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Arquitecto

Le Corbusier
Año de Construcción
1954
Ubicación
Ronchamp, Francia

Introducción
El arquitecto franco-suizo Le Corbusier, recibió en 1950 el encargo de construir
una nueva capilla que sustituyese al centro de peregrinaciones de Notre-Dame-du-
Haut , de Ronchamp , cerca de Belfort, destruido durante la segunda guerra
mundial.

El interior de la capilla parece” una cueva sin montaña”. La forma exterior hace
pensar más en una escultura moderna que en un templo, pero la idea fué aceptada
por la iglesia.

Desde su construcción ha sido uno de los edificios más alabados de este


arquitecto.

Situación
Situada en la colina de Bourlémont, a unos kilómetros de Belfort, la capilla de
Notre-Dame du Haut domina desde lo alto la pequeña ciudad de Ronchamp.

Siempre hubo lugares de culto allí. Templos paganos primero, después iglesias y
una capilla.

Concepto
Su idea fue construir un recinto en el que los materiales se presentasen en toda su
pureza. Un lugar donde meditar y donde la sonoridad adquiriese protagonismo y
los espacios estuviese libres de cualquier aditamento.

Pretendía un dialogo de la materia y la luz. El predominio de las curvas y el juego


de materiales hacen de La Ronchamp una obra única. El contraste de color entre
los muros y la cubierta unido al movimiento curvilíneo de los elementos y la
elevación de la cubierta con respecto a los muros hace que la obra adquiera una
espiritualidad y una elevación insuperables. Le Corbusier tardó cinco años en
construir La Ronchamp, fue uno de los proyectos que más profundamente trabajó,
haciendo un seguimiento personal de las obras.

Esta obra es el máximo exponente de uno de los dos extremos entre los cuales se
despliega la personalidad y, por ende, la obra de Le Corbusier. Aquí la mentalidad
cartesiana, programática desaparece, dejando lugar a un intenso lirismo basado en
la voluptuosidad de las masas construidas y la libertad formal.

Descripción
La torre sur de la capilla puede ser vista de lejos al acercarnos a la frontera suiza.
El perfil de la cubierta, invirtiendo la curva del terreno, y un sencillo gesto dinámico,
da a la composición una expresión inevitablemente dramática.

Lejos de ser monumental, el edificio tiene una calidad etérea considerable,


principalmente como resultado de la naturaleza equívoca de los muros. No
obstante, la cubierta y los muros se curvan y extienden en varias direcciones.

En el interior del muro Oeste las ventanas se achaflanan hasta el punto que desde
el interior de la superficie toma la apariencia de rejilla. A través de esta rejilla la
abundante luz del día penetra en el interior y el efecto global es una luz difusa que,
desde cualquier lugar en la congregación, la luz se proyecta como en una iglesia
barroca.

Imitando el hundimiento de la cubierta, el suelo de hormigón desciende hacia el


comulgatorio que aparece para indicar el recorrido hasta la zona principal.

El muro adyacente a las escaleras de la galería del coro está pintado de un


púrpura litúrgico y el acabado blanco sobre los chaflanes de los huecos hace ganar
a la pared púrpura un grosor de tres pulgadas, de este modo, se parece a los
marcos de las ventanas pintadas de las casas en la costa mediterránea. Las
pequeñas superficies en verde y amarillo están pintadas sobre el acabado a cada
lado de la entrada principal y también para revelar el hueco que contiene la estatua
pivotante de la Madonna. La única gran superficie coloreada está destinada a la
capilla y la torre de Noreste; ésta ha sido pintada en rojo en toda su altura para que
la luz, descendiendo desde lo alto, proporcione a esta superficie la luminosidad del
día.
Las tres torres que reciben el sol en diferentes momentos del día y dan luz a los
altares son de hecho, extensiones verticales de cada capilla lateral.

Estructura
No es básicamente un edificio de hormigón, aunque tiene toda la apariencia de un
objeto sólido. Los muros, sin embargo, están construidos con mampostería
pesada.

La idea estructural inicial de perfilar la forma por un armazón metálico tubular


envuelto con una malla alámbrica en la que el hormigón iba a ser proyectado, por
alguna razón no fue llevada a cabo. Sin cambios en la idea, esta forma se rellenó
con mampostería, revocada y con el acabado blanco de la apariencia de la idea
inicial.

El interior del muro Oeste se veía tan interrumpido por las ventanas que fue
necesario embeber en la mampostería un armazón de hormigón para dar forma al
contorno del hueco de ventanas.

Materiales
El acabado de los muros ha sido realizado a mano y tiene un revoco de dos
pulgadas.

Este acabado sugiere una categoría de ingravidez y da a los muros apariencia de


cartón-piedra.

La diferencia material entre el acabado de los muros y la cubierta de hormigón


natural mantiene la distinción convencional entre ellos. Estos se diferencian más
en el lado Sur y Este por una franja de vidrio continuo de nueve pulgadas, y
aunque la cubierta no es visible desde el lado Norte y Oeste, su contorno se
insinúa por la línea exterior del paramento.

El acabado blanco se aplica tanto en el interior como en el exterior


Los altares están construidos con bloques de hormigón pulido y prefabricado

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