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Folder Historia

Profesor. Emiliano

Mario Alberto medina estrada 2F


vesp.

Hermosillo sonora a:
08 de noviembre de 2010 del
2010
Barroco 1600-1760
El siglo XVII es el más importante de la literatura española.

Durante este siglo se desarrolló el barroco, un fenómeno


cultural que invadió el campo de las artes . Ya a finales del siglo
XVI comienza a observarse un cambio en las formas sencillas del
Renacimiento.

Este nuevo movimiento se caracteriza por seguir las siguientes


tendencias : estoicismo, esteticismo, moralización, y sátira .

Unos escritores tienen un sentido pesimista, y sus obras tratan


sobre la vanidad y lo transitorio de las glorias humanas .Otros
como Góngora ,dan mucha importancia a las formas artísticas; y
también se cultiva la crítica (Quevedo), proponiendo modelos de
conducta.

Despotismo ilustrado 1650-1796


El despotismo ilustrado es un concepto político que se enmarca dentro de
las monarquías absolutas y que pertenece a los sistemas de gobierno del
Antiguo Régimen europeo, pero incluyendo las ideas filosóficas de la
ilustración, según las cuales, las decisiones del hombre son guiadas por la
razón. Los monarcas de esta doctrina contribuyeron al enriquecimiento de la
cultura de sus países y adoptaron un discurso paternalista.

Guerra de sucesión de España


1701-1713
La guerra de Sucesión Española fue un conflicto internacional por la
sucesión al trono de España tras la muerte de Carlos II, que duró desde 1701
hasta 1713, aunque la resistencia en Cataluña se mantuvo hasta 1714 y en
Mallorca hasta 1715, y que se saldó con la instauración de la Casa de Borbón
en España. Para este país fue a la vez una guerra civil entre borbónicos y
austriacistas pertenecientes a los antiguos reinos hispánicos de Castilla y de la
Corona de Aragón, cuyos últimos rescoldos no se extinguieron hasta 1744, con
la capitulación de Mallorca ante las fuerzas de Felipe V. Los historiadores
calculan que la guerra pudo haber costado la vida de entre 400.000 y
1.300.000 personas.

Rococó 1730-1770

El Rococó es un movimiento artístico nacido en Francia, que se desarrolla de forma


progresiva entre los años 1730 y 1770.

El Rococó se define por el gusto por los colores luminosos, suaves y claros. Predominan las
formas inspiradas en la naturaleza, en la mitología, en la belleza de los cuerpos desnudos,
en el arte oriental y especialmente en los temas galantes y amorosos. Es un arte
básicamente mundano, sin influencias religiosas, que trata temas de la vida diaria y de las
relaciones humanas. Es un estilo que busca reflejar lo que es agradable, refinado, exótico y
sensual.

Guerra de los Siete Años 1756-1763


Se denomina Guerra de los Siete Años o Guerra Carlina a la serie de conflictos
internacionales desarrollados entre 1756 y 1763, para establecer el control sobre Silesia y
por la supremacía colonial en América del Norte e India. Tomaron parte por un lado Prusia,
Hannover y Gran Bretaña junto a sus colonias americanas y su aliado Portugal tiempo más
tarde; y por otra parte Sajonia, Austria, Francia, Rusia, Suecia y España, esta última a partir
de 1761. Se produjo pues un cambio de coaliciones con respecto a la Guerra de Sucesión
Austriaca si bien el conflicto de Silesia y la pugna francobritánica siguen siendo las claves.

Revolución Industrial 1769-1914


La Revolución Industrial fue un periodo histórico comprendido entre la segunda mitad del
siglo XVIII y principios del XIX, en el que Inglaterra en primer lugar, y el resto de Europa
continental después, sufren el mayor conjunto de transformaciones socioeconómicas,
tecnológicas y culturales de la Historia de la humanidad, desde el Neolítico.

La economía basada en el trabajo manual fue reemplazada por otra dominada por la
industria y la manufactura. La Revolución comenzó con la mecanización de las industrias
textiles y el desarrollo de los procesos del hierro. La expansión del comercio fue favorecida
por la mejora de las rutas de transportes y posteriormente por el nacimiento del ferrocarril.
Las innovaciones tecnológicas más importantes fueron la máquina de vapor y la
denominada Spinning Jenny, una potente máquina relacionada con la industria textil. Estas
nuevas máquinas favorecieron enormes incrementos en la capacidad de producción.
producción y desarrollo de nuevos modelos de maquinaria en las dos primeras décadas del
siglo XIX facilitó la manufactura en otras industrias e incrementó también su producción.

Así es que en la revolución industrial se aumenta la cantidad de productos y se disminuye el


tiempo en el que estos se realizan, dando paso a la producción en serie, ya que se
simplifican tareas complejas en varias operaciones simples que pueda realizar cualquier
obrero sin necesidad de que sea mano de obra cualificada, y de este modo bajar costos en
producción y elevar la cantidad de unidades producidas bajo el mismo costo fijo.

Declaración de
Declaración de Independencia de los
Independencia de Estados Unidos
los Estados Unidos
De Wikipedia, la enciclopedia libre Declaración de Independencia
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Creación 4 de julio de 1776

Ubicación Archivos Nacionales de EE. UU.

Función Declarar la independencia de Estados Unidos


con respecto del Reino de Gran Bretaña
Los ingleses habían mantenido tradicionalmente buenas relaciones con las Trece Colonias
que habían formado en la costa atlántica de América del Norte. Unas fueron fundadas
directamente por la Corona o explotadas por empresas que comerciaban con productos
tropicales; otras nacieron tras el establecimiento de colonos exiliados de la metrópoli por
motivos políticos o religiosos. Todas gozaban de un grado aceptable de libertad; regidas por
gobernadores de la metrópoli, pero con asambleas o parlamentos que les aseguraban su
autonomía.

Pero en 1765, el gobierno inglés de Jorge III aumentó los impuestos, estableciendo primero
un impuesto del timbre, sello que tenían que llevar los documentos jurídicos y que fue
suprimido; y después un impuesto sobre el té, que acabaría desencadenando la revolución.
Ambos impuestos habían sido promulgados sin consultar a las colonias e Inglaterra trató de
mantenerlos haciendo uso de la fuerza. En el puerto de Boston, un buque cargado de té fue
saqueado por colonos disfrazados de pieles rojas. Los colonos, considerando que ambos
impuestos eran abusivos, se reunieron en el Congreso de Filadelfia y, tras proclamar la
Declaración de derechos (1774), se declararon independientes (1776). Habían nacido los
Estados Unidos de América.

Guerra de Independencia de los Estados


Unidos Guerra de la Independencia de los Estados Unidos

La Guerra de Independencia de los


Estados Unidos fue un conflicto que
enfrentó a las trece colonias británicas
originales en América del Norte contra el
Reino de Gran Bretaña. Ocurrió entre
1775 y 1783, finalizando con la derrota
británica en la batalla de Yorktown y la
firma del Tratado de París.

Durante la guerra, Francia ayudó a los


Collage de batallas de la Guerra de Independencia de EE UU.
revolucionarios estadounidenses con
tropas terrestres comandadas por
Rochambeau y por el Marqués de La
Fayette y por flotas bajo el comando de marinos como Guichen,de Grasse y d'Estaing.
España, por su parte, lo hizo inicialmente gracias a Bernardo de Gálvez y de forma abierta a
partir de la batalla de Saratoga, mediante armas, suministros y abriendo un frente en el
flanco sur.

Las colonias británicas que se independizaron de Gran Bretaña edificaron el primer sistema
político liberal y democrático, alumbrando una nueva nación, los Estados Unidos de
América, incorporando las nuevas ideas revolucionarias que propugnaban la igualdad y la
libertad. Esta sociedad colonial se formó a partir de oleadas de colonos inmigrados, y no
existían en ella los rasgos característicos del rígido sistema estamental europeo.
Revolución francesa
La Revolución francesa fue un conflicto social y político, con diversos periodos de
violencia, que convulsionó Francia y, por extensión de sus implicaciones, a otras naciones
de Europa que enfrentaban a partidarios y opositores del sistema conocido como el Antiguo
Régimen. Se inició con la autoproclamación del Tercer Estado como Asamblea Nacional en
1789 y finalizó con el golpe de estado de Napoleón Bonaparte en 1799.

Si bien la organización política de Francia osciló entre república, imperio y monarquía


constitucional durante 71 años después de que la Primera República cayera tras el golpe de
Estado de Napoleón Bonaparte, lo cierto es que la revolución marcó el final definitivo del
absolutismo y dio a luz a un nuevo régimen donde la burguesía, y en algunas ocasiones las
masas populares, se convirtieron en la fuerza política dominante en el país. La revolución
socavó las bases del sistema monárquico como tal, más allá de sus estertores, en la medida
en que lo derrocó con un discurso capaz de volverlo ilegítimo.

Neoclásico

El término Neoclasicismo surgió en el siglo XVIII para denominar de forma


peyorativa al movimiento estético que venía a reflejar en las artes, los
principios intelectuales de la Ilustración que desde mediados del siglo XVIII, se
venía produciendo en la filosofía y que consecuentemente se había transmitido
a todos los ámbitos de la cultura. Sin embargo después de la caída de
Napoleón los artistas no tardaron en cambiar sus ideas hacia el Romanticismo
y el Neoclasicismo fue dejado.

Romanticismo
El Romanticismo es un movimiento cultural y político originado en Alemania y
en el Reino Unido a finales del siglo XVIII como una reacción revolucionaria
contra el racionalismo de la Ilustración y el Clasicismo, confiriendo prioridad a
los sentimientos. Su característica fundamental es la ruptura con la tradición
clasicista basada en un conjunto de reglas estereotipadas. La libertad auténtica
es su búsqueda constante, por eso es que su rasgo revolucionario es
incuestionable. Debido a que el romanticismo es una manera de sentir y
concebir la naturaleza, la vida y al hombre mismo es que se presenta de
manera distinta y particular en cada país donde se desarrolla; incluso dentro
de una misma nación se desarrollan distintas tendencias proyectándose
también en todas las artes

Fundación de la sana alianza


La institución del Vaticano empezó como una democracia pero se rige por los
principios de una dictadura. Es el único estado europeo que tiene la pena de muerte
en su legislación, aunque dejara de ser efectiva a finales del siglo XIX.

Durante siglos los Papas supieron centrar a la Iglesia, así como amortiguar su impacto
en los eventos históricos y remarcando su habilidad para apropiarse o adaptarse a los
nuevos movimientos sociales que iban formándose a lo largo de los siglos.

La batalla de Waterloo

Batalla de Waterloo (francés: watɛʁ'lo), combate librado entre el ejército francés


comandado por el emperador Napoleón Bonaparte frente a las tropas británicas, holandesas
y alemanas dirigidas por el Duque de Wellington y el ejército prusiano del Mariscal de
Campo Gebhard Leberecht von Blücher, cerca de la ciudad de Waterloo (Bélgica), el 18 de
junio de 1815.

Tras la vuelta del emperador de su exilio en la isla de Elba, y al reunirse la Séptima


Coalición contra él, Napoleón decide invadir los Países Bajos donde se están reuniendo
tropas de la Coalición. Se enmarca dentro de los denominados Cien Días (véanse las
Guerras Napoleónicas).

Se considera como parte de la Campaña de Waterloo todos los combates que van desde los
primeros encuentros entre las tropas francesas con los destacamentos prusianos el 15 de
junio, hasta la retirada final del ejército francés el día 18. Incluyendo dentro de su contexto
los combates librados en el pueblo de Ligny, en Quatre Bras, Wavre y el monte Saint-Jean

Predominio de la santa alianza


Entre 1820 y 1824

España, Portugal, Nápoles y Grecia fueron el escenario de movimiento revolucionarios que


buscaban instaurar monarquías constitucionales al estilo británico, es decir, donde el poder
de los reyes se viera limitado por una constitución que estableciera los derechos y deberes
de gobernantes y gobernados.

[editar] Entre 1829 y 1834

Los movimientos revolucionarios se iniciaron en Francia y, prácticamente, se extendieron a


toda Europa para exigir el fin del absolutismo. En Francia, la revolución contra el rey
borbón Carlos X comenzó en julio de 1830. Burgueses y obreros se lanzaron a las calles de
París y exigieron la renuncia del rey. El resultado fue la instauración en Francia de una
nueva monarquía de caracter constitucional, regida por el rey Luis Felipe de Orleans, que
aceptó las ideas del liberalismo. El poder pasó de manos de la aristocracia nobiliaria a la
alta burguesía integrada por industriales y banqueros. Se sancionó una nueva constitución
que reconoció el derecho al voto a los sectores más acomodados e ilustrados de la
población.
La baja burguesía, formada por los pequeños comerciantes, los intelectuales y los obreros,
no obtuvo, en cambio, ningún beneficio de la nueva situación política y seguía exigiendo la
posibilidad de votar y participar en la elección de las autoridades.

[editar] Entre 1848 y 1870

En Francia, una delicada situación económica y el giro autoritario del gobierno de Luis
Felipe provocaron otra revolución en febrero de 1848. Barricadas y banderas tricolor que
evocaban los valores de la Revolución Francesa se desplegaron en todo el París. El rey
huyó del país y se reconoció el sufragio universal. Sin embargo, estaba cada vez más claro
que los burgueses y el proletariado no podían ir juntos, y los primeros se volvieron cada vez
más conservadores. Por esta razón, en 1852, apoyaron gustosos el reemplazo de la
Republica por el Segundo Imperio, bajo el mando de Luis Napoleon Bonaparte, sobrino de
Napoleon, quien asumió el poder con el nombre de Napoleón III.

Revoluciones Atlanticas

Entre 1770 y 1848, el mundo occidental sufrió sucesivas oleadas


revolucionarias. Los primeros movimientos políticos se produjeron en
el último cuarto del siglo XVIII, en dos escenarios muy alejados entre
sí: Estados Unidos y Francia.
Las ideas que alimentaron todas estas revoluciones fueron las
mismas, pero cada proceso tuvo sus peculiaridades. En el caso
americano, se trataba de un conjunto de colonias con unas estructuras
económicas y sociales nuevas y con una población muy apegada a la
defensa de sus libertades, que acabó por configurar su propia historia
prescindiendo de la metrópoli. En Francia, la lucha se dirigió a cambiar
las estructuras tradicionales del Antiguo Régimen.
I.

La Independencia de las Trece Colonias

Decenas de miles europeos emigraron a América en los siglos XVII y


XVIII con la esperanza de hallar una vida mejor en el Nuevo Mundo.
Unos emprendieron aquel viaje largo y peligroso por motivos
económicos; para otros, lo determinante fueron sus ideas políticas;
muchos dejaron su patria porque eran perseguidos o postergados por
su fe, como los «padres peregrinos» puritanos llegados dé Inglaterra a
las costas norteamericanas ya en 1620. La colonización de la región
fue un proceso duro, ya que los ingleses no encontraron poblaciones
compactas, bien organizadas. Los inmigrantes construyeron aldeas,
talaron bosques y labraron la tierra para convertirla en campos de
cultivo. Pero los habitantes originarios del país no contemplaron
inactivos todo aquello. A menudo se produjeron duros combates
porque los europeos no respetaban los derechos de los indios. Fueron
pocos los lugares donde los colonos intentaron entenderse con los
indígenas y llegar con ellos a arreglos pacíficos. Una característica
común a los colonos europeos fue su vinculación política con sus
países de origen.

Es estima que las Trece Colonias estaban habitadas por 1.300.000


personas. Las diferencias entre la población no eran estamentales,
como en Europa, sino raciales. La población blanca conformaba el
grupo dominante, y entre ellos las diferencias de riqueza no eran tan
grandes como en la sociedad europea. Frente a la población blanca,
las 350.000 personas de raza negra eran esclavos, dedicados a
trabajar las extensas plantaciones agrícolas del sur. Los indios nativos
eran considerados enemigos y estaban excluidos de la sociedad
colonial.
En las colonias del norte, denominadas territorios repoblados, los
inmigrantes vivían sobre todo de la agricultura y la artesanía, la pesca
y la construcción naval. La vida eclesiástica, política, económica y
cultural estuvo marcada por la huella de los puritanos. En aquellas
regiones, donde hubo que levantar colonias y aldeas de la nada, la
doctrina calvinista supuso una especial ventaja: la laboriosidad unida a
la austeridad tuvo como resultado un auge rápido. Los pueblos se
transformaron en ciudades, y en 1636 se fundó ya el primer centro
docente superior: la universidad de Harvard en Cambridge
(Massachussets).El sur se desarrolló de manera
distinta que el norte. Allí se plantó sobre todo arroz, tabaco, caña de
azúcar y, más tarde, también algodón en grandes superficies. En
aquellas plantaciones encontró empleo mucha gente, pero era un
trabajo mal pagado. Donde no había suficiente mano de obra, los
dueños de las plantaciones hicieron traer gente de África, esclavos
vinculados de por vida a las plantaciones y sometidos a la autoridad
de sus señores con sus hijos y los hijos de sus hijos. De ese modo no
tardó en generarse en el sur una diferencia entre pobres y ricos mucho
más acusada que en el norte. El desarrollo cultural y la vida intelectual
fueron también distintos y menos avanzados. Las diferencias entre los
Estados norteños y sureños entrañaron desde el principio para el país
motivos de disputa que desembocarían más tarde en una guerra civil.
El germen del descontento colonial

Antes de que la guerra anglofrancesa concluyera con la Paz de París en


1763, los colonos americanos habían disfrutado de unos cien años de
«abandono saludable». Pese a ser súbditos del Imperio Británico y
contar con, gobernadores designados por la corona, en la práctica los
pobladores de Norteamérica tenían una larga tradición de autogobierno.
Además, muchas leyes inglesas, que de haberse aplicado habrían
obstaculizado la prosperidad de las colonias, se pasaban por alto.

Sin embargo, a partir de 1763, con un territorio ampliado que


administrar y un enorme déficit presupuestario, Gran Bretaña decidió
retomar un mayor control de las colonias, en las que vio una fuente
potencial de ingresos con los que saldar sus deudas. Las colonias
habían colaborado con Inglaterra en la guerra de los Siete Años contra
Francia (1748-1756), y en lugar de ser recompensadas se crearon
nuevos impuestos
En 1763, promulgó la Ley de Proclamación, que demarcaba la
frontera occidental

de su territorio y prohibía establecer asentamientos más allá


de los Apalaches. Y

aunque supervisar el acatamiento de esta ley era imposible,


aquel movimiento contrarió a muchos colonos que esperaban que la
victoria en la Guerra Anglofrancesa conllevara una ampliación hacia el
oeste. En el transcurso del siguiente decenio, esta afronta inicial
estuvo seguida por la aprobación de medidas que engendraron un
resentimiento cada vez mayor hacia Gran Bretaña. Entre ellas
figuraba, por ejemplo, una regulación más estricta de los impuestos
comerciales existentes o la introducción de nuevos deberes.
La primera revisión de los impuestos se materializó en la Ley del
Azúcar aprobada en 1764, cuyo objetivo era mejorar la regulación de
la Ley de la Melaza de 1733 para poder competir con los comerciantes
franceses y evitar el contrabando. Pero esta ley regulaba también
otros productos, como el café, algunos vinos y los tejidos estampados,
así como las exportaciones de madera e hierro, y en consecuencia
desbarataba la economía colonial. Los colonos se negaron a acatarla,
alegando que no estaban representados en el Parlamento británico.
Además, temían que el gobierno británico intentara ampliar su poder
recaudador. Y eso hizo. Apenas un año después aprobó la Ley del
Timbre, que establecía que cualquier documento formal escrito o
impreso, incluidos los documentos legales, los anuncios, los
periódicos, los panfletos e incluso los naipes, debía emitirse en papel
timbrado, es decir, gravado impositivamente. En un intento por frenar
el descontento entre los colonos, la recaudación de esta ley se destinó
a la defensa de las colonias. Días después se aprobó la Ley del
Alojamiento, que obligaba a los colonos a proveer hospedaje y
avituallamiento a las tropas británicas,
Frente a estas leyes, los norteamericanos atestiguaron que habían
destinado dinero, mano de obra y provisiones a su propia defensa
durante la Anglofrancesa y que ya no corrían ningún riesgo grave de
ataque. Así, la presencia militar británica continuada se aceptó cada
vez con mayor recelo y acabó por extenderse la convicción de que los
soldados únicamente estaban destacados en las colonias para hacer
cumplir la Ley del Timbre y suprimir los derechos y las libertades-.

Revolución francesa
El éxito de la Revolución norteamericana provocó gran revuelo en el
«viejo mundo». Los más entusiastas fueron los ilustrados, pues se
había demostrado que sus ideas no eran meros juegos filosóficos sino
que podían convertirse realmente en el fundamento de un Estado.
A finales del siglo XVIII hubo disturbios en algunos países de Europa;
ciudadanos y campesinos protestaron contra las autoridades. Aquella
protesta fue especialmente decisiva en Francia, donde entre la
nobleza, el clero por un lado y la burguesía y el pueblo por otro lado,
se abría un abismo gigantesco. La burguesía francesa estaba
descontenta porque tenía poco poder político, pues los altos cargos
del gobierno y del ejército eran ocupados por la nobleza. Además,
consideraban injusto que solo el “tercer estado”, al que pertenecían a
pesar de su poder económico, pagara impuestos. Bajo la influencia de
la Ilustración empezaron a resistirse al régimen monárquico, al igual
que el pueblo francés que estaba harto de las injusticias del régimen,
los impuestos elevados y el alza de los precios por las crisis agrícolas
recurrentes desde 1760.
Sin embargo, debido a la derrota en la Guerra de los Siete Años con
Inglaterra (1748-1756), los elevados costes de mantenimiento del
ejército y de una corte que seguía siendo sumamente suntuosa, el
Estado estaba amenazado de bancarrota. Luis XVI necesitaba dinero
urgentemente y pensó, como era habitual, en aumentar los impuestos.
Pero, para evitar revueltas, convocó en 1789 los Estados Generales.
Aquella asamblea estamental no se había reunido desde 1614 y, en
aquel momento, debía aprobar el alza de impuestos. El clero formaba
el primer estado, y la nobleza, el segundo. Ambos estaban
representados en la asamblea estamental por 300 diputados cada
uno. Ciudadanos y campesinos constituían el tercer estado y—tras
largas negociaciones con el rey—se les permitió enviar 600 diputados,
que representaban al 98 por 100 de la población.

La Historia y yo 1
El trabajo en las minas era como si fueses un
esclavo comías un bocado si trabajabas, las
condiciones de vida eran pésimas debido a la
suciedad de el lugar era una cuna de
enfermedades vestían harapos y ellos tenían
que seguir trabajando.
Historia y yo 2
Partidario: yo soy el único que puede mandar aquí
tengo el derecho divino y nadie más puede hacer algo
Enemigo del absolutismo: claro que no tu no puedes
mandar solo porque tú dices ser el mandado de dios
quien dice que dios rige quien nos gobierna.

La historia y yo 3
A[: La imagen en el libro muestra lo que es un museo
de los ricos de la burguesía
B;_el arzobispo dice que esto es un tipo de corrupción
para seducir al espíritu y corromper el corazón .

La historia y yo 4
La libertad es un valor muy importante ya que es el q
te permite ser como quieres ser y hacer lo que tu
quieras.

La historia y yo 5
A: L a gente se asustaba con el nuevo baile debido a la
forma de tomar a tu pareja al bailar.

B: Algunas de las nuevas ideas eran rechazadas debido a la


población eran si les gustaba o no esa nueva idea y se van
conociendo de acuerdo la gente las vaya tomando.

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