el objeto
de privar de la vida a Javier Gallardo. Siendo las 15:00 horas del mismo día, Mario
Calderón se encontró de frente a Javier Gallardo, y sin decir nada lo apuñala 7 veces en
diferentes partes del cuerpo, por lo que logró privarlo de la vida. Pero ante la intervención
inmediata de la policía lo detienen y lo ponen a disposición al Ministerio Público más
cercano. 
Premisa mayor: Artículo 123, del Código Penal para el Distrito Federal, que literalmente
establece: “Al que prive de la vida a otro, se le impondrá de ocho a veinte años de
prisión.”
Premisa menor: Mario Calderón privó de la vida a Javier Gallardo con un arma blanca
punzo cortante de la marca “Victorinox Swiss” modelo “Army Ranger.” 
Conclusión: Mario Calderón sí cometió el delito de homicidio, en agravio de Javier
Gallardo, en consecuencia, deberá imponérsele una sanción, que consiste en una pena de
prisión que va de ocho a veinte años.
Atipicidad

Como afirma Muñoz Conde (2012: 39) ningún hecho, por antijurídico y culpable que sea,
puede llegar a la categoría de delito si, al mismo tiempo, no es típico, es decir, si no
corresponde a la descripción contenida en una norma penal.

Entonces, resulta trascendente diferenciar entre atipicidad y tipo. 

Para hacer esa distinción utilizaremos el criterio de la  Suprema Corte de Justicia de la


Nación, que sostiene que, dentro de la teoría del delito, una cuestión es la ausencia de
tipicidad o atipicidad (aspecto negativo del delito) y otra diversa la falta de tipo
(inexistencia del presupuesto general del delito), pues la primera supone una conducta
que no llega a ser típica por la falta de alguno o algunos de los elementos descriptivos del
tipo, ya con referencia a calidades en los sujetos, de referencia temporales o especiales,
de elementos subjetivos, etc., mientras la segunda presupone la ausencia total de
descripción del hecho en la ley (SCJN, 1959: 66).

Así, el jurista Eduardo López Betancourt (2006: 141) sostiene que la atipicidad es la falta
de adecuación de la conducta al tipo penal. En términos de razonamiento lógico, la
atipicidad es la no adecuación de la conducta desplegada por el sujeto activo del delito, al
tipo penal que se le atribuye.

La atipicidad como elemento negativo de la tipicidad, es de suma importancia para el


derecho penal, pues en la sociedad existen un sinfín de conductas que se pueden
considerar las más indeseables, las más reprochables, o las más dañinas, pero si la
conducta que se le atribuye al agente asocial no encuadra, exactamente, en el tipo penal
descrito en la ley penal, con todos sus elementos, ya sean objetivos, subjetivos
generales, subjetivos específicos, y normativos, entonces, se configura a favor del
agente asocial, a la atipicidad. 

De aquí que la atipicidad puede considerarse como un derecho fundamental de legalidad,


contemplado por el  artículo 14  de la  Carta Magna,  pues en los juicios del orden
criminal, queda prohibida imponer por simple analogía o mayoría de razón penal alguna
que no esté decretada por una ley exactamente aplicable al delito de que se trata. 

Ahora bien, de acuerdo al  artículo 405,  del  Código Nacional de Procedimientos


Penales,  en relación con el artículo 29, Apartado “A”, del Código Penal para el Distrito
Federal, existen cuatro causas de atipicidad:

La ausencia de voluntad o de conducta

La falta de alguno de los elementos del tipo penal


El consentimiento de la víctima que recaiga sobre algún bien jurídico disponible

El error de tipo invencible que recaiga sobre algún elemento del tipo penal que no admita la forma
culposa

Atipicidad por ausencia de conducta (involuntariedad) 


La atipicidad por ausencia de conducta o involuntariedad se presenta cuando el sujeto
daña o pone en peligro un bien jurídico protegido, pero como la voluntad del agente es
inexistente el delito se excluirá (Calderón, 2015: 13).

El  artículo 405, fracción I,  del  Código Nacional de Procedimientos Penales  no señala


cuales son las causas específicas de la ausencia de voluntad o de conducta, ya que sólo
establece, literalmente, “la ausencia de voluntad o de conducta.” 

Sin embargo, la generalidad de la doctrina ha expuesto que los casos de ausencia de


conducta son:

Caso fortuito 
Compuesto por la Vis Absoluta, y la Vis Mayor. A la primera (vis absoluta), también
se le conoce como fuerza física irresistible, supone por tanto ausencia del
coeficiente psíquico (voluntad) en la actividad o inactividad, de manera que la
expresión puramente física de la conducta no puede integrar por sí una acción o
una omisión relevantes para el derecho (Pavón, 2006: 333 y 334). .

El caso fortuito tiene como requisitos los siguientes:

 Una actuación consistente en una actividad o inactividad involuntaria


 Motivada por una fuerza física, exterior e irresistible
 Proveniente de otro hombre que es su causa

La segunda (vis mayor) es la actividad o inactividad involuntarias por actuación


sobre el cuerpo del sujeto, de una fuerza exterior a él, de carácter irresistible,
originada en la naturaleza o en seres irracionales (Pavón, 2006: 333 y 334).

Hipnotismo
Consiste en una serie de manifestaciones del sistema nervioso producidas por una
causa artificial. Se identifica por la ausencia del dolor y el olvido de lo sucedido
durante el sueño hípnico, cuando se despierta de él.

Sueño
Es el estado fisiológico normal de descanso del cuerpo y de la mente consiente,
puede originar movimientos involuntarios del sujeto con resultados dañosos.
Sonambulismo
Similar al sueño, pero se distingue de éste en que el sujeto deambula dormido. Hay
movimientos corporales inconscientes y por ello involuntarios.

Movimientos reflejos
Ocasionan resultados lesivos a bienes jurídicos, no son punibles, ubicándoseles
dentro de los aspectos negativos del delito y particularmente de la conducta en
que está ausente de la acción, a virtud de ser ajenos a la voluntad del individuo. 

En este sentido, la ausencia de conducta se presenta cuando en la comisión de un


hecho delictivo, el sujeto activo actúa sin dolo o culpa, en virtud de una fuerza
exterior material, física, producida por hechos externos, a la cual no puede
resistirse y se ve obligado a ceder ante ella.

Atipicidad por falta de elementos del tipo 


La atipicidad por falta de elementos del tipo se configura cuando falta alguno de los
elementos que integran la descripción legal del delito de que se trate, ya sea que formen
parte de los elementos objetivos, subjetivos generales, subjetivos específicos, o
normativos. 

Dicho de otra forma, Calderón (2015: 19) menciona que la hipótesis de atipicidad se
origina cuando: 

Falta la calidad del sujeto activo o del sujeto pasivo.

Falta el bien jurídico protegido.

Hay ausencia de objeto material.

Están ausentes las referencias de tiempo o de lugar.


No se presenta en la conducta o hecho, los medios de comisión.

Están ausentes los elementos subjetivos específicos, requeridos expresamente por el tipo
legal.

Están ausentes los elementos normativos, requeridos por la descripción legal del delito.

Consentimiento del interesado 


Esta causa de atipicidad se presenta cuando el agente actúa con el consentimiento del
titular del bien jurídico afectado, o del legitimado legalmente para otorgarlo, siempre y
cuando se cumplan con los siguientes requisitos:

Error de tipo invencible 


El error de tipo se divide en invencible, y vencible. El primero aparece cuando no existe la
posibilidad de conocer la realidad típica objetiva, no valorativa, a pesar de ponerse en
juego el cuidado posible y adecuado para no caer en una falta de apreciación. El segundo
aparece cuando el sujeto, al no desplegar el cuidado debido y adecuado, no supera el
desconocimiento de la concreción típica objetiva no valorativa (Plascencia, 2004: 109).

Los efectos del error vencible o invencible son diversos, ante la presencia del primero
desaparece la posibilidad del dolo, pero queda subsistente la posibilidad de la culpa, en el
caso del segundo no existe la posibilidad que el dolo o la culpa puedan presentarse
(Plascencia, 2004: 109), de aquí que sólo el error de tipo invencible excluya la
responsabilidad penal.

El  artículo 405, fracción I, del  Código Nacional de Procedimientos Penales,  establece


que la responsabilidad penal se excluye cuando existe atipicidad por error de tipo, pero
únicamente, si se trata de un error de tipo invencible.

Caso fortuito 
Considerando que el  artículo 405, fracción I,  del  Código Nacional de Procedimientos
Penales,  establece las causas de atipicidad para el sistema acusatorio y oral, es menester
recordar que el caso fortuito forma parte de la atipicidad por ausencia de voluntad o
conducta. 

Cómo excluyente de responsabilidad está compuesta por vis absoluta, y la vis mayor, las
cuales las estudiamos como primera causal de atipicidad. No obstante, lo anterior,
podemos señalar que, en términos coloquiales, el caso fortuito hace alusión a accidentes,
provenientes de la naturaleza, o del propio ser humano.

Bibliografía

 Atienza, Manuel, Las razones del derecho. Teoría de la Argumentación


Jurídica, México, IIJ-UNAM, 2008. 
 Calderón Martínez, Alfredo, Manual de Teoría del Delito y Juicio Oral, México,
Centro de Investigaciones del Sistema Acusatorio A.C., 2015.
 Castellanos, Fernando, Lineamientos elementales de derecho penal, México,
Porrúa, 1978.
 Cuello Calón, Eugenio, Derecho Penal I. Parte General, Tomo I, Volumen I,
Barcelona, Bosch, 1975.
 Grijelmo, Álex, La gramática descomplicada, Médico, Taurus, 2006.
 López Betancourt, Eduardo, Teoría del Delito, 13.ª ed., México, Porrúa, 2006.
 Muñoz Conde, Francisco, Teoría General del Delito, 3.ª ed., Bogotá, Temis, 2012.
 Pavón Vasconcelos, Francisco, Derecho Penal Mexicano, México, Porrúa, 2006.
 Plascencia Villanueva, Raúl, Teoría del delito, México, UNAM-IIJ, 2004.
 Porte Petit Candaudap, Celestino, Apuntamientos de la parte general de derecho
penal, México, Jurídica Mexicana, 1969.
 Urosa Ramírez, Gerardo Armando, Teoría de la Ley Penal y del Delito, México,
Porrúa, 2006.

Legislación

 Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Código Penal para el Distrito Federal,
última reforma publicada en la Gaceta Oficial del Distrito Federal 22/12/2017,
disponible en https://bit.ly/1DcrebK, consulta: 14/02/2019.
 Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Código Nacional de
Procedimientos Penales, última reforma publicada en el DOF 17/06/2016,
disponible en https://bit.ly/1PhhfZl, consulta: 14/02/2019. 
 Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Código Penal Federal, última
reforma publicada en el DOF, 05/11/2018, disponible en https://bit.ly/2DpaxBx,
consulta: 01/03/2019. 
 Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, última reforma publicada en el DOF 27/08/2018,
disponible en https://bit.ly/1iXRdq5, consulta: 14/02/2019. 
 Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Ley para Prevenir y Sancionar
los Delitos Cometidos en Materia de Hidrocarburos, última reforma publicada en el
DOF 01/06/2016, disponible en  https://bit.ly/2IpOyNL, consulta: 10/02/2019. 

Interpretación de la Ley 

 “Tipicidad y ausencia del tipo”, [tesis aislada penal], Informes, reg. 813043, Sexta


época, 1959, p. 66, disponible en https://bit.ly/2TplIBt, consulta: 05/03/2019.

Mi experiencia de aprendizaje

¿Violación o atipicidad? 
Cuestionario

Ahora que sabemos la diferencia entre tipo penal y tipicidad, nos toca estudiar la parte
práctica de la tipicidad. Recordemos que la tipicidad consiste en que el comportamiento
del acusado se encuentra adecuado al tipo que describe la ley penal. Esto es, la tipicidad
es el exacto encuadramiento de la conducta delictiva al tipo penal.

Lo anterior significa que ante un hecho posiblemente constitutivo de un delito es


necesario realizar un proceso de valoración, para determinar si la conducta se encuadra
perfectamente en el tipo penal. 

Para realizar la actividad deberá descargar el archivo Violación o atipicidad y leer el caso


práctico que se presenta. 

Con base en la descripción del caso y lo estudiado dentro de la unidad deberá realizar
un análisis dogmático (caracterización de los elementos de un delito) del artículo
174 del Código Penal para el Distrito Federal y responder a las preguntas que se
presentan en el mismo archivo. No olvide justificar y fundamentar su respuesta.

Recuerde que, además del material estudiado dentro de la unidad, puede investigar en
otras fuentes, como tesis y jurisprudencias del Semanario Judicial de la
Federación y Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la
UNAM, entre otras. 

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