Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Ricardo Harvey Manual de Historia Constitucional Argentina
Ricardo Harvey Manual de Historia Constitucional Argentina
Harvey
MANUAL
RAINGTE deOOCSHTLANRTIIUSA
ISDN N" 987-98466-5-6
Queda licclio el depósito que previene la Ley 11.723
Prohibida su reproducción
(.'onltol fie edición: Arturo Zamndio
''dilado por M O G LIA ED ICIO N ES - Impreso en MOGLEA S.R.L.
i a Rio ja 755 - 3400 Corrientes, Argentina
moglin@gigared.com
lincro de 2005
Para mis queridos nietos,
María Denise,
Ricardo Eduardo
María Cecilia,
,
María Emilia,
.José Adolfo,
Bárbara,
Edwin Guillermo,
María Elvira, '■María Elis* '
Benjamín Juan Alberto
PRO LO G O A LA SE G U N D A ED IC IO N
1
MANUAL DE HISTORIA CONSTTTt,'C1 ON.VL ARGENTINA Dr. Ricardo J. C. lU rrcr
CAPITULO 1
2. Historia en general.
La prim era aproxim ación al tem a de la Historia, en su más am
plio sentido, es el de llam ar así a la narración de los hechos humanos.
Como se advierte, tres son los contenidos: 1) la narración elaboracla_£n-
base a distintos elem entos que luego estudiarem os com o “ fuentes ’’; 2)
esta narración jfi-tgfiere a “h echos” o acontecim ientos ya j 3cmriiÍQ¿_y.
finalmente, 3) que estos hechos han sídS'prodücidos por el hombre.
A lo anterior debem os agregar que la H istoria o narración de los
hechos hum anos del pasado, está realizada por hom bres, quienes in
vestigan y exponen los acontecim ientos que han ocurrido a través del
tiempo, que han tenido alguna im portancia o repercusión colectiva pa
ra que la Hum anidad, así, considere necesario recordarlos.
Como los hechos m otivo de la H istoria son acontecim ientos del
pasado, qué no pueden volver a repetirse físicam ente, al historiador le
corresponde indagar cóm o han ocurrido, quiénes han sido sus actores,
.|ué causas los han determ inado, que trascendencia han tenido en la
marcha de la hum anidad, y para realizar esa tarea tendrá que valerse
de un m étodo que le perm ita, con relativa certeza, “recrear intelec-
;ualm ente‘’ ese pasado. Esa es en definitiva la labor de la Historia: re
creación intelectual del pasado hum ano trascendente.
Se ha señalado que la prim era forma de la Historia ha sido la na
rración, y de allí el nom bre con que se caracteriza ese periodo, o sea el
de "historia narrativa”. Se trata por lo general de una mera narración
de los hechos ocurridos, y aún de anécdotas, a los que muchas veces
se adornaba con aspectos poéticos, épicos, para ensalzar un.determ i
nado héroe o conjunto de héroes, la tradición de un pueblo, etc., y en
los que parecen tom ar intervención junto a los hechos puram ente hu
manos el accionar de dioses y sem idioses, a los que el historiador les
atribuye una divina voluntad capaz de torcer la m archa de tales acon
tecimientos. Pueden citarse com o ejem plos “La lliada” o “ La O disea” .
Por eso tam bién esta etapa es llam ada “poética” .
En un prim er m om ento de la historia narrativa o poética, por lo
general se refieren leyendas, se form ulan cronologías, listas de gober
nantes y la narración de los principales acontecim ientos referidos a sus
11
MANUAL DE ¡flSTORIA CONSTITUCIONALARGENTINA Dr. M om io J. G. / k i t y
vidas, pero esto se hace sin una valoración específica de los hechos,
sin resaltar unos hechos sobre los otros; es historia original de escrito
res que, por sobre todo, han venido observando acciones y situaciones
que pasan bajo sus propios ojos.
Pero en el avance de esta etapa, com o dice Galletti, va apare
ciendo un carácter nuevo dentro de la narrativa, que es el nexo de cau
salidad. Se com ienza a analizar los hechos y a estudiar la influencia
que ellos tienen sobre otros acontecim ientos contem poráneos o poste
riores. Asi, se señalan las obras de Julio C ésar “ Las G uerras de las
G alias” y "L a G uerra C ivil” en las que el historiador, adem ás de rela
tar las acciones bélicas, formula com entarios o anotaciones que van
m ás allá de la m era narrativa. De la m ism a m anera, se m enciona a
autores com o T ucidides y Cornelio Tácito, que adem ás de sus valiosas
descripciones form ulan valoraciones de los hechos narrados.
Hasta el Siglo X IV perduraba la noción del tiem po propia de la
Edad M edia en !a que los historiadores se lim itaban a hacer cronolo
gía, sum ando hechos cada año, sin darles otra significación. Con el
R enacim iento, com ienza a darse un quiebre a esta concepción y los
pensadores hum anistas retom aron el pasado griego y reflexionaron
sobre el destino hum ano. Vino después la filosofía de la Ilustración en
el Siglo X V III, que entronizó a la razón com o instancia definitoria de
la naturaleza hum ana. Y, el rom anticism o, de fines del siglo XVIII y
,-com ienzos del X IX , abrazando la ¡dea de la razón la instaló en la his
toria.
Una segunda etapa, podríam os decir, referida a la concepción de
la Historia, ya no se limita a una m era relación de hechos humanos;
ahora se busca obtener del conocim iento del pasado hum ano una ex
periencia aleccionadora para m ejor orientar el accionar dé los hom bres
en el presente y con proyección hacia el futuro. A esta etapa de la
Historia se la conoce com o f'Pragm ática” o "D idáctica” .
Partiendo del falso supuesto de que los hechos hum anos se repi
ten, los acontecim ientos del pasado servirían d e le c c ió n para evitar in
currir en los m ism os errores y, así se ha dicho que la Historia era
“m aestra de la vida”. Se afirm aba tam bién que los buenos ejem plos de
la antigüedad y, especialm ente de sus “ arquetipos”, sus héroes, sus
grandes hom bres, eran la m ejor referencia para el buen gobierno y
m anejo de los pueblos. H asta hoy se sigue discutiendo si la Historia,
com o tal, debe enseñar por la vía de la exaltación del espíritu cívico, la;
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. RU^rdo J. G. ftx r,r r
se leyes, que invariablem ente debían cum plirse. Estas son las así lla
m adas ciencias d e la naturaleza, cuyas leyes absolutas, han com enzado
a ponerse en d u d a en m uchos casos, con los adelantos de este siglo.
E sa discusión acerca del carácter científico de la H istoria y a no
tiene razón de ser, pues -c o m o lo expresa Galletti- esta es u n a ciencia
perteneciente al sector de las culturales o del espíritu, totalm ente ale
jad as tanto en sus finalidades com o en sus m étodos de las ciencias fí-
sico-naturales. E xplica este autor que les ciencias pueden distinguirse
unas de otras, no sólo por los objetos de que tratan, sino tam bién por
los m étodos que aplican. Puede, entonces, señalarse un m étodo natu
ralista y un m étodo histórico. M arca la diferencia entre la naturaleza y
la cultura, significando que lo prim ero es aquello que ha nacido por sí,
oriundo de sí y entregado a su propio crecim iento y lo cultural es lo
producido directam ente por el hom bre actuando según fines por él
valorados. Hay p o r lo tanto objetos naturales y objetos culturales, cada
uno de los cuales es m ateria de ciencias diferenciadas. El ejem plo de
una piedra encontrada en el cam ino, que no es más que un objeto de la
naturaleza; pero si a esa piedra el hom bre le ha dado una transform a
ción, la ha labrado im poniéndole algún sentido, la ha convenido en su
elem ento de defen sa o agresión, le ha incorporado a ella un valor.
Deja de ser así un objeto puram ente natural para convertirse en objeto
“ cultural".
La H istoria entonces se encontraría dentro de las ciencias del es
píritu, y sería necesario determ inar si como tal, ciencia, busca la obje
tividad y la verdad con referencia a los’ objetos de que ella trata, para
lo cual el p rim er planteo será determ inar cuales son los objetos de que
se ocupa la H istoria. N ecesario es recalcar que la Historia se m aneja
con conceptos ideográficos, y no con leyes invariables com o las cien
cias naturales, aún cuando algunas corrientes históricas han querido
en co n trar ciertas analogías con estas últim as. Sin em bargo, la H istoria
V
com o ciencia cultural no puede form ular leyes a la m anera deJ a s x ie n - »V
>v'
cias naturales.
^D entro de lo que llam am os historia evolutiva o genética debem os
co n siderar el origen o génesis y la evolución de los hechos del hom
bre, co n siderados dentro del ám bito social y geográfico en que el
m ism o se ha desenvuelto a través del tiempo, y esa consideración d e
berá hacerse c o n sentido dinám ico, a través de los sucesivos cam bios.
No estáticam ente, com o dice G alletti, com o si se tratara de una línea
14
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. RJcmrx/a J. G. fU rrcr
3. Objeto de la Historia.
De lo que se viene expresando podem os desprender que el objeto
de la historia es el saber qué hicieron o qué pensaron antes otros hom
bres que actuaban, igual que nosotros, integrando una organización
social, dice Zonraquin Becú. para agregar seguidam ente que la historia
no se limita sólo a conocer el pasado sino que. además, necesita cono
cer ¡os hechos, explicarlos, investigar sus m otivaciones y sus finalida
d e s /)' sobre todo, extraer de ellos ideas generales que permitan com
prender un proceso o una época, para ju zg ar tales acontecim ientos y
su tiempo, con arreglo a ciertos ideales superiores.
El objeto, entonces, es el pasado hum ano en general que ha teni
do trascendencia social o repercusión colectiva. La Historia se ocupa
de objetos reales, que han ocurrido en el tiem po y en el espacio, pero
que hoy no existen. Son hechos pasados e irreversibles, trascendentes,
que han gravitado hacia el futuro. Y serán tanto más im portantes
cuanto mayores hayan sido sus consecuencias.
Es necesario rem arcar aquí que el objeto de la Historia no se li
mita a un sim ple relato o al com entario de docum entos u otras fuentes,
sino que forma parte del objeto la determ inación de los m otivos que
produjeron tales sucesos y cuales fueron losjpropósitos que sus autores
tuvieron al realizarlos, para entenderlos cabalm ente.
De esta manera la historia se transform a en una obra del intelec
to, pues el historiador debe tratar de pensar e interpretar como pensa
ron los hombres del pasado.
4. Concepto moderno.
No existe una única definición para conceptualizar a la historia
desde el punto de vista actual. Muchas son las escuelas que se dispu
tan la apreciación acerca de lo que debe considerarse Historia, desde
el punto de vista científico.
Para Berheim, la historia es la ciencia que investiga y expone los
fechos del pasado humano, en el espacio y en el tiem po, en sus accio
nes como seres sociales, y de la relación psico-fisica de causalidad que
entre ellos existe. Tal conceptualización no difiere dem asiado de lo
15
MANUAL DE HISTORIA CONSTriL’aO N A L ARGENTINA Dr. Ricardo J. G. lU m rr
5. Método.
Toda ciencia dispone de un m étodo que le permite arribar co
rrectamente al conocim iento del objeto de que se trata. Las ciencias
naturales cuentan con m étodos que le perm iten la com probación de la
certeza de sus afirmaciones, que son consagradas como leyes inm uta
bles. en los que dado un hecho antecedente debía necesaria e inevita
blemente producirse un resultado consecuente.
La Historia como ciencia del espíritu o cultural tiene tam bién su
propio método, que le es indispensable para confirmar la veracidad de
sus afirmaciones. Afirm a Zorraquin Becú que la metodología histórica
que predominaba hasta hace poco tiem po se refería a las causas de los
acontecim ientos, creyendo que en todo hecho era posible descubrir
una causa determinante.
Para llegar al conocim iento histórico es necesario contar con un
método que nos permita su com probación mediante los instrum entos
Je investigación adecuados y de principios que guíen la selección de!
material. El método histórico, según cita Galletti, no es otra cosa que
los medios de que se vale el historiador para transformar el frío y m u
do testimonio en fuente de inform ación y posibilitarla transform ación
del hecho pasado en actualidad presente.
| — La primera parte del proceso m etodológico es la “heurística” , que
nos da las normas para el adecuado tratam iento de las fuentes históri
cas. La palabra heurística viene del griego y significa “hallar”, y en
consecuencia la prim era tarea del m étodo consiste en el hallazgo de
los testimonios que van a servir de fuentes, tarea en la que ciencias
auxiliares como la m useología, la archivística o la bibliotecología, nos
brindarán una ayuda inapreciable. O bviam ente, lo primero es determ i
nar la temática y el alcance que se aspira a dar a la tarea de investiga
ción. y lo segundo verificar la bibliografía existente sobre el tema, pa
ra evitar realizar una tarea que ha sido hecha antes por otros historia
dores.
En esta prim era parte se trabajará con m edios científicos hacien
do uso de ciencias com o la paleografía, diplomática, epigrafía, etc., y
la investigación se realiza a través del m étodo inductivo a la m anera
MANUAL DE HISTORIA CONSTTTUCiaNALARGENTINA Dr. Riemrdo J. G. ¡binrcr
6. División. -v
Seguim os en este punto los lineam ientos expuestos por Carlos
Sánchez Viam onte referidos a las Edades H istóricas. A la clásica divi
sión de Prehistoria e Historia, y a esta últim a dividida en Edad Anti
gua. Edad M edia. Edad M oderna y Edad C ontem poránea, teniendo en
cuenta la contem plación de la Historia U niversal desde el punto de
vista de las “ Instituciones Políticas” se inclina a replantear el proble
ma de las Edades y su clasificación, pues el aspecto institucional de la
'•ida hum ana es el único que puede sum inistrar jalones ciertos para la
cronología de la sociedad.
En principio no encuentra ninguna dificultad para aceptar el
nombre de Edad Antigua, aplicado a los pueblos de Oriente y también
a Grecia y Roma, porque esa etapa abarca todo un ciclo que se cierra
con la caída del mundo rom ano por efecto de las “invasiones de los
19
MA-NUAI. DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. RJc*rdo J. G. tlir-rry
21
)
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricardo J. G. lU m r
)
de ser invocada para cad a época, con igual derecho p o r cada genera
ción.
7 .F u en tes.
El conocim iento de los hechos históricos se adquiere m ediante la
investigación de las fuentes que reflejan lo que se hizo en el pasado,
sean éstos vestigios, docum entos, escritos de toda índole, m onum en
tos, utensilios, arm as, etc. Señala Galletti que se han establecido dife
rentes divisiones de las fuentes historiográficas, siendo una de las más
conocidas la que distingue entre “ restos” y “tradiciones” .
Los “restos” pueden ser los de las obras producidas por el hom
bre, los m odos de vida de las com unidades, los ordenam ientos ju ríd i
cos, las obras literarias o filosóficas y los docum entos en general: y las
“tradiciones”, que pueden clasificarse en orales y escritas, por las
cuales se transm ite la m em oria de los hechos pasados.
B auer hace un cuadro m ás im portante de las fuentes históricas,
señalando entre otras a las “ etnológicas” (antigüedades, m onedas, se
llos); las transm itidas oralm ente (que pueden ser atribuidas a persona
lidades); las que no tienen origen personal ( inform es orales, m itos y
leyendas, rum ores, anécdotas, proverbios, canciones populares, etc.).
Hay otras fuentes basadas en la tradición oral ( testigos presenciales
de los hechos); y otras, de im portancia m ucho más considerable,
transm itidas por escrito.
En este últim o caso, los docum entos ocupan el prim er lugar,
tam bién los escritos ju ríd ico s, la convención, la costum bre, la ley, co
mo fundam entos del derecho; ias actas o generalidades, los inform es
diplom áticos, las actas de la adm inistración, las m ilitares y las deriva
das de la vida parlam entaria o social.
T am bién m erecen especial referencia los registros y libros ofi
ciales, las exposiciones históricas, las fuentes autobiográficas, los dia
rios, m em orias, cartas, publicaciones a través de los distintos m edios
de expresión, los libelos, periódicos, y, finalm ente, la opinión pública
com o fuente historiográfica.
Las fuentes se han enriquecido con la incorporación de nuevos
m edios técnicos de expresión o difusión, com o las reproducciones fo
tográficas, cartográficas, fonográficas, etc. (m icrofilm es, facsím iles,
alam bres, cintas m agnéticas, discos, C .D ., Internet, etc.
22
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Jücmrdo J. G. H * m r
23
MANUAL D E HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTELA Dr. Ricardo J. G. ffu rrer
24
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. K a v d o J. G. Hmrrer
25
) MANUAL DE HISTORIA CONSTTTUaONAL ARGENTINA Dr. Ricardo J. G. lU rnrr
ram ente que está destinado a com pletar la form ación de los abogados,
ju ece s y juristas, aum entando y profundizando la cultura jurídica, en
cuanto perm ite superar la m era contem plación estática de las norm as
vigentes para ofrecer un panoram a com pleto de las doctrinas y de las
realidades que han contribuido a su elaboración y a sus transform acio
nes.
Hay una estrecha relación entre la H istoria y el Derecho, pues
este últim o se m odifica y evoluciona a través del tiem po y es, gene
ralm ente. consecuencia de los cam bios que ocurren en una sociedad.
La religión, la m oral, los problem as económ icos y las condiciones po
líticas influyen y determ inan esos cam bios. De tal m anera un sistem a
ju ríd ico no puede nunca ser bien com prendido sino en función de los
antecedentes históricos que nos explican las razones de su evolución y
e! sentido de sus norm as.
26
MANUAL DE ÍUSTORLV CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. RJardo J. G. JUrrcr
27
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricardo J. G. H * m j
cer com o se han ido creando las norm as, las causas de sus transform a
ciones y los m odos de su elaboración.
j^La historia interna, por su parte, penetra en el análisis del conte
nido de aquellas fuentes, para^desentrañar de ellas el origen y evolu
ción de las instituciones jurídicas^ Busca señalar la evolución de los
sistem as jurídicos para explicar el derecho actual como un resultado
de ese proceso. Este aspecto de la H istoria del Derecho tiene un senti
do predom inantem ente jurídico, interesa sobre todo al estudioso del
derecho y debe ser tratado con el m étodo que utilizan los juristas en
sus estudios doctrinarios.
P or ello se ha dicho que para la tarea de recopilación de las
' g e n te s formales se requiere fundam entalm ente de los conocim ientos
propios del historiador, pero para desentrañar de tales fuentes el ori
gen y evolución de las instituciones jurídicas, hace falta un conoci
m iento profundo del derecho.
14. División.
Por razones m etodológicas se divide el estudio de la H istoria del
D erecho A rgentino en la siguiente forma: a) Derecho C astellano; b)
Derecho Indiano; c) Derecho Indígena y d) Derecho A rgentino pro
piam ente dicho.
El D erecho C astellano era el que regia en gran parte de España, a
la fecha del descubrim iento. Era el derecho propio de los conquistado
res y con él iban a tratar de m anejarse en el gobierno y en las relacio
nes con ios habitantes del N uevo M undo. España había iniciado con la
Edad M oderna un nuevo periodo, caracterizado por la política unifica-
dora de los Reyes C atólicos y con ella la form ación de un derecho na
cional com o resultado de la expansión del derecho castellano en la pe
nínsula y su posterior expansión a las Indias.
La penetración jurídica castellana se prolongó durante centurias
hasta dictarse los Códigos Nacionales en la segunda m itad del Siglo
XIX. C om o las Indias, o A m érica como se dio en llam ar después, fue
ron incorporadas en 1519 a ¡a C orona de Castilla y León com o verda
deros reinos y no com o factorías o colonias, se m andó aplicar en ellas
las Leyes de Castilla, según un orden de prelación que com prendía
desde las m ás m odernas recopilaciones de leyes castellanas hasta los
fueros, com o el Fuero Juzgo del Siglo VII y el Fuero Real del Siglo
XIII, e inclusive las Siete Partidas de Alfonso el Sabio, que llegó a te
ner m ayor vigencia en A m érica que en España, adem ás de dictarse
norm as propias para ser aplicadas exclusivam ente en el N uevo M un
do, a las que clasificam os com o Derecho Indiano.
C abe señalar aquí que las instituciones del D erecho Castellano
provienen en m uchos casos de otros sistem as que sucesivam ente lo in
fluenciaron, com o los derechos rom ano, germ ánico, m usulm án y ca
nónico, producto de la evolución general del derecho en la Europa oc
cidental.
Pero iniciada la conquista y colonización, se puso de m anifiesto
que en m últiples aspectos la legislación C astellana era inaplicable o no
respondía cabalm ente a las exigencias jurídicas y políticas de la nueva
sociedad en form ación. En su reem plazo una nueva legislación espe
cialm ente dictada para Indias se fue enriqueciendo sin cesar, m odifi
30
MANUAL DE ÍÍ1ST0RU CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Rh*rdo J. G. Hmrrcr
31
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricardo J. G. lU rrcr
37
MANUAL DE IDSTORLV CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricardo J. G. Harrcr
38
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL .\RGENTINA Dr. Ricardo J. G. Ifarrrr
CAPITULO 2
A n teced en tes histó ricos: Para m ejor com prender el tem a es ne
cesario rem ontam os a antecedentes no m uy lejanos en el tiem po del
descubrim iento de A m érica referidos a la disputa existente entre los
reinos de Castilla por un lado y el de Portugal por el otro. Citamos
com o tal a la que se suscitara acerca del dom inio de las Islas Canarias,
reclam adas por ambas potencias, fundam entalm ente por la proyección
que de su dom inio pudiera derivarse respecto al derecho sobre el te
rritorio africano, que había sido reconocido especialm ente por los
portugueses. La cuestión tenia una im portancia económ ica pues la
Guinea, ubicada en Africa, producía m arfil, oro y esclavos. En el año
1454 (poco menos de m edio siglo antes del descubrim iento de A m éri
ca) el Papa Nicolás V m ediante la Bula “ Romanus Pontifex” da el
dom inio del Africa a Portugal y en 1456, dos años después, el Papa
C alixto III daba el patronato eclesiástico del océano a la portuguesa
'O rden de Cristo".
En 1465 com ienzan las guerras civiles en España referidas a la
sucesión de la corona, guerras en las que interviene el Rey de Portu
gal. triunfando finalm ente Isabel de Castilla, esposa de Fem ando de
Aragón. El Papa Sixto IV dicta la Bula “A etem i R egis” que bendice el
Tratado de Alcaipobas de 1479 y de Toledo de 1480, que había puesto
• in a la guerra, y que concedía a Portugal el m ar desde las Islas C ana
nas "para abajo” contra G uinea, pero nada se decía acerca del m ar oc
cidental. Se ha considerado el Tratado de A lcafobas como un verdade
ro reparto de espacios oceánicos entre castellanos y portugueses. .
39
V
MANUAL DE H1ST0RLV CONSTITUCIONAL ARGENTINA
*
Dr. Ricardo J . G . Í W
2. T e o ría s .
El exam en de los títulos de los Reyes de Castilla y León a la do
m inación de Indias es un tema de gran significación jurídica. En su
época alentó polém icas entre teólogos y jurisconsultos, em peñados en
la búsqueda de razones para fundam entar la conquista. Estas teorías
estarán referidas a cubrir dos aspectos fundam entales en orden al de
recho de C astilla a posesionarse de las tierras descubiertas.
En prim er lugar, C astilla deberá asegurar su dom inio sobre Indias
con relación a los dem ás reinos cristianos de la época y, especialm en
te, contra su rival en los m ares, ei reino de Portugal. En segundo lugar,
deberá ju stific ar su dom inio respecto de los aborígenes y, m uy espe
cialm ente, acerca de ios m edios que legítim am ente podía em plear para
* incorporar esas tierras a su Corona.
En relación al prim er aspecto, España invocará com o titulo váli
do las Bulas que rápidam ente obtendrá del Papa A lejandro VI y que le
otorgaban el señorío sobre tales tierras, a las que agregará las sim ilares
disposiciones pontificias dadas con anterioridad y a la que ya nos he
mos referido. A ellas le agregará otros ‘'justos y legítim os títulos” que
fueron alegados por los juristas del reino.
En el segundo, se deprim ió la categoría del aborigen por conside
rarlo bárbaro, pecador, infiel y vicioso, señalándose el deber de los in
dios de som eterse pacíficam ente a los conquistadores. Una conse
cuencia de esta posición era que, en caso de no hacerlo así, se debía o
no hacérseles la guerra para som eterlos. N um erosos e intensos fueron
los debates que se suscitaron con tai m otivo.
40
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricardo J. G. H irrcr
3. La versión teológica.
Y a hemos anticipado al hablar de los antecedentes históricos la
potestad del Sumo Pontífice para arbitrar y defender el orden univer
sal. En opinión del Ostiense, C ardenal A rzobispo de Ostia, canonista
del Siglo XIII, “ los pueblos gentiles tuvieron jurisdicción y derechos
antes de la venida de Cristo al m undo, pero desde su venida todas las
potestades espirituales y tem porales quedaron vinculadas a su persona
y luego, por delegación, en el Papado de su e n e que los infieles podían
ser privados de sus reinos y bienes por autoridad apostólica, la cual
estaban obligados a obedecer”. A su vez, en la “ Sum a Teológica” de
Santo Tom ás de Aquino hay ideas m uy claras sobre las relaciones del
mundo cristiano con los gentiles, llegando a afirm ar que cuando estos
últim os posean injustamente, se les podían quitar las cosas, y de este
modo limitaban el derecho de los gentiles. Esta teoría tom ista era en
señada en las Universidades y los teólogos y ju ristas se inspiraban en
el Angélico Doctor.
El principio general señalaba que C risto, hijo de Dios y Dios El
mismo, eligió de entre sus A póstoles a San Pedro como M inistro o
Pastor, dándole el poder de que "lo que atares en la tierra, atado será
en los cielos", poder que se extendía a sus sucesores, los romanos
pontífices, para el engrandecim iento y dirección de su Iglesia Univer
sal y, en virtud de ese m andato, podían repartir tierras en poder de los
infieles para la propagación de la fe católica, correspondiendo a los
principes descubrir lugares e- inform arse de sus gentes. De allí que la
Iglesia ejercía aquella suprem a jurisdicción pudiendo los infieles ser
despojados de sus tierras si no reconocían la fe católica. Se apoyaba
esta teoría en expresiones de N. Señor Jesucristo en el Nuevo Testa
mento, cuando decía a San Pedro “apacienta mis ovejas”, o bien que,
“al final de los tiempos, se hará un sólo rebaño bajo un sólo Pastor”.
Por ello, cuando Colón presentó su proyecto de viaje hacia el
Oeste de la m ar océano a la Reina Isabel de Castilla, la Junta Real de
Salam anca a la que fue derivado el estudio, tuvo opiniones encontra
das, pero finalmente prevaleció el criterio ju ríd ico considerando lícita
la posibilidad de descubrir nuevas tierras al dirigirse en aquella direc
ción. Señalábase que en el Tratado de T oledo, reconocido por una
3ula Papal, se había convenido que C astilla renunciaba al Océano
"solam ente para debajo de las C anarias contra G uinea”, pero de nin
41
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGESTINA Dr. Ricardo J. G . lU rrcr
pañol sin darla a conocer.). Por esta nueva bula llam ada de “dem arca
ción" se determ inaba que la donación a los Reyes Católicos era de las
tierras que se encontraban al oeste de una línea im aginaria que corría
de polo a polo, ubicada a cien leguas al occidente de las Islas A zores y
de C abo Verde. Bien entendido que no se quitaba ni se debía quitar el
derecho adquirido a ninguno que lo posea anteriorm ente.
Aunque dictada con fecha posterior, a la B ula “ Exim ias D evatin-
n is '\ se le puso fecha 4 de mayo, y parece ser su objetivo dotar a ios
Reyes Católicos de una letra pontificia que les perm itiera contener
cualquier avance de las reclam aciones portuguesas m ientras se estu
diaba la segunda “ Inter C aetera” de demarcación. Como dice en su
texto, se concede a los m onarcas españoles y a sus herederos y suceso
res, las islas y tierras descubiertas o que se descubran, con todas y ca
da una de las gracias, privilegios exenciones, libertades, facultades e
indultos concedidos hasta hoy a los Reyes de Portugal.
Se dicta posteriorm ente la Bula “Eiis-EideLLum” que está dirigida
al Vicario de la Orden religiosa de los M ínimos, y en ella se expresa
que los Reyes de España, deseosos de hacer florecer y exaltar la fe
católica en las regiones orientales y en la Mar Océano, se había re
suelto destinar a estas regiones a esos religiosos con otros seculares y
seglares, concediéndoles el Pontífice la más am plia facultad, licencia,
potestad y autoridad para trasladarse y residir sin licencia de sus supe
riores, predicar y hacer predicar la palabra de Dios para convertir a la
fe a los naturales, bautizarlos, instruirlos y adm inistrarles los sacra
mentos. El contenido de esta Bula enfatiza el sentido de la donación
pontificia, que fue el de la evangelización de los indios.
Finalm ente la “ Dudum Siquidem ” del 25 de septiem bre de 1493.
am plía la donación “a todas y cada una de las islas y tierras firm es,
halladas o por hallar, descubiertas o por descubrir, que estén, fuesen o
apareciesen a los que navegan o m archen hacia Occidente y aún el
m ediodía, bien se hallen en las regiones occidentales com o en las
orientales y existan en la India...” . La redacción de esta Bula viene a
dem ostrar que la línea de dem arcación de Alejandro VI no fue un m e
ridiano com pleto.
44
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. U b J . C. H*rr*T
6. Tratado de Tordesillas^.............
Sabido es que el Rey de Portugal no estuvo conform e con el sentido
de las Bulas Papales, por lo cual presionó a los de España para arribar
a un an eg lo razonable. Ya que no podía, com o príncipe cristiano que
era, cuestionar la decisión del Rom ano Pontífice, se limitó a reclam ar
acerca del agravio que constituía la línea fijada en la “ Inter Caetera”
de dem arcación, señalando que los límites allí establecidos eran tan
angostos que impedirían en lo futuro que pudiesen pasar sus navios
más adelante, en sus excursiones hacia los territorios que por anterio
res concesiones papales le habían sido otorgados, dadas las condicio
nes y características de la navegación y los vientos y m areas predomi
nantes.
A consecuencia de ello, se firmó el Tratado de Tordesillas, el 7
de ju n io de 1494, por el cual de común acuerdo se am plía la línea de
dem arcación y se la fija a 370 leguas al Oeste de las Islas de Cabo
Verde, quedando el hem isferio occidental en poder de Castilla y el
Oriental en el de Portugal. Am bas partes acuerdan, además, no realizar
exploraciones en el sector atribuido a la otra y cederse las tierras que
por casualidad descubriesen en él.
C abe m encionar que am bas potencias reconocen la línea demar-
catoria trazada por el Papa, limitando su iniciativa sólo a m odificar la
distancia, y por ello suplican al Pontífice que confirm e y apruebe esta
Capitulación, lo que es aprobado por el Vaticano. Sabido es que, a
consecuencia de esta nueva traza Portugal adquirirá derechos para ha
cer pié en América, luego de las expediciones de Vicente Yañez Pin
zón y de Alvarez Cab'ral.
Como España y Portugal eran entonces las únicas naciones en
aptitud de realizar em presas ultram arinas en gran escala, el Tratado de
Tordesillas significó la más com pleta panición del m undo, atribuyen
do la exclusividad de la navegación y de las conquistas a cada uno de
esos dos Estados, y en tal sentido debe señalarse que ninguna otra na
ción europea se opuso ni discutió, en ese m om ento, ni las Bulas de
donación ni el Tratado de Tordecillas.
45
MANUAL DE H1STORU CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. RJcnnJo J. G. f k m r
47
MANUAL DE IÍISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricardo J. G. H u rer
49
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Or. R icrd o J. G. ÍU m y
vantar fortalezas y desde allí iniciar el trato con ellos, y poco a poco,
se fuese m ultiplicando la religión, ganando tierra por paz y amor, y
fundam entalm ente, dándoles el ejemplo de una vida mejor a la que
llevaban.
Las Casas condenó siem pre las guerras contra los indios porque
ellas eran violatorias de sus derechos naturales, pues sin haber ofendi
do eran agraviados y reducidos por la fuerza; porque no eran un medio
lícito para atraer a nadie a la fe cristiana; porque tampoco lo podían
ser para cum plir algún fin temporal o político, siempre de menor ran
go que el fin espiritual, y porque además faltaba autoridad en los reyes
para declararlas y no existía ju sta causa.
Term inem os diciendo que este sacerdote, gran defensor de los
indios, sostenía que estos, com o criaturas de Dios, participaban de los
atributos hum anos y que tenían, por lo tanto, uso de razón y que eran
capaces de religión, de virtud y de vivir como hombres libres en so
ciedad civil y de tener propiedades, leyes y gobiernos legítimos, todo
lo cuai habían dem ostrado tener y usar antes de la llegada de los espa
ñoles.
La posición del P a d re V itoria: Este sacerdote estuvo de acuer
do con la posición de Las Casas respecto a la potestad temporal del
Papa, señalando que éste sólo había concedido el cuidado de la predi
cación, conversión y protección general de los indios, y no que el do
minio otorgado fuese general y absoluto, ya que para ello no tenía fa
cultades suficientes, y m enos pudiera otorgar tal poder a los príncipes.
Francisco de Vitoria hizo un profundo análisis de los títulos in
vocados hasta ese momento para justificar la dominación de Indias,
llegando a la conclusión de que ellos eran ilegítimos.
Siguiendo el orden en que los tratamos al analizarlos anterior
mente. señalem os las razones que llevaban a Vitoria a esa conclusión:
a) Concesión pontificia: Negaba la potestad temporal del Pa
que em ergía de su condición de monarca universal temporal, y que por
lo mismo pudiera constituir a los reyes de Castilla en príncipe de los
indios. Recordaba que, si bien conforme a las Sagradas Escrituras,
N uestro Señor había puesto a San Pedro y a sus sucesores al frente de
la Iglesia, ese poder estaba circunscrito a lo temporal en orden a lo es
piritual. es decir, en cuanto es necesario para la recta administración
del orden espiritual. En tal sentido eran de aplicación la parábola refe
rida al m om ento en que N.S. Jesucristo recuerda que “ Su Reino no es
50
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Rkardo J. G. H ^rry
52
MANUAL DE1IIST0RLV CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. IUc*rdo J. G. flarrrr
rídico, com o dice Levene, del pueblo que con tanta personalidad y vi
gor elaboró el derecho foral y las Partidas. Además de señalarse que
C astilla y León, en prim er término, hicieron el descubrimiento y colo
nización de Am érica, los soberanos de estos reinos fueron incorpora
das las tierras descubiertas, formando parte de la monarquía y se m an
dó aplicar en ellas en forma subsidiaria su legislación.
Pero esta vigencia en las Indias del Derecho Castellano tuvo su
m ayor alcance en la esfera del derecho privado más que en el público.
En este último debieron adaptarse ios viejos modelos que lo habían
inspirado, a las nuevas circunstancias que le imponía un mundo dis
tinto.
En cambio, en el ámbito del derecho privado, la aplicación de los
preceptos jurídicos contenidos en los distintos cuerpos legales de C as
tilla, alcanzaron en América casi la misma amplitud que en España,
sin alterar su doctrina jurídica tradicional.
España tenía una tradición jurídica propia, formada desde sus
orígenes, en las sucesivas oleadas invasoras de pueblos, resultado de
su com plicada composición social y, por lo tanto, de su nueva y origi
nal organización jurídica. Ese pasado culmina con Alfonso el Sabio y
la im ponente creación de las Partidas, en las que hay recepción del de
recho extranjero, del romano y del canónico, aunque sin desconocer la
im portante contribución del Derecho Foral autóctono.
En la Recopilación de Leyes de Indias promulgada en 1680 se
establecía el orden de prelación de los cuerpos jurídicos que se debía
aplicar en las Indias. Por ello, el programa de estudios considera nece
sario tener algunas noticias históricas sobre el carácter y significado
de tales fuentes.
Los fueros m unicipales: Son fuentes del derecho de carácter lo
cal que recogen normas jurídicas de aplicación en un municipio de
term inado y representan la manifestación más importante del derecho
vigente en las ciudades de los distintos Estados hispano-crístianos du
rante la Alta Edad Media y aún durante los primeros siglos de la Baja
Edad M edia. Con los llamados “ fueros” o cuadernos forales se inicia
en España un tipo de legislación cantonalista cuyo ámbito de vigencia
fue bastante extenso.
Por “fuero” debe entenderse la regla jurídica especial y privile
giada. excepción del derecho común y que sólo obliga a las personas
de determ inada clase o vecindad. Resumiendo lo mucho que se ha es-
54
MANUAL DE HISTORIA CONS'nTL'GONAL ARGENTINA Dr. Rhmnio J. G. / í m r
crito al respeto, dice Cabral Texo, que “ fuero” era la costumbre local o
guardada entre determinada clase de personas y promulgada o manda
da observar por la autoridad del monarca. Algunos encuentran el ori
gen de los fueros en las distintas formaciones territoriales que se fue
ron gestando por quienes tuvieron a su cargo la reconquista española
de manos de los árabes, obra realizada en gran parte por verdaderos
caudillos, que terminaron convirtiéndose en señores feudales. El ger
men de los fueros territoriales o municipales, por oposición a los fue
ros personales o de clase, se halla en las cartas de inmunidades o en
los privilegios que el rey o el señor de la ciudad, en su caso, concedían
a los señores territoriales. El período de formación de estos fueros se
los ubica entre los Siglos IX al XI
En los Fueros se encuentra siempre manifestada de una manera
expresa o tácita, la idea de que las normas en ellos contenidas consti
tuyen una especie de derecho pactado entre el Rey, el señor feudal y
los vecinos de la ciudad. Es importante señalar que no siempre los
fueros de cada ciudad eran originales de ella, sino que en muchos ca
sos se reproducían normas jurídicas procedentes de los fueros de otras
ciudades, según lo afirma Ots y Capdequí. El contenido de estos fue
ros no reflejaban por lo general todo el conjunto del derecho vigente
en una ciudad, sino que más bien recogían los privilegios y exenciones
peculiares de la ciudad de que se trataba.
Al producirse en la península la recepción del derecho romano
justinianeo. los fueros recogieron en sus preceptos las nuevas tenden
cias jurídicas. Por lo general. Jos fueros representaron un intento de
unificación del derecho “dentro” de la ciudad, sometiendo a unas
mismas normas a todos los vecinos. Cabe señalar, sin embargo, que,
aunque estos fueros municipales no tuvieron vigencia alguna en los te
rritorios de Indias, se hallan incluidos en los ordenamientos que orde
nan su aplicación.
La vitalidad del Fuero Real se debió, dice Cabral Texo, a que de
be ser considerado como el mejor y más difundido de los fueros de ti
po municipal. Si bien fue redactado con criterio romanista, por razón
de su división en libros, títulos y leyes, lo fue de acuerdo con un dere
cho más conforme con el que imperaba en Castilla en aquél entonces,
y eso explica que haya logrado ir sustituyendo a numerosos fueros lo
cales a punto tal que llegó a convertirse en ley general o derecho te
rritorial, y no pocos de sus preceptos pasaron a las recopilaciones
posteriores, aunque sin lograr concretar los esfuerzos para conseguir
su vigencia con carácter general .
58
MANUAL DE HISTORIA CONSTTTL'QONAL ARGENTINA Dr. R kxrdo J. C. / W c r
59
MANUAL DF. HISTORIA CONSTTTUaONAL ARGETfTINA D r. Rícxrdo J . G . H mttct
Durante los siglos XVI y fines del XVIII se elaboraron dos gran
des recopilaciones o códigos no sistematizados, ya que comprenden
las m aterias m ás dispares, siendo denominadas Nueva y Novísim a Re
copilación. D ebe señalarse que estas recopilaciones que hacen su apa
rición durante la Edad M oderna en todos los territorios peninsulares,
nada innovan pues se limitan a recoger, con mayor o m enor orden, los
elem entos jurídicos existentes en forma dispersa en otras leyes o com
pilaciones.
La N ueva Recopilación, obra de varios juristas del reino, fue
prom ulgada y puesta en vigencia por Real Cédula de Felipe II en Ma
drid en 1567, disponiendo que los preceptos legales en ella contenidos
tendrían valor de tal aunque sus originales no hubieren sido publica
dos y aunque fuesen contrarios a otras leyes dadas con anterioridad.
Pero como se m antenía el orden de prelación de las leyes establecido
en Alcalá y T oro, tenemos que con ello no se dio satisfacción a los
pedidos form ulados en el sentido de dictarse una nueva recopilación,
un sólo código general que derogase a los demás cuerpos legales y no
que se dejase subsistentes a las anteriores. Pero en definitiva continuó
en vigor la anterior legislación local o territorial de vieja data, con lo
que se em brollaba aún más la legislación castellanoleonesa, por la
aplicación conjunta de muchísimas disposiciones legales que en su
mayoría eran casi desconocidas.
Se trata de una obra voluminosa de 3005 leyes extensas, dis
puestas en 212 títulos, siendo el método seguido bastante deficiente, al
extremo de que algunos consideran de que fue la más imperfecta de
las com pilaciones conocidas, y fue un motivo más de desorden del de
recho castellano, ya anarquizado y desorganizado por dejar subsistente
en forma prom iscua al derecho foral, al romano y al real.
La N ovísim a R ecopilación fue sancionada oficialmente en 1805,
ya en vísperas del proceso de independencia de los países americanos,
por lo que puede afirm arse que prácticamente no llegó a tener vigencia
en nuestro m edio. Labor realizada por el jurista de la Reguera y Val-
delomar, quien pretendió presentar sistemáticamente el conjunto de
las norm as jurídicas vigentes en su época, sin reproducir los textos le
gales de donde aquellas procedían. Para ello utilizó las leyes recogidas
en la N ueva Recopilación, juntam ente con las dictadas con posteriori
dad, elaborando un proyecto poco afortunado, ya que la aplicación-de
esta fuente del derecho resultó sumamente difícil ya que se advierten
62
MANUAL DE I tlSTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA. Dr. J M , J a H ~r*r
64
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Kk*rdo J. G. Ih n x y
nes en las que especialm ente los representantes de las ciudades solici
taban diversas medidas que conceptuaban convenientes para el reino.
El Rey en consulta con el Consejo resolvía en definitiva.
Las cortes castellanas decayeron paulatinamente. La autoridad
real no sólo se fortaleció sino que el mejoramiento hacendístico hizo
innecesaria la obtención de recursos extraordinarios, principal objeto
de la reunión del organismo. Con todo, si redujeron la participación en
el gobierno, no dejaron de intervenir en los actos de juram ento de los
nuevos monarcas.
66
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricardo J. G. IU tykt
CAPITULO 3
67
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. JGc*rJo J. G. / W
gal entre Castilla e Indias o América, amplio concepto que así abarca
la jerarquía de sus instituciones. La igualdad de los Consejos de Cas
tilla y de Indias, como el reconocim iento de iguales derechos a sus
naturales.
El gobierno y administración a partir del descubrimiento se inicia
con la Capitulación de Santa Fe, de abril de 1492. por la que los reyes
reconocían a Colón el carácter de V irrey y Gobernador de las islas y
tierra firme que descubriese, con autorización para designar funciona
rios en las villas y ciudades que se fundasen, y además la facultad de
resolver en segunda instancia las sentencias dictadas por los funciona
rios a él subordinados.
Estas nuevas tierras descubiertas adquieren la categoría de rei
nos, distinto de los otros que integraban el imperio hispánico, espe
cialm ente a partir de la organización del Consejo de Indias en 1524.
Debe señalarse, también, que los Reyes Católicos dispusieron la
prohibición de enajenar las Indias, lo cual significaba que pasaban a
ser bienes realengos, es decir, bienes incorporados al dominio directo
de la corona y exentos de toda jurisdicción y vasallaje feudal. Las In
dias no fueron ni propiedad particular de los reyes, ni dominio del
Estado español, sino bienes públicos de la corona de Castilla, la cual
no podía enajenarlos ni concederlos en beneficio.
Estas y otras razones, como ser la potestad legislativa que ejer
citaban ¡os virreyes, audiencias, cabildos, consulados, etc., por la si
m ilitud que se busca a la legislación castellana, por depender exclusi
vam ente de la corona de Castilla, la idea de colonia o factoría no apa
rece m encionada en ninguna disposición emanada de la metrópoli, si
no que por el contrario, se las llama provincias, reinos o señoríos.
Esta circunstancia nos permite comprender que las instituciones
que se fueron dando para el gobierno de Indias fueron delineadas si
guiendo el molde de las instituciones de gobierno castellanas, aunque
necesariam ente tuvieron que ir adaptándose a las m odalidades, cir
cunstancias y características del Nuevo Mundo.
2. Instituciones M etropolitanas.
Lo dicho anteriormente nos permite afirmar que las autoridades
creadas en la metrópoli para el gobierno de Indias, nada tenían que ver
con los organismos actuantes en la península en cada uno de los reinos
6 8
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. K cvd o J. G. lU m ?
unidos, con la lógica excepción del Rey que era el vinculo común en
tre todos ellos y las Indias.
El derecho político indiano constituye un sistema orgánico de
instituciones metropolitanas y provinciales o territoriales destinadas al
gobierno de las Indias. Su organización política y administrativa no se
hizo cumpliendo planes sistemáticos, sino que fue un resultado empí
rico que a la vez iba ensayando múltiples creaciones institucionales.
Las divisiones administrativas y los organismos creados para ellas se
fueron adecuando a los resultados de la conquista y a las particulari
dades de cada región. Con posterioridad tampoco se trató de unifor
mar los distintos regímenes así creados, salvo a fines del siglo XVlf,
al implantarse el sistema de las Intendencias.
Consecuentemente, además de la autoridad deij l e y que era co
mún para todos los territorios integrantes de la Corona, encontraremos
las entidades metropolitanas que irradiaron su acción gubernativa: en
prim er lugar, cronológicamente hablando, a lajTasa de Contratación y
luego al Consejo de Indias, aunque necesario es destocar que en el pe
riodo intermedio'eTTTre latre ació n de uno y otro, funcionó en el Corw
sejo de Castilla una Secretaria encargada de los asuntos de Indias o
“ Plenum Consilium Indiarum”..
Podemos mencionar también entre las autoridades metropolitanas
a las Juntas de Guerra, organismo éste que se integraban en las graves
circunstancias bélicas que debía soportar la corona, en cualquiera de
los territorios de su vasto imperio.
gua H ispania. Esa monarquía no era otra cosa que “la jefatura de una
com unidad en armas”, con una base electiva que le daba cierta base
popular, si es que así puede calificarse la reunión de los guerreros que
participaban de ese acto.
M ás tarde recibió la influencia de las concepciones políticas del
Bajo Imperio, caracterizadas por la idea de un príncipe despótico cuya
voluntad se imponía a todos los súbditos. Pero la conversión de los
godos al catolicismo y la preponderancia creciente que adquirió la
Iglesia, suavizaron desde fines del Siglo VI ese concepto absolutista
para dar paso a las ideas más moderadas y cristianas.
A partir de la conversión del rey Recaredo (587 DC.) y sobre to
do de la promulgación del Liber Judiciorum (654 DC), la monarquía
hispano-goda se convierte en un principado dirigido a realizar el bien
com ún y que está sometido a las leyes, a las costumbres y a las nor
mas religiosas y morales.
' El Rey recibirá desde entonces un poder emanado de Dios, que lo
convierte en una persona sagrada a la cual los súbditos deben fidelidad
y obediencia, pero cuyo ejercicio está condicionado por la observancia
de las norm as ¿ticas a cuyo cum plim iento se obliga solemnemente y la
historia dem ostró que el soberano podía ser depuesto si dejaba de
obrar con rectitud y de proceder con justicia. (“Rey serás, si ficieres
derecho, et si non fecieres derecho, non serás Rey”: Fuero Juzgo I.i.2).
A esta etapa sucedió la invasión de los musulmanes que llegaron
a adueñarse de casi toda la península, aunque algunos de los reinos en
que se dividía, no pudieron ser dobiegadp.s. La tradición de la monar
quía hispano-goda fue restaurada en el reino asturleonés y los demás
estados que se formaron durante la Edad'M edia. El principio electivo
fue sustituido en el Siglo X por el principio hereditario, que permitió
m antener el poder dentro de la familia real.
Pero en esa época y durante las guerras de la reconquista contra
los árabes aparecen modalidades señoriales que, sin dar a la península
una organización propiamente feudal, debilitan la autoridad de los
m onarcas y les hacen perder la soberanía directa sobre muchos territo
rios y poblaciones. En esa época se mantuvo la concepción de una re-
yecía lim itada en sus poderes. El monarca asumía el poder mediante
un pacto tácito con el pueblo, exteriorizado en el juram ento de respe
tar las leyes de! país y los derechos de sus habitantes. El crecimiento
del poderío de los nobles y las ciudades y la necesidad de obtener el
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. KcmnJo J. G. Hm^cy
72
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. K xm doJ. G. }I*ry*r
realizar el bien común. Ese deber que derivaba de los principios reli
giosos y m orales, se cumplía respetando el derecho y especialmente
las normas más elevadas. De allí que las órdenes y disposiciones con
trarias al derecho divino y al derecho natural no tenían valor alguno ni
debían ser cum plidas por los súbditos. Tampoco debían cumplirse las
órdenes “contra derecho o contra la ley o contra los fueros usados”
El recurso que tenían los súbditos en esos casos era obedecer o
acatar el m andato real y no cumplirlo, como lo establecían las leyes
del reino. E! poder del rey era amplísimo, pero sometido al orden jurí
dico.
Cabe señalar que estas normas no se modificaron en la época de
los Borbones, pero en la práctica bajo la influencia de las nuevas ideas
y concepciones políticas se afirmó cada vez más la tendencia a pres
cindir de esas limitaciones tradicionales, hasta llegar al despotismo
ilustrado que ponía todos los derechos en manos del rey.
Durante esta últim a dinastía, se introduce en España la ideología
que predominaba en Francia durante el reinado de Luis XIV, en el
sentido de que los reyes ya no recibían el poder de Dios por interme
dio del pueblo y con el consentimiento de éste, sino que lo obtienen
directamente de Dios, como “ungidos del Señor”. Esta teoría del dere
cho divino de los reyes contribuye no sólo a exaltar su personalidad,
sino que también los exime del cumplimiento de las leyes, acentuando
el absolutismo real. Este absolutismo se afirma con la supresión de la
mayor pane de los privilegios regionales y de los Consejos que los re
presentaban, la decadencia de los otros Consejos, y la centralización
gubernativa en tom o al rey, a sus ministros, y a los intendentes que se
nombran en cada provincia.
Resumiendo, podemos señalar como características instituciona
les del Rey, las siguientes:
1) Era la más alta autoridad en España e Indias.
2) Las Indias (América) le pertenecían en virtud del descubri
miento al Rey. No a España, ya que eran considerados “reinos de In
dias”, propiedad de la Corona.
3) El dominio de las nuevas tierras era personal , absoluto y per
petuo.
4) Concentraba en sí la autoridad suprema, en cualquiera de los
órdenes, sean estas ejecutivas, legislativas, judiciales o militares.
Aunque no puede hablarse de división de poderes.
)
4. El Consejo de Indias.
Después de la persona del Rey, la más alta autoridad para el co
nocimiento de los asuntos de América fue el Consejo Real y Supremo
de Indias.
Origen y evolución: Tan pronto se produjo el descubrimiento se
designó, dentro del Consejo de Castilla, como encargado del Despa
cho sobre los asuntos administrativos de Indias al Arcediano de la
Catedral de Sevilla, Juan Rodríguez de Fonseca, mientras las funcio
nes judiciales se la reservaba al mencionado Consejo.
Posteriormente, al producirse el fallecimiento del Rey Femando,
se habilitó una sala especial para el tratamiento de estos asuntos lla
mada “Plenun Consilium Indiarum”, actuando así en forma colegiada
y perdiendo Fonseca una pane de su autoridad exclusiva. Al subir al
trono Carlos Io en 1517, se rehabilitó a Fonseca, creándose la Supe
rintendencia para asuntos de Indias.
A raíz de una disputa entre Fonseca y Bartolomé de las Casas, se
designó a Fray Gerónimo de Loaysa para el gobierno de las Indias en
77
MANUAL DF. HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. KlcnrJoJ. C . ¡U r* r
1522, y dos años después por Real Cédula, se crea definitivam ente el
C onsejo Real y Suprem o de las Indias, encargándose la presidencia al
religioso Loaysa.
Durante el reinado de Felipe V, en 1714, se crearon las Secreta
rías de Despacho, con amplias facultades para expedir reales decretos
y órdenes del Rey, y al implantarse en 1717 la Secretaría del Despa
cho Universal de las Indias, el Consejo quedó limitado a sus funciones
judiciales y tratar los problemas que se les encomendaban, con lo cual
perdió la importancia que había tenido en los siglos anteriores. Sub
sistió hasta 1812, fecha en la que fue suprimido por las Cortes de Cá
diz y la Constitución dictada en ese año.
O rg a n iz a c ió n : Fue organizado con independencia del Consejo
de Castilla, habiéndose producido muchas transformaciones desde su
inicio hasta la definitiva supresión. Se trataba de un organismo cole
giado, con única subordinación al Monarca, integrado por un Presi
dente y de siete a nueve Consejeros Togados, que debían ser “perso
nas aprobadas en costumbres y limpieza de linaje, temerosos de Dios
y escogidos en letras o prudencia”, que llegó a aumentarse a doce,
compuesto de clérigos, letrados y “caballeros de capa y espada”.
Dependían del Consejo como “oficiales salariados”, pero sin in
tegrarlo, el Gran Canciller custodio del Sello Real, dos Secretarios (de
Justicia y Gobierno); un Cronista encargado de recopilar crónicas e
historias de Indias; un Cosmógrafo encargado de las cartas geográfi
cas; un Matemático, un Contador, un Tesorero, un Fiscal y un Agente
del Real Patronato ante la Santa Sede, con residencia en Roma. Tanto
los Consejeros, como los oficiales salariados tenían carácter vitalicio y
sus cargos no podían ser comprados. Generalmente estos cargos eran
provistos con quienes habían desempeñado magistraturas o dignidades
eclesiásticas en Indias, resultando así la culminación de una carrera
administrativa o religiosa.
Dependían, además, del Consejo otros funcionarios como el Al
guacil Mayor, con funciones policiales, tres relatores de Cámara que
debían leer y resumir los expedientes que debía resolver el Consejo,
Escribanos de Cámara, Procuradores. Capellanes, .Defensores de Po
bres, etc.
El Consejo residía en la Corte y tuvo su asiento definitivo en
Madrid al ser declarada Capital del reino. A los efectos de sus reunio
nes se dividían en Salas para tratar temas distribuidos entre ellas pero
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Kc*nk> J. G. / W
5. Casa de Contratación.
Como señala Ots y Capdequi, la Casa de la Contratación de Se-
vilia fue , al mismo tiempo que el organismo rector del comércTo*pe-
ninsular con las Indias, una institución de gobierno con, atribuciones
políticas, especialmente en el orden fiscal, una pieza importante en el
ramo de la administración de Justicia y un factor poderoso para el es
tudio de la geografía colonial y de la ciencia náutica de la época. Fue
la prim era institución, cronológicamente hablando, instilada en Espa
ña con la finalidad específica de gobierno sobre el Nuevo Mundo.
O rig en : Antes de su creación, todo lo referido a 1a organización
de las expediciones colombinas había sido encomendado al Arcediano
Fonseca y al Contador Juan de Soria. En 1493 se había dispuesto,
además, la creación de una Aduana especial en Cádiz, para controlar
todo lo que se enviaba o se traía de América. La Casa de Contratación
80
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricardo J. C. H tr-cr
81
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Kcmrdo J. G. flurrxrr
6. Ju n ta s de G u erra.
Los asuntos militares y navales estaban a cargo de una Junta de
Guerra de Indias, integrada por cuatro miembros del Consejo de In
dias y cuatro miembros del Consejo de Guerra de Castilla, y tenía por
función la dirección de los asuntos de gobierno, justicia y hacienda, en
tiempos en que algún problema bélico involucrara a los territorios del
Nuevo Mundo. Fue creada en 1597. Además de todo lo referido al or
den militar por tierra y por mar, tenía a su cargo el despacho de las
flotas y armadas que viajaban-a las Indias y retomaban con el tesoro
real y dineros enviados por los particulares, en miras a garantizar su
seguridad.
85
MANUAL DE IflSTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTE'wV Dr. Ricardo J. G. H m m r
8. Los Virreyes.
El cargo de Virrey fue el más elevado en la organización indiana,
ya que representaba a la persona del M onarca y debía ser obedecido
como si se tratara del propio soberano. Su nombramiento estaba reser
vado al Rey. Es necesario recordar que la institución virreinal aparece,
cronológicam ente hablando, con posterioridad a la de los Adelantados
y a la de los Gobernadores.
O rigen: El origen de la Institución, señala López Rozas, es ante
rior al descubrimiento de América, expresando que hacia fines de la
Edad Media la corona de Aragón creó para el ejercicio del gobierno de
los dom inios que fue anexando, el titulo de Virrey. Era necesario dar
la más alta dignidad y los poderes más amplios a los lugartenientes
86
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Rkardo J. G. Hmnrr
89
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUaONAL ARGENTINA Dr. R ia rJo J. G. //Wrrcr
9. Capitanes Generales.
Ya hemos señalado que los Virreyes tenían además el titulo de
Capitán General, esto es. que estaba a su cargo todo lo referido al
mando de las fuerzas de mar y tierra de su jurisdicción. Pero por múl
tiples razones, algunas demarcaciones territoriales ubicadas en regio
nes fronterizas, escasamente colonizadas, que requerían una autoridad
de mano fuerte para asegurar la paz y el mantenimiento del orden pú
blico, y exigencias apremiantes de índole militar, fueron creadas como
Com andancias o Capitanías Generales, tal el caso de la Capitanía Ge
neral de Chile. El alto funcionario que allí se designaba ejercía, con
respecto a su circunscripción, funciones análogas a las del Virrey, con
sus mismas facultades y restricciones. Para esta función siempre se
designaba a un militar de probada competencia en el arte de la guerra.
Cumplía generalmente sus funciones con la asistencia de una
Junta de Guerra y un Auditor, encontrándose entre sus tareas específi
cas. además del gobierno y administración de la Capitanía, el reclutar
tropas, adm inistrar víveres y municiones, sostener cuarteles, hospitales
militares, dirim ir las contiendas castrenses venidas en grado de apela
ción y preocuparse por la defensa y fortificación de su territorio.
10. Gobernadores.
El Gobernador indiano constituye la figura más representativa
del régimen establecido por España en el Nuevo Mundo, desde su or
ganización definitiva en el Siglo XVI hasta la implantación de las In
tendencias a fines del Siglo XVIII. Cabe destacar, como lo señala Zo-
rraquín Becú, se llamaba gobernador a todo el que ejercía la función
de gobierno, desde los virreyes hasta los mandatarios de las provincias
subalternas, y a este oficio se agregaban generalmente funciones de
justicia y de guerra que configuraban la magistratura más alta de cada
región.
O rigen y evolución: Como en otros casos, el cargo de Goberna
dor aparece antes del descubrimiento de América ya que en las cono
cidas capitulaciones celebradas por Colón en 1492, antes de empren
der su histórico viaje, se le concedió a su pedido, el titulo de Virrey y
G obernador de todas las tierras firmes e islas que descubriese.
90
MANUAL DE HISTORIA COCSSTmjCIONAL ARGENTIXV D r. R icnráo J . G. lU n ^ y
92
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Rjcanb J. G. lltr w r
93
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. RicmrdoJ. G. lU m cr
11. Organismos co le g ia d o ^ ^ h ü ¿ o sT j
A través de toda la conquista y colonización de América, dice
López Rosas, numerosas instituciones se arraigan en el continente
americano. Algunas dan poco resultado y otras sólo proliferan en de
terminadas regiones o son creadas solamente para un singular mo
mento histórico. Así, adelantazgos, capitanías generales, intendencias,
consulados, gobernaciones o virreinatos van cambiando al pasar de las
épocas. Unas son suprimidas ante la experiencia institucional; otras
son modificadas o reestructuradas; y lo que era aceptado en tiempo de
los Austrias deja de funcionar en época de los Borbones. Solamente
una institución permanece a lo largo y a lo ancho de toda América, y
ésta es el órgano colegiado Cabildo.
Fundada una ciudad en lo más remoto del continente, podrá care
cer de organización, habrá conflictos de jurisdicciones acerca de su
dependencia, carecerá de las cosas más elementales, pero cumplido el
rito de la fundación, habrá necesariamente un Cabildo. A partir de ese
momento este Cabildo tendrá que afrontar todos los problemas, desde
lo meramente municipal hasta la solución de la paz o la guerra en su
lucha contra los piratas o los indios. Tendrá que improvisar su vida,
enfrentar el hambre, la seca, la langosta y las pestes, tendrá que forta
lecer sus instituciones, designar sus sucesores y velar por todos para
sobrevivir. Y en medio del desierto, aislado por distancia de leguas de
las más cercanas poblaciones, conformará su propio estilo de vida.
O rig en y evolución: Analizando esta institución, dice el autor
citado, que el signo característico y fundamental del pueblo español es
su "individualism o”, signo bajo el cual se realizó la conquista de
América y conformó sus instituciones desde siglos atrás. Dice que ese
espíritu individualista, proveniente de los celtas e íberos, dio origen a
un verdadero espíritu regional, influido por las condiciones físicas y
MANUAL DF. HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Wc*rdo J. C. /£u-»tr
dores, que por tal motivo eran llamados Justicias Mayores. Estos Al
caldes eran elegidos anualmente por los propios cabildantes, y fueron
oficios que no eran vendibles, como ocurrió con otros, tales los Escri
banos, Alguaciles, Alféreces, Regidores, Fieles ejecutores, etc.
Los R egidores tenían como atribución todo lo referido a la poli
cía de abastos e intervenir en las obras públicas de la ciudad. También
corría a su cargo la visita de cárceles y el desempeño de la función de
Alcalde en caso de ausencia o muerte de éstos. Tenían obligación de
concurrir a los ejercicios militares, cuando concurrieran el Gobernador
o el Capitán General y además vigilaban la administración de los hos
pitales existentes en la ciudad.
El A lférez Real era el encargado de pasear el estandarte real en
las ceremonias públicas, tenía voz y voto en las reuniones del Cabildo
y en caso de ausencia o muerte de los Alcaldes podía sustituirlos.
Los P ro cu rad o res tenían como misión representar al Cabildo
ante las más altas autoridades, tales como Audiencias y Tribunales e
inclusive ante el Consejo de la Corte del Rey- Su elección se realizaba
por medio de los Regidores y únicamente en Cabildo cerrado. Cuando
se presentaba algún caso que por su gravedad hiciese necesario que
alguna ciudad enviase a España su Procurador, el Cabildo debía obte
ner previamente la licencia del Virrey o la Audiencia del distrito a que
pertenecía la ciudad. El Procurador debía estar presente en los repar
timientos de tierra o de ganados.
Fieles Ejecutores. Su función específica era la de intervenir en
la policía de Abastos de la ciudad, tarea que cumplía en compañía del
Regidor. Ponía precio a los abastos que se traían a la ciudad, determi
naba los lugares donde debía tirarse la basura, vigilaba la venta en las
pulperías evitando se excediese el precio fijado para mercaderías de
primera necesidad como el pan, hortalizas, pescados, etc. Para el me
jo r cumplimiento de su misión se le concedió el ejercicio de ciertas fa
cultades jurisdiccionales en asuntos de su incumbencia.
Alguacil M ayor. Era su tarea la de prender a las personas que se
les mandara y se les encomendaba hacer cumplir las órdenes y man
dam ientos de los Gobernadores, Alcaldes Ordinarios y demás funcio
narios judiciales. Tenían también a su cargo perseguir los juegos
prohibidos y “los pecados públicos’’.
E scribanos y Depositarios: El Escribano debía llevar el Libro
de Acuerdos, donde se asentaban las resoluciones del Cabildo. Esta-
96
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARCENTINA Dr. Riendo J. G. I h m r
cias tomando como cabeceras, cada una de ellas, la ciudad donde teníai
asiento el Cabildo. i
La excesiva ingerencia del Cabildo de Buenos Aires cir-tos'
asuntos políticos va a determinar al Gobernador Martin Rodríguez,
por acción de su ministro Bemardino Rivadavia, la supresión tie sus
dos cabildos, política que será seguida rápidamente por todas las-p
vincias. El régimen municipal, que era parte de las funciones del Ca
bildo, recién será restablecido al dictarse la Constirución de 1853.
12^E! Consulado. [
Con el objeto de desarrollar el comercio se creó en Burgos (Es
paña) un Consulado o Casa de Tratantes, facilitando a sus miembros el
transporte y colocación de sus mercaderías. Los altos beneficios al
canzados por la nueva institución determinaron más tarde a los comer
ciantes de Sevilla a presentar un petitorio al Rey para establecer idén
tico organismo en aquella ciudad.
En el trasplante de las Instituciones metropolitanas a América no
faltó el Consulado que los reyes crearon primeramente en Méjico y
después en Lima. La causa de la creación en aquellas dos ciudades se
debía a que el comercio entre España e Indias pasaba únicamente por
aquellas.
La administración de justicia en lo comercial estuvo a cargo de
los Consulados, una vez que fueron creados en América y sus fallos,
en causas por montos superiores a 1.000 pesos fuertes, podía apelarse
ante la Audiencia que a ese efecto se constituía en Tribunal de Alzada,
integrado por el Oidor Decano y dos Oidores nombrados por él entre
los candidatos propuestos por las partes interesadas.
Las reformas introducidas por ¡os Borbones al dictarse el Regla
mento de Comercio Libre en 1778, facilitaron el desarrollo del comer
cio en todo el continente, con la apertura de nuevos puertos, lo cual
favoreció especialmente al Río de la Plata, hasta entonces relegada en
el aspecto comercial.
Por Real Cédula de 1794 se creó el Consulado en la ciudad de
Buenos Aires, el cual además de tener funciones de Junta Protectora
del Comercio y de Fomento Económico, era tribunal en asuntos co
merciales y entendía además en todas las causas por delitos cometidos
durante la navegación. Este tema será ampliado al tratárselo en el Ca
pítulo V.
MANUAL. DE HISTORIA CO-NSTITUO0NAL ARGENTTiA Dr. R ^ r d o J . C. IU ttct
102
■MANUAL DE HISTORIA CO.NSTTTL'QO.NAL ARGENTINA D r.X cnrdoJ. G. I L m r
CAPITULO 4
1. Legislación hispano-americana.
Para comenzar el tratamiento de este tema, es conveniente recor
dar con Ots y Capdequí en su libro “Instituciones”, que España, al
tiempo del descubrimiento, no tenía una verdadera unidad nacional. A
pesar del matrimonio de los Reyes Católicos, Castilla seguía mante
niendo su propia personalidad política y jurídica, con sus autoridades
y sus cuerpos de leyes que reflejaban su derecho peculiar.
Como la que patrocinó la empresa colombina fue Isabel de Cas
tilla, ello motivó que los territorios descubiertos se incorporaran a la
corona de Castilla, y que fuese el derecho castellano el que rigiese
desde los primeros momentos la vida jurídica de las Indias.
Pero la intención de los soberanos españoles de organizar los te-
rrttorios descubiertos bajo las mismas normas jurídicas imperantes en
Castilla, tuvo que ceder en gran parte ante el imperativo inexcusable
de la realidad. Las circunstancias económicas, raciales y geográficas
del Nuevo Mundo, tan complejo en su enorme extensión, tan distante
y tan distinto, no pudieron ser encuadradas dentro de los rígidos pre
ceptos del viejo derecho castellano. Se tuvieron que'dictar normas ju
rídicas nuevas para hacer frente a situaciones de hecho desconocidas
hasta entonces, y así nació el derecho propiamente indiano que alcan
zó un desarrollo extraordinario y que en muchos aspectos desplazó ai
derecho castellano tradicional.
Frente a ello, se dispuso desde la metrópoli que las disposiciones
dictadas por los altos organismos del gobierno radicados en España,
para su aplicación en Indias, como así las normas dadas por las autori
dades coloniales facultadas para ello, tuvieran primacía en su vigencia
y observancia, no pudiendo acudirse a las fuentes del derecho caste
llano más que a falta de derecho aplicable en las fuentes del derecho
propiamente indiano, es decir que el derecho castellano no tuvo sino
un carácter meramente supletorio.
103
MANUAL D E HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. K cxrJo J. G. H trrcr
2. Sus características.
Como rasgos más característicos de la legislación indiana pueden
ofrecerse los siguientes, que hemos extractado del trabajo del Dr. José
María Ots y Capdequí::
a) Un casuismo acentuado. No se intentó, salvo en contadas excep
ciones, realizar amplias construcciones jurídicas que fijasen ple
namente los contornos de una institución o una rama especial del
derecho. Por el contrarío, se legisló sobre problemas muy concre
tos y se trató de generalizar, en lo posible, la solución en cada ca
so adoptada. Por esa razón en la esfera del derecho privado se tu
vo que recurrir preferentemente a las fuentes del derecho castella
no, a pesar de su carácter supletorio, porque en las del derecho in
diano propiam ente dicho apenas si se hallan preceptos que supon
gan una verdadera innovación jurídica de la doctrina tradicional
mente aceptada en la metrópoli.
b) Una profusión legislativa: Las sucesivas disposiciones dictadas
por los diversos organismos, tanto metropolitanos como residen
ciales, pobló de disposiciones el gobierno de Indias, dándose el
caso de situaciones en las que existían disposiciones contradicto
rias, a las que quiso poner fin el Ordenamiento de 1680.
c) Una tendencia asimiladora y uniformadora: En un primer mo
mento por parte de la Casa de Austria, y en mayor medida por la
de los Borbones, se intentó estructurar la vida de las Indias con
criterio uniform ador y tratando de asimilarlos al propio territorio
metropolitano. Así se indicaba que “siendo de una misma corona
los reinos de Castilla e Indias, las leyes y maneras del gobierno de
los unos y de los otros deben ser lo más semejantes y conformes
que se pueda”. Pese a ello las mismas instituciones creadas para
América, adquirieron modalidades diferentes en las distintas re
giones, según el ambiente geográfico, social y económico en que
hubieron de desenvolverse.
d) Una gran m inuciosidad reglamentaria: Los monarcas españoles
pretendieron tener en sus manos todos los hilos del gobierno de. un
mundo tan vasto, tan complejo en su diversidad y tan lejano. No
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricardo J. G. ¡U m y
105
MANUAL DE HISTORIA C O N ST rrU aO N A L ARGESTLNA Dr. fücmrjo J. C. //^ > rr
3. Capitulaciones. - ---- -
Eran los instrumentos jurídicos celebrados en forma previa a la
empresa de descubrimiento por parte de los Adelantados y la Corona..
Las capitulaciones son contratos firmados entre el Rey, por una
parte, y el Adelantado, por la otra, en cuya virtud se establecen dere
chos y obligaciones recíprocas. Según las opiniones se trata de un
contrato de derecho público, por la naturaleza especial de una de las
panes contratantes (la Corona), por la naturaleza de su contenido y por
la función política, económica y social que llenaban, aún cuando entre
sus cláusulas se determinaban cuestiones que importan la vigencia de
norm as contractuales de derecho privado.
Cuando España decidió realizar la conquista y colonización de
las nuevas tierras descubiertas, la situación del tesoro real no era lo
más floreciente, por lo que se vio en la necesidad de convenir con
particulares la efectivización de tales empresas, quedando a cargo de
éstos todos los gastos que ellas demandaban.
Galleti dice que se trataba de un contrato de naturaleza especial,
por el cual se comprometía a adelantar o conquistar nuevas tierras para
y en nombre del Rey, sostener los gastos de la expedición y de la con
quista a su propia costa; promover la conversión de los indios y reali
zar fundación de ciudades, llevando adelante la empresa de la con
quista. Por su parte, José María Rosa dice que el Rey, o el Consejo de
Indias en su nombre, dispone con el Adelantado la capitulación de los
derechos y obligaciones recíprocas, a la que no se le quiere dar la for
ma de un “pacto feudal” concluido, por escrito o de palabra, y por eso
reviste la apariencia de un nombramiento donde el Rey hace merced
durante “dos vidas", al Adelantado y su sucesor, de una zona de In
dias, con sus tesoros naturales, botines de guerra, tierras y habitantes.
El A delantado se compromete a explorarla, pacificarla, y poblarla por
su cuenta, pero a nombre del Rey y bajo la vigilancia del Consejo de
Indias.
En la mayor parte de las Capitulaciones, ya que no todas eran
iguales, se concedía al Adelantado, por una o dos vidas y a veces a
perpetuidad, las facultades de repartir tierras y encomendar indios, asi
como para nombrar, libremente o con limitaciones, a los funcionarios
menores que habrían de regir en las tierras descubiertas, para lo cual Je
concedía los títulos necesarios para ejercer en ellas el gobierno políti
106
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricarda J. G. ll*r.*r
107
MANUAL DE HISTORIA C O N STm jaO N A L ARGENTINA Dr. Ricardo J .G . H *m y
108
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. JUcxrda J. G. liarr*r
Las reales C édulas: Eran las más frecuentes y sólo tenían como
encabezamiento la fórmula “El Rey”-,- sin su nombre ni sus títulos.
Las C artas Reales: Asumían una forma epistolar, mediante la
cual los reyes contestaban las consultas hechas por las autoridades y a
veces les comunicaban la resolución tomada.
6. Legislación Indiana.
Se llamaba así a la legislación dictada desde los órganos metro
politanos con el fin de regir en los reinos de Indias, y también a la que
dictaban los funcionarios e instituciones de gobierno establecidos en
Am érica.
Como los problemas locales no eran idénticos, se dictaban nor
m as especiales para cada provincia sin pretender implantar un régimen
uniform e en todas ellas, por lo que la legislación sancionada en Espa
ña para Indias no tenía necesariamente un alcance general. Ya hemos
dicho que una de las características del derecho indiano era su casuis-
110
MANUAL DE mSTORUCONSTTTUaONAL ARGENTINA Dr. Ricmrdo J. G .H srrcr
justicia los jóm ales, evitándose que el trabajo fuera excesivo y asegu
rándose el pago de sus jornales. Cabe señalar que ante la actitud de los
indios poco afectos al trabajo, se determinó compulsivamente la obli
gación de trabajar, aunque dejando al indio la libre elección de su pa
trono.
Al analizar el tema del servicio persona! de los indios y la enco
mienda se estudiaran las características laborales de estas institucio
nes.
Respecto de los trabajos en las minas se adoptaron, también, una
serie de m edidas protectoras en defensa de la seguridad de los obreros,
que en su mayoría eran indios.
Las prim eras leyes destinadas a reglar las relaciones del trabajo,
derechos y obligaciones de los españoles e indios, fueron dictadas por
Domingo de Irala, Juan Ramírez de Velazco, Juan de Garay y Her
nando Arias de Saavedra, aunque las más significativas fueron las del
Fiscal y Visitador, el Licenciado Francisco de Alfaro, que veremos en
un punto siguiente.
118
MANUAL DE KISTORLV CONSTITL'aO.VVL ARGENTINA Dr. Rk^nk> J. G. U rrr,,
120
MANUAL DE inSTORJA INSTITUCIONAL AKGENTINA Dr. Ricardo J. G. H m m r
13. El Yanaconazgo.
El Yanaconazgo tiene, al igual que ¡a mita, un origen incaico. Era
una institución auxiliar, mediante la cual, algunos indios a los que se
denominaba “yanaconas” o sin caciques, se los adscribía a algunas
propiedades para el trabajo rural en particular, trabajo que debían
cumplir sin retribución alguna, ya que esta institución tenía un verda
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricardo J. G. lU m cr
14. El Avllú.
Esta es una institución típica de una especie de comunismo agra
rio, que representa al mismo tiempo el régimen de la comunidad de la
tierra, dei parentesco y del culto. Para conocer esta institución es me
nester remontarse a la organización incaica: el reparto de la tierra se
hacía en tres grandes secciones, tierras para la divinidad que servían
para mantener el culto; tierras del Inca para atender los gastos del go
bierno, y tierras de los habitantes poseídas en común, que no se podían
enajenar ni dividir entre los herederos. El agua y el ganado también se
repartían entre las tres secciones mencionadas. Posteriormente, ya
dentro del régimen que subsistió entre los españoles, se repartían entre
los indios las tierras de cultivo y las de pastoreo quedaban para uso
común. Los montes les pertenecían si estaban dentro de los límites fi
jados a los terrenos repartidos entre las familias del ayllú, según el
número de personas que la integraban. En época de la dominación es
pañola el número de familias oscilaba entre 30 y 190.
15. El Cacicazgo.
Ots y Capdequi señala que España adoptó frente a los caciques
de los distintos pueblos de indios una actitud análoga a la adoptada
por otros pueblos colonizadores, frente a los antiguos señores de los
pueblos colonizados. Les realizaban una guerra implacable de exter
minio a aquéllos que fueran un obstáculo a los fines de la conquista, y
una política de captación para aquéllos que manifestaran un menor es
píritu de resistencia o se pusieran a su servicio, a fin de poder utilizar
se su ascendencia sobre su tribu facilitando la obra colonizadora.
En cabeceras de los pueblos indios se designaban corregidores
españoles, dice el Dr. Levene, pero los caciques, “curacas” o princi
pales continuaban gobernando aquéllos pueblos.
122
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARCENTINA Dr. K cm doJ. G. Umyxr
124
MANUAL DE HISTORIA CONSTTTUaONAL ARGENTINA D r.X iardoJ. G .H a m r
127
MANUAL DE HISTORIA CONSTTTUCJONAL ARGFITINA Dr. RUardo J. G. //« n tr
CAPITULO 5
130
MANUA1.DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. KcmrdaJ. C. ÍUrrrr
y
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. KcmrJo J. C. Hv-rrr
3. El D espotism o Ilustrado.
Los Borbones trajeron una novedad que produjo grandes y bene
ficiosas consecuencias en el orden de la cultura, de la economía y de
la política misma: una especie de mezcla de absolutismo con la forma
de "revolución desde arriba” y de democracia de carácter económico
social, al que se llamó “despotismo ilustrado”.
Francia tuvo influencia en las letras y en las artes españolas, co
mo así en el renacimiento científico, todo lo cual fue en esencia obra
de los propios españoles. Se desarrolló un gran entusiasmo por el es
tudio de las ciencias, incorporando a la sociedad española ilustrada al
movimiento científico y educativo europeo. Se fundaron escuelas de
artesanos, centros de estudios científicos, certámenes para premiar
trabajos de investigación de materias económicas, educación, agri
cultura, etc.
Aunque el movimiento en favor de la educación de las clases tra
bajadoras parezca haber obedecido a un sentimiento democrático, lo
que sin duda algo de esto llevaba el filantropismo del siglo, y el des
potismo ilustrado con la frase “todo para el pueblo”, lo que propia
mente guiaba era el resultado económico, beneficioso no sólo para las
clases pobres, sino también para las ricas; y, como máxima conse
cuencia de carácter popular, el reconocimiento implícito del valor que
corresponde a la mano de obra en la producción.
Una de las más importantes reformas se refirió a la de las clases
labradoras, independizándolas de los grandes propietarios, en la propia
península. Se buscó a través de una forma de explotación colectiva de
la tierra, o bien mediante la formación de una numerosa clase de pe
queños propietarios, sobre la base del reparto de tierras no cultivadas
del Estado (baldíos). La expresión doctrinal más completa de esta po
lítica se encuentra en el Proyecto de Ley Agraria escrito por Jovella-
nos, siendo digno de mencionar el Discurso sobre el fomento de la in
dustria popular de Campomanes.
Las m edidas de carácter democrático referidas se completaron
con leyes que ampliaban a los diferentes oficios manuales los privile
gios de hidalguía (nobleza en su grado inferior) y con el acceso de los
132
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. RScirJo J. G. H m ytr
ñaba a los particulares con las demoras que se producían en los despa
chos. .......................
Fue creada por Real Orden del 7 de abril de 1778 y comenzó a
funcionar el año siguiente bajo la dirección de un Administrador Ge
neral de Aduana y Aleábalas, al que asistían un Vista de Aduana, un
Contador y dos Oficiales de Contaduría. Por iniciativa de la Aduana
de Buenos Aires se crea la similar de Montevideo, ciudad que contaba
con un mejor puerto para recibir los navios de ultramar, desde la cual
se enviarían a Buenos Aires los géneros y efectos por medio de lan-
chones o barcos menores.
La Aduana se estableció en el edificio que llamaban de la Ran
chería. Se dictó un Código Aduanero dividido en 7 títulos, y es la or
denanza de aduana inicial que se puso en práctica en el Río de la Plata.
Tenia como función fundamental la vigilancia de la entrada y sa
lida de mercaderías, el cobro de los derechos de importación, exporta
ción y aleábalas, la policía aduanera y la contabilidad respectiva. Más
adelante, en 1794 se organizó el Resguardo de la Capital, destinado a
la vigilancia del contrabando, estando ambos organismos bajo la de
pendencia del Superintendente General.
8. La Audiencia.
El Virrey, D. Pedro de Cebados, tan pronto se terminó la acción
bélica contra los portugueses, pidió que la creación provisional del Vi
rreinato se convirtiese en definitiva y se trasladase la Audiencia de
Charcas a la ciudad de Buenos Aires. Y al no producirse esto, pide la
creación de una nueva Audiencia en esta ciudad. El Rey accede por
Real Cédula de 1782 y el 14 de abril de 1783 se dicta la Cédula erec-
cional. Fundamentaba su pedido en la circunstancia de haberse au
mentado en gravedad e importancia los negocios de toda clase, a con
secuencia de la creación del Virreinato y el incremento de las activi
dades comerciales.
Composición: La presidía el Virrey y estaba integrada por un
Regente, cuatro Oidores, un Fiscal, que era, a su vez, Protector de In
dios. Se integraba además con dos agentes fiscales, dos relatores, dos
escribanos de Cámara y otros funcionarios. Comenzó a actuar en 1785
y su jurisdicción comprendía las provincias del Río de la Plata. Tucu-
mán, Paraguay y Cuyo.
139
MANUAI. DE inSTORU CONSTITUaONAL ARGENTINA Dr. Ricxrdo J. G. H xn*r
9. El Consulado.
El Reglamento de Comercio libre prevé la creación de un Con
sulado en cada puerto habilitado en España, y se aplicó este principio
por analogía en América. Los comerciantes de Buenos Aires solicita
ron su habilitación en 1785 y tras una ardua gestión, recién rué autori
zado en 1794, dándosele jurisdicción sobre todo el Virreinato del Rio
de la Plata.
El cuerpo estaba compuesto por un Prior, dos Cónsules, nueve
Conciliarios y un Sindico, todos con sus respectivos Tenientes a los
que se agregaba un secretario, un contador y un tesorero.
Además podían nombrar diputaciones consulares en todo el te
rritorio, los que duraban dos años y debían actuar asociados a los co
merciantes y con el Escribano del Cabildo del lugar, y tenían como
función facilitar la atención de los pleitos mercantiles.
Una de las funciones más importantes atribuidas a los Consula
dos era la de actuar como Tribunal Judicial en asuntos mercantiles, pa
ra lo cual debía integrarse con el Prior y los dos Cónsules, debiendo
entenderse comprendida en esa facultad todas las cuestiones atinentes
al comercio, contratos mercantiles, transporte marítimo, fletes y de
más cuestiones conexas, inclusive juzgaban los delitos cometidos a
bordo durante la navegación.
Funcionaban además como Junta de Fomento Económico para
procurar el progreso de la agricultura y la industria, la introducción de
herramientas y el aumento del comercio, ocupándose además de las
ciencias y artes útiles, así como la construcción de obras públicas y de
conservar las existentes que estuvieran vinculadas con su ramo.
En sus inicios el Consulado tenía predominio total de comer
ciantes, pero la importancia que fueron adquiriendo rápidamente los
hacendados, decidió a la Corona a disponer que este organismo se
constituyese con igual número de comerciantes y hacendados, a fin de
que el comercio y ia agricultura recibiesen el mismo fomento.
141
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Riau-Jo J. G. Hamry f
____________________________________________________ :___________is
10. La Real Ordenanza de Intendentes»
La creación del régimen intendencial es una consecuencia de las -
nuevas ideas imperantes en la Metrópoli, y la necesidad de mejorar la
recaudación hacendista, promover el desarrollo económico y acentuar
la centralización político-administrativa del Imperio, constituyendo un
nuevo sistem a administrativo que modificó la estructura tradicional.
Fue creado en el Virreinato del Río de la Plata por Real Ordenanza de
1782, extendiéndose paulatinamente, y para 1790 está implantado en
todo el Imperio Español.
De acuerdo con la Real Cédula de erección del sistema intenden
cia!. el Virreinato del Río de la Plata estuvo dividida en 8 Intenden
cias, bajo la dirección de la Superintendencia establecida en Buenos
Aires. Las ocho intendencias fueron las siguientes: la de Buenos Aires
que com prendía además a Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes; la de
Asunción del Paraguay: la del Tucumán, que comprendía a las juris
dicciones de Córdoba, La Rioja, Mendoza, San Juan y San Luis: Salta
del Tucumán, que abarcaba Salta, Jujuy, Tucumán, Santiago del Este
ro y Catamarca y más adelante Tarija; la jk X h a tc a s o Chuquisaca: la-
de Potosi; la de Cochabamba v la de La Paz.
El Intendente era elegido directamente por el Rey y estaba al
frente de cada uno de los distritos mencionados,. Dependía directa
mente del Superintendente Delegado de la Real Hacienda. En al cús
pide del sistema estaba el Superintendente General de la Real Hacien
da, función que desempeñaba en la Metrópoli el Secretario de Estado
o del Despacho Universal de Indias.
Este nuevo sistema no significó la eliminación del anteriormente
vigente, por lo que vino a injertarse en el antiguo, ya que el Virrey
continuaba con su real autoridad, pero las funciones de hacienda le
fueron confiadas al nuevo funcionario. Con el tiempo se irán produ
ciendo roces por materia de conflictos jurisdiccionales, que determina
ron a la Corona a establecer en una sola persona las funciones de Vi
rrey y Superintendente de la Real Hacienda.
A tribuciones: La Ordenanza otorgaba a los Intendentes las si
guientes funciones, a saber:
De Policía: Tenía a su cargo el fomento económico y el progreso
material (agricultura, ganadería, industria, minería, comercio; cons
trucción de caminos, puertos, transportes, etc.) Debían realizar perió
dicas visitas a los distritos de su jurisdicción. En estas amplias funcio-
kppftfc
143
MANUAL DE HISTORIA COiNSTnUQOiNAL ARGENTINA Dr. K i^rdo J. G .H m m y
CAPITULO 6
146
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. RJcmrdoJ. C. fb rrer
148
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. !Uc*rJa J. G. ¡U mrr
traponen las teorías que cada sector pretende imponer. Por ello, nada
extraño resultará que una de las banderas de la Revolución de Mayo
haya sido el establecimiento de relaciones comerciales con todas las
banderas del mundo.
Cabe tam bién recordar que las ideas físiocráticas de Quesnay,
Turgot, Herbet, M oreller y sus discípulos, imperantes en Europa, lle
garon al Río de la Plata y hallaron eco al amparo de la decidida pro
tección que les prestaba el despotismo ilustrado de los Borbones. Y
evolucionando por sobre aquéllos pensadores, el inglés Adam Smith
dio origen a la escuela liberal que posteriormente será perfeccionada
por David Ricardo. La necesidad del fomento de la agricultura y de las
artes útiles, los oficios y las ciencias, como la libre circulación de los
bienes fueron temas corrientes en las reuniones de los patriotas.
Entre las causas sociales debe señalarse una cada vez más tensa
relación entre los habitantes del Río de la Plata, especialmente entre
“españoles peninsulares” y los “criollos” descendientes de aquéllos, a
los que habría que agregar los “mestizos” originados en las relaciones
entre españoles e indias.
Si bien la sociedad indiana de los primeros tiempos de la con
quista y colonización presentaba un espíritu igualitario que desconocía
las diferencias de clase, especialmente la estructura estamental vigente
en la Península, y las fronteras que eventualmente pudieron separar a
los grupos sociales no eran infranqueables. Pero durante los Siglos
XVII y XVII se produjo una lenta pero progresiva decadencia de ese
espíritu igualitario, advirtiéndose un desprecio de los españoles a los
que no lo eran y se trato de impedir, y en líneas generales se lo consi
guió, que los integrantes de los grupos sociales inferiores ocupasen
cargos públicos, contrajeran matrimonio con personas de condición
superior, e ingresaran en las universidades o aspirasen al sacerdocio.
Contra esta situación reaccionarían las corrientes ideológicas, exterio
rizadas especialm ente a fines del Siglo XVIII y principios del XIX.
Cabe, sin em bargo, señalar que en el Río de la Plata las diferencias
sociales no eran tan pronunciadas, aunque se debiera soportar el pre
dominio de los “peninsulares” en el ejercicio de las funciones públicas
más im portantes. Tanto ello es así que el Fiscal de la Audiencia de
Charcas en 1797 propugnaba medidas “para la reforma del reino”,
creando órganos representativos en los cuales debían intervenir los
160
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. K c rd o J . G. ¡Urrcr
Edad Media, la que pujante por sus privilegios, turbulenta por su or
gullo,, acostumbrada al mando y a la guerra, imponía sus consejos,
quitaba y nombraba ministros a su antojo, Constituía camarillas a su
gusto y devoción. Dice que no es maravilla que usara despóticamente
el poder quien lo ganaba como si fuera despojo de infieles, con la
punta de la lanza, y lo disfrutaba con derecho de conquista.
Y termina expresando que desde el Siglo X con Alfonso III hasta
el Siglo XV con Enrique IV, en todos los reinados se advierte cons
tantes conspiraciones, un encadenamiento de actos subversivos de los
grandes señores contra los reyes, y cuando no era contra éstos, los
complots iban contra los ministros, pero siempre de una manera u otra
se vivía en un estado de inquietud y de intriga, deduciendo de ello que
este temperamento levantisco e independiente de ia Península, con los
conquistadores fue trasplantado al Nuevo Mundo no tardando en dar
sus frutos en e! suelo americano.
Analizaremos sintéticamente cada uno de los movimientos y ve
remos sus características mas salientes.
Insurrección de Gonzalo Pizarro en el Perú: En conocimiento de
los abusos que se cometían contra los indios fue enviado como Virrey
Blasco Nuñez de Vela con severas instrucciones que, apenas llegado a
Lima en 1544, comenzó a pone en práctica, generan grandes resisten
cias. Estos rápidamente adquirieron la magnitud y el carácter de un
movimiento separatista que fue encabezado por Gonzalo Pizarro quien
después de la muerte de su hermano Francisco se sintió con títulos
bastantes para heredar los derechos de aquél. Los actos del Virrey de
terminaron a la Real Audiencia de Lima a disponer su destitución y
embarque para España, y posteriormente capturado el Virrey fue de
capitado por orden de Pizarro, quien quedó así dueño absoluto del go
bierno y aspiró a ser nombrado soberano de todas las posesiones que
España contaba en América del Sud. Los refuerzos enviados por el
Rey consiguieron vencerlo y fue, finalmente, condenado a muerte co
mo traidor al rey.
Insurrección de Contreras en Nicaragua: Probablemente repercu
sión directa de los hechos que se desarrollaron en el Perú, son los ocu
rridos en Nicaragua en 1549. Rodrigo de Contreras había sido gober
nador de Nicaragua, pero por los abusos que cometía contra los indios
fue destituido. Sus reclamos ante la Corte no tuvieron éxito y con la
ayuda de algunos de los facciosos que habían huido del Perú, concibió
165
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricmrdo J. G. Hmrrcr
169
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. R¡c*rdo J. G. lU m v
i
' Revolución de Mayo.
ORGAZ, Raúl A. “ La enseñanza de la filosofía" y “La enseñanza del Dere
cho" Capítulos VIII y X de Historia de la Nación Argentina. Academia Na
cional de la Historia. Volumen IV - 2* parte.
SALVADORES. Antonino. "El Real Colegio San Carlos" y “La Universidad
de Córdoba”. Capítulos VI y V il de Historia de la Nación Argentina. Acade
mia Nacional de la Historia. Volumen IV - (2*)
SOTO HALL, Máximo. “Síntesis del proceso revolucionario en Hispanoamé
rica hasta IS00" En Historia de la Nación Argentina Tomo 5° (I1) de la Aca-
j demia Nacional de la Historia.
; ZARINI. Helio Juan. “Historia e Instituciones en la Argentina”______________
170
MANUAL DF. 1UST0WA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. RJcnío J. G. H*mrr
CAPITULO 7
171
MANUAL D E HISTORIA CONSTTTUOOXAL ARGENTINA D r. ÍVcxrJo J. G. H *rrcr
175
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Í M n W G. fltrre r
176
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. ¡VcmrdoX G. IU r*tr
177
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. RicmrJo J. G. tUrrcy
Real” y que “el destino de la monarquía debía ser fijado por acuerdo
de la Nación, reunida en C ortes"..... * - — - - ---------- --------
Pero Carlos, su padre, a quien devolvía la corona, no pensaba de
la m ism a manera y el día 5 de mayo hacía expresa renuncia del trono
de España y de las Indias a favor del Emperador de los franceses. Na
poleón Bonaparte.
Cumplido el zarpazo, los ex-monarcas, Femando, Carlos, la reina
m adre y “su favorito” disfrutaron de una pensión y residencia, el pri
mero en el castillo de Valencay y el trío restante en Roma.
Pocos días después, Murat constituye y preside una “Junta de
Regencia" integrada por funcionarios serviles y acomodaticios que
eleva un pedido a Napoleón solicitándole se designe rey de España a
José Bonaparte, hasta ese momento rey de Nápoles, a lo que aquél
“accede” y su hermano es coronado como José Io, señor de España y
de las Indias.
Napoleón había cometido una grave falta contra la Nación espa
ñola. creyéndose encargado por la Divina Providencia para deponer a
los malos principes. Pero no advirtió lo peligroso de enfrentarse a toda
una nación. Y en ese enfrentamiento quemó a muchas de sus mejores
tropas a lo largo de una guerra en la que nunca pudo triunfar definiti
vam ente y que habría de llevarlo al ocaso de su poder.
180
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Rxmrda J. G. Ilamer
6. La formación de Ju n tas
Las Ju n tas. Su creación: La farsa de Bayona y la abdicación de
los reyes, dejaron al pueblo español bajo el reinado de José Io, gobier
no que la mayor parte de los españoles no aceptó como legítimo, le
vantándose en masa contra el usurpador.
Después del alzamiento de Madrid del 2 de mayo de 1808, Astu
rias siguió su ejemplo organizando de inmediato la Junta General del
Principado, encargada de la defensa de la región. La Junta se invistió
del carácter de soberana y envió delegados a la Corte inglesa para pe
dir la ayuda necesaria para enfrentar a Napoleón.
Poco después se producían levantamientos en Galicia, Santander,
León y Castilla la Vieja, Sevilla, Granada, Cartagena, Valencia, Ara
gón, Cataluña, Navarra y las provincias Vascongadas y finalmente las
Islas Canarias, en todas las cuales se formaron Juntas, y se designaron
delegados a una Junta Central, que con gran esfuerzo logró instalarse
en Aranjuez en Septiembre de 1808 con el nombre de Junta Central
Gubernativa del Reino, presidida por el Conde de Floridablanca.
Esta Junta Central surgió concibiendo a ese gobierno como el
producto de un pacto federal, que le daba facultades para entender-en
materias de paz y de guerra, de relaciones exteriores y de política co
lonial, quedando las juntas de cada región como autónomas en todo lo
demás. Entendían que la solidaridad de las provincias no podía mani
festarse en ese momento en Cortes, por lo cual convinieron en crear la
Junta Central, integrada por dos representantes de cada Suprema pro
vincial.
El Consejo de Castilla se había opuesto a la creación de Juntas
provinciales y a la constitución de la Junta Central, pero el avance
francés no dio lugar a cuestiones legales, sino que estos organismos de
facto asumieron la representación del reino y su defensa. La Junta
terminó radicándose en Sevilla. La Junta Central había dictado en ene
ro de 1809 un decreto por el que se concedía a los virreinatos y capi-
181
MANUAL DE HISTORIA COíSSTTTVCIONAL ARGENTINA Dr. Ricmrdo J. C. Hmrr*r
184
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. R ic rJ o J. G. limen*
185
MANUAL DE HISTORIA. CONSTnrUdONAL ARGENTINA Dr. Ricmrdo J, G. Hmtjct
187
MANUAL DE HISTORIA CONSTTTUCIONALARGENTINA Dr. Ricardo J. G. H*rrcr
189
MANUAL DF. HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Rkardo J. G. H*rvcy
plenitud de los poderes, ya que el cautiverio del rey había dejado acé
falo al reino, y rotos los vínculos que lo constituían en centro y cabeza
del cuerpo social. La reasunción de la autoridad que habían conferido
al monarca, colocaba a cada hombre en el estado anterior al Pacto So
cial del cual derivan las obligaciones que ligaban al rey con sus vasa
llos.
Creía que la grandeza del país se lograría a través de la virtud y
del trabajo, con la seguridad de las personas, la conservación de los
derechos, los deberes del magistrado y la fijación de los límites de la
obediencia.
En materia económica era partidario de un sistema comercial que
rompiese el monopolio y estableciese la libertad de comercio con to
das las banderas del mundo.
En lo social sostenía el trato igualitario de todas las personas, se
ñalando la necesidad de una legislación protectora de los indios que
los elevara de la condición en que se encontraban..
Se manifestaba, además. Moreno como un firme sostenedor del
ideal americanista de formar una gran Confederación Americana del
Sur, aunque consideraba que en el momento la idea era impracticable
por las enormes distancias existentes y dificultades de comunicación .
Propugnaba el principio de la igualdad de todos los pueblos. La
soberanía había sido retrovertida y residía en la voluntad general con
forme a la doctrina contractualista de Rousseau.
Podemos resumir este tema señalando que Moreno, frente a los
elementos moderados que actuaron en la gesta de Mayo, aparece como
un espíritu revolucionario: sostiene la vigencia de los derechos de los
pueblos, los principios constituyentes del gobierno, manifestándose en
paladín de principios substancialmente diferentes a los del régimen
anterior, y se propone llevar adelante la independencia a través de la
revolución de las ideas, enmarcadas en los principios del iluminismo.
dei contractualismo roussoniano, de reformas liberales, con un amplio
sentido democrático y republicano.
192
MANUAL DF. HISTORIA COtNSTTTUCIO.NAI-ARGENTINA Dr. Ricardo J. C. Ibrrcy
193
MANUA1. DE HISTORIA CONSTTnJCJONAL ARGENTINA Dr. IGcxrdo J. G. H rrc r
194
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUaONAL ARGENTINA Dr. Ricardo J. G.
CAPITULO 8
195
MANUAL DE IflSTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. RJc^rdo J. G. Hv-rry
2. La J u n ta G rande.
De conformidad con la circular que había sido enviada a los pue
blos del interior, éstos debían elegir sus representantes para que tras
ladados a Buenos Aires y tan pronto llegaran fueran incorporados a la
Junta provisional elegida el 25 de mayo. Pero pasaba el tiempo y los
diputados del interior, habían llegado a la ciudad de Buenos Aires y se
los mantenía ajenos a la marcha del gobierno.
196
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAI. ARG ENTINA D r.RicardoJ. G. Hmrwtrr
197
MANUAL DE HISTORIA CON3TTTUCIONAL ARGENTINA Dr. Ocmrdo ]. C. lU m r
3. Las J u n ta s provinciales.
Fueron creadas por la Junta Grande, por decreto del 10 de febrero
de 1811, a inspiración del Deán Funes. En los considerandos de la
“Orden de la Junta Superior” que disponía su creación se establecía
que "los mismos motivos que obligaron a sustituir una autoridad co
lectiva a la individual de los virreyes, debieron también introducir una
nueva forma en los gobiernos subalternos (de las provincias)” y pese a
que en un primer momento porque la Junta no tenía “una confianza
entera en los pueblos, no alteró el sistema antiguo”, pero como “ha
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. RxmrA, J. G. Hmrrcr
201
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Kicanb J. G. [U rrcr
6. El E sta tu to Provisorio.
Disuelta la Junta, el Triunvirato dictó el “Estatuto Provisional del
G obierno Superior del Río de la Plata, a nombre de Femando Vil".
Luego de explicarse las causas de la disolución de la Junta, se dictaba
este Estatuto hasta tanto las provincias reunidas en Congreso determi
naran la forma de gobierno á través de una Constitución permanente.
C on relación ai Poder Ejecutivo, establecía la inamovilidad de
.sus m iem bros mientras dure su gestión, debiendo renovarse cada seis
meses, em pezando por ei menos antiguo en el orden de nominación,
debiendo turnarse la presidencia en el orden inverso.
Para la elección del Vocal que debía reemplazar al que cesaba, se
form aba una Asamblea General compuesta por las representaciones
que nom bren los pueblos, y de un número de ciudadanos de la Capital,
que el reglam ento respectivo estableció en 100. Una absoluta despro
porción.
El Triunvirato no podía resolver sobre los grandes asuntos del
E stado que tuvieran influjo sobre la libertad y existencia de las Pro
vincias Unidas, sin acuerdo expreso de la Asamblea General.
202
m an u al d e id s to r u c o n s titu c io n a la rg e n tin a D t. juc^ j o J. g . iu m T
bia nom brar sus diputados y les de las instrucciones para que a la ma
yor brevedad se presenten a desempeñar su comisión.
La segunda Asamblea, que se instaló el 6 de octubre de 1812, tu
vo efímera duración. La designación de Medrano, en contra del candi
dato de la oposición que era Rodríguez Peña, resultó desencadenante y
el día 8, el pueblo y regimientos, exigieron la reunión del Cabildo de
Buenos Aires, para reasumir la autoridad, decretar la disolución de la
Asam blea y declarar cesantes a los miembros dei Triunvirato.
Al mismo tiempo se pedia la convocatoria a una Asamblea Gene
ral Extraordinaria para resolver los problemas institucionales del país.
La presión fue irresistible, y en consecuencia se procedió a elegir el
Segundo Triunvirato.
El 8 de octubre fue un hecho revolucionario, consecuencia del
desprestigio en que había caído el Primer Triunvirato. Fue una revolu
ción que se venia esperando, y al frente de las tropas acantonadas en la
plaza frente al Cabildo se hallaban San Martín, Alvear y otros milita
res y civiles que se habían venido manifestando en clara oposición al
gobierno.
206
MANUAL DF. HISTORIA CONSTTTVCIOÍXAl. AIU'. ENTINA /> . R i J . It~ ^ r.
ir
i:
•«:.
t*
tí
\v
1.
i
c i
i
« !
i¡ !
i
¡
K
l
i
p
(ANUAL DF. H1STOWA CONSTTTL'Cl ON-U. ARC ENTINA Dr. Ricardo J. G. Hvrrvy
b
CAPITULO 9
209
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricmrdo J .C . fítry x r
214
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. U > J. G. H *r*r
217
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricardo J. G. H m r^r
4. El Proyecto Federal.
Este proyecto estuvo ignorado durante mucho tiempo y se atribu
ye su redacción al diputado Felipe Santiago Cardozo, aunque se reco
noce en sus cláusulas y en su clara orientación federal la influencia de
José Gervasio de Artigas, el jefe de los Orientales. Es sabido que los
diputados que representaban a los pueblos de la Banda Oriental no
fueron admitidos en la Asamblea, con argumentos un tanto baladíes
que en definitiva lo que buscaban era eliminarlos del cuerpo constitu
yente, en primer lugar porque su representación iba a desequilibrar a
favor del grupo que respondía a San Martín, en detrimento de las pre
tensiones de hegemonía manifestadas por el partido que seguía a Al
vear, que de esta manera iba a quedar en minoría; en segundo lugar
porque eran conocidas las tendencias federales que los animaban,
contrarias a la concepción prevaleciente entre la elite dirigente de
Buenos Aires, partidaria de consagrar un régimen fuertemente centra
lizado, unitario, con centro de poder en Buenos Aíres y, por supuesto,
en el que tuviera ese grupo una posición preponderante en el manejo
de las cosas del país.
218
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL. ARGENTINA Dr. Rtemdo J . G. J& m r
duraba dos años y no podía ser reelegido. Para la elección de este fun
cionario, cada provincia proponía un candidato que era sorteado por el
Senado, excluyéndose a las provincias que ya habían sido favorecidas,
de manera que el cargo presidencial debía rotarse entre todas las pro
vincias.
P oder Ju d icial: Estaba a cargo de una Corte Suprema y Tribu
nales inferiores, cuyos integrantes eran designados por el Congreso.
R eligión: No establece religión oficial, pero era permitido el libre
ejercicio de la religión Católica, a la que se consideraba como prepon
derante en el país.
D erechos y g a ra n tía s: Se dictaban normas para preservar la vi
da. honra y bienes de los ciudadanos, derechos fundamentales que de
bían ser preservados con la mayor amplitud posible, incluyéndose en
tre ellos aquéllos no enumerados pero que nacían, del principio de la
soberanía del pueblo, o sea los llamados derechos implícitos.
No se podía imponer limites a la libertad de prensa ni al derecho
de reunión pacifica del pueblo, el que tenía derecho a ser resguardado
en sus vidas, bienes y documentos, no pudiendo ser privado de la vida,
de su libertad o de sus bienes, sino por medio de un proceso llevado
en legal forma. Prácticamente están contenidos todos los derechos y
garantías que posteriorm ente fueron reconocidos en nuestra Constitu
ción Nacional de 1853.
La provincias: Aparecen claramente definidas como entidades
del derecho público, y en el proyecto se aseguraba a cada una la forma
republicana de gobierno, estando protegidas no sólo contra las inva
siones exteriores, sino también contra los excesos que pudiera cometer
el Poder Ejecutivo.
R eform a C onstitucional: Para reformar la Constitución hacían
falta 2/3 de cada Sala para declarar la necesidad de su reforma, la que
seria efectuada por medio de una Convención convocada ai efecto.
También podían las legislaturas provinciales propiciar la reforma con
el voto de las dos terceras partes de las mismas. Pero en todos los ca
sos se requería la posterior ratificación de los pueblos con las tres
cuartas panes de ellos.
C onstituciones provinciales: Además de los principios genera
les enunciados en el Proyecto, se determinan las bases sobre las cuales
cada provincia de la Unión debía dictar su propia constitución, siendo
ellas la de que el poder originario residía en el pueblo, del que surgía
220
MANUAL DF. HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. KcarJo J. G.
7. El D irectorio.
El D irecto rio fue creado por Decreto del 31 „de enero de 1814
dado por ia Asam blea a petición del Triunvirato que consideraba ne
cesario concentrar en una sola mano el Supremo Poder Ejecutivo,
otorgándosele todas las facultades concedidas al Triunvirato por el
Estatuto de Febrero de 1813, designándoselo con el titulo de “Director
Supremo de las Provincias Unidas’’. El articulado del decreto respecti
vo contenía las siguientes disposiciones:
1) El P.E. estará a cargo de un ciudadano con el titulo de Director
Supremo de las Provincias Unidas y tendrá el tratamiento de Excelen
cia.
2) Llevará una banda bicolor, blanca y azul..
3) Deberá residir en la Fortaleza y la duración en el mando era de
dos años.
4) Elegido por la Asamblea. En caso de muerte, renuncia, etc.
deberá elegir su sucesor el mismo cuerpo.
5) Se crea un Consejo de Estado, para asegurar la sabiduría, pru
dencia y acierto que deben presidir al gobierno. Está compuesto por 9
miembros, de los cuales uno es Presidente y dos son Secretarios.
6) El Presidente del Consejo suple al Director en caso de enfer
medad grave.
7) El Presidente del Consejo será nombrado por ia Asamblea y
los Vocales y Secretario por ei Director Supremo.
8) Cada dos años cesarán ios consejeros, pudiendo ser reelegidos.
9) El Consejo tenía facultades para asesorar al Director y elevar
proyectos de utilidad y conveniencia del Estado.
10) El Director debía consultar indefectiblemente al Consejo en
los problemas de guerra, paz y comercio con potencias extranjeras.
11) El consejo podía funcionar con la presencia de cinco miem
bros.
12) Tenía ei tratamiento de '‘Señoría” .
Los años 1813 y 1814 transcurren en tomo de la Asamblea reu
nida en Buenos Aires que no llega a dictar una constitución, pero
transmite al futuro constitucionalismo una serie de aportes interesan
tes, sea a través de sanciones legislativas o mediante los proyectos de
constitución que se elaboran. Sobre ellos se basan numerosas disposi
ciones de nuestra Constitución Nacional.
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. ¡VcmtJoJ. G. IL tm y
229
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARG ENTINA D r.R karJoJ. G. Umvcr
las leyes generales del sistema de Unidad que han adoptado las Pro
vincias.
Pero para esa fecha, Corrientes bajo la influencia de Artigas, ha
bía establecido su autonomía como provincia, en el mes de abril de
1814.
En O ctubre de 1814 la Intendencia de Salta del Tucumán fue di
vidida en dos jurisdicciones, la del Tucumán y la de Salta.
9. La Caída de la Asamblea.
La A sam blea General Constituyente, como se ha expresado, ini
ció sus deliberaciones en enero de 1813 y termina siendo formalmente
disuelta en abril de 1815. Muchos acontecimientos, en el orden nacio
nal y político, se van a producir en este periodo y en ellos tendrá signi
ficativa influencia la situación europea, especialmente la caída de Na
poleón, el restablecim iento de las monarquías o “la restauración”, los
principios “ legitim istas” del Congreso de Viena, y la vuelta al trono
español de D. Fem ando VIL
Al com ienzo de su gestión la Asamblea tuvo el empuje y la fuer
za necesaria para pensar que lograría el cumplimiento de sus objeti
vos, pero poco a poco, minada por las diferencias existentes en su se
no, las aspiraciones desmedidas de algunos de sus hombres, y el re
celo con que los pueblos del interior iban recibiendo su cada vez más
efectiva concentración del poder, le fueron quitando la autoridad y
credibilidad necesarias para gobernar el país.
Pero en el transcurso del año 1.314 se asistirá a una declinación
de la situación de las fuerzas nacionales, con los desastres de Vilcapu-
gio y Ayohum a, la derrota de los revolucionarios chilenos en Ranca-
gua y la- pérdida definitiva del Alto Perú, mientras que el valiente ac
cionar de Güem es detenía la reconquista española por el Norte. A todo
esto deberán agregarse los intentos diplomáticos asambleístas para re
conocer la soberanía de Femando VII y hasta la posibilidad de llegar a
aceptar un protectorado inglés para asegurar nuestra separación de Es
paña.
La renuncia del Director Gervasio Antonio de Posadas posibilitó
a Carlos M aría de Alvear el acceder a ese cargo, pero su gestión llena
de desaciertos no duró más de tres meses y el pronunciamiento militar
de Fontezuelas lo obligó a renunciar, produciéndose también, como se
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. KcmréaJ. G. IUr*cr
232
.'.[ANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. IVcardo J. G. ¡íarrcr
233
MANUAL DF. HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA D r. Ricmrdo J. O . Hmrmy
NIA.NUA1.deHISTORIA CONSTITUaO.'íALARGENTINA Dr. RUarJoJ. C. H m rr
!
i _
CAPITULO 10 — . ---------- ... .
235
MANUAL DF. HISTORIA CONSTTTL'QONAL ARGENTINA Dr. Ricardo J. G. Harrcr
dad de Buenos Aires para elegir doce electores, que a su vez tendrían
a su cargo decidir la forma de gobierno, en calidad de provisoria, hasta
la reunión de un Congreso General de las Provincias al que debía con
vocar el gobierno que se instalase. Asimismo estos electores, en unión
con el Cabildo, debían nombrar una Junta de Observación, compuesta
de un número de ciudadanos virtuosos que se considerase convenien
te, que tuviera a su cargo la redacción de un Estatuto Provisional ca
paz de contener los abusos que se habían cometido, restituir la libertad
de imprenta, la seguridad individual y los demás objetos de pública
felicidad, reclamando enérgicamente ante la menor infracción.
Los doce electores serían elegidos por los habitantes de la ciudad
de Buenos Aires, que a ese efecto se dividían en cuatro cuarteles o
secciones electorales.
Una vez elegidos, procedieron a designar en calidad de provisorio
como Director al Gral. José Rondeau, quien estaba al frente del Ejér
cito dei Norte, nombrándose en calidad de sustituto al Coronel Ignacio
Alvarez Thomas, que como se recordará, había sido el autor de la su
blevación de Fontezuelas que provocó la caída de Alvear. El mandato
de este Poder Ejecutivo debía durar hasta que los pueblos, reunidos en
Congreso General resolviesen lo conveniente y necesario. Por ello, se
les pedía la ratificación de la designación y el nombramiento de los
diputados para el futuro Congreso.
Terminada esta tarea, los doce electores en unión con el Cabildo
de la ciudad de Buenos Aires procedieron a la designación de una
"Junta de Observación”, cuyo principal cometido era el de redactar un
Estatuto, también provisorio, tarea que cumplieron con asombrosa ra
pidez, sobre todo si se tiene en cuenta lo extenso de su articulado.
246
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. K tr d o J. G. Hmnty
248
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. U J. G. iU rrc,
254
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. K cankt J. G. H *r*r
CAPITULO 11
I. Que es el Federalismo.
Un criterio aceptable para distinguir la centralización (unitaris
mo) de la descentralización política (federalismo), es el que propone
Kelsen. en su ‘Teoría General del Derecho y el Estado”: “El Estado
centralizado comporta que todas las normas que integran su ordena
miento jurídico tienen validez en la totalidad del territorio del Estado”;
y "en cambio en el Estado descentralizado existen normas centrales
que son válidas para todo el territorio y normas descentralizadas o lo
cales que sólo valen para una parte del territorio” La Comunidad cen
tral (Nación), lo mismo que las Comunidades locales (provincias), son
miembros de la Comunidad Total.”
Unitarismo, Federalism o y Federación de Estados.
El Federalismo es una de las variedades de las formas del Estado,
que la doctrina conoce.
Para diferenciarlo mejor, digamos que:
En el UNITARISMO el gobierno ejerce su imperio sobre todo el
territorio, en todas las materias, aún cuando por delegación establezca
cierta descentralización de funciones, que siempre en ultima instancia
dependen del gobierno central.
En el FEDERALISMO, si bien la actuación del gobierno central
nacional recae sobre todo el territorio y la población del Estado, ello
es sólo en ciertas materias y respecto de ciertas funciones, pues exis-
ten otros gobiernos, locales o provinciales, que ejercitan sus poderes
en las materias restantes y sobre su propio territorio.
En la FEDERACIÓN DE ESTADOS, existe un gobierno central
cuyo imperio no se ejercita territorialmente, sino sobre los Estados
que la componen, conservando éstos su soberanía y casi total inde
pendencia.
MANUAL DE mSTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Kcmrxh J. C. ¡Urrer
258
MANUAL DE IflSTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. R ía n lo J. G. /fw rrr
origen a una legislación propia y que dificultó por mucho tiempo to
dos los intentos de unificación de la legislación española.
Muchas de esas libertades fueron ahogadas en sangre en la famo
sa batalla de Villalar en las que se derrotó a los pueblos que se opo
nían, precisamente, a la anulación de sus fueros. Pero mientras en Es
paña se trataba de borrar aquellas libertades, en América, por múlti
ples razones que veremos más adelante, florecían en su mayor esplen
dor manifestaciones del gobierno de lo propio, que encontraron la
mejor expresión en el funcionamiento de los Cabildos.
Es que aquél sentimiento, aquella conciencia del valor de lo pro
pio, se habrá de trasplantar a las nuevas tierras descubiertas, y serán el
germen de una forma de pensar y de actuar que, agregadas a otras cir
cunstancias locales, determinarán la afirmación del futuro federalismo
argentino.
Antecedentes locales: Seguimos en esto el análisis que hace Zo-
rraquin Becú acerca de las causas del Federalismo.
C iudades y provincias. Razones de su ubicación geográfica. La
ubicación de las primeras ciudades asentadas por los conquistadores
españoles en lo que es hoy el territorio argentino no fue determinada
al azar de las circunstancias. Por el contrario, las ciudades fueron fun
dadas en las etapas de los caminos que ligaron a Buenos Aires con
Lima ( Córdoba, Santiago, Salta, etc.), con la zona cordillerana y Ca
pitanía General de Chile, (San Luis, Mendoza, San Juan, etc.) o bien
con Asunción del Paraguay (Santa Fe, Corrientes, etc.). Se iban dejan
do escalonadas las fortalezas que servirían de descanso en las largas
trayectorias y de defensa contra los ataques de los naturales. Cada una
de estas ciudades era como un oasis de población en medio de una
comarca indígena.
C onsolidar las comunicaciones. De esta manera quedaban ase
guradas las comunicaciones entre tan distantes ciudades, que se iban
fundando a la vera de los caminos o de los puertos. Otra de las razones
que movieron a la fundación de ciudades, fue el cumplimiento de la
misión e%'angelizadora que teñía toda la acción de la conquista, de ín
dole comercial.
Escasa comunicación entre ellas. Más allá de las muy raras ex
pediciones que atravesaban el territorio, lo cierto es que las comunica
ciones eran generalmente muy difíciles, sobre todo por via terrestre,
teniendo en cuenta las múltiples asechanzas que se debían soportar. La
259
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARC ENTINA Dr. Ricardo J. G. lí^ m r
261
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricardo J. G. Herrar
262
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. J. C. fU r^ r
266
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. G. lt*r*cr
Significa para su hora, la reacción contra los autores que como Sar
miento, o Aristóbulo del Valle y la mayoría de los constitucionalistas
argentinos de la época, que habían tratado el tema del federalismo,
sosteniendo que nuestra organización nacional no era sino un calco de
la de los Estados Unidos de Norteamérica.
La síntesis del pensamiento de Ramos Mejía es que el Federalis
mo Argentino es el resultado exclusivo de nuestro desarrollo histórico,
una mera evolución de nuestro propio organismo político y no el re
sultado de una servil imitación de antecedentes extraños. Destaca que
el presente es el producto de una larga generación de causas, para lo
cual es indispensable remontamos al más remoto pasado, a la Historia
de España, para escribir la nuestra y determinar los factores y su .in
fluencia relativa en este compuesto que se llama la República Argen
tina.
Nuestro desenvolvimiento orgánico está fundamentalmente de
terminado por factores poderosos cuyas raíces se insinúan profunda
mente en las intimidades de la Historia Española y a ella es indispen
sable recurrir para explicamos anomalías y ritmos sociales que de otro
modo serian científicamente inexplicables.
Considera así que nuestro sistema de gobierno (de Estado) no es
una creación artificial de nuestros constituyentes, sino que obedecían a
la influencia del medio en que se habían criado y desarrollado, obede
cían a una larga cadena de antecedentes a la que estaban sometidos ca
si sin saberlo.
Sigue diciendo que no es cierto que nuestro sistema federal sea
una copia servil de lo'? Estados Unidos, pero aunque pueda serlo el
detalle de las disposiciones o, si se quiere, la forma técnica del meca
nismo funcional, sólo lo es en su forma extema. Pero la idea misma
del sistema político estaba en nuestra sangre y era heredada de los es
pañoles. Por el sólo espíritu de imitación no se habría llegado a la
fórmula federal sino hubiera existido en nuestra organización mental
ese germen. El espíritu de imitación no habría podido nunca sobrepo
nerse a nuestros hábitos, a nuestra índole moral y política.
Hubo algo que nos inclinaba hacia el federalismo y ese algo fue
el particularismo peninsular, reforzado o complementado en América
por el espíritu democrático que se desarrollaba espontáneamente en la
Colonia, debido a circunstancias y condiciones especiales de su nueva
vida.
271
MANUAL DE ÍOSTOWA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ric*rdo J. G. Herrcr
273
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. JGanJa X. G. Hm ^rr
276
SIA.NUALDE HISTORIA CX1
NSTTTUC10NAJL ARGENTINA Dr. Riendo ¿ 'C.
8. Significación de la época.
Desde et pu n to de vista social y económico.
Se contemplaban los intereses provinciales específicos, acercán
dose más a las necesidades de la realidad argentina.
Se aprecia la existencia de un debate entre el orden trndiciona-
lista, por un lado y el liberalismo burgués por el otro. Se manifiestan
claram ente la. persistencia de las formas revolucionarias por un lado y
las restauradoras de la Santa Alianza, por el otro, a las que la vieja di
plom acia cortesana tendía a perpetuar.
Quedan claramente marcadas las diferencias comerciales de las
regiones. E l Caudillo era ei protector directo que solucionaba sus pro
blem as y necesidades inmediatas.
Desde el punto de vista institucional.
Se produce una reacción contra las minorías gobernantes de
Buenos Aires, que lo hacían en forma despótica en contra de las pro
vincias desde aquella ciudad. Se denuncia la alianza entre el Director
y los lusitanos para poder som eter a los caudillos litorales. Se advierte
la búsqueda de un sistem a de gobierno que diera satisfacción a las as
piraciones provincianas. Hay un claro y elocuente repudio hacia las
expresiones monárquicas que se insinuaban. Se produce la liquidación
de un régimen que continuaba con los Cabildos, cuna de las Juntas de
Representantes, dando nacimiento a las provincias como tales.
La independencia no significaba separación, sino el moderno
concepto de autonomía, con un gran sentido de lo republicano por
parte de los caudillos, que encam aban la reacción antiliberal.
El caudillo defendía la colectividad regional, éstos fueron verda
deros conductores de las masas populares de las provincias. Eran jefes
populares que, si llegaban al poder por la violencia y no tenían títulos
jurídicos para ejercerlo, tenían la tácita adhesión de ciertos núcleos
que los respaldaban y sostenían. El caudillo poseía el poder al margen
de los actos jurídicos que pudiera apelar luego para justificar su auto
ridad de hecho, por elecciones o plebiscitos. Lo fundamental era la
obediencia que había conquistado por si, la que le prestaban por el re
conocimiento de su innata calidad de jefe. (José Luis Romero).
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. JtícmnlaX G. fU r^ r v - ’é r
con gran moderación y les otorgaron una tregua de ocho días para que
los vencidos pudieran deliberar sobre las propuestas que les hacían
¡legar los vencedores, en lo cual eran terminantes, pues no estaban
dispuestos a negociar ni con el Congreso ni con el Director Supremo,
sino que sólo lo harían de igual a igual, de provincia a provincia, con
autoridades elegidas legítimamente por el pueblo de Buenos Aires.
Nuevamente, como en otras oportunidades, el Cabildo de Buenos Ai
res será el receptáculo donde se depositará la renuncia del Director
interino y testigo de la disolución del Congreso, y reasumirá la sobe
ranía, erigiéndose en autoridad suprema, aunque ahora ya no a nombre
de todo el país sino a nombre de su ciudad y provincia.
Otra de las consecuencias fue el fin de los proyectos monárqui
cos en el Río de la Plata, ya que a partir de la fecha indicada no van a
aparecer nuevos intentos en tal sentido y 1a forma republicana ya no
será puesta en tela de juicio en el largo proceso de nuestras institucio
nes.
281
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Rjcmrdo J . G . H tnrcy
290
MANUAL DE IflSTORLV CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. R io m b J. G. « r a r
CAPITULO 12
293
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Rxmrdo J. G. flkrrer
296
MANUAL DE IflSTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. RicmnJo J. G. ¡Urrcr
6. Ley de Consulta.
Se dictó una ley, en fecha 21 de junio de 1S25, disponiendo se
consultara a las provincias, sobre lo que creían más conveniente acer
ca de la forma de gobierno a adoptarse, una especie de sondeo me
diante ei cual el Congreso podía estar en condiciones de determinar la
forma de Estado y, anticipar de alguna manera la posterior aceptación
de las disposiciones que se adoptaran sobre las bases sugeridas por las
provincias, aunque siempre se mantenía a salvo el derecho de acep
tarla o no conforme al artículo 6o de la Ley Fundamental de 1'825. Las
provincias fueron contestando en el sentido de considerar más conve
niente “el gobierno republicano, representativo, bajo la forma de uni
dad para las provincias de Salta, Tucumán y La Rioja. mientras que
por el sistema federal se pronunciaban Mendoza, San Juan, Santiago
del Estero y Entre Ríos y las de San Luis y Corrientes no se pronun
ciaron. dejando librados al Congreso la decisión sobre el tema. Cabe
señalar que Corrientes, poco después, resolvía que no aceptaría otra
Constitución que no fuera la republicana federal, y de no aceptarse esa
postura, sus diputados debían retirarse dei Congreso.
301
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricardo J. G. H * m r
7. Ley de Presidencia.
Esta ley se originó en base a un proyecto presentado por el dipu
tado Bedoya, y su autor lo fundamentaba en la circunstancia de s e r
necesario y urgente la instalación de un Poder Ejecutivo permanente,
dado que el titular de la provincia de Buenos Aires había manifestado
su voluntad de ser relevado de las funciones que por la Ley Funda
mental de 1825 le habían sido conferidas; que por otra parte las fun
ciones de este poder habían sido suficientemente robustecidas con las
disposiciones legales dictadas, a lo que debía agregarse la necesidad
de contar con una persona que, recibiendo todo el poder de las provin
cias a través del Congreso, hiciera frente a la guerra para el sosteni
miento de nuestros derechos sobre la Banda Oriental.
Varias fueron las objeciones que le fueron opuestas, entre ellas la
de que la designación de un ejecutivo permanente era resorte de la
Constitución que aún no había sido sancionada y que las atribuciones
debían ser determinadas por las provincias, por lo que consideraba que
sólo podría darse el titulo de presidente provisorio. Por otra parte se
señalaba que por ley de noviembre de 1825 se había resuelto duplicar
la representación de las provincias ante el Congreso, pero no todas las
provincias habían enviado aún a sus nuevos diputados, razón por la
cual aprobar la ley en estas condiciones resultaría una burla a las que
no estaban presentes, que no tendrían así la oportunidad de ser escu
chadas y ejercitar su derecho a votar.
Luego de arduos debates la ley de Presidencia fue sancionada,
constando de siete artículos por los que se facultaba al Congreso a de
signar al Presidente por simple mayoría de votos de los diputados pre
sentes. Si después de tres votaciones no se alcanzara la mayoría nece
saria, debería circunscribirse la votación a los tres candidatos más vo
tados, excluyéndose al que tuviera menor número de votos y votándo
se por los dos restantes En caso de subsistir empate, decidiría el Presi
dente del Congreso.
El electo tendría el titulo de Presidente de las Provincias Unidas
del Río de la Plata, durando en sus funciones el tiempo que establecie
ra la Constitución . El presidente debía cumplir la Constitución que se
sancionase, proteger la religión Católica y conservar la integridad e
independencia del territorio nacional bajo la forma representativa re-
302
- 0:,
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr.IOcmnla X G .I U
303
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. RJixrJoJ, G. Hmrrcr
308
)
MANUAL DE HISTORIA CONSTTTUaCXNAL.VRGENTINA Dr. RiawdaJ. G. Ile m y )
)
C A P IT U L O 13
309
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. KcmrJo J. G. H m m r
3. T ra ta d o s interproY inciales,
El Dr. Celso Ramón Lorenzo expresa que a mediados del año
IS27 el fracaso político del Partido Unitario se evidenciaba en toda la
geografía del país, desde el interior dominado por el federalismo ex
presado a través de sus caudillos gobernantes. Las provincias habían
desconocido las leyes fundamentales del Congreso y la Constitución
unitaria por él sancionada, pero también en la propia Buenos Aires,
donde los terratenientes saladeristas y los grandes comerciantes liga
dos a los negocios de importación y exportación se oponían decidida
mente a las políticas del círculo rivadaviano, precisamente a partir de
la ley Capital, que no sólo le había quitado la autonomía provincial,
sino que perjudicaba notoriamente sus intereses económicos.
Al asum ir Dorrego su condición de Gobernador de Buenos Aires
y Encargado de las Relaciones Exteriores llevará a cabo una política
de pacificación en el orden interno mediante pactos interprovinciales,
con el ulterior objetivo de lograr una confederación, además de las
tratativas para dar término a la guerra con el Brasil. La disolución del
Congreso había creado un nuevo orden de cosas y la Sala de Repre
sentantes de Buenos Aires facultó al gobernador para que se comuni
cara directamente con los gobiernos de las demás provincias, mandan
do enviados para ajustar lo conveniente en lo particular, buscando es
trechar vínculos que tendieran a la consecución de un centro de acción
para dar más respetabilidad a la República.
Dorrego volvía al sistema confederativo, mediante el cual las
provincias, en un plano de igualdad, realizarían acuerdos previos en
forma directa. Son verdaderos tratados suscritos por plenipotenciarios
de las provincias, como Estados, con ratificaciones de las Salas de
Representantes o Congresos provinciales y ratificación y aprobación
por parte de los gobernadores, como apunta Galletti.
Demicheili, en su obra “Formación Constitucional Argentina”,
menciona antecedentes de esta política de pactos, anteriores a la re
nuncia de Rivadavia, entre eilos el tratado de alianza ofensiva y defen
siva celebrado entre las provincias de Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos,
Corrientes, Santiago del Estero, La Rioja, Salta, Mendoza, San Juan,
San Luis y la Banda Oriental, de fecha 17 de mayo de 1827, un verda
312
ÍIANU.VL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. fccxrth J. G. H trrcr
313
MANUAL DE IflSTORlA C O N S T T a ü O .m ARGENTINA Dr. Ricardo J. G. I ftr ^ r
314
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAI. ARGENTINA Dr. ICcmnio J. G. ¡tmrrtr
6. La Liga Unitaria.
El Gral. José María Paz había salido de Buenos Aires en direc
ción a Córdoba para realizar allí una acción conjunta con el Gral. La
valle, dueño de la situación de Buenos Aires, luego del motín del Io de
diciembre.
Pero muy pronto excedió el límite de su misión para, mediante
las armas, intentar el establecimiento de una liga que tendría por cen
315
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricardo J. G. Ifxrrry
316
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Rkanio J. G. H sm y
mado además de las anteriores por San Juan, Salta, Tucumán y San
tiago del Estero.
Se proponen a través de él, la defensa del territorio nacional en
su integridad y sostener la emancipación política; amalgamar los inte
reses comunes de las provincias, para formar una sola familia, enlaza
da por el más estrecho vinculo de solidaridad, fraternidad y unión na
cional, seguridad y común defensa de las contratantes, dejándose esta
blecido la necesidad de reunir un Congreso constituyente, pero sin
precisar fecha para ello ni determinación alguna acerca de la forma de
gobierno a adoptarse..
Se designaba para ejercer el Supremo Poder Militar al Gral. José
María Paz, quien duraría hasta la instalación del Congreso Las facul
tades eran extraordinarias, la mayoría de ellas de carácter militar, aun
que se establecía como obligación la de mantener el sistema repre
sentativo de las provincias firmantes. Ya con las facultades, medios
económicos y recursos militares, Paz se aprestaba a afum ar su poder,
pero un golpe fortuito pondría fin a su carrera, al ser apresado por una
partida de soldados santafecinos, cuando estudiaba el terreno de una
inminente batalla contra las tropas de aquella provincia.
La derrota militar y el consecuente derrumbe político de esta Liga tra
dujo el fin del Partido Unitario de la República Argentina, dice el Dr.
Lorenzo y significó el encumbramiento definitivo del Partido Federal.
318
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricarda J. G. fü rrrr
320
MA.MJAI. DE HISTORIA CONSTlTUaOiNAL ARGENTOM. Dr. R¡c*nto J. C. H rrc?
criminal alguno que huya de las otras, y ponerlo a disposición del go
bierno respectivo que lo reclamara.
4) Establecía igualdad de derecho entre los pactantes, no conce
diéndose en una provincia derechos ó privilegios que no se concedie
ran en las otras.
5) Derechos comunes recíprocos. Los habitantes de las provin
cias signatarias gozaban de los derechos de entrar y transitar con sus
buques y cargas en todos los puertos, ríos, y territorio de cada una, de
poder ejercer su industria con la misma libertad, justicia y protección
que los naturales de la otra en que residan, y los frutos y efectos que se
importen o exporten del territorio de una provincia a otra, no pagarían
mas derechos que si fuesen importados por los naturales de la provin
cia a donde o de donde se exportan o importan.
6) Se exceptuaba respecto de los ciudadanos de las provincias
contratantes, la exigencia de que para ejercer la primera magistratura
sea de nacimiento en la misma.
7) Cualquiera de las otras provincias argentinas podría adherir al
pacto, siempre que su voto sea por el sistema federal, y siempre que
contara con el unánime asentimiento de todas las firmantes.
S) Se designaba una Comisión Representativa de los Gobiernos
de las provincias iitorales de la República Argentina, con las siguien
tes características:
a) Estaría compuesta por un diputado por cada una de las provincias
signatarias. .
b) La Comisión residiría en la ciudad de Santa Fe.
c) Los representantes serían elegidos al arbitrio de los respectivos go
biernos.
d) Durarían en su mandato el tiempo que lo considerase conveniente
cada gobierno, que los podría remover, designándose otro en su lu
gar.
e) Sus atribuciones estaban determinadas por el art. 16 del Pacto, y
eran las siguientes:
Celebrar tratados de paz, sujetos a la ratificación de cada provincia
Hacer declaración de guerra, contra cualquier otro poder a nombre
de las provincias litorales.
Ordenar se levante ejércitos y nombrar a su general que deba man
darlo.
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricmrdo J. G. Ilmrrcr
330
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. RkmrdoJ. G.
331
MANUAL DE I USTOfUA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricardo J. G. Ifenxy
C A P IT U L O 14
333
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricardo J. G. Harrcy
334
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Riemrda J. G. H m r
tren sus ideas los jóvenes de la generación de 1837. Señala así, como
hitos importantes del pensamiento europeo, los siguientes:....
a) En primer lugar, valora la riqueza, ideológica del Siglo XIX, ha
ciendo una división en tres etapas. Un primer tercio en el que per
duran las notas racionalistas y jusnaturalistas propias del Siglo
XVIII; en una segunda etapa irrumpe un movimiento romántico,
que en el orden de las ideas políticas deviene en “historicismo”,
como reacción a las ideas de la Ilustración y de la Revolución
Francesa. Y en el ultimo tercio del siglo XIX aparece triunfante el
positivismo, con su fe ilimitada en el progreso humano, su desdén
por la metafísica y su adhesión a los datos que la ciencia positiva
pueda comprobar.
b) Restauración y revolución: La filosofía de la restauración, aparece
como violenta oposición al iluminismo y a los principios de la re
volución francesa, luego de la derrota de Napoleón, y la organiza
ción de la Santa Alianza y el Congreso de Viena. Se quería volver
al antiguo régimen, conducido por la aristocracia terrateniente y la
supervivencia de una sociedad jerárquicamente organizada. Se jus
tificaban las ideas teológicas de la legitimidad monárquica de ema
nación divina, obediencia y jerarquía, a través de un ordenamiento
cerrado. Frente a un pensamiento europeo que no creía en las
constituciones escritas, en los hechos y en buena medida, la Confe
deración Argentina con Rosas, participaba de esta concepción.
c) El siglo XIX como siglo de las Nacionalidades: Nace lo que deno
minamos la “idea nacional moderna”, concretada en el Estado Na
cional soberano a través del derecho de autodecisión de la Nación.
Se lo ve bajo una doble faz: la afirmación de la unidad política de
diferentes naciones, con la secuela de las revoluciones nacionales
por un lado; y por el otro el culto de los valores nacionales favore
ciendo la voluntad de poder con la concepción de la superioridad
entre pueblos superiores e inferiores. De allí el colonialismo. Por
un lado se consolidan las nacionalidades y por el otro se inicia la
expansión colonial.
d) Las revoluciones nacionales: Realizadas con el objeto de lograr la
unidad política de varios países europeos, como Italia y Alemania,
que acceden tardíamente a ella. Mazzini, fundador de la “Joven
Italia” fue uno de sus precursores ideológicos y tendría marcada in
fluencia sobre Esteban Echeverría. En Italia se buscaba la unidad
335
MANUAL DE HISTORIA CONSTTTL'CIONAL ARGENTINA Dr. W cmnkjJ. G. Hcrytr?
336
.MANUAL DF. HISTORIA COiNSTITlIGONAL ARGENTINA Dr. KkardaJ. G. / W
340
MANUAL DE HISTORIA CONSTTTL’aO N A L ARGENTINA Dr. K kxrJaJ. G. ¡U rrer
I) Asociación:
Es la condición necesaria que la Providencia impuso al hombre
para el libre ejercicio y pleno desarrollo de sus facultades ai darle por
patrimonio el Universo. Sin asociación no hay progreso, ya que es la
condición forzosa de toda civilización. La Asociación debe ser entre
iguales, ya que la desigualdad engendra odios y pasiones. Es necesario
organizaría y constituirla, de modo que no choquen ni se dañen mu
tuamente los intereses sociales y los intereses individuales. El derecho
del hombre y el derecho de asociación son igualmente iegítimos, y la
política debe encaminar sus esfuerzos a asegurar a cada ciudadano,
por medio de la asociación, su libertad y su individualidad. La Socie
dad no debe absorber al ciudadano o exigirle el sacrificio absoluto de
su individualidad, ni la voluntad de un pueblo o su mayoría puede
atentar contra su derecho individual, pero tampoco puede permitir el
predominio exclusivo de los intereses individuales, porque entonces la
sociedad se disolvería. Por encima de la ley positiva existen los dere
chos del hombre. La voluntad del pueblo jam ás podrá sancionar como
justo lo que es esencialmente injusto. Ninguna mayoría, ningún parti
do o asamblea, tiene derecho para establecer una ley que ataque las le
yes naturales y los principios conservadores de ia sociedad y que pon
ga a merced del capricho de un hombre la seguridad, la libertad y la
vida de todos. La voluntad de un pueblo jam ás podrá sancionar como
justo lo que es esencialmente injusto. La institución gobierno sólo es
útil cuando propende a asegurar a cada ciudadano sus imprescriptibles
derechos y su libertad. El camino para llegar a la libertad es la igual
dad y, junto a la libertad, son los principios que engendran la demo
cracia, régimen que nos conviene y el único utilizable entre nosotros.
II) Progreso:
La humanidad es como un hombre que vive siempre y progresa
constantemente. La ley del desarrollo se llama Ley del Progreso, para
procurarse el bienestar que apetecen. Todas las asociaciones humanas
existen por el progreso y para el progreso, y la civilización misma no
es otra cosa que el testimonio indeleble del progreso humano. El bie
nestar de un pueblo está en relación y nace de su progreso. La Améri
ca creyendo mejorar su condición se emancipó de España. Considera a
Europa como el centro de la civilización de los siglos y del progreso
humanitario, y la América debe estudiar el movimiento progresivo de
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricarda J. G. H ^ n r
342
■ -ií. ja l .
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. RiatrdoX G. lU m ? &
reedificar otro nuevo. Pero proclamó las verdades que ci espíritu hu
mano había producido, para que sirviesen de fundamento a la reorga
nización de las sociedades modernas. Para fundar la libertad era nece
sario primero la independencia. Así se hallan expresados en sus pri
meros decretos y resoluciones. Dice que por las circunstancias que se
vivieron, se dijo que el pueblo era soberano, en vez de decir que la so
beranía reside en la razón del pueblo, por lo que fue difícil luego po
nerle coto. La omnipotencia de las masas produjo los desastres y ter
minó por sancionar y establecer el despotismo. No obstante lo cual tu
vo útiles resultados, pues estableció en el Plata la democracia, y ella
será útil cuando el pueblo comprenda que no le fue dada por Dios para
ejercerla sino en los límites del derecho, como instrumento de bien.
Las nuevas generaciones deberán ponerlas en armonía con los ade
lantos de la razón publica y se esforzará para que lleguen a ser algún
día el credo político de todas las inteligencias y a tener viva y perma
nente realidad.
X) Independencia de las tradiciones retrógradas que nos su
bordinan al antiguo régimen..
Dos ideas aparecen en toda revolución: la que se aterra al “status
quo” y se atiene a las tradiciones del pasado y la idea reformadora y
progresiva. El régimen antiguo y el espíritu moderno.
Para destruir al régimen antiguo y emancipamos completamente
de esas tradiciones añejas se necesita una reforma radical de las cos
tumbres, y ello será la obra de la educación y de las leyes. Educar ai
pueblo, morigerarlo, será el modo de preparar los elementos de una
legislación adecuada a nuestro estado social y a nuestras necesidades.
XI) Emancipación del espíritu americano.
El pensamiento de la revolución no se ha realizado. Somos inde
pendientes pero no somos libres. Los brazos de .la España no nos
oprimen, pero sus tradiciones nos abruman. La contrarrevolución no
es más que la agonía lenta de un siglo caduco, de las tradiciones retró
gradas del antiguo régimen. A la joven generación toca la grande obra
de la emancipación del espíritu americano que se resume en dos pro
blemas: emancipación política y emancipación social. El primero esta
resuelto, falta hacerlo al segundo.
XII) Organización de la Patria sobre la base Democrática.
La igualdad y la libertad son los dos polos de la democracia, que
pane del hecho necesario de la igualdad de clases y marcha hacia la
345
TfÜÜSfiE*1
346
.\UNUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricardo X G. / W
349
MANUAL DE HISTORIA CONSTTTTUaONAL ARGENTINA Dr. Ricarda J . G. H tm r
350
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricardo J. G. Jiarrcr
351
MANUAL DE HISTORIA CONSTTTl'aON.VL ARGENTINA Dr. Ricardo J. C. t t m r
352
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricardo J. G. lU m r
353
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Kietrdo J. C. flr r c r
Estado Federal, en cuanto sentaba las bases para la reunión del Con
greso General Constituyente. -------- -------------- .
Del contenido de este Acuerdo surgen las líneas pactistas elabo
radas desde 1813 en adelante. Sus disposiciones dicen:
Io) Declara “Ley fundamental de la República” al Pacto Federal
de 1831, y autoriza al Encargado de las RR.EE. a ponerlo en ejecución
en todo el territorio de la república.
2o) Se declara estar en el caso previsto por el art.16 inc. 5o) del
precitado Tratado al encontrarse las provincias en paz y libertad, para
reunir el Congreso General Federativo.
3o) Declara libre de impuestos o derechos de tránsito a los artí
culos de producción nacional o extranjera que pasen del territorio de
una provincia a otra, igual que los vehículos que los transporten (me
joram iento del comercio interior).
4o) Establece el mes de agosto pará la reunión del Congreso y
m anda elegir los diputados, según la ley de elecciones de cada provin
cia.
5o) Siendo todas las provincias iguales en derecho, como miem
bros de la Nación, tendrán dos disputados cada una.
6°) Se sancionará la Constitución a mayoría de sufragios, no de
biendo traer los diputados instrucciones especiales que restrinjan sus
poderes.
7o) Los diputados debían estar imbuidos de sentimientos pura
mente nacionales, que estimen su calidad de ciudadanos argentinos
antes que la de provincianos. Los gobernadores se comprometían a
interponer su influencia en tal sentido.
8o) Los diputados no podían ser juzgados por sus opiniones ni
acusados por motivo alguno, y sus personas inviolables, pero podían
ser sustituidos por sus provincias cuando lo creyeran oportuno.
9o) El Encargado de las RR.EE. tendría a su cargo la atención de
los gastos y viáticos del Congreso.
10°) El Encargado de las RR.EE. instalará, y abrirá las sesiones
de! Congreso, atendiendo a la seguridad y libertad de las discusiones.
11°) El lugar de reunión será Santa Fe, y allí se determinará su
residencia.
12°) Sancionada la Constitución y las leyes necesarias para po
nerla en practica, será comunicada al Encargado de las RR.EE. y este
la promulgará como Ley Fundamental de la Nación. En seguida será
354
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricardo J. G. ÍU rrxj
355
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Or.KJcmrdoJ. C. ÍU rrrr
363
MANUAL DE HISTORIA CXKNSTrnXIONAL ARGENTINA Dr. Ricardo / . fí. ¡U rrcr
364
MANUAL DE HISTORIA CONSTTTUCJ0NAL ARGENTINA Dr. U J. G. iltr u ^
366
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Rítanlo J. C. H tm r
367
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricuróo J. fí. tíarrrr
CAPITULO 15
2.Principales figuras.
La provincia de Santa Fe eligió diputados al Congreso a los Dres.
M anuel Leiva y Juan Francisco Seguí, am bos vinculados al m ovi
miento de la organización constitucional, de posición netamente fede
ralista.
Entre Ríos, a D. Juan M aría G utiérrez, fundador de la “Asocia
ción de M ayo”, con Echeverría, Alberdi y López, y Ministro de Go
bierno del Dr. V icente López y Planes, gobernador provisorio de Bue-
369
MANUU. DE HISTORIA CONSTITUCIONAL. ARGENTINA Dr. Rx*rdo J. G. H tm y
366
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricmrdo J. C. H*rrcy
367
I
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricardo J. O. ilm ^rr
CAPITULO 15
2.Principales figuras.
La provincia de Santa Fe eligió diputados al Congreso a los Dres.
Manuel Leiva y Juan Francisco Seguí, ambos vinculados ai movi
miento de la organización constitucional, de posición netamente fede
ralista.
Entre Ríos, a D. Juan María Gutiérrez, fundador de la “Asocia
ción de Mayo”, con Echeverría, Alberdi y López, y Ministro de Go
bierno del Dr. Vicente López y Planes, gobernador provisorio de Bue
369
MANUAL DF. HISTORIA CONSTTTVQONAL ARGENTINA Dr. Ricmrdo J. G. //*r>rr
sidad dom inante de ese tiempo, que era acabar con el poder político
que Europa había ejercido en este continente, a través de la conquista
y el coloniaje. La independencia y la libertad exterior eran los vitales
intereses que preocupaban a los legisladores de aquel tiempo, porque
com prendían su época y sabían servirla. Por otra parte nos hablaba de
las experiencias obtenidas con su aplicación, señalando las que consi
deraba positivas y las que no debían ser incluidas en nuestra Ley Su
prema.
De las constituciones nacionales tomaba las de 1819 y 1826
evaluando ¡as circunstancias en que fueron sancionadas y las razones
de su fracaso. Asentada ahora la independencia, era necesario poner el
acento en otros aspectos, como ser el dei comercio, de la economía,
población, inmigración, libertad de cultos, caminos, ferrocarriles, ca
nales navegables, industrias, etc.
Se trata de una Constitución característica de los modelos basa
dos en el racionalismo del Siglo XIX. Su idea motriz es la de estable
cer una constitución que responda al momento histórico que se vivía.
Traduce los ideales liberales, inclinándose por un sistema mixto, fede
ro unitario como lo califica Alberdi, aunque exprese su filiación fede
ral. Es racionalista, pero considera los antecedentes historicistas al in
vocar los pactos preexistentes y las diversas experiencias de nuestro
país a lo largo de cuatro décadas.
Para un mejor estudio de los antecedentes constitucionales, los
clasificaremos en Nacionales y Extranjeros; y a su vez en doctrinarios
y norm ativos, distinguiéndose los inmediatos de los mediatos.
4. Antecedentes doctrinarios:
Son el conjunto de doctrinas, ideas y creencias que incidieron en
la formación normativa de la Constitución, en su complejo ideológico,
en su espíritu y en su filosofía política.
Nacionales inmediatos: 1)E1 pensamiento de Juan Bautista Al
berdi, resumido en su libro “Bases y Puntos de Partida para la Organi
zación Política Argentina"; 2) El proyecto de Constitución incluido en
la Segunda Edición de sus “Bases..."; 3) El proyecto constitucional de
D. Pedro D'A ngelis y sus enseñanzas; 4) El proyecto de José Benja
mín Gorostiaga.
Nacionales mediatos: 1) La doctrina de Mayo, en su trilogía “in
dependencia-federación-república”, desarrollada durante todo el pro
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Hienda J. C. H xr^r
373
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricmrdo J. G. lU n c r
374
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricardo J. G. fT*r*cr
375
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricmrdo J. G. íímrrcr '3
8. Debates.
El prim er debate estuvo dado por la cuestión acerca de la oportu
nidad del dictado de la Constitución, siendo Centeno el primero en
plantearla, expresando que habían surgido problemas que hacían ino
portuno su tratamiento y sanción.
Zavalía se inclinó por la posición de Centeno expresando que no
se puede incurrir en el error de acomodar y vaciar ¡os pueblos en la
Constitución, en vez de acomodar y vaciar ésta en aquéllos. Conside
raba que faltaba el orden , la paz y ¡a estabilidad indispensables para
establecer una Constitución, sugiriendo el aplazamiento para más
adelante. El argumento fundamental estaba radicado en la circunstan-
IH iU .M .^ L D E in S T O R U C O N S T rru aO N ,U .A R G E S T IX '. Dr. Rícmrdo J. G. Hm-rcr
9. O tros debates.
El culto y la Religión: El artículo 2o, referido al culto fue objeto
de un agitado debate. El artículo del proyecto sólo hablaba del soste
nimiento del culto católico, apostólico y romano, apartándose de los
precedentes constitucionales que lo habían considerado como religión
oficial. Se propuso en el debate insertar en el artículo que la religión
Católica era la única y verdadera, y que era la exclusiva del Estado.
Que el gobierno federal debía acatarla, sostenerla y protegerla, parti
cularmente en el libre ejercicio de su culto, y todos los habitantes de la
Confederación le debían respeto, sumisión y obediencia, o fórmulas
parecidas, continuándose así con la tradición de los precedentes cons
titucionales.
En la oportunidad el Presbítero Benjamín Lavayse, clérigo de
orientación liberal, se manifestó a favor del despacho original del pro
yecto, argumentado que la ley suprema no podía intervenir en las con
ciencias, sino sólo reglar el culto exterior. Expresaba, además, que el
gobierno federal estaba obligado a sostenerlo, pero que la religión
como creencia no necesitaba más protección que la de Dios.
Gorostiaga, por su pane, argumentaba que el hecho de imponer al
Estado la obligación de sostener el culto católico tenía por base el he
cho evidente como era de reconocer que esa era la religión dominante
377
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Jüc*rJo J. G. tlmrrrr
378
MANUAL DE HISTORIA CONSTnUCiaNAL ARGENTINA Dr. JOc*rJo J. a l i r ^ r
381
también a todos los hom bres del mundo que quieran habitar el suelo
argentino.
L a p a rte D ogm ática: comprende la primera parte de la Consti
tución y trata en su Capítulo único de las “Declaraciones, D erechosy
Garantías”, que adopta las nuevas ideas que conmovieron al mundo
occidental en los días en que se producía la crisis del imperio hispáni
co, derechos personales cuya enunciación se consideraba insustituible
en los ordenam ientos constitucionales. Así se incluye la nueva idea de
la libertad form ulada por los racionalistas del Siglo XVII como dere
cho natural e im prescriptible, superior a cualquier otro fundamento de
la vida social y política; el ejercicio de esa libertad civil autoriza a ha
blar, escribir e im prim ir libremente, expresando cada uno sus ideas,
aún las religiosas; el principio de igualdad, la seguridad individual, el
derecho de propiedad, dándole también los medios para asegurar sus
derechos, e im poniéndole también al hombre los deberes correspon
dientes a su condición de tal y de ciudadano, como ser los de obedecer
las leyes, concurrir a la defensa de la Patria, contribuir a los gastos del
Estado y respetar a las autoridades constituidas.
La P a rte O rg á n ic a : comprende la Segunda Parte de la Constitu
ción y está dividida en dos títulos, siendo el primero el que se refiere
al Gobierno federal, cuya organización veremos seguidamente, y el
segundo referido a los Gobiernos de Provincia.
382
MANUAL DE IflSTOFUA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. XSatnioJ. G. llx r r r
384
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricardo J. C. il*rr
385
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricardo J. CUH tm r
C A P IT U L O 16
387
MANUYI. DF. IDSTORIA CONSTTTL'aONAL ARGENTINA Dr. KJatrdn J. G. llarrcr
389
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. JOatrdo J. C . H m rcr
Aires no podía legislar sobre este tema, mientras que otros considera
ban que era el legítimo derecho de un Estado Soberano. ............... .........
Se establecía al final un capítulo de Declaraciones Generales, en
el que se enunciaba lo relativo a la igualdad ante la ley, el derecho a la
vida, reputación, libertad, seguridad y propiedad, con arreglo a la
Constitución y a las leyes. La publicación de las ideas debía hacerse
con sujeción a la ley de la materia; se aseguraban los derechos. Man
tenía la esclavitud, pues a este respecto sólo ratificaba las leyes sobre
libertad de vientres y prohibición de tráfico de esclavos.
Finalmente, la Constitución sólo podía ser reformada en todo o en
parte por la Asamblea General, y al ser propuesta por alguna de las
Cámaras se requería el apoyo de la tercera parte de los miembros para
declarar la necesidad de la reforma, y los dos tercios para aprobar la
reforma. Si la proponía el P.E. requería dos tercios para declarar la ne
cesidad de la reforma.
El día 18 de abril de 1854 fue promulgada y el 23 fue jurada so
lemnemente.
392
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. R kasiioJ. G. /¡m m r
393
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA D r. JG crdo J. G. H *rr*r
398
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. JGcxrda J. G. Hm-rry
9. La b atalla de Pavón.
En Marzo de 1860, como ya hemos señalado, había asumido la
presidencia de la Nación el Dr. Santiago Derqui, un prestigioso diri
gente cordobés que se había destacado en las luchas contra Rosas. Lo
acompañaba el Gral. Juan Esteban Pedemera. como vicepresidente,
gozando ambos de la confianza de Urquiza.
A su vez en la provincia de Buenos Aires el grupo liberal porteño
había impuesto como Gobernador al señor Bartolomé Mitre.
A poco de iniciada su gestión se comenzó a advertir una tenden
cia por parte de Derqui a tratar de liberarse de la excesiva influencia
de Urquiza, para lo cual buscó aproximarse al elemento liberal, ai que
por convicción y tradición pertenecía, para afirmar su propia figura
dentro dei escenario nacional. Los hombres de Buenos Aires no desa
provecharon esa oportunidad que venía a agregarse a la circunstancia
de que al dejar de ser Urquiza presidente de la Nación, alejaba la posi
bilidad de un mayor peligro a sus intereses.
Recíprocas invitaciones enere las autoridades porteñas y nacio
nales daban la impresión de una gran cordialidad y entendimiento en
400
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. K k^nfaJ. G. iU m rr
tre los que hasta ayer se habían combatido. Pero subyacía entre ellos
una natural desconfianza a la que los hechos subsecuentes irán agran
dando en forma acelerada.
Uno de estos hechos fue la revuelta que elementos liberales pro
tagonizaron en San Juan que culminó con el asesinato del gobernador
Coronel Juan Antonio Virasoro, hombre ligado a Urquiza. El gobierno
nacional dispuso la intervención federal y encomendó la tarea al señor
Juan Saa. que en un primer momento pareció que actuada pacífica
mente. pero se decidió finalmente por el empleo de la fuerza y ante la
resistencia del gobernador designado por los revolucionarios D. Anto-
nino Aberastain, los sometió violentamente y dispuso la ejecución del
mencionado gobernador.
A consecuencia de tales hechos los ministros porteños que
acompañaban a Derqui. señores de la Riestra y Pico, presentaron sus
renuncias, no obstante lo cual Mitre, conocedor de los sentimientos de
Derqui, aconsejaba seguir apoyándolo.
El otro episodio que conmovió la opinión pública se originó en la
cuestión de la elección de los diputados nacionales por parte de la
provincia de Buenos Aires, que fue declarada nula por la respectiva
Cámara, en razón de no haberse realizado conforme los términos de la
ley electoral nacional, sino por los lincamientos de la ley provincial. A
su vez los senadores nacionales electos por dicha provincia manifesta
ron su solidaridad con los diputados rechazados, no incorporándose al
Senado.
Estos y otros hechos fueron creando el ambiente menos propicio
para la convivencia, af'extremo de que en junio de 1861 el Congreso
Nacional sancionaba una ley por la que se declaraba que el gobierno
de Buenos Aires había roto el Pacto de San José de Flores de 1859 y
ei complementario de 1860, considerando a la actitud asumida por
aquél Estado como actos de sedición que el gobierno debía sofocar y
reprimir, por lo cual se autorizaba al Poder Ejecutivo Nacional a inter
venir y declarar en estado de sitio a la provincia.
La decisión del gobierno nacional de intervenir por la fuerza se
autoriza en medio de una gran crisis no sólo financiera sino política,
mientras el gobierno provincial atraviesa una etapa de bonanza que le
ha permitido armar sus fuerzas con modernos medios de combate.
Finalmente se produce el enfrentamiento bélico de Pavón el 17
ue septiembre de 1861, luego de haber fracasado las propuestas de
401
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. KJatrdo J. G. H * m r
410
MANUAL DF. HISTORIA CftNSTnVClONAL ARGENTELA Dr. K a m io X G .IU n v ,
412
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCJONAL ARGENTINA Dr. J. G. llt m r
C A P IT U L O 17
413
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. K icm b J. G. /U rrrr
416
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricmrdo J. G. ll^ n r r
417
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. R icrd n J. G. }¡ar*r
418
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. R xnrdoJ. G. ilmrwr
tiene que ver con tal aspecto, pues se limita a hacer una enfática decla
ración por la cual "la Nación Argentina ratifica su soberanía legítima e
imprescriptible sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich
del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser
parte integrante del territorio nacional.
La Constitución, con la reforma introducida en 1994 pasa a tener
129 artículos contra los 110 que tenía antes de su modificación.
425
MANUAL DE HISTORIA CONS111 UaONAI. ARGENTINA Dr. tOtmrdo J. G. lltm y
CAPITULO 18
427
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Ricmrdo J. G. Uen-cr
3. Unitarios y Federales.
Este sentimiento de rechazo va a provocar los primeros chispazos
de reacción de los pueblos interiores que encontrarán en José Gervasio
de Artigas al paladín de una corriente organizativa del país sobre la
base federal. El rechazo de sus diputados en la Asamblea del Año XIII
va a incentivar las diferencias y Artigas se levanta enarbolando la
bandera del federalismo, que será ei pendón alzado por los caudillos
cuando caído aquél, continúen su lucha en lo que nuestra historia lla
ma el periodo de la Anarquía, que se inicia tan pronto los pueblos re
chazan la constitución monárquica y aristocratizante de 1819, período
al que también puede llamársele como "el proceso de afirmación auto
nómica de los pueblos".
Las hábiles gestiones del señor Bemardino Rivadavia, como mi
nistro del gobernador de Buenos Aires, Coronel Martín Rodríguez,
van a culminar en la organización de una corriente política continua
dora de los llamados “directoriales”, a la que se denominará Partido
Unitario.
Haciendo fracasar el Congreso de Córdoba y luego imponiéndose
en ei Congreso celebrado en Buenos Aires en 1825, consigue de los
diputados el dictado de una constitución netamente unitaria, logrando
previamente consagrarse Presidente de la Nación. Al ser rechazada
esta constitución ve fracasar su plan y presenta su renuncia.
Los federales encuentran entonces el cauce necesario para tratar
de organizar la Nación sobre la base de garantizar la autonomía a las
provincias, y en tal sentido se unen mediante el Pacto Federal de 1831,
que servirá de estatuto jurídico para la marcha de nuestro país bajo un
sistema, que es una mezcla de confederación y federación.
Rosas, gobernador de Buenos Aires, se constituye, en el principal
defensor del Partido Federal, aunque su forma tiránica de gobernar
impone, un cerrado centralismo sobre la base de la delegación de las
Relaciones Exteriores y de otras facultades dictatoriales que las pro
vincias hacen en su persona.
En esa etapa que va desde 1835 a 1852, en forma directa o indi
recta gobierna Rosas y el llamado “Partido Federal”, cuya divisa era
roja, condenando como “infames salvajes unitarios” a todos los que no
429
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. !Gc*rdo J. G. ÍUrrer
7. P artido Radical.
Una de las alas de la Unión Cívica, como hemos dicho, adoptó el
nombre de Unión Cívica Radical, a consecuencia del desacuerdo con
el pacto que había celebrado el Gral. Mitre con el Gral. Roca, a quien
consideraban como la expresión de un régimen que debía ser derrota
do.
El Partido Radical, conducido por el Dr. Hipólito Yrigoyen va a
adoptar una línea de total intransigencia con los métodos del “régimen
falaz y descreído” como le gustaba llamarlo, y durante los gobiernos
que se sucedieron hasta el de Roque Sáenz Peña inclusive, se mantuvo
en la abstención electoral, esto es, no concurrió a los comicios y estu
vo en permanente conspiración, aunque fracasaron los intentos gol-
pistas que realizó.
Recién saldrá de esa postura cuando en 1912 el presidente Roque
Sáenz Peña envía un proyecto de ley que es aprobado por el Congreso
y que determina las bases mínimas reclamadas por el Partido Radical
para sentirse con las garantías necesarias para confrontar electoral
mente.
Una serie de triunfos en situaciones provinciales fue creando la
mística del triunfo y es así que al llamarse a elecciones en 1916 triun
fará la formula integrada por su viejo caudillo el Dr. Hipólito Yrigo
yen. A Yrigoyen lo sucederá otro radical el Dr. Marcelo T. de Alvear,
y posteriormente, en 1928, logrará ascender a la presidencia nueva
mente el Dr. Yrigoyen. Esta gestión se verá interrumpida por la revo
lución de 1930.
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL. ARGENTINA Dr. JGcmrdo J. G. Jltrtu r
8. Partido Conservador.
En rigor de verdad no existe un partido nacional al que se llame
“C onservador” y generalmente se asigna esta denominación a aqueHas
fuerzas que, con distinto nombre y ubicación geográfica, responden a
una ideología a la que podríamos calificar de liberal-conservadora.
Con este nombre existió en la provincia de Buenos Aires un
fuerte partido, continuador del viejo Partido Autonomista, que prácti
cam ente fue el factor gravitante en los intentos de unificación política
de las fuerzas existentes en las provincias, conocidas bajo ese deno
m inador común, aunque allí se llamaran Partido Liberal, Partido Au
tonom ista, Partidos Unidos, Partido Independiente, Partido Provincial,
Partido Demócrata, etc.
La unión más importante que lograron los conservadores, además
del Partido Autonomista Nacional, fue la del Partido Demócrata Na
cional, constituido para sostener la fórmula de Agustín P. Justo y Julio
A. Roca en 1931.
Hubo varios intentos, en distintas épocas, de nuclear sus fuerzas
sobre la base de un denominador común, tales por ejemplo la federa
ción Nacional de Partidos de Centro, Udelpa, Unión del Centro De
m ocrático (UCeDe), Unión para la Nueva Mayoría, Autonomista, etc.,
pero han tenido corta duración, ya que los partidos provinciales que
circunstancialm ente le han servido de base prefirieron siempre mante
ner sus nombres históricos y su autonomía de acción.
434
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. Rtm rdoS. G. t t m r
9. Partido Socialista. :i
El Partido Socialista fue fundado en 1896 , siendo sus principales
dirigentes Juan B. Justo, Nicolás Repetto, Alfredo Palacios, Adolfo
Dickman, Américo Ghioldi y Del Valle Iberlucea; buscó integrar sus
cuadros organizando a los sindicatos obreros y creando una neta con
ciencia de clase. El diario "La Vanguardia" les sirvió de efectivo me
dio de difusión de sus ideas, aunque limitado principalmente a los
grandes centros poblados del Litoral. La llegada de fuertes contingen
tes de inmigrantes le sirvió de base, pues muchos de éstos ya venían
imbuidos de ideas socializantes aprendidas en sus países de origen.
El Partido Socialista tuvo su m ayor empuje en la ciudad de Bue
nos Aires, donde a principios del siglo XX consiguió lograr la elec
ción de un joven diputado nacional, el Dr. Alfredo L. Palacios.
En la década del 30 tuvo efectiva participación en la marcha del
gobierno, y sufrió como otros partidos, divisiones por cuestiones
ideológicas, especialmente después del advenimiento del comunismo
tras la revolución rusa en 1918. Ha dado al país brillantes legisladores.
del poder entre sus mismos partidarios, sirvió de justificativo para que
un grupo de militares tom ara ia decisión de asum ir el gobierno del
país. El 6 de septiembre de 1930 el Gral. Uriburu al frente de los ca
detes dei Colegio M ilitar y alguna pequeña fuerza de apoyo tras un
desfile triunfal por las principales arterias de Buenos Aires, toma la
Casa de Gobierno y exige la renuncia del Vicepresidente Martínez, a
cargo del gobierno por licencia del titular, quien se desplaza hacia la
ciudad de La Plata, y falto de apoyo, decide su renuncia.
El movimiento m ilitar septembrino, en opinión de Bidart Cam
pos importa la restauración de la línea que él llama "antipopular", más
allá del apoyo entusiasta que le brindara en su momento el pueblo de
la ciudad de Buenos Aires. Los sectores genéricamente llamados con
servadores. entre los que se encontraban también socialistas, radicales
de la línea antipersonalistas, y especialmente los nacionalistas, van a
colaborar con el gobierno de facto, que recibe el reconocimiento de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, en un controvertido fallo.
La tendencia nacionalista y corporativísta que aparece en las
primeras manifestaciones gubernativas, serán prontamente controladas
por los sectores liberales, que poco a poco irán gravitando hasta con
seguir la elección del Gral. Agustín P. Justo, que fácilmente logra la
presidencia de ia Nación, ante la abstención del radicalismo persona
lista.
El período que transcurre entre 1931 y 1943 y que fue llamado
por algunos "la década infame", se caracteriza en el decir de cieñas
interpretaciones de la época com o del "fraude patriótico" o del go
bierno de la "Concordancia", núcleo partidario que tiene por base fun
damental a conservadores y radicales antipersonalistas.
sonaje que cubrirá casi treinta arios de nuestra vida política y que,
am ado, odiado, resistido o meramente respetado, no dejará vacío sin la
proyección de su sombra; sombra de una figura que , objetivamente,
anuda al carisma, al liderazgo y a la conducción, toda la fortaleza y el
m agnetism o de las grandes personalidades autoritarias.
En 1947 el movimiento peronista toma su estructura de "partido",
ya que hasta entonces había venido actuando en base a dos fuerzas que
actuaban combinadamente, tales el Partido Laborista y la unión Cívi
ca Radical de la Junta Reorganizadora, con profundas diferencias en
tre ellas, básicamente derivadas de la composición de sus respectivas
dirigencias.
Perón advierte la necesidad de superar aquellos antagonismos y
organiza el Partido Unico de la Revolución, que inmediatamente va a
tom ar el nombre de Partido Peronista y, más adelante, el de Partido o
M ovim iento Justicialista.
Con el dictado de la Ley N° 13.010 de empadronamiento femenino,
este mayoritario sector de la población va a adquirir una gravitación
fundamental en las decisiones electorales, y Perón comprendiendo su
im portancia, organiza la "rama femenina" de su partido, que actúan
separadam ente, pero bajo la férrea conducción de su líder, al que ha
brá de prestar su innegable apoyo su esposa María Eva Duarte.
A este m ovimiento Justicialista le brindará, además, su apoyo irres
tricto la Confederación General de Trabajadores (C.G.T.) única y ofi
cial, funcionando como factor de poder adherido al gobierno.
El 16 de septiembre de 1955 se produce una revolución que de
rroca al gobierno de Perón, y proscribe al Partido Justicialista, no
obstante lo cual se mantiene en forma latente o clandestina, alentado
por su líder en el destierro, para resurgir en los comicios de 1973.
El Justicialism o, junto a laUnión Cívica Radical, son las dos ma
yores fuerzas políticas partidarias que hasta hoy gravitan en los proce
sos institucionales y electorales de nuestro pais.
440
MANUAL DE HISTORIA CONiftTTL'Q O.NAL ,VRGENTINA Dr. Ricardo J. G. Hmrrrr
441
MANUAL DF. HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. K caráoJ. G. ¡U m r
BIBLIOGRAFIA GENERAL
443
MANUAL DE HISTORIA CONSTITUCIONAL ARGENTINA Dr. ¡G<*rdoJ. C. U*mrr
444
INDICE
C A P I T U L O 3 ____________________________________________________________ 67
1. O r g a n iz a c ió n p o l ít ic a y .a d m in is t r a t iv a .................................................. 6 7
2. INSTITUCIONES METROPOLITANAS.......... ÍQ)......................................................68
3. E l R e y : E v o l u c ió n d e l a m o n a r q u ía I b é r ic a . S u c a r a c t e r ís t ic a
INSTITUCIONAL. .................... .................................................................................69
4 . E l C o n s e j o d e In d ia s .............. .................................................................................77
5. C a s a de C o n t r a t a c ió n ......... .................................................................................80
6. J u n t a s d e G u e r r a ......................................................................................................83
7. AUTORIDADES RESIDENTES EN INDIAS.................................................................83
8. L o s V ir r e y e s .......................................................... ......................................................86
9. C a p it a n e s G e n e r a l e s ...................................... ....................................................... 90
10. G o b e r n a d o r e s ................................................. . ¿ S .............................................90
11. O r g a n is m o s c o l e g ia d o s . C a b il d o s . L ............................................ 94
12. E l C o n s u l a d o ........................................................................................................... 99
13. L a A u d ie n c ia ................................ ..................... £ 2 ) .............................................lo o
C A P I T U L O 4 .......................................................................................................................103
C A PITU LO 8 ..............................................................................................195
1. I niciación institucional argentina ...............................................195
2. La Junta Grande .....@ ........ ............................................................196
3. L as Juntas provinciales . ..(¿¡)......................................................... 198
4. El Primer T riunvirato .....................................................................200
5. El Reglamento O rgánico de 1811.. ,,..y......................................... 201
6. El Estatuto Provisorio ...................(¿L,........................................202
7. D ecreto de L ibertad de Imprenta.....QO...................................... -03
8. D ecreto de Seguridad I ndividual ....uS )....................................... 204
9. Primera A samblea . Su disolución . ..CSÍ........................................ 204
10. Segunda A samblea . Revolución de LSI2. ............................205
11. El Segundo T riunvirato ................................................................206
CAPITULO 9 ............................................................................................. 209
1. A samblea de 1Si 3. antecedentes de su instalación . ...... 209
2. L a A samblea de 1S13: N aturaleza , organización y .facultades .
i © .............. 210
3. Proyectos constitucionales presentados. Contenidos y
diferencia ^ ......................................................................................... 213
4. El Proyecto Federal .}® )................................................... ............218
5. Instrucciones a lo s Diputados de la Banda O rie n ta l, a4)....... 221
6. L eyes Constitucionales sancionadas . . ^ ) ................................... 224
7. El D irectorio . .(§),............................................................................. 228
8. C reación de nuevas provincias...................................................... 229
9. L a Ca íd a de la a sam blea .................................................................230
10. Los acontecimientos y europeos..................................................231
C AP ITU LO 10........................................................................................... 235
1. Junta de O bservación . A ntecedentes de su instalación .
M anifiesto a los pueblos.... ................................................................235
2. Estatuto de 1815. Contenido ^ } .................................................... 237
3. L as provínolas litorales .................................................................240
4. E l C o n g r e so de T u c u m á n . C o m p o s ic ió n y carácter. .....................2 4 1
5. S u la bo r c o n st it u y e n t e . P l a n d e T r a b a jo s ......................................... 243
6. La b o r L egislativa y c o n s t it u y e n t e . D ec l a r a c ió n d e la
In d e p e n d e n c ia ^ ....................................................................................................... 2 4 4
7. D isc u sio nes so b r e la fo r m a d e g o b ie r n o . La s id e a s m o n á r q u ic a s .
^ ...................................................................................................................................... 247
S. E l R egla m en to Prov isor io de 1317. C otejo c o n el de 1 8 1 249
9. C onstit uc ió n de 18J9. O r g a n iz a c ió n de los po der es e s t a t a l e s .
S u rf. c h .azo ................. í ^ ) . ..........................................................................................251
C A P IT U L O 1 1 .................................................................................................................. 257
C A P IT U L O 1 2 ................................................................ .................................................293
1. L e y d e l 3 d e J u l io d e 1827..............................................................................309
2. E l e c c ió n d e D o r r e g o c o m o g o b e r n a d o r d e B u e n o s A ir e s ......... 311
3. T r a t a d o s in t e r p r o v in c ia l e s ....................................................................... 312
4. L a C o n v e n c ió n N a c io n a l d e S a n t a F e ................................................... 314
5. L a R e v o l u c ió n d e l I o d e d ic ie m b r e d e 1828..................................... . 315
6. L a L ig a U n it a r ia ................................................................................................ 315
7. P r im e r g o b ie r n o d e R o s a s ............................................................................. 317
8. Los T r a t a d o s p r e l im in a r e s d e C o r r ie n t e s .............................. ...........320
9. P a c t o F e d e r a l d e 1831. C o n t e n id o e im p o r t a n c ia .......................... 320
10. P r o y e c t o d e D o n P e d r o F e r r é ................................................................. 322
11. L a p o s ic ió n d e R o x a s y P a t r ó n ................................................................ 324
12. S e g u n d o G o b ie r n o d e R o s a s . L a C o n f e d e r a c ió n A r g e n t in a . L a
S u m a d e l P o d e r P ú b l ic o y l a s F a c u l t a d e s E x t r a o r d in a r ia s ....... 325
13. E l ARTÍCULO 29 DE LA CONSTITUCIÓN NACIONAL..................................327
14. P r o n u n c ia m ie n t o d e U r q u iz a . T r a t a d o s ........................................... 327
15. T e x t o d e l P r o n u n c ia m ie n t o ..................................................................... 329
CAPITULO 1 4 ...............................................................................................................333
1. L a G e n e r a c ió n d e 1837 y la O r g a n iz a c ió n N a c io n a l ................... 333
2. A n á l is is d e l a s c a r a c t e r ís t ic a s id e o l ó g ic a s d e la é p o c a .......... 334
3. L ín e a s q u e id e n t if ic a n a l a G e n e r a c ió n d e 1837.............................. 337
4. E st e b a n E c h e v e r r ía y e l “D o g m a S o c ia l is t a ” .................................. 339
5: L a s P a l a b r a s S im b ó l ic a s .............................................................................. 340
6. S it u a c ió n p o l ít ic a d e s p u é s df. C a s e r o s ..................................................348
7. P r o t o c o l o d e P a l e r m o ................................................................................... 350
8. A c u e r d o d e S a n N ic o l á s d e lo s A r r o y o s . L o s p r o y e c t o s
p r e s e n t a d o s ............................................................................................................... 352
9. E l A c u e r d o d e S an N ic o l á s d e l o s A r r o y o s . T e x t o a p r o b a d o . 353
10. E l RECHAZO DE LA LEGISLATURA PORTEÑA. DEBATES......................... 356
11. J u a n B a u t is t a A l b e r d i . S u p e n s a m ie n t o p o l ít ic o e
INSTITUCIONAL. LAS BASF.S Y PUNTOS DE PARTIDA PARA LA ORGANIZACIÓN
CONSTITUCIONAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA.............................. .............360
12. EL PROYECTO DF. CONSTITUCIÓN DE ALBERDI.......................................... 365
C A PIT U L O 1 5 ...............................................................................................................369
1. L a S e c e s ió n d e B u e n o s A i r e s ......................................................................387
2. L a C o n s t it u c ió n P r o v i n c i a l d e B u e n o s A ir e s d e 1854..................388
3. T e n t a t iv a s d e u n ió n y t e n d e n c ia s s e p a r a t is t a s e n t r e l a
C o n f e d e r a c i ó n y e l E s t a d o d e B u e n o s A i r e s .........................................391
4. L e y d e D e r e c h o s D if e r e n c i a l e s ...............................:............................... 393
5. C e p e d a y e l P a c t o d e S a n J o s é d e F l o r e s d e 1859............................394
6. P a c t o c o m p l e m e n t a r io d e J u n io d e 1860..............................................396
7. R e f o r m a s p r o p u e s t a s p o r B u e n o s A ir e s e n 1860..............................397
8. L a C o n v e n c ió n N a c i o n a l " a d -h o c " d e 1860....................................... 398
9. L a b a t a l l a d e P a v ó n ......................................................................................400
10. D is o l u c ió n d e l g o b ie r n o n a c i o n a l ...................................................... 402
11. R e e s t r u c t u r a c ió n p o l ít ic a d e 1862..................................................... 403
12. O r g a n i z a c i ó n d e f in it i v a ............................................................................405
13. P r o b l e m a s d e l a C a p it a l d e l a N a c i ó n ............................................. 407
14. L e y d e l C o m p r o m i s o . S o l u c i o n e s p r o p u e s t a s .................................408
15. L a L ig a d e G o b e r n a d o r e s ......................................................................... 408
16. L a R e v o l u c ió n d e 1880................................................................................ 409
17. L a s o l u c i ó n e n e l C o n g r e s o d e B e l g r a n o y l a L e y d e
F e d e r a l i z a c ió n ...................................................................................................... 4 1o
C A P I T U L O 1 7 ............................................................................................................ 4 !3
1. C o n v e n c i ó n N a c i o n a l y r e f o r m a c o n s t it u c io n a l d e 1866.
R a z o n e s q u e l a o r i g i n a r o n ...............................................................:.............413
2. C o n v e n c ió n N a c i o n a l y r e f o r m a c o n s t it u c io n a l d e i 898.
R a z o n e s q u e l a o r i g i n a r o n ............... ............................................................. 414
3. L a R e f o r m a C o n s t it u c io n a l d e 1949. C ir c u n s t a n c ia s q u e l a
d e t e r m in a r o n y p r in c ip a l e s d is p o s ic io n e s a p r o b a d a s ...................... 416
4. REFORMA CONSTITUCIONAL DE 1957. CIRCUNSTANCIAS QUE LA
DETERMINARON. PRINCIPALES DISPOSICIONES APROBADAS.........................418
5. R e f o r m a c o n s t i t u c i o n a l d e 1994. B r e v e r e f e r e n c ia s o b r e l a
MODALIDAD DEL "NÚCLEO DE COINCIDENCIAS BÁSICAS" (LEY 24 .3 09).. 420
6. PRINCIPALES REFORMAS INTRODUCIDAS........................................................ 422
C A P I T U L O 1 8 ............................................................................................................. 427
1. L o s P a r t id o s P o l í t i c o s . A l c a n c e d e l a e x p r e s i ó n .......................... 427
2. P r i m e r a s t e n d e n c ia s i n o r g á n i c a s ............................. .............................428
3. U n it a r io s y F e d e r a l e s ...................................................................................429
4. E s c e n a r i o p o l í t ic o d e 1853 a 1862.............................. ............................ 430
5. P a r t id o s L i b e r a l , A u t o n o m is t a y N a c i o n a l ..................................... 431
6. C r is is d e 1S89 y r e v o l u c i ó n d e 1890. L a U n ió n C í v i c a .................. 432
7. P a r t i d o R a d i c a l ............................................................................. ..................433
8. P a r t i d o C o n s e r v a d o r ....................................................................................434
9. P a r t i d o S o c i a l is t a .......................................................................................... 435
10. E l P a r t i d o D e m ó c r a t a P r o g r e s i s t a ................................................... 435
11. L a r e v o l u c i ó n d e 1930.................................................................<.............. 435
12. L a r e v o l u c i ó n d e 1943................................................................................ 436
13. E l M o v i m ie n t o J u s t ic ia l is t a ...................... ....................................... . 437
14. O t r a s f u e r z a s p o l í t ic a s .................................. ..........................................438
15. L e y e s e l e c t o r a l e s ........................................................................................ 439
16. D e r e c h o s C iv il e s y P o l í t ic o s d e l a M u j e r ........................................440
B I B L I O G R A F I A G E N E R A L . . . ............................................................................443