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LA UTOPÍA DEL LLANO A CABALLO

[EL CIELO POR ASALTO]


A propósito del libro “Del quehacer
consuetudinario primario al proceso legislativo
apureño” del Maestro Argenis Méndez
Echenique.
SAÚL RIVAS-RIVAS
Utopía del llano a Caballo/el Cielo por Asalto: en memoria del
General José Cornelio Muñoz en el Bicentenario de Carabobo, a su
encuentro con los Padres y Madres de la Patria en el Panteón
Nacional [Al soldado y la soldada anónimos de esa Espiga
sembrada en Carabobo]
A nuestros hermanos cuiva Marcelo y David Machal,
descendientes de las víctimas de la masacre de La Rubiera; al
padre Gonzalo González, Marcelo Tapia y Arelis Sumabila, aliados
incondicionales del pueblo cuiva junto con el Comandante Hugo
Chávez. La primera referencia del Comandante Chávez, la tuvimos
Erólida y yo, junto con la hermana wayuu Noelí Pocaterra Uliana,
de boca de Marcelo y David…1986-88, sin que supiéramos que nos
hablaban del mismo hombre/pueblo del 4 de febrero del 92.. .
Mucha sabana y Mucha historia hay aquí, diría el
Comandante Hugo Chávez [Retomando el nombre del
Programa en VTV del Maestro Pedro Calzadilla]
LA LENGUA DE LOS MÉDANOS EN LOS SUSURROS DEL
VIENTO MILENARIO

[Como un Quijote, Argenis, casi medio siglo tirándole piedras a los


molinos de viento, casi medio siglo, corriendo detrás de los médanos
de Apure, con palabras al viento milenario para plantearles la
incorporación del irreductible e incorruptible Prócer bolivariano de
Carabobo José Cornelio Muñoz al Panteón Nacional… [Allí lo esperan
en silencio ancestral y contemporáneo Guaicaipuro y Bolívar, Negro
Primero, Apakuana y Josefa Camejo; incluso su compadre, el Taita:
aquel Páez independentista, de Mucuritas y las Queseras del Medio,
cuando fueron juntos hasta Carabobo los paritarios Centauros de la
Utopía del Llano a Caballo a tomar el Cielo por Asalto, hasta su
doloroso desencuentro en la Batalla de Los Araguatos: 1848, serio
antecedente de nuestra Guerra Federal, poco registrado por nuestra
historiografía. En Los Araguatos, José Cornelio por su pueblo habla
en cuiva y en pumé, en jivi y en amorúa, en achagua y en otomaco,
pero también hablaba en castellano y en Quijote, en la lengua de la
sabana y de los Centauros del Llano].
-Me pregunto qué hay aquí de más original en el libro
del Maestro Argenis Méndez Echenique, miembro de
la Academia Nacional de la Historia; geo-historiador
de una región como Apure: algo que para el
observador ligero pudiera parecer una recarga de un
sinnúmero de autores de múltiples tendencias sin
posibilidad de encuentro y de diálogo; para otros se
trataría de un “sincretismo” filosófico, histórico,
cultural o religioso; porque la formación que
recibimos sólo entiende de sistemas cerrados y únicos
de pensamiento en la acción política y social o de
síntesis terminales y sus metástasis, que pretendan
anular todo encuentro intercultural fecundo de las
distintas civilizaciones, con peor suerte para las
microsociedades caribes, arawacas y de lenguas
independientes como los pumé, jivi, cuiva y amorúa
o como los achagua y otomaco. Sin embargo observo
además de una coherencia entre constantes dudas e
interrogantes, innovación y creatividad de sembrador
de sueños entre deslumbrantes ríos apureños de la
cuenca orinoquense guayano/amazónica. Lo más
original: valerse de todo un recorrido de la cultura
occidental entre dudas y suspicacias para desmontar a
Occidente en su pretendido “derecho imperial de
conquista”, ayer y hoy. Valerse de la academia para
descodificarla y recodificarla apuntando hacia la
búsqueda de nuevos códigos antropológicos, geo-
históricos y socioculturales con ciertas
aproximaciones a lo inter-civilizatorio. Usa una frase
del académico Arcila Farías que resume la continuidad
y vigencia del mundo indígena, sin solución de
continuidad por la cultura hegemónica:
“Nuestra historia arranca del indígena que habitaba estas
tierras mucho antes de que llegase el español, no sabemos
cuánto tiempo atrás; continuó sin interrupción durante
tres siglos de la colonia y prosigue en la República sin
solución de continuidad”… Esto de “sin solución de
continuidad”, sugiere que tampoco en la República
mantuana estaba prevista la continuidad y la inclusión de
los pueblos originarios: la apuesta, su disolución o muerte,
etno-genocidio lento, disfrazado de “integración” a la vida
nacional, como lo expresaba la Constitución del 61 en su
art. 77. La única solución de continuidad es la continuidad
de la colonia y el régimen de excepción o minoría de edad
histórica y cultural.
Hay una copiosa información histórica pasando por un
registro del derecho oral y legislación escrita. [¿Qué hay
distancias increíbles entre el derecho oral y el derecho
positivo actual y sus legislaciones? Claro que sí, amigo
Argenis: pero no hay superación global del derecho
consuetudinario por el derecho positivo. Y es lo que de
algún modo, pones de manifiesto entre dudas metódicas.
Más allá de ello, la utopía del derecho occidental es que
algún día el derecho escrito se confunda con la costumbre.
Algo que en el fondo, también constatas en tus
investigaciones, que en conjunto haces con tu hijo Daniel
Argenis. Utopía a caballo cimarrón, del indio a pie [flecha
y lanza en mano], o ya, en avión o por satélite… a tomar el
Cielo por Asalto.
En el proteico legado de Chávez recoge Argenis lo que el
Maestro Esteban Emilio Mosonyi llamaría la pancronía de
la formación geohistórica y social de Apure [sin obviar por
esto algunas diferencias con Esteban Emilio en relación a la
revolución bolivariana y algunas diferencias de Mosonyi
con Argenis en el manejo de algunas categorías
antropológicas básicas]
-Antes de escribir este Prólogo, sentimos que este trabajo,
aunque referido a la región de Apure –para decirlo en los
términos del historiador Ramón J. Velásquez- es un
verdadero “Repaso de la Historia de Venezuela”, abierta a
la llanura, donde cielo y tierra se juntan en aquel horizonte
infinito y, de paso, nos remite al Popol Vuh, Libro de la
Comunidad en su llamado a “ver de cerca muchas veces” y
a “ver de lejos muchas veces”[¿Acaso no hubo contacto de
Apure con los Mayas?]. Apure es de algún modo, ese lugar
de “ahí mismito”, “más allá del más allá” de donde
alcanzan mis ojos y el vuelo atrevido de los pájaros.. Cada
vez que caminamos o con nosotros camina el caballo
cerrero, acompañado de la música cerrera del llano y sus
intrincados contrapunteos, donde se encuentran sin
anularse legados indígenas, africanos e hispánicos; las
más cercanas estrellas y hasta la luna, caminan delante de
nosotros[sombra en la noche, de caballo y jinete, más allá,
sombras de aparecidos, el ruido de la sayona o del silbón]
y esa luna y estrellas, se vuelven más y más lejanas,
haciendo utopías en el andar y el desandar, trillando
caminos sobre los médanos en el desafío de tempestuosos
vientos ancestrales; uniendo el mito de los orígenes de
cada pueblo a la historia, la historia a la ciencia y la ciencia
a la cultura de origen, a las múltiples civilizaciones, el
porvenir y el por hacer de cada pueblo: Argenis: “¿la
utopía del llano a caballo?”. Nos convocas de nuevo, con
José Cornelio a “¿tomar el cielo por asalto?. Como decía el
antropólogo y llanero Efraín Hurtado, historia, cultura y
civilización se escriben en plural y también ciencia y
tecnología diremos ahora. Advirtiéndonos que la
propiedad horizontal tiene ojo de buey, desmemoria,
incomunicación [desconexión con la tierra y el cosmos:
desequilibrio físico, psíquico, emocional y espiritual,
ruptura de la solidaridad comunal y soledad de la ciudad].
Pero sobre todo tendencia a la anulación de nuestras
espiritualidades, lo más irreductible al pragmatismo anglo-
norteamericano en el decir de Mariano Picón Salas. Esas
espiritualidades, terrenalidad de las utopías que hacen
caminos, que hacen historia, tensión dialéctica entre
historia concreta y utopía, caminos de independencia,
soberanía y liberación desde la libertad plena, en el aquí y
ahora de la política. Con sus Boves, con sus Páez, los indios
y lanceros de a pié, sus Negro Primero y sus zambos, sus
José Cornelio y el paso de Los Zamora que alumbran en
Santa Inés. Admitamos que el llano también tiene sus
Popol Vuh, escritos en las llamaradas de las cenizas del
tiempo y en las huellas dactilares de cada pueblo: a veces
labrada a sangre y fuego, flechas, lanzas (guaicas) y fusiles;
la resistencia a la conquista y colonia, la Independencia y
la Guerra Federal, desde Piar y la indiada y su batallón
rifles, desde Chirica y Carabobo hasta Ayacucho. Desde
Angostura con Bolívar al paso por ese llano como “Punto
de Encuentro”, sabana abanicada de múltiples
civilizaciones, sin desconocer sus pueblos y civilizaciones
originarias, salvo en las pretensiones, como apunta
Argenis, de una clase dirigente formada al crecimiento del
ganado cimarrón montando zanjas y cercas sobre cercas y
empalizadas para la apropiación privada del espacio
infinito. De allí el viejo nombre de “ganado”, asociado al
pastoreo y ciertas formas del nacimiento de los Estados
Patriarcales. Ese tránsito del cimarronaje del ganado al
hato privado y del cimarronaje indígena y negro en la
formación del llanero convocado a todas las
insubordinaciones, lo describe muy bien Argenis…como en
otro orden lo hace Adolfo Rodríguez, que ve en su
formación reciente una neo-etnia, pero no un “pueblo
nuevo”,[sin raíces y sin pasado] nunca desentendido de
sus antecedentes indígenas en cada presente, en
convivencia traumática y desigual con la sociedad
dominante y sus élites: no es un híbrido atípico o borroso
de sus huellas dactilares colectivas; en el llano y el llanero
está el indio, dentro y fuera, vivito y coleando, transitando
mestizajes múltiples, llanuras y galerías selváticas en sus
rituales itinerantes. Es allí donde “el indio bueno” y la
rotación de los pueblos originarios por las galerías
selváticas de los ríos, mueren al nacer[al nacer del hato y
la sabana bajo cerca y herraje]: de allí la necesidad de
“reducir”, “evangelizar” y “civilizar” y por último,
“modernizar/desarrollar” hasta el empobrecimiento de la
tierra y el hombre como diría Marx, anexando ahora, el
empobrecimiento vital de sus ríos, que como apunta el
hermano indio Omar Viana, sus caños no tienen el
mantenimiento constante de la navegación del indio:
ahora el indio acuático, de canalete y fuera de borda, se ha
vuelto más terrícola al traficar por carreteras.
Ocurrió también, pero bajo una modalidad distinta, más
cruel y extremista, el Apartheid anglonorteamericano con
tres requisitos: blanco, anglosajón y presbiteriano [tres
condiciones indispensables para ser norteamericano de
primera dentro del apartheid de aquel pueblo europeo
trasplantado, donde no cabe ni la misma Europa del Sur:
allí españoles, portugueses, italianos y franceses y otras
minorías europeas, pasan a ser nuevos “indios sin alma”].
-La primera referencia del académico Argenis Méndez
Echenique, fue la de mis buenos amigos, Ildefonso Leal y
Marcial Ramos Guedez, quienes me ofrecieron un libro
suyo sobre Apure; otra referencia fue del amigo Adolfo
Rodríguez en su casa de Los Teques conversando sobre el
llano en holgados chinchorros, con los te del herbolario
tropical de Clarita, su compañera, incorporada a estos
diálogos, y donde un día nos encontramos con el camarada
José Sant Roz. Luego a través de otro amigo del llano,
Omar Viana, hicimos prolongados intercambios telefónicos
o por internet, lo que nos ha permitido acercarnos a los
referentes de ambos y facilitar el intercambio de ideas,
algo extraño a esta “Era Digital”, que ha logrado expulsar
del panorama intelectual y espiritual hasta la Galaxia
Gutenberg: esta nueva inquisición quema el libro de carne
y hueso y apela al libro virtual, incluso para trabajos
doctorales y posdoctorales. De paso, indios y chamanes
sirven para doctorar y pos-doctorar, pero sus culturas son
vistas como “embrionarias” o “incipientes”. La Era digital
pretende sustituir el amor de carne y hueso y su más alta
trascendencia espiritual para hacerlo por internet..
Además, este Antiprólogo en esta Era, ni desde la
resistencia y emancipación puede tener sello anti-libro
bajo pretexto de reivindicar la oralidad [oralidad y
escritura, ambas, incluyendo el naciente mundo virtual,
deben y pueden convivir sin pretensiones de superación
global y lineal de unos a otros: son complementarios bajo
el lente de la interculturalidad, si bien es cierto que la
crónica y la historiografía dominante están escritas por
conquistadores, sus descendientes y académicos
adoctrinados en la minoría de edad y el supuesto
“primitivismo” indígena. Pero hoy, es tiempo, como decía
Galeano de reivindicar toda memoria, porque “toda
memoria es siempre subversiva”, como lo registra Argenis
en su recorrido por Apure, sobre derecho oral y escrito en
el marco legislativo. Otro punto de encuentro ha sido su
preocupación por la biografía del incorruptible General
José Cornelio Muñoz, héroe casi anónimo de Carabobo y
compadre de uña y carne del General José Antonio Páez,
hermanados en batallas que convierten a ambos en
destacado duo de Centauros del llano, hasta su ruptura
con Páez en la batalla de Los Araguatos (1848). Nos une su
preocupación por esa otra Espiga Sembrada en Carabobo y
su exclusión del Panteón Nacional, cuyo nombre junto con
el de Piar fue retomado por el diputado Diosdado Cabello
en el discurso de orden del bicentenario del Congreso de
Angostura en Ciudad Bolívar como Presidente de la
Asamblea Nacional Constituyente, en nombre de la misma
justicia histórica intercultural bolivariana, tomándole el
pulso al Presidente Nicolás Maduro [en relación a Piar],
quien lo había anunciado en el Bicentenario de la Batalla
de Chirica: 1817-2017. Luego, en el discurso de orden de
los 200 años de la liberación de Maracaibo y su
incorporación a la República de Venezuela, vuelve a
retomarlo el diputado Diosdado Cabello (28 de
enero:2021). La memoria de José Cornelio Muñoz se une a
mi familia por la vía paterna porque mi abuelo Moisés
Rivas y el General Toribio Muñoz, Presidente del Estado
Bolívar cuando Gómez eran hermanos, ambos bisnietos
del General José Cornelio Muñoz. Conocí a los tíos
Federico y Neno Muñoz en Upata a la edad de cinco años,
de paso, amigos de Argenis y consultados por él para la
biografía del Prócer: quizá por ello Argenis me ha pedido
incorporarme a la campaña de José Cornelio al Panteón,
unido a otras tareas de refundación de la República con la
incorporación de Guaicaipuro al Panteón Nacional,
contribuyendo a refundar la nacionalidad venezolana en la
unidad bolivariana y en sus bases societarias indo-
socialistas, pasando por las teologías de la liberación con el
mismo espíritu independentista de Juan Germán Roscio.
Guayana y Apure están unidos desde tiempos remotos,
pero también en tiempos recientes con apellidos como
Méndez, Urbano Taylor, Laprea, además de los Muñoz,
incluyendo al propio héroe de Carabobo. Hay hasta una
tradicional hayaca viajera por el Orinoco, que pasaba
semanas sin descomponerse, desde Barinas y Apure hasta
Guayana.
-Un Prólogo en sentido general debe tratar de resumir
propósitos, contenidos y propuestas del autor; pero, en la
perspectiva intercultural que manejamos desde nuestras
Cátedras Libres, la Intercultural César Rengifo (Min ppp la
Educación: DGI); la Cátedra Intercultural de Saberes
Ancestrales Inventamos o Erramos (Funda-Idea. Minppp
de Ciencia y Tecnología), la Comisión Presidencial contra el
racismo y otras modalidades de discriminación (Minppp la
Educación), la Dirección de Proyectos Estratégicos de la
Villa del Cine, refundando el Cine Nacional en este
bicentenario de Carabobo. Ética de la Cátedra: Me
recordaban los camaradas de equipo Roberto Urbano
Taylor, Nelson Rodríguez, Yolanda Arguello, María Elena
Pérez, Mónica González, Irving Vivas, Osman Llavaneras,
Yolimar Hernández, Orlando Camacaro, entre otros que un
Anti-Prólogo - que nosotros llamamos borradores de
trabajo - debe abrir y establecer espacios de diálogos
intensos y permanentes, comprometidos en los complejos
procesos de descolonización, liberación política y
socioeconómica, complementada con una subterránea
revolución cultural y educativa, comunicacional, ética y
espiritual: invisible por ahora, pero en marcha a escala
planetaria, barriendo nombres, cultos y estatuaria de
conquistadores y esclavistas de los apartheid. Se plantea
además que desde ciertos ámbitos de la antropología
crítica, el llamado “hombre primitivo” desapareció hace
unos 10 milenios, probablemente con el último
Neanderthal; respuesta de algún modo a las teorías
lineales del atraso y del progreso. Antiprólogo es, ese
compromiso orgánico de presentar Antimanuales –como
lo hace Argenis- contra ortodoxias rancias frente a las
ortopraxis de la vida fresca, constituyente, innovadora,
propositiva y dinámica, como lo sustentan Ludovico Silva
y los teóricos de las Teologías de la Liberación: JM
González Ruiz, entre otros (sean éstas católicas,
protestantes, islámicas, judías, budistas, taoístas,
espiritualidades indígenas, afroamericanas o de otras
procedencias a escala del planeta: claves hoy en su
ecumenismo para enfrentar lo que Paulo Freire llamó
violencia horizontal).
- Lo que Argenis nos trae es un encuentro con múltiples
contextualizaciones desde unos referenciales pluri-
paradigmáticos, en el fondo, de naturaleza intrahistórica
[de algún modo autobiográfica y de un sano regionalismo
apureño como vida comprometida con un ideal de alto
alcance en el tiempo]; geo-histórica intercultural –o de lo
que postulamos desde la educación y la convivencia intra e
intercultural- que no por abordar un objeto específico se
entrampa en las clásicas colchas de retazo de las
descontextualizaciones al perder de vista la dialéctica
entre lo general y lo específico, unidad y diversidad.
Derecho oral/derecho escrito en su respectiva
complementariedad: su estrecho ligamen con distintas
bases técnico-materiales, sus respectivas geo-economías,
antes, durante y después de la conquista y la colonia; en
una determinada regionalidad geohistórica y cultural; en
sus respectivas localidades de familia grande para formar
pequeñas comunidades, cuyo tamaño guarda relación con
el patrón de asentamiento o estrategia de ocupación del
territorio, como lo apunta de modo acertado el amigo
antropólogo Rafael Straus, citado por Méndez Echenique.
En otro orden: [Una civilización no es un problema de
número sino de unidad en lo diverso –paridad entre
cultura propia y ecosistemas en vinculación dinámica, de
mutuos cambios e intercambios-; capacidad de dar
respuesta de continuidad y rupturas parciales a los retos,
sin dejar de prever y construir el porvenir: la
contemporaneidad es el enlace del pasado con el futuro,
desde cada presente concreto] [Apure, su contexto
indígena y llanero de ayer y de hoy, de resistencia a la
conquista y la colonia, con sus especificidades de
poblamiento indígena, de conquista, colonia,
independencia, república hasta hoy; Apure en
desconcierto con la Independencia mantuana, se alista
primero con Boves y luego, se rencuentra en Páez con
Bolívar; después en desencuentro con Páez en la traición a
la unidad bolivariana y a su compadre y compañero de
armas, José Cornelio Muñoz en la batalla de Los Araguatos.
Luego ese llano rebelde se sacude con el grito anónimo de
la Guerra Federal: ¡Patria para los indios, patria para los
negros, patria para los pobres en una identificación racial,
étnica y clasista para describir lo que encubría el proceso
de campesinización desindianizante, expropiación y
empobrecimiento colonial y mantuano]; se interpenetra
este Apure –visto de algún modo por Argenis- en la
venezolanidad, sin divorcio del sueño de la unidad
bolivariana contra los Páez y los Santander de ayer y de
hoy, los Sarmiento y Alberdi o los Vasconcelos, formados
al calor del nazi-fascismo con su engolosinada “raza
cósmica” ultra mestiza/desmestizante; pasando por los
nudos más críticos de la mundialidad actual, que el
sistema conviene en llamar desde los cogollos de la hiper-
burguesía, “globalización”; esto después de cinco siglos de
su revestimiento de supuesta “universalidad”: que se
confunde adrede con la expansión y apropiación colonial
europea sobre América y otros continentes a partir del
tropezón con nosotros “los indios sin alma” de ayer y de
hoy ().En cambio, en muchas filosofías indias del Buen
Vivir, como en muchas filosofías asiáticas, la unidad se
construye en paridad, como en la unidad yin/yan.[o en
cuatro direcciones: cuatripartición de las redes
horizontales, federativas y confederativas, según los casos
de guerra o de paz, como lo ve Salvador Palomino;
horizontalidades de las microsociedades que no guardan
relación con imperios e ideas imperiales, aunque no
vacunadas de disputas inter-territoriales e inter-étnicas a
lo interno; pero recordemos que el paradigma
confederativo de los iroqueses, sin ser parte de las
llamadas “Altas Culturas” sirvió de referencia
Constitucional a los Estados Unidos de América, cuyo
derecho oral, en este caso, nutrió al derecho escrito y el
derecho escrito se volvió breve constitucionalmente,
atendiendo en parte al peso del derecho consuetudinario,
no por alta consideración de los anglosajones al
poblamiento indígena, como tampoco lo fue aquí –de
parte de los Reyes de España- en localidades y regiones de
la llamada antigua Capitanía General de Venezuela, que
buscó dar unidad político territorial a las siete áreas del
poblamiento indígena ancestral, en buena medida
acostumbrados a ciertas formas de autogobierno y de
normar desde la oralidad y la costumbre…[Ya lo
apuntaban los Maestros Mario Sanoja e Iraida Vargas, que
las siete áreas del poblamiento indígena hasta hoy,
marcaron de manera irreversible los perfiles locales y
regionales de la Venezuela actual: es en mi opinión lo que
Argenis encuentra en la construcción de la pancronía
apureña. De paso Inglaterra hoy, padre del apartheid
norteamericano, trata de conciliar ambos derechos en su
realidad interna plurinacional. Llama la atención que la
región de Europa, cuna de la revolución industrial y la que
más descodificó las ataduras feudales sea una monarquía
constitucional y donde el derecho consuetudinario tenga
su propio peso. O que el incanato de los Andes sea cuna de
un derecho oral pancrónico, arraigado en el Ayllu, sin
desestimar el aporte o la carga histórica de la ancestral
conformación innovadora en toda la cosmogénesis y
antropogénesis de la cultura andina, si bien en desigual
relación histórica y social de complementariedad con las
constelaciones de las microsociedades amazónicas;
andinismo que de algún modo, tanto influyó en la
revolución francesa y en todo el pensamiento moderno del
mundo europeo, incluso en las utopías socialistas y
comunistas, como lo percibió en el V Centenario Arturo
Uslar Pietri (1992).
-Nos presenta Argenis un estilo sencillo, coloquial, casi
periodístico, sin dejar por eso de ser un trabajo académico,
al mismo tiempo accesible a la gente de todas las
disciplinas. Lo que requieren también los cronistas
comunales en su proceso de formación.
-Un encuentro vivencial y convivencial, nos trae Argenis al
querer reconciliar la academia con la vida, liberándola así
de las sobredosis de las hiper-especializaciones mutilantes,
que la divorcian cada vez más de su originaria cosmicidad
en la matriz histórica de todas las etnociencias; donde la
academia vivenciada, tropieza sus pesadas cargas
ortodoxas con las refrescantes lluvias de una
descolonización del espíritu, en los abrevaderos de la
radicalidad: yendo a la raíz de las múltiples causas,
vertientes y contextos para no caer en extremismos,
dogmatismos y fundamentalismos nazi-fascistas, que a
veces se amparan en la supuesta defensa de los valores de
la llamada “civilización” grecorromana y “judeocristiana”,
para esconder otros intereses materiales y espirituales
inmediatistas. Como lo acabamos de ver en Bolivia, diría
Argenis. Condenando al “paganismo”, el “salvajismo” o la
“barbarie” a las otras civilizaciones, anteriores o
contemporáneas del Occidente renacentista, ilustrado o de
un modernismo unilateral hasta desembocar en la
microelectrónica y los caminos del vacío en la alienación
digital, incorpórea, fría y sin alma; que nos recuerda la
advertencia de Albert Einstein al hacerse socialista: algún
día la tecnología sobrepasará a la humanidad y a partir de
allí tendremos generaciones de idiotas.
[Cinco siglos de constitución del discurso único de
Occidente sobre nosotros: en nombre de “la
evangelización”, “la ciencia” y los “derechos humanos”,
que obligó a los pueblos indígenas de América a plantear
desde la ONU un derecho de los pueblos, un derecho
intercultural y el derecho de la naturaleza, para el
equilibrio ambiental, intercultural frente al
antropocentrismo y el individualismo del derecho positivo
del mundo patriarcal euro-norte americano. Los derechos
son derechos del hombre en exclusivo, no de los animales
y las plantas, tampoco el derecho es colectivo al margen
del derecho individual y cuando es social, se le somete a
todo género de descrédito para volverlo al individualismo
más aberrante, despersonalizador y masificador en lo
personal y en lo colectivo; o bien, convertido en una
abstracción para instrumentarlo el Estado burgués, frente
a la sociedad oprimida. Si lo instrumenta un estado pro-
socialista ese derecho social y de justicia, entonces se
sataniza como “estatismo” contra la “libre iniciativa
privada”. De allí que Eduardo Galeano afirmara, que todos
los Estados Americanos nacieron dejando por fuera como
la guayabera a indios, negros y mujeres, ´pero también –
agregamos nosotros- en abierto desconocimiento de los
derechos de la Madre Tierra, los animales y las plantas y
de la Madre India como primera Madre de América o
Abya-Yala, madre común de las generaciones de
indomestizos, zambos y mestizos múltiples]… Francisco de
Miranda se preguntaba en Francia: ¿cómo puede haber un
parlamento sin mujeres? Las mismas teologías de la
liberación, inicialmente antropocéntricas y de algún modo
eurocéntricas y logocentristas, sentían extraños los
derechos del animal, adoctrinados en “los derechos del
hombre y del ciudadano”. Entendiendo ahora desde una
visión intercultural y pancrónica - que ninguna fase
histórica camina sólo en negativo o en la oscurana de los
tiempos remotos, bajo pretensiones civilizatorias
unilaterales.[De Leyendas Negras o Doradas, de Infierno o
Paraíso para ascender al mito del “Buen Salvaje” o del
“Bárbaro incivilizable”, costuras del mismo traje a la
medida de cada fase del colonialismo y la ocupación del
territorio]. Recordemos que hasta hace poco algunos
autores brasileños y venezolanos planteaban que el único
mestizaje históricamente viable era el del blanco con el
negro: el indio había pasado a ser “incivilizable” al no
tener antecedentes occidentales, como el africano;
recordando que Egipto fue un eje histórico de Occidente .
En este mismo orden de la ideología colonialista, la
zambería –madre india y padre negro- era presentado para
el negro, como un “retroceso”: a riesgo de convertirse en
estatua de sal como la mujer de Lot. Sin embargo el zambo
José Leonardo Chirino es el prototipo de la
Afrovenezolanidad. De modo que la “racionalidad” del
derecho positivo nace estrechamente vinculado al
patriarcalismo, el antropocentrismo y el individualismo del
capitalismo que busca no sólo privatizar la tierra sino
también el agua y el aire, pasando por “la sombrilla” que
quieren ponerle al Sol: ¿nueva modalidad de privatizar la
luz? ¿y también moral y luces como nuestras primeras
necesidades?. [Sustitución de la biósfera por una
tecnosfera, que ya estaba en la sospecha de Teilhard de
Chardin… La racionalidad de “la ciencia” y de la educación,
se confunde – en lo esencial- con la racionalidad del
capital, como lo vio mi paisano upatense Rigoberto Lanz.
De allí la advertencia de Argenis, que no hay conocimiento
neutro ideológicamente. De esta forma, nuestras Cátedras
Libres, la César Rengifo y la de Saberes Ancestrales,
optemos por un diálogo inter-científico, inter-filosófico,
inter-artístico, inter-religioso, inter-cultural, inter-
lingüístico, inter-ético, inter-juegos, diversiones y
deportes, inter-civilizatorio y por un derecho intercultural
o de los pueblos, como una vía necesaria para arribar a lo
inter-académico, - de algún modo sabes que no basta lo
interdisciplinario y trans-disciplinario entre los mismos
cánones occidentales de la unilinealidad- que es parte del
esfuerzo que haces en el presente trabajo al construir una
visión holística, contextualizando en los tejidos de
múltiples contextualizaciones de realidades, redes y
mundos, altamente complejos .En palabras del poeta Walt
Whitman: las articulaciones de mis manos nunca podrán
ser humilladas por la máquina más compleja. Nuestra
ministra de Ciencia y Tecnología Gabriela Jiménez Ramírez,
en entrevista reciente con el ministro Ernesto Villegas,
termina planteando la tensión dialéctica entre ciencia y
poesía, entre historia y utopía.[Lo esencial de esta vida no
lo ven los ojos sino el corazón, decía el Principito]. Chaplin
para describir este mundo mecanizante de “Tiempos
Modernos”, renuncia hasta a la oralidad y convierte el
gesto en arma y claves ocultas, llevando el teatro vivo al
Cine Mudo para descodificar, ya que el mundo se hacía
ciego y sordo a la palabra: anticipándose a los tiempos que
vendrían, exponiéndose al maccartismo y a su expulsión
de la sociedad norteamericana, acusado de “comunista”.
Algunos chamanes indígenas también se valieron de
máscaras y gestos sin palabras –a veces- para trasmitir en
clave conocimientos a los iniciados a la vista de toda la
comunidad, donde todos eran llamados y pocos los que
oían y veían. Que de paso, tampoco comprenderían la
lengua sagrada en metalenguaje especializado de la
lengua materna, como lo comentamos con el Presidente
del Instituto Nacional de Idiomas Indígenas, el Profesor
Jorge Pocaterra y la profesora Elianys Palmar, Directora
General de Interculturalidad en conversaciones con
jóvenes indígenas desde la Cátedra César Rengifo.
Si recorremos las disposiciones constitucionales
republicanas, en su gran mayoría, hasta fecha reciente,
tenían como denominador común no contabilizar en los
censos de población aquellas “tribus salvajes” “que
todavía habitan” el territorio nacional; la Constitución del
61 además de inconsulta, nació y gobernó con las garantías
suspendidas, luego la anuló la Carta de Intención con el
FMI, sólo en el artículo 77 hacía una referencia a los
indígenas. [Referencia provisoria: “régimen de excepción”
o “minoría de edad histórica”, mientras se incorporen a la
vida nacional, lo cual significaba que permanecer indio era
“no ser” venezolano, peruano o mexicano; denominador
común de las constituciones de nuestra América y del
aberrante indigenismo “integracionista” interamericano, si
bien el apartheid de Norteamérica los mantiene aislados
en reservaciones y enjaula niños indígenas en la frontera
con México, no sólo Trump: es todo el sistema]. Ese
derecho de conquista era –o es todavía en algunos
aspectos- el que ha reinado en Apure, el más racista de los
Estados de Venezuela por el problema de tierras que
describe muy bien Méndez Echenique: el de las múltiples
Rubieras ocultas, para decirlo en palabras del camarada
Genaro Guaitero. Si bien tampoco es reductible al
problema de tierras. En otro orden debemos recordar que
en una reforma constitucional sin constituyente que
propiciaba Caldera, antes de ser Presidente por segunda
vez,-1992-93- desterraba el artículo 77 de la Constitución
del 61 modificando más de 100 artículos.[El cuento viejo
de Guillermo Morón, que en Venezuela no hay indios
dueños de tierras sino “mestizos”: ¿mestizos también
desterrados?] Pero sin embargo, Caldera incluía en la
reforma la ampliación de los llamados “derechos políticos
para los naturalizados”.(léase nacionalidades europeas
privilegiadas sobre el nativo y de unas nacionalidades
europeas sobre otras –no sólo como clases sino como
“razas” y como nacionalidades, de allí aquel exabrupto de
“Día de La Raza”, “Descubrimiento”, “Encuentro de dos o
de tres Mundos”, falsa “Comunidad iberoamericana” o la
manoseada, caricaturesca y eurocéntrica “Ciudadanía
Universal”- acompañados de enclaves coloniales que
continúan en el paquete completo de las transnacionales,
donde el nativo estaba destinado a ocupar el último
escalón de la sociedad constituida o cuando no, la des-
castación completa como ocurrió con el indígena en los
tres siglos de la colonia, que nunca cupo como indio en la
sociedad de castas;y en los 200 años de una independencia
chucuta y mantuana. De allí que sea correcto el
planteamiento de Argenis al sostener que es a partir de la
revolución bolivariana con Chávez cuando el poder
constituyente consagra los derechos históricos y
específicos de los pueblos y comunidades indígenas [y
donde los derechos culturales de toda la población son
indesligables de los derechos educativos y los derechos
colectivos de los individuales, sin anular sus prioridades
sociales y especificidades ].
- Debemos recordar que el mismo Caldera reconoció en un
artículo del diario El Universal –Se compra un Continente-
30 de mayo de 1990, que el FMI y su “Carta de Intención”
habían abolido la Constitución Escrita [o al menos pasaba a
ser derecho vigente en desuso, vale decir, papel tualé:
como el que le lanzó Trump a los puertorriqueños después
de una tragedia]. [No tenemos papel tualé pero tenemos
patria: descontextualización de una guerra silenciosa,
presentación irónica para priorizar el papel tualé o
devaluar la patria-mediática más allá del papel tualé].
Nuestra “Constitución Orgánica”-en la 4ta- era la Carta de
Intención con el FMI, decía Caldera, por eso era risible ver
a Carmona en el 2002 abolir de un plumazo la Constitución
Bolivariana y todos los poderes públicos para poner “en
vigencia” la Constitución del 61. De allí que Chávez fue
muy generoso ante Caldera al jurar sobre la moribunda
Constitución del 61, que el mismo Caldera ruborizado
ahora, antes la había considerado muerta, abolida por otra
figura: la Constitución Orgánica del FMI. Entonces,
camarada Argenis y su hijo Daniel Argenis Méndez Parra
-como el mejor asesor del padre-, tenemos un “nuevo
filón” del derecho de estos tiempos de la anticonquista: el
“Derecho Orgánico”, “las Constituciones Orgánicas” que
aspiran desterrar el derecho escrito y el derecho oral para
fundar con la hiper-burguesía imperial e imperialista aquel
gobierno mundial[dictadura del gran capital] propuesto
por Beltrand Russell en la década del 20 bajo la hegemonía
de “la raza blanca anglosajona” como supuesta “raza
superior”. Hay que tomar en cuenta ese aporte de la
sociología, retomado por Caldera en 1990, llamada
“Constitución Orgánica”, que anula el derecho escrito y el
derecho oral en cada país y a escala del planeta para
imponer la dictadura mundial del hiper-capitalismo
financiero global. Pero este arbitrario “Derecho Orgánico”,
con base en los intereses técnico-materiales, nace
realmente con el Derecho de Conquista, la propiedad
privada y el Estado..[tierras “descubiertas”, “vírgenes”,
“despobladas” o “poco pobladas” con “indios sin alma”]
A este Derecho Orgánico, Constituyente y Arbitrario,
refundador de la hiper-burguesía imperialista es al que
apela Trump para nombrar a dedo al maniquí de Juan
Guaidó como nuevo Malinche al desconocer todo el
ordenamiento Constitucional y el Poder Constituyente de
la República Bolivariana de Venezuela: pretendiendo con
ello un gobierno aéreo, paralelo, extranjero,
colonial/imperialista frente al gobierno legítimo del
Presidente electo y en ejercicio Nicolás Maduro Moros.
Todo ello colocándose -junto con toda la decadente
Europa que vio el Maestro Simón Rodríguez- al margen
del derecho internacional, de la ONU o de ser necesario,
instrumentando o anulando todo el ordenamiento jurídico
a escala del planeta como lo han hecho –y lo siguen
haciendo. Al amparo de una “Constitución Orgánica”,
nacional e internacional o creando un “Estado de
Excepción” permanente a escala global [carácter
instrumental del derecho burgués por la clase hegemónica,
diría Marx]. Esta misma realidad del “Derecho de
Conquista” lo registra Argenis con distintos nombres en la
historia del colonialismo: “requerimiento”, contra los
pueblos indígenas, el pretendido “derecho papal” para
asignar y repartir territorios a los reyes de España y
Portugal al delimitar el reparto del mundo; derecho a
torcerle el brazo a los que quieran su independencia, diría
Obama [Ese negro forrado de blanco, diría Cassus Clay].
Herrelonse gebiette, como afirmaban los juristas
alemanes: lo que encontremos por delante es nuestro
[¿”descubrimiento” en “tierras de nadie”?] El derecho a
invisibilizar y a matar al colonizado: desaparecerlo antes
de aparecer (E. Galeano).
Retomando el hilo de nuestra historia de todos los
tiempos, para superar Leyendas Negras y Doradas, el
Estado Patriarcal y el Mito del Buen Salvaje o del Buen
Revolucionario, diremos:
De allí que, si bien los hispanistas le reclaman a los
Independentistas asumir los aportes de tres siglos de la
colonia, con el mismo derecho Nosotros, los Pueblos y
Comunidades Indígenas y sus descendientes actuales;
Nosotros los Indoamericanos o indo-descendientes, de
sangre o cultura, pluriculturales y mestizos múltiples;
Nosotros los afrodescendientes, y así las mujeres contra el
Estado patriarcal, hacemos el correspondiente reclamo de
comenzar por retomar la vertiente histórica de 15 a 20
milenios de Geo-historia de Venezuela y de los 40 mil a 50
mil años del poblamiento de Abya-Yala, sus legados
naturales y económicos-territoriales, humanos, culturales,
lingüísticos y espirituales, su derecho consuetudinario y las
Constituciones orales de las sociedades sin Estado o con
proto-estado desde el poblamiento inicial del continente.
Pero, agregamos más: si prescindimos de nuestras
humanidades cósmicas originarias, de sus múltiples y
descomunales legados no podremos asentar y refundar
patria/matria sin exclusiones y discriminaciones
patriarcales, racistas-clasistas, etnistas, imperiales e
imperialistas. No podemos fundar y refundar Repúblicas y
Continente, regionalidades insulares caribeñas y de Tierra
Firme. Como lo vio José Martí, hay un legado indígena en
el Caribe y desde allá dijo que América no caminará sin el
indio, acusando a quienes se avergüenzan de tener una
madre india.
Argenis, cuando busca sus ancestralidades, no lo hace
como la mayoría de los académicos, que las ubican sólo en
Sumeria [7000 años atrás, nacimiento de la escritura, bajo
pretexto de partida de nacimiento de “La historia” y de “la
Humanidad”] que desconocen o desprecian las múltiples
ancestralidades indígenas, africanas y otras
ancestralidades en los orígenes asiáticos del poblamiento
americano: el abanico ancestral de Argenis es planetario,
intercontinental, con énfasis y arraigo en la tierra de
origen, buscando otras formas de uni-di-versidad de la
mundialidad o de globalizar desde las comunidades,
localidades y regiones, con sus legados irrenunciables de
pueblos y culturas. Ya es hora de no seguir discutiendo si
el legado de los pueblos indígenas tiene o no cabida en las
Universidades, discusión que viene desde el siglo XVI:
Argenis siente el desconcierto de ese vacío, deculturante,
perdido en la noche de los tiempos remotos, donde
todavía se desprecian los registros arqueológicos y
etnohistóricos, de las filosofías y de los mitos indígenas,
su vigencia histórica y etno-científica, donde más que
visión del mundo son cosmo-vivencias, concernientes no
sólo al campo sino también a la descolonización de
nuestras grandes ciudades, por lo cual venimos
reivindicando los múltiples imaginarios indígenas de la
Gran Caracas, de todos nuestros pueblos y ciudades de la
Provincia, donde hay mucho más “que monte y culebra”.
[No hay vía del conocimiento, sean filosofías, ciencias y
tecnologías, artes, éticas, espiritualidades, deportes o
juegos que de algún modo no impliquen o conciernan al
mundo indígena desde los saberes académicos de nuestras
universidades hoy: lo que puso de manifiesto el
paleontólogo católico Teilhard de Chardin, que no hay una
química orgánica y otra inorgánica, que todo es orgánico,
lo sabían desde siglos los chamanes indígenas: desde el
ámbito católico lo sabían –a riesgo de herejía- Francisco de
Asís y Antonio de Padua; esto, hablando de saberes
indígenas, para no hablar del inconsciente de Freud o del
parentesco animal del hombre de Darwin o ya las leyes de
la herencia, manejadas en el cruce de plantas, incluso en el
proyecto transgeneracional, del más cultural de todos los
cereales: el maíz]. El planteamiento cardinal de los
historiadores de la ecología hoy, como lo hace Antonio
Brailovsky, la coevolución, la unidad y cambios recíprocos
entre culturas y ecosistemas, la relación de todo con todo
ya lo manejaban los shamanes indígenas hace milenios, los
primeros en hablar de redes.Esto sin ocultar el aporte de
los pueblos indígenas a las revoluciones agroalimentarias,
a la revolución en la lingüística y de ésta, a la actual
revolución de las comunicaciones y de la microelectrónica
hasta el internet. Por eso hemos ´puesto en este Anti-
prólogo el énfasis en nuestras ancestralidades originarias,
las más invisibilizadas y denigradas, sin menospreciar
otras múltiples identidades, sin negar el perfil específico
de cada pueblo y las prioridades de identidades de cada
persona, familia o pueblo. Siempre en el camino de la
búsqueda más profunda de Argenis, perdida –como él
dice- en la infinita noche de los tiempos actuales. Como
ocurre en Apure y todo el llano venezolano de múltiples
ecosistemas y poblamientos originarios.
- Mientras España y Portugal no se reconcilien con nuestra
Independencia y con la Segunda, que ha comenzado
encarnada en un liderazgo pueblo llamado Chávez, no
podrán siquiera ser Ellas Mismas dentro de esa Europa que
las excluye y las avergüenza de su propia maternidad,
vistas despectivamente de ser más África y América que
Europa Misma, en tanto que Latinas, pasando por Francia;
y más allá, en tanto que herederos de un innegable legado
americano originario o africano, cuando no, asiático por la
vía hispano-árabe, persa, hindú, chino o de otro origen
asiático. Lo indígena se presenta como lo más originario y
más irreductible o constituyente a todas las formas de
colonialismo, modernización unilateral o saber
constituido.
Es verdad que América no es la Misma desde la llegada
del hombre blanco, pero tampoco España y Portugal o
Francia [y el mismo resto de la Europa del Norte que
extraña y expulsa sus propias entrañas latinas, hasta el
extremo de construir el apartheid más elaborado que ha
inspirado todos los apartheid del mundo moderno, como
dice Fernández Retamar: el apartheid euro-
norteamericano. [Si España y Portugal no se auto-
reconocen en Miranda, Bolívar, Sucre, Urdaneta, Abreu de
Lima, mucho menos podrán autorreconocerse -y
autorreconocernos- en Guaicaipuro y Apakuana, en
Miguel El Negro, en Guiomar, Túpac Amaru y Túpac
Katari, Micaela Bastidas y Bartolina Sisa.
- El libro de Argenis es un encuentro de la geo-historia
consigo misma y con todas las fases que la conforman
como región apureña, con el llano y lo llanero venezolano
hasta los llanos de Casanare como gran unidad
geohistórica-cultural desde las ancestralidades indígenas.
En esos llanos de Casanare y en Lagunillas en 1781 los
indios de la Capitanía General de Venezuela, celebraban el
alzamiento del Rey de América (referido a Túpac Amaru,
cuando todavía no tenían noticia de su derrota). Desde
una insurrección: 16 de nov 1780, el Hijo del Sol, mediante
decreto abolía la esclavitud de los negros, demandando
pena de muerte para el clérigo o funcionario español que
osara mantenerla. Después de haber enfrentado los
obrajes y otras formas de esclavización india.
-El texto de Argenis, sin olvidar “Las Tres R” representa un
encuentro ecuménico con el legado del Comandante Hugo
Chávez y los múltiples sujetos históricos y socioculturales
de pueblos y comunidades originarias, afrodescendientes,
indo-descendientes y mestizos múltiples [sin pasar por alto
las verticalidades de clases, castas y estamentos]. Del
mismo modo, los múltiples sujetos ideológicos y políticos
que Chávez incluía en Esa Espiga, bicentenaria sembrada
en Carabobo [1821) hasta Ayacucho [1824] a la luz de la
construcción del socialismo del siglo XXI por otros mundos
posibles, como apunta el Foro de Sao Paulo y el ALBA.
Estos sujetos ideológicos y políticos son Bolivarianismo y
su Árbol de Las Tres Raíces, indosocialismos americanos,
afro-americanismo, teologías, filosofías y pedagogías de la
liberación, feminismos frente al Estado patriarcal;
marxismo crítico, clase obrera, socialismos realmente
existentes, polo patriótico, alianzas con el mundo
emergente frente a las injerencias imperialistas de Estados
Unidos e imperiales de Europa y del capitalismo
occidental, sus tramposas universalidades y
globalizaciones; diferenciando las injerencias de las
alianzas, las alianzas tácticas, de las alianzas estratégicas
para poder identificar en cada momento histórico y en
cada espacio geográfico al enemigo fundamental y a los
enemigos secundarios. Sistema de alianzas donde reside lo
esencial de lo político, que es lo invisible a simple vista.
Donde la esencia y la existencia de la política, hacen
puente y causa común con las etnociencias de la
humanidad, de lo cual la etnociencia occidental moderna
es sólo una vertiente, si bien descomunal, hegemónica y
negadora de las modalidades del conocimiento de los
pueblos colonizados y de sus propios pueblos, para
imponerles la razón instrumental como la única vertiente
válida y que invalida en términos globales las otras
modalidades de conocer y del convivir consuetudinario e
intercultural del colonizado.
Finalmente Argenis demuestra una gran comprensión
en el manejo de distintos mundos de una misma realidad:
en sus propuestas reivindica al lado de los saberes
científicos, los humanismos y humanidades frente a las
variantes de la ideología tecnocrática; entiende que el
gobierno pueda tener áreas prioritarias de desarrollo de la
ciencia occidental dominante por razones estratégicas de
independencia y soberanía, sin por ello anular el lugar de
los humanismos y humanidades en el mismo marco de
Occidente. Dejando incluso puertas abiertas para dar
cabida a los humanismos cósmicos holísticos de las
filosofías indígenas del Buen Vivir. Esto lo vemos en
distintas propuestas para la preservación de los archivos
de la memoria oral, escrita y virtual en una tríada
irreductible. En una hora en que el Papa Francisco desde
Irak, convoca a los pueblos de distintas civilizaciones y
confesiones religiosas a la unidad de acción por la paz
mundial, al restablecimiento de la historia y la identidad
de cada pueblo y la justicia social. Al asumir el papado nos
convocó con Bolívar y San Martín a la unidad e integración
inter-cultural de Nuestra América, sugiriendo el cese del
proselitismo religioso vulgar: después condenó el
capitalismo como sistema. El pastor y mártir protestante,
Martín Luther King, exaltó en su tiempo aquellos derechos
civiles y políticos, que no caben en el apartheid
anglonorteamericano. En el decir de Gandhi a los ingleses:
“el peor gobierno nativo siempre es mejor que el mejor
gobierno extranjero”.
Guayana venezolana, Municipio Pedro Chien, al pie de la Sierra Imataca,[Imataca en
warao: gota de agua en la noche oscura]. Entre el 27 de febrero en Pedro Chien al 12
de marzo de 2021 en el valle del Yocoima de San Antonio de Upata.

Nota al margen : La utopía del llano a caballo, el cielo por


asalto. [viaje histórico en torno al Caballo]
SAÚL RIVAS-RIVAS
De cualquier manera, dirá Argenis Méndez Echenique, citando al Prócer José Martí: La
lengua no es el Caballo del Pensamiento, sino su Jinete…

 El caballo, curiosamente es originario de América .Desaparece aproximadamente unos diez milenios.

Antes de desaparecer cruza el Estrecho de Bering y en Asia se diversifica, lo domestican para distintos

tipos de comunicación, comercio, ganadería y la guerra, como lo hacen con el camello en el desierto, de

tierra fría a tierra caliente lo vuelven agresivo y lo adaptan a la falta de agua. Nos llega de nuevo el

caballo como arma de conquista vía Canarias/Santo Domingo (Quisqueya). De allí pasa a Tierra Firme….

 Miguel de Unamuno atribuye al caballo en la conquista de América facultades de penetración más rápida

que la Biblia. Sin embargo el caballo de conquista no podía competir en tiempo de entrega de su mensaje

con el correo inca (chasqui); los cuales estaban organizados para entregar un mensaje en tiempo record,

mientras el caballo se tardaba muchos días de Lima al Cusco. El correo inca, los chasquis, le ganan la

carrera al caballo como aquí en nuestros cuentos indígenas Tío Morrocoy le ganó una carrera a Tío

Venado, el que llegó a la meta con la lengua afuera, mientras Tío Morrocoy, después de la carrera estaba

fresquito. Tío Morrocoy, tenía varios tambos o sitios de descanso y de cambio de guardia: un chasqui o

correo le entregaba al otro y el otro al otro. Cuando el mensaje del correo inca ya estaba en Cusco, Tío

Caballo no llevaba ni una cuarta parte del camino (a pesar de contar con puentes colgantes muy

resistentes. Estrategias comunicacionales indígenas milenarias para competir a pie con ese agente rápido

recién llegado, que era el Caballo. Aquí en nuestras microsociedades las señales de humo y sus códigos

andaban más rápido que Tío Caballo. Frente a una guerra asimétrica y global.

 El caballo se vuelve cimarrón en el territorio de nuestros llanos, junto con el ganado vacuno y aznar,

escapado de los valles de Aragua y otros lugares. Allí aparece el indio, entre los primeros llaneros, como

el gaucho en las pampas argentinas. El ganado cimarrón y el caballo cimarrón son amaestrados por

jinetes indios y negros cimarrones. Pudimos ver personalmente en 1967 en Turkmenistán (Asia Menor

URSS) jinetes diestros como los nuestros, que a un caballo en plena carrera le pasa el jinete por debajo

de la barriga, el jinete brinca y cae de nuevo sentado en la silla.

 Con Boves, el caballo se contrapone al mantuanismo y se insurrecciona como antiesclavista, se

insurrecciona –de algún modo- contra las autoridades de la misma corona.

 Con Páez y Bolívar el caballo indómito del llano, se vuelve independentista y antimonárquico; con Haití y

Petión el Caballo se vuelve bolivariano antiesclavista.

 Con el II Páez y con Santander, con Sarmiento y Alberdi, el caballo se hace pitiyanqui y malinche.

 En manos indígenas, el Caballo, casi siempre será cimarrón y libertario: salvo cuando el indio se

domestica, se desindianiza, se blanquea y se desclasa..[indios guatiaos y malinche como Francisco


Fajardo y su madre, la cacica Isabel.] [El indio aculturado, como el obrero patronal, están en riesgo de

convertirse en sus peores enemigos, peores que el blanco, contrarios a sus propios orígenes e intereses

históricos y de clase; como todo colonizado jugando al papel del conquistador de turno].

 En su tiempo, Chávez descubre en nuestro escudo un caballo que no es libertario ni independentista.

Tiene el cuello torcido y encuentra, detrás de ello, la mano intrusa de los ingleses. Cuando Obama nos

declara “peligro inusual y extraordinario”, reclama un caballo con el cuello torcido, y si no, hay que

torcerle el cuello. –Se torna insoportable un caballo en libertad: aquel que embiste libre hacia el futuro

con sus cargas históricas ancestrales y que busca con Zamora un mundo igualitario en la guerra federal. El

caballo como compañero de viaje, que facilita y multiplica el desplazamiento, no desplaza en forma

global al indio de a pie, flecha en mano, ni al asno y la mula, ni el motor fuera de borda desplaza

globalmente al canalete, siempre útil en raudales y otros accidentes ribereños, ni el ferrocarril o el

vehículo automotor desplazan globalmente al caballo, la mula y el asno; ni el arado a

 los instrumentos del conuco tropical, ni el tractor al arado. ¿Dónde hubiesen llegado los incas con el

arado? Pregunta necia: aquello fue al revés, la introducción del arado arruinó los suelos de cultivos de

distintos pisos ecológicos complementarios y debilitó la diversidad

 agroalimentaria comunal y cósmica más variada y estable del planeta, complementada con la

diversidad amazónica –orinoquense de las microsociedades indígenas.

 Con el Indio y el negro cimarrón y con José Cornelio, -de Carabobo a los Araguatos- el Caballo se

vuelve nuevamente Centauro Bolivariano del llano, las cosmovivencias tocan tierra.. el mito y la utopía

salen a su encuentro con la historia ¿podrán tomar el Cielo por Asalto hacia los socialismos del siglo XXI?

Es el reto que nos plantea Argenis, el legado de Chávez.. hecho historia [reivindicando otros modos de

vivir, de sentir y de pensar con alto sentido de contemporaneidad]

 Finalmente Urquía Chiguará …. tuvo un sueño hace tres años: soñó que unos briosos, libertarios y

patrióticos Caballos cobrizos y negros entraron y sacaron


unos tanques de guerra extranjeros
que habían tomado la Asamblea Nacional. En los albores del bicentenario de la Batalla
de Carabobo ya el sueño de Urquía Chiguará se había cumplido. ¡El que tenga ojos que
vea y el que tenga oídos, que oiga!, diría el Comandante retomando el Sermón de la
Montaña.

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