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I. Introducción al método
3. Nos pone en contacto directamente e inmediatamente con la vida misma del texto, sin
exigir un saber previo: histórico, lingüístico, semiológico por ejemplo; teatral o literario;
cultural en general.
5. Es tan dramatúrgico como textual. Se dirige tanto al simple lector que quiere ampliar sus
su acceso a la obra como al artista (director, actor) que empieza un trabajo dramatúrgico.
Sin nunca abordar las preguntas de puesta en escena, permite entender de qué manera el
texto funciona como objeto teatral. Además, es “económico” para la persona que aspiraría
al nivel de realización que consiste principalmente en el examen detallado de un fragmento
(verse “Instrucciones” en seguida)
7. Ofrece varias herramientas que permiten ubicar una obra en el medio de las obras
dramáticas de todos los géneros, épocas, países… o en comparación con cualquier obra
dramática singular.
9. No resulta una “tipología de los textos de teatro, pero permite edificar una “topografía”,
en la cual una obra encontrara su posición singular.
11. Se debe usar, no tanto con un espíritu científico, sino con un espíritu de arreglos. Las
herramientas que ofrece son bastante imprecisas para desanimar cualquier tentativa de
sistematización. Sin embargo, al nivel pedagógico, ejerce con precisión y rigurosidad. No
autoriza la aparición prematura de ideas generales. Ellas se forman a medida que
avanzamos.
12. Se inscribe en la idea de Proust según la cual “Es en la cima de lo particular que nace lo
general…” o la de Goethe “No se busque nada detrás de las superficies, ellas son el secreto”
13. Radica en un fundamento descrito por las tres proposiciones siguientes a) entender un
texto de teatro es, principalmente, ver cómo funciona dramatúrgicamente b) el modo de
funcionamiento dramatúrgico aparece con la exploración de la superficie de la palabra c)
analizar un pequeño extracto sacado del entreteja del texto permite, esencialmente,
determinar el modo de funcionamiento en la totalidad de la obra y da todas las llaves
necesarias a la comprensión de la obra en su globalidad. Esta última proposición puede
sorprender. Radica en un fundamento previo: la obra está toda entera en su escritura
misma, y la escritura no cambia en camino. Pero radica también, como cualquier
fundamento, después, en la verificación de los resultados de la experiencia.
II- Instrucciones
-la micro-acción que ya hemos visto: es el nivel molecular del texto, donde sentido y
materia, contenido semántico y contenido formal (fónico y rítmico) se confunden,
interactuar hasta ser indisociables;
-la acción global: es el nivel de la obra tomada en su totalidad;
-la acción de detalle: es el nivel intermedio entre la micro-acción y la acción global: el
nivel del segmento o de la secuencia, del fragmento en su globalidad, a veces de la
escena, del cuadro, del acto.
6. Desde los resultados encontrados con la “lectura en cámara lenta” del fragmento, se
necesita una vista general del modo de funcionamiento de la obra en su globalidad.
Para eso, tenemos que ubicar la posición del texto estudiado en cuanto a unos ejes
dramatúrgicos (de los cuales vamos a hablas más adelante). Resulta un perfil general
de la obra que no sólo muestra su modo de funcionamiento singular, sino también
permite medir las convergencias y las divergencias tanto con cualquier otra obra
dramática como con el universo de las obras de teatro.
7. Lectura “a velocidad normal” de la obra entera. Se verifica, se completa, se ajusta, se
corrige si es necesario los resultados del análisis del fragmento.
8. Hasta ahora, el examen de la obra se hizo sin ninguna consideración del contexto. In
fine, tomamos en cuenta los principales datos históricos, socio-económicos,
culturales y biográficos que permiten ubicar la obra en su medio y disfrutar unos de
esos aspectos diferentes de los textuales y dramatúrgicos.
9. No está prohibido finalmente tener una opinión sobre la obra, el valor que le damos
depende del potencial del efecto que tiene sobre nosotros (lo que nos hace sentir,
percibir, entender), del placer que nos gestione, de la intensidad del interés que le
tenemos; y sobre todo los medios que convoca para lograr todo eso: el pensamiento,
la emoción, la carga poética, la risa, la seducción…
III- Palabras-herramientas
1. Situación inicial
2. Información
3. Acontecimiento
7. Obra-machina, obra-paisaje
1. Figuras textuales fundamentales que se aplican a una réplica o una parte de ella.
V- Ejes dramatúrgicos
El análisis del fragmento se puede completar buscando la posición del texto en cada uno de
los quince ejes definidos en seguida, o en algunos de ellos que parecen permitir mejor
definir la obra del punto de vista de su funcionamiento. El esquema de los ejes tiene un
doble uso: 1- es la herramienta que permite hacer la síntesis de los resultados obtenidos; 2-
es una herramienta comparativa, que permite medir la diferencias y convergencias de la
obra con cualquier otra, que permite también ubicar su situación en el medio global de las
obras dramáticas, como se hace de un barco en el océano.
1. Estatus de la palabra
La palabra es acción, o al contrario, la palabra es instrumento de la acción.
2. Carácter de la acción global
Es unitaria y centrada, hay un problema con una resolución, un nudo con desenlace,
enigma con aclaración, intriga para descifrar, expectativas a satisfacer, conflicto
buscando una solución. O al contrario: la acción global es plural y descentrada.
3. Dinámica de la acción global
La acción global avanza con serie de causas y efectos, con un sistema de engranaje
cuyo elementos se constituyen por la acciones al nivel intermediario o molecular. El
movimiento de la obra obedece a esta lógica de necesidad. Se trata de la obra-
machina. O al contrario: la acción global avanza por reptación aleatoria, por
yuxtaposición contingente de mico-acciones discontinuas. Se trata de una obra-
paisaje.
4. Situación
El interés de la situación inicial (de la obra, de la escena, del fragmento) es fuerte. O
al contrario: es débil.
5. Información, acontecimiento
El texto tiene una fuerte densidad de información y o acontecimiento. O al contrario:
la densidad de las informaciones y o de los acontecimientos es débil.
6. Función de los temas
Son los motores de la acción, forman una red que participe al sistema generador de
tensión de la obra, su función es esencial. O al contrario: accesorio, su función es
vestir, ornar la intriga.
7. Estatus de las ideas
Son motrices, constituyen el motor de la acción, y sus oposiciones definen la acción.
O al contrario: Su estatus es como el de los temas, elementos del paisaje (o incluso
ausentes).
8. Personajes
Son muy definidos, entendibles, característicos, son interesantes en si mismos. O al
contrario: el espacio inter-personajes es más visible, más interesante que cada
personaje individualmente.
9. Estatus del espectador
Hay superioridad del espectador sobre los personajes; ellos no saben tanto como el
espectador sobre sus propios destinos, sobre lo que va a pasar. O al contrario: hay
igualdad entre los dos. A veces incluso, puede haber superioridad del espectador y
uno de los personajes.
10. Estatus del presente
ES el punto de comunión entre pasado y futuro que forman un tiempo continuo en lo
cual el presente se integra. O al contrario: es la única realidad, tiene una relación
suelta, azarosa, disjunta con los elementos del pasado y del futuro. La acción global
es una sucesión de instantes discontinuos, juntándose de maneja contingente.
11. Engaño, trampa
Se instala un dispositivo de engaño (malentendido, quiproquo) o de trampa. ES el
motor o la fuente mayor de interés, de la acción global (suspenso) O al contrario:
Nada de trampa, de engaño, sólo al nivel micro textual.
12. Sorpresa
Resulta de una espera que se acumula, resbale para acabar con un resultado que
cambia las expectativas y las previsiones. La sorpresa en perspectiva crea la tensión
dramática. O al contrario: la sorpresa siempre adviene al nivel molecular. La puesta
en tensión se renueva todo el tiempo, a medida que avanzamos en la sucesión de las
palabras acciones. A veces, hay sorpresa en los dos niveles.
13. Déficit
Pensando que todo texto dramático tiene a la base un déficit, una falta… El déficit se
puede identificar, nombrar, exponer como elemento de la fabula. O al contrario: Es
difuso, al nivel capilar.
14. Ritmo
El ritmo entra de manera esencial en el poder de la acción de la palabra. O al
contrario: El ritmo es accesorio, o ausente.
15. Ficción teatral
Hay una ficción teatral muy resistente, el personaje tiene una identidad propia, su
alteridad es clara en cuanto a los otros personajes, al actor que le representa, al
autor, al espectador, hay ilusión teatral al interior mismo de la convención. O al
contrario: Hay atenuación, abolición de la frontera entre imaginación y real, entre
historia representada y representación, entre personaje y actor autor espectador,
entre lugar de la acción y escena. Hay interferencia, interpenetración, mezcla,
perturbación de los planes en los cuales la palabra se pronuncia. La ficción teatral
esta con huecos o en abismo. El drama desaparece dejando su lugar al espectáculo
de una subjetividad (la del autor) o a la celebración de una ceremonia de los adiós (al
teatro, al sentido, a cualquier identidad). A veces la confusión de los planes sólo
ocurre de manera fugaz (monologo de un personaje en dirección del publico) el
efecto no busca obligatoriamente disolver la ilusión teatral, pero de suspenderla un
tiempo y volver después.