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Concepto: (González B., 2005) manifiesta que factores pronósticos (FP) son aquellos
datos capaces de suministrar información sobre la evolución que puede experimentar
un enfermo en particular. Se pueden referir a aspectos tan diversos como la
supervivencia global, el intervalo libre de enfermedad, o la posibilidad de responder al
tratamiento o a la posibilidad de que aparezca una complicación determinada.
La integración de la información que proporcionan los FP más relevantes constituye el
índice o sistema pronóstico.
Aplicación de los FP: Se podrían destacar 3 puntos concretos en los que adquiere
mayor importancia:
La edad ejerce su influencia sobre el pronóstico desde una doble perspectiva: por
una parte, la agresividad y el subtipo histológico de ciertas neoplasias varían con la
edad del enfermo, pero, por otra, ciertos grupos de edad, especialmente las
edades extremas, obligan a modificar el tratamiento. En este sentido, en los
diversos estudios realizados por nuestro grupo, se ha demostrado que el uso de
fluoropirimidinas orales en el tratamiento adyuvante del cáncer de colon en
estadio C es comparable, en términos evolutivos, a esquemas clásicos. Por otro
lado, el conocimiento del factor pronóstico que es la edad nos permite adaptar el
tratamiento quimioterápico a esta. En este sentido debemos desterrar las falsas
creencias que hacen suponer erróneamente a muchos que el anciano no tolera la
quimioterapia o que el cáncer en el mismo es menos agresivo. Generalmente,
cuando se afirma que la edad es un factor pronóstico en lo que refiere a la
agresividad tumoral realmente se está haciendo referencia a la edad en la que
aparecen con mayor frecuencia ciertas variantes histológicas tumorales. Es más,
generalmente esta influencia se limita a edades medias de la vida.
Por todo esto, debemos considerar la edad como un factor pronóstico de mayor
amplitud y utilidad que la simple diferenciación entre el que es anciano y el que no
lo es.
Los primeros estudios con estas plataformas se realizaron con 60 líneas celulares
tumorales del panel NC1160 del Instituto Nacional del Cáncer de los Estados
Unidos. Aquí se demostró por primera vez que existía una correlación entre la
sensibilidad a un quimioterápico determinado y el patrón de expresión génica de
cada línea celular. Posteriormente, en un estudio retrospectivo sobre linfomas de
alto grado de células B grandes, se demostró que los datos observados en líneas
celulares eran aplicables a estos linfomas. En el cáncer de próstata, el análisis
mediante DNA-arrays demostró que la ausencia de una proteína denominada pim-
1 se correlacionaba con un mayor riesgo de fracaso del descenso de PSA tras la
prostatectomía radical, independientemente del grado de Gleason. Estudios
posteriores realizados en el cáncer de cabeza y cuello han permitido definir dos
grupos de pacientes con claras diferencias pronósticas.
Extensión de la enfermedad
Histología
Los resultados de los distintos estudios que evalúan el valor pronóstico del subtipo
histológico no son concluyentes. En resumen, parece que el carcinoma de células
grandes y el adenocarcinoma tienen un peor pronóstico que el carcinoma
epidermoide. La presencia de diferenciación neuroendocrina en más del 5% de las
células del adenocarcinoma en estadio inicial disminuye la supervivencia global.
Sin embargo, la diferenciación neuroendocrina no influye en el pronóstico del
carcinoma epidermoide. La presencia de otras características histológicas como la
invasión vascular o linfática, el hecho de que se trate de tumores poco
diferenciados, la expresión de mucina o la existencia de necrosis tumoral, también
se ha relacionado con un peor pronóstico.
Factores Analíticos
Factores moleculares
Factores pronósticos: En el momento del diagnóstico, más del 60% de los pacientes
con CPCP tienen enfermedad diseminada (EE). Su tratamiento se basa en la
quimioterapia (QT), mientras que en la enfermedad limitada (EL) se requiere
quimioterapia y radioterapia torácica (RT). Los pacientes que alcanzan la remisión
completa (RC) reciben, además, radioterapia craneal profiláctica. Con tratamiento, la
tasa inicial de respuestas supera el 80-90%, de las cuales el 30-40% son RC. Sin
embargo, más del 90% de los pacientes recaen, siendo la mediana de supervivencia no
más de 11 meses; sólo el 5-15% serán largos supervivientes. Todo ello justifica que el
CPCP sea uno de los tumores en los que más se ha investigado sobre factores
pronósticos; la combinación de elevada quimiosensibilidad y escasa supervivencia
obliga a buscar variables que puedan tener influencia independiente en la
supervivencia.