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ALGUNOS COMENTARIOS RESPECTO A LA HISTORIA DE LA MECÁNICA DE SUELOS

*
Agustín Deméneghi Colina

En la Facultad de Ingeniería de la UNAM en pocas ocasiones se habla sobre la historia de la ingeniería.


¿Por qué razón es necesario hablar de la historia de la ingeniería en nuestra escuela? En mi opinión, en
carreras técnicas se descuidan con mucha frecuencia los aspectos humanos de una profesión. No
debemos olvidar que somos primero seres humanos, luego universitarios y por último ingenieros.

La preparación humanista de un ingeniero es fundamental para su desarrollo como persona y como


profesionista. En mi experiencia, los mejores profesionistas que conozco, como son Oscar de Buen,
Leonardo Zeevaert, Jesús Alberto, Eulalio Juárez Badillo, Francisco Zamora Millán, entre otros, todos
ellos tienen una amplia cultura general que les permite ejercer su profesión con muy buen éxito.

La cultura se adquiere leyendo todo tipo de obras, con la única condición que éstas tengan una cierta
calidad mínima. Sin embargo, la lectura no garantiza por sí misma una adquisición adecuada de cultura,
pues hay que interpretar lo que los diferentes autores quieren expresar. Inclusive hay que saber "leer
entre líneas".

Tratando de dar una interpretación a algunas obras, dentro de la literatura hay dos aspectos que se
acepta favorecen en general el desarrollo del ser humano. El primero de ellos es la libertad; esto lo
entiendo en el sentido que le da Fromm: como la libertad para que cada ser humano desarrolle el
potencial que lleva dentro de sí. En la literatura hay ejemplos sobre este aspecto tan importante en el
ser humano; en el Fausto de Goethe podemos ver los siguientes pasajes:

En el inicio de la obra se lleva a cabo el siguiente diálogo entre El Señor y Mefistófeles:

El Señor.- ¿Conoces a Fausto?


Mefistófeles.- ¿El doctor?
El Señor.- Mi siervo.
Mefistófeles.- jSingular manera tiene de serviros! No son terrenas la comida ni la bebida de ese
insensato. El frenesí lo impulsa a lo lejos, y sólo a medias tiene conciencia de su locura. Pide al cielo
sus más hermosas estrellas ya la tierra cada uno de sus goces más sublimes; y ninguna cosa, próxima
ni lejana, basta a satisfacer su corazón profundamente agitado.
El Señor.- Aunque ahora me sirve sólo en medio de su turbación, presto le guiaré a la claridad. Bien
sabe el hortelano, cuando verdea el arbolillo, que la flor y el fruto serán sus adornos en años venideros.
Mefistófeles.- ¿Qué apostáis? Aún le perderéis si me dais licencia para conducirle poco a poco a mi
camino.
El Señor.- En tanto que viva sobre la tierra, no te sea ello vedado. El ser humano yerra mientras tiene
aspiraciones.
Mefistófeles.- Así, os lo agradezco, porque con los muertos nunca me ha gustado meterme. Prefiero las
mejillas carnosas y frescas. No me vengan a mi con cadáveres. Me pasa lo mismo que al gato con el
ratón.
El Señor.- Pues bien, te lo entrego. desvía de su origen ese espíritu, y si en él puedes hacer presa,
llévatelo contigo por tu senda abajo; pero caiga sobre ti la confusión si te ves obligado a confesar que,
en medio de su vago impulso, el hombre bueno sabe discernir bien el recto camino.

En otra parte de la obra, hablando con un espíritu Fausto comenta que "a la par que este arrobamiento
que me transporta cada vez más cerca de los dioses, me diste al compañero de quien no puedo ya
privarme, a pesar de que frío y procaz, me humilla a mis propios ojos y con un soplo de su palabra
reduce tus dones a la nada. Con empeño atiza en mi pecho un violento fuego que me arrastra hacia
aquella, hechicera imagen. Así ando vacilante del deseo al goce, y en el goce suspiro por el deseo".

*
Profesor del Departamento de Geotecnia. Dimisión de Ingeniería Civil, Topográfica. y Geodésica. Facultad de Ingeniería.
UNAM
En otro pasaje se da el siguiente diálogo

Mefistófeles.- ¿Se puede adivinar a qué aspirabas? A buen seguro, seria alguna cosa sumamente
atrevida. Tú, que te remontaste tan cerca de la Luna. tu manía. sin duda, te ha atraído allí.
Fausto.- Nada de eso. Este globo terrestre ofrece todavía campo para grandes acciones. Han de
realizarse cosas dignas de admiración; siéntome con fuerzas para una osada actividad.
Mefistófeles.- Así, ¿quieres adquirir gloria? Bien se echa de ver que llegas del país de las heroínas.
Fausto.- Lo que yo ambiciono es el dominio, el señorío. La acción es todo, la gloria nada es.

Cerca del final de su vida, a Fausto se le aparece la Inquietud

La Inquietud.- Aunque ningún oído me escuchara, debiera esto hallar eco en el corazón; en una forma
cambiante, ejerzo un poder terrible. En las sendas de la tierra, en las sendas del mar soy el compañero
eternamente angustioso, a quien se encuentra siempre sin buscarlo jamás, tan lisonjeado como
maldecido. ¿No conociste nunca a la Inquietud?
Fausto.- Sólo he atravesado corriendo el mundo. He asido por los cabellos cada deseo: lo que me
satisfacía, lo dejaba, y lo que huía de mí dejábalo correr. No hice más que anhelar y satisfacer mis
afanes, y anhelar de nuevo, y así con pujanza he pasado impetuosamente mi vida, grande y poderosa
al principio, mas ahora anda ella con tino y prudencia. El globo terrestre me es bastante conocido. Hacia
el más allá la lista nos está cerrada. Insensato es quien dirige allí los ojos pestañeando, quien imagina
encontrar su igual más arriba de las nubes. Manténgase firme y mire aquí en torno suyo. Este mundo,
para el ser humano inteligente, no es mudo. ¿para qué necesita un hombre tal andar errante en la
eternidad? Lo que él conoce se deja aprehender. Siga así su vía todo lo largo de la jornada terrena; si
se presentan fantasmas, vaya él su camino; en su avance progresivo encuentra tormentos y dichas, él
que ni un solo instante está satisfecho.

Instantes antes de morir, Fausto expresa lo siguiente: "extiéndese hasta el pie de la montaña una
ciénaga que inficiona todo cuanto se ha ganado a fuerza de trabajo; desaguar también esa charca
pestilente fuera el logro supremo. A muchos millones de hombres les abro espacios donde puedan vivir,
no seguros, es cierto, pero sí libres y en plena actividad. Verde y fértil es la campiña; hombres y
rebaños se han cómodamente instalado desde luego en esta huerta del todo nueva, junto a la fuerte
colina levantada por un pueblo audaz y laborioso. Aquí, en el interior, un país paradisíaco; allá fuera
desátense en buena hora las olas subiendo hasta el borde, y si a bocados mellan el dique para hacer
violenta irrupción, todos, aunando sus esfuerzos, se apresuran a cerrar la brecha. Sí, a esta idea vivo
entregado por completo; es el fin supremo de la sabiduría: sólo merece la libertad, lo mismo que la vida,
quien se ve obligado a ganarlas todos los días. y de esta suerte, rodeados de peligros, el niño, el adulto
y el viejo pasan bien aquí sus años. Quisiera ver una muchedumbre así en continua actividad, hallarme
en un suelo libre en compañía de un pueblo también libre. Entonces podría decir al fugaz momento:
'detente, pues; eres tan bello!'. La huella de mis días terrenos no puede borrarse de tan alta felicidad,
gozo ahora del momento supremo". Acabando de pronunciar esta palabras, Fausto muere.

Bertrand Russel pregunta: ¿cuáles son los fines de la vida?, y responde: "no creo que ningún hombre
tenga el derecho a legislar para otros sobre este particular. Para cada individuo, los fines de la vida son
aquellas cosas que desea ardientemente, y que, si existiesen, le proporcionarían la paz. O si se piensa
que es mucho pedir la paz en esta vida, digamos que los fines de la vida habrán de proporcionarle
deleite o alegría o éxtasis. En los deseos conscientes del hombre que busca el poder por sí hay algo de
avaricia; cuando lo alcanza, necesita más poder, y no encuentra felicidad en la contemplación de lo que
tiene".

El mismo Karl Terzaghi (1958) expresa su concepto de libertad de la siguiente forma: "un consultor es
una persona que se supone sabe más de una materia que su cliente. Una vez que un ingeniero ha
adquirido cierta reputación y descubre que hay demanda para sus servicios, su carrera futura depende
de lo que espere de la vida. Si desea éxito financiero y prestigio social, encontrará que esto se puede
difícilmente alcanzar sin la asistencia de una organización ingenieril. Una vez que esta organización
existe, él se convierte en un esclavo de ella. Sus ingresos aumentan, pero también sus preocupaciones.
A veces padece insomnio porque no sabe cómo manejar todas las órdenes que tiene que dar al día
siguiente, y en otras ocasiones porque sus egresos parecen exceder sus ingresos. De cualquier forma,
al recaudador de impuestos le parece que sus ingresos no muestran proporciones adecuadas. Él
todavía creerá que es un consultor, pero se ha convertido en un hombre de negocios y un ejecutivo,
equipado con todos los prerrequisitos para úlceras estomacales. .
"Por otra parte, si deriva su principal satisfacción en la práctica del arte de la ingeniería, desistirá de
formar una empresa y dedicará todos sus esfuerzos en ampliar sus conocimientos en el área de su
elección. Para tener éxito en este propósito él no sólo debe desear sino estar dispuesto a dedicar por lo
menos la mitad de su tiempo a actividades no remuneradas, como la investigación o el análisis de sus
datos, observaciones. Por lo tanto, su capacidad de ganar dinero permanece limitada, pero en cambio
tiene menos preocupaciones y mantiene su libertad de acción. Esta es la clase de ocupación que está
de acuerdo con mi disposición".

El Segundo aspecto está relacionado con los ideales de un ser humano. Se acepta generalmente que
uno debe ser fiel a sus ideales, que debe haber correspondencia entre lo que uno dice y lo que uno
hace. Max Weber toca este tema con bastante claridad. Después de dictar una conferencia sobre la
política como vocación, le dice al auditorio lo siguiente: "llegado aquí, estimado auditorio, me permito
emplazarlos para que hablemos nuevamente de este tema dentro de diez años. Si para entonces, como
desdichadamente tengo muchos motivos para temerlo, continuamos dominados por la reacción sin que
se haya realizado algo y quizá nada en absoluto de lo que con seguridad muchos de ustedes, y yo
también, como lo he reconocido con frecuencia, hemos deseado y esperado; para entonces, digo, me
gustará mucho saber qué 'ha sucedido' interiormente con muchos de ustedes que por ahora se sienten
auténticos 'políticos de convicción' y que, como tales, participan en la embriaguez de la revolución
actual. Para entonces seria muy bello que todo ocurriera de tal modo que se pudiese aplicar lo que
Shakespeare dice en el soneto 102:

'Entonces era primavera y tierno nuestro amor,


'Entonces la saludaba cada día con mi canto
'Como canta el ruiseñor en la alborada del estío
'Y apaga sus trinos cuando va entrando el día'.

"Sin embargo. el panorama no es éste. Tenemos frente a nosotros algo que no es alborada del estío.
antes bien noche polar de obscuridad dura y helada. cualesquiera que sean los grupos actuales que
triunfen. Donde no hay nada. efectivamente. no es sólo el emperador el que pierde o carece de
derechos, sin también el proletariado. Cuando esta noche se aclare poco a poco, ¿quiénes de aquéllos
vivirán dentro de la primavera que hoy aparentemente florece con tanta opulencia? ¿y qué habrá
pasado para entonces en el espíritu de todos ellos? Habrán caído en la amargura o en la
grandilocuencia vacua o se habrán sometido simplemente al mundo ya su profesión, o habrán elegido
una tercera vía, que no es la menos transitada. la de la huida mística del mundo que adoptan aquellos
que tiene dotes para ello o que (y esto es lo más común y lo peor) siguen esta ruta para ponerse a la
moda. En cualquiera de estos casos, sacaré la conclusión de que no han estado a la altura de sus
propios actos, de que no han estado a la altura del mundo tal como realmente es ni a la altura de su
tiempo. Objetiva y verdaderamente, ellos carecieron, en sentido profundo, de la vocación política que
creían poseer; y que hubieran procedido en mejor forma ocupándose lisa y llanamente de la fraternidad
humana y de su trabajo cotidiano.
"La política estriba en una prolongada y ardua lucha contra tenaces resistencias a vencer, para lo que
se requiere, simultáneamente, de pasión y mesura. Es del todo cierto. y así lo demuestra la historia, que
en este mundo no se arriba jamás a lo posible si no se intenta repetidamente lo imposible; pero para
realizar esta tarea no sólo es indispensable ser un caudillo, sino también un héroe en el sentido estricto
del término. Incluso. todos aquellos que no son héroes ni caudillos han de armarse desde ahora, de la
fuerza de voluntad que les permita soportar la destrucción de todas las esperanzas. si no quieren
mostrarse incapaces de realizar inclusive todo lo que aún es posible. Únicamente quien está seguro de
no doblegarse cuando, desde su punto de vista, el mundo se muestra demasiado necio o demasiado
abyecto para aquello que él está ofreciéndole; únicamente quien ante todas estas adversidades, es
capaz de oponer un 'sin embargo'; únicamente un ser humano constituido de esta suerte podrá
demostrar su 'vocación para la política'

Ya que estoy compartiendo con ustedes experiencias cuya vivencia me ha dejado cierta huella a través
de los años, quiero comentarles que cuando éramos pequeños, el Dr Atl (Gerardo Murillo) fue a
Córdoba a casa de mis padres. todos los presentes estaban impresionados por la personalidad del Dr
Atl, y alguien le dijo a mi hermano mayor que le pidiera un autógrafo; con papel y lápiz en la mano mi
hermano le pidió el autógrafo. El Dr Atl en respuesta escribió lo siguiente:

" A mi amiguito Luis que me pide un recuerdo en este papel, yo, cumpliendo en parte su deseo, le dejo
aquí no sólo un recuerdo sino un deseo: que en su ascensión en la vida sea siempre generoso. Dar, dar
siempre, darlo todo, dar lo que se tiene y lo que no se tiene: es la única manera de poseerlo todo".

Cuánto se puede aprender de personas de la calidad humana del Dr Atl

Entrando al tema de la historia de la mecánica de suelos, con frecuencia en la escuela el conocimiento


se da como acabado, como si se llegara a él por generación espontánea. Sin embargo, para llegar al
estado actual de conocimientos ha tenido que pasar mucha agua bajo los puentes. Como ejemplo, entre
muchos otros, tenemos el caso de las torres edificadas durante el Renacimiento: de 200 campanarios y
torres construidos en Bolonia, sólo 30 sobreviven; el patrón es similar en Venecia (Kerisel 1985). Otro
ejemplo ilustrativo es el relativo a las fallas de presas de tierra por vaciado rápido; después de varios
colapsos por este fenómeno en el siglo XIX, una de estas últimas fallas en una presa construida a
principios de este siglo, la de Charrnes (1902-1906, altura 17 m), fue muy sorpresiva porque se
compactó con mucho cuidado, en espesores de 15 cm y usando un equipo muy avanzado para su
tiempo; en estas presas se empleaban taludes de 1.5:1. Jean Frontard, ingeniero a cargo de la
reconstrucción de la presa, investigó en 1910 el contenido de finos y la resistencia de los materiales del
bordo, esta última mediante pruebas de corte directo in situ (tiempo de falla de 10 a 20 minutos), en uno
de los túneles de la presa (fig 1). Los resultados fueron que el contenido de finos era alto (55% de limo
más arcilla) y que el ángulo de fricción interna era del orden de 8 a 10°, bastante menor a los
empleados en esa época (Skempton 1985). El resultado fue que se tuvieron que usar taludes más
tendidos en el talud de aguas arriba de las presas posteriores, para evitar la falla por vaciado rápido.

Otro caso interesante es el de Venecia, la ciudad más rica y poderosa de Europa en la Edad Media. En
décadas pasadas los asentamientos de la ciudad, cuya velocidad de hundimiento llegó a ser de varios
milímetros por año (alrededor de 1975), se debieron fundamentalmente al bombeo del subsuelo para
abastecer industrias (Kerisel 1985). El subsuelo de Venecia está formado por sedimentos aluviales no
consolidados de grandes espesores. Como cimentación se han empleado con éxito pilotes de madera
(fig 2). Debido a los asentamientos totales y diferenciales de importancia, los muros internos y externos
eran usados como estructuras isostáticas, con juntas de apoyo simple o articulado (fig 3); los pisos eran
suficientemente flexibles para seguir los hundimientos del terreno. Por otra parte, el agua de la laguna
estaba contaminada, por lo que colectaban el agua de lluvia en los techos de sus casas y la conducían
a tanques de almacenamiento, para después extraerla mediante pozos (fig 4, Kerisel 1985).

En la época de Augusto en Roma, un camino romano comprendía cuatro capas (fig 5, Kerisel 1985):
- las dos capas inferiores
.sobre el terreno natural se colocaba el "statumen", de 20 a 30 cm de espesor, formado
por una capa de mortero sobre una capa de arena (1), fig. 5
.el "rudu", constituido por 30 a 50 cm de losas y fragmentos de roca con juntas de
mortero de cemento (2)
- las dos capas superiores
.la capa de base, llamado "nucleus", de 30 a 50 cm de grava con roca fragmentada,
mezclada con cal para formar una especie de concreto (3), fig. 5
.la superficie de rodamiento era la "summum dorsum" (4), que podía ser de dos formas:
losas de piedra conjuntas de mortero de cemento (derecha) o de concreto de grava
(izquierda)
Ciertos aspectos interesantes de algunos clásicos de la mecánica de suelos se presentan en los
siguientes párrafos (Skempton 1985):

Charles Augustin Coulomb (1736-1806) estudió en la escuela militar de ingenieros de Mézieres y sirvió
en el ejército de 1762 a 1781 (19 años); después vivió en Paris. Skempton (1985) señala que
"admitiendo que trabajaba en términos de esfuerzos totales, Coulomb resolvió en principio todos los
problemas dominantes de los inicios de la mecánica de suelos, y proporcionó un método de gran
utilidad para la solución de otros problemas de análisis limite". Coulomb, en 1776 propuso que la fuerza
resistente al corte estaba dada por

S = c·a+f·N

Claude Louis Marie Henri Navier (1785-1836), profesor de mecánica aplicada en la Escuela de Puentes
y Caminos, y de 1831 en adelante también en la Escuela Politécnica de París. Comenta en sus
lecciones sobre la aplicación de la mecánica, que el ángulo de reposo es igual al ángulo de fricción
interna phi, y que el coeficiente de fricción es igual a tan phi. Señala además que el efecto del
intemperismo tiende a reducir un talud a un ángulo que se aproxima al "talud natural" para cohesión
nula. Este es el enfoque clásico de la hipótesis de C=O a largo plazo para taludes en el terreno natural.

Williarn John Macquorn Rankine (1820-1872), profesor de ingeniería en la Universidad de Glasgow. En


su libro A manual of civil engineering comenta que la resistencia al deslizamiento se debe parcialmente
a la fricción entre los granos y parcialmente a su cohesión. Pero la cohesión se pierde gradualmente por
la acción del aire y de la humedad, y especialmente por ciclos alternados de congelamiento y deshielo,
de tal forma que la fricción es la única fuerza que debe ser tornada en los análisis de estabilidad.
Agrega además que el ángulo de reposo varía de 14 a 17° para arcilla húmeda a más de 34° para
grava, y que los taludes más frecuentes en obras de tierra son de 1½ : 1 y de 2 : 1 .que corresponden a
ángulos de reposo de 33 a 26°.Un punto significativo es que reconoce que las arcillas blandas pueden
tener ángulos de reposo tan bajos corno 14 a 17°, aunque en el tex1o dice que el lodo, saturado, no
tiene estabilidad. La tabla 1 contiene valores típicos empleados por Rankine (Skempton 1985}.

Henri Philibert Gaspard Darcy (1803-1858) midió y definió la permeabilidad de la arena en estudios
sobre filtros graduados de arena para suministro de agua en Dijon y en París.

Joseph Valentin Boussinesq (1842-1929), miembro de la Academia de Ciencias, profesor de


matemáticas aplicadas en Lille, y, a partir de 1886, en la Sorbona. Revisando el trabajo de G H Darwin
dice que está totalmente de acuerdo en que el ángulo de fricción interna en una masa de arena no es
necesariamente, y generalmente será mayor que el ángulo de reposo; empleando el análisis
retrospectivo (de adelante hacia atrás, back analysis) a los experimentos de Darwin obtuvo F = 27° para
arenas sueltas y F = 43° para arenas compactas (fig 6); Skempton (1985) señala que "este análisis de
la pruebas es uno de aquellos brillantes pasos que, una vez que se realizan, parecen sencillos y
obvios". El célebre articulo de Boussinesq sobre el cálculo de esfuerzos en la masa de suelo se publicó
en 1885.

Albert Mauritz Atterberg (1846-1916), químico y científico del suelo (tierra vegetal). Alrededor de 1908
trabajó en la clasificación por tamaños de la arcilla, pero se dio cuenta que esta información era
insuficiente para clasificar adecuadamente el suelo, por la que decidió medir su "plasticidad", en función
del contenido de agu-a del material (fig 7).

Wolmar Fellenius (1876-1957), después de trabajar como ingeniero en la construcción de ferrocarriles,


fue jefe de la sección de diseño en Gothenburgo de 1905 a 1911, y después fue jefe de ingeniería
hidráulica en Estocolmo. Trabajó ampliamente en estudios de estabilidad de taludes y en 1926 presentó
un análisis muy completo para el caso de F = 0 de taludes en arcilla, dando la solución correcta para el
número de estabilidad c/gH , tanto para análisis plano como para análisis circular a través del pie del
talud. También se dio cuenta que para ángulos menores que 53° la superficie de falla pasa por debajo
del pie del talud, y que c/gH = 0.18 .Cabe aclarar que Fellenius insistió en que se deben tomar tanto c
como F en !os análisis de estabilidad de taludes.

Terzaghi (1951) comenta que "las cimentaciones se pueden calificar como un mal necesario. Si un
edificio se tiene que construir sobre roca sana, no se necesita estrictamente una cimentación. Por lo
tanto, en contraste con el propio edificio que satisface ciertos requerimientos, es de bella apariencia y
llena a sus creadores de orgullo, las cimentaciones únicamente sirven como remedio a las deficiencias
que la caprichosa naturaleza ha dejado para el soporte de la estructura, en el sitio que ha sido
seleccionado.

"Tomando en cuenta de que no hay gloria en las cimentaciones, y que las causas del éxito o el fracaso
están profundamente escondidas en el subsuelo, las cimentaciones de los edificios han sido siempre
tratadas como niños chiquitos; y sus actos de venganza por la falta de atención pueden ser muy
desastrosos",

Otro tema interesante se refiere a la obtención de la fórmula de la escuadría para el cálculo de


esfuerzos debidos a flexión en barras. Las siguientes notas están tomadas de Timoshenko (1953):

El mismo Galileo (1564-1642, Pisa) estudió este problema. Dada una viga en cantiliver (fig 8), consideró
que cuando la fractura ocurre, la "resistencia" está uniformemente distribuida sobre la sección BA (fig
8b); suponiendo que el material sigue la ley de Hooke hasta la fractura, la distribución que se obtiene es
la de la fig 8c. Vemos que la hipótesis de Galileo proporciona tres veces más que lo que se halla con la
ley de Hooke. Dado que los materiales no siguen esta ley hasta la falla. la discrepancia entre la
resistencia real y la obtenida con el criterio de Galileo es menor.

Mariotte E (1620-1684, Dijon) observó que las fibras de la porción inferior ID están en compresión (fig
9), y que las de la porción inferior IA están en tensión. Por un error en la consideración de la resistencia
no llegó a la fórmula de la escuadria.

Parent (1666-1716, París) se graduó como abogado. pero nunca ejerció esta carrera; estudió por su
cuenta matemáticas y vivió dando lecciones sobre éstas. En sus estudios sobre resistencia de
materiales, concluyó que una considerable porción de la sección AB debe estar en compresión (fig 10);
haciendo la hipótesis de que la distribución está dada por los dos triángulos, arribó a la fórmula definitiva
de la escuadria, corrigiendo el error de Mariotte. Para lograr que los cálculos se acercaran más a la
resistencia real, consideró diferentes distribuciones de esfuerzos (fig 11).

Navier (1785-1836, Dijon) quedó huérfano de padre a los 14 años, y su tío Gauthey, famoso ingeniero
francés, se ocupó de su educación; guiado por su tío, trabajó en obras de ingeniería como puentes y
canales. Estudió en la Escuela Politécnica y en la Escuela de Puentes y Caminos de París. En sus
notas sobre resistencia de materiales de la Escuela de Puentes y Caminos, se demuestra que para
materiales que siguen la ley de Hooke, y considerando que la sección plana permanece plana después
de la flexión, el eje neutro pasa por el centroide de la sección.

Barré de Saint-Venant (1797-1886. Seine-et-Marne) estudió en la Escuela Politécnica y en la Escuela


de Puentes y Caminos de París, y fue alumno de Navier; trabajó en obras de ingeniería como canales y
en obras municipales; fue profesor de resistencia de materiales en la Escuela de Puentes y Caminos.
Fue el primero en examinar la precisión de las hipótesis fundamentales de la flexión: (1) que la sección
plana permanece plana después de la flexión, y (2) que las fibras longitudinales no interactúan entre sí
durante la flexión, y que están en estados simples de tensión o compresión. Demostró que estas
hipótesis sólo se cumplen rigurosamente en flexión uniforme cuando la viga se somete a dos pares
iguales y opuestos en los ex1Iemos de la barra.
Referencias

Kerisel, J, "The history of geotechnical engineering up until 1700", Proc XI Int Conf Soil Mech Found
Eng, Golden Jubilee Volume, San Francisco, 1985

Russel, E, La Perspectiva Científica, Ariel, 1975

Skempton, A W, " A history of soil properties, 1717 -1927", Proc XI Int Conf Soil Mech Found Eng,
Gülden Jubilee Volume, San Francisco, 1985

Terzaghi, K, "Consultant, clients and contractors", Jour Boston Soc Civil Eng, vol 45, number 1, enero
1958 (Reproducido en From Theory lo Practice in Soil Mechanics, Wiley, 1960)

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