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Cómo Zipcar ayuda a reducir los costos de transporte de los Twitter

Los crecientes precios de la gasolina, los altos costos por los seguros y las elevadas tarifas
de estacionamiento han obligado a muchas empresas a volver a examinar si la posesión de
automóviles corporativos es económicamente factible. En algunas ciudades, Zipcar ha
surgido como una alternativa muy atractiva, pues ofrece una opción “sobre demanda” para
que los individuos y las empresas ubicadas en zonas urbanas renten un automóvil por
semana, día o, incluso, por hora. Los miembros de Zipcar hacen una reservación por teléfono
o por Internet, acuden al estacionamiento donde se localiza el automóvil (por lo general,
caminando o en transporte público), usan una tarjeta electrónica o una aplicación de iPhone
que abre la puerta del auto mediante un sensor inalámbrico y, luego, simplemente abordan
el vehículo y empiezan a conducir. Las tarifas por renta empiezan aproximadamente en $7
por hora y $66 por día, e incluyen gasolina, seguros y algunas millas de recorrido (por lo
general, cerca de 180 millas o 290 km por día). Actualmente, las cuentas de los clientes del
negocio ascienden al 15% de los ingresos de Zipcar; no obstante, se espera que esa cifra
se duplique en los próximos años. Pensemos en lo que significa Zipcar para los negocios.
Muchas empresas pequeñas tienen uno o dos automóviles propios para asistir a reuniones,
realizar entregas y otras diligencias. Asimismo, muchas compañías grandes poseen una
flotilla de vehículos para transportar a los ejecutivos y clientes a sus citas, comidas de
negocios y al aeropuerto. De manera tradicional, la posesión de tales autos ha implicado
costos fijos muy altos, incluyendo la compra del activo (el vehículo), los costos del
departamento de mantenimiento y los seguros para múltiples conductores. Por desgracia,
las empresas no tenían otras opciones.

Sin embargo, actualmente firmas como Twitter pueden usar a Zipcar para tener a su
disposición una movilidad por demanda reduciendo, al mismo tiempo, los costos indirectos
y los costos por transporte. Situados en el centro de la ciudad de San Francisco, los gerentes
de Twitter usan la flotilla de Mini Coopers y de Toyotas Prius de Zipcar para reunirse con los
inversionistas y socios de negocios en Silicon Valley. “Nosotros usaríamos un automóvil de
Zipcar para llevar a San José a un grupo de inversionistas o para atravesar la ciudad”, afirma
Jack Dorsey, cofundador del servicio de microblogging. “Aquí es difícil encontrar taxis y son
poco confiables”. Twitter también usa los servicios de Zipcar cuando viaja lejos de las
oficinas centrales, como cuando visita a anunciantes en la ciudad de Nueva York y a
proveedores de tecnología en Boston, olvidándose de los tradicionales sedanes negros y de
los prolongados viajes en taxi desde el aeropuerto. Desde una perspectiva de negocios,
Zipcar permite a las organizaciones convertir los costos fijos por la posesión de un automóvil
de la compañía en costos variables. Si los negocios disminuyen, o si no se necesita un
automóvil para visitar a un cliente, los clientes de Zipcar no tienen que cargar con los costos
fijos que resultan de la propiedad de un vehículo. Desde luego, si las compañías usan Zipcar
con demasiada frecuencia, podrían terminar pagando más, en general, que lo que hubieran
pagado por la compra y el mantenimiento de sus propios automóviles.

Junto con la reducción en los gastos corporativos, los servicios compartidos de automóviles
como Zipcar reducen los congestionamientos en las carreteras y fomentan la sustentabilidad
del ambiente. Los usuarios han reportado la reducción de las millas que recorren los
vehículos en 44%, y las encuestas indican que las emisiones de CO2 se redujeron hasta en
50% por usuario. Más allá de eso, cada auto compartido saca hasta 20 automóviles del
camino, dado que los miembros venden sus vehículos o deciden no comprar autos nuevos
—lo cual desafía integralmente el principio de poseer un automóvil. “El futuro del transporte
será una mezcla de cosas como Zipcar, el transporte público y la propiedad de vehículos
privados”, afirma Bill Ford, presidente ejecutivo de Ford. No obstante, el fabricante de
automóviles no está preocupado. “No solamente no tengo temor de ello, sino que considero
que es una gran oportunidad para que nosotros participemos en la cambiante naturaleza de
automóviles particulares.

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