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Introducción
A partir del 16 de junio de 2016, la antijuridicidad es el único elemento positivo del delito
que se mantuvo intacto, sin reformas sustanciales que modificaran su estructura. Hablar
de este elemento del delito es hablar de un juicio de valor objetivo que se hace de una
conducta o hecho típico que lesiona o pone en peligro al bien jurídico tutelado (Calderón,
2015: 19).
Lícitas
Cuando se trate de conductas desarrolladas conforme a derecho, pues se tratan de
conductas que no producen una sanción penal, ya sea prisión o medida de seguridad.
Ilícitas
Cuando el sujeto activo del delito desarrolle una conducta prohibida por la Ley Penal, es
decir, despliega una conducta contraria a derecho.
Para que una conducta sea considerada antijurídica es necesario que previamente se
hayan acreditado dos requisitos:
Primero
La tipicidad de la conducta del sujeto activo del delito (compuesta por la conducta,
el dolo neutro, el tipo penal y el razonamiento lógico).
Segundo
Hasta este momento, sabemos que el delito es una conducta típica, y ahora antijurídica.
Es por ello que, dentro de esta unidad, estudiemos más a fondo este elemento, en su
dimensión positiva y negativa.
Objetivo particular
Establecerá los elementos del delito que sustentan la responsabilidad penal personal;
explicará en qué consiste la imputabilidad penal, su naturaleza jurídica y ubicación
sistemática, así como su aspecto negativo, la culpabilidad y las principales teorías que la
explican, cuáles son y en qué consisten las diferentes causas de inculpabilidad.
Temario
7.1. Antijuridicidad y licitud
o 7.1.1. Historia del concepto de antijuridicidad
o 7.1.2. Antijuridicidad general y penal; formal y material; y objetiva y
subjetiva
o 7.1.3. Problemática del consentimiento ante la tipicidad y la antijuridicidad
o 7.1.4. Las causas de justificación (otras denominaciones) y sus fundamentos
7.2. Las causas de justificación (otras denominaciones) y sus fundamentos
o 7.2.1. Defensa legítima
o 7.2.2. Estado de necesidad
o 7.2.3. Ejercicio de un Derecho
o 7.2.4. Cumplimiento de un deber
Antijuridicidad y licitud
La antijuridicidad es el elemento positivo del delito, y la licitud de la conducta es el
elemento negativo del delito, ya que una conducta es antijurídica cuando no existe alguna
causa de justificación (licitud).
El penalista Muñoz Conde, en su libro Teoría general del delito, sostiene que la
antijuridicidad "es un juicio negativo de valor que recae sobre un comportamiento
humano y que indica que ese comportamiento es contrario a las exigencias del
ordenamiento jurídico" (2012: 82).
Por su parte, Juan Andrés Hernández Islas afirma que doctrinalmente se ubica a la
antijuridicidad en un doble aspecto: uno formal y otro material. "El primero se refiere a la
contradicción entre el hecho y la norma, o mejor dicho, esa contradicción entre la
conducta humana y la prohibición o mandato contenido en la ley penal. Por su parte, el
segundo existe cuando esa transgresión de la ley afecta los intereses de la sociedad; esa
exteriorización de la conducta, que lesiona, que agrede a la colectividad" (2006: 100).
Recordemos, que la antijuridicidad se refiere a todas las acciones u omisiones que son
contrarias a derecho, y debido a ello, se aplica la sanción prevista en la norma jurídica.
En esta época, existen dos corrientes teóricas que estudian el carácter objetivo de la
antijuridicidad:
El carácter objetivo de la conducta: la antijuridicidad se puede obtener sólo de la
conducta (acción u omisión), desplegada por el sujeto activo del delito.
El carácter objetivo de la conducta-resultado: La antijuridicidad se puede obtener
tanto a la conducta como al resultado obtenido por el sujeto activo del delito. En
virtud del cual se afectó un bien jurídico protegido.
Surge a partir del sistema doctrinal del finalismo. Desde este momento se reconoce que la
antijuridicidad tiene también un carácter subjetivo. Por lo que la antijuridicidad es objetiva
(resultado) y subjetiva (anímico).
Welzel (1993: 61) explica el carácter subjetivo, pues sostiene que la antijuridicidad es un
juicio de valor objetivo, en tanto se pronuncia sobre la conducta típica a partir de un
criterio general: el ordenamiento jurídico. El objeto que es estimado como antijurídico, es
decir, la conducta típica de un hombre, constituye una unidad de momentos del mundo
externo (objetivos) y anímicos (subjetivos).
Para que exista antijuridicidad es necesario, además del resultado, el carácter anímico de
la conducta, es decir, es antijurídica porque el agente asocial tiene la actitud de producir el
daño o puesta en peligro del bien jurídico tutelado.
En esta tesitura se encuentra Aldo Moro, quien afirma que en la antijuridicidad “el
acatamiento lo mismo que la violación son necesariamente procesos de voluntad” (1949:
30).
Posterior al finalismo, las teorías post-finalistas perfeccionan la omisión como una forma
de producir la antijuridicidad, pues se sostiene que el carácter subjetivo de la
antijuridicidad también se produce por la violación a un deber jurídico que es
objetivamente necesario cumplir.
De esta forma, en
la actualidad podemos definir a la antijuridicidad
con aquella conducta contraria a derecho que produce un daño o
puesta en peligro al bien jurídico tutelado, ya sea que el resultado
se produzca con dolo, o con culpa.
Ahora sabemos que la configuración actual de la antijuridicidad está compuesta por dos
elementos: un resultado que daña o pone en peligro a un bien jurídico; y una voluntad de
producir el resultado, o en su caso, un incumplimiento a un deber jurídico que es
objetivamente necesario cumplir. Sólo si se satisfacen esos dos elementos podemos decir
que una conducta es contraria a lo previsto por la norma jurídica establecida en la ley
penal.
General
Se refiere a la violación de una norma jurídica, misma que puede ser de cualquier materia.
Por ejemplo, el incumplimiento del pago de renta es una violación al artículo
2425, fracción I, del Código Civil Federal, y como tal tiene como consecuencia jurídica la
recisión del contrato de arrendamiento, tal y como lo disponen los artículos
2483, fracción IV, y 2489, fracción I, del Código Civil Federal. Por su parte, tratándose de
materia penal, la violación a una norma jurídica trae como consecuencia una sanción, que
puede ser desde una multa hasta una pena privativa de la libertad.
Bajo esta clasificación, la antijuridicidad es unitaria, aplica para todo el derecho, la única
diferencia es la materia que regula y la consecuencia que acarrea el incumplimiento a lo
dispuesto por la norma jurídica.
Penal
Se refiere a que la antijuridicidad es un elemento del delito que implica, como sostiene la
SCJN, que la conducta desarrollada por el sujeto activo contraviene lo que dispone la
norma jurídica, lo que puede darse cuando no exista una excluyente de responsabilidad o
haya una causa de licitud.
Formal
Material
Objetiva
Subjetiva
Por cada elemento positivo del delito existe su elemento negativo. Normalmente, cada
elemento negativo es exclusivo, es decir, no se repite en algún otro elemento.
Se debe acreditar que antes de que se desplegara la conducta que encuadra en un tipo
penal, existió el consentimiento del sujeto pasivo del delito, por lo que no debe
considerarse como delito, pese a que se presenta el exacto encuadramiento de la
conducta del agente social en la descripción legal considerada como delito. En este tipo de
casos, el consentimiento como excluyente del delito se denomina “consentimiento de la
víctima que recaiga sobre algún bien jurídico disponible”. Su fundamento legal se
encuentra en el artículo 405, fracción II, del Código Nacional de Procedimientos Penales,
en relación con el artículo 29, apartado A, fracción IV, del Código Penal para el Distrito
Federal.
Cada persona tiene derechos subjetivos que se encuentra respaldados en una norma
jurídica, que, en materia penal, esos derechos subjetivos se encuentran protegidos por el
bien jurídico, es por ello, que todas las personas pueden disponer de sus bienes jurídicos,
pero no todos los bienes jurídicos pueden ser disponibles, dependerá de cada situación.
Ahora bien, la ausencia del consentimiento implica la integración de un delito que da lugar
a un procedimiento penal. Lo que significa que debe atenderse al delito para determinar si
es posible terminar el procedimiento penal desde la integración de la carpeta de
investigación con un criterio de oportunidad, o en su caso, una vez que se dicta el auto de
vinculación al proceso con un acuerdo reparatorio o una suspensión condicional del
proceso, hasta antes de que se dicte el auto de apertura al juicio oral.
Acuerdo reparatorio
La suspensión será procedente una vez dictado el auto de vinculación a proceso hasta
antes de acordarse la apertura de juicio, en los siguientes casos:
Por último, si una vez que se ha consumado la conducta o se ha puesto en peligro un bien
jurídico tutelado, sin el consentimiento del sujeto pasivo del delito, puede aplicarse
el criterio de oportunidad, y de esta forma terminar con un procedimiento penal,
sin tomar en cuenta si existe o no consentimiento del sujeto pasivo del delito para esta
decisión.
Artículo 256. I.
Se trate de un delito que no tenga pena privativa de libertad, tenga pena
alternativa o tenga pena privativa de libertad cuya punibilidad máxima sea de
cinco años de prisión, siempre que el delito no se haya cometido con violencia.
Es por ello, que Gerardo Armando Urosa Ramírez afirma "que las causas de justificación
son permisos, autorizaciones, o excepciones que la ley contempla para eliminar el carácter
antijurídico de la conducta, bajo determinadas circunstancias" (2006: 194). Como señala
Eduardo López Betancourt, "dentro de las causas de justificación el agente obra con
voluntad consiente, en condiciones normales de imputabilidad, pero su conducta no
será delictiva por actuar conforme a derecho, y por ello, no puede lesionar ningún bien
jurídico" (2006: 153).
Legítima Defensa
Se presenta cuando se repele una agresión real, actual o inminente y sin derecho, en
defensa de bienes jurídicos propios o ajenos, siempre que exista necesidad de la defensa
empleada y no medie provocación dolosa suficiente e inmediata por parte del agredido o
de su defensor. Lo que nos permite deducir que sus elementos son:
Se presume que existe legítima defensa, salvo prueba en contrario, cuando se cause un
daño a quien por cualquier medio trate de penetrar o penetre, sin derecho, al lugar en
que habite de forma temporal o permanente el que se defiende, al de su familia o al de
cualquier persona respecto de las que el agente tenga la obligación de defender, a sus
dependencias o al sitio donde se encuentren bienes propios o ajenos respecto de los que
exista la misma obligación.
Estado de necesidad
Es importante precisar que existen dos tipos de estados de necesidad, y la diferencia que
existe entre uno y otro está relacionada con el valor del bien jurídico tutelado.
Esto es, si el bien jurídico lesionado es de menor valor que el salvaguardado, se trata de
una causa de justificación (estado de necesidad justificante); pero si el bien jurídico
lesionado es de igual valor que el salvaguardado, se trata de una causa de inculpabilidad
(estado de necesidad disculpante o exculpante).
Ejercicio de un derecho
El ejercicio de un derecho se presenta cuando el agente realice una acción o una omisión
atendiendo a su derecho, siempre que exista necesidad racional de la conducta empleada
para ejercerlo. Lo que nos permite deducir que sus elementos son:
Esto significa que pese a que una conducta sea típica, ésta es desplegada conforme a
derecho, en virtud de que el agente tiene a su favor un derecho subjetivo previsto en una
Ley, Código, Reglamento, Constitución, Tratado o Instrumento Internacional, mismo que
está ejercitando. Por lo que no es ilícito que una persona ejercite un derecho.
Cumplimiento de un deber
Por ello, el cumplimiento de un deber se presenta cuando el agente realice una acción o
una omisión atendiendo a su deber jurídico, siempre que exista necesidad racional de la
conducta empleada para cumplirlo. Lo que nos permite deducir que sus elementos son:
Bibliografía
Documento institucional
Legislación
Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Código Penal para el Distrito Federal,
última reforma publicada en la Gaceta Oficial del Distrito Federal 22/12/2017,
disponible en https://bit.ly/1DcrebK, consulta: 12/02/2019.
Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Código Civil Federal, última
reforma publicada en el DOF 09/03/2018, disponible en https://bit.ly/1b9DnzI,
consulta: 12/02/2019.
Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Código Nacional de
Procedimientos Penales, última reforma publicada en el DOF 17/06/2016,
disponible en https://bit.ly/1PhhfZl, consulta: 12/02/2019.
Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Código Penal Federal, última
reforma publicada en el DOF, 05/11/2018, disponible en https://bit.ly/2DpaxBx,
consulta: 12/02/2019.
Audiovisual
Mi experiencia de aprendizaje
Ahora que sabemos que el primer elemento positivo del delito es la tipicidad, y el segundo
es la antijuridicidad, es necesario realizar una actividad integradora que nos permita
interiorizar el conocimiento que ha estudiado.
Lo anterior significa que esta actividad tiene el objeto de desarrollar su capacidad analítica
y de resolución de casos. En el caso que analizará debe determinar qué causa de
justificación se acredita, esto es, si se trata de una legítima defensa o de un cumplimiento
de un deber, o en su caso, si se trata de una conducta típica y antijurídica. La presente
actividad se dividirá en tres etapas:
Recuerde que, sus fuentes de información deben ser confiables, puede investigar en
el Semanario Judicial de la Federación y Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la UNAM, entre otras.