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Pasajes al acto o pasaje al acto en cuatro actos.

Breve crónica del seminario de jean Allouch “nuevas perspectivas sobre


el pasaje al acto”* y la posibilidad de fabricar un caso con Ricardo
Melogno, (Magnetizado) **

“el pasaje
al acto es irreductible a la palabra…nos
desilusiona de nuestras pretensiones de
explicar, nos hace más humildes…” (Jean
Allouch. Rosario 21 de Abril 2018)

Dos novedades convergen y dan origen a este escrito.


En el mes de Abril salió publicado Magnetizado (conversaciones con
Ricardo Melogno) editorial Anagrama. (1) Y los días 23 y 24 del mismo mes
en la ciudad de Rosario Jean Allouch realizó su seminario, “Nuevas
perspectivas sobre el pasaje al acto” (2)
Lo central de la historia de Melogno, es la singularidad de sus crímenes.
Es muy poco lo que hasta hoy se puede decir sobre el motivo, de hecho,
los asesinatos se enmarcan en lo que para la literatura criminológica y
la jerga psi se denomina “crímenes inmotivados”
Si se lee Magnetizado con intención de “comprender” algo acerca del
mecanismo que funcionó como resorte de los crímenes, el lector queda
ubicado en posición de impotencia, y si ese lector tiene alguna
herramienta psicoanalítica más aún ya que ninguna categoría propuesta
hasta la fecha termina de precisar cual pudo haber sido el motivo
disparador de aquellos crímenes en esa semana tan extraordinaria en la
vida de Ricardo Melogno.
Cuando se anunció el seminario de Jean Allouch en Rosario, el tema no
podía ser más pertinente para aquellos que consideramos que en la
historia de Magnetizado hay elementos que interpelan las clásicas
formulaciones psicoanalíticas de pasaje al acto, acto, Acting out, que
en la literatura de casos en el psicoanálisis desde “El doble Crimen de
la hermanas Pappin” (3) “Aimée” (4) “El caso de la joven homosexual”
(5) “Extraviada” (6)
Asistimos al seminario en Rosario esperando que algunos de los “casos”
mencionados funcionaran como soporte de las nuevas perspectivas. Solo
funcionaron como referencias obligadas para cada caso, ya sea Acting out,
pasaje al acto, y lo que hasta ahora se vincula en los trabajos
psicoanalíticos para cada uno de ellos. Una de las novedades de esa
jornada consistió en que Allouch trabajó sus hipótesis acerca de las
nuevas perspectivas sobre el (mal denominado) pasaje al acto en la novela
de Marguerite Duras La Amante inglesa (7)

El comienzo del seminario estuvo dedicado a la crítica de algunas


posiciones “morales” de expertos y especialistas del saber pericial en
un caso, y a la expresión mediática de una psicoanalista sobre el asunto
de cierto crimen y de la cuestión del odio (en el lazo social) en otro.
ubicar el saber del lado del experto viene a cuento luego de la
presentación de lo que Allouch denominó “Un nuevo hallazgo clínico” El
Salto Épico tomado del psicoanalista marroquí Fethi Benslama, para ello
realizó cierto despliegue de la cuestión musulmán y el terrorismo.
Allouch refiere que “…denominar terroristas a los autores de estos
actos, aplasta la cuestión…” y toma posición colocando a ciertos actos
yihadistas con la modalidad de salto épico señalando que allí se ubica
una erótica espiritual en los rituales previos de los autores de los
pasajes al acto del 11 de setiembre en Manhattan por ejemplo.
En los panfletos encontrados por la FBI se pudo leer los siguientes
mensajes “…no se trata de matar, se trata del corazón, que por ser no
creyentes deben ser alcanzados aun cuando su corazón deje de latir…
(Esto se ubicaría entre las dos muertes)

El análisis occidental de este asunto con la perspectiva del valor de la


vida como “única vida” hace obstáculo e impide la comprensión de la
posición del musulmán como se aprecia en el breve recorte del documental
“al Este del Jordán” (*)1donde el director Amos mantiene este breve
diálogo con… Alí. Donde el niño trata de explicar con poco éxito porque
quiere morir como mártir.

Ciertos analistas occidentales que abordan la cuestión de los pasajes al


acto de los yihadistas abordarían el problema desde su propia lógica,
como lo hacen los peritos y expertos antes citados. Es decir, en su
propia jerga.
En su propia jerga
Allouch relata el caso de una enfermera que envenenó a varios ancianos en
una institución geriátrica “para su propio bien” pero lo que señaló
para tener en cuenta en el seminario es la posición de los expertos “…

1
(*) Aquí se puede ver y escuchar el diálogo. https://www.youtube.com/watch?
time_continue=14&v=KJuSmoOA3ys
lo que importa es como se comportaron los peritos expertos, lo que
dijeron en el tribunal; la mujer reconoce los hechos, los psiquiatras
declararon que ella se muestra incapaz de responder a la pregunta por qué
los mató.
¿En qué términos hablan? Se pregunta, y se responde; “…en sus propios
términos…” “…ningún cuidado por la literalidad de lo que escuchan.
Ellos dicen; “personalidad vulnerable, inmadura, clivada, disociada, no
hablan de ella, hablan de una personalidad…”
“…dependiente de una madre sobreprotectora, cuya personalidad se desmoronó
luego de la muerte de esta madre, su discernimiento se vio alterado…”
Allouch dirá; “ellos tienen el discernimiento alterado “y continúan los
expertos, “ven en el pasaje al acto como una descarga pulsional. Utilizando
cierto lenguaje psicoanalítico…”

Ahora a quien cita es a un periodista del Le Monde quien escribirá en una


parte de la crónica; “jornada donde las jergas y las explicaciones
confusas sumieron al auditorio en abismos de perplejidad”
Para Jean Allouch,
“los expertos se salvaron a sí mismos del pantano del cual se
habían colocado. Como no podían poner una lógica clara del
pasaje al acto utilizaron esa jerga” y sigue “Usamos jerga
cuando no comprendemos de lo que se trata”

Como no referirnos aquí a los 34 años de jerga psí que pesan en el


expediente de Ricardo Melogno.
La opinión de una psicoanalista sobre el odio en las manifestaciones
sociales, Allouch trae nuevamente una cita del diario Le Monde donde sin
nombrar a esta profesional que según él es una psicoanalista lacaniana,
ella responde a la pregunta “¿Constata usted con sus pacientes la
emergencia de una nueva forma inédita de odio? Respuesta; Absolutamente.
“hay un goce nuevo del odio” y Allouch se pregunta si esta psi
¿reconocerá antiguos goces? Sigue la terapeuta “aquel que pasa al acto
cae del lado incorrecto, del lado de la destrucción” “…en los actos de
este tipo es la subjetividad la que es abolida…” (Risas)
Con la misma lógica esta profesional sostenía que “algo debe ser tejido
del lado del lenguaje (moralidad), el odio, según ella está pensado como
la destrucción del discurso, es por ello que se “deberá” reintegrar el
odio en el lenguaje.”
Estas referencias están de alguna manera para ilustrar lo que en el
sentido común está de algún modo establecido que el pasaje al acto está
muy estrechamente vinculado al mal, para cerrar con estos ejemplos trae a
cuento un equívoco de un traductor alemán sobre un título de una
conferencia suya en el año 2001 para el simposio 100 años Jacques Lacan
donde la conferencia fue publicada con una coma que le dio el sentido
recién cuestionado; el titulo quedó publicado como “ El mal, llamado
pasaje al acto.” La coma simboliza esa idea ampliamente compartida.
Esta idea del pasaje al acto, esta concepción moral no tendría nada que
ver para dar cuenta del relato de Ali (documental) ni con la acción de
ciertos yihadistas.
Allouch; “Esta idea del pasaje al acto sugiere que algo ya está presente
de alguna manera en alguien y que en lugar de llevar esto al decir lo
hace en acto”
Ya lo sostenía en un pasaje de La sombra de tu perro;
“…lo que el lenguaje no puede hacer es llevado por lo real. Vale
decir: no hay “pasaje” al acto, el “pasaje al acto” es un concepto
denominado falazmente si con elo entendemos que al lingüístico se
realizaría en el acto. Por el contrario, el acto realiza algo a lo que
el lenguaje de ninguna manera puede acceder…(Pág 43)

“fue también una concepción sostenida por Lacan cuando se interesa por
esto en el caso de la Joven Homosexual de Freud la primera vez (seminario
La relación de objeto enero de 1957)
Luego Lacan abordará el pasaje al acto de la joven homosexual de una
manera diferente (el 23 de enero del 63) donde el “dejar caer” funciona
como operadora del pasaje al acto. “un deseo que ella tenía de tener un
hijo con su padre se deja caer en lugar de dar a luz, precisamente en La
sombra de tu perro Allouch escribe;
“Basándose en esa única palabra, Lacan va a verse envuelto en
un monumental contrasentido, pero un contrasentido que debe situarse
justamente del lado (a coté) de lo que se trataba. Más allá de su
invención del objeto petit a, Lacan lee el significante niederkommen,
activo a sus ojos, que para él funciona dentro de lo que cataloga como
un “pasaje al acto” como si ya no indicara un deseo de tener un hijo
con el padre (su primera lectura, seminario La relación de objeto, en
enero de 1957), sino el hecho de que la muchacha SE deja caer” (Pág
102)

Jean Allouch modifica esta posición de Lacan, y concluye que el pasaje al


acto, no es un “pasaje” algo que estaría allí pasaría al acto, ya no es
posible pensarlo así. Luego cita a Sigmund Freud sobre el ensayo de 1914
Recordar, repetir y elaborar donde se elabora el mecanismo de aquello que
no se recuerda se traduce en acto. Allouch ya se había levantado contra
esta concepción en su trabajo Letra por letra (la letra que sufre
demora). (Cita)
Otro motivo más por lo que “pasaje” no es una denominación feliz. Eso
aparece de una manera discreta en el interrogatorio a Pierre Lane, que es
uno de los personajes de La amante inglesa, interrogado, Pierre, el
marido pregunta lo siguiente; ¿qué dicen de ella?; respuesta; “Ahora
dicen lo que se dice siempre: que tarde o temprano, tenía que pasar lo
que ha pasado” (pág. 71.), luego en la pág. 122-123 en el interrogatorio
a Clare;
“sepa usted que he soñado que mataba a todas las personas que
he vivido, incluido el agente de Cahors, que es la persona a quien más
he querido en la vida. Y varias veces a cada uno. O sea que tarde o
temprano tenía que acabar haciéndolo, de verdad. Ahora que lo he hecho
sé que tenía que hacerlo, de verdad, una vez”

este comentario en la novela le sirve para señalar otro rasgo del pasaje
al acto que Lacan denominó como pasaje al acto advertido o, luego
esclarecido. “no podemos decir que el acto de las hermanas Pappin era un
acto advertido, el crimen de Althuser era advertido.”
Es justamente aquí en el momento del seminario que se pregunta sobre el
pasaje al acto esclarecido donde Jean Allouch hace referencia al aporte
de Fethi Benslama, de salto épico y dijo que allí hay un “verdadero
hallazgo clínico” Y daría cuenta de ese hallazgo con la novela La amante
inglesa a través de estudiar el pasaje al acto de Clare Lane, Y que ese
hallazgo le iba a permitir situar mejor el llamado pasaje al acto. Y
nosotros aquí pondremos bajo esa perspectiva de lectura el caso de
Ricardo Melogno en Magnetizado.

Acto sin pensamiento

La cuestión central del análisis de la novela de Marguerite Duras está en


focalizar el lugar donde se encontraría la cabeza de María Theresa.
“hay una frase que aparece como un eco de la frase de Christine Pappin
–mi crimen es lo suficientemente grande como para que yo diga lo que es
– característica clara del pasaje al acto” y Clare Lane dirá – tuve
demasiado en hacer eso como para ser capaz de pensar en ello” (pág. 141,
La amante inglesa. Ed tusquet.) Y Ricardo Melogno refiere; “ Ni siquiera
tengo registro de seguir pensando en eso después de haber matado. En los
mismos actos se ve que no existía nada”.
Jean Allouch;
“…Tales ideas discriminan el pasaje al acto del salto
épico del yihadista que piensa sus gestos. La ejecución del
pasaje al acto se dispensa de todo pensamiento. El salto
épico no se realiza sino siendo pensado y el pasaje al acto
no se realiza más que en la ausencia de todo pensamiento
que se piensa…”

Entonces primeras perspectivas; los actos mal llamados terroristas habría


que pensarlos con la lógica de funcionamiento del salto épico, actos
marcados por una erótica espiritual que se muestran en sus rituales. Y
algo de esta lógica aparecerá en el acto homicida de Clare Lane centrado
precisamente en el tratamiento diferente que Clare efectúa sobre la
cabeza de la víctima.

La amante inglesa y salto épico.


En el pequeño pueblo de Viorne, tiene lugar el macabro crimen de una
mujer que luego de ser asesinada es descuartizada. Se trata de Marie
Therese B, la prima sordomuda de Claire Lanne, protagonista de la novela
que confiesa ser la autora del crimen.
En la novela no hay un narrador sino que transcurre en el marco de un
conjunto de voces que hablan durante las entrevistas que realiza un
personaje enigmático que quiere hacer un libro sobre el hecho. La primera
es con Robert Lamy, el gerente de un café al que acudían a menudo el
matrimonio protagonista. La segunda con Pierre Lannes, marido de Claire y
la tercera con ella.
Lo nodal de la historia consiste en que luego de asesinar a su prima,
Claire descuartiza el cuerpo de la misma y reparte cada uno de los
pedazos lanzándolos en distintos vagones de trenes que pasan por el
viaducto de Viorne, y se dirigen a Cahors, una ciudad cercana. A
excepción de la cabeza que jamás fue hallada y sobre la cual, la
protagonista no dirá nada sobre su localización.
Durante el interrogatorio, ella da precisiones del tratamiento que le dio
a la cabeza a diferencia del resto del cuerpo; “Hice todo un entierro
para ella. Y le recé un responso. Sólo se me ocurrió eso, aunque el
policía2* de Cahors me apartó de Dios y nunca he vuelto a encontrarlo
(pág. 156);
2
**
Jean Allouch sostuvo en su exposición que el agente de Cahors no es un policía, (sucede que, en la versión en español, siempre se
nombre como agente de policía.
Jean Allouch; “Esos pedazos de cuerpos son todas cartas (Lacan)
están destinadas a algún lugar y a alguien, el lugar es Cahors y el
alguien es el agente de Cahors que siguió siendo su único y persistente
gran amor…” “…Esta investigación nos aporta un elemento importante,
estos pedazos de cuerpo fueron una vía, un atajo alternativo, un sesgo,
para que una carta llegue al agente de Cahors. Este proyecto no podía
sino fracasar porque el agente está muerto, muerte que ella ignora…”

Luego de otras consideraciones acerca de la vinculación entre la pérdida


de dios con este amante, Allouch se pregunta si estos envíos más que dar
cuenta de un pasaje al acto sería más justo ubicarlo del lado del salto
épico.
“…estamos llevados a reconocer en el envío de estas cartas y el trato
especial a la cabeza, dos rasgos provenientes del salto épico y por
otra parte, el crimen y la violencia sobre el cadáver estarían más
relacionados con el pasaje al acto…” “…el envío de la carta y el
tratamiento de la cabeza participan de un mismo gesto erótico y
espiritual, es un último resorte; una carta dirigida a Dios, a este
Dios que en su tiempo se hizo hombre diferente a ser este Dios al que
Claire puede dirigirse en el momento que ella inventa su ritual de
duelo. La carta recuerda el amor a Dios, la cabeza de este ritual, no
sólo es la de Marie Therese sino también la suya…”

Jean Allouch señala la mención de Claire en un pasaje de la novela sobre


su miedo a ser enterrada viva. Entrando en los detalles es interesante
ver una especie de conjunción de salto épico y pasaje al acto.
Menciona que es importante destacar el registro de la oralidad al cual
pone fin el pasaje al acto, esto podríamos verlo venir si hubieran tomado
en serio varios pasajes al acto anunciadores, haciendo referencia a
determinadas rarezas en el comportamiento de Clare.

Dos analíticas del sexo.


Uno de los puntos anunciados en el seminario era que desde la nueva
perspectiva de las Dos analíticas del sexo( ).
“Mostraremos que la distinción en Lacan de dos diferentes analíticas del
sexo (la primera, del objeto, la segunda, de la relación) aporta claridad
y diferenciación a las cuestiones antes mencionadas”
Sin desarrollar las dos analíticas, solo las menciona, hablará de la
doble articulación de pasaje al acto y salto épico en las dos analíticas
del sexo, donde recomienda su lectura en el texto de aparición a la venta
en el momento del seminario (Para acabar con una versión unitaria de la
erótica. Dos analíticas del sexo. Ed. Literales.2018)
Entonces dos analíticas, registros o dispositivos del sexo, una vinculada
al objeto a, y la otra en relación al partenaire que falta, al Otro
inexistente.
“Las dos analíticas lacanianas pueden ser caracterizadas de la
siguiente manera: Por una parte (segunda analítica de la relación), un
Otro sexo, por otra parte (primera analítica la de a minúscula), un
Otro de deseo; por una parte, una relación sexual, por otra parte, una
ley sexual; por una parte, una normalidad faltante, por otra parte, una
anormalidad; por una parte una erótica común, por otra parte, una
diversidad sexual; por una parte un falo, ¡oh cuán presente!, por otra
parte, su ausencia” (pág. 29)

Dos problemáticas distintas situadas en zonas diferentes del borromeo


puesto en plano.

Borromeo 1 borromeo 2

O no pienso o no soy
Para poder analizar la diferencia y a su vez la conjunción entre pasaje
al acto y salto épico, hay que localizarlo en una modificación del
tetraedro del seminario El acto Analítico( )seminario donde Jacques Lacan
coloca al acto analítico como fin de la cura y el devenir como analista,
Jean Allouch a través de una serie de movimientos y desplazamientos de
lugares en el tetraedro, (Gráfico 3) incorporará allí el salto épico y
que de esta forma sostiene el fin de un análisis como un salto épico, es
decir entonces que podemos ubicar al salto épico en la playa del borromeo
R-I, en el verdadero agujero (figura 2) de la triple inexistencia. J(A)
que no hay, No hay Otro del Otro y No hay relación sexual.
presenta del siguiente modo;

Gráfico del seminario


Gráfico 1 gráfico 2

gráfico 3

Algunas distinciones entre salto épico y pasaje al acto Allouch las lee
en La amante inglesa

“El salto épico y el pasaje al acto, cada uno de ellos se encuentra


bordeado, limitado, cada uno por su lado. Por una parte, el salto épico
no llega a realizarse yo no soy (-) y pasaje al acto, sin llegar a yo no
pienso hasta el punto de alcanzar a, esto hubiera tornado el pasaje al
acto efectivo.”
“los dos se quedan cortos, su razón está ligada…ni uno ni otro jugaron
plenamente su partida” “…lo que resulta de esto es una especie de
efecto rebote (grafico 3)
Es decir, el punto de irrealización del salto épico remite, (Jean Allouch
ilustra esto en el agujero que constituye el rechazo tan decidido de
aclarar de Pierre Lane), reenvía al pasaje al acto. Y el aborto del
pasaje al acto reenvía al sujeto al salto épico su embarazo.
El pasaje al acto y el salto épico no se confunden nunca dirá jean
Allouch y entonces presenta la doble articulación de las dos analíticas
del sexo;
1) “a” se encontrará en juego sin por eso caer efectivamente.
situamos ahí el pasaje al acto.
2) y salto épico en la analítica de la relación sexual que tampoco es
alcanzada, se quedará a distancia de - 

“El pivote de cada uno de estos reenvíos es la cabeza de María Theresa


en tanto no localizada es lo que concierne al reenvío”
Ya con el desarrollo de las Dos analíticas publicadas podemos leer que
sucede, o más precisamente como se pasa de una analítica a la otra.
Como con el esquema del tetraedro modificado se puede mostrar allí esa
especie de basculación entre la posición de salto épico y pasaje al acto,
ese movimiento puede ubicarse en las dos analíticas del sexo donde
también existe un paso de una hacia la otra , al menos así se plantea en
algunos pasajes del libro (*) y es allí también en ese movimiento que
puede advertirse el movimiento analítico en que un analizante se
convierte en analista o, dicho de otra manera, se puede pensar el fin de
un análisis como salto épico.

“…concebido como dislocación del vínculo del analizante al analista


(destitución subjetiva en el primero, des-ser en el segundo), o en
tanto que pasaje del analizante al analista, proviene de la analítica
de la relación. Encuentra pues su lugar el recorrido analítico, se
puede caracterizar como un volcamiento (versement) de la analítica de a
en la analítica de la relación –registro donde se juega el acceso
liberador (donador de libertad, según Lacan) a la inexistencia de la
relación sexual…” (pág. 22)

Lo incumplido se encuentra tanto del lado del pasaje al acto y del salto
épico. Tres límites están presentes y conectados que podríamos admitir de
manera borronea.”
1) Límite del salto épico que preserva -
2) Límite del pasaje al acto que preserva “a”
3) Límite del decir de Clare que no libra su palabra, ésta palabra que
haría de ella una enterrada viva.

Magnetizado.
De las nuevas perspectivas del pasaje al acto que jean Allouch desarrolló
en el seminario, algunas nos sirven para animarnos a pensar y/o alumbrar
ciertos aspectos de los sucesos criminales cometidos por Ricardo Melogno.
Sin que ninguno pueda dar algún marco verdaderamente concluyente de lo
que pudo haber sucedido en aquellos días en la subjetividad de Melogno.
En septiembre de 1982 tuvo lugar en la ciudad autónoma de Buenos
Aires una extraña, breve y a su manera sobria serie de asesinatos. A lo
largo de unas semanas, en un radio de pocas cuadras del barrio de
Mataderos, fueron hallados los cuerpos sin vida de cuatro taxistas.
Todos los cadáveres aparecieron en horas de la madrugada, caídos sobre
el asiento delantero de sus automóviles, cada uno de ellos con un
orificio de ingreso de bala calibre 22 en la sien derecha. Los taxis,
estacionados en esquinas oscuras, con las luces internas y el motor
apagados, los faros delanteros encendidos. No había evidencia de robo,
aunque siempre faltaba la documentación del vehículo y de la víctima.
Salvo el último incidente, los relojes tarifadores estaban puestos en
cero. (pág. 11)
La policía fue incapaz de esclarecer los crímenes. Únicas
certezas que pudieron aportar a los agentes del orden: todos los hechos
eran obra de un mismo autor, y durante los crímenes el atacante no se
había movido del asiento trasero de los autos.
El misterioso homicida resulto ser un joven de veinte años de
edad, con un aspecto muy distinto al del identikit. Su nombre: Ricardo
Luis Melogno. (pág. 12)

LA jerga. Como ya lo mencionamos al principio de este trabajo, cuando


jean Allouch se refiere a la jerga psí, experta, profesional, etc. que es
usada cuando no se puede dar cuenta de la lógica de ciertos sucesos y los
profesionales sienten que deben responder, nos parece que es lo primero
que se lee en este trabajo, los 34 años de diagnóstico a lo largo de seis
páginas del libro (24-29)
Los diagnósticos no solo son contradictorios, ambiguos, pocos precisos o
muy precisos sin decir realmente mucho, al punto de alcanzar un aspecto
por demás curioso como por ejemplo que la avenida Gral. Paz, divida la
mirada punitoria. Pero Melogno es más preciso al respecto;
“En Capital soy inimputable, no comprendo mis actos. En provincia
comprendo y, en consecuencia, soy responsable de mis actos. Premio
Nobel de psiquiatría para la justicia de la Provincia, que tiene el
remedio para la locura: la avenida General Paz.” (Pág.120)

Pasaje al acto/salto épico


Si lo que diferencia centralmente al pasaje al acto del salto épico es
que en el primero no se realiza más que en la ausencia de todo
pensamiento que se piensa, si seguimos el desarrollo de Allouch, los
actos se nos muestran mas que con claridad en ese punto;
“…no tengo ningún dato interno de pensar Uy, que cagada que me mandé,
o similar. Es más, eh…, Ni siquiera tengo registro de seguir pensando
en eso después de haber matado. En los mismos actos se ve que no
existía nada.” (Pág. 85)

Sobre el impulso de matar dice;

“…es algo que VIENE, no lo controlás. Era algo que se decantaba solo,
que iba pasando, no era algo que vos lo esperabas o lo pensabas o lo
querías. Venía. Yo no tenía consciencia de control sobre ese acto…”
(Pág. 85)

Existe claramente una irreductibilidad de la palabra en al acto. Pero al


mismo tiempo podemos leer en los relatos, situaciones previas y
posteriores que indicarían aquellas características del salto épico en el
sentido que no es realizado sino siendo pensado. Como señaló Jean
Allouch, pasaje al acto y salto épico no se confunden nunca, pero están
articulados.
¿Es posible leer aquí aspectos muy vinculados a los que aparecen en los
relatos de Clare Lane en la Amante inglesa que llevan a Allouch a señalar
ahí las características del salto épico?
Aquí también se efectúan una serie de rituales posteriores a los actos y
también se evidencian una serie de comportamientos “bizarros”? en los
días previos a esa semana tan particular de los asesinatos.
También existieron siempre en la vida de Melogno rituales espirituales,
él los consideraba normales, por su habitualidad, a esa serie de
prácticas que su madre realizaba a diario debido a pertenencia al
espiritismo, práctica religiosa que Ricardo adoptará en la juventud de su
vida para “defenderse “del poder de su madre y que luego ya en las
distintas cárceles psiquiátricas terminará por ejercer convencido de que
allí hay algo, que allí sucede algo de verdad, que algo en todos esos
rituales tienen su efecto.
Como Clare Lane, Melogno no dice que le sucedió para cometer de ese modo
los crímenes. Él también quiere saber que pasó, busca aun hoy una
respuesta.
“es que yo busco… yo también tengo que buscar una explicación que
a mí me parezca satisfactoria y razonable. Entonces cuando yo digo se
me tiene que haber ocurrido antes, lo digo porque no puede ser que se
me haya ocurrido en cinco segundos. Pienso que tiene que haber habido
ALGO antes que me fuera llevando a esto. Alguna advertencia, un signo.
No quiero, eh, o sea, no puedo… encontrar… que estos un…, en todos
estos años no pude encontrar cómo surge la idea, cómo surge la
necesidad. No te podría decir cómo o cuándo se me ocurrió”. (pág. 71)
Pasaje al acto esclarecido
Si hay algo que no está esclarecido es el o los pasajes al acto de
Ricardo Melogno, sin embargo en el seminario el acto analítico

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