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DE LA PROSPERIDAD FINANCIERA
Ramón H. Maury
Principio No. 1
Reconozca que Dios es el Dador de todo lo que usted tiene o pueda ganar.
Aunque Dios nos concede el privilegio de administrar los recursos que nos da, no
somos dueños de nada. Aceptar la soberanía de Dios sobre nuestra vida y nuestras
posesiones es un principio saludable de buen juicio y constituye el fundamento de
toda actividad financiera saludable.
La tarjeta de Crédito
es una conveniencia,
no una autorización
en blanco para gastar
sin límites.
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Principio No. 2
Sepa exactamente en qué gasta lo que tiene para cubrir sus gastos personales.
Si ha enfrentado el desequilibrio entre el tiempo y el dinero disponibles, inicie un
proceso de registro de sus gastos, para descubrir con exactitud qué camino toma
cada centavo, peso o dólar de sus ingresos.
Principio No. 3
Muchos han descubierto a través de ese examen una serie de debilidades que
pueden superarse. Se reconoce que registrar los gastos puede ser tedioso, pero
sólo a través de ese registro puede descubrir si hay tendencias destructivas en la
forma como usted gasta su dinero.
Principio No. 4
Principio No. 5
Una línea de su presupuesto debe decir AHORRO, aunque sea una suma pequeña.
Quienes han pasado del desorden a la estabilidad financiera han tenido la valentía
de planificar sus gastos e incluir en sus planes el ahorro. Al fin de cuentas, el
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ahorro es una disciplina menor dentro de la gran disciplina de la organización de
nuestras finanzas.
Principio No. 6
Fue el sabio Salomón quien dijo: “A Dios presta el que da al pobre, y el bien que
ha hecho se le volverá a pagar” (Proverbios 1:17). Tener la certidumbre de que
Dios toma nota de un acto de solidaridad y amor al prójimo es aliento suficiente
para quien ha decidido ordenar sus finanzas a fin de ayudar a quien padece
necesidad.
Con frecuencia se observa que los pobres, de lo poco que tienen, muestran mayor
inclinación a socorrer a otros más necesitados que ellos, que el rico al cual no le
falta nada. La proporcionalidad de la ayuda ofrecida se inclina, muchas veces, a
favor de los pobres.
Principio No. 7
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CONCLUSIÓN
Recuerde siempre que lo que cuenta “no es cuánto tengo, sino cómo uso lo que
tengo”. Este principio marca la diferencia entre la angustia y la tranquilidad
financieras. Analice los sencillos principios p0resentados y empiece hoy mismo a
introducir la disciplina y el orden en el manejo de sus recursos. Recuerde: el
manejo financiero acertado es 75% buen juicio y 25% matemáticas financieras.