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Peliaco quondam prognatae vertice pinus


dicuntur liquidas Neptuni nasse per undas
Phasidos ad fluctus et fines Aeetaeos,
cum lecti iuvenes, Argivae robora pubis,
auratam optantes Colchis avertere pellem
ausi sunt vada salsa cita decurrere puppi,
caerula verrentes abiegnis aequora palmis.
diva quibus retinens in summis urbibus arces
ipsa levi fecit volitantem flamine currum,
pinea coniungens inflexae texta carinae.

En la cumbre pelia un día nacidos pinos,


se dice que por las límpidas olas de Neptuno navegaron
del Fasis hacia los flujos y los territorios eeteos,
cuando selectos jóvenes, de la argiva juventud la fuerza,
anhelando arrebatar la áurea piel de los colcos, 5
se atrevieron los mares salados a recorrer en rápida popa,
las azules aguas barriendo con remos de abeto.
La divina a los cuales, la que retiene en las supremas ciudades los recintos,
ella misma hizo un carro, que volaba con leve brisa,
la pínea trama unciendo a la encorvada quilla. 10

illa rudem cursu prima imbuit Amphitriten.


quae simul ac rostro ventosum proscidit aequor
tortaque remigio spumis incanuit unda,
emersere freti candenti e gurgite vultus
aequoreae monstrum Nereides admirantes.
illa, atque haud alia, viderunt luce marinas
mortales oculis nudato corpore nymphas
nutricum tenus extantes e gurgite cano.

Ella, la primera, inició en esta carrera a la inexperta Anfitrite


la cual, una vez que con su espolón hendió la llanura por los vientos,
y, removida por el remo, de espumas se encaneció la ola,
emergieron sus rostros del candente torbellino del estrecho
las ecuóreas Nereidas, admirando el prodigio. 15
En aquella luz, y no en otra vieron a las marinas 
ninfas los mortales con sus ojos, desnudado su cuerpo,
sobresaliendo en cuanto a su tierno pecho del torbellino cano.

tum Thetidis Peleus incensus fertur amore,


tum Thetis humanos non despexit hymenaeos,
tum Thetidi pater ipse iugandum Pelea sensit.
o nimis optato saeclorum tempore nati
heroes, salvete, deum genus, o bona matrum
progenies, salvete iterum, <salvete, bonarum!>
vos ego saepe meo, vos carmine compellabo,
teque adeo eximie, taedis felicibus aucte
Thessaliae columen Peleu, cui Iuppiter ipse,
ipse suos divum genitor concessit amores.
Entonces, Peleo se encendió por el amor de Tetis, se cuenta
entonces Tetis no despreció, humanos, unos himeneos, 20
entonces, el Padre mismo pensó que debía unir a Peleo a Tetis.
     Oh en el momento de los siglos demasiado anhelado, nacidos,
héroes, salud tened, de los dioses el linaje, oh de sus madres buena
progenie, salud tened de nuevo 23b
A vosotros yo a menudo, con mi canción, a vosotros os voy a apelar, 
y a ti, tan eximiamente por (estas) teas felices acrecido, 25
cumbre de Tesalia, Peleo, al que Júpiter mismo,
el mismo de los dioses progenitor, concedió sus amores.

tene Thetis tenuit pulcerrima Nereine?


tene suam Tethys concessit ducere neptem
Oceanusque, mari totum qui amplectitur orbem?
queis simul optatae finito tempore luces
advenere, domum conventu tota frequentat
Thessalia, oppletur laetanti regia coetu:
dona ferunt prae se, declarant gaudia vultu.
deseritur Cieros, linquunt Pthiotica Tempe
Crannonisque domos ac moenia Larisaea,
Pharsaliam coeunt, Pharsalia tecta frequentant.

¿acaso a ti Tetis no te tuvo, bellísima Nerina? 


¿Acaso a ti Tetis no te concedió que te llevaras a su nieta,
y el Océano, el que rodea con mar todo orbe? 30
     A los cuales, una vez que cumplido el tiempo las anheladas luces
llegaron, la casa toda Tesalia con su reunión
frecuenta: se llena la regia de su alegre asistencia.
Sus dones llevan ante sí, en su rostro declaran sus gozos.
Desierta queda Esciros, dejan la ptiótica Tempe 35
y de Crannón las casas y las murallas lariseas;
a Farsalo llegan, los farsalios techos concurren.

rura colit nemo, mollescunt colla iuvencis,


non humilis curvis purgatur vinea rastris,
non glaebam prono convellit vomere taurus,
non falx attenuat frondatorum arboris umbram:
squalida desertis rubigo infertur aratris.
ipsius at sedes, quacumque opulenta recessit
regia, fulgenti splendent auro atque argento.
candet ebur soliis, collucent pocula mensae,
tota domus gaudet regali splendida gaza.

Nadie cultiva las tierras, se mullen los cuellos de los novillos,


no, humilde, con los curvos rastrillos se purga la viña,
no el toro arranca el terrón con la inclinado arado, 40
no la hoz de los podadores atenúa la sombra, 41
con áspera herrumbre recubre los desiertos arados.
Mas de él las sedes, por donde quiera que opulenta se expande
la regia, de fulgente oro resplandece y plata.
el marfil brilla en los solios, le lucen las copas a la mesa, 45
toda la casa espléndida goza del real tesoro.
pulvinar vero divae geniale locatur
sedibus in mediis, Indo quod dente politum
tincta tegit roseo conchyli purpura fuco.
haec vestis priscis hominum variata figuris
heroum mira virtutes indicat arte.
namque fluentisono prospectans litore Diae
Thesea cedentem celeri cum classe tuetur
indomitos in corde gerens Ariadna furores,
necdum etiam sese quae visit visere credit,
utpote fallaci quae tum primum excita somno
desertam in sola miseram se cernat harena.

El lecho nupcial (vero) de la diosa, se coloca


de las sedes en medio, el que, pulido con indo diente,
cubre la teñida purpura de múrice con tinte róseo
     Esta manta, variada con primitivas figuras de hombres, 50
de los héroes las virtudes indica con admirable arte.
     Pues, de sonante oleaje en el litoral de Día, escudriñando,
a Teseo marchar con su veloz nave contempla, 
indómitos furores llevando Ariadna en su corazón
y no todavía ella, cree que ella ve, lo que ve: 55
puesto que ella por primera vez despierta del sueño falaz
abandonada y triste, se discierne en la sola arena.

immemor at iuvenis fugiens pellit vada remis,


irrita ventosae linquens promissa procellae.
quem procul ex alga maestis Minois ocellis
saxea ut effigies bacchantis prospicit, eheu,
prospicit et magnis curarum fluctuat undis,
non flavo retinens subtilem vertice mitram,
non contecta levi velatum pectus amictu,
non tereti strophio lactentis vincta papillas,
omnia quae toto delapsa e corpore passim
ipsius ante pedes fluctus salis alludebant:

desmemoriado joven huyendo pulsa las aguas a remos,


dejando sus promesas incumplidas a las ventosas tormentas.
A él, lejos, desde el alga, con afligidos ojillos la Minoide, 60
pétrea, como la efigie de una bacante, escudriña, ay,
escudriña, y en las grandes olas de las angustias fluctúa,
sin retener en su flava cabeza la sutil mitra,
sin proteger velado su pecho con su leve atuendo,
sin ligar con la torneada faja sus pechos de leche, 65
lo cual todo, resbalado de entero su cuerpo en desorden,
de ella ante los pies, con los flujos de sal jugaban:

sic neque tum mitrae neque tum fluitantis amictus


illa vicem curans toto ex te pectore, Theseu,
toto animo, tota pendebat perdita mente.
a misera, assiduis quam luctibus externavit
spinosas Erycina serens in pectore curas
illa tempestate, ferox quo ex tempore Theseus
egressus curvis e litoribus Piraei
attigit iniusti regis Gortynia templa.
nam perhibent olim crudeli peste coactam
Androgeoneae poenas exsolvere caedis
electos iuvenes simul et decus innuptarum
Cecropiam solitam esse dapem dare Minotauro.

Pero ni entonces de la mitra, ni entonces de la suerte de su fluente 


atuendo ella curando, con todo su pecho de ti, Teseo,
con todo su ánimo, con toda su mente perdida pendía. 70
Ah triste, a quien con asiduos lutos consternó
Ericina, sembrando espinosas preocupaciones en su pecho,
en aquella temporada, desde aquel tiempo en que feroz Teseo,
saliendo de los curvos litorales del Pireo
tocó del injusto rey los gortinios templos. 75
     Pues se cuenta que otra, por una cruel peste obligada
de la muerte de Androgeón los castigos a expiar,
unos elegidos jóvenes a la vez, y la honra de las doncellas,
la Cecropia había solido dar de festín al Minotauro.

quis angusta malis cum moenia vexarentur,


ipse suum Theseus pro caris corpus Athenis
proicere optavit potius quam talia Cretam
funera Cecropiae nec funera portarentur.
atque ita nave levi nitens ac lenibus auris
magnanimum ad Minoa venit sedesque superbas.
hunc simulac cupido conspexit lumine virgo
regia, quam suavis exspirans castus odores
lectulus in molli complexu matris alebat,

Como sus murallas angustiadas fueron vejadas por los cuales males, 80
el propio Teseo por su querida Atenas el cuerpo suyo
prefirió expandir , mejor que tales muertos portados fueran
hacia Creta desde la Cecropia, no muertos.
Y de este modo, en una nave leve apoyado y con lenes auras,
al magnánimo Minos viene y sus sedes soberbias. 85
A él, una vez que con deseosa luz lo contempló la virgen
regia a la cual, espirando suaves olores, un casto
lecho en el blando abrazo de su madre alimentaba,

quales Eurotae praegignunt flumina myrtos


aurave distinctos educit verna colores,
non prius ex illo flagrantia declinavit
lumina, quam cuncto concepit corpore flammam
funditus atque imis exarsit tota medullis.
heu misere exagitans immiti corde furores
sancte puer, curis hominum qui gaudia misces,
quaeque regis Golgos quaeque Idalium frondosum,
qualibus incensam iactastis mente puellam
fluctibus, in flavo saepe hospite suspirantem!
cuales los mirtos ciñen del Eurotas las corrientes,
o el aura primaveral cría distintos colores–, 90
no antes de él sus flagrantes luces 
declinó, que en todo su cuerpo concibió una llama,
profundamente, y ardió toda en sus más hondas medulas.
Ay quien tristemente causas con despiadado corazón furores,
santo muchacho, con las angustias de los hombres quien gozos mezclas, 95
y tú la que reinas los golgos, la que el Idalio frondoso:
con cuáles oleajes agitasteis, encendida en su mente, 
a la muchacha, por el flavo huésped a menudo suspirando.

quantos illa tulit languenti corde timores!


quanto tum saepe magis fulgore expalluit auri,
cum saevum cupiens contra contendere monstrum
aut mortem appeteret Theseus aut praemia laudis!
non ingrata tamen frustra munuscula divis
promittens tacito succepit vota labello.
nam velut in summo quatientem bracchia Tauro
quercum aut conigeram sudanti cortice pinum
indomitus turbo contorquens flamine robur
eruit (illa procul radicitus exturbata
prona cadit, late quaecumvis obvia frangens),

Cuántos ella soportó, doliente su corazón, temores,


cuánto, a menudo, más que el fulgor palideció del oro, 100
cuando, deseando en contra contender al salvaje monstruo,
o la muerte buscaba Teseo, o los premios de la alabanza.
No sin embargo en vano, regalos ingratos a los dioses
prometiendo ella, con tácito labiecillo asumió unos votos.
Pues como en lo alto del Tauro agitando sus brazos 105
a una encina, o a un conífero pino de sudante corteza, 
el indómito torbellino, contorsionando con su soplo su corteza 
lo arranca: el árbol a lejos, desenterrado de radicalmente
hacia adelante cae, rompiendo ampliamente cualquier cosa que le sale al frente

sic domito saevum prostravit corpore Theseus


nequiquam vanis iactantem cornua ventis.
inde pedem sospes multa cum laude reflexit
errabunda regens tenui vestigia filo,
ne labyrintheis e flexibus egredientem
tecti frustraretur inobservabilis error.
sed quid ego a primo digressus carmine plura
commemorem, ut linquens genitoris filia vultum,
ut consanguineae complexum, ut denique matris,
quae misera in gnata deperdita laetabatur,
omnibus his Thesei dulcem praeoptarit amorem,

así, domado su cuerpo, a aquel salvaje postró Teseo, 110


que para nada lanzaba a los vanos vientos sus cuernos.
De allí su pie a salvo con mucha alabanza tornó,
sus errabundas plantas rigiendo con tenue hilo, 
para que, de las curvas laberínticas al salir, 
no lo engañara de ese techo su inobservable extravío. 115
     Pero, a qué yo, de la primera canción apartado, más cosas
conmemore: cómo la hija abandonando el rostro de su padre,
cómo de su consanguínea el abrazo, cómo después el de su madre, 
la cual en su triste hija perdidamente se alegraba,
a todo ello, de Teseo el dulce amor antepusiera; 120

aut ut vecta rati spumosa ad litora Diae


<venerit,> aut ut eam devinctam lumina somno
liquerit immemori discedens pectore coniunx?
saepe illam perhibent ardenti corde furentem
clarisonas imo fudisse e pectore voces,
ac tum praeruptos tristem conscendere montes,
unde aciem pelagi vastos per tenderet aestus,
tum tremuli salis adversas procurrere in undas
mollia nudatae tollentem tegmina surae,
atque haec extremis maestam dixisse querelis,
frigidulos udo singultus ore cientem:

o cómo transportada fuera en balsa a los espumosos litorales de Día,


o cómo a ella, religadas sus luces por el sueño,
la abandonara con desmemoriado pecho partiendo su esposo.
A menudo que ella, se cuenta, con ardiente corazón enfurecida,
clarísonas voces vertió desde lo más hondo de su pecho, 125
y que entonces triste ascendía a abruptos montes,
de donde su mirada del piélago al vasto hervor tendiera;
que, entonces, de la trémula sal corría hacia las contrarias ondas,
sus blandos ropajes levantando de su desnudada corva,
y que estas cosas en sus extremas quejas afligida decía, 130
frigidillos sollozos de su mojado rostro suscitando:

«sicine me patriis avectam, perfide, ab aris


perfide, deserto liquisti in litore, Theseu?
sicine discedens neglecto numine divum
immemor, a, devota domum periuria portas?
nullane res potuit crudelis flectere mentis
consilium? tibi nulla fuit clementia praesto,
immite ut nostri vellet miserescere pectus?
at non haec quondam blanda promissa dedisti
voce mihi, non haec miserae sperare iubebas,
sed conubia laeta, sed optatos hymenaeos:

“¿Cómo es que así a mí, de las patrias aras lejos, pérfido, llevada,
pérfido, en un desierto litoral me dejaste, Teseo?
¿Cómo es que así partiendo, despreciado el numen de los divinos,
ah desmemoriado, sacrílegos perjurios a tu casa portas? 135
¿Es que ninguna cosa pudo de tu cruel mente doblegar
el consejo? ¿Para ti ninguna hubo clemencia presente,
para que tu despiadado pecho de nos quisiera condolerse?
Mas no estas, un día, blandas promesas me diste
con tu voz a mí, no esto a mí, triste, esperar me mandabas, 140
sino matrimonios alegres, sino optados himeneos:
quae cuncta aërii discerpunt irrita venti.
nunc iam nulla viro iuranti femina credat,
nulla viri speret sermones esse fidelis;
quis dum aliquid cupiens animus praegestit apisci,
nil metuunt iurare, nihil promittere parcunt:
sed simulac cupidae mentis satiata libidost,
dicta nihil metuere, nihil periuria curant.

lo cual todo incumplido, los vientos aéreos desgarran.


Ahora ya ninguna mujer a un hombre que jura crea,
ninguna de un hombre espere que los discursos sean fieles;
quienes, mientras algo su deseoso ánimo anhela obtener, 145
nada temen jurar, nada prometer perdonan;
pero una vez que de su deseosa mente saciada la libido ha sido
sus dichos nada temen, nada de sus perjurios curan.

certe ego te in medio versantem turbine leti


eripui, et potius germanum amittere crevi,
quam tibi fallaci supremo in tempore deessem:
pro quo dilaceranda feris dabor alitibusque
praeda, neque iniacta tumulabor mortua terra.
quaenam te genuit sola sub rupe leaena,
quod mare conceptum spumantibus expuit undis,
quae Syrtis, quae Scylla rapax, quae vasta Charybdis,
talia qui reddis pro dulci praemia vita?

Ciertamente yo a ti, en medio hallándote del torbellino de la muerte


de él te arranqué, y mejor preferí perder a mi hermano 150
que a ti, falaz, en ese supremo tiempo faltarte.
En vez de lo cual, para ser desgarrada por las fieras dada seré, y por las aves
como presa, y no seré sepultada, muerta, sobre mí echada tierra.
¿Qué leona a ti te engendró bajo una sola peña,
qué mar, concebido, a las espumantes ondas te escupió, 155
qué Sirte, qué Escila rapaz, qué vasta Caribdis,
quien tales premios devuelves por la dulce vida?

si tibi non cordi fuerant conubia nostra,


saeva quod horrebas prisci praecepta parentis,
at tamen in vestras potuisti ducere sedes,
quae tibi iucundo famularer serva labore,
candida permulcens liquidis vestigia lymphis,
purpureave tuum consternens veste cubile. -
sed quid ego ignaris nequiquam conquerar aureis
externata malo, quae nullis sensibus auctae
nec missas audire queunt nec reddere voces?

Si para ti de corazón no habían sido los matrimonios nuestros,


porque temías los preceptos crueles de tu antiguo padre,
aún y así, pudiste a vuestras sedes conducirme, 160
quien a ti con gozoso esfuerzo te sirviera como esclava
tus cándidas plantas acariciando con claras linfas,
o con manto purpúrea cubriendo el lecho tuyo.
Pero ¿por qué yo a las ignorantes auras para nada me queje,
consternada por este mal, que dotadas de ningún sentidos, 165
ni emitidas oírlas pueden, ni devolverme, palabras?

ille autem prope iam mediis versatur in undis,


nec quisquam apparet vacua mortalis in alga.
sic nimis insultans extremo tempore saeva
Fors etiam nostris invidit questibus auris.
Iuppiter omnipotens, utinam ne tempore primo
Gnosia Cecropiae tetigissent litora puppes,
indomito nec dira ferens stipendia tauro
perfidus in Cretam religasset navita funem,
nec malus hic celans dulci crudelia forma
consilia in nostris requiesset sedibus hospes!

Pues él casi ya en mitad de las ondas se halla


y ningún mortal comparece en esta vacía alga.
Así, demasiado insultante en mi extremo tiempo, salvaje,
la suerte incluso a nuestras quejas niega oídos. 170
Júpiter todopoderoso, ojalá no, en ese tiempo primero,
los gnosios litorales hubiesen tocado las cecropias popas,
ni al indómito toro trayendo ominosos tributos,
el pérfido navegante en Creta hubiese religado su cuerda,
ni el malvado ese, escondiendo en su dulce hermosura sus crueles 175
consejos, en nuestras sedes hubiese descansado, el huésped.

nam quo me referam? quali spe perdita nitar?


Idaeosne petam montes? a, gurgite lato
discernens ponti truculentum dividit aequor?
an patris auxilium sperem? quemne ipsa reliqui
respersum iuvenem fraterna caede secuta?
coniugis an fido consoler memet amore?
quine fugit lentos incurvans gurgite remos?
praeterea nullo litus, sola insula, tecto,
nec patet egressus pelagi cingentibus undis:

Pues ¿a dónde me restituiré? ¿En qué esperanza, perdida, me esforzaré?


¿A los ideos montes acudiré? Mas con este abismo ancho
separándome, la bravía superficie del ponto me divide.
¿Acaso de mi padre auxilio espere, al que yo misma abandoné, 180
a un joven asperjado con la fraterna matanza siguiendo?
¿Acaso fiel me consolaré con el amor fiel de mi esposo
el cual, no acaso huye encorvando los flexibles remos en el abismo?
Además la costa, sin ningún techo la isla solitaria,
ni se ofrece una salida, con olas rodeantes del piélago: 185

nulla fugae ratio, nulla spes: omnia muta,


omnia sunt deserta, ostentant omnia letum.
non tamen ante mihi languescent lumina morte
nec prius a fesso secedent corpore sensus,
quam iustam a divis exposcam prodita mulctam
caelestumque fidem postrema comprecer hora.
quare facta virum mulctantes vindice poena
Eumenides, quibus anguino redimita capillo
frons exspirantis praeportat pectoris iras,
huc huc adventate, meas audite querelas,
quas ego, vae, misera extremis proferre medullis
cogor inops, ardens, amenti caeca furore.

Además la costa, sin ningún techo la isla solitaria,


ni se ofrece una salida, con olas rodeantes del piélago. 185
Ningún cálculo de huida, ninguna esperanza: todas las cosas mudas,
todas están desiertas, ostentan todas perdición.
No, aun así, antes languidecerán las luces mías de muerte,
ni previamente de mi fatigado cuerpo se separarán mis sentidos,
antes que implore a los dioses una justa pena 190
traicionada, y la de los celestiales suplique en esta postrema hora.
Por ello, las que los hechos de los hombres multáis con vengador castigo,
Euménides, cuya frente, ceñida de serpentino
cabello, delante porta de vuestro espirante pecho las iras,
aquí, aquí advenid y las quejas escuchad mías. 195
las que a mí, ah triste, de mis extremas medulas a proferir
se me obliga, desvalida, ardiente, de amente furor ciega.

quae quoniam verae nascuntur pectore ab imo,


vos nolite pati nostrum vanescere luctum,
sed quali solam Theseus me mente reliquit,
tali mente, deae, funestet seque suosque.»
has postquam maesto profudit pectore voces
supplicium saevis exposcens anxia factis,
annuit invicto caelestum numine rector;
quo motu tellus atque horrida contremuerunt
aequora concussitque micantia sidera mundus.

las cuales, puesto que verdaderas nacen de mi pecho más hondo,


vosotras no queráis sufrir que el luto se desvanezca nuestro,
sino que con la misma mente que sola Teseo a mí me abandonó, 200
con tal mente, diosas, se manche de muerte a sí y a los suyos.”
Después que de su afligido pecho vertió estas voces,
suplicio por unas salvajes acciones demandando ansiosa,
asintió con su invicto numen de los celestes el regidor,
con cuyo movimiento la tierra, y retemblaron hórridas 205
las superficies, y el cosmos sacudió sus rielantes estrellas.

ipse autem caeca mentem caligine Theseus


consitus oblito dimisit pectore cuncta,
quae mandata prius constanti mente tenebat,
dulcia nec maesto sustollens signa parenti
sospitem Erectheum se ostendit visere portum.
namque ferunt olim, classi cum moenia divae
linquentem gnatum ventis concrederet Aegeus,
talia complexum iuveni mandata dedisse:
Cuando arrojó tales palabras de su pecho dolorido,
exigiendo angustiada un castigo por actos tan crueles,
el que gobierna sobre los dioses asintió con su invencible poder,
con cuyo gesto la tierra y los mares encrespados temblaron, 205
y el firmamento sacudió sus brillantes estrellas.
Él, entonces, su mente de ciega calina, Teseo,
habiendo sembrado, despidió de su olvidado pecho todas las órdenes,
que antes retenía con constante pensamiento,
y, no alzando las dulces señas para su afligido padre, 210
se dejó ver a salvo en el puerto Erecteo
y pues pues cuentan que un día, cuando Egeo confió a los vientos
a su hijo, al que abandonaba las murallas de la divina con su armada,
tales mandados le dió, abrazado al joven:

«gnate mihi longa iocundior unice vita,


gnate, ego quem in dubios cogor dimittere casus,
reddite in extrema nuper mihi fine senectae!
quandoquidem fortuna mea ac tua fervida virtus
eripit invito mihi te, cui languida nondum
lumina sunt gnati cara saturata figura:

“Mi único hijo, más agradable para mí que mi larga vida, 215
mi hijo, al que yo me veo obligado a enviar a peligrosas aventuras,
que recientemente has vuelto a mí al final de mi vejez,
puesto que mi destino y tu fogosa valentía
te arrancan contra mi voluntad de mi lado, a quien los lánguidos ojos todavía no
se han saciado de la querida figura de su hijo,

non ego te gaudens laetanti pectore mittam


nec te ferre sinam fortunae signa secundae,
sed primum multas expromam mente querelas,
canitiem terra atque infuso pulvere foedans,
inde infecta vago suspendam lintea malo,
nostros ut luctus nostraeque incendia mentis
carbasus obscurata dicet ferrugine Hibera.

yo a ti no te enviaré gozoso y con alegre pecho,


ni permitiré que lleves las señales de suerte propicia,
sino que primero lanzaré muchas quejas en mi corazón,
manchando mi canicie con tierra y con vertido polvo,
después, izaré una bandera negra en tu mástil errante, 225
para que mi luto y el dolor de mi alma
las velas declaren ennegrecidas de herrumbre Ibera.

quod tibi si sancti concesserit incola Itoni,


quae nostrum genus ac sedes defendere Erecthei
annuit, ut tauri respergas sanguine dextram,
tum vero facito ut memori tibi condita corde
haec vigeant mandata nec ulla oblitteret aetas,
ut simulac nostros invisent lumina collis,
funestam antennae deponant undique vestem
candidaque intorti sustollant vela rudentes,
quam primum cernens ut laeta gaudia mente
agnoscam, cum te reducem aetas prospera sistet.»

Que a ti, si te concediera la que habita en el sagrado Itono,


la que acordó defender nuestro linaje y las sedes de Erecteo,
que pudieras rociar tu diestra con la sangre del toro, 230
entonces verdaderamente procura que en el recuerdo de tu corazón
estos mandatos se conserven vivos ,y ninguna edad los borre,
de modo que una vez que tus ojos divisen nuestras colinas,
se arríen las velas funestas de todas partes
y las blancas enseñas se icen en maromas retorcidas, 235
que tan pronto yo viéndolas, con alegre mente
reconozca mis gozos, cuando a ti, de regreso, te asista un tiempo próspero.”

haec mandata prius constanti mente tenentem


Thesea ceu pulsae ventorum flamine nubes
aërium nivei montis liquere cacumen.
at pater, ut summa prospectum ex arce petebat,
anxia in assiduos absumens lumina fletus,
cum primum infecti conspexit lintea veli,
praecipitem sese scopulorum e vertice iecit
amissum credens immiti Thesea fato.

Estos encargos, antes teniendo fielmente en su corazón,


a Teseo, como las nubes expulsadas por el soplo de los vientos
abandonaron la etérea cima de una montaña nevada. 240
Mas su padre, ya que dirigía su mirada desde la alta ciudadela,
consumiendo sus angustiosos ojos en asiduos llantos,
en cuanto divisó los lienzos de la tiznada vela
se arrojó de cabeza desde la cima de las rocas
creyendo perdido a Teseo por el cruel destino.

sic funesta domus ingressus tecta paterna


morte ferox Theseus, qualem Minoidi luctum
obtulerat mente immemori, talem ipse recepit.
quae tum prospectans cedentem maesta carinam
multiplices animo volvebat saucia curas. -
at parte ex alia florens volitabat Iacchus
cum thiaso Satyrorum et Nysigenis Silenis,
te quaerens, Ariadna, tuoque incensus amore.

Así, al entrar a su casa los techos funestos por la paterna


muerte, el feroz Teseo, como con el luto que a la Minoide
él había causado con su olvidadiza mente, tal cual él mismo recibió.
Ella, entonces, contemplando afligida la quilla que se alejaba
daba vueltas a infinitos pesares en su ánimo, herida. 250
Mas, por otra parte, floreciente, volaba Yaco
con su cortejo de Sátiros y Nisigenos Silenos,
buscándote a ti, Ariadna, y encendido por tu amor.
...........
quae tum alacres passim lymphata mente furebant
euhoe, bacchantes, euhoe, capita inflectentes.
harum pars tecta quatiebant cuspide thyrsos,
pars e divolso iactabant membra iuvenco,
pars sese tortis serpentibus incingebant,
pars obscura cavis celebrabant orgia cistis,
orgia, quae frustra cupiunt audire profani;

....Las cuales entonces, alegres, por doquier con enloquecido ánimo gritaban,
'evohé' bacantes, ‘evohé’ girando sus cabezas. 255
Una parte de ellas sacudían tirsos de punta protegida,
otra parte lanzaba los miembros de un descuartizado novillo,
otra parte se ceñía con tortuosas serpientes,
otra parte celebraban oscuras orgias en cóncavas cestas,
orgias que en vano desean conocer los profanos;

plangebant aliae proceris tympana palmis


aut tereti tenuis tinnitus aere ciebant,
multis raucisonos efflabant cornua bombos
barbaraque horribili stridebat tibia cantu.
talibus amplifice vestis decorata figuris
pulvinar complexa suo velabat amictu.
quae postquam cupide spectando Thessala pubes
expletast, sanctis coepit decedere divis.

Otro grupo golpeaba los tímpanos con sus palmas abiertas,


O arrancaba al redondo bronce suaves tintineos,
Para muchas los cuernos producían roncos sonidos
y la bárbara tibia chirriaba con un horrible son/canto.
Una vez decorada la colcha con tales figuras magníficamente, 265
cubierto el lecho, lo velaba con su ropaje.
Lo cual, después de que, contemplándolo ávidamente, la tésala juventud
se hubo saciado, empezó a dejar paso a los dioses santos.

hic, qualis flatu placidum mare matutino


horrificans Zephyrus proclivas incitat undas
Aurora exoriente vagi sub limina Solis,
quae tarde primum clementi flamine pulsae
procedunt, leviterque sonant plangore cachinni,
post vento crescente magis magis increbescunt,
purpureaque procul nantes ab luce refulgent:

Entonces, como el Céfiro con su soplo matutino


empuja las inclinadas olas encrespando el plácido mar 270
cuando nace la Aurora bajo los umbrales del sol errante,
y avanzan éstas, impulsadas por apacible soplo, con lentitud primero,
y suenan levemente con golpeo de risa,
y después, ya crecido el viento, aumentan más y más,
y con purpúrea luz refulgen ondulantes a lo lejos,

sic tum vestibuli linquentes regia tecta


ad se quisque vago passim pede discedebant.
quorum post abitum princeps e vertice Pelei
advenit Chiron portans silvestria dona:
así entonces, abandonando los regios recintos del vestíbulo,
cada uno, en desorden, con errante paso se alejó hacia su casa.
Tras su partida, en primer lugar desde la cima pelíaca,
Llegó Quirón, cargando dones silvestres,

nam quoscumque ferunt campi, quos Thessala magnis


montibus ora creat, quos propter fluminis undas
aura parit flores tepidi fecunda Favoni,
hos indistinctis plexos tulit ipse corollis,
quo permulsa domus iocundo risit odore.

pues todas las flores que ofrecen los campos, las que la región de Tesalia en sus grandes 280
montes hace surgir, las que junto a las ondas del río
engendra la brisa fecunda del tibio Favonio,
las ofreció él mismo, trenzadas en indistintas coronitas,
con las que la casa sonrió acariciada por el alegre perfume.

confestim Penios adest, viridantia Tempe,


Tempe, quae silvae cingunt super impendentes,
Naiasin linquens doctis celebranda choreis,
non vacuos: namque ille tulit radicitus altas
fagos ac recto proceras stipite laurus
non sine nutanti platano lentaque sorore
flammati Phaëthontis et aëria cupressu.

Al punto llega Peneo, abandonando la verde Tempe, 285


Tempe, al que ciñen bosques que cuelgan de lo alto,
a las Náyades para que lo celebren con danzas dóricas,
sin las manos vacías: puesto que ha arrancado
de raíz altas hayas y eminentes laureles de recto tronco,
no sin un plátano oscilante, la flexible hermana, 290
del fulminado Faetón y un elevado ciprés.

haec circum sedes late contexta locavit,


vestibulum ut molli velatum fronde vireret.
post hunc consequitur sollerti corde Prometheus
extenuata gerens veteris vestigia poenae,
quam quondam silici restrictus membra catena
persoluit pendens e verticibus praeruptis.

Colocó estos dones entrelazados ampliamente alrededor de la morada


hasta el punto de que el vestíbulo verdecía cubierto por una tierna fronda.
Detrás de éste siguió Prometeo, de corazón ingenioso,
llevando mitigados los vestigios de la antigua condena 295
que, en otro tiempo al ligar con cadena sus miembros a la roca,
cumplió colgando de precipicios abruptos.

inde pater divum sancta cum coniuge natisque


advenit caelo te solum, Phoebe, relinquens
unigenamque simul cultricem montibus Idri:
Pelea nam tecum pariter soror aspernatast,
nec Thetidis taedas voluit celebrare iugalis.
Luego el padre de los dioses, con su divina consorte y sus hijos,
llegó dejándote solo a ti, Febo, en el cielo,
junto a tu hermana gemela, la que habita en los montes del Idro, 300
pues al igual que tú, tu hermana despreció a Peleo
y no quiso celebrar las ceremonias nupciales de Thetis.

qui postquam niveis flexerunt sedibus artus,


large multiplici constructae sunt dape mensae,
cum interea infirmo quatientes corpora motu
veridicos Parcae coeperunt edere cantus.
his corpus tremulum complectens undique vestis
candida purpurea talos incinxerat ora,
at roseae niveo residebant vertice vittae
aeternumque manus carpebant rite laborem.

Después que todos reclinaron sus miembros en los níveos asientos,


las mesas fueron generosamente equipadas con festín variado,
en tanto que agitando los cuerpos con movimiento tembloroso 305
empezaron las Parcas a revelar sus cantos verdaderos.
Un cándido vestido, que abrazaba enteramente el cuerpo trémulo,
con purpúreo borde les ceñía los tobillos,
rosadas cintas coronaban la nívea cabeza,
y, conforme al rito, las manos hilaban su labor eterna.

laeva colum molli lana retinebat amictum,


dextera tum leviter deducens fila supinis
formabat digitis, tum prono in pollice torquens
libratum tereti versabat turbine fusum,
atque ita decerpens aequabat semper opus dens,
laneaque aridulis haerebant morsa labellis,
quae prius in levi fuerant exstantia filo.

La izquierda sostenía la rueca cubierta por suave lana,


la derecha, entonces, tirando ligeramente de los hilos, hacia arriba
los moldeaba con los dedos, y, torciéndolos entonces en el pulgar doblado,
giraba el huso equilibrado por el redondo disco,
y arrancándolo así el diente igualaba su obra todo el tiempo, 315
y se adherían a los labios resecos los trozos de lana,
que sobresalían antes del hilo leve.

ante pedes autem candentis mollia lanae


vellera virgati custodibant calathisci.
haec tum clarisona vellentes vellera voce
talia divino fuderunt carmine fata,
carmine, perfidiae quod post nulla arguet aetas:

A sus pies retenían canastillas de mimbre,


los suaves vellones de cándida lana.
Arrancando los vellones, con voz clarísona entonces 320
profirieron tales vaticinios en un divino canto,
canto que ninguna edad venidera acusará de perfidia:
«o decus eximium magnis virtutibus augens,
Emathiae tutamen, Opis carissime nato,
accipe, quod laeta tibi pandunt luce sorores,
veridicum oraclum: sed vos, quae fata secuntur,
currite ducentes subtegmina, currite, fusi!

“Oh tú, que con grandes virtudes incrementas tu gloria excelsa,


defensa de Emancia, queridísimo para el hijo de Ops,
escucha lo que a ti, en este feliz día, te revelan las Hermanas, 325
el veraz oráculo. Pero vosotros, a los que los hados siguen
corred guiando la trama, husos, corred.

adveniet tibi iam portans optata maritis


Hesperus, adveniet fausto cum sidere coniunx,
quae tibi flexanimo mentem perfundat amore
languidulosque paret tecum coniungere somnos
levia substernens robusto bracchia collo.
currite ducentes subtegmina, currite, fusi!

Ya vendrá Héspero, trayendo para ti lo deseado por los maridos,


con próspera estrella vendrá tu esposa,
que colmará tu alma con el amor delirante 330
y se preparará a enlazar contigo sus lánguidos sueños,
deslizando en tu cuello robusto sus ligeros brazos.
Corred, husos, corred guiando la trama.

nulla domus tales umquam contexit amores,


nullus amor tali coniunxit foedere amantes,
qualis adest Thetidi, qualis concordia Peleo.
currite ducentes subtegmina, currite, fusi!
nascetur vobis expers terroris Achilles,
hostibus haud tergo, sed forti pectore notus,
qui persaepe vago victor certamine cursus
flammea praevertet celeris vestigia cervae.

Ninguna casa cobijó jamás amores tales,


ningún amor unió con pacto tal a los amantes, 335
tanta concordia está presente en Tethis como en Peleo.
Corred, husos, corred guiando la trama.
Nacerá de vosotros Aquiles, desconocedor del miedo,
conocido entre sus enemigos, no por su espalda sino por su pecho fuerte,
quien siempre vencedor en el incierto certamen de la carrera, 340
aventajará los llameantes pasos de una rápida cierva.

currite ducentes subtegmina, currite, fusi!


non illi quisquam bello se conferet heros,
cum Phrygii Teucro manabunt sanguine campi,
Troicaque obsidens longinquo moenia bello
periuri Pelopis vastabit tertius heres.
currite ducentes subtegmina, currite, fusi!

Corred, husos, corred guiando la trama.


Ningún héroe se comparará con él en la guerra,
cuando chorreen con sangre teucra los campos frigios,
y, asediando con una larga guerra las murallas de Troya, 345
las destruya el tercer heredero del mentiroso Pélope.
Corred, husos, corred guiando la trama.

illius egregias virtutes claraque facta


saepe fatebuntur gnatorum in funere matres,
cum incultum cano solvent a vertice crinem,
putridaque infirmis variabunt pectora palmis.
currite ducentes subtegmina, currite, fusi!
namque velut densas praecerpens messor aristas
sole sub ardenti flaventia demetit arva,
Troiugenum infesto prosternet corpora ferro.

Sus egregias virtudes y sus ilustres hazañas


proclamarán siempre las madres en el funeral de los hijos,
cuando suelten los descuidados cabellos de sus canas cabezas 350
y se golpeen los senos marchitos con temblorosas palmas.
Corred, husos, corred guiando la trama.
Pues como un segador que, arrancando apretadas espigas,
bajo el sol ardiente cosecha los rubios sembradíos,
los cuerpos de los troyanos abatirá con hierro funesto.

currite ducentes subtegmina, currite, fusi!


testis erit magnis virtutibus unda Scamandri,
quae passim rapido diffunditur Hellesponto,
cuius iter caesis angustans corporum acervis
alta tepefaciet permixta flumina caede.
currite ducentes subtegmina, currite, fusi!

Corred, husos, corred guiando los hilos.


Testigo será de sus grandes virtudes la ola del Escamandro
que por distintos lugares desemboca en el raudo Helesponto,
cuyo curso, angostándose por abatidos montones de cuerpos,
entibiará sus profundas corrientes con la sangre mezclada. 360
Corred, husos, corred guiando la trama.

denique testis erit morti quoque reddita praeda,


cum teres excelso coacervatum aggere bustum
excipiet niveos perculsae virginis artus.
currite ducentes subtegmina, currite, fusi!

Y, al fin, testigo será también la presa entregada a la muerte,


cuando la pira circular, amontonada en excelso montón,
reciba los miembros níveos de la virgen abatida.
Corred, husos, corred guiando la trama.

nam simulac fessis dederit Fors copiam Achivis


urbis Dardaniae Neptunia solvere vincla,
alta Polyxenia madefient caede sepulcra,
quae, velut ancipiti succumbens victima ferro,
proiciet truncum summisso poplite corpus.

Pues tan pronto como a los cansados aqueos haya dado la fortuna la posibilidad
de deshacer los lazos neptunios de la ciudad de Dárdano,
serán mojados sus hondos sepulcros por la sangre de Polixena,
quien, sucumbiendo como víctima bajo el hierro de doble filo,
dejará caer, doblada la rodilla, el cuerpo decapitado.

currite ducentes subtegmina, currite, fusi!


quare agite optatos animi coniungite amores!
accipiat coniunx felici foedere divam,
dedatur cupido iamdudum nupta marito.
currite ducentes subtegmina, currite, fusi!

Corred, husos, corred guiando la trama.


Por ello, vamos, unid los amores deseados para el alma.
Reciba el esposo a la diosa en dichoso pacto,
sea dada la esposa al ya desde hace tiempo anhelante marido.
Corred, husos, corred guiando la trama. 375

non illam nutrix orienti luce revisens


hesterno collum poterit circumdare filo,
[currite ducentes subtegmina, currite, fusi],
anxia nec mater discordis maesta puellae
secubitu caros mittet sperare nepotes.
currite ducentes subtegmina, currite, fusi!»

La nodriza, visitándola al nacer el día,


no podrá rodear su cuello con el hilo de la víspera.
Corred, husos, corred guiando la trama.
Ni la ansiosa madre, entristecida por la separacion de su hija
del lecho conyugal, dejará de esperar queridos nietos. 380
Corred, husos, corred guiando la trama.

talia praefantes quondam felicia Pelei


carmina divino cecinere <e> pectore Parcae.
praesentes namque ante domos invisere castas
heroum et sese mortali ostendere coetu
caelicolae nondum spreta pietate solebant.
saepe pater divum templo in fulgente revisens,
annua cum festis venissent sacra diebus,
conspexit terra centum procumbere tauros.

Tales cantos, profetizando en otro tiempo dichas a Peleo,


cantaron/predijeron las Parcas desde su pecho divino.
Puesto que antes, solían visitar los celícolas, en persona, las castas moradas
de los héroes, y mostrarse en la reunión de los mortales, 385
no despreciada todavía la piedad.
Con frecuencia el padre de los dioses, desde su templo resplandeciente volviéndose a mirar,
al haber llegado los sacrificios anuales con sus días festivos,
contemplaba tumbar cien toros en la tierra.
saepe vagus Liber Parnasi vertice summo
Thyiadas effusis euantis crinibus egit,
cum Delphi tota certatim ex urbe ruentes
acciperent laeti divum fumantibus aris.
saepe in letifero belli certamine Mavors
aut rapidi Tritonis era aut Rhamnusia virgo
armatas hominum est praesens hortata catervas.

Con frecuencia Líber, que vaga por la cumbre más alta del Parnaso, 390
conducía a las vociferantes Tíadas de sueltas cabelleras,
porque los habitantes de Delfos, precipitándose con empeño desde toda la ciudad,
felices, habían recibido al dios en altares humeantes.
Con frecuencia, en el mortífero certamen de la guerra, Mavorte,
o la señora del rápido Tritón, o la virgen ramnusia 395
exhortaban, en persona, a las armadas catervas de hombres.

sed postquam tellus scelerest imbuta nefando,


iustitiamque omnes cupida de mente fugarunt,
perfudere manus fraterno sanguine fratres,
destitit extinctos gnatus lugere parentes,
optavit genitor primaevi funera nati,
liber ut innuptae poteretur flore novercae,
ignaro mater substernens se impia nato
impia non veritast divos scelerare parentes:

Pero después la tierra fue empapada por el nefando crimen,


y todos ahuyentaron la justicia de la mente ambiciosa:
los hermanos mancharon sus manos con la sangre fraterna,
dejó de llorar el hijo a los fallecidos padres, 400
el padre deseó los funerales de su hijo primogénito
para, libre, apoderarse de la flor de una joven novia,
la impía madre, deslizándose bajo su hijo ignorante,
no temió, impía, mancillar a los divinos ancestros,

omnia fanda nefanda malo permixta furore


iustificam nobis mentem avertere deorum.
quare nec talis dignantur visere coetus
nec se contingi patiuntur lumine claro.

todo, lo pío y lo impío, confundido en pasión malvada, 405


apartó de nosotros la mente justiciera de los dioses.
Por lo que ya no se dignan visitar reuniones tales,
ni permiten ser tocados por la clara luz del día.

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