1. Realizar un recorrido por toda la actividad que realizaron en redes en la
última semana: ¿qué consumieron más, transmitieron en vivo? ¿vieron transmisiones? ¿qué tipo de contenidos?. ¿Elaboraron contenido propio? ¿qué compartieron? ¿Cómo vincularía esas actividades con los conceptos elaborados por Sibilia?
La última semana, mis consumos de contenido estuvieron centrados en
podcast en Spotify, sobre astrología, crecimiento personal, y música en general. Esta semana, no vi transmisiones en vivo, pero suelo verlas. El skroll cotidiano en Instagram a modo de ponerme al día con las novedades de las personas que sigo, o para salir un rato de la realidad. Los Instagrams que más sigo son aquellas que publican memes políticos, disidentes, astrológicos. En mi página personal, subí contenidos relacionados a los servicios que ofrezco, tales como masajes, sesiones de Astrología y Biodecodificacion. Subí pocas fotos personales, luego de la lectura de Sibilia, hace ya más de una semana. La lectura ha puesto en mí, la idea de que es lo que queremos mostrar a la sociedad. Por lo tanto, he decidido, en estos días, no publicar fotos o selfies que muestren demasiado quien soy, que hago o que quiero de la mirada ajena. Simplemente como experimento de esto que es formar personalidad de acuerdo a las subjetividades ajenas. La interactividad cibernética está totalmente condicionada a el comportamiento establecido implícitamente en este espacio. No hay manera de marcar la diferencia y seguir perteneciendo. Hay normas y de no cumplirlas, la misma red te vuelve invisible. Cuando se ingresa al mundo social-virtual se aceptan algunos términos y condiciones que inherentemente están ahí y que marcaran la experiencia en el espacio. La publicidad, que es una coacción y un quiebre a la intimidad inconsciente queda totalmente vulnerada, aparece sin cesar con cada movimiento de dedo. Esta semana utilice la red social, para darme cuenta de todas las pequeñas coacciones a la que estoy expuesta, casi inofensivas, pero que en el tiempo terminan siendo condicionantes de la personalidad y creando los deseos de los consumos por fuera de la red.
2. ¿Cómo define la subjetividad la autora?
Paula Sibilia reconoce dos esferas de la subjetividad humana, aquella que
nos habita, que esta encarnada y que nos diferencia del resto de la humanidad, y aquella que es construida de acuerdo a nuestro contacto con el exterior. Esta definición de subjetividad, formada por lo que nos pertenece metafísicamente, y lo construido de acuerdo con la interacción con las intersubjetividades pueden analizarse en tres dimensiones según la autora. La primera es la singularidad, “trayectoria de cada individuo como un sujeto único e irrepetible”, aquella capacidad intrínseca de percepción de la vida, mediante filtros personales, que difieren del resto, delimitando la experiencia. La segunda dimensión, para Sibilia, en la antípoda de la primera, es la subjetividad universal; “engloba todas las características comunes al género humano, tales como la inscripción corporal de la subjetividad y su organización por medio del lenguaje”. Es la subjetividad a la que estamos sujetos por pertenecer a la especie, donde hay comportamientos naturales o naturalizados que nos forman como un integrante más de la humanidad. Para la autora, hay una dimensión intermedia, en donde lo singular y universal se conjuga dando como resultado las subjetividades culturales. Estas subjetividades son conformadas de acuerdo a los contextos territoriales, económicos, políticos, etc. Por lo que la subjetividad que está siendo manipulada con la globalización 2.0 es la intermedia. Ya que está siendo motivada la exteriorización de sus virtudes y pequeñeces en pos del posicionamiento público del Yo. Este proceso sociocultural, da nacimiento a nuevas forma de estar y ser el mundo según Sibilia.
3. ¿Cuál es la crítica que realiza en relación a la idea de Internet como un
espacio de acceso democratizante? ¿Se les ocurre algún ejemplo con el que podrían vincular esa crítica?
La critica que hace Sibilia al poder “democratizante” de las redes sociales, es
que se cree que llegan a todo el mundo, cuando no es así. Solo aquellos que tienen acceso a dispositivo y luego a internet pueden acceder, omitiendo a propósito, la idea de que la alfabetización precede a todo el procedimiento de ingresar al paraíso cibernético. Por lo que la utopía de un medio que permite el acceso a todo mundo, es eso. Utopía. Solo se hacen visibles las brechas económicas mundiales, y se hacen más invisibles aquellos menos privilegiados. Entonces pongamos atención, en los millones que a diario visitan y producen el espacio virtual, ¿Hay democracia? Pues, creo que tampoco podemos encontrarla por aquí. Aun cuando las plataformas permitan nuestra subjetividad, nuestras creaciones y opiniones, y de hecho paguen por eso, la idea de mercancía nos inunda, entonces dejamos de ser soberanos y empezamos a ser copias falaces de aquello que vende, atrae seguidores, y da likes. Llegaremos a la conclusión de que la democracia no existe sobre la corteza terrestre, y tampoco en la nube. El funcionamiento de la red, es totalmente criticable. Pero lo que para mí, es lo peor, aunque los ingenieros de Sillicon Valley no pensaran igual que yo, es el algoritmo, que sectoriza, seculariza, amontona, cierra la mirada, persigue, excluye, por lo que deja de ser democrático mi ingreso a una red social.