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Danan Joseph Que Es La Dramaturgia y Otros Ensayos
Danan Joseph Que Es La Dramaturgia y Otros Ensayos
QUÉ ES LA DRAMATURGIA
Y OTROS ENSAYOS
JOSEPH DANAN
Joseph Danan es dramaturgo y profesor
TECNICA
Mur.
*rae Traducción del francés
VÍCTOR VIVIESCAS
~0~1.- TEORtA
Té Y A
...CNIC
_ - en Bogotá Teatro Vreve-Proyecto Teatral.
PASODEGATO
SERIE TEORÍA Y TÉCNICA
QUÉ ES LA DRAMATURGIA
Y OTROS ENSAYOS
SERIE TEORÍA Y TÉCNICA
PASODEGATO
QUÉ ES LA DRAMATURGIA
Y OTROS ENSAYOS
JOSEPH DANAN
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4A CONACU LTA
CONSEJO NACIONAL PARA LA CULTURA Y LAS ARTES
7
Danan, Joseph.
Qué es la dramaturgia y otros ensayos / Joseph Danan traductor
Víctor Viviescas. -- Primera edición. -- México : Toma, Ediciones y
Producciones Escénicas y Cinematográficas : Paso de Gato, 2012. ÍNDICE
128 páginas 21 cm. -- (Colección de artes escénicas. Serie teoría
y técnica)
Publicado con el apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las
Artes y la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados. PRIMERA PARTE
Incluye bibliografías
QUÉ ES LA DRAMATURGIA ♦ 11
ISBN 978-607-8092-34-5
NUEVAS DRAMATURGIAS
Lo que cambió ♦ 77
Publicado con el apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes
y la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados
Escritura dramática y performance ♦ 89
ISBN 978-607-8092-34-5
El modelo soñado de una escena sin modelo ♦ 99
C Artes Sud, 2010
Qu' est - ce que la dramaturgie?
e Joseph Danan El teatro en la era de la interconexión generalizada ♦ 113
Ce qui a changé
"Ecriture dramatique et performance
"Le modéle revé d'une scéne sans modele"
"Le théátre á llre de l'intercbnnexion généralisée"
www.pasodegato.com
Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra en cualquier soporte impreso o
electrónico sin autorización.
Impreso en México
PRIMERA PARTE
¿QUÉ ES LA DRAMATURGIA?
¿QUÉ ES LA DRAMATURGIA?'
TEMA
DRAMATURGIA 1 Y 2
Arles, Actes Sud-Papiers, 2010. Obra publicada con el concurso del Groupe
de recherche sur la Poétique du drame moderne et contemporain de la
Sorbonne Nouvelle.
JOSEPH DANAN 11
A modo de preámbulo, dos preguntas, en forma de paradojas. Dejemos de lado, por el momento, lo que esta definición arras-
La primera: ¿y si estos dos sentidos, en un cierto nivel, no tra todavía del carácter de una época —los años ochenta— que,
constituyeran más que uno? El Dramaturgno es el autor de la obra, por cercana que sea, no es ya la nuestra. Dejemos de lado —por el
de acuerdo, pero ¿y si llegara a serlo? ¿Qué ocurriría si tuviéramos momento— la exclusión de "lo inmotivado, [de] lo azaroso, [de]
que reconocer "su" parte en la autoría, como se hace, por ejemplo, lo aleatorio" —de la que constatamos, sin embargo, de paso, que
en los registros de propiedad intelectual de un espectáculo? El re- es una exclusión inmediatamente cuestionada: "aunque cada trazo
gistro de propiedad no es aquí más que una imagen que ilustra lo de escritura no haya sido conscientemente previsto"—, dejemos
que quiero decir. Desde luego, el director de escena sigue estando también para más tarde la cuestión espinosa del sentido. Manten-
detrás del Dramaturg, pero digamos de una vez por todas que en gamos esta cuestión, provisionalmente, en esa bipolarización có-
este ensayo no nos interesan las figuras del autor dramático ni del moda ya referida, sin olvidar que el sentido estará constantemente
Dramaturg, sino la función llamada dramaturgia que ellos encar- amenazado ante su posible explosión, atomización, dispersión o
nan, así como la carga teórica y práctica de esta noción. diáspora.
La segunda: la palabra dramaturgia tiene dos sentidos, y estos Pero en cambio, intentemos formular dos definiciones pro-
dos sentidos, tan pronto se proclaman, exigen ser dinamitados, di- visionales. En su primer sentido la dramaturgia sería entonces el
seminados en fragmentos. En otros términos, ¿y si hubiera más de "arte de la composición de las obras de teatro", definición que es
dos sentidos ocultos tras la doble significación que presenta esta aceptada por consenso desde Littré hasta Pavis, 3 lo que no exclu-
palabra? ye que hoy en día nos sintamos algo estrechos en ella, incluso si
nos quedáramos únicamente en el ámbito de este primer sentido.
La noción de dramaturgia tiene resonancias extremamente vastas. En Tomemos esta definición como una simple referencia inicial, un
su sentido más amplio da cuenta de que todo elemento teatral elabora- punto de partida. En lo que concierne al segundo sentido, llama-
do en la dialéctica entre un objeto que se ofrece a la vista y una mirada do moderno, más allá de la diversidad de las concepciones y de
que pueda captarlo instala el orden del sentido, de la significación. La las prácticas, yo propondría como definición: "Movimiento de
dramaturgia procede entonces de la idea de que lo que es mostrado/ tránsito de las obras de teatro hasta llegar a la escena". Debemos
mirado excluye lo inmotivado, lo azaroso, lo aleatorio —aunque cada preguntarnos si estas dos definiciones consiguen abarcar el vasto
trazo de escritura no haya sido conscientemente previsto—. [ ] Si campo de la dramaturgia. Podemos de antemano suponer que
la dramaturgia es de este orden en el que todo significa, se entiende no.
que incluya el texto, lo que es evidente, pero también el espectáculo,
el edificio, la relación con el público, la puesta en escena, la actuación, Por el momento, señalo la distancia que hay entre el sentido 1,
la iluminación, etc. Y cuando digo todo, me refiero evidentemente a que estaría de lado del texto, y el sentido 2, del lado del "tránsi-
todo. Ésta es la razón por la que se puede hablar de la dramaturgia de to". ¿Este último estaría excluido del sentido 1? Veremos que no
un texto, de un espectáculo determinado, pero también, por ejemplo, es para nada así o, por lo menos, que las cosas son mucho más
de la dramaturgia de la escena a la italiana o hasta de la disposición complejas. Entre estos dos sentidos, ¿hay un orden cronológico?
dramatúrgica de un teatro en el espacio arquitectónico de la ciudad.'
Patrice Pavis, Dictionnaire du théátre, París, Armand Colin, 2002.
Jean-Marie Piemme, "Le Souffleur inquiet' Alternatives Théátrales, [Trad. al español: Diccionario de teatro: dramaturgia, estética, semiología,
n.o 20-21 (diciembre de 1984), p. 61. trad. de Fernando de Toro, Barcelona, México, Paidós, 1983.]
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¿QUÉ ES LA DRAMATURGIA?
Observaremos que nuestra época podría tender a cuestionar este misma connotación peyorativa se reconoce en el ejemplo que se
orden. ofrece: "Dos pinturas firmes y sobrias, sin dramaturgia; la verda-
En la palabra "dramaturgia" está ya presente el sentido de dra- dera miseria no hace ni grandes gestos, ni mucho ruido" (Grüber,
ma, la acción. Y en la acción está realmente el principio. Me arries- Salons de 1861 á 1868). La dramaturgia estaría del lado del artifi-
garía a decir, retomando una fórmula que Jean-Luc Nancy aplica cio, de la fabricación, del "exceso de drama': Este sentido, aunque
al sentido 1, pero que podría presentar la ventaja de reunir los dos, restringido a lo que Littré llama "el efecto", es una anticipación de
que la dramaturgia, tanto en su sentido 1 como en su sentido 2, es la migración de la palabra hacia otras artes, en primer lugar —para
"organización de la acción': Nancy dice de una manera más preci- nosotros— la novela y el cine.
sa: "puesta en obra del drama"/"activación de la acción". 4 En el diccionario Robert (1978), "dramaturgia" aparece en la
Precisamos —todavía— de una incursión en la etimología. entrada "dramaturgo" como una palabra derivada. Nos encontra-
Para drama, el diccionario Bailly propone: "1. Acción; 2. Acción mos casi con la misma definición: "arte de la composición dra-
que se desarrolla en un teatro, pieza de teatro, drama; particular- mática"; a lo que Robert agrega con buena intención: "tratado de
mente, tragedia': El desdoblamiento del sentido nos conduce a la la composición dramática", dando como ejemplo la Dramaturgia
cuestión de la mimesis: una acción ejecutada en la escena represen- de Hamburgo de Lessing, lo que constituye una elección particu-
ta una acción que se supone ha sucedido en el mundo. larmente desafortunada, como tendremos ocasión de verificar, ya
Para dramaturgia, el Bailly dice: "Composición o representa- que es precisamente eso lo que la Dramaturgia de Hamburgo se
ción de una pieza de teatro». He aquí nuestra sorpresa, puesto que niega a ser. No obstante, observamos que la connotación peyorati-
descubrimos que la dualidad —composición o representación— va ha desaparecido, lo que ya es una ganancia.
existía ya en griego, inscrita en el término dramaturgia. Inscrita no La exclusión de cualquier referencia explícita a la escena en el
como un movimiento, no como un tránsito entre uno y otro valor, primer sentido de la palabra puede ser esclarecida por los análisis
sino como si los dos fueran la misma cosa. de Christian Biet, quien nos recuerda que el texto teatral del pa-
El Littré —elaborado entre 1859 y 1872— decía entonces: "Arte sado estaba también constituido por un "performance", 6 y que esta
de la composición de obras de teatro': Más sorprendente es lo que dimensión se ha ocultado en beneficio de la primacía del texto,
agrega: "Vicio de componer obras de teatro. Esta palabra, como cuando a paitir de Corneille, el autor, frente a los actores, establece
la de dramaturgo, se usa casi siempi.e en su sentido negativo». Se su poder en el teatro, hasta llegar al triunfo del "teatro-libro': Este
puede observar aquí el retroceso sufrido por la palabra a partir triunfo es el triunfo del texto en su inmutabilidad,' de donde deri-
de la época de los griegos. Además de que no habría ni rastro de varon todos los falsos debates que viciaron la crítica en torno a la
referencia alguno a la representación, el dramaturgo sería un far- fidelidad al texto.
sante —si llego a entender ese uso peyorativo—. Littré evoca un Quizás se pueda entender ahora por qué la palabra "drama-
segundo sentido: "Búsqueda, en pintura, del efecto dramático': La turgia" ha estado cargada de negatividad. Como si recordara de-
masiado a lo que se había rechazado del texto literario, es decir,
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¿QUÉ ES LA DRAMATURGIA? JOSEPH DANAN 21
infalibilidad de Aristóteles," la que pone al mismo nivel que la de LA MENTALIDAD DRAMATÚRGICA
Euclides. Pero lo que Lessing señala aquí tal vez sea la exigencia
de una teoría, que Aristóteles habría "deducido de las innumera- ¿En quién confiar? Bernard Dort, interrogado durante un coloquio
bles obras maestras de la escena griega", más que de un sistema de en 1985, declara: "Yo daría una definición extremamente vaga de
reglas y de técnicas que él juzga artificiales." Sin embargo, Lessing la dramaturgia: es todo lo que pasa en el texto y todo lo que pasa
retrocederá antes de llegar al último movimiento de su crítica: del texto a la escena"."
Se entiende así cómo Dort llegará al concepto de "mentalidad
Las piezas inglesas carecían de un modo demasiado ostensible de dramatúrgica", noción también "extremadamente vaga", quizás,
ciertas reglas con las que nos habían familiarizado los franceses. ¿Y pero extremadamente operativa. El texto que lleva ese título con-
cuál fue la conclusión? Pues que el objetivo de la tragedia era perfec- tinúa siendo una referencia ineludible en materia de dramaturgia.
tamente alcanzable sin ninguna de dichas reglas, y que las mismas Dort parte allí de la constatación de que "el centro de gravedad de
podían ser incluso culpables de no haberlo alcanzado. la actividad teatral se ha desplazado de la composición del texto
¡Y esto tenía aún un pase! Pero estas reglas se empezaron a a su representación"." Desplazamiento del que la Dramaturgia de
confundir con todas las reglas, y se juzgó una pedantería el hecho
Hamburgo era ya síntoma.
de prescribir al genio lo que debía y lo que no debía hacer. En una
palabra, nos hallábamos en el punto de dejar perder caprichosamente
"Hacer un trabajo dramatúrgico sobre un texto —indica
todas las experiencias del pasado y de pedir a los poetas que cada uno Dort—, es prever, a partir de él, la o las representaciones posibles
inventase por sí mismo un arte propio." —en las condiciones presentes de la escena— de ese texto"." Ahora
bien, continúa Dort, ese trabajo no es asunto de especialistas, con-
No había llegado todavía el tiempo de una teoría de la drama- cierne a todos los que participan en la creación de un espectáculo
turgia, cuyo terreno prepararía el romanticismo, como definiría teatral. De ahí el interés de Dort por infundir en sus alumnos del
la práctica contemporánea del teatro —al mismo tiempo que la conservatorio esta "mentalidad dramatúrgica".
dificultad de nuestro tema. Todos los que participan en la creación del espectáculo teatral
Hay que tomar la Dramaturgia de Lessing como lo que es, un y entre ellos, en primer lugar, el director de escena. Dramaturgia y
momento decisivo en la historia del teatro, sin perder de vista que puesta en escena pueden entonces ser consideradas como las "dos
precede al nacimiento de la puesta en escena y que son la puesta en caras de una misma actividad". 31 Matthias Langhoff no dice nada
escena, su desarrollo fenomenal a lo largo del siglo xx, y la confla- diferente: "En mi trabajo, no hago ninguna diferencia entre dra-
gración provocada entonces entre el texto y sus puestas en escena, maturgia, puesta en escena y escenografía"." ¿La dramaturgia no
entre el texto y la escena, lo que obligará a repensar la noción de
dramaturgia. " Bernard Dort, "Affaires de dramaturgie", en 7héátre universitaire et
institutions, Caen, Fédération Nationale du Théátre Universitaire Antigone,
1985, p. 62.
" Gotthold Ephraim Lessing, entradas CI a CIV (19 de abril de 1768),
29 Bernard Dort, "L'état d'esprit dramaturgique", 7héátre/Public, n.° 67
op. cit., pp. 558-570.
26 Cfr. Bernard Dort, "Le `mulee de Lessing", en
(enero-febrero de 1986), p. 8.
L'Écrivain périodique, 3 ° Idem.
París, Paul Otchakovsky-Laurens, 2001, pp. 344-345.
31 lbid., p. 9.
" Gotthold Ephraim Lessing, entradas CI a CIV (19 de abril de 1768), 32
op. cit., pp. 564-565. Entrevista con Joseph Danan y Jean-Yves Lazennec, Registres,
n.° 1 (junio de 1996), p. 15.
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¿QUE ES LA DRAMATURGIA? JOSEPH DANAN 23
será el otro nombre de esta parte "inmaterial", para retomar, am- Bernard Dort propone: "No partir del texto y llegar a la reali-
pliándola, la bella fórmula de Antoine," que se podría asignar zación escénica, sino invertir estos términos. Plantear de entrada
a toda puesta en escena —digna de ese nombre—, es decir, el el hecho escénico y, a partir de ahí, remontarse al texto"." Si se
pensamiento, en suma, que la atraviesa, la trabaja y se constituye mira bien, hay aquí una intención artificiosa, ya que lo que se plan-
a través de ella, en el crisol de su materialidad? tea es un hecho escénico que todavía no existe, que no existe —a
Pero si se trata de poner en un primer plano la representación, menos que lo consideremos como un absoluto— más que de ma-
dice Dort, e incluso, en un intento de subvertir el textocentrismo nera relativa en un texto dado. Habría entonces que hablar de un
occidental, de invertir el proceso que va de la lectura de un texto doble origen, de una doble generación, de dos movimientos: uno
a su representación, es preciso preguntarse en qué deviene enton- parte del texto, el otro de la escena, yendo uno al encuentro del
ces la dramaturgia en el sentido 1, el sistema dramatúrgico propio otro hasta reunirse en la representación.
de la obra —e incluso la o las representaciones posibles previstas Si en la representación teatral hay producción de pensamien-
por el autor e inscritas por él en su texto, de manera consciente o to, ¿dónde se produce éste?, ¿se produce en el "crisol" que es la
no tan consciente, o hasta inconscientemente. La dramaturgia en puesta en escena, o antes, en la lectura de la obra —lo que se con-
el sentido 2 no anula el sentido 1. ¿Cuáles son entonces los víncu- sidera habitualmente como "el trabajo dramatúrgico"—?, ¿o surge
los entre los dos sentidos de dramaturgia? posteriormente, en la mente del espectador? Dort también plantea
Para formularlo de otra manera: ¿hay en una obra de teatro esta cuestión por medio de una concepción amplia de la repre-
"invariantes" con las que el trabajo de la dramaturgia en el sentido sentación, que "engloba la composición del texto, la realización
2 debería hacer la composición y que la puesta en escena no podría del espectáculo y su recepción". Y añade: "La representación es, de
pasar por alto si no es a riesgo de montar una cosa diferente de la principio a fin, dramatúrgica". 36
obra de la que se trata? Cuestión todavía peor vista en la era de lo
"postdramático" 34 que en la era del "director de escena rey" —etapa
que apenas estamos abandonando, si por director de escena enten- MODELOS DE REPRESENTACIÓN E INVARIANTES
demos aquel que da una forma escénica a una obra preexistente—.
Cuestión que sin embargo dejo abierta —aunque tal vez no lo pa- Hay una noción-clave en el texto de Dort que venimos citando,
rezca—, ya que al plantear esta pregunta no estoy ni mucho menos la de "modelo de representación". En una pieza clásica —en sen-
respondiéndola. tido amplio—, el modelo de representación dirigía la obra desde
el momento de la escritura, "anticipa[ndo] en el texto mismo, la
33 "La primera vez que tuve que poner una obra en escena percibí cla- presencia de la escena?' Sófocles, Shakespeare, Corneille, sabían,
ramente que el trabajo se dividía en dos partes bien distintas: una, comple- por su posición de escritores de teatro, cómo iba a ser representada
tamente material, es decir, la constitución de la escenografía como medio la pieza que escribían —en qué lugar escénico, según qué relación
para la acción, la composición y el agrupamiento de los personajes; la otra, con el público y según qué códigos de actuación—, puesto que la
inmaterial, es decir, la interpretación y el movimiento del diálogo". André
Antoine, "Causerie sur la mise en scéne" [1903], en Antoine, l'invention de
la mise en scéne, Arles, Actes Sud-Papiers, 1999, p. 113. " Bernard Dort, "Létat d'esprit dramaturgique", art. cit., p. 9.
34 Cfr. Hans-Thies Lehmann, Le Théatre postdramatique,
París, CArche, 36 Idem.
2002. Ibid., p. 8.
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¿Qué ES LA DRAMATURGIA? JOSEPH DANAN 27
condiciones escénicas del tiempo en que fueron creadas se trata de caducidad no es ya preciso volver a demostrar» sino la necesidad
un estudio de «dramaturgia histórica" y, por lo tanto, Scherer no de pensar la ubicación y localización de lo que constituye el arma-
considera la posibilidad de montar estas obras en su propio tiem- zón de la obra, lo que le permite mantenerse en pie, en tanto que
po —mediados del siglo xx—, es decir, en nuestro tiempo. pieza de teatro? Estas invariantes serán entonces los elementos del
Aunque nuestro modo de proceder no sea histórico, nos con- drama que siempre deberíamos encontrar bajo la diversidad, que
viene —o al menos no es perjudicial—, conocer la historia para puede ser extrema, de todas las puestas en escena de una misma
poder comprender mejor la genealogía de las formas. Ésta es la obra. Cuidémonos de toda tentación normativa. Por lo demás, no
razón por la que nuestro modo de enfocar el problema plantea creo posible categorizar las invariantes de manera definitiva y de
la cuestión de la intangibilidad no en términos de "respeto" hacia la una vez por todas, ya que no son necesariamente las mismas para
obra —lo que debería darse por hecho— o de "fidelidad" —noción todas las obras. Le corresponde a la dramaturgia en el sentido 2
vaga que atañe más a la moral conyugal que al trabajo artístico—, dar prueba de su discernimiento mediante su identificación, antes
sino en términos de estructuras y de formas: lo que hemos llama- de transformarlas o de entrar a jugar con ellas.
do las invariantes.
Invariantes que yo buscaría en el interior de una totalidad que
incluiría lo que Scherer distingue como estructura interna y es- LAS INVARIANTES, EL EJEMPLO DE L1LLUSION COMIQUE
tructura externa. Y puesto que de lo que se trata es del orden de la
estructura, ésta sólo será interna en la medida en que, por ejemplo, Forma parte de las invariantes en L'Illusion comique, además del
los parámetros que determinan el lugar, incluso si éstos proceden verso alejandrino, que es una invariante mayor del teatro clásico,
de la escena teatral, proyecten su propia estructura sobre la escri- la definición de los personajes —digamos, su posición actancial en
tura, inscribiendo su unidad o su ausencia de unidad en ella, de el tablero de la obra: Pridamant es un padre que busca a su hijo, el
manera que la escritura las "interiorice". Lo que llamaba estructu- mago Alcandre es su ayudante, etc.—; la estructura de la acción y
ra interna estará entonces constituido por el conjunto [estructura su doble intercalación; la temporalidad, que es ficticia y que remite
interna + estructura externa] tal como lo encontramos en Jacques a la vez a la duración real de la representación; la división en actos,
Scherer, y los modelos de representación de Dort serán los únicos en la medida en que esta división es la forma misma de la inter-
que constituirán su verdadera exterioridad —cuya sombra refleja- calación; la división en escenas, en la medida en que esta división
da podrá ser percibida en la estructura. es la expresión de las presencias y las ausencias, y la unidad de
El trabajo dramatúrgico en el sentido 2 sólo puede construirse espacio, ya que in fine todo habrá ocurrido en la gruta del mago.
a partir del reconocimiento o del desciframiento de esta estructu- Aquí, tenemos que admitirlo, comienzan las dificultades.
ra, la cual depende de la dramaturgia en sentido 1 y constituye sus ¿Podemos saltar de la categoría del alejandrino a la del texto?
cimientos; sin éstos el edificio se construye sobre arena —razón El texto, por paradójico que pueda parecer, sólo es una invariante
por la cual a veces vemos en el teatro hermosos castillos que corren
el riesgo de venirse abajo—. ¿Será preciso decir que no hay aquí
42 Sobre este tema hay páginas definitivas de Ricoeur: Cfr. Du texte
ninguna referencia a la "intención del autor", problema que por su
á l'action. Essais d'herméneutique II, París, Seuil, 1986, en especial las
pp. 124-125. [Trad. al español: Del texto a la acción. Ensayos de hermenéu-
tica II, trad. de Pablo Corona, México, FCE, 2002.]
28 JOSEPH DANAN 29
/QUÉ ES LA DRAMATURGIA?
relativa. Dado que en el caso de Corneille, por ejemplo, el texto cualquier concepción previa, volvían a aparecer en 2006 las mis-
presenta variantes a veces importantes, saber cuál es el "verdadero" mas decisiones tomadas veintiocho años antes. No todo depende
texto prácticamente no tiene sentido, ya que podríamos inclinar- aquí de las invariantes, otros tomarían o habrán tomado otras de-
nos con el mismo número de argumentos por la versión original, cisiones, pero no sobre ciertos puntos nucleares que permanecen.
la de 1639, o por las ediciones ulteriores, en especial la de 1660, Una observación final sobre los personajes. La invariante actan-
en la que Corneille incluso cambiará el título L'Illusion, que
— cial depende de la estructura profunda, como indicaba la gramática
Strehler mantuvo para su montaje de 1984—. Montar L'Illusion generativa. El resto está sometido a las grandes diferencias de in-
comique hoy significa, en primer lugar, establecer el texto, lo que terpretación y de la puesta en escena. Si yo digo que Alcandre es el
constituye la primera tarea dramatúrgica, en el caso de que hubie- adyuvante principal de Pridamant en la búsqueda de su hijo, todo
ra una cronología estricta —sin embargo, la realidad es más com- queda por hacer: porque ¿quién es, para nosotros hoy, este mago?
pleja—. El primer gesto del dramaturgo en el sentido 2 repetiría el ¿Y qué relación mantiene exactamente con el teatro? ¿Es director
del dramaturgo en sentido 1, pero a su vez apartándose de él. Obra de escena, autor, "dramaturgo" oculto —tal y como lo interpreta
de palimpsesto que tiene valor de emblema para todo el proceso de Francois Regnault en la puesta en escena de 2004 de Brigitte Jaques-
la dramaturgia y de la puesta en escena. Dos veces he realizado Wajemanen—? ¿Y de qué magia, que todavía pudiera significar algo
este trabajo para las dos puestas en escena de Alain Bézu (1978 y para nosotros, se sirve? Como siempre, una vez planteado el nú-
20069, y una "edición dramatúrgica" de la pieza guarda las huellas cleo de la invariante, queda por establecer el sentido que le aporta
del mismo." nuestro presente, considerar cuál es el tiempo y el lugar desde el que
Sería posible identificar lo que no cambia de una edición esta- hacemos teatro; primer aliento de la dramaturgia en sentido 2.
blecida por Corneille a otra, lo que nunca cambia, lo que no puede
cambiar; y por otra parte —dado que nosotros realizamos también
ciertos cortes—, lo que se puede cortar, sea porque el texto nos PIEZAS DE TEATRO Y TEXTOS-MATERIALES,
parece de repente demasiado retórico, o porque ya no nos dice LA REPRESENTACIÓN EMANCIPADA
nada —a nosotros, espectadores de fines del siglo xx o de comien-
zos del siglo xxi—, sea porque la puesta en escena moderna va a Numerosos textos contemporáneos, al tiempo que rechazan el
decir algo que el texto ya no tendrá la responsabilidad de expresar. modelo de representación, hacen también estallar toda estructura
Por otra parte, lo que nos impresionó —a nosotros, al director de interna que pudiera remitir a la "pieza de teatro". Estos textos, que
escena, y a mí, el dramaturgo— al llevar a cabo este trabajo, fue se sitúan en la línea de las obras de Heiner Müller —por ejemplo
hasta qué punto, incluso sabiendo que volvíamos a poner todo en Paisaje bajo vigilancia ,4S a pesar de que se han escrito para el
—
juego, que habíamos recomenzado todo el proceso eliminando teatro, no pertenecen ya a la categoría de lo dramático. Son textos-
materiales que imponen una relación diferente entre el texto y la
" La primera montada en la Grange d'Aulnay de Grand Quevilly, y re- puesta en escena y, en la medida en que en ellos se anula la dra-
tomada en 1979 en el Théátre de la Cité internationale de París, y la segunda
montada en el Théátre des 2-Rives, CDR de Haute-Normandie, en Ruan.
44 Pierre Corneille, L'Illusion comique. Dramaturgies de l'Illusion, dir. 45 Heiner Müller, Paysage sous surveillance, trad. de Jean Jourdheuil
de Joseph Danan, Mont-Saint-Aignan, Publications des universités de y Jean-Francois Peyret, en Germania Mort á Berlin et autres textes, París,
Rouen et du Havre, 2006. Minuit, 1985.
32
¿QUÉ ES LA DRAMATURGIA? JOSEPH DANAN 33
Igualmente asumido es que existe una dramaturgia de la luz, del UNA CUESTIÓN DE MÉTODO
sonido, de la actuación, del video, etc., así, los grandes escenógra-
fos, como los grandes vestuaristas tienen un pensamiento drama- Desde esta óptica, la de una concepción ampliada de la dramatur-
túrgico propio. gia, las dramaturgias 1 y 2 ganarían sin duda al observarse si no
Sin embargo, hay algo que permanece, ya que cuando se de- juntas, lo que es delicado en el plano metodológico, al menos sí
cide montar una obra clásica o contemporánea provista de una en su bidireccionalidad —ya que hay entre ellas una interacción, y
dramaturgia en el sentido 1, esta dramaturgia es ineludible y de- son esas mismas fuerzas recíprocas las que actúan desde el plano
termina la dramaturgia 2 y su puesta en escena, o cobra una gran más profundo—. Éste es el ejercicio que nos proponemos en este
importancia en su determinación. Es decir, ella impone, lo quera- ensayo. Planteamos la hipótesis de que esta perspectiva bidireccio-
mos o no, una cierta subordinación del resto de los materiales de la nal arrojaría luz sobre ambas dramaturgias, y éstas se iluminarían
representación: de hecho, no se trata del texto —razón por la que recíprocamente, de la una a la otra. Enfoque que permitiría com-
ponemos en cuestión el que se produzca el fenómeno del textocen- prender mejor los cambios que hoy afectan a la dramaturgia como
trismo—, sino de la dramaturgia 1. Más que de textocentrismo ha- una misma conmoción en las formas implicadas, y según las obras
bría que hablar, si el barbarismo no fuera demasiado complicado —ya sean dramáticas o escénicas—, la dramaturgia en el sentido 1,
como para aceptarlo, de dramaturgocentrismo. la dramaturgia en el sentido 2, o las dos.
Se abre aquí la vía a una concepción amplia de la dramaturgia, También es ésta la razón por la que no me propongo catego-
y por tanto no centrada únicamente en el texto, ya que no se trata rizar los diferentes usos de la dramaturgia, ya que ni siquiera al
solamente de pensarla a través del tránsito del texto a la escena, sino definirla se podrá comprender —rehusando responder con ello
del vínculo entre la dramaturgia del texto, incluyendo las diferentes al interrogante del título—, pues el cuestionamiento de la noción
categorías dramatúrgicas presentes en una pieza, y que exceden lo se confunde finalmente con el cuestionamiento de la obra en su
textual —el espacio-tiempo del drama, la acción, etc.—, y la escri- mismo quehacer. Debemos aceptar esta imposibilidad de definir
tura escénica de estas diferentes categorías en el espacio-tiempo de la dramaturgia como el estado presente del teatro. Esta definición
la representación. Hablo de "escritura escénica" y no de transposi- se nos escapa, porque es una definición que, en efecto, 56 debe ser
ción —menos aún, de ilustración—. La emancipación de la repre- recreada en cada espectáculo, donde sólo se comprendería —es
sentación es también ahora algo . ya asumido. Ésta es la razón por la decir, está siempre por crearse—, y con mayor razón cuando los
cual la exigencia de "hacer entender el texto", que se vuelve a veces espectáculos en cuestión no provienen de lo dramático, obligan-
un eslogan cómodo,55 resulta una obviedad —sí, en efecto es la mí- do así a la dramaturgia a inventarse con mayor audacia al no te-
nima exigencia—, ya que sólo aclara uno de los aspectos del trabajo ner el soporte de una dramaturgia en sentido 1. Que todos los
específico de toda puesta en escena frente a una obra dada, puesto espectáculos no lleguen a este punto de manera igual de convin-
que la obra de teatro excede por naturaleza su propio texto. cente es una evidencia ante la que es inútil detenerse. Pero hay
dramaturgia desde el momento en que en el contacto, actual o an-
ticipado, con la escena, un pensamiento se busca y se ordena en la
indagación de sus propios signos.
" Para la genealogía de esta fórmula y su posterior pérdida de sentido,
cfr. Sabine Quiriconi, "Taire entendre le texte': retours et recours d'une
daza", Théátre/Public, n.° 194 (2009). %Cfr. Bernard Dort, supra, p. 26.
»41
34 ¿QUÉ ES LA DRAMATURGIA? JOSEPH DANAN 35
Por lo demás, no todo está del lado de la dramaturgia o de gico tendrá sus consecuencias. De hecho, este trabajo determina
su hipotética ausencia. Aquí, como en todas partes, desconfío de tal manera los ensayos y la puesta en escena —al elaborarse
de un pensamiento binario que, presentándose cómodo, esconde como algo previo que no dudamos en llamar la dramaturgia del
sin embargo su complejidad. Hay usos extremadamente dife- espectáculo, aun con lo que esto tiene de globalizador—, que ésta
renciados de la dramaturgia y, sin duda, hay también grados de puede acabar totalmente dirigida por ese trabajo previo.
elaboración dramatúrgica —ya sea en el sentido 1 o en el 2— que Dort nos recuerda que el director de escena no figura entre
van de las dramaturgias "duras", como las de los siglos pasados, los cinco "personajes" que dialogan en La compra del latón —el
regidas por la fuerte estructura de la intriga y de la fábula, hasta Filósofo, el Actor y la Actriz, el Dramaturgo y el Electricista—,
dramaturgias mucho más inestables, lábiles —frente a las drama- pues para Brecht "la noción de dramaturgia abarca y eclipsa
turgias en sentido 1— y a la espera de esa estructuración en se- —al menos teóricamente— la de la puesta en escena". 57 Para Brecht,
gundo término que le aportará la escena como complemento al los dos ejes principales del trabajo teatral son la elaboración de la
bosquejo dramatúrgico, o al confrontarla con otros materiales: en fábula —que incumbe al dramaturgo o a un colectivo— y la cons-
el límite, entonces, de la obra dramática y del texto-material; de lo trucción de los personajes —que es el trabajo de los actores—. 58
que nos ocuparemos en lo que tiene que ver con la dramaturgia en El director de escena no es más que un mediador, sin embargo
el sentido 2. Brecht era al mismo tiempo autor, dramaturgo y director de esce-
na y, paradójicamente, será el hecho de no plantearse esta cuestión
de los límites de la dramaturgia 2 —y de su influencia—, lo que le
EVOLUCIÓN DE LA DRAMATURGIA EN EL SENTIDO 2 permitirá mayor libertad que a sus epígonos.
El límite del trabajo dramatúrgico previo se alcanza en efecto
En una concepción que podríamos llamar clásica y que se desa- rápidamente. Heiner Müller le da una formulación radical cuan-
rrolló en Francia en los años 1960 y 1970 siguiendo las huellas del do evoca "la primacía de la dramaturgia" en el Berliner Ensemble,
teatro brechtiano, la dramaturgia en el sentido 2 se elabora —en el después de la muerte de Brecht:
interior de un colectivo o en el trabajo realizado por un "dramatur-
go", acompañado por un director de escena— antes de los ensayos. Esto significa que las obras se ponían previamente en escena en "la
Esas décadas son también los años que vieron el auge de las mesa", y que a priori se calculaba exactamente cómo se iba a proceder.
ciencias humanas, en particular de la lingüística y de la semiolo- En lugar de hacer ensayos en el escenario, se llevaba al escenario el
gía, que llegaron a una posición casi dominante en la academia, resultado del trabajo dramatúrgico. Así es como la puesta en escena
y en consecuencia en la práctica del teatro. Disciplinas que en el se convertió de esta forma en la ejecutante de la dramaturgia, lo que
dominio más específicamente teatral estuvieron marcadas por la significaba la muerte de todo teatro."
influencia del brechtismo —y luego por el inicio de su declive—.
Sin detenernos en las herramientas que permiten entrar en el aná-
lisis del sistema dramatúrgico de la obra y en su interpretación 57 Bernard. Dort, "Le metteur en scéne: un souverain qui s'efface", en
—conjunto que constituye la elaboración de la dramaturgia en el Daniel Couty y Alain Rey (dirs.), Le Théátre, París, Bordas, 1980, p. 148.
sentido 2—, es preciso señalar que en el proceso de elaboración 58 Idem.
de la representación, el hecho de anteceder el trabajo dramatúr- " Heiner Müller, "Le nouveau crée ses propres régles", Théátre/Public,
n.° 67, p. 32.
36
¿CM ES LA DRAMATURGIA? JOSEPH DANAN 37
Este trabajo dramatúrgico previo intenta aplicar al texto, de dice Müller, de experimentaciones escénicas que el ojo del drama-
manera previa, unas pautas de lectura que buscan controlar la turgo —que en esta actividad sólo difiere del director de escena
construcción del sentido. Más que de la "mentalidad dramatúr- en que él, el dramaturgo, no tiene que orientar ni dirigir el trabajo
gica", este trabajo proviene de una "mentalidad semiológica" que de los actores y permanece en este sentido a mayor distancia que
pretende hacer de la representación escénica un sistema de signos el "ojo exterior" de aquel— observa y analiza, contribuyendo con
codificados destinados a ser descifrados por los espectadores. Pero su palabra —hablada o escrita— a seleccionar, adoptar, rechazar o
el decodificador humano no funciona tan simplemente como los elaborar el material que arroje el ensayo.
decodificadores de los televisores. Georges Mounin lo venía di- Esta dramaturgia del escenario ha actuado en mí como
ciendo desde 1970: una mala conciencia de mi propia práctica de dramaturgo en el
sentido 2, práctica hacia la que debería tender para no permitir
Interpretamos un espectáculo teatral exactamente como interpreta- que llegue a "mi" dramaturgia el peligro de la clausura previa, del
mos un acontecimiento al que asistimos o en el que participamos: este cierre del sentido. Esta preocupación continuó hasta que conse-
acontecimiento no lo leemos, no lo decodificamos como haríamos con guí asumirla plenamente. Desapareció en el momento en el que
un mensaje lingüístico ordinario —es decir, no estético. 6°
logré separar el trabajo de mesa del de los ensayos, sin volver a
aparecer siquiera en los primeros ensayos —manifestación tardía
Mediante la afirmación de la cesura entre emisor y receptor,
de tal mala conciencia—, ni en el ensayo general. ¿Cómo llegó a
Jacques Ranciére hará del espectáculo "una cosa autónoma, entre
disiparse esta mala conciencia? Al aceptar plena y totalmente la
la idea del artista y la sensación o la comprensión del espectador". 61
autonomía del proceso de ensayos y de la puesta en escena, en los
que el director de escena habrá ya integrado el trabajo dramatúr-
gico previo, para entregarse ya por completo a esta dramaturgia en
PRÁCTICAS
acto que tiene por nombre puesta en escena.
Me di cuenta entonces como dramaturgo en sentido 2, que
En mi caso, en mi propia práctica, el trabajo dramatúrgico ha con-
podía distanciarme de la misma manera que siempre lo hice como
tinuado desarrollándose de manera previa a la etapa de ensayos.
dramaturgo en el sentido 1, con total desprendimiento de mi pro-
Existen otras prácticas, como la que Jean-Marie Piemme describe
pio texto —excepto cuando me piden estar presente o colaborar de
con el nombre de "dramaturgia del escenario". 62 Se trata allí, como
otra manera—, delegando sin remordimiento la puesta en escena a
los ejecutantes del escenario.
6° Georges Mounin, "La communication théátrale", en
Introduction á
la sémiologie, París, Minuit, 1970, p. 94.
6 ' Jacques Ranciére, Le Spectateur émancipé,
París, La Fabrique, 2008, HERMENÉUTICA
p. 20.
62 Jean-Marie Piemme, "Une activité de regard",
Théátre/Public, El proceso dramatúrgico puede ponerse en resonancia con el tra-
n.° 67, p. 54. Es interesante notar cómo la expresión "dramaturgia de [o bajo de la hermenéutica tal como Ricoeur la definía. Este trabajo se
del] escenario" puede aplicarse también al trabajo del escritor que escribe
realiza en dos tiempos, que Ricoeur llama "estático" y "dinámico":
desde el escenario. Cfr. Yves Jubinville, "Auteur dramatique á l'oeuvre",
Voix et Images, n.° 102 (primavera-verano de 2009), p. 10.
40 JOSEPH DANAN
¿QUÉ ES LA DRAMATURGIA? 41
texto a su situación presente", 69 su capacidad para "comprenderse ción, situándose así en esa frontera. 74 Conforme a los dos tiempos
ante el texto"— no es posible más que por haber estado prece- de la hermenéutica de inspiración estructuralista de Ricoeur, esta
dida por esta serie de etapas: "está en el extremo del [...] arco lectura configura la paradoja de una lectura que pretende desple-
hermenéutico; es el último pilar del puente, el anclaje del arco en gar el texto desdoblándolo instante tras instante con el único fin
el suelo de lo vivido"." de "establecer la partitura", y prohibiéndose provisionalmente una
En una orilla, el primer suelo: la dramaturgia 1. En la mirada de conjunto —específica del texto de teatro, que no puede
otra, las vivencias del espectador, el terreno de su experiencia. escapar a la evolución lineal del tiempo—. Al proponerse abarcar
Entre las dos, la serie de lo que Ricoeur, tomando prestado el tér- en su propio movimiento lo que actúa en el texto —y deberá ac-
mino de Pierce, llama "interpretantes", que remite a "la cadena de tuar en su realización escénica—, se sitúa muy cerca de la escritura
las interpretaciones producidas por la comunidad que interpreta, e del dramaturgo 1, quien por esencia no interpreta.
incorporada a la dinámica del texto"." En la amplia concepción del La dimensión dramatúrgica se vincula aquí a una hermenéu-
texto que exige la obra de teatro, los interpretantes son el conjunto tica "en estado naciente" —podría decir Vinaver—, que prepara la
de las interpretaciones constitutivas de la polifonía que revela la interpretación del actor. Este "paso a paso" es también un método
representación teatral. Esta polifonía —este "espesor de signos y para un gran número de directores de escena que trabajan en la in-
sensaciones"" del que habla Roland Barthes— guarda también la teligibilidad del texto, en la emergencia de la acción y del sentido, en
huella de las sucesivas puestas en escena de una obra en la propia la exigencia impuesta actor de no anticiparse al instante siguiente.
puesta en escena o en la memoria de los espectadores.
La dramaturgia 2 debe emanar —cuando parte de una obra
de teatro— de la conciencia de ese recorrido que va de la expli- LA RELACIÓN ENTRE DRAMATURGIA
cación a la interpretación. Es preciso saber, al menos, que se des- Y PUESTA EN ESCENA
envuelve en esa frontera. Sería además ilusorio creer en una cro-
nología rigurosa entre los dos tiempos. La explicación desconfía Verdad del instante, verdad de la estructura. Toda dramaturgia
constantemente de ella misma, dado que la interpretación surge debe encontrar su camino entre estos dos polos. Se dirá que es pro-
siempre del movimiento de la explicación. Para la interpretación piamente a la puesta en escena a la que le compete situarse entre la
es preciso volver sin cesar a la' explicación y al texto, con el que materialidad del instante y el peso —que puede ser enorme— de
no debe perder contacto. la estructura. Se trata, sin embargo, de una elección dramatúrgica
El método de lectura de los textos dramáticos que propone mayor que podría también incumbir a la dramaturgia en el sentido
Michel Vinaver a finales de los años ochenta podría tender —así 1. Se encuentra un eco de esta dialéctica —o de esta tensión— en
quisiera entenderlo— hacia un umbral mínimo de la interpreta- Boulez —pues de composición musical es de lo que se trata a con-
tinuación:
69 Paul Ricoeur, op. cit., p. 129.
7° Ibid., p. 130. Me parece [...1 artificial querer vincular obligatoriamente todas las es-
71 Ibid., p. 178. tructuras generales de una obra a una misma estructura de concepción
72 Ibid., p. 177.
Seuil, 1993, p. 1194. 74 Cfr. Michel Vinaver, Écritures dramatiques, Arles, Actes Sud, 1993.
pp. 277 284. [Trad. al español: La imagen movimiento: estudios sobre cine
- -
menudo artificial. Frente a ello, en el teatro-relato el material no- origina la dramaturgia de la representación.
velesco es a lo sumo objeto de cortes o de montaje." Esto no depende de la dramaturgia 1, esto tiene que ver so-
En el origen del espectáculo, encontramos entonces una no- bre todo con la dramaturgia 2. Estamos preparados para admitir
vela, no una dramaturgia en el sentido 1, sino un material para la que se precisaría de una categoría intermedia para designar lo que
escena. aquí se juega.
¿Podemos, entonces, dar por hecho que una novela no encie- Didier Bezace lo formula así: suponiendo que "el teatro no se
rra una dramaturgia? Si se puede hablar de la dramaturgia de una define por el diálogo", sino "por la acción", 94 se trata, según él, de
película, de la dramaturgia de un partido de futbol, e incluso hasta "buscar soluciones dramatúrgicas que permitan que el teatro, y por
de una obra musical, por supuesto una novela, en la medida en que tanto la acción, exista". 95 Y a propósito de Sostiene Pereira de An-
organiza una acción, ordena un espacio y una temporalidad, e in- tonio Tabucchi,% define así la "dramaturgia del espectáculo, [que]
venta personajes, obedece también ella a una "dramaturgia". Si las no tiene nada que ver con la estructura de la novela": "Un actor
comillas se imponen aquí, es porque estos usos de la palabra son interpretaba a Pereira [...] y todos los demás personajes eran repre-
metafóricos. Yo diría que para que haya dramaturgia es preciso que sentados o narrados por un segundo actor"." La idea dramatúrgica
se pongan en juego —yen relación— tres términos o tres fuerzas: la
acción, el pensamiento... y el teatro. Para que exista, ahora despoja- 92 Cfr. supra, p. 14.
da de metáforas, dramaturgia, es preciso que haya organización de 93 Bernard Dort, Le Spectadeur en dialogue, op. cit., p. 272.
la acción en función de la escena. Quizás sea esta "activación de la 94 Entrevista con Jean-Pierre Sarrazac, en Dialoguer. Un noueveau
52
¿Qué ES LA DRAMATURGIA? JOSEPH DANAN 53
palabra —"la desnudez del existir", dice Jean-Luc Nancy'° 3—, sino `musicalizante m, La Demande d'emploi,m Vinaver hablaba en 1972
también sus acciones, y la dificultad misma de su realización. Con- de "una estructura de 'tema y variaciones",'" refiriéndose a las
sidero que el teatro puede todavía aspirar a ello, y no solamente Treinta y tres variaciones sobre un tema de Diabelli de Beethoven." °
decirlo, tal y como lo digo yo ahora, sino mostrarlo, y ser precisa- 11 septembre 2001 adopta unMásquenmétodlavricó,
mente el lugar de la aparición. principio de construcción serial que parece primar sobre la orga-
Esto le impone al drama y al teatro nuevos modelos dramatúr- nización dramatúrgica. Sin embargo, un orden se instaura —e in-
gicos. Cuando la imposibilidad de actuar se vuelve un paradigma cluso una forma de tensión—, pero éste parece depender menos
mayor, paradójicamente todas las posibilidades se abren, porque de una construcción dramatúrgica que de un principio que pro-
frente a la determinación única de una realidad actualizada, lo voca que al interior de un cuarteto o de una sinfonía uno no tenga
real sólo se compone de la infinidad de los posibles. Es una de las deseos de cambiar el orden de los movimientos —aunque estos
principales modalidades de lo que Jean-Pierre Sarrazac, señalando movimientos tengan una autonomía decididamente mayor que los
el cambio de paradigma que se operó desde finales del siglo m'e, actos en una dramaturgia tradicional—. Es que este orden depen-
propone llamar "drama-de-la-vida", en oposición a un "drama-en- de más de lo sensible que de cualquier racionalización.
la-vida", que cayó en desuso.'" Se trata de un teatro de los posibles
generalizados. En el seno de la "pieza-paisaje",'° 5 una multitud de
senderos se bifurcan ante nosotros. MÚSICA Y EMOCIÓN
El modelo, a partir de entonces, ya no es estrictamente dra-
matúrgico. La pintura —como lo indica el término paisaje— y la La música misma es un arte que se encuentra atrapado entre una
música, pueden ofrecerlo. Ambos modelos pueden coexistir —y racionalización a la que por naturaleza se resiste, y una programa-
coexistir con el drama—. A partir de Gertrude Stein, la pieza-pai- ción cuya recepción es emocional. Un ejemplo lo ofrece una obra de
saje se despliega en el campo abierto por esta oscilación —entre Mahler que funcionaría como bisagra de la modernidad. Su Sinfonía
artes plásticas y musicalidad.
En 11 septembre 2001 de Michel Vinaver,'" quien reinventó n.° 2, pieza que en sí misma opera como bisagra dentro de la obra
del compositor, permite entender sus dudas, tanto acerca del orden
esta noción de pieza-paisaje, 107 el modelo de la cantata o el del ora- de los movimientos"' como acerca del "sentido" de su composición.
torio se anuncia en la nota liminar. A propósito de su pieza "más Es así que Mahler escribirá posteriormente, tal y como lo destaca
Henry-Louis de La Grange," 2 sucesivos programas en los que se pue-
de ver una concesión a las expectativas del público, a su deseo o a su
"" Jean-Luc Nancy se pregunta: ¿Cómo puede esta desnudez convertir-
se o llegar a ser el objeto del arte? (¿Cómo ha devenido ya —quizás— objeto
del arte?) Jean-Luc Nancy, Le sens du monde, París, Galilée, 1993, p. 195. 1 " Escrita en 1971, fue publicada en CArche en 1973.
'" Jean-Pierre Sarrazac, "La reprise. Réponse au postdramatique, en 109 Michel Vinaver, Écrits sur le thédtre, t. I, Lausana-Arles, Éditions
Études 7héatrales (La Réinvention du drame), n.° 38 39 (2007).
- CAire/Actes Sud, 1982, p. 308.
"35 Cfr. Joseph Danan, "Piece paysage, en Jean Pierre Sarrazac (dir.),
- -
"° Entrevista con Jean-Pierre Sarrazac, op. cit., pp. 289-290.
Lexique du drame moderne et contemporain, op. cit. "' Cfr. Henry-Louis de La Grange, Gustav Mahler, París, Fayard, 1979,
106 Michel Vinaver, 11 septembre 2011, París, CArche, 2002. 111, t. I, pp. 1014-1015.
'" Michel Vinaver, Écritures dramatiques, op. cit., p. 905. "2 Ibid., pp. 1021-1022.
54 JOSEPH DANAN
55
/QUÉ ES LA DRAMATURGIA?
necesidad de sentido, 13 aunque también, a un nivel más profundo, primordial, en lo que tiene que ver con su capacidad para poner
una tentativa de elucidación, para sí mismo, de su obra, un intento el pensamiento en movimiento. Ahora bien, "hay emoción", dice
de "parafrasear [sus] intenciones con la ayuda de las palabras"; "4 Mervant-Roux, "cuando el sentido se desborda"." 9
empresa que Malher juzgaba tan difícil, una hermenéutica en
suma, que se revelaría hermenéutica de su propia vida, del drama
de su vida o de su vida como drama."' El nudo de contradicciones ESPECTÁCULOS-PAISAJE
que hace patente esta dificultad para encontrar las palabras preci-
sas que le permitan definir su obra resuena en estas líneas, hasta el Jean-Franwis Peyret señala, a propósito del espectáculo Les
punto de otorgarle in fine al oyente la libertad de construir sentido: Variations Darwin, concebido en colaboración con el biólogo
Alain Prochiantz:
En este estadio de la concepción, nunca se me ocurrió describir en
detalle un acontecimiento, sino más bien un sentimiento. E...] se Nosotros no hacemos teatro científico, ni sabemos lo que eso quiere
comprende sin dificultad, por la naturaleza misma de la música, que decir. Tampoco estamos seguros de estar presentando un espectáculo
me imagine un acontecimiento real en ciertos pasajes, de una manera sobre Darwin. Lo que sí sabemos es que es un espectáculo que hicimos
por así decirlo dramática. [ ...] En todo caso, no exijo absolutamente con él, atentos a la música de su pensamiento. Por eso estas variaciones,
a nadie que me siga en esta dirección, y naturalmente dejo a la ima- que no son un ensayo, menos una tesis; sino una ensoñación, una
ginación de cada oyente la comprensión de los detalles... 116 fantasía sobre algunos temas darwinianos.'"
La hermenéutica que la música exije —que se apoya en el aná- De entrada un método: Darwin provee el (los) tema(s), mien-
lisis técnico de su lenguaje—" 7 no es solamente desciframiento de tras nosotros, autores del espectáculo, proponemos una serie de
la obra, sino también de las emociones que despierta en el oyente variaciones. Rechazamos cualquier intento de "tesis", al mismo
hermeneuta.
tiempo que cualquier pretensión de un teatro científico; a ese tea-
Marie-Madeleine Mervant-Roux, al intentar definir qué es lo tro le oponemos la ensoñación o la fantasía —otro término mu-
que autoriza "la acción hermenéutica" del espectáculo en los es- sical—. El ensayo sería menos comprometedor, pero sigue sien-
pectadores, o de la sala sobre el espectáculo, no cesa de recordar
la importancia" 8 de esta consideración de la emoción como valor do demasiado. ¿Demasiado qué? Demasiada aserción quizás, un
exceso de pensamiento conceptual, restringido al principio de no
13 Michéle Febvre ha analizado, a propósito de la danza, el "rol per-
contradicción. La ensoñación, sin embargo, autoriza todas las fan-
verso" del programa en un proceso que ella ubica bajo el signo del "apetito tasías y todas las variaciones, ya que precisamente es éste su prin-
semiotizante del espectador". Michéle Febvre, Dance contemporaine et cipio, el cual la autoriza para excluir y expulsar la verdad —en este
thédtralité, París, Chiron, 1995, p. 63. caso científica— de su esfera. Tal verdad, en su unicidad y, más
"4 Gustav Mahler, en Henry Louis de la Grange, op. cit., p. 1013.
JOSEPH DANAN
59
¿QUÉ ES LA DRAMATURGIA?
58
un "teatro de la repetición" en el que "se experimentan fuerzas
puras, trazos dinámicos en el espacio que actúan sobre el espíritu ahora las variaciones las que determinan lo que el tema puede
sin intermediarios"; 127 incluso el "teatro energético" de Lyotard, ofrecerles".' 34
que recurre a Cage y a Cunningham para enfrentarlos a Brecht? 128 Entonces, si entendemos lo que dice Brendel, para crear las va-
Loquelamrsntcdaugi,rbjectmn riaciones es preciso pasar por la transformación del tema en mate-
con los cuerpos y a partir de ellos, en el mismo desafio respecto rial. A partir de ahí podemos admitir que muchas composiciones
de la globalización del sentido que hemos adoptado a propósito de danza contemporánea —como de teatro— trabajan de manera
del trabajo de la dramaturgia 2, pero radicalizándolo, acercándo- casi invisible alrededor de un tema heterogéneo o a partir de un
se todo lo que es posible a la emergencia de lo que podría ser en material más vasto.
la danza, mutatis mutandis, el equivalente de una dramaturgia 1 La danza, incluso más que la música, le enseña al teatro a dejar
que nace de las improvisaciones, directamente del escenario,' 29 que el espectador se enfrente con la "lógica de la sensación". 135 Se
enuaobrqsitedcraulqtipo"gb- trata de volver imposible "la relación de poder —la jerarquía-
lidad orgánica".'" [...] y en consecuencia la dominación del dramaturgo + director
Laurence Louppe nos recuerda que Cunningham condena- de escena + coreógrafo + decorador sobre los supuestos signos y
ba el principio de "tema y variaciones" aplicado a la danza, tanto los supuestos espectadores"."6 Las estéticas de la repetición, en la
como lo hacía con una "dramaturgia centralizadora","' a la que música como en la danza, constituyen un límite extremo de esta
oponía el collage, lo aleatorio, 132 o incluso la repetición. desjerarquización, dado que el espectador se convierte él mismo
133 Sabe-
mos que, a partir del Beethoven de las Variaciones de Diabelli, en instrumento para medir lo que se habrá alterado en él de un
este tipo de composición fue encaminándose hacia una autono- momento de la obra —el inicio, por ejemplo— a otro —por ejem-
mía progresiva de las variaciones, al punto incluso de disolver en plo, el final— y para captar un posible sentido.
algunas de ellas la legibilidad del tema. En una inversión en la que Dije anteriormente que entre la negación de toda dramaturgia
reconocemos la analogía de Bernard Dort, Alfred Brendel descri- y una dramaturgia "de poder", me parecía esencial buscar hoy, al
be: "No es el tema en su completitud el que rige las variaciones, menos para el teatro, una vía intermedia. Al menos para el teatro,
como estábamos acostumbrados a hacerlo, sino que más bien son porque lo más productivo, considero, es poner en tensión los ele-
mentos de significación e incluso los signos —que el rechazo de la
127 Gilles Deleuze,
Différence et répétition, París, Presses Universitaires semiología nunca anulará totalmente— y ofrecer un material con
de France, 1968, p. 19. [Trad. al español: Diferencia y repetición,
trad. de
la menor imposición de sentido posible.
María Silvia Delpy y Hugo Beccacece, Buenos Aires, Amorrortu, 2002.] Lo que se decide es qué directriz viene inducida por el trabajo
128 Jean-Franwis Lyotard,
Des dispositifs pulsionnels, París, Galilée, del artista, y cuál por la libertad del espectador. Si la danza con-
1994, pp. 95-98. [Trad. al español: Dispositivos pulsionales, temporánea es un indicador mayor, es porque la improvisación es
trad. de José
Martín Arancibia, Madrid, Fundamentos, 1981.]
128 Cfr. Laurence Louppe,
op. cit., pp. 220 y 223.
130 Ibid., p. 212.
Libreto del CD de las Trente-trois variations sur un théme de Diabelli,
Ibid., p. 232. por Alfred Brendel, Philips, 1990.
132 Ibid., p. 233.
135 Gines Deleuze, La logique de la sensation, París, Éditions de la
133 Ibid., p. 235.
Différence, 1984.
138 jean-Franwis Lyotard, op. cit., p. 97.
6o
¿QUÉ ES I.A DRAMATURGIA? JOSEPH DANAN
ahí el propio material de la creación, marcando así "el débil límite actores podrían a la vez estar en el mismo espacio y actuar como si
entre forma y no forma, entre organización prevista e imprevisi- no estuvieran ahí, y como el teléfono móvil no es un objeto teatral
ble, entre estructura y caos, debido a la emersión de las pulsiones muy interesante —algo que no había pensado al escribir la pieza—,
espontáneas':' 3i se hablarían a través de micrófonos inalámbricos que sostendrían
en sus manos. Quise recrear este principio —sin imitarlo— duran-
te las diferentes presentaciones de la versión francesa: un amplio
¿DISPOSITIVO VERSUS DRAMATURGIA? espacio, de preferencia no teatral, y micrófonos reales que los ac-
tores sostendrían en sus manos.
Permítanme, con el fin de aclarar el tema, volver sobre la expe- Si dudé durante tanto tiempo en referirme a esta experiencia
riencia que viví en 2005 1 " al poner en escena una de mis obras, como una "puesta en escena", es porque tengo la impresión de que
Roaming monde.'" lo que realmente hice fue poner un dispositivo'" en el espacio,
Lo que más me sorprendió fue descubrir hasta qué pun- donde los actores tienen una gran libertad de movimiento y de
to, con los actores —Jacques Bonnaffé y, alternando, Ariane juego. ¿Oponiéndose a qué? En realidad se opone menos a una
Dionyssopoulos y Laure Wolf— fue escaso el "trabajo dramatúr- "determinación" del orden de la representación, que a una "lec-
gico" que tuvimos que invertir. Tanto como descubrir que estaba tura" de la obra que depende de otra dramaturgia, de otro nivel
ante la evidencia de que no tenía más que —yo que era el autor— de la dramaturgia, de lo que podríamos llamar una "segunda dra-
prestar atención a la dramaturgia 1 que yo mismo había construi- maturgia".
do en la obra en el momento de su escritura. Principio elemental: El espectáculo se ensayó en unos pocos días y los actores se
dos personajes se hablan a través de teléfonos móviles; al mismo apropiaron del espacio con el texto aprendido. La principal con-
tiempo, entonces, pero no en el mismo lugar —ella está en la calle, signa —o indicación de director— era mantenerse lo más cerca
él en su casa, etc.—. Una sola excepción: en el centro mismo de posible de sí mismos —no como individuos, sin relación, hasta
esta pieza corta de unos cuarenta minutos, una secuencia en la que donde yo sé, con los supuestos personajes, sino como actores que
los dos personajes están en la ficción el uno en presencia del otro. se mueven en un espacio determinado—, y el uno en relación con
Desde el primer momento se trató de la puesta en escena. el otro, con una producción mimética mínima, y lo más cerca po-
Consistió principalmente en pensar el espacio y las condiciones de sible de los cuerpos de los bailarines, de los que Michéle Febvre
enunciación. El espacio que me propusieron en México fue un vas- afirma que imponen "un sentimiento de realidad innegable, más
to hall de un museo en desuso, que jugó un papel decisivo. Los dos fuerte que cualquier ficción". 141 Tratándose de teatro quizás lo justo
sería hablar de una posición intermedia, "ni completamente ac-
'" Laurence Louppe, op. cit., pp. 226-227.
138 Joseph Danan, Roaming monde, Vitry-Sur-Seine, Éditions de la
Gare, 2005.
139 En el Festival de la Mousson d'Été, primero, y luego en el Festival 14 ° Faltaría realizar un examen crítico de esta noción. Para un esbozo
de Gare au Théátre (Vitry-sur-Seine) y en otros lugares. Una primera de este análisis, cfr. Joseph Danan, "Oú en sommes-nous?", Frictions,
versión de este trabajo había sido presentada en la Ciudad de México, n.° 12 (invierno-primavera de 2008).
en noviembre de 2004, en el marco de la Primera Noche de Teatro, con '''' Michéle Febvre, Danse contemporaine et théatralité, París, Chiron,
actores mexicanos. 1995, p. 85.
Pero las teorías no están hechas más que para morir en la guerra del
tiempo: son unidades más o menos fuertes que hay que comprometer BIBLIOGRAFÍA
en el momento justo del combate y, cualquiera que sean sus méritos
o sus insuficiencias, no se pueden usar con seguridad sino aquellas
que están disponibles en el momento justo. De la misma manera que I. Teatro
las teorías deben ser reemplazadas, porque sus victorias definitivas,
más aún que sus derrotas parciales, producen su agotamiento, de la Dada la extensión considerable de la noción, la bibliografía podría
misma manera, digo, ninguna época viva pertenece a una teoría: se contener casi todo lo que se ha escrito sobre el teatro. Me limité
trata en primer lugar de un juego, un conflicto, un viaje."' aquí a las obras y a los artículos que cité y, de manera necesaria-
mente incompleta, a aquellos que considero constituyen las refe-
Es cierto que el teatro de hoy en día no está en guerra. Quizás rencias más importantes sobre la cuestión.
debiera estarlo con mayor razón cuando el mundo se desgarra en
guerras abiertas y nuestro propio país incluso en guerras más so- Abirached, Robert, La Crise du personnage dans le théátre
lapadas. La "querella de Aviñón" en 2005 no fue una guerra, pero moderne, París, Grasset, 1978. [Trad. al español: La crisis del
sí fue el síntoma de una crisis que ponía en juego la cuestión del personaje en el teatro moderno, trad. de Borja Ortiz de Gondra,
sentido, y más aún la relación del sentido con las formas, así como Madrid, Asociación de Directores de Escena de España, 1994.]
la crisis del sentido en relación con todo lo que constituye el acto Antoine, André, "Causerie sur la mise en escéne", en Jean-Pierre
teatral, y en relación con el público. Sarrazac y P. Marcerou (comps.), Antoine, invention de la
Si la actualización de la dra.maturgia y montar un obra son, en mise en scéne, Arles, Actes Sud-Papiers/Centre National du
cierta forma, lo mismo, tal y como Bernard Dort deseaba, también Théátre (Parcours de Théátre), 1999.
en cierto modo hacer teatro y pensar el teatro pertenecen al mis- Aristote, La Poétique, trad. y notas de R. Dupot-Roc y J. Lallot,
mo movimiento, se cruzan y se mezclan sus rumbos intranquilos París, Seuil, 1980.
en el seno de un proceso que podemos llamar con el nombre de Aubignac d'Abbé y Frallois Hedelin, Pratique du théátre, París,
dramaturgia. Champion, 1927.
Nuestra era no es ya la era de los sistemas, la de las grandes Banu, Georges, L'Oubli. Essai en miettes, Besanzón, Les Solitaires
síntesis teóricas, ni la de la dialéctica entre dos polos que propone Intempestifs, 2002.
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NUEVAS DRAMATURGIAS
LO QUE CAMBIÓ'
)()SEPH DANAN 77
a distanciarse de ese personaje que le ofrecía la dimensión per- ceptibles por la misma razón de remitir al espectador a su propia
fectamente dramática —aunque siempre más de lo que él quisiera experiencia; de permitirle que la observe y la juzgue; de darle o no
admitir— del teatro épico, con el riesgo de la identificación, el es- sentido; de querer o no transformarla.
pectador veía separarse en él al juez y lo que estaba en juego, hasta Lo que cambia de manera profunda nuestra relación con el
objetivar, tanto como fuera posible, esto último. teatro, es cuando éste, al escapar a toda mimesis, escapa también al
El teatro de Brecht seguía siendo, profundamente, un teatro drama, dejando al espectador huérfano del doble especular que le
de fábula, un teatro que buscaba constantemente hacer visible el ofrecía la escena. Debemos admitir que situar al espectador ante
vínculo "natural" entre la fábula y el sentido. Más aún, si esto fuera espectáculos en los que toda posibilidad de fábula, incluso míni-
posible, que en el teatro clásico, en el teatro brechtiano la fábula se ma, se escabulle, es la posibilidad de construir sentido a partir de
sometía a la ley del sentido. El teatro brechtiano es un teatro que una representación que igualmente tiende a escabullirse.
no se contenta con hacer pensar al espectador, le dice qué debe Es preciso todavía explicitar este punto. Al espectador de tea-
pensar. Es esto lo que lo hace hoy insoportable. tro le gusta que pase algo. Y cuando no pasa nada se siente per-
Incluso con Beckett, las cosas eran simples. Todavía simples. dido. A la pregunta de Hamm: "¿Qué sucede?", que es la pregun-
Puesto que el non-sens exhibido en ese punto es todavía sentido. Ni ta que funda la concepción mimética de la acción, Clov todavía
los vagabundos de Esperando a Godot, ni Hamm y Clov en Fin de podía contestar: "Algo sigue su curso". 6 ¿Pero qué pasa cuando la
partida, ni ninguna de las figuras de las primeras piezas de Beckett, respuesta a esta pregunta es "nada", un "nada" que, comúnmen-
escapan al efecto de personaje ni, a nivel más global, a la mimesis. te, remite a la mimesis, a una concepción mimética de la acción
Más bien al contrario, pertenecen a lo que Jean-Pierre Sarrazac escénica? ¿Toda proyección se encuentra aniquilada? Y con ella,
llama "el drama-de-la-vida", 4 una especie de drama esencial, míni- entonces, toda posibilidad de elaborar un pensamiento a partir de
mal, un drama sin los atavíos del drama, y desde allí nos remiten los elementos del drama, dado que ya no hay drama. El espectador
cruelmente a nosotros mismos, a nuestras vidas sin trascendencia. se vería entonces enfrentado a una pura emoción estética, inefable,
Podría multiplicar los ejemplos, ya que éstos conciernen final- no interpretable, impensable.
mente a la totalidad de la forma dramática, hasta en los avatares Nunca el teatro fue tan deleuziano como hoy. Hace ya tiem-
más alejados de un supuesto modelo canónico que nos podría re- po que la manera en que Deleuze piensa el cine, como algo que
mitir a lo que Szondi llamaba "el drama absoluto". 5 Porque lo que produce pensamiento con sus propios medios, me ha servido de
funda la forma dramática es, sin lugar a dudas, la posibilidad de guía en mi aproximación al teatro. Y desde hace tiempo también,
la mimesis y, con ella, la posibilidad del personaje. A partir de allí, me he sentido vinculado con la manera en que el drama —sien-
las acciones pueden representarse en la escena, así sean microac- do éste una de las especificidades del teatro— genera pensamiento
ciones aparentemente desconectadas de un proyecto mayor, sus- con sus propios medios. Pero los medios propios de lo que alguna
4Jean-Pierre Sarrazac, "La reprise. Réponse au postdramatique", Études 6 Samuel Beckett, Fin de partie, París, Minuit, 1957, p. 49. [Trad. al
Théátrales, n.° 38-39 (2007), pp. 7-20. español: Fin de partida, trad. de Ana María Moix, México, Tusquets, 2006.]
5 Peter Szondi, Théorie du drame moderne, trad. de Sybille Muller, Debemos recordar con interés las réplicas que siguen a la que citamos:
Estrasburgo, Circé, 2006. [Trad. al español: Teoría del drama moderno: "HAMM: ¿No estamos a punto de... de... significar algo? / CLOV: ¡¿Si-
1880-1950; Tentativa sobre lo trágico, trad. de Javier Orduña, Barcelona, gnificar? Significar, nosotros! (Risa breve.) ¡Esta sí que es buena!". Idem.
Destino, 1994.] [Trad. al español: p. 38.]
tos, en el abismo... a las obras dramáticas; cfr. Michel Vinaver, Écritures dramatiques, Arles,
Si no todo es del orden de la repetición —voy a volver so- Actes Sud, 1993, p. 904.
bre esto—, sí es del orden del movimiento: "trazos" en el espacio, " Véase el primer texto de Joseph Danan publicado en esta obra, "¿Qué
el espacio mismo que se anima. Ahora bien, para Deleuze, es el es la dramaturgia?" pp. 55-62.
pp. 31-34 del presente volumen. Des récits en quéte de scéne et de cette quéte considérée comme forme
5 Antonin Artaud, Le Théátre et son double, en cEuvres complétes, t. 1, moderne de raction", L'Annuaire Théátral, n.° 36 (otoño de 2004), pp. 13-26.
París, Gallimard, 1976, p. 91. [Trad. al español: El teatro y su doble, trad. 7 Isabelle Barbéris, Théátres contemporains. Mythes et idéologies, París,
de Enrique Alonso y Francisco Abelenda, Barcelona, Edhasa, 19781 Presses Universitaires de France, 2010.
la improvisación. En Une raclette, no hay texto escrito, apenas un en el que la posibilidad de aparición del performance "en estado
esbozo nacido él mismo de la improvisación, en el que los actores puro" amenaza constatemente lo dramático, tanto como alimenta
improvisan su texto cada noche: palabra, a menudo abundante, al teatro.
que además se organiza, como en un texto dramático, en diálogos, ¿Tendríamos entonces, llevando al extremo la inversión dor-
en monólogos; palabra que enmudece para dar lugar a una acción tiana y la primacía del performance, que renunciar a toda escri-
escénica, etc. Esta palabra se domina —por los actores o los perfor- tura previa al escenario? Sabemos que si bien esta cuestión no se
mers, pues los integrantes de la compañía, a juzgar por sus trayec- plantea siempre de una manera tan radical, reaparece siempre de
torias, son lo uno o lo otro— como en un texto escrito, pudiendo manera cíclica. Esta cuestión había asediado el teatro de los años
incluso producir la ilusión, contraria a la señalada más arriba, de setenta, y venía motivada por propósitos políticos que hoy se en-
que realmente hay un texto escrito. Esto es tranquilizador para el cuentran mucho más aminorados. Un asunto que adquiere actual-
espectador tradicional, que puede pensar: escucho un texto —ya mente diferentes direcciones, que convendría observar y analizar
sea divertido, incongruente, molesto—. Pero es inquietante para el de cerca, teniendo en cuenta la diversidad de las prácticas de escri-
espectador prevenido, que reconocerá la improvisación y se pre- tura que, cada vez más y con mayor frecuencia, escapan al modelo
guntará dónde empieza y dónde termina ésta. En el caso del espec- dominante del siglo xx —un autor escribe una obra y luego un
tador profesional este calificativo lo empujará a ver el espectáculo director de escena la monta—, como el hecho de que la obra se
dos veces, y confirmará que si el texto no es tan diferente de una escriba desde el escenario, que la firme un colectivo —Les Chiens
noche a otra, una —más o menos— ligera variabilidad lo atravie- de Navarre— o un autor —Ronan Chéneau trabajando para David
sa, lo que permite a los actores estar totalmente en el instante, en Bobée—, o un autor-director —Joél Pommerat—, un director que
el presente de la creación de la palabra y en el de su escucha, lo se convierte en autor por las circunstancias o que adapta uno o
varios textos, etc. Debemos destacar como una señal importante
el retorno de una práctica que había terminado por separar el de-
8 Cfr. Bernardette Bost y Joseph Dallan, "L'utopie de la performance", La
sarrollo de la puesta en escena como arte autónomo y como "espe-
Réinvention du Drame, dir. de Jean-Pierre Sarrazac y Catherine Naugrette,
cialización": la fusión, en una misma persona, de dos funciones, la
Études Théittrales, n.° 38 39 (2007).
-
na, que ofrecen a los actores una materia verbal dirigida a que todo Artaud, Antonin, Le Théátre et son double, en Euvres complétes, t.
efecto de representación quede anulado, y situarse de este modo I, París, Gallimard, 1976. [Trad. al español: El teatro y su do-
ante la pura presentación de —y la actuación con— la palabra. ble, trad. de Enrique Alonso y Francisco Abelenda, Barcelona,
Edhasa, 1978.]
Barbéris, Isabelle, Thédtres contemporains. Mythes et idéologies, Pa-
m David Lescot, LAmélioration, seguida de L'Instrument á pression,
Arles, Actes Sud Papiers, 2004.
-
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" Philippe Dorin, One two three one two three four, Besanzón, Les
Solitaires Intempestifs, 2009. 14 Ivan Viripaev, Danse "Dehli", trad. de Tania Moguilevskaia y Gilles
12 "Un hombre / Un tipo con traje / Una chica / Una orquesta7 Morel, Besanzón, Les Solitaires Intempestifs, 2010.
""Un hombre sentado en medio de una orquesta: guitarra, bajo, batería. 15 Programa del Teatro Nacional de la Colline, mayo de 2011, p. 6.
Dorin, Philippe One two three one two three four, Besanzón, Les
Solitaires Intempestifs, 2009.
Dort, Bernard, "La Représentation émancipée", en La Représentation EL MODELO SOÑADO
émancipée, Arles, Actes Sud, 1988. DE UNA ESCENA SIN MODELO'
Jouet, Jacques, Physique de l'interrogatoire, L'Annuaire Théátral,
n.° 36 (otoño de 2004). nataré una vez más un texto que considero esencial, "Létat
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Arles, Actes Sud-Papiers, 2004.
Mervant-Rouz, Marie-Madeleine, "Un dramatique postthéátral? Las reglas que regían la escritura de una pieza clásica se referían, sin
Des récits en quéte de scéne et de cette quéte considérée que esto se dijera expresamente, a modelos de representación. Eran
comme forme moderne de l'action", L'Annuaire Théátral. Re- reglas menos abstractas y menos literarias de lo que parecían. Anti-
cipaban en el texto mismo la presencia de la escena. El género y la
vue Québécoise d'Études Théátrales, n.° 36 (otoño de 2004), forma de la pieza inscribían ya la escena en el texto: de esta manera,
pp. 13-26. modelos literarios y modelos escénicos coincidían.
Viripaev, Ivan, Danse "Dehli", trad. de Tania Moguilevskaia y El gran cambio, por el que hemos impugnado todo modelo, se
Gines Morel, Besanzón, Les Solitaires Intempestifs, 2010. dio hace ya un siglo aproximadamente. 2
' "Le modéle revé d'une scéne sans modéle". Texto para su próxima
publicación en la revista Registres, en el número monográfico Écrire pour
le théátre aujourd'hui: modéles de représentation et modéles de l'art, dirigido
por Catherine Naugrette y Joseph Danan.
2 Bernard Dort, "L'état d'esprit dramaturgique", Théátre/Public, n.° 67
Más singulares: cierta puesta en escena concreta, cierto es- rior al texto dramático y que, de alguna manera, rige su escritura".
pectáculo, podrá funcionar como modelo para la escritura de Abro aquí un paréntesis. Quizás esta zona indecisa entre abs-
Cfr. La Réinvention du drame (sous l'influence de la scéne), dir. de Jean- 6 Joseph Danan, "Les Amants imparfaits", en Enquétes du désir, trois
Pierre Sarrazac y Catherine Naugrette, Etudes Théátrales, n.° 38-39 (2007). piéces, Carniéres-Morlanwelz, Lansman Éditeur, 2003.
4 Daniel Danis, Terre océane, roman dit, París, IjArche, 2006.
- Joseph Danan, L'Eveil des ténébres, Ruan, Médianes, 1993.
Biljana Srbljanovie, Barbelo, á propos de chiens et d'enfants, trad. de Bernard Dort, "Le Texte et la scéne: pour une nouvelle alliance", en
Gabriel Keller, París, I.:Arche, 2008. Le Spectateur en dialogue, París, Paul Otchakovsky-Laurens, 1995, p. 253.
100 EL MODELO SOÑADO DE UNA ESCENA SIN MODELO JOSEPH DANAN 101
tracción y representación, que constituye, en numerosos casos sin aloja —como en una matriz— para nacer otra, única. Significa que
duda, el mundo del autor dramático durante el tiempo de la es- el modelo en su acepción contemporánea no es un absoluto, está
critura —caos de la estructura profunda, más subyacente que an- inserto él mismo en un sistema transformacional. Es un generador
terior a lo que se cristaliza en la superficie—, se puede aproximar de formas nuevas. Y el texto dramático también lo será a su vez.
al "teatro larvario" deleuziano, un mundo de pre-representaciones Ahora bien, lo que acabo de describir quizás pertenezca a una
que actúa en los confines de la conciencia. Y quizás es poniéndose época ya pasada, ya que hay algo que está cambiando de nuevo.
a la escucha de ese mundo, permaneciendo lo más cerca posible Basta con observar las prácticas escénicas actuales para cons-
de esos "movimientos" de los que habla Deleuze refiriéndose a tatar que aquello que era una simple tendencia hace una década,
Artaud, "líneas abstractas que forman un drama", "extraño teatro está convirtiéndose en un movimiento de fondo que tiende a re-
hecho de determinaciones puras que agitan el espacio y el tiempo, legar al pasado el modelo —no empleo aquí este término como
actuando directamente sobre el alma", 9 que el autor alcanzará esta sinónimo de "modelo de representación", sino en su sentido más
escena de la menos representación posible tomo aquí representa-
— amplio de "paradigma"— alrededor del que se había estructurado
ción en su sentido mimético— que caracteriza por una parte a la el teatro occidental desde la invención de la puesta en escena. Este
escena contemporánea. Cierro el paréntesis. modelo se apoyaba en la articulación entre un texto escrito por
El modelo de la representación consiste entonces en esta "es- un autor y el trabajo de un director de escena que se apropiaba del
cena imaginaria" para la que el autor dramático escribe. No se tra- texto hasta lo que se ha podido percibir como un posible exceso. El
ta de una puesta en escena, dado que este modelo está atrapado teatro era entendido como un "arte en dos tiempos", según la fór-
en una especie de idealidad que Jean-Pierre Sarrazac pudo llamar mula de Henri Gouhier, quien pensaba que esta fórmula constituía
platónica,m y que yo opongo a la materialidad de la escena, al me- la "esencia del teatro"» No quiero simplificar a ultranza las tesis de
nos para el autor de la época posterior a la invención de la puesta Gouhier, que él mismo pone en discusión en Le Théátre et les arts
en escena. Esto significa que la puesta en escena no podría calcarse á deux temps,' 2 publicado en 1989, y que merecerían un análisis
sobre el modelo que dirigió la escritura, incluso cuando ésta lle- más fino, que sin embargo excedería los límites del presente texto.
va la huella de una puesta en escena preexistente. Esto no tendría Ciertamente, continuamos y continuaremos montando clási-
sentido, pues además de la oposición entre idealidad y materiali- cos y clásicos contemporáneos, por razones que van desde las más
dad, hay necesariamente en la escritura una operación de despla- nobles —la defensa, la difusión y la relectura del repertorio— a las
zamiento: la obra dramática es una articulación entre un modelo más inconfesables —por lo demás, puede que al final de este gran
anterior y una realización por venir. Un transformador de formas cambio no subsistan más que las razones más nobles, ya que las in-
que permite el paso del uno a la otra. La obra dramática no repro- confesables no tendrán ya efecto (atraer al público) o pertinencia
duce nada: se inventa en el interior de un modelo en el que ella se (darse a conocer como director de escena: lo que fue natural en el
siglo xx, pero que ya no funciona ahora).
9 Gilles Deleuze, "La Méthode de dramatisation'; en L'Ile déserte, París,
Minuit, 2002, p. 137. [Trad. al español: La isla desierta y otros textos, ed.
de David Lapoujade, trad. de José Luis Pardo, Valencia, Pre-Textos, 2005.] " Cfr. Henri Gouhier, L'Essence du théátre [1943], París, Aubier-
'° Jean-Pierre Sarrazac, "1:Auteur de théátre et le devenir scénique de Montaigne, 1968.
son ceuvre. Diderot, Ibsen, O'Neill, Brecht; Registres, n.o 4 (noviembre 12 Henri Gouhier, Le Théátre et les arts á deux temps, París, Flammarion,
de 1999), p. 168. 1989.
102 EL MODELO SOÑADO DE UNA ESCENA SIN MODELO JOSEPH DANAN 103
Pero esta práctica que es la emanación misma de la crea- escena por sus autores, obras escritas por directores de escena, tex-
ción teatral, cuando se considera que el teatro vivo no está ex- tos no teatrales llevados a la escena, textos escritos por un autor o
clusivamente del lado de la puesta en escena, esta práctica que un colectivo a partir del trabajo en el escenario, etc. La lista no está
pretende que un texto que acaba de escribirse tenga algo que de- acabada y el trabajo sobre esta tipología de los modos de produc-
cirnos y que decir al teatro, esta práctica, digo, está en proceso ción del texto de teatro y de las relaciones entre el texto y la escena
de transformación. No se trata de que no se escriban ya más tex- es una de las vías que debemos seguir explorando.
tos para el teatro, sino incluso de lo contrario, y todos sabemos Para sintetizar, digamos que el paradigma del teatro como arte
que los textos se acumulan en cajones sin fondo en los escrito- en dos tiempos está desapareciendo, si no hundiéndose definitiva-
rios de los comités de lectura —pero no hablo de esos textos, no mente. En todo caso, está perdiendo su posición dominante. Hay
hablo de esos textos escritos "a la antigua", en la soledad de la escri- que reconocer que este viejo modelo resiste, por ejemplo, cuando
tura dramática, esos textos que, buenos o malos, se alejan cada vez un autor dramático escribe una obra que luego llevará él mismo a
más, lo que es una evidencia, de las prácticas vivas de la escena—. la escena, separando lo mejor posible las dos etapas del proceso.
Porque es obvio que se continúan escribiendo textos para la esce- Pero, a partir de ahí, sólo el análisis de las prácticas y de sus efectos
na, y que éstos se usan también en otras prácticas. Ésta es la razón podrá decirnos algo nuevo.
por la que es preciso ser muy claros en un punto: no se trata de Si observamos bien el fenómeno, un mar de fondo que se
oponer el texto a cualquier otra cosa, no sé exactamente a qué —la despliega desde la invención de la puesta en escena, y más tarde
imagen, el cuerpo, el performance—, ni de oponer los espectáculos su autonomización progresiva en tanto que arte pasa por lo que
con texto a los espectáculos sin texto —espectáculos estos últimos se ha designado como la toma de poder por parte del director de
de los que hay muy pocos en el teatro, incluso aun cuando exista escena, que visto desde nuestro presente, parece como una etapa
un teatro de imágenes, que no deja de ser minoritario (digamos, hacia la afirmación de lo que Craig llamaba L'Art du théátre. Como
en lo que podemos intuitivamente seguir llamando teatro, cuyas si la "puesta en escena", tomada en su acepción necesariamente
fronteras, es verdad, con las otras artes de la escena, no son ya transitiva, sólo hubiera sido una etapa en un proceso dirigido a la
impermeables)—, sino de observar los modos de producción de constitución de la figura que hoy y a partir de ahora está a punto
textos diferentes, asignándoles un lugar en la representación, un de cambiar de nombre, de "director de escena" a "autor escénico";
rol y un funcionamiento, completamente diferenciados. es decir, creador de una obra escénica liberada de la necesidad de
Suelo referir que para los cursos universitarios en la Sorbonne pasar por una obra de tearo previa. Cerca de un siglo más tarde, las
Nouvelle que dedico a la puesta en escena de obras contemporá- utopías de Craig y de Artaud se cumplen.
neas, cada vez me resulta más complicado diseñar el programa En este contexto general que acabo de esbozar a grandes ras-
—que depende de las programaciones efectivas de los teatros—. gos, podemos preguntarnos: ¿qué sucede con la cuestión de los
Tengo como norma trabajar sobre espectáculos que correspondan modelos de representación? Es evidente que esta cuestión se en-
al modelo, del que más arriba dije que era estructurante para el contrará modificada, incluso radicalmente transformada. Y esto
teatro del siglo xx: una obra escrita por un autor y llevada a escena porque desde el momento en que los dos tiempos del arte del tea-
por un director diferente del autor. Busco entonces la dificultad, ya tro se fusionen, se encabalguen, o se interpenetren, esta cuestión
que en los escenarios lo que vemos cada vez con mayor frecuen- debe plantearse forzosamente en otros términos.
cia es algo que ya no corresponde a este modelo: obras puestas en En un artículo de 2001 titulado "Écrire pour la scéne sans
104 EL MODELO SOÑADO DE UNA ESCENA SIN MODELO JOSEPH DANAN 105
modéles de représentation?", yo distinguía tres vías. La primera, de delos teóricos posibles de la escena actual, finalmente, junto con
la que ya hablé más arriba, es la de la obra dramática, la "obra Craig y Artaud, con la diferencia de que toda la teoría beckettiana
de teatro", que se enfrenta en su escritura, más o menos necesaria- pasa enteramente por y a través de su práctica de la escritura. Pero
mente, con la cuestión de los modelos de representación, aportan- Beckett es, en la segunda mitad del siglo xx, quien anula la puesta
do siempre, consciente o inconscientemente, su propia respuesta en escena o, en todo caso, quien busca anularla, aunque, a pesar
a la cuestión, de un modo más o menos prescriptivo —respecto suyo muchos directores de escena trataron de recusar esta anula-
de la escena—, o bien tiende a rechazar toda prescripción. Toda ción.
una dialéctica estaba en juego: la "obra de teatro" correspondía al Beckett escribe obras —sobre todo las últimas— en las que
modelo de una escena imaginaria y se establecía a su vez en mo- el texto dramático —o simplemente de teatro— es inseparable
delo de la escena futura, haciendo así evolucionar perpetuamente del dispositivo escénico en el que lo inscribe. No voy a demorar-
el "modelo". me más aquí sobre Beckett, ni sobre la noción clave de disposi-
Estas obras del primer tipo, escritas con vistas a la escena, a tivo, sobre la que habrá que volver. Añadiría únicamente que la
una "escena imaginaria", puesto que esta escena no existe todavía escritura dramática de hoy se ha desplazado, según mi opinión,
en el momento de la escritura, las distinguía de manera radical hacia la creación de dispositivos para la escena, dispositivos que
de los "textos-materiales", que se escriben exentos de cualquier pueden evidentemente acoger el texto, como suele suceder. Estas
preocupación en relación con la escena, sin esa "tensión hacia la creaciones son las realizaciones no de los escritores, como Beckett,
escena"I 3 característica de la obra dramática. sino de autores escénicos, de escritores del escenario, de artistas
Y luego, señalaba una tercera vía, representada por el teatro de escénicos que integran la escritura —incluida la dramática— a los
Beckett —del último Beckett—, un teatro que inventa para cada medios de los que se sirven: véase así tanto a Romeo Castellucci
obra y para todas las obras su modelo de representación, y lo fija como a Rodrígo García, Angélica Liddell y tantos otros. Una de las
en la adecuación de la obra al modelo. De manera extraña decía últimas obras de Castellucci, Sul concetto di volto nel figlio di Dio,
entonces que esta vía, válida sólo para la singularidad del teatro de integra de cierta manera una obra dramática —o los elementos de
Beckett, no tendría posterioridad. una obra dramática— dentro de un dispositivo escénico —que es
De manera extraña porque hoy diría exactamente lo contrario, al mismo tiempo un dispositivo plástico.
es decir, que el teatro de Beckett, ratificando —o buscando ratifi- Esto tiene varias consecuencias. Una de ellas es el cuestiona-
car, tanto como sea posible— la fusión entre los dos tiempos del miento de la oposición entre texto dramático y texto-material,
teatro, llevaba a cabo sobre el papel lo que muchas experiencias oposición que para mí fue indiscutiblemente funcional, hasta el
contemporáneas —por lejos que estén del universo beckettiano—, punto de que pude creerla inamovible. Desde el momento en que
están realizando a partir del escenario. Beckett podría entonces, el acto de creación se desplaza hacia la escena y este acto es el re-
por una extraña paradoja, haberse convertido en uno de los mo- sultado de la acción de artistas que trabajan en la implementación
de un dispositivo y en su funcionamiento a lo largo del espectá-
culo, es el dispositivo lo que prima, debilitando así la distinción
"Joseph Danan, "Écrire pour la scéne sans modéles de représentation?", entre los dos tipos de textos, hasta quizás abolir la pertinencia de
Études Théátrales, n.. 24-25 (2002), número dedicado a Écritures drama- la distinción, o en todo caso, relativizarla.
tiques contemporaines (1980-2000). Lavenir d'une crise, dir. de Joseph Danan
La otra gran consecuencia es la apertura de la noción de mo-
y Jean-Pierre Ryngaert, p. 197.
106 EL MODELO SOÑADO DE UNA ESCENA SIN MODELO JOSEPH DANAN 107
delo de representación. En las épocas pasadas, "modelos literarios que esta tentativa de distanciamiento con los modelos de repre-
y modelos escénicos [...1 eran un mismo modelo", dice el texto sentación podía llevarse hasta el extremo o mantenerse dentro
de Bernard Dort citado más arriba. La razón es que la noción de de ciertos límites. Sin embargo, este propósito siempre tenía por
modelo de representación, en su acepción literaria y escénica —las horizonte la escena, es decir, un modelo de representación exte-
dos indisolublemente mezcladas—, tenía validez en un tiempo en rior a sí misma, por difuso que fuera ese horizonte. En cuanto el
el que la obra dramática ocupaba un lugar dominante. Hoy, cuan- acto de creación parte de la escena, y en cuanto la escena no tiene
do todo tiende a partir directamente de la escena, los modelos de otro horizonte distinto de sí misma, la representación que se está
representación se combinan con otros modelos artísticos, incluso creando se vuelve su propio modelo. Es también esto lo que auto-
cediéndoles el lugar. riza la apertura hacia otros modelos artísticos. Si la representación
En 1986, Dort hablaba del desplazamiento del "centro de gra- teatral era el Otro de la escritura dramática —e inversamente—,
vedad de la actividad teatral [ ... ], de la composición del texto a otras artes pueden a partir de ahora constituirse en el Otro de la
la representación del mismo"." Dort incluso llega a hablar de in- representación teatral. Se me ocurre además otra hipótesis: ¿una
versión: "Plantear de entrada el hecho escénico y, a partir de allí, de estas artes no podría ser justamente el drama? El drama como
remontarse al texto. Así es como hemos llegado a privilegiar la modelo para una escritura engendrada por la escena.
noción de representación teatral y a tratarla como un dato relati- Si me vuelvo a preguntar entonces qué significa "escribir para
vamente autónomo". 5 Esta inversión es ahora un hecho. Y desde la escena" hoy, se me presentan dos grandes direcciones. Prime-
el momento en que este hecho es efectivo, podemos eliminar el ra dirección: "escribir" considerado en su sentido más amplio, no
adverbio "relativamente" y leer directamente "tratarla [a la repre- restringido a la escritura dramática ni siquiera textual. Se trata de
sentación] como un dato autónomo", porque lo que justificaba el una escritura que surge directamente de la escena —formulación
"relativamente" era, precisamente, la relación de una obra de tea- que resulta ingenua puesto que este "directamente" no excluye una
tro con el texto preexistente, relación que no podía deshacerse del conceptualización, anterior o simultánea, que puede pasar y pasa-
todo —a pesar de los esfuerzos de numerosos directores de escena rá la mayor parte de las veces, por la escritura. Mi propósito no es
en el momento cumbre de su poder, y a veces también de su arte. aquí, en el marco de este texto, examinar cuál es el devenir, en este
Se comprende entonces que la relación con el modelo se trans- caso, de la noción de modelo. Pero me parece que siempre el sueño
forme también. Porque de lo que se trata es de inventar un acto de un artista de una escena sin modelo chocará con otros espec-
teatral autónomo partiendo de la escena como si fuera una pá- táculos, aunque éstos sean los espectáculos anteriores del mismo
gina en blanco. Un acto que será en cierto modo su propio mo- artista, que funcionarán entonces como modelos más o menos vo-
delo, un acto teatral que sueñe con una escena sin modelo, en luntarios, más o menos asumidos, incluso como contra-modelos
la que todo sería posible. Toda la evolución del drama moderno más o menos eficaces.
y contemporáneo, donde el drama inventa su propia forma en Segunda dirección. Si se considera "escribir" en su acepción
cada nuevo gesto de escritura, apuntaba a librarse de los modelos más restringida, como escribir un texto, incluso una obra dramáti-
de representación, a distanciarse de ellos. Expliqué anteriormente ca, para... —y aquí, las alternativas que pueden completar la frase
son múltiples—, para responder a la petición de un director de
escena, para su propio proyecto escénico, a partir de improvisacio-
14 Bernard Dort, "rétat d'esprit dramaturgique, art. cit., p. 8.
nes, etc., la escritura se inserta dentro de un marco representativo
'5 Ibid., p. 9.
108 EL MODELO SOÑADO DE UNA ESCENA SIN MODELO JOSEPH DANAN 109
que la precede, cumpliendo literalmente la inversión postulada por 2000). Lávenir d'une crise, dir. de Joseph Danan y Jean-Pierre
Dort: el proyecto escénico es primero, el proyecto de representa- Ryngaert), n.° 24-25 (2002), pp. 193-201.
ción, más o menos elaborado, funciona como modelo para el texto --, "Les Amants imparfaits", en Enquétes du désir, trois piéces,
que va a escribirse. Pero no se descarta que el texto escrito de esta Carniéres-Morlanwelz, Lansman Éditeur, 2003.
manera modifique a su vez el "modelo" —ante lo que nos toparía- Danis, Daniel, Terre océane, roman- dit, París, CArche, 2006.
mos de nuevo con la dialéctica que creíamos perdida—. ¿Puedo Deleuze, Giles "La Méthode de dramatisation", en L'Ile déserte, Pa-
atreverme a exhibir otro ejemplo personal? Es el de la obra Police rís, Minuit, 2002. [Trad. al español: La isla desierta y otros tex-
Machine, escrita por encargo de un director de escena, Julien Bouf- tos, ed. de David Lapoujade, trad. de José Luis Pardo, Valencia,
fier, para un dispositivo escénico muy singular que él había con- Pre-Textos, 2005].
cebido, una especie de peepshow. Volví a montar en México esta Dort, Bernard, "Ijétat d'esprit dramaturgique", Théátre/Public,
obra, diez años más tarde, "olvidando" completamente el dispositi- n.° 67 (enero-febrero de 1986).
vo que le había dado vida; prueba, si es que necesitamos alguna, de --, "Le Texte et la scéne: pour une nouvelle alliance", en Le
que la escritura dramática puede todavía a su vez independizarse y Spectateur en dialogue, París, Paul Otchakovsky-Laurens,
existir como un arte autónomo. 1995.
Pero también aquí hay un campo que precisa ser explorado, Etudes Théátrales (La Réinvention du drame (sous l'influence de la
ya que los procesos de creación ofrecen toda clase de experiencias scéne), dir. de Jean-Pierre Sarrazac y Catherine Naugrette,)
y de variantes. Si estudiamos estas alternativas comprenderemos n.° 38-39 (2007).
exactamente hasta qué punto la distinción entre obra dramática y Gouhier, Henri, L'Essence du théátre [1943], París, Aubier-
texto-material dejó de ser pertinente. Habría entonces que anali- Montaigne, 1968.
zar dónde se aloja o en qué radica la dramaticidad, si existe todavía --, Le Théátre et les arts á deux temps, París, Flammarion, 1989.
—y pienso que éste es a menudo el caso, me refiero así a lo que dice Mervant-Roux, Marie-Madeleine, "Un dramatique postthéátral?
Marie-Madeleine Mervant-Roux cuando habla de dramatización Des récits en quéte de scéne et de cette quéte considérée com-
para la escena—, 16 y quizás incluso descubramos que no hay teatro me forme moderne de l'action", L'Annuaire Théátral. Revue
sin una forma u otra de dramatización. Québécoise d'Études Théátrales n.° 36 (otoño de 2004).
Sarrazac, Jean-Pierre "IjAuteur de théátre et le devenir scénique
de son ceuvre. Diderot, Ibsen, O'Neill, Brecht", Registres, n.° 4,
BIBLIOGRAFÍA (noviembre de 1999).
Srbljanovie, Biljana, Barbelo, á propos de chiens et d'enfants, trad.
Danan, Joseph, L'Eveil des ténébres, Ruan, Médianes, 1993. de Gabriel Keller, París, arche, 2008.
"Écrire pour la scéne sans modéles de représentation?", Etudes
Théátrales (Écritures dramatiques contemporaines (1980-
ujr.
' Marie-Madeleine Mervant-Roux, "Un dramatique postthéátral?
Des récits en quéte de scéne et de cette quéte considérée comme forme
moderne de l'action", L'Annuaire Théatral, n.° 36 (otoño de 2004).
110 EL MODELO SOÑADO DE UNA ESCENA SIN MODELO JOSEPH DANAN 111
EL TEATRO EN LA ERA
DE LA INTERCONEXIÓN GENERALIZADA'
Aún estamos bastante lejos de dominar hasta ese mismo punto [acaba El aura es presencia del mundo, y presencia en el mundo. La
de hablar de la música] los fenómenos visibles. Color y relieve aún reproductibilidad de esta presencia, según Benjamin, destruiría la
se resisten bastante. Un sol que se pone en el Pacífico o un Tiziano unicidad.
que está en Madrid no vienen aún a pintarse en el muro de nuestro En múltiples ocasiones en su ensayo, Benjamin hará del teatro
cuarto con la misma fuerza y verosimilitud con que recibimos una un territorio de excepción en el corazón del arte: "La más precaria
sinfonía. / Todo se andará? de las puestas en escena provincianas del Fausto tiene esta ventaja
sobre una película del mismo tema"" —opinión con la que pode-
Donde podemos observar que se sitúa en el mismo plano la mos no coincidir—. O incluso, "Nada hay, en efecto, como el es-
caída del sol en el mar Pacífico y un Tiziano, lo que Valéry ha re- cenario teatral, que sea más decididamente opuesto a una obra de
unido antes bajo la expresión "Realidad Sensible" —"No sé si filó- arte tomada ya completamente por la reproducción técnica o, más
sofo alguno ha soñado jamás una sociedad para la distribución de aún —como en el cine—, resultante de ella"." Lo que se convirtió
Realidad Sensible a domicilio': 10 en un tópico. Y sin embargo, ¿quién podría negar que lo que dice
Algo que Benjamin no previó y que abre, me parece, al inicio del Benjamin es algo estrictamente razonable, algo que funda el teatro
siglo xxi, un nuevo cambio de paradigma, es que la obra reprodu- y en relación con lo cual deberemos tomar una posición?
cible al infinito, incluso la no-obra, puede dar lugar en este proceso Ahora bien, algo ha cambiado desde la época de Benjamin, y
de reproducción a una nueva aura que marca el apogeo de esta con- es la noción misma de hic et nunc —de aquí y ahora—. El caso del
fusión. Me uno aquí a Georges Didi-Huberman cuando sostiene cine, que era, en la época en que Benjamin escribe, una de las ma-
—sin hacer referencia a internet— que ciertas obras de arte mo- yores referencias en materia de reproductibilidad y, por lo tanto,
derno pueden "no caracterizarse por una decadencia del aura, de desestabilización de las condiciones de recepción, pudo haberlo
para fomentar muy por el contrario algo así como una nueva for- inquietado. En mi caso, cuando veo una película puedo saber que
ma aurática"." no es más que una copia, pero, después de todo, poco me importa
Antes de llegar a la obra de arte, Benjamin define el aura de un que no haya un original en alguna parte: la obra no está por eso
objeto natural como el desprovista de esa autenticidad que constituye, según Benjamin, el
sello de la obra de arte, una autenticidad constituida de lo que es,
aparecimiento único de una lejanía, por más cercana que pueda estar. por su naturaleza misma, el cine —cito a Benjamin: "La reproduc-
Reposando en una tarde de verano, seguir la línea montañosa en el
horizonte o la extensión de la rama que echa su sombra sobre aquel tibilidad técnica de las obras de cine tiene su base directamente en
la técnica de su producción"—." El hic et nunc del cine no es otro,
9Ibid., p. 1285. [Trad. al español: pp. 132-133.] 12 Walter Benjamin, op. cit., p. 19. [Trad. al español: op. cit., p. 47.]
'° Idem. [Trad. al español: p. 132.] " Ibid., p. 16, nota 1. [Trad. al español: p. 44, nota 4 a la tercera redac-
" Georges Didi-Huberman, Ce que nous voyons, ce qui nous regarde, ción del ensayo, versión de 1937-1938.]
París, Minuit, 1992, p. 122. [Trad. al español: Lo que vemos, lo que nos mira, 14 Ibid., p. 40. [Trad. al español: p. 70.]
trad. de Horacio Pons, Buenos Aires, Manantial, 2006, p. 109.] 15 Ibid., p. 25. [Trad. al español: p. 61.]
painting, del happening, y de los teatros del performance." realizar escénicamente los primeros espectáculos de Bob Wilson,
Para Benjamin, tal y como lo indiqué antes, el aura es pre- seguidos de muchos otros. Un teatro, para parafrasear a Stein, en el
sencia del mundo y presencia en el mundo. Presencia cuya repro- que cualquier elemento del paisaje puede ponerse en relación con
ductibilidad tendería a destruir la unicidad. Ahora bien, considero cualquier otro. 29 La mayor parte de los espectáculos que se hacen
que el mayor desarrollo de la "obra-paisaje" es indicio de una ten- hoy día en el cruce entre la danza y el teatro, tanto como los que in-
sión entre lo que depende de la irreductible no reproductibilidad tegran la imagen de video, pertenecen al campo del "espectáculo-
del teatro, como arte del presente —y de la presencia"—, y lo que paisaje" desde el momento en que su pretensión no es ya "contar
hoy trabaja el arte en sentido contrario —la reproductibilidad al una historia", poner a funcionar los maquínicos engranajes de una
infinito de un mundo sin presente y sin presencia—, hasta el punto acción —desechando el principio de causalidad que según Vin-
de que el teatro tampoco puede ya escapar a ello, si no es a precio de aver caracteriza la pieza-máquina—, y quizás, más ampliamente,
desaparecer; es decir, no podrá escapar a ello, ya que el teatro desde el momento en que estos espectáculos no se construyen a
no desaparecerá. partir de una dramaturgia previa, de una obra dramática matricial
Cuando menciono la "obra-paisaje" no me refiero únicamente a que funcionara como su programa, lo que no impide que puedan
la obra escrita —aquella que Vinaver opone a la obra-máquina 26—, proyectar —como decía Jacques Jouet hace poco— una o varias
sino también a espectáculos, si bien para ese caso yo introduciría historias, una infinidad de historias. El "espectáculo-paisaje" no se
mejor la noción de "espectáculo-paisaje", que se acerca más, final- despliega linealmente, sino que nos pone delante, nos coloca, como
mente, a la utopía del teatro de Gertrude Stein, entre coreografía y diría Georges Didi-Huberman, en el umbral de una imagen, otor-
ópera, entre poesía rizomática 27 y fotografía animada —estoy pen- gándonos, más o menos, la posibilidad de entrar en ella —ya referí
antes el modelo de los videojuegos—, entrar en el paisaje y en sus
caminos que se bifurcan, para permitirnos, en nuestra soledad,
Cfr. Richard Schechner, Performance: expérimentation et théorie du
24
que nos perdamos en ella o en ella encontrarnos. Desde este pun-
théátre aux USA, ed. de Anne Cuisset y Marie Pecorari, dir. de Christian
Biet, trad. de Marie Pecorari y Marc Boucher, Montreuil (Sena-Saint-De- to de vista, el "espectáculo-paisaje" prefiguraba —en la visión de
nis), Éditions Théátrales, 2008. Véase en particular la p. 135 para el action Stein— y verifica —hoy en día— la existencia de un teatro de la era
painting pp. 140-141 y 173-174. de internet, de la interconexión y de la bifurcación generalizadas.
25 Cfr. Bernadette Bost y Joseph Danan, "L'utopie de la performance", El teatro ha asimilado completamente la revolución cinemato-
La Réinvention du Drame, número dirigido por Jean-Pierre Sarrazac y gráfica, principalmente mediante la utilización del video, y se pue-
Catherine Naugrette, Etudes Théátrales, n.° 38-39 (2007). de decir que la integración de la imagen filmada —como un medio
26 Cfr. Michel Vinaver (dir.), Écritures dramatiques, Arles, Actes Sud,
1993. Remito también a Joseph Danan, "Piéce paysage", en Jean-Pierre 28 En Gertrude Stein, A Stein reader, ed. de Ulla E. Dydo, Evanston,
Sarrazac (dir.), Lexique du drame moderne et contemporain, Belval, Circé, Northwestern University Press, 1993.
2005. " "Un paisaje que no se mueve pero que está siempre en relación: los
27 "Un rizoma no comienza ni acaba": Gilles Deleuze y Félix Guattari, árboles con las colinas, las colinas con los campos, los árboles unos con
Mille plateaux, París, Minuit, 1980, p. 36. [Trad. al español: Mil mesetas: otros, sin importar qué porción de ellos con qué porción del cielo, y así
capitalismo y esquizofrenia, trad. de José Vázquez Pérez, col. de Umbelina cada detalle con respecto a todos los otros". Gertrude Stein, Lectures en
Larraceleta, Valencia, Pre-Textos, 2006, p. 29.] Amérique, trad. de Claude Grimal, París, Bourgois, 1978, p. 122.