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Temas para Grupos de Vida - Iglesia “Hay Vida en Jesús”

Una bendición que nos alcanza


Dios le prometió a Abraham que a él y a sus descendientes les daría el mundo.
Se lo prometió, no porque Abraham hubiera obedecido la ley, sino porque confió
en Dios; esto hizo que Dios lo aceptara. Si la promesa de Dios fuera para los
que obedecen la ley, entonces de nada serviría confiar en Dios, y su promesa
no valdría de nada. Dios castiga a los que desobedecen la ley; pero cuando no
hay ley, nadie es culpable de desobedecerla. Por eso, para que la promesa de
Dios tuviera valor para los descendientes de Abraham, Dios no pidió nada a
cambio. Hizo la promesa para todos los que confiaran en él. No sólo para los
que obedecen la ley, sino también para los que confían como Abraham. Por
eso Abraham es el padre de todos nosotros. En la Biblia, Dios le dijo a Abraham
que llegaría a ser el antepasado de gente de muchos países. Esta promesa se
la hizo Dios a Abraham porque Abraham creyó en él, que es el único Dios con
poder para resucitar a los muertos y para crear cosas nuevas. Romanos 4:13-
17 TLA.

Somos salvos solo mediante la fe en Cristo, confiados en que Él nos ha


perdonado todos nuestros pecados. Abraham fue reconocido por su FE
¿Qué huellas de FE quisieras dejar en tu paso por la vida, es decir, en tu
servicio en la iglesia, en los encuentros con tu familia, en los deportes o
tiempo libre, en tu lugar de trabajo o donde estudias? ¿Cómo quisieras
que te recuerden cuando ya no estes?
La promesa a Abraham: Cuando miramos la historia de Abraham en
Génesis, descubrimos que realmente él no hizo nada digno de resaltar en su
vida. No escribió nada extraordinario, no gobernó un imperio, no condujo a un
ejército con impresionantes campañas militares, tampoco inventó nada. El
libro de Romanos explica que Abraham agradó a Dios solo por la FE.
Abraham es grande sólo porque a través de la FE, marco a sus
generaciones y mantuvo viva la historia del pueblo judío.

Y esto fue lo que Dios le prometió en la Biblia: Dios le dijo a Abram: «Deja
a tu pueblo y a tus familiares, y vete al lugar que te voy a mostrar. Con tus
descendientes formaré una gran nación. Voy a bendecirte y hacerte famoso,
y serás de bendición para otros. Bendeciré a los que te bendigan, y maldeciré
a los que te maldigan. ¡Gracias a ti, bendeciré a todas las naciones del
mundo!» Génesis 12:1-3 TLA
Dios prometió bendecir a Abram y hacerlo grande. Pero tendría que dejar
su hogar y sus amigos y viajar a una tierra nueva donde Dios le
prometió que construiría una gran nación a partir de la familia que le
daría. Abram obedeció, dejando su casa por la promesa de Dios de
bendiciones mucho más grandes en el futuro. La promesa de Dios se
hace firme a través de la FE Y LA GRACIA DE DIOS. Porque la GRACIA va
tomada de la mano con la FE.

Temas para Grupos de Vida - Iglesia “Hay Vida en Jesús”


Porque Dios creó todo por su palabra y como buen Padre nos quiere
enseñar a hablar creativamente, como Él lo hizo. Dios quiere enseñarnos
el lenguaje del cielo por medio del cual “llama las cosas que no son, como
si fuesen”. Romanos 4:17 RV1960.
Solo por la gracia de Dios: Dios le hizo a Abraham una promesa maravillosa.
Y en esa promesa maravillosa, Dios le aseguró que sería una gran nación y que
a través de su vida serían benditas todas las familias de la Tierra.
Abraham recibió la promesa, no por haber acumulado méritos
cumpliendo los mandamientos de la Ley, sino que fue Gracia en
respuesta a su Fe completa en Dios.
La promesa, como la vio Pablo, dependía exclusivamente de dos cosas:
de la Gracia generosa e inmerecida de Dios y de la perfecta fe de
Abraham.
Seguramente Abraham pasó por una batalla espiritual, pero él estaba
completamente confiado y convencido en Dios, porque su palabra es fiel,
verdadera y no cambia. Aunque Abraham tenía casi cien años, y sabía que
pronto moriría, nunca dejó de confiar en Dios. Y aunque sabía que su esposa
Sara no podía tener hijos, nunca dudó de que Dios cumpliría su promesa. Al
contrario, su confianza era cada vez más firme, y daba gracias a Dios.
Romanos 4:19-20 TLA
La FE tiene que ver con el carácter de Dios, con su fidelidad. Abraham le
creyó a Dios y no se preocupó de la edad, ni del tiempo, ni de las
dificultades. Simplemente creyó. Y por eso su fe le fue contada por
justicia. La grandeza de Abraham fue confiar en la promesa, aunque su
cuerpo se iba desgastando.
Una fe activa: A veces nuestra FE parece debilitarse cuando miramos lo que
sucede a nuestro alrededor, cuando estamos esperando una respuesta de
sanidad y parece que ocurre todo lo contrario. Nuestra FE se activa cuando
miramos la crisis económica y las explicaciones de nuestras autoridades, pinta
una panorama triste y desalentador, pero nuestra fe se acrecienta, porque
hay promesas de parte del Señor que dicen: Dios los bendecirá dondequiera
que vivan, sea en el campo o en la ciudad. Dios bendecirá a sus hijos, y a sus
cosechas y ganados. Dios los bendecirá en sus hogares, en sus viajes, y en todo lo
que hagan. Siempre serán muy felices en el país que Dios les dará. Nunca les
faltarán alimentos y siempre tendrán pan en la mesa …Deuteronomio 28:3-5 TLA.
Que podamos experimentar, igual que Abraham, extender la mirada más allá
de las circunstancias. Solo creyendo en la autoridad de quien da la Palabra.
Abraham depositó su confianza en la promesa, adorando de esa manera a
Dios. Es que el hombre fue creado para glorificar y para honrar a Dios.
Ninguno de los hijos de Dios vamos a mirar a otro lado, sino solamente a
Cristo. En Él vamos a confiar, en Él vamos a esperar, porque su palabra es fiel
y verdadera. Activemos la fe en este día confiando en el poder ilimitado de
Dios. Ofrenda: 2 Crónicas 29:17

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