Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Hemos optado por incluir en un mismo capítulo la técnica Delphi y los informantes-clave
porque ambos tienen algo en común: recurrir a personas informadas y con experiencia
acerca del asunto o problema que se va a estudiar, para que den una opinión o juicio acerca
de un mismo tema o cuestión. En uno y otro caso, se trata de un juicio subjetivo, pero
fundamentado.
En el caso de la técnica Delphi, es siempre un juicio de expertos; lo que se hace es una
"colecta de cerebros" (picking the brains) para dar respuesta y argumentos a los
interrogantes que se presentan en relación con un tema o problema que es objeto de
análisis. De los informantes-clave, unos pueden ser expertos, otros profesionales y, en
general, son gente que tienen conocimiento y experiencia en relación con un problema. La
técnica de informantes-clave, como su nombre lo indica, sirve preferentemente para recoger
información; en el volumen III la hemos explicado como un instrumento útil para la fase
exploratoria de una investigación. En cambio, la técnica Delphi se utiliza, fundamentalmente,
cuando necesitamos tomar decisiones bien fundamentadas o para calibrar las consecuencias
de diferentes alternativas. En el ámbito empresarial -quizás donde su uso es más amplio-, se
utiliza preferentemente para hacer previsiones. Mientras los informantes-clave deben estar
relativamente cercanos físicamente del equipo o del investigador, los expertos a los que se
recurre con la técnica Delphi pueden estar físicamente muy lejanos.
1. Orígenes y antecedentes de la técnica Delphi. Evolución y cambios a partir de su
aplicación clásica
El nombre de esta técnica -Delphi, traducción al inglés de Delfos- hace alusión al oráculo de
Delfos, al que se interrogaba sobre los asuntos que preocupaban a Grecia y a sus
ciudadanos. Ahora, con esta técnica, no se consulta a un oráculo a través de pitonisas o
sacerdotisas (pitia), sino a expertos que tienen la pretensión de responder con argumentos y
razones bien fundadas.
Formulada inicialmente en 1948 por la Rand Corporation (Research and Development), esta
técnica (muchos prefieren utilizar el término "método") fue elaborada con el fin de prever
tendencias, anticipar cambios y producir innovaciones. Lo sustancial del método propuesto
era combinar y agrupar de manera sistemática los conocimientos de un grupo de expertos
sobre un mismo tema. Inicialmente, este procedimiento se utilizó en investigaciones
relacionadas con la defensa militar, por parte de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
Desclasificada esta técnica como secreto militar al poco tiempo, fue ampliamente utilizada
en el ámbito empresarial y para hacer previsiones en el desarrollo de la tecnología.
En 1949, Kaplan y alguno de sus colaboradores, proporcionaron soporte científico a esta
técnica.1 Kurt Lewin ya había formulado dos años antes su tesis de que el grupo es una
realidad superior a la suma de las individualidades que lo integran; luego Kaplan mostró la
superioridad de la previsión realizada por un grupo sobre la hecha individualmente.
Investigadores de la Rand Corporation, Normal Dalker (1967-1969), Olaf Helmer (1963) y
otros, hicieron algunas observaciones a los estudios de Kaplan, y procuraron evitar las
influencias psicológicas negativas y expresar los resultados mediante la determinación
estadística de las respuestas. A finales de los sesenta es cuando esta técnica emprende su
aplicación hacia otros campos. En 1964 se la utilizó para llevar a cabo un estudio prospectivo
para prever cuáles serían los adelantos científicos que se producirían en el futuro,
estableciendo las fechas en que esto sucedería. Poco a poco, la técnica fue utilizada en una
gran variedad de campos y sectores, ampliando su ámbito de aplicación.
Teniendo en cuenta los principales destinatarios de este libro, cabe señalar el estudio
realizado en 1966 por O. Hellmer2 sobre innovación educativa y perspectiva de cambio en el
sistema educativo de Estados Unidos. El estudio se centró en cinco cuestiones: métodos de
enseñanza, administración escolar, educación de adultos, participación estudiantil y gestión
de personal.
b. El grupo de investigación
Llamado también "grupo de trabajo" o "grupo coordinador", debe estar formado, según lo
recomienda Landeta, por "un reducido equipo de especialistas conocedores del asunto
objeto de estudio, a fin de poder interpretar apropiadamente las aportaciones de los
expertos encuestados, y conocedores asimismo de la técnica Delphi, para poder llevar a
cabo una correcta aplicación de la misma".6
Si se tiene un adecuado y suficiente conocimiento de esta técnica, será posible aplicarla de
manera flexible, de acuerdo con el problema que se estudia. La otra condición que indica
Landeta es que se conozca el asunto que es objeto de la investigación; de lo contrario, las
preguntas que se formularan a los expertos serían poco significativas y -en algunos casos- no
pertinentes.
El grupo de investigadores -coordinadores del trabajo- es recomendable que lo constituyan
de dos a cinco personas, cuyas funciones, según Pashiardis,7 pueden resumirse en las
siguientes:
4. Consulta a informantes-clave
En sentido estricto, no llamaremos a ese tipo de consulta una técnica de recogida de datos e
información, sino un procedimiento relativamente sencillo en su formulación (no tanto en su
práctica) para realizar esta labor. En algunos textos, los "informadores o informantes-clave"
eran expertos o profesionales que tenían conocimientos y experiencias acerca de algún tema
o problema que interesaba estudiar. Aquí hacemos más amplio y extensivo el concepto de
"informante-clave". Ya dijimos que es uno de los procedimientos más útiles e importantes
que se pueden utilizar en la fase exploratoria, mientras se formula el problema y se diseña el
proceso de investigación.
Para consultar a los informantes-clave se utilizan fundamentalmente entrevistas
(semiestructuradas o bien focalizadas). También se pueden utilizar protocolos. Por medio de
alguna de estas técnicas, se hace conocer al informante qué tipo de información se requiere.
Esta demanda no tiene que ser ni muy general -para que no divague- ni muy particularizada
(con lo cual el informante puede quedar "encerrado" en sus posibles respuestas al abanico
de preguntas).
La primera tarea que hay que llevar a cabo, cuando se quiere realizar una recopilación de
información por este procedimiento, es detectar quiénes pueden ser informantes-clave. La
tarea no es fácil, pues requiere tener un cierto conocimiento del medio (comunidad,
institución, organización, etc.), o de las personas que pueden estar vinculadas con una
determinada problemática.
En toda comunidad y en todo sector en donde se pretende realizar una investigación o
intervención social, suelen existir personas poseedoras de información válida, relevante y
utilizable acerca de la cuestión que se quiere estudiar o de la situación-problema que se
trata de resolver. Por eso, mientras se realiza el contacto global, conviene ir detectando e
identificando a las personas que pueden ser informantes-clave.
¿A quiénes se considera como informantes-clave? De una manera general, hemos indicado
que son personas que poseen información relevante para el estudio e investigación que se
piensa realizar. Esto es correcto. Sin embargo, conviene hacer un cruce de información, a
través de lo que piensan los ciudadanos corrientes, cuyas opiniones pueden servir para
reajustar lo que dicen los informantes-clave (expertos, profesionales o técnicos), habida
cuenta de que ellos pueden expresar ideas u opiniones que no tienen resonancia en los
ciudadanos "de a pie".
En sentido estricto, podemos señalar cinco tipos de informantes-clave:
Expertos de reconocido prestigio en relación con el tema o problema que se ha de
investigar.
Funcionarios y técnicos de la Administración pública, o responsables de asociaciones
u organizaciones no gubernamentales que realizan tareas o investigaciones
relacionadas de manera directa o indirecta con el tema o problema que es motivo de
estudio.
Profesionales y, si es posible, especialistas o investigadores que disponen de
información pertinente y relevante al respecto.
Dirigentes de organizaciones, líderes populares, minorías activas y grupos de
incidencia.
Personas -suelen existir en algunas comunidades- que son una especie de "memoria
histórica" de lo que ha vivido una comunidad y que poseen información de hechos o
acontecimientos que no han sido registrados o documentados.
La información que puede obtenerse recurriendo a determinadas personas, consideradas
como informantes-clave, puede recogerse mediante el uso de alguna de estas técnicas:
entrevista, cuestionario o protocolo.
Para cada caso concreto, se ha de saber cuál es la técnica que, en esa circunstancia, es más
adecuada. En términos generales, nos inclinamos por utilizar la entrevista. El cuestionario
requiere demasiado trabajo al informante, y la encuesta reviste excesiva formalidad, pero, si
pueden utilizarse, es muy probable que se recoja mejor información.
Planeamiento del
Grupo Cuestionario Expertos
objeto de
coordinador
pronóstico
Análisis y Grupo
agregación de Respuestas
coordinador
respuestas
Respuestas Expertos
Planteamiento Grupo
del objeto de Cuestionario
coordinador
pronóstico
Bibliografía citada
1. KAPLAN, A., SKOGSTAD, A. y GIRSCHICK, M., The Prediction of Social Technological Events,
Santa Mónica, Rand Corporation, 1949.
2. HELLMER, O., The Use of the Delphi Technique of Educational Innovation, Santa Mónica,
The Rand Corporation, 1960.
3. LINSTONE, Harold y TUROFF, Murray, The Delphi Method. Techniques and Applications,
Addison Wesley, 1975.
4. LANDETA, Jon, El método Delphi. Una técnica de previsión para la incertidumbre,
Barcelona, Ariel Practicum, 1990.
5. Ídem.
6. Ídem.
7. PASHIARDIS, P., "Group decision making: The role of the principal", International Journal
of Educational Management, Vol. 7. núm. 2, 1993, citado por J. Landeta.
8. HELMER, O., op. cit.
Capítulo 13
Estudio de casos
Bibliografía citada
1. CERDÁ, Hugo, Los elementos de la investigación, Bogotá, El Búho, 1982.
2. KLUCKHOHN, C., Antropología, México, FCE, 1968.
3. DUNCAN MITCHELL, G., Diccionario de sociología, Barcelona, Grijalbo, 1983.
4. RICHMOND, Mary, Social Diagnosis, Russell Sage Foundation, 1917; Social Case Work,
Russell Sage Foundation, 1922.