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República Bolivariana de Venezuela

Universidad Bicentenaria de Aragua

Vicerrectorado Académico

Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales

Escuela de Psicología

 Unidad Curricular: Introducción a la Psicología Clínica

 Facilitadora: Participante:

Psic. María Gabriela Rattia. Leivys Soares C.I: 26.848.205

5to. Trimestre

San Juan de los Morros, Julio. 2020


Salud Mental

Según la (APA), la salud mental se concibe como la forma en la que nuestros


pensamientos, sentimientos y conductas afectan a nuestra vida. Una buena salud
mental nos lleva a tener una imagen positiva de nosotros mismos y, a la vez, fomenta
las relaciones satisfactorias con amigos y otras personas.

Por otro lado, la (OMS) define la salud mental como un estado de bienestar en el


cual la persona se ve capacitada para poder afrontar los diversos retos que le propone
la vida, siendo así un individuo que trabaja de forma productiva y hace contribuciones a
su comunidad.

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental se define como


“un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias
capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de
forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.

Para el Instituto de Estudios Superiores en Medicina  (IESM-OMS), salud


mental se define como todas las actividades cuyos fines principales son promover,
restaurar o mantener la salud mental. El sistema de salud mental incluye todas las
organizaciones y recursos enfocados en mejorar la salud mental.

Según la (OPS) Organización panamericana de Salud, La salud mental abarca una


amplia gama de actividades directa o indirectamente relacionadas con el componente
de bienestar mental incluido en la definición de salud que da la OMS: «un estado de
completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o
enfermedades».

Está relacionada con la promoción del bienestar, la prevención de trastornos mentales


y el tratamiento y rehabilitación de las personas afectadas por dichos trastornos.

Salud mental y Características


El término de salud mental puede ser en apariencia sencillo, pero lo cierto es que en
el fondo es un concepto altamente complejo para la cual no hay una única definición
global. Y es que depende de quien la haga y desde la disciplina y perspectiva biológica
y cultural desde la que se parta lo que se entiende como salud mental puede ser muy
diferente.

De una manera general es posible definir la salud mental como el estado de bienestar
subjetivo en el que la persona es capaz de hacer frente a las demandas psicosociales
del día a día, es consciente de sus capacidades y puede gracias a ellas adaptarse e
integrarse de manera efectiva en el mundo que le rodea.

Principales características

Son muchos los aspectos que hay que considerar a la hora de valorar la salud
mental. En este sentido puede ser interesante señalar y subrayar diferentes
características a tener en cuenta en lo que respecta a lo que implica la existencia de
salud mental. Entre ellas podemos encontrar las siguientes.

1. No solo es ausencia de trastorno

Tal y como hemos ido viendo, cuando hablamos de salud mental no estamos hablando
de la mera ausencia de trastornos o problemas mentales sino de un estado de
bienestar general que permite un buen funcionamiento y participación en el mundo y
una correcta relación para con uno mismo.

2. Incluye cognición, emoción y conducta

A menudo cuando hablamos de salud mental solemos imaginar a alguien con algún
tipo de problemática vinculada a la existencia de problemas cognitivos. Sin embargo,
dentro de la salud mental también encontramos elementos emocionales y
motivacionales e incluso conductuales: la salud mental no solo implica tener una forma
de pensar concreta, sino también de sentir y hacer.
3. Se va desarrollando a lo largo de la vida

El estado de salud mental de cada uno no aparece de la nada, sino que es producto de
un largo proceso de desarrollo en el cual factores biológicos, ambientales y
biográficos (las experiencias y aprendizajes que hacemos a lo largo de la vida) van a
influir en gran medida.

La vivencia de un estado de bienestar o de la falta de este puede variar en gran


medida de una persona a otra, y dos personas diferentes o incluso una misma en dos
momentos vitales distintos puede llegar a tener una consideración diferente respecto a
su estado de salud mental.

4. Influencia cultural

Tal y como ya hemos visto anteriormente, el concepto de salud mental puede ser
complejo de definir de manera universal debido a que diferentes culturas tienen
diferentes concepciones de lo que es o no es sano. Del mismo modo, se utiliza por lo
general la comparación con el grupo de referencia para valorar el propio estado de
salud mental: algo es considerado sano si se ajusta a lo que la sociedad considera
como tal. Así, un mismo sujeto puede considerarse mentalmente sano en un contexto y
no en otro.

5. Salud mental como algo dinámico y trabajable

Al igual que ocurre con la salud física, el estado de salud mental puede variar a lo largo
de la vida en base a los diferentes patógenos y vivencias que tengamos a lo largo de
nuestra vida. En este sentido es posible trabajar por mejorar la salud mental: los
problemas de salud mental puede tratarse y la situación de cada individuo puede llegar
a mejorar en gran medida. Asimismo, podemos establecer estrategias y medidas que
contribuyen a mejorar nuestro estado de salud mental y prevenir posibles problemas.

6. Interrelación cuerpo-mente
Otra idea que es necesario tener en cuenta cuando hablamos de salud mental es el
hecho de que no es posible entender por completo el funcionamiento de la mente sin el
cuerpo o del cuerpo sin la mente.

La presencia de enfermedades y alteraciones médicas supone un factor a tener en


cuenta a la hora de explicar el estado de salud mental, y viceversa. Resulta fácilmente
visible si pensamos en los efectos que pueden generar en nuestra psique
enfermedades graves, crónicas o muy peligrosas: el estrés, miedo y sufrimiento que
pueden conllevar problemas tan importantes como un cáncer, un infarto, una diabetes
o una infección por VIH.

Asimismo la práctica de deporte y el mantenimiento de hábitos de vida saludables


favorecen la salud mental, el equilibrio y el bienestar. Del mismo modo, la salud mental
tiene un efecto sobre la salud física: una buena salud mental favorece que el cuerpo se
mantenga sano, mientras que si existe algún problema es más fácil que sucedan
cansancio, malestar, dolor físico, bajada del sistema inmune, somatizaciones… y ello
puede llevar a padecer enfermedades.

Diferencias entre salud mental y enfermedad mental

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la SALUD es “un estado de


completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o
enfermedades.»
 
La Salud Mental es un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de
sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede
trabajar de forma productiva, fructífera y es capaz de hacer una contribución a su
comunidad.
 
La Enfermedad o el Trastorno mental es una alteración de tipo emocional,
cognitivo y/o comportamiento, en que quedan afectados procesos psicológicos básicos
como son la emoción, la motivación, la cognición, la conciencia, la conducta, la
percepción, la sensación, el aprendizaje, el lenguaje, etc. Lo que dificulta a la persona
su adaptación al entorno cultural y social en que vive y crea alguna forma de malestar
subjetivo.

No es fácil establecer una causa-efecto en la aparición de la enfermedad mental sino


que son múltiples y en ella confluyen factores biológicos (alteraciones bioquímicas,
metabólicas, etc.), factores psicológicos (vivencias del sujeto, aprendizaje, etc.) y
factores sociales (cultura, ámbito social y familiar, etc.) que pueden influir en su
aparición.

Concepciones de la Salud Mental

Las concepciones de salud mental son variadas y se han ido sucediendo de manera
que cada una ha ido aportando nuevos matices a las anteriores, generando una nueva
visión cada vez, donde las necesidades de la propia sociedad, han ido conformando
una conceptualización de la salud mental de acuerdo con el contexto histórico, la
disciplina y su modelación según las exigencias y particularidades de la sociedad y la
cultura vigentes. Por consiguiente, se hace necesario replantear los conceptos desde
los que se interpreta la idea de salud mental, si guardan o no relación con definiciones
universales o a concepciones construidas a partir de los diferentes planteamientos de
salud-enfermedad. En consecuencia, es importante el aporte que se puede realizar
desde la investigación para llegar a una construcción del concepto de Salud Mental
que considere la multidisciplinariedad. Bajo esta perspectiva, se contextualiza el
concepto de salud mental desde lo multidisciplinario. Palabras clave: salud mental,
construcción de concepto, multidisciplinariedad.
¿Cómo se definen los trastornos de salud mental?

¿Qué son las enfermedades mentales?


Las enfermedades o trastornos mentales son afecciones que impactan su
pensamiento, sentimientos, estado de ánimo y comportamiento. Pueden ser
ocasionales o duraderas (crónicas). Pueden afectar su capacidad de relacionarse con
los demás y funcionar cada día.

Un trastorno de salud mental puede afectar tu capacidad para lo siguiente:

 Mantener relaciones personales o familiares.


 Funcionar en entornos sociales.
 Desempeñarte en el trabajo o en la escuela.
 Aprender a un nivel acorde a tu edad e inteligencia.
 Participar en otras actividades importantes.
¿Cuáles son algunos tipos de enfermedades mentales?
Existen muchos tipos diferentes de trastornos mentales. Algunos comunes incluyen:

 Trastornos de ansiedad, incluyendo trastorno de pánico, trastorno obsesivo-


compulsivo y fobias
 Depresión, trastorno bipolar y otros trastornos del estado de ánimo
 Trastornos de la alimentación
 Trastornos de la personalidad
 Trastorno de estrés post-traumático
 Trastornos psicóticos, incluyendo la esquizofrenia

Trastornos de Ansiedad

La ansiedad es una reacción normal de las personas ante situaciones de estrés e


incertidumbre. Ahora bien, un trastorno de ansiedad se diagnostica cuando varios
síntomas ansiosos provocan angustia o algún grado de deterioro funcional en la vida
del individuo que lo sufre.

A una persona con un trastorno de ansiedad le puede resultar difícil funcionar en


distintas áreas de su vida: relaciones sociales y familiares, el trabajo, la escuela, etc.
Existen distintos tipos de trastornos de ansiedad:

Ataque de pánico

Un ataque de pánico es la aparición intensa y repentina de temor o terror, a menudo


asociada a sentimientos de muerte inminente. Los síntomas incluyen falta de aire,
palpitaciones, dolor en el pecho y malestar.

Trastornos fóbicos

Muchas personas admiten que sienten miedo a las serpientes o las arañas, pero
pueden tolerar ese miedo. Los individuos que padecen una fobia, por el contrario, no
son capaces de tolerar ese miedo. Éstos experimentan un miedo irracional cuando se
encuentran frente a al estímulo fóbico, ya sea un objeto, un animal o una situación, y
esto suele acabar en un comportamiento de evitación.

Hay distintos estímulos fóbicos que desencadenan este miedo irracional: volar con un
avión, conducir un vehículo, los ascensores, los payasos, los dentistas, la sangre, las
tormentas, etc. Algunos de los más habituales son:

Fobia Social

La fobia social es un trastorno de ansiedad muy habitual, y no debe confundirse con


la timidez. Es un fuerte miedo irracional hacia situaciones de interacción social, pues la
persona que padece este trastorno siente ansiedad extrema al ser juzgado por otros, al
ser el centro de atención, por la idea de ser criticado o humillado por otros individuos e,
incluso, al hablar por teléfono con otras personas.

Por tanto, es incapaz de realizar presentaciones en público, comer en restaurantes o


delante de alguien, ir a eventos sociales, conocer gente nueva...

Agorafobia

La agorafobia, de manera habitual, suele definirse miedo irracional a los espacios


abiertos, como las grandes avenidas, los parques o los entornos naturales.

Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT)

El Trastorno por Estrés Postraumático se manifiesta cuando la persona ha sido


expuesta a una situación traumática que le ha provocado al individuo una experiencia
psicológica estresante, lo que puede ser incapacitante. Los síntomas incluyen:
pesadillas, sentimientos de ira, irritabilidad o fatiga emocional.

Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC)


El Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) es una condición en la cual el individuo
experimenta pensamientos, ideas o imágenes intrusivas. Es un trastorno de la
ansiedad, y por lo tanto se caracteriza por estar asociado a sensación de temor,
angustia y estrés continuado de tal forma que supone un problema para el día a día y
repercute negativamente sobre la calidad de vida de la persona.

Los pensamientos que causan malestar (obsesiones), provocan que la persona realice
ciertos rituales o acciones (compulsiones) para reducir la ansiedad y sentirse mejor.

Trastorno de Ansiedad Generalizada

Preocuparse de vez en cuando es un comportamiento normal, pero cuando


preocuparse y sentir ansiedad de manera continuada afecta e interfiere en la
normalidad de la vida de un individuo es posible que esa persona sufra el Trastorno de
Ansiedad Generalizada.

Por tanto, el trastorno se caracteriza por preocupación y ansiedad crónica. Es como si


siempre hubiera algo de lo que preocuparse: problemas en los estudios, el trabajo, o la
relación de pareja, tener un accidente al salir de casa, etcétera. Algunos de los
síntomas son: náusea, fatiga, tensión muscular, problemas de
concentración, problemas de sueño, y más.

Trastornos del Estado de Ánimo

Existen distintos tipos de trastornos del estado de ánimo o trastornos afectivos y, como


su nombre indica, su principal característica subyacente sería una alteración del estado
de ánimo del individuo. Los más habituales son los siguientes:

Trastorno Bipolar

El trastorno bipolar puede afectar a cómo se siente una persona, piensa y actúa. Se


caracteriza por cambios exagerados en el estado de ánimo, desde manía a la
depresión mayor.
Por tanto, va más allá de los simples cambios de humor, es decir, la inestabilidad
emocional: de hecho, afecta a muchos ámbitos de la vida, y además de ser uno de los
trastornos más comunes es frecuente que se dé junto a la obesidad. Los ciclos del
trastorno bipolar duran días, semanas o meses, y perjudican seriamente al trabajo y las
relaciones sociales de la persona que lo sufre.

El trastorno bipolar raramente puede tratarse sin medicación, pues es necesario


estabilizar el estado de ánimo del paciente. Durante los episodios de manía, la persona
puede incluso dejar su trabajo, aumentar sus deudas, y sentirse lleno de energía a
pesar de dormir solamente dos horas al día. Durante los episodios depresivos, la
misma persona puede incluso no salir de la cama. Existen distintos tipos de trastorno
bipolar, y, además, existe una versión leve de este trastorno, llamado ciclotimia.

Trastorno Depresivo

Muchas personas se sienten deprimidas en algún momento de sus vidas. Los


sentimientos de desaliento, frustración e incluso la desesperación, son normales ante
una decepción y pueden durar varios días antes de desaparecer de manera gradual.

La depresión es una psicopatología seria y debilitante, y afecta a cómo un individuo se


siente, piensa y actúa. Puede provocar síntomas tanto físicos como psicológicos. Por
ejemplo: problemas de ingesta, problemas de sueño, malestar, fatiga, etc.

Trastornos de la Conducta Alimentaria

Existen distintos tipos de trastornos de la alimentación. Los más comunes son los que
siguen:

Anorexia Nerviosa

La anorexia se caracteriza por una obsesión por controlar la cantidad de comida que se


consume. Uno de sus síntomas más característicos es la distorsión de la imagen
corporal.
Las personas que sufren anorexia restringen la ingesta de alimentos haciendo dieta,
ayuno e incluso ejercicio físico excesivo. Casi no comen, y lo poco que ingieren les
provoca un intenso sentimiento de malestar.

Bulimia Nerviosa

La bulimia es un trastorno de la conducta alimentaria que se caracteriza por pautas de


alimentación anómalas, con episodios de ingesta masiva de alimentos seguidos por
maniobras que buscan eliminar esas calorías (inducirse al vómito, consumir laxantes,
etc.). Tras estos episodios, lo habitual es que el sujeto se sienta triste, de mal humor y
tenga sentimientos de autocompasión.

La bulimia nerviosa, además de ser uno de los trastornos más comunes, está asociada
a alteraciones en el cerebro. Entre ellas se encuentra la degradación de la materia
blanca (que es por donde pasan los gruesos conjuntos de axones neuronales) en la
corona radiata, que está relacionada entre otras cosas al procesamiento de los
sabores.

Trastorno por Atracón

El trastorno por atracón es un trastorno grave en el que el individuo que lo sufre


consume con frecuencia grandes cantidades de comida y siente que ha perdido el
control durante el atracón. Después de la sobre ingesta, la angustia severa o
preocupación por el peso suele aparecer.

Trastornos psicóticos

Los trastornos psicóticos son psicopatologías graves en los que las personas pierden


el contacto con la realidad. Dos de los síntomas principales son delirios y
alucinaciones. Los delirios son falsas creencias, tales como la idea de que alguien está
siguiendo. Las alucinaciones son percepciones falsas, como escuchar, ver o sentir algo
que no existe.
A diferencia de los delirios, que son creencias erróneas de la realidad sobre un hecho u
objeto existente, es decir, una distorsión de un estímulo externo, las alucinaciones son
totalmente inventadas por la mente y no son producto de la distorsión de ningún objeto
presente, se percibe algo sin tener en cuenta los estímulos externos. Por ejemplo,
escuchar voces que salen de un enchufe. Los trastornos psicóticos más comunes son:

Trastorno delirante

El trastorno delirante o paranoia es un trastorno psicótico caracterizado por una o


varias ideas delirantes. Es decir, que estas personas están totalmente convencidas de
cosas que no son ciertas. Por ejemplo, que alguien les persigue para lastimarles.

Esquizofrenia

La esquizofrenia es otro trastorno psicótico, pero, en este caso, la persona sufre


alucinaciones y pensamientos perturbadores que le aísla de la actividad social. La
esquizofrenia es una patología muy seria, y a pesar de no existir cura, sí que hay
tratamientos efectivos para que los pacientes con esta alteración puedan disfrutar de
su vida.

Trastornos de personalidad

Un trastorno de personalidad es un patrón rígido y permanente en el comportamiento


de una persona que le genera malestar o dificultades en sus relaciones y en su
entorno. Los trastornos de la personalidad tienen su inicio en la adolescencia o al
principio de la vida adulta. Los más frecuentes son:

Trastorno Límite de la Personalidad (TLP)

El trastorno límite de la personalidad o borderline se caracteriza porque las personas


que lo sufren tienen una personalidad débil y cambiante, y dudan de todo. Los
momentos de calma pueden convertirse, al instante y sin previo aviso, en momentos de
ira, ansiedad o desesperación. Estos individuos viven sus emociones al máximo, y las
relaciones amorosas son intensas, pues suelen idolatrar a la otra persona hasta el
extremo.

Trastorno antisocial (TASP)

El individuo que sufre este trastorno (mal conocido con etiquetas


como psicopatía o sociopatía) se caracteriza por su tendencia a no relacionarse en
sociedad, evitando cualquier interacción. Los diferentes síntomas y conductas que
caracterizan el TASP incluyen: robos, agresividad, tendencia a la soledad, violencia,
mentiras…

Además, las personas afectadas por el TASP tienden a ser tímidas, depresivas y
tienen ansiedad social. Este último punto se debe a su temor a ser rechazadas. A
pesar de ello, la terapia psicológica es muy efectiva a la hora de manejar los
inconvenientes del trastorno antisocial.

¿Qué causa los trastornos mentales?


No hay una sola causa de la enfermedad mental. Varios factores pueden contribuir
al riesgo de sufrirla, por ejemplo:

 Sus genes y su historia familiar

 Su experiencia de vida, como el estrés o si ha sufrido de abuso, en especial


durante la infancia

 Factores biológicos como desequilibrios químicos en el cerebro

 Una lesión cerebral traumática


 La exposición de una madre a algún virus o productos químicos durante el
embarazo
 Consumo de alcohol o drogas
 Tener una enfermedad seria como el cáncer

 Tener pocos amigos y sentirse solo o aislado

Los trastornos mentales no son causados por falta de carácter. No tienen nada que ver
con ser flojo o débil
¿Cuáles son las señales de tener un problema de salud mental?
Cuando se trata de sus emociones, puede ser difícil saber qué es normal y qué no.
Pero los problemas de salud mental tienen signos de advertencia, como:

 Cambios en sus hábitos alimenticios o de sueño

 Aislarse de las personas y actividades que disfruta

 Tener nada o poca energía

 Sentirse vacío o como si nada importara

 Tener dolores y molestias inexplicables

 Sentirse impotente o sin esperanza

 Fumar, beber o usar drogas más de lo habitual

 Sentirse inusualmente confundido, olvidadizo, enojado, molesto, preocupado o


asustado

 Tener cambios de humor severos que causen problemas en sus relaciones

 Tener pensamientos y recuerdos que no puede sacar de su cabeza

 Escuchar voces o creer cosas que no son ciertas

 Pensar en lastimarse a sí mismo o a otros

 No poder realizar tareas diarias como cuidar a sus hijos o ir al trabajo o la


escuela

¿Cómo se diagnostican los trastornos mentales?


Los pasos para obtener un diagnóstico incluyen:

 Su historia clínica.

 Un examen físico y posiblemente pruebas de laboratorio, si su proveedor de


salud piensa que otras afecciones médicas podrían estar causando sus síntomas.

Una evaluación psicológica , en la cual responderá preguntas sobre sus pensamientos,


sentimientos y conducta.
Referentes Bibliográficos

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Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/mentaldisorders.html Consultado: 15 de
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