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TEST DE RELACIONES OBJETALES, HERBERT PHILLIPSON (TRO)

El TRO tomó aspectos del TAT de Murray, como el tipo de material-estímulo y las consignas, y del
Rorschach, como el análisis e interpretación de los datos, y la ambigüedad de algunas figuras.
Dentro de las técnicas proyectivas, se ubica entre las técnicas de estimulación visual (o gráfica) y
producción verbal. Se aplica de manera individual, requiriéndose un tiempo variable, alrededor de
90 minutos aproximadamente. Se aplica desde los 11 años de edad. Está formado por 13 láminas
que se agrupan en tres series (A, B y C) de cuatro láminas cada una y, al final, una lámina en
blanco.
Éstas muestran diferentes situaciones interpersonales, con diferentes grados de estructuración del
ambiente y con distintos climas emocionales. Todas tienden a evocar situaciones o relaciones
humanas conflictivas. Presentan situaciones donde intervienen una, dos o más personas, y se le pide
al sujeto que imagine, a la vista de cada lámina, una historia en cada caso, que contenga pasado,
presente y futuro, es decir, lo que ha sucedido antes, lo que está ocurriendo, las personas que
intervienen y lo que sucederá después. Posteriormente, por medio de una encuesta, se profundiza
sobre algunos aspectos de interés.
- Serie A: figuras vagas, sombreados claros, no hay elementos ambientales identificables. Se busca
crear el clima de las necesidades primitivas de dependencia y seguridad, y las ansiedades conexas.
- Serie B: figuras más delineadas, enfatización del contraste blanco-negro, ambiente con objetos
bien definidos. Los claroscuros buscan enfatizar las relaciones fantaseadas con objetos amenazantes
o intransigentes.
- Serie C: figuras más realistas y vivientes, colores suaves o intrusivos, detalles ambientales más
reales.
Su interpretación psicológica se basa en los postulados psicoanalíticos del desarrollo afectivo y
vincular de Melanie Klein. El planteamiento de dicha autora contempla un modelo de aparato
psíquico en el cual las relaciones objetales tempranas son de crucial importancia en el desarrollo
posterior. Éstas son un conjunto de objetos internos que se originan a partir de los conflictos
infantiles y de las relaciones con personas de las que se ha dependido para la satisfacción de
necesidades básicas en la infancia. La descripción de las “posiciones” del aparato psíquico
(esquizoparanoide y depresiva) le permite explorar las cualidades normales y patológicas de las
angustias, defensas, relaciones objetales establecidas, rasgos, conflictos y necesidades del sujeto.
El TRO, además de fundarse en la teoría de las relaciones objetales inconscientes de Klein,
Fairbairn y Ezriel, se basa en la teoría del campo de Lewin, quien sostiene que la percepción está
determinada primariamente por las relaciones personales, las cuales influyen sobre la conducta y la
personalidad.
Para Ezriel, en toda conducta hay huellas de los tres elementos del sistema pulsional:
1) de las relaciones fantaseadas con un objeto para gratificar una necesidad,
2) de las relaciones fantaseadas con un objeto en función de las consecuencias temidas de esa
relación, y
3) de las relaciones objetales defensivas para evitar la concreción de la consecuencia temida.
El supuesto básico de Phillipson es que la forma en que un sujeto percibe la realidad es congruente
con su forma de relacionarse con otros, lo cual a su vez depende de cómo vivenció sus relaciones
más tempranas.
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Sobre tales fundamentos, el test utiliza en las distintas láminas:


a) situaciones uni, bi, tripersonales y grupales,
b) montos variables de contenido de realidad, y
c) diversos climas emocionales evocadores de fantasías.
Esto nos permite evaluar el modo en que la persona se relaciona con el mundo externo y con su
propio mundo interno, aportando las dinámicas más esenciales del modo de funcionar de la
personalidad. También evalúa las características del funcionamiento cognitivo, a través del análisis
del discurso observado en la construcción de las historias del sujeto.
El TRO complementa al Rorschach en tanto provee de figuras humanas para explorar las reacciones
del paciente ante láminas de un solo personaje, de dos, de tres y de grupo. A su vez, entrega la
oportunidad de evaluar muchos de los criterios del Rorschach en el material perceptivo y discursivo
que brinda, y además permite analizar los contenidos en función del estilo de historia que relata
cada persona.
Así entonces, el test nos muestra la representación del modo de relacionarse de las personas
tanto con sus aspectos internos como con las personas significativas de su medio, lo cual aporta
importantes índices en la estructuración de un diagnóstico de la organización de personalidad e
hipótesis de trabajo para un tratamiento psicológico, ya sea individual o sistémico familiar.

TEORÍA DE LAS R.O.


El desarrollo de la teoría de las relaciones objetales se bifurca en dos corrientes. La primera de ellas,
iniciada por Karl Abraham (1924) y posteriormente desarrollada por Melanie Klein y su escuela
(Klein, 1932; Klein, et al., 1952), enfatiza la determinación pulsional de la experiencia de la
relación con el objeto, y concentra su atención en el objeto interno y su efecto determinante sobre
la vida posterior del sujeto. La segunda, que proviene de la obra de Sandor Ferenczi (1955, 1985), y
se continúa con la de Michael Balint (1965, 1968), Donald W. Winnicott (1958, 1965, 1971), M.
Masud R. Khan (1974, 1979, 1988), W. Ronald Fairbairn (1952), Harry Guntrip (1961, 1968,
1971), Charles Rycroft (1966, 1968, 1979), Marjorie Brieley (1951) y otros autores de la llamada
“escuela británica”, así como también con la de Erik Erikson (1950, 1968, 1987) y con la
“psicología del self” de Heinz Kohut (1971, 1977, 1984), enfatiza el efecto estructurante que la
relación real con el objeto y con el entorno cultural tiene sobre el psiquismo. Otto Kernberg
(1976), por su parte, intenta integrar ambas versiones en una visión más sistémica de la interacción
entre sujeto y objeto, entre lo interno y lo externo.
Lo anterior determina formas bien diferentes de concebir la naturaleza, objetivos y curso del
proceso analítico. La “teoría de las relaciones de objeto” es una línea de pensamiento que proviene
de las propuestas originales de Freud en “Duelo y melancolía” (1917) y “El yo y el ello” (1923),
pasando a través de las contribuciones pioneras de Ferenczi, para desembocar en las del “grupo
intermedio” británico, de Erik Erikson y de la “psicología del self” de Kohut y su escuela. Esta
visión destaca la importancia de la matriz interpersonal y social de la que se nutre y en la que crece
la organización de la vida psíquica del individuo. En oposición, el “psicoanálisis freudiano clásico”
y la “teoría de la fantasía inconsciente” de Klein y sus discípulos, pone el énfasis en los
determinantes intrapsíquicos y pulsionales.

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