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EL PROCESO DE

INTEGRACIÓN
Las transformaciones que producen integración funcionan de esta forma: la
cólera, cuando es amada, se convierte en determinación; la tristeza, cuando
es explorada y disfrutada, se convierte en gratitud; el miedo, cuando es
sentido en todo detalle y aceptado como una energía positiva, se transforma
en un estado de alerta.

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SITUACIÓN

Esto me coloca en la Esto me desconecta


REALIDAD de la REALIDAD
y me surgen ideas y me estanca
creativas acerca de la respecto a la

Ocurre la integración Ocurre la represión


del sentimiento del sentimiento
y me siento bien y me siento mal

Lo acepto Lo rechazo

SENTIMIENTO
EN SU FUNCIÓN SANA EN FORMA ALTERADA

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Este y los siguientes esquemas resumen el proceso interior que provoca integración o
desintegración emocional, según nuestra actitud de aceptación o rechazo hacia el
sentimiento en cuestión.
Es válido para los sentimientos actuales activados por situaciones cotidianas, como
también para cargas emocionales del pasado que afloran por un incidente que hoy las
movilizó.
Este proceso de integración o represión de un sentimiento ocurre automática e incons-
cientemente luego de haberlo aceptado o rechazado. Por causa de estas características
no hemos podido tener acceso a la información que explica cómo suceden estos fenóme-
nos en nuestro interior. Sólo sabemos que simplemente suceden

Antes de comenzar el descubrimiento emocional sería bueno darnos cuenta de cuáles


son nuestros recursos preferidos. Así podremos usarlos para integrarnos en el momento
en que se active algún sentimiento difícil, ya sea por leerlo aquí o por vivenciarlo en la
vida.

NOTA: Observe que en cada gráfico hay flechas ascendentes que indican la continua-
ción del proceso ( y de la lectura para comprenderlo). Por ejemplo: el sentimiento en su
función sana (lo acepto) implica: “Ocurre la integración del sentimiento y me siento
bien”, y eso a su vez implica: “Esto me coloca en la Realidad y me surgen ideas creativas
acerca de la” (SITUACIÓN).

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SITUACIÓN:
PELIGRO REAL

Reacciono adecuadamente No reacciono


con huida-ataque-parálisis adecuadamente y sigo
para salvarme del expuesto-a, atraigo o
provoco el

Ocurre la integración Ocurre la represión


del MIEDO del MIEDO
y me siento bien y me siento mal

Lo acepto Lo rechazo
SENTO
MIEDO
EN SU FUNCIÓN SANA EN FORMA ALTERADA

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EL MIEDO:
NUESTRA ENERGÍA DE PROTECCIÓN
La alteración de los miedos específicos (a no sobrevivir, a la enfermedad, a sentir
emocionalmente, etc.) tienen exactamente el efecto contrario al de la protección. Parece
que el miedo excesivo hacia algo específico funciona como proyección negativa en
nosotros y, en vez de protegernos de eso, lo atrae y hace que suceda repetidamente:

El miedo específico y alterado a no sobrevivir por desconfiar de la existencia nos


hace estar todo el día ‘en la máquina’ sin fluir ni con nosotros, ni con los demás, ni con las
situaciones. Esto nos desconecta del fluir de la energía vital. No percibimos las señales de
apoyo y guía que la existencia siempre nos da, y vivimos luchando contra los molinos de
viento.
En esta lucha tendemos a autodestruirnos, a destruir nuestras relaciones más
importantes y, a nivel colectivo, a destruir la base de nuestra existencia: el planeta Tierra.

Entonces el excesivo miedo a no sobrevivir destruye las bases de la supervivencia, lejos de


conservarlas, cuidarlas y protegerlas.

El miedo alterado al éxito y/o al fracaso justamente boicotea el logro del éxito en
la vida.
El miedo a vivir la vida tal como se nos presenta en cada momento, es en realidad
el miedo camuflado a la muerte y hace que nos aferremos a estructuras viejas. Al haber
nacido de forma traumática, estamos programados al revés. El peligro mortal consiste en
vivir la vida tal como es, por lo cual no iniciamos nuevos emprendimientos con ánimo y
coraje. Aceptamos vivir mediocremente por no arriesgarnos al cambio. El miedo a los
fenómenos de nuestro cuerpo físico, a las manifestaciones emocionales y a las
experiencias trascendentales hace que vivamos la vida en un espectro muy reducido
respecto de lo que ella podría brindarnos. Quedamos estancados, como muertos en vida.

El miedo excesivo a las enfermedades nos aleja de la profunda comprensión de


las reacciones de nuestro cuerpo, frente a ciertos problemas o descuidos del mismo. Está
bien enfermarse. Es un intento de recuperar el equilibrio perdido. A las personas que
tienen este miedo alterado también se les llama hipocondríacos. Tan grande puede llegar
a ser este miedo, que domina los pensamientos de nuestra mente y termina fabricando
una enfermedad tras otra.

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Todas las fobias son miedos específicos totalmente alterados que provocan que
justamente se nos arrime el animal que más tememos, que se nos presenten situaciones
claustrofóbicas, que nos ahoguemos en aguas donde hacemos perfectamente pie.

El pánico a la muerte transformado en un tabú colectivo hace que nos comporte-


mos infantilmente y sin ninguna comprensión hacia los ciclos sagrados que mantienen la
vida en este planeta. Todo muere y permanentemente nace nueva vida. Esto es así, lo
aceptemos o no. En realidad, es éste el milagro que nos negamos a ver y del cual tanto
miedo tenemos.
Como nuestras heridas más importantes tienen su origen en las primeras relacio-
nes familiares (madre, padre, abuelos, hermanos, etc.), poseemos un gran miedo de rela-
cionarnos auténticamente por temor a:
ser heridos/as otra vez;
ser rechazados/as, ser criticados/as;
ser abandonados/as;
ser castigados/as;
ser abusados/as de alguna forma.

Pero justamente el miedo excesivo a sentir cualquiera de estas heridas emocio-


nales provoca y atrae situaciones de abandono, rechazo, abuso, etc., como un círculo fatal
de sufrimiento del cual parece imposible salir.

Para todos estos miedos viejos y/o inculcados, el primer paso es tomar conciencia de la
dimensión en que ellos manejan nuestra vida. ¿Qué es lo que nos gustaría hacer y no lo
hacemos por miedo a...? ¿Hay un peligro real si lo hacemos? Si eso no es así, podemos
empezar a hacer lo que realmente queremos, aceptando el miedo que eso nos causa. Lo
habitual es tratar de ‘vencer el miedo’ para poder actuar libremente. Sin embargo, el
vencerlo no lo cura. La curación del miedo pasa por la total comprensión y aceptación del
mismo. La clásica frase ‘no tengas miedo’ no fomenta la comprensión ni la curación del
miedo irracional o excesivo. Si sentimos ese tipo de miedo, simplemente nos permitimos
sentirlo, sin actuar de acuerdo a él. Le damos la bienvenida comprendiendo que por algo
lo tenemos y entonces lo aceptamos.

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SITUACIÓN:
TRASPASE DE LÍMITES
Con autodeterminación No tengo autodeterminación
pongo los límites adecuados para poner límites por lo que
para impedir un nuevo sigo expuesto-a, atraigo
o provoco

Ocurre la integración Ocurre la represión


de la rabia de la rabia
y me siento bien y me siento mal

Lo acepto Lo rechazo

SIENTO
RABIA-BRONCA
EN SU FUNCIÓN SANA EN FORMA ALTERADA

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LA RABIA:
LA GUARDIANA DE NUESTROS LÍMITES
LA RABIA EN SU FUNCIÓN SANA
Es un hermoso fenómeno de energía vital que surge en nosotros para nuestra defensa.
Es la guardiana de nuestros límites y aflora avisándonos cuando una persona o una
situación nos traspasa.
Es nuestra autodeterminación cubierta de impotencia, que nos abastece de energía vital
pura para poder poner el límite adecuado con decisión y fuerza.
La rabia y todos sus diferentes matices, como la ira, la bronca, la agresión, cumplen esta
función en nosotros.

Si supiéramos vivir la rabia adecuadamente aprovechando su funcionamiento sano,


simplemente mantendríamos claridad acerca de los límites en nuestras relaciones huma-
nas. Muchas veces las personas que traspasan nuestros límites no tienen ningún propósi-
to de hacerlo.

LA RABIA EN FORMA ALTERADA


Cuando la rabia que acumulamos es de muchos años de traspase de límites (por ejemplo,
desde la niñez en forma de abusos), puede desembocar en lo siguiente:

Somos de carácter sospechosamente pacíficos, retraídos, sin autodeterminación


(porque la reprimimos junto con la rabia) y nos declaramos incapaces de sentir rabia y de
poner límites. Nos sentimos impotentes en muchos aspectos de la vida, carentes de
energía vital.

Somos personas sutil o no tan sutilmente agresivas en toda nuestra manifesta-


ción: cómo miramos, cómo nos movemos, cómo entonamos, etc.

Podemos tender a la violencia física destruyendo cosas en ataques de rabia,


siendo muy hirientes con las palabras o agrediendo físicamente a quien desató nuestra
rabia acumulada
Desarrollamos un perfil de persona agresiva, creado por tantos traspases de
límites sufridos y tanta rabia acumulada. Hacemos daño a propósito y calculadamente
desde la mente fría.

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Desarrollamos somatizaciones físicas comunes a la rabia acumulada: dolores
inexplicables en la barriga, contracturas dolorosas de la espalda, cuellos y mandíbulas.

Estos cinco efectos no son los efectos negativos de la rabia en sí como normalmente
pensamos: son los efectos negativos de la REPRESIÓN de la rabia en gran escala, al no
permitirnos sentirla en cada momento que surge. Para poder curar nuestra rabia hay que
comenzar a sentirla desde el enfoque mental positivo de que la rabia es un sentimiento
bueno, defensivo y que actúa a nuestro favor cuando no son respetados nuestros límites.

EL EFECTO COLECTIVO DE LA ALTERACIÓN DE LA RABIA


¿Qué sucedería a nivel colectivo si en una sociedad se reprimiera la rabia en gran escala?
Las personas que conviven, trabajan juntas o comparten ciertos espacios desconocen sus
límites. Por lo tanto, viven traspasándolos, inclusive sin proponérselo.
Al reprimir la rabia que eso causa, cada vez están más agresivos, furiosos, explosivos y a su
vez comienzan a traspasar límites más frecuentemente.

Contrario a la opinión corriente, no es la rabia la causante de una sociedad agresiva y


traspasadora de límites, sino su REPRESIÓN en cada oportunidad que surge.
En una sociedad pacífica sería muy importante permitirnos sentir rabia, marcar límites
justamente cuando son traspasados, aceptar la rabia de los demás y los límites que nos
ponen y permitirles a los niños con los que estamos poner sus límites hacia nosotros y
entre ellos.

En todas las jerarquías autoritarias de esta sociedad (Iglesia, familia, educación,


organismos estatales, cuerpo militar, empresas) se usa el traspase de límites hacia el
subordinado, para que en su imposibilidad de poner un límite quede cada vez más
sumiso, ya que junto con la rabia reprime su autodeterminación. El subordinado
manifiesta el otro componente de la rabia: se siente impotente para cambiar nada y
soporta los traspases de sus superiores.

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SITUACIÓN:
TRASPASE DOLOROSO
DE LÍMITES

Ocurre la integración de Continúo guardando dolor


dolor y rabia viejos, puedo y rabia viejos y atraigo-
perdonar y poner límites provoco una y otra vez
para evitar lo que más temo

Ocurre la integración Ocurre la represión


del resentimiento del resentimiento
y me siento bien y me siento mal

Lo acepto Lo rechazo

RESENTIMIENTO:
GUARDO RABIA Y DOLOR VIEJOS
CURACIÓN PERSISTE LA ALTERACIÓN

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EL RESENTIMIENTO:
LA ESTRATEGIA IMPOTENTE DE GUARDAR RABIA VIEJA
Reprimimos el dolor y guardamos la rabia en forma de resentimiento, desarrollando
desde nuestra impotencia una estrategia negativa que intenta conseguir básicamente
uno o varios de estos tres objetivos proyectados hacia el futuro:
1. Quiero asegurarme de que ‘eso’ no suceda otra vez
2. Quiero ser recompensado por el ‘traspasador’.
3. Quiero venganza.

Pero estas estrategias impotentes están destinadas a fracasar. Si no pusimos el límite en


el presente es imposible intentar proyectarlo al futuro. No funcionan y por eso tenemos
que seguir guardando el resentimiento eternamente.

Además, estas tres proyecciones negativas emiten en nosotros, a nivel inconsciente, algo
energético que justamente atrae ‘eso’ tan terrible y hace que vuelva a suceder una y otra
vez. Sin quererlo, estamos alimentando el círculo vicioso de la acumulación del
resentimiento.

Cuando más nos sucede, más resentidos estamos; cuanto más resentidos estamos, más
fuerza tienen las proyecciones negativas que atraen ‘eso’ que justamente no queremos
que suceda más. Nos cuesta muchísimo permitirnos sentir la herida emocional y aceptar
la dimensión del resentimiento, concientizando que es una estrategia impotente. Para
disolverla, hay que intentar perdonar y, desde nuestra autodeterminación, poner en el
lugar de la proyección negativa algo que sí queremos lograr con esa persona.

Las personas resentidas desarrollan diferentes características tendiendo a ser:


Resentidas y amargadas.
Desconfiadas.
Les cuesta relacionarse desde el amor y con el corazón abierto.

Una de las somatizaciones más conocidas del resentimiento acumulado en gran escala
es el cáncer.

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SITUACIÓN:
PASADA O PRESENTE
QUE HOY NO PUEDO
CAMBIAR

Esto me conecta con mi Esto me estanca


potencial de cambio y me hace sentir
para lograr mejorar en impotente
el futuro la para cambiar la

Ocurre la integración Ocurre la represión


de la impotencia de la importancia
y me siento bien y me siento mal

Lo acepto Lo rechazo

SIENTO
IMPOTENCIA
EN SU FUNCIÓN SANA EN SU FUNCIÓN ALTERADA

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LA IMPOTENCIA:
LA INDICADORA DE LA FALTA DE POTENCIAL DE CAMBIO
La impotencia rara veces aflora sola. Comúnmente aparece junto a la rabia como uno de
sus componentes. Al reprimir la rabia puede suceder que el sentimiento que queda más
a flor de piel sea la impotencia, mientras que la autodeterminación queda paralizada por
la represión. Aun así, puede ser que la impotencia aparezca en forma pura.

LA IMPOTENCIA EN SU FUNCIÓN SANA


Cuando algo que no quisiéramos que suceda ya sucedió o está sucediendo, nos sentimos
totalmente impotentes. Ese sentimiento nos ayuda a darnos cuenta de que no tenemos
poder sobre ese hecho, ya sea del pasado o del presente. Podemos sentir impotencia con
respecto a nosotros, o a los demás o al mundo en general.

LA IMPOTENCIA EN FORMA ALTERADA


La impotencia reprimida y alterada no nos permite proyectarnos en una medida real
acorde con nuestro potencial; por el contrario, lo anula.

Aceptando la impotencia que tenemos sobre el pasado y el presente, es como aflora todo
nuestro potencial de cambio para crear en el futuro aquello que sí queremos que suceda
en cualquier ámbito de nuestra vida individual o colectiva.

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SITUACIÓN:
IMPUESTA DESDE
FUERA

Me siento capaz de
Me resigno a soportar
rebelarme
la indeseable
y cambiar a mi favor la

Ocurre la integración Ocurre la represión


del sentimiento del resentimiento
de rebelión de rebelión
y siento resignación

Lo acepto Lo rechazo

SIENTO
REBELIÓN
EN SU FUNCIÓN SANA EN FORMA ALTERADA

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LA REBELIÓN – LA RESIGNACIÓN
LA AUTODETERMINACIÓN ANTE SITUACIONES IMPUESTAS
LA REBELIÓN EN SU FUNCIÓN SANA
Ella surge en nosotros frente a prolongadas situaciones dadas, a veces impuestas por
otros con poder y/o violencia. Quiere indicarnos que esa situación nos hace daño, que no
nos sirve para crecer y que ya no la soportamos más. La rebelión pide un cambio en el
manejo de poder de la situación para mejorarla a nuestro favor.

LA REBELIÓN EN FORMA ALTERADA: LA RESIGNACIÓN


La resignación es rebelión reprimida en su comienzo o rebelión fracasada contra algo que
no queremos o no nos gusta. Nos resignamos a sentir, a vivir, a hacer algo con lo cual no
estamos de acuerdo. Lo hacemos o porque nos educaron a no rebelarnos o porque
nuestra mente nos dice que no habría solución, aunque nos rebeláramos.

Lo fatal de al resignación es que perdemos la esperanza de que ‘eso’ que no queremos


algún día sea como lo necesitamos y deseamos. Dejamos de proyectarnos positivamente
hacia el futuro, lo que significa que se reduce la posibilidad de un cambio a favor nuestro.

LA DIFERENCIA ENTRE LA ACEPTACIÓN Y LA RESIGNACIÓN


La postura interior de resignación no es nada fructífera y muy diferente a la aceptación
real. Si realmente aceptamos algo de corazón, no queda ningún dejo negativo en
nosotros. Podemos aceptar lo que sentimos o vivimos experimentándolo como un apren-
dizaje enriquecedor. Seguimos sintiéndonos bien, con la esperanza de un futuro mejor. La
resignación, en cambio, tiene un dejo de amargura, de negación, de fatalidad, de falta de
esperanza y emprendimiento, lo que básicamente significa que no estamos de acuerdo.
Ella, en realidad, nos llama a cambiar la postura interior hacia la aceptación real o hacia la
rebelión total, intentando cambiar lo inaceptable, en vez de estancarnos resignados a...

UN BUEN USO DE LA RESIGNACIÓN


Aprendí que nunca es bueno resignarse a... aunque mentalmente la situación parezca no
tener salida. Siempre la hay, y la integración emocional da acceso a la información o a la
creatividad necesaria para encontrar esa salida que mentalmente no se vislumbra. Esto
es válido para cualquier otro sentimiento.

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SITUACIÓN:
HERIDA EMOCIONAL

Curada la herida Permanezco dolorido-a


permanezco sensible y herido-a
y capaz de protegerme sin curar, atrayendo
de otra otra

Ocurre la integración Ocurre la represión


del dolor del dolor
y me siento bien y siento resignación

Lo acepto Lo rechazo

SIENTO
DOLOR
EN SU FUNCIÓN SANA EN FORMA ALTERADA

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EL DOLOR: NUESTRO AVISADOR
DE HERIDAS
EL DOLOR EN SU FUNCIÓN SANA
La herida emocional es mucho más fácil de curar, porque sólo requiere de nuestra
disposición a sentir y a aceptar el dolor que nos causa, actitud difícil de lograr por nuestra
negación automática a enfrentarlo. Pero podemos comenzar a comprender que cada
dolor tiene su propia razón de existir. Si nada nos afectara, no seríamos humanos.

EL DOLOR EN FORMA ALTERADA


Es evidente que a través de las somatizaciones hay una descarga energética importante
del meollo emocional doloroso, porque luego se sienten mucho mejor. A los efectos de la
salud de nuestro cuerpo, en mi opinión, es más indicado revertir las somatizaciones con
técnicas de curación específicas como, por ejemplo: terapias florales, homeopatía,
acupuntura, bionoética, Vivation, etc. Esto hace que volvamos a sentir el dolor emocional,
lo que inmediatamente alivia el dolor físico, momento indicado para realizar una profun-
da curación de la herida dolorosa.

La represión emocional baja las defensas y, junto con otros factores, provoca que nos
resfriemos, enfermemos de gripe, desarrollemos un cáncer, etc. Estas somatizaciones,
aparte de ser la válvula de escape de partes emocionales no asimiladas, también pueden
ser formas de acceso a ellas. En la cronología del proceso de represión emocional se
observa este orden:
1. Sentimos.
2. Reprimimos inconscientemente.
3. Guardamos este contenido en el inconsciente.

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Aquí, por lo general, pasa un tiempo más o menos extenso, el que nuestro inconsciente
estima conveniente hasta que estamos preparados para enfrentar emocionalmente lo
sucedido. Luego el desenlace es así:
1. Somatizamos.
2. Nos conectamos conscientemente con los mecanismos de represión.
3. Volvemos a sentir el contenido emocional reprimido y lo integramos, curando así la
somatización.

Si no conocemos formas de curación emocional efectivas, quedamos en la primera fase:


simplemente somatizamos.

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SITUACIÓN:
PÉRDIDA

Curada la herida No valoro lo que hoy


permanezco sensible tengo. Nada ya tiene
y capaz de protegerme sentido, todo es
de otra

Ocurre la integración Ocurre la represión


del dolor de la tristeza
y me siento bien y siento resignación

Lo acepto Lo rechazo

SIENTO
TRISTEZA
EN SU FUNCIÓN SANA EN FORMA ALTERADA

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LA TRISTEZA
LA VALORACIÓN DE LO PERDIDO: EL DUELO
LA TRISTEZA EN SU FUNCIÓN SANA
La tristeza nos indica que estamos perdiendo o ya hemos perdido algo que valoramos
mucho. El dolor de la pérdida equivale a la dimensión en que valoramos lo perdido.
Si la pérdida no es grande, o sea, valoramos poco lo que perdimos, nuestra tristeza será
pequeña. Aun así es bueno para el corazón permitirnos sentirla, para que no se
endurezca.

Si la pérdida es grande, significa que tenemos que hacer un duelo. Es muy importante
hacer los duelos por nuestras pérdidas.

El DUELO, como la palabra lo indica, comienza permitiéndonos sentir lo que nos DUELE:
la pérdida que provoca las ganas de llorar. Lo más sano para nuestro cuerpo emocional y
físico es permitirnos llorar. Aunque parezca un interminable mar de lágrimas, algún día
llegaremos a la otra orilla. Al permitirnos el llanto, el alivio es inmediato. Aunque al rato
vuelva el dolor, no es el mismo: es otra capa más del duelo. Aceptar el dolor y el llanto
como algo natural y lógico, al haber quedado sin algo o alguien que valoramos tanto,
causa integración. Es excelente comprender profundamente con el corazón que nuestra
parte dolorida está a nuestro favor avisándonos la dimensión de la pérdida.

Cumpliendo con esta primera fase del duelo quedamos reconectados con nuestros
valores. Nos damos cuenta qué es lo que tanto valoramos pero perdimos y nos dispone a
valorarlo más en el futuro. También nos incentiva a valorar más lo que aún tenemos. Saber
valorar y agradecer lo que tenemos da sentido a la vida.
El final del duelo se anuncia cuando podemos comenzar a sentir el agradecimiento de
haberlo tenido aunque sea ese tiempo, dándonos cuenta que peor hubiese sido no
haberlo tenido nunca.
Resumiendo el proceso del duelo:

1. Llorar el dolor por la pérdida.


2. Conectarnos más con nuestros valores.
3. Agradecer con el corazón abierto y sensible por haberlo tenido aunque sea durante
ese tiempo en la vida.

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Los duelos bien hechos enternecen nuestro corazón y nos abren de nuevo a recibir
diariamente el regalo de la vida.
La nostalgia surge relacionada con épocas pasadas de nuestra vida, sin que lleguemos a
sentir un dolor importante por haberlas perdido.

LA TRISTEZA EN FORMA ALTERADA


Cuando no hemos hecho los duelos por nuestras pérdidas, tendemos a ser personas de
carácter triste, viendo el mundo a través de nuestra tristeza reprimida.
No podemos valorar lo que aún tenemos y la vida está cubierta de un profundo sinsentido
aparentemente irremediable, al igual que la pérdida. Pero no es así: estamos
confundiendo la situación con el sentimiento. La situación sí puede ser irreversible (por
ejemplo, cuando ha fallecido un ser querido), pero nuestro sentimiento puede cambiar si
nos animamos a hacer el duelo cubriendo las etapas que le son propias.

Puede ser necesario hacer duelos pro otros variados motivos: la pérdida de salud, de un
trabajo, de un lugar de vivienda, de una pareja o de años de vida transcurridos en una
situación dañina para nosotros.

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SITUACIÓN:
ALGUIEN
QUERIDO SE ALEJA

Me siento acompañado-a Me siento solo-a


de toda la existencia. aunque esté acompañado-a.
sé estar bien solo-a Provoco situaciones en que
y no provoco que

Ocurre la integración Ocurre la represión


del sentimiento de del sentimiento de
abandono y me abandono
siento bien y siento resignación

Lo acepto Lo rechazo

SIENTO
ABANDONO
EN SU FUNCIÓN SANA EN FORMA ALTERADA

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EL ABANDONO (EXISTENCIAL)
NUESTRO SENTIDO INTERNO DE CERCANÍA Y CONEXIÓN ALARMADO
Y/O HERIDO
EL ABANDONO EN SU FUNCIÓN SANA
EL abandono surge cuando alguien a quien queremos tener cerca se aleja de nosotros y
esto nos deja heridos. Dicho de otro modo: es el sentido de cercanía y conexión lesionado,
cuando un ser querido se aleja. Nuestra actitud interior es extrañarlo.

Además de la cercanía física de un ser querido, existen muchas formas de cercanía que
necesitamos para crecer desde la más temprana edad hasta ser adultos. Cuando no las
recibimos de nuestros padres o de los adultos que nos criaron, ese sentido de cercanía
desata su máxima alarma: el abandono existencial. Nos quiere avisar que toda la
existencia nos está abandonando, porque en la infancia nuestros padres constituyeron los
pilares de ella. Este abandono existencial es tan doloroso, que para sobrevivirlo tenemos
que reprimirlo y guardarlo en el inconsciente. La información acerca de lo que
merecemos recibir en la primera fase de nuestra vida está anclada a grandes rasgos a
nivel genético y constituye una parte importante de nuestra referencia interior.

SENTIMIENTOS PROVOCADOS POR EL ABANDONO EXISTENCIAL:


LA ANSIEDAD, LOS CELOS, LA DEPRESIÓN

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SITUACIÓN:
ABANDONO
EXISTENCIAL SIN CURAR

Me tranquilizo y Vivo ansioso-a en


me entrego a sentir, Todo lo que hago
aceptar y así curar el Y mantengo el

Ocurre la integración
Ocurre la represión
de la ansiedad
de la ansiedad
tengo acceso al abandono
y siento mal

Lo acepto Lo rechazo

SIENTO
CURACIÓN ANSIEDAD PERSISTE LA
ALTERACIÓN
EN CUALQUIER
CONTEXTO

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LA ANSIEDAD:
EL HUECO ENERGÉTICO DE LA DESCONEXIÓN
La ansiedad como sensación permanente más o menos fuerte nos quiere indicar que
algo esencial nos hace falta, pero no sabemos exactamente qué es. Sentimos un hueco,
un vacío, que necesita ser llenado con algo, por ejemplo, con todo lo que hagamos o con-
sumamos en forma ansiosa: trabajar, movernos, hablar, comer, hacer el amor, etc.

Y por supuesto que esta es la puerta de entrada a los vicios. Ese hueco energético es
como un barril sin fondo que nunca se llena, comamos, fumemos, bebamos, nos drogue-
mos, la cantidad que queramos. Dado que con eso no se cura, se vuelve a sentir ese vacío
y hay que volver a comer, fumar, beber, etc.

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SITUACIÓN:
ABANDONO EXISTENCIAL
SIN CURAR

Estoy menos celoso-a Permanezco celoso-a


y me entrego a sentir, en cualquier contexto
aceptar y así curar el y mantengo

Ocurre la integración
Ocurre la represión
de los celos y
de los celos
tengo acceso al abandono
y siento mal

Lo acepto Lo rechazo

SIENTO
CELOS DESMEDIDOS
CURACIÓN PERSISTE LA ALTERACIÓN

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LOS CELOS
UNA MEZCLA MORTIFICANTE: MIEDO AL ABANDONO Y/O AL RECHAZO +
DESCONFIANZA EN EL AMOR, Y POR ESTO: INTENTO DE CONTROLAR AL
SER QUERIDO
Los celos desmedidos son un indicio de abandono existencial sin curar. Descubrí que el
abandono existencial por nuestros seres más queridos hace que desconfiemos del amor
como base de unión en nuestras relaciones.

Si los serse que más amamos y con los que nos sentimos uno en nuestra infancia nos
abandonan de alguna manera, significa que el amor que fluía entre nosotros como
energía unificadora fue insuficiente. Comenzamos a desconfiar del amor como base
sólida de unión en nuestras relaciones. De adultos tenemos pánico de que nos vuelvan a
abandonar y allí nace la imperiosa necesidad de controlar a los que más queremos. Esta
mezcla mortificante, llamada celos, envenena y destruye nuestras relaciones en vez de
lograr que sean duraderas, plenas y enriquecedoras.

Las formas de control pueden ser muy variadas y más o menos sutiles. Existe el control
directo, de los horarios cotidianos, de las llamadas telefónicas, etc. También hay quienes
no dicen nada, miran el reloj, desconfían en silencio, y luego hacen alguna observación
indirecta al respecto. Están todos los juegos sutiles de amenaza, de manipulación, de
malos tratos, de silencio, etc.

Por eso los celos siempre llevan al conflicto y al deterioro de la relación. La creencia de que
sólo el que siente celos por la persona amada realmente ama, es totalmente equivocada.
Cuanto más libre e incondicionalmente podemos amar, más fuerte será el lazo de unión
y más sana será la relación.

En la gran mayoría de los casos los celos se desatan sin que haya ningún peligro real de
que nuestro ser querido nos abandone. Nos enfermamos de celos solo porque dedica
algún tiempo y/o afecto a otras cosas o personas. Allí se desata nuestro miedo al
abandono, nuestra desconfianza en el amor que nos une y la necesidad de controlar.

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En realidad esta mezcla mortificante constituye un llamamiento a curar, porque nos hace
sufrir muchísimo y nos maneja de forma tal que deterioramos las relaciones más queri-
das. Solamente sintiendo y aceptando nuestro miedo al abandono, él puede curar. Eso
nos devolverá la confianza en el amor y desaparecerá la necesidad de control. Será una
gran liberación para todos los involucrados.

Cuando los celos son justificados, porque nuestra pareja realmente se está alejando de
nosotros y a su vez relacionándose con otra persona, la actitud ‘celosa’ no es la más indica-
da. Es una oportunidad de curar todo el abandono actual y viejo que eso nos desata. Es un
llamamiento a nuestra conciencia: ¿qué hicimos para que nuestra pareja se alejara? Es,
además, una motivación para demostrar y entregar nuestro amor, para mostrarle clara-
mente que aún la/lo amamos y quisiéramos seguir la relación.

Finalmente, es un desafío para poner los límites correctos en el sentido de aclarar bien lo
que deseamos o no recibir en una relación. Se suele usar la relación con alguien fuera de
la pareja para justamente desatar celos, hacer sufrir o querer vengarse por algo que suce-
dió antes en esa relación. Es muy raro que alguien plenamente feliz con su pareja esté
abierto o dispuesto a relacionarse con alguien más.

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SITUACIÓN:
ABANDONO EXISTENCIAL
SIN CURAR

Reconectado-a con la Permanezco


energía vital, desconectado-a
me entrego a sentir, y deprimido-a
aceptar y así curar el manteniendo el

Ocurre la integración
Ocurre la represión
de la depresión
de la depresión
y tengo acceso al abandono
y me siento mal

Lo acepto Lo rechazo

SIENTO
DEPRESIÓN
CURACIÓN PERSISTE LA ALTERACIÓN

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LA DEPRESIÓN:
LA GRAN DESCONEXIÓN
No es fácil realizar una descripción clara de la depresión. La pude observar en mí como
una consecuencia del abandono existencial. Cuando nos sentimos abandonados por
toda la existencia, la vida ya no tiene sentido, todo nos sobreexige, hasta cuesta respirar.
En ese momento entramos en el vacío de la depresión.

Guardamos dentro la carga emocional del abandono existencial por haber sufrido a muy
temprana edad una desconexión importante. De adultos, esa herida emocional se vive
como des conexión de nosotros mismos y de toda la existencia. Dicho de otro modo, nos
autoabandonamos y nos sentimos abandonados por ella.

Entrar en esa depresión significa un intento de curar la desconexión sufrida. Es totalmen-


te lógico que un bebé o un niño que, de alguna manera, se siente abandonado, entre en
desconexión total y en un profundo sinsentido de la vida. No vino al mundo para ser aban-
donado, sino a comunicarse, a intercambiar amor, a ser apoyado, querido y fomentado en
su crecimiento. Si eso no ocurre, el niño comienza a desconectarse cada vez más de sí
mismo, de los demás y de toda la existencia, para no sentir el tremendo dolor del abando-
no existencial. Esa desconexión le crea un gran déficit energético que se experimenta
como un hueco, un vacío, que también tiende a la insensibilidad total.
 
Cuando el adulto entra en ese vacío energético causado por la desconexión producida
por el abandono existencia y se identifica con él totalmente, tiende a no levantarse más
de la cama, a descuidar su cuerpo, sus relaciones humanas, su trabajo, todo. Se desconec-
tó y, si esa desconexión es total, desemboca en el intento de suicidio. Allí se materializa la
desconexión con la vida.

¿Por qué sostengo que la depresión proviene de la desconexión que causa el abandono
existencial? Porque he observado en mí y en otras personas que al curar el abandono
existencial, el grado de reconexión que se logra consigo mismo, con los demás y con toda
la existencia es tan grande, que uno siempre se siente acompañado. La energía vital
vuelve a fluir con facilidad en nosotros por lo cual no hay más motivo de depresión.

32
Es bueno comprender en nosotros y en los demás que la depresión es una desconexión a
curar y que existen muchos caminos para reconectarnos.

33
SITUACIÓN:
TRASPASE DE CÓDIGOS
ÉTICOS

Conciencio No conciencio
el código que traspasé qué código ético
y cuido de que no se repita el traspasé y la culpa alterada
provoca repetición del

Ocurre la integración
Ocurre la represión
de la culpa
de la culpa
y me siento bien
y me siento mal

Lo acepto Lo rechazo

SIENTO
CULPA
EN SU FUNCIÓN SANA EN FORMA ALTERADA

34
LA CULPA:
LA GUARDIANA DE NUESTROS CÓDIGOS
Tanto a nivel individual como colectivo nuestra capacidad de sentirnos culpables es
sumamente útil para relacionarnos. La culpa nos avisa si traspasamos o no cumplimos
con un código ético del grupo humano al que pertenecemos. Los códigos éticos difieren
en las distintas culturas pero tienen siempre la función de organizar la convivencia. Sus
contenidos culturales normalmente inconscientes.
Poseemos cientos de códigos como, por ejemplo, acerca de ser: una buena madre, un
buen padre, un/a buen/a amigo/a, una buena pareja, un buen profesional y compañero de
trabajo, etc.

Los códigos que rigen la vida colectiva nos indican qué se debe y qué no se debe hacer en
la calle, en un ómnibus, en una reunión, en el lugar de trabajo, en un partido de fútbol, en
una fiesta.

Como a nadie le gusta sentirse culpable, la culpa en su función sana y útil simplemente
nos ayuda a vivir de acuerdo con nuestros códigos éticos. Cada vez que sentimos culpa, lo
indicado es aceptar el sentimiento, agradecer que nos avisa que hemos transgredido un
código asumido e investigar qué código es. Si es un código con el que estamos de acuer-
do y nos parece útil para la convivencia humana, nos podemos cuidar de vivir más acorde
con él y agradecer a la culpa que nos avisó de su transgresión.

Pero existe un problema con los códigos éticos. Si los transgredimos a menudo, pueden
haber tres causas:
O se oponen a nuestra naturaleza humana.
O no armonizan con nuestra auténtica forma de ser.
O están en conflicto dos códigos de contenido opuesto.

En cualquiera de estos casos lo indicado es probar un cambio del contenido del código
cuidando tres aspectos:
¿Cuánto necesitamos cambiar de ese código para que podamos ser: o más natura-
les, o más auténticos, o menos conflictuados?
¿Dónde comienzan los límites de los demás?
¿Cómo será la convivencia con los seres humanos que sigan respetando el código
que yo ya cambié?
35
Hay tres indicios que prueban que el cambio de código es el acertado:
Estamos mejor con nosotros mismos.
También estamos mejor con quienes nos desataban el sentimiento de culpa, o con
la respectiva situación.
El cambio no perjudicó a nadie.

LA CULPA EN FORMA ALTERADA


La culpa reprimida causa varios efectos conflictivos:
Somos fácilmente manipulables con tendencia a ser sumisos y a no marcar límites,
para no sentirla en ninguna situación.
Vivimos desconectados de los códigos éticos de nuestra cultura y somos, en conse-
cuencia, fácilmente influenciables por cualquier ‘predicador de nuevos códigos’.
Cuando se trata de conflictos de relación, tendemos a echar la culpa al otro o a los
demás con tal de no sentirla. Nos cuesta hacernos responsables de nuestros actos y pedir
perdón si nos equivocamos.
Tendemos a autocastigarnos eligiendo inconscientemente el camino del sufri-
miento para aliviar la culpa (enfermedades, accidentes, etc.).
La culpa reprimida en gran escala crea en nosotros un sutil o evidente sentimiento
de culpa existencial permanente: el solo hecho de existir nos hace sentir culpables. Senti-
mos culpa ajena y tendemos a cargar con la culpa de todo el mundo.

36
SITUACIÓN:
TRASPASE DE CÓDIGOS
ÉTICOS Y DE INTIMIDAD

Cuido adecuadamente los Cuido exc esivamente o


límites de mi espacio íntimo Descuido los límites
para evitar y sigo atrayendo más

Ocurre la integración
Ocurre la represión
de la vergüenza
de la vergüenza
y me siento bien
y me siento mal

Lo acepto Lo rechazo

SIENTO
VERGÜENZA
EN SU FUNCIÓN SANA EN FORMA ALTERADA

37
LA VERGÜENZA:
LA CUIDADORA DE NUESTRA ÉTICA Y NUESTRA INTIMIDAD
LA VERGÜENZA EN SU FUNCIÓN SANA
La vergüenza, en forma similar a la culpa, nos indica cuándo tenemos comportamientos
o pensamientos contrarios a los códigos éticos de nuestra cultura. No pesa tanto como la
culpa y aflora en casos de traspase de códigos éticos de menor importancia. Cuando otros
los transgreden, podemos sentir vergüenza ajena o avergonzarnos por pertenecer a un
grupo humano que actúa contra sus propios códigos.

La vergüenza cuida los códigos específicos que rigen nuestra intimidad. Los grados de
intimidad son diferentes en los diversos contextos: en la calle, en el trabajo, con nuestros
padres, con los hijos o con la pareja. Sentimos vergüenza cuando en un contexto
específico afloran contenidos que corresponden a otros ámbitos. Por ejemplo, nos da
vergüenza que en el trabajo se enteren de contenidos íntimos familiares.
La vergüenza sanamente sentida se liga fácilmente con el humor. En este caso las
situaciones que primero activan nuestra vergüenza poniéndonos colorados, luego desen-
cadenan en una explosión de risa.
 
Existe un comportamiento de rebelión contra la vergüenza acumulada que causa en
nosotros el efecto opuesto a la inhibición: actuamos con total desinhibición y nos da
satisfacción provocar desconcierto y vergüenza en los demás.

38
SITUACIÓN:
RUPTURA DE PACTO

Conciencio y acepto No conciencio


la ruptura, aclaro ni acepto
la situación la ruptura y atraigo
y no atraigo más la nueva

Ocurre la integración
Ocurre la represión
del sentimiento de traición
de sentimiento de traición
y me siento bien
y me siento mal

Lo acepto Lo rechazo

SIENTO
TRAICIÓN
EN SU FUNCIÓN SANA EN FORMA ALTERADA

39
LA TRAICIÓN:
AVISADORA DE RUPTURA DE NUESTROS PACTOS Y ACUERDOS

LA TRAICIÓN EN SU FUNCIÓN SANA


Cada uno de nosotros tiene innumerable cantidad de pactos y acuerdos, en parte
conscientes, en parte inconscientes. Los que contraemos a conciencia son los oficiales
como el matrimonio, el contrato de alquiler y todos aquellas cosas que con nuestra firma
nos comprometemos a cumplir.

Los acuerdos inconscientes abundan en nuestras relaciones humanas. Estos últimos


apenas afloran cuando la traición nos avisa que la contraparte no está cumpliendo más
con su acuerdo.

Cuando sentimos traición, lo más fructífero es darnos cuenta en qué consiste la ruptura
del pacto y/o acuerdo. Es bueno expresarlo auténticamente al ‘traidor’, para verificar si
tiene conciencia de lo que está sucediendo y si existe un propósito de su parte de romper
el pacto/acuerdo. Muchas veces resulta ser un malentendido y otras es real. Si el caso
fuera este último, agradecemos a la traición que nos avisó. De lo contrario, habríamos
quedado en la ilusión de que aún se mantenía aquel pacto.

El sentimiento de traición aflora frecuente e intensamente en las relaciones de pareja.


Cuando una mujer y un hombre comienzan su relación y/o se casan, la minoría establece
verbalmente en qué consiste su compromiso.

Se da por sobreentendido que se está pensando en lo mismo. En la convivencia afloran


luego las diferencias, comienzan el conflicto y puede activarse el sentimiento de traición.
En ese momento es indispensable aclarar verbalmente la situación, estableciendo que en
el futuro se harán pactos y acuerdos verbales que evitarán malentendidos y sufrimientos
innecesarios.

40
41
SITUACIÓN:
PERCEPCIÓN DE DOBLE
MENSAJE
Recobro claridad Permanezco confundido-a
interior y sé discernir e incapaz de discernir
qué mensaje qué mensaje es válido de la
es válido de la

Ocurre la integración
Ocurre la represión
de la confusión
de la confusión
y me siento bien
y me siento mal

Lo acepto Lo rechazo

SIENTO
CONFUSIÓN
EN SU FUNCIÓN SANA EN FORMA ALTERADA

42
LA CONFUSIÓN:
LA ANUNCIADORA DE QUE PROCESAMOS INFORMACIÓN CONTRADICTORIA
LA CONFUSIÓN EN SU FUNCIÓN SANA
Cuando nos sentimos confundidos, simplemente estamos procesando con más o menos
conciencia informaciones contradictorias acerca de un mismo hecho, siendo incapaces
de darnos cuenta de cuál es la acertada.

Tratando de re cobrar la claridad perdida, solemos luchar contra la sensación de


confusión sin demasiado éxito. Esta situación de lucha no le permite a la confusión
cumplir su función clarificadora de avisar que estamos recibiendo informaciones
opuestas a concienciar, para poder elegir la acertada. Sólo aceptándola y entregándonos
a sentirla se nos aclara el panorama interior que posibilita la elección.

43
SITUACIÓN:
SENTIDOS DE LA ESTÉTICA
Y ÉTICA HERIDOS
Acepto que el asco Permanezco
me guíe a asqueado-a
no exponerme y atraigo-repito la
a tener los

Ocurre la integración Ocurre la represión


del asco del asco
y me siento bien y me siento mal

Lo acepto Lo rechazo

SIENTO
ASCO
EN SU FUNCIÓN SANA EN FORMA ALTERADA

44
EL ASCO:
NUESTRO SENTIDO DE BELLEZA ALARMADO Y/O HERIDO

EL ASCO EN SU FUNCIÓN SANA


En su función corporal más directa está ligado a los cinco sentidos, es decir: a la vista, al
tacto, al olfato, al gusto y al oído. El sentido interior por la belleza difiere mucho en las
diferentes culturas y también entre las personas de la misma cultura. Nos avisa cuando se
encuentra con algo opuesto a él: lo desagadable, lo feo, lo asqueroso. Cuando se activa el
asco, indica que ya estamos llegando al límite de lo que nos gusta ver, saborear, tocar, oler
y escuchar.

El asco, en su función ética, es avisador de comportamientos humanos que atentan


contra el sentido de la belleza humana. Hasta se dice ‘qué belleza de persona’ cuando uno
se refiere al comportamiento o a la actitud de alguien, sin tener en cuenta su aspecto
corporal.

45
SITUACIÓN:
INJUSTA, INDIGNA,
DESVALORIZANTE, NO
MERECIDA, HUMILLANTE

Surgen ideas creativas Permanezco


para Estancado-a y así
mejorar o retirarme colaboro
de la con la

Ocurre su represión
Ocurre su integración y siento resignación
y me siento bien

Lo acepto Lo rechazo

SIENTO EN FORMA ALTERADA


EN SU FUNCIÓN SANA

INJUSTICIA, INDIGNACIÓN,
DESMERECIMIENTO Y
HUMILLACIÓN

46
INJUSTICIA - INDIGNACIÓN –
DESVALORIZACIÓN –
DESMERECIMIENTO–
HUMILLACIÓN EN SUS
FUNCIONES SANAS:
Como humanos, poseemos sentido por lo justo, lo digno, lo valioso, lo merecido y lo
respetuoso, que se activan frente a situaciones donde sucede lo contrario. Tienen la
función de ubicarnos en el lugar justo y digno para nosotros, de acuerdo con el valor y el
respeto que nos tenemos, cuando nos sabemos merecedores de estas cualidades.

Nos avisan cuando ellas están en peligro o son destruidas. Las sensaciones de injusticia e
indignación tienen una componente de rebelión por la cual son más energéticas,
queriéndonos motivar a transformar la situación en justa y digna. Al sentirnos no merece-
dores, desvalorizados y humillados, nuestra actitud posee más connotación de
resignación y de víctima.

Todos los fenómenos de discriminación pueden desatar justificadamente cualquiera de


estos sentimientos en mayor o menor escala:
El de la mujer en una sociedad masculina.
El de personas de otra etnia en una sociedad racista.
El de los marginados económicos en una sociedad consumista.

47
SITUACIÓN:
ME EXIJO HACER
LO QUE NO DESEO

Aprendo a vivir Somatizo la exigencia


cada vez más (dolor de cabeza) y
desde las ganas continúo en la misma
y no actitud de que

Ocurre la integración
Ocurre la represión
del sentimiento de exigencia
del sentimiento de exigencia
y me siento bien
y siento mal

Lo acepto Lo rechazo

CURACIÓN
SIENTO PERSISTE LA
EXIGENCIA, ALTERACIÓN

SOBREEXIGENCIA,
ESTRÉS

48
EL ESTRÉS –
LA SOBREEXIGENCIA:
AVISADORES DE QUE NO FLUIMOS CON LA EXISTENCIA
LA EXIGENCIA EN SU FUNCIÓN SANA
SI queremos cuidar nuestra salud física y emocional, es de vital importancia exigirnos sólo
puntualmente. Los momentos de exigencia tienen que estar acompasados con momen-
tos de relax y disfrute de manera que las exigencias puntuales puedan transformarse en
desafíos agradables y enriquecedores para crecer.
 
LA EXIGENCIA EN FORMA ALTERADA A NIVEL COLECTIVO
En nuestra sociedad, admiramos a aquellos que se sobreexigen y se estresan al máximo
con tal de aumentar sus ingresos, no reconociendo a los que se conforman quizá fácil y
disfrutable de hacer parecería no constituir la adecuada fuente de ingresos. Pero si repa-
ramos un momento en las personas que realmente han tenido mucho éxito en su vida,
siempre han sido aquellas que se han arriesgado y jugado totalmente a hacer lo que más
les gustaba.

EL DISFRUTE PUEDE CURAR POR COMPLETO LA SOMATIZACION Y LA SENSACIÓN DE


SOBREEXIGENCIA.

49
SITUACIÓN:
DEBO ASUMIR ALGO

me siento conectado-a Me siento desconectado-a


y actúo y me comporto
responsablemente irresponsablemente
en la en la

Ocurre la integración
Ocurre la represión
del sentimiento de
del sentimiento de
responsabilidad
responsabilidad
y me siento bien
y siento mal

Lo acepto Lo rechazo

SIENTO
RESPONSABILIDAD
EN SU FUNCIÓN SANA EN FORMA ALTERADA

50
LA RESPONSABILIDAD EN SU
FUNCIÓN SANA
Es un invento de la existencia habernos provisto de un sentido de responsabilidad. Su
función es indicarnos a diario cuáles son nuestras tareas exteriores e interiores en la
convivencia regida por nuestros códigos éticos.

Tareas exteriores pueden ser el trabajo fuera o dentro de casa. Tareas interiores son el cui-
dado de nuestra salud, de nuestro bienestar, de nuestros actos y pensamientos, en resu-
men, de todo lo que nos pasa. Es nuestra responsabilidad encontrar el propósito de nues-
tra vida, curarnos y realizarnos a nivel humano y profesional.
 
LA RESPONSABILIDAD EN FORMA ALTERADA
La alteración de la responsabilidad tiene dos causas:
Nuestra educación, que nos condiciona a los dos extremos de la responsabilidad:
Tendemos a ser superresponsables cuando de niños se nos hizo responsables de
demasiadas cosas (por ejemplo: cuidar hermanitos más chicos siendo nosotros aún muy
pequeños), nos sentiremos excesivamente responsables por todo, inclusive por lo que no
nos corresponde.
Si fuimos niños sobreprotegidos, tendemos a ser irresponsables, porque no recibi-
mos la enseñanza de una responsabilidad sana acorde con nuestra edad.
La falta de conexión existencial:
En la medida que hemos perdido la natural conexión con nuestro cuerpo físico y
emocional, no nos sentimos responsables por lo que nos sucede (enfermedad corporal
y/o emocional-mental).
De igual manera, estamos desconectados de los demás, lo que causa una falta de
solidaridad y responsabilidad mutua.

51
SITUACIÓN:
ALGUIEN QUE LOGRA
LO QUE DESEO PARA MÍ

Doy los pasos para mis Me envenena la envidia


propios logros y proyecto toda
y puedo aún admirar a la capacidad sobre

Ocurre la integración
Ocurre la represión
de la admiración
de la admiración
y me siento bien
y siento mal

Lo acepto Lo rechazo

SIENTO
ADMIRACIÓN
EN SU FUNCIÓN SANA EN FORMA ALTERADA

52
LA ADMIRACIÓN – LA ENVIDIA
INDICADORAS DE LO QUE DESEAMOS OBTENER/LOGRAR
LA ADMIRACIÓN EN FORMA ALTERADA: LA ENVIDIA
Por lo general, la envidia se utiliza incorrectamente cuando comenzamos a pensar mal de
la persona envidiada, juzgándola negativamente, criticándola, hablando mal de ella.

Lo peligroso de esta actitud consiste en desaprovechar la envidia como indicadora y


motivadora de lo que queremos lograr, llenándonos de negatividad, siendo capaces de
odiar a quien envidiamos. La envidia mal encausada sigue las leyes energéticas que
equilibran todo en la existencia, y el mayor daño originado es el propio, lejos de ayudarnos
a lograr algo a nuestro favor.

El uso más fructífero es darle la bienvenida tratando de darnos cuenta de lo que


deseamos. Su dimensión es directamente proporcional a la falta de emprendimiento
enfocado a nuestra causa, indicándonos que un potencial importante dentro de nosotros
quedó sin desplegarse, sin poder florecer y traer sus frutos.

Ella nos invita a indagar profundamente en nosotros para mostrarnos que no nos
estamos dando algo, quizá por la creencia limitante de no sentirnos merecedores,
condicionándonos así a privarnos de ello. Podemos observar que el sentimiento de
envidia está ausente en personas realizadas a nivel humano y profesional.
 
EL EFECTO COLECTIVO DE LA ENVIDIA MAL ENCAUSADA
Correspondería a una sociedad donde se cultivaría la mediocridad por miedo a la envidia
de los demás. Se preferiría no tener éxito para permanecer desapercibido. Estaría mal
visto tener demasiado éxito, adjudicándoles a los exitosos cualidades deshonestas.

53
SITUACIÓN:
QUE ME
DESMOTIVA

Permanezco aburrido-a
Recobro motivación
y estancado-a en la
para cambiar o retirarme
de la

Ocurre la integración Ocurre la represión


del aburrimiento del aburrimiento
y me siento bien y siento mal

Lo acepto Lo rechazo

SIENTO
ABURRIMIENTO
EN SU FUNCIÓN SANA EN FORMA ALTERADA

54
LA DESGANA – LA INDIFERENCIA
– EL ABURRIMIENTO:
NUESTRO INTERÉS APAGADO Y/O ESTANCADO
DESGANA, INDIFERENCIA Y ABURRIMIENTO EN SUS FUNCIONES SANAS
Ellos nos quieren indicar que algo no mueve nuestro interés. No queremos dedicarnos
ahora a eso. Nos es indiferente, no nos interesa.

Todo estancamiento en situaciones exteriores o interiores causa aburrimiento. ¡Por


suerte! Así nos hacemos conscientes de ello.

¡Agradezco a mi capacidad de sentir aburrimiento el haberme indicado el camino para


cambiar esa situación en mi vida!

55
SITUACIÓN:
QUE ME SUPERA Y
SATURA

Recobro energía Permanezco agobiado-a


para cambiar o retirarme y estancado-a en la
de la

Ocurre la integración Ocurre la represión


del agobio-fastidio del agobio-fastidio
y me siento bien y siento mal

Lo acepto Lo rechazo

SIENTO
AGOBIO Y FASTIDIO
EN SU FUNCIÓN SANA EN FORMA ALTERADA

56
EL AGOBIO – EL FASTIDIO: AVISADORES DE SATURACIÓN
EL AGOBIO Y EL FASTIDIO EN SUS FUNCIONES SANAS
¡Qué suerte que estamos provistos del sentimiento de agobio para no permitir seguir
saturándonos! Pero si estamos dispuestos a que algo o alguien nos sature y nos agobie, se
activa la siguiente alarma: el fastidio. Cuando eso no alcanza, pueden desencadenarse
con total perfección la rebelión o la rabia.

En esas situaciones no es fructífero adoptar el papel de víctima, acumulando todos los


sentimientos activados por ellos, resignándonos a este ‘destino’. No somos víctimas de las
situaciones, ya que en algún momento las elegimos y en forma consciente o inconsciente
colaboramos a que sean como son.

Toda nuestra vida de adultos es una permanente elección. Todos los días decidimos en
cosas pequeñas o grandes sobre el destino de nuestra vida. Nadie tiene poder sobre ella
salvo que se lo hayamos entregado previamente.

El agobio y el fastidio desaparecen en la medida en que tomamos conciencia de nuestra


propia colaboración a que las situaciones sean agobiantes y fastidiosas. Podemos provo-
car un cambio favorable poniendo los límites adecuados y/o retirándonos de las situacio-
nes. Por lo general, siempre hay más de una opción. Es bueno darnos cuenta si optamos
por la más adecuada.

57
SITUACIÓN:
CAMINO INVIABLE DE
REALIZACIÓN DE UNA META

Reconozco mi equivocación, No reconozco mi


intento otro camino de equivocación e insisto
realización y no sigo en el por el mismo

Ocurre la integración del Ocurre la represión del


sentimiento de equivocación sentimiento de equivocación
y me siento bien y siento mal

Lo acepto Lo rechazo

SIENTO
EQUIVOCACIÓN
EN SU FUNCIÓN SANA EN FORMA ALTERADA

58
LA EQUIVOCACIÓN
–EL FRACASO:
LA EQUIVOCACIÓN – EL FRACASO:
LA EQUIVOCACIÓN Y EL FRACASO EN SUS FUNCIONES SANAS
Sentir que nos hemos equivocado o que hemos fracasado es siempre un mazazo a nues-
tro querido ego.

La sensación de habernos EQUIVOCADO nos indica que la FORMA elegida para lograr la
meta deseada es inadecuada. Debemos intentar el logro de la misma por otro camino.
Después de haberlo intentado por varios caminos diferentes, es sano cuestionarse si la
meta es adecuada.

En cambio, el FRACASO nos indica que esa META no era acertada. Nos invita a elegir un
objetivo diferente, más acorde con nuestro propósito vital.

Tenemos que incentivarnos a equivocarnos y a fracasar tranquilamente. Porque se trata


de una señal de la existencia de que por ahí no es. El enfoque más adecuado para esas
situaciones es: la existencia debe tener algo mejor para nosotros, por eso no nos deja
avanzar por ese camino o lograr esa meta. Llevándolo a la práctica terminaremos
agradeciendo a la sensación de equivocación y al fracaso el habernos guiado en el
camino al éxito.

59
SITUACIÓN:
META INCUMPLIDA A PESAR
DE INTENTARLO POR VARIOS
CAMINOS

Reconozco el fracaso,
elijo otra meta más No reconozco el fracaso
sintonizada con mi esencia e insisto en lograr la misma
y descarto la

Ocurre la integración Ocurre la represión


del sentimiento de fracaso del sentimiento de fracaso
y me siento bien y siento mal

Lo acepto Lo rechazo

SIENTO
FRACASO
EN SU FUNCIÓN SANA EN FORMA ALTERADA

60
LA EQUIVOCACIÓN Y EL
FRACASO EN FORMA ALTERADA
Cuando de niños nos equivocábamos y fracasábamos en el intento de lograr algo,
comúnmente nos criticaban y nos juzgaban en forma aniquilante como, por ejemplo:
‘Eres un inútil, no sirves para nada, todo lo haces mal, eres un fracaso’. Al transformar estos
juicios equivocados en creencias, somos víctimas de varias posibles consecuencias:

Tratamos compulsivamente de evitar una equivocación o un fracaso para que no se


activen estas creencias tan dolorosas y limitantes. Preferimos quedarnos estancados por
miedo a equivocarnos o a fracasar, lo que impide el desarrollo de nuestro potencial de
crecimiento.
La variante opuesta consiste en confirmar las creencias: nos lanzamos a los
proyectos sin precauciones, inconscientemente dispuestos y preparados a no tener éxito,
colaborando con la situación de fracaso y confirmando el ‘no sirvo para nada, todo lo
hago mal, soy un fracaso’.
Nos cuesta horrores reconocer nuestras equivocaciones y/o nuestros fracasos y
seguir intentando de buen ánimo otros caminos u otras alternativas.

61
SITUACIÓN:
META INCUMPLIDA
DESEO INSATISFECHO

Esto me coloca en Desconectado-a de


la realidad y me surgen la realidad vivo frustrado-a
ideas creativas para realizar y me estanco respecto a la

Ocurre la integración Ocurre la represión


de la frustración de la frustración
y me siento bien y siento mal

Lo acepto Lo rechazo

SIENTO
FRUSTRACIÓN
EN SU FUNCIÓN SANA EN FORMA ALTERADA

62
LA FRUSTRACIÓN – LA
DECEPCIÓN – LA DESILUSIÓN
NUESTRAS AMIGAS DE LA REALIDAD
LA FRUSTRACIÓN EN FORMA ALTERADA
Cuanto mayor es la frustración, más alejados estamos de lo real. Ella tiene la dimensión de
la distancia que nos separa de la realidad. Si vivimos frustrados, algo básico en la vida no
está dado:

Puede ser que vivamos en relaciones humanas que no van de acuerdo con lo que necesi-
tamos y anhelamos de ellas.

Puede ser que nos falten buenas relaciones.


Puede ser que trabajemos sólo por ganar el sustento, muy alejados en la realización
profesional del ‘propósito de nuestra vida’.
Puede ser que no sepamos vivir en presencia de un deseo aún sin cumplir y eso se
vive como frustración permanente.
 
Reprimiendo la frustración lograremos que todo permanezca igual, manteniendo una
excelente excusa para vivir quejándonos.

63
SITUACIÓN:
SE TRASPASA EL LÍMITE
DE MI CAPACIDAD

Acepto los límites de mi Permanezco sintiéndome


capacidad y me siento incapaz, no soluciono y
capaz de resolver la continúo atrayendo la

Ocurre la integración Ocurre la la represión


del sentimiento de del sentimiento d
incapacidad incapacida
y me siento bien y siento mal

Lo acepto Lo rechazo

SIENTO
INCAPACIDAD
EN SU FUNCIÓN SANA EN FORMA ALTERADA

64
LA INCAPACIDAD EN FORMA
ALTERADA, LA JAULA DE
NUESTRO POTENCIAL
Una de las principales causas del sentimiento de incapacidad sin aparente motivo, es el
efecto de la sobreprotección recibida en la infancia. Ella nos hace sacar esta conclusión: ‘Si
me protegen tanto y me prohíben tantas cosas, es porque debo ser sumamente incapaz
de moverme por cuenta propia en el mundo’.

Si hemos tenido madres sobre protectoras, de adultos nos domina una fuerte convicción
de ser incapaces para muchas cosas, cuando en realidad no lo somos.

Toda educación familiar e institucional que carece de reconocimiento y solo trabaja con
la sentencia, fomenta la equivocada sensación de incapacidad. Cuando de niños fuimos
calificados como malos alumnos, incapaces y hasta se nos trató de bobos o estúpidos,
quedamos marcados con esto para el resto de la vida.Todo nuestro potencial sin florecer
queda encerrado en la jaula de la incapacidad alterada. ¿Cuántos de nosotros
terminamos la formación profesional pero nunca llegamos a ejercerla? Al no hacerla,
manifestamos como verdadera la equivocada sensación de incapacidad, identificándo-
nos por completo con ella. Para el desarrollo de nuestro potencial en la vida es muy
importante curar esa sensación.

Lo habitual es luchar contra ella exigiéndonos realizarnos como profesionales, preparan-


do nuestro fracaso para confirmar lo que creemos: ‘No puedo, soy incapaz’. Sin embargo,
la curación de la incapacidad sucede con el total permiso de sentirla y aceptarla en toda
su dimensión (hasta puede aflorar una sensación de parálisis a nivel muscular). La frase
mágica es: ‘Está bien para mí sentirme totalmente incapaz. ¡Sé que no es cierto!’ De esa
manera iniciamos el proceso de recobrar nuestra capacidad.

65
66
SITUACIÓN:
SE AGOTAN MIS
RECURSOS

Recobro energía
y me Aumenta
cuido más yo cambio la el cansancio de la

Ocurre la integración Ocurre la represión


del sentimiento de del sentimiento de cansancio
cansancio y agotamiento y agotamiento
y me siento bien y siento resignación

Lo acepto Lo rechazo

SIENTO
CANSANCIO Y AGOTAMIENTO
EN SU FUNCIÓN SANA EN FORMA ALTERADA

67
EL CANSANCIO Y EL
AGOTAMIENTO EN SUS
FUNCIONES SANAS
El cansancio feliz después de haber trabajado a gusto es precioso. ¡Cómo se disfruta des-
cansando y durmiendo después!
Si, por el contrario, el cansancio y el agotamiento surgen acompañados de la sensación de
desgracia y de que ya no damos más, constituyen un indicador de que no estamos
cuidando debidamente nuestros recursos.

La sobreexigencia y el estrés causan un gran cansancio, porque no fluimos con la vida,


sino que luchamos contra ella reprimiendo nuestros genuinos deseos interiores.
Podemos estar seguros de que el sentir cansancio o agotamiento de cualquier índole
siempre tiene su razón de ser. Si no es explicable por una actividad actual, seguramente
radica en algo que sucedió anteriormente aflorando ahora para curar. Aparte de
descansar lo necesario, siempre podemos tener comprensión y aceptación con estos
sentimientos. Está bien estar cansados, nuestros recursos se están agotando, necesita-
mos una pausa, un descanso, un paréntesis, dado que toda la vida está basada en el ciclo
de la actividad y el descanso para mantenernos en una buena forma.

EL CANSANCIO Y EL AGOTAMIENTO EN FORMA ALTERADA


Cuando estamos por aniquilar nuestros recursos desoyendo las evidentes señales de sus
cuidadores, nos bajan las defensas, enfermamos y estamos obligados a descansar.
¡Trabajo muy bien hecho por dichos cuidadores! Por un rato toleran que abusemos de los
recursos, pero cuando no perciben un posible fin del abuso, nos obligan a descansar a
través de una somatización.
Existe un cansacio-agotamiento que no desaparece con el sueño, es más, no nos deja
dormir bien. No se alivia durmiendo porque su motivo no es la falta de sueño, sino el
agotamiento psíquico causado por la represión de contenidos emocionales alterados.
Tomar pastillas para poder dormir sólo puede constituir una emergencia. En este caso lo
más indicado es animarnos a una curación emocional para prevenir un mayor sufrimien-
to y recuperar el sueño natural, profundo y refrescante.

68
69
SITUACIÓN:
REPRESIÓN EN
GRAN ESCALA
DE UN SENTIMIENTO

Acepto la angustia, Aumento la angustia


tengo acceso al sentimiento y me medico
reprimido para curarlo para poder soportar
y no necesito la y continuar la

Ocurre la la represión
Ocurre la integración
de la angustia
de la angustia y
y siento resignación

Lo acepto Lo rechazo

SIENTO
ANGUSTIA
EN SU FUNCIÓN SANA EN FORMA ALTERADA

70
LA ANGUSTIA:
LA CUIDADORA DE NUESTRO CANAL EMOCIONAL
LA ANGUSTIA EN SU FUNCIÓN SANA
Este sentimiento aflora en situaciones exteriores que nos afectan y nos ‘angustian’,
avisándonos que estamos reprimiendo las emociones activadas en ellas.

La misma palabra nos indica que estrechamos, ‘angostamos’ nuestro canal emocional,
al reprimir en gran escala cualquier sentimiento difícil activado por un hecho emocio-
nante. La presión dolorosa localizada en el pecho se siente inclusive a nivel físico.Si nos
permitiéramos sentirla y aceptarla, de inmediato afloraría algún otro sentimiento: dolor,
tristeza, rabia, miedo, abandono o amor reprimido. Canalizando estos sentimientos de
manera fructífera, desaparecerá de inmediato la angustia. Debemos agradecerle su
aviso de excesiva represión, dándonos la oportunidad de fluir libremente, expresando y
aceptando las emociones reprimidas, para que nos informen y nos guíen de este modo
hacia la recuperación de nuestro bienestar.

71
SITUACIÓN:
SE TRASPASA MI LÍMITE
DE INTENSIDAD

Aumenta la desesperación
Recobro la serenidad y
y bruscamente trato
Percibo cómo salir de la
de salir de la

Ocurre la integración Ocurre la represión


de la desesperación de la desesperación
y me siento bien y siento mal

Lo acepto Lo rechazo

SIENTO
DESESPERACIÓN
EN SU FUNCIÓN SANA EN FORMA ALTERADA

72
LA DESESPERACIÓN:
NUESTRA AVISADORA DEL LÍMITE DE INTENSIDAD
LA DESESPERACIÓN EN SU FUNCIÓN SANA
Comenzamos a sentir desesperación cuando un sentimiento se activa con demasiada
intensidad a raíz de una situación que nos sobrepasa. Ejemplos de ello son las elevadas
intensidades de dolor, de rabia, de angustia, de miedo, de pánico (como la claustrofobia)
que nos desesperan profundamente.

La desesperación va acompañada de su otro componente: la sensación de estar


atrapados en esa situación. Como lo dice la palabra: estamos des-esperados, o sea, sin
esperanza de poder salir de allí. Esto nos empuja a un último intento más o menos brusco
de aunar todos nuestros recursos, todas nuestras fuerzas, para salir de la situación interior
o exterior en la que nos sentimos atrapados, dado que llegamos al límite de intensidad
tolerable.

LA DESESPERACIÓN EN FORMA ALTERADA


Por lo general, al nacer sentimos una buena dosis de desesperación, dependiendo de lo
difícil que fue nuestra venida al mundo. El parto reúne todas las características para
desatar la desesperación: atrapados en un lugar ya demasiado pequeño (útero o canal de
parto), con la intensidad de las contracciones y el pánico de que quizá no podremos salir
de allí, sumado a la posibilidad de morir en el intento. La real falta de oxígeno durante el
proceso provoca somatizaciones de asfixia y taquicardia ligadas a la desesperación de
este episodio. Si esta situación duró horas, seguramente tenemos nuestra desesperación
alterada.
Si nos desesperamos fácilmente sin que las situaciones sean tan intensas y/o atrapantes,
esto es señal de que nuestra gran desesperación originada al nacer intenta aflorar para
poder curar. Reaccionando en el presente según la carga emocional vieja, es factible que
nos equivoquemos y busquemos la ‘salida’ por donde no la hay. En este caso es impres-
cindible darnos cuenta que es un proceso interior y que en realidad no hay nada tan
atrapante/desesperante en la situación actual. Si ahora afloran asfixia y taquicardia, solo lo
harán energéticamente, no habiendo ningún peligro real de vida aunque lo sintamos así.
Durante procesos de curación tan intensos es conveniente recurrir a un apoyo profesional
que nos guíe y nos ayude a atravesar estas alteraciones tan difíciles de aceptar.

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SITUACIÓN:
ALGUIEN-ALGO MUEVE
MI ENERGÍA DE UNIÓN

Aumenta el amor La represión del amor


y puedo vivir una relación Me angustia, y no actúo
acorde a la acorde a la

Ocurre la represión
Ocurre la integración
del amor
del amor
y siento resignación
y me siento bien

Lo acepto Lo rechazo

SIENTO
AMOR
EN SU FUNCIÓN SANA EN FORMA ALTERADA

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EL AMOR EN SU FUNCIÓN SANA
Sobre el amor hay tanto dicho, escrito y cantado, que es bueno reducirse a lo esencial.
Para describirlo no alcanzan las palabras. Pertenece al gran misterio de la vida y es capaz
de hacer milagros.
Es la energía creadora, unificadora y curadora más potente que existe. Y según todas las
religiones, es la base de la existencia.

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SITUACIÓN:
ALGUIEN QUE AMO
ACTÚA DE FORMA TAL QUE
NO PUEDO AMARLO MÁS
Vuelvo a sentir amor,
Alimento el
perdono, puedo cambiar
odio que envenena
o retirarme de la
mi vida y continúa la

Ocurre la represión
Ocurre la integración
del odio
del odio
y siento resignación
y me siento bien

Lo acepto Lo rechazo

SIENTO
ODIO
EN SU FUNCIÓN SANA EN FORMA ALTERADA

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EL AMOR EN FORMA ALTERADA:
EL ODIO
LA ANGUSTIA EN SU FUNCIÓN SANA
Sólo somos capaces de odiar a quien hemos amado previamente. Cuando la persona
querida tiene comportamientos o dice cosas que nos impiden entregarle nuestro amor,
la misma energía se transforma en odio.

La dimensión de nuestro odio indica la dimensión del amor que aún le tenemos y no
podemos entregar en forma directa.

Si logramos comprender desde la compasión la razón de sus comportamientos que tanto


nos dañan, quizá podamos volver a sentir amor en vez de odio. Lo más sano que podemos
hacer es aceptar el odio como un a forma de amor alterada.

Si odiamos a personas que no conocemos (personas públicas, de la televisión, etc.),


proyectamos en ellas las partes nuestras que odiamos. También es posible que proyecte-
mos sobre ellas figuras importantes de nuestro pasado con quienes no hemos curado la
relación: madre, padre, hermanos, maestros, etc. Si tenemos tendencias a proyectar esto,
también puede ocurrir en la comunicación cotidiana con personas conocidas y queridas.
Nuestro odio entonces es sólo nuestra momentánea imposibilidad de entregar amor a
una parte nuestra, a una persona querida o a una figura del pasado. La profunda
comprensión y aceptación de ese odio lo disuelve y lo transforma nuevamente en amor.

Los deseos de aniquilar se basan en un odio muy grande que podemos explicar así: el
sentimiento que más plenitud, felicidad y vitalidad nos da es el amor, que fluye desde
nuestro corazón hacia el ser querido. Si éste nos hace tanto daño que no podemos amarlo
más, nos priva de la inmensa felicidad vital que nos produce sentir y entregar ese amor.
Es como si nos cortaran la vida, y por eso queremos ‘acortarle’ la vida también a él.
Comprenderlo de esta manera sin actuar de acuerdo con los impulsos aniquilantes, hace
que tomemos conciencia de que nuestra capacidad de amar está siempre en nosotros.
Los demás la pueden movilizar o no, pero nunca pueden destruirla.

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SITUACIÓN:
RECIBO ALGO

Expreso el agradecimiento Desarrollo un


estoy abierto-a a la comportamiento
abundancia y con desagradecido
frecuencia y sólo ocasionalmente

Ocurre la integración Ocurre la represión


del agradecimiento del agradecimiento
y me siento bien y siento resignación

Lo acepto Lo rechazo

SIENTO
AGRADECIMIENTO
EN SU FUNCIÓN SANA EN FORMA ALTERADA

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EL AGRADECIMIENTO:
NUESTRA VALORACIÓN DE LO QUE TENEMOS
EL AGRADECIMIENTO EN SU FUNCIÓN SANA
La función sana del agradecimiento es mantener nuestro corazón en la actitud de
humildad adecuada frente al gran milagro de la abundancia existencia. Sólo nos puede
llegar lo que necesitamos, si nuestro corazón humilde y agradecida queda abierto y
conectado con la abundancia.

El agradecimiento como valoración de lo que ahora tenemos nos conecta con la


sensación de abundancia y de riqueza, sin considerar la posesión de bienes materiales.

Me refiero a agradecer cosas sencillas y cotidianas: el alimento a la hora de comer, el agua


que bebemos, el aire que respiramos, el sol acariciando nuestra piel, el viento en las ramas
de los árboles, el canto de un pájaro, la sonrisa o mirada de un ser querido, el techo sobre
nuestra cabeza, el agua caliente de la ducha, etc.

Podemos tener abundancia de amor, de amigos, de salud, de conexión existencial, de


felicidad, de humor, de alegría, etc.

Mi propia experiencia, confirmada por quienes asistí, me mostró que los bienes
materiales juegan un papel secundario a los efectos de sentirnos agradecidos, plenos y
enriquecidos. Ya mencioné que lo que nos hace feliz no se compra en el supermercado ni
se consigue a través de una gran cuenta bancaria

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