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A trabajar!!
Buscando curar las heridas de la post guerra, el partido Nazi fue aumentando
su presencia en la política atrayendo a toda clase de ciudadanos rencosos y
frustrados que no soportaban más el clima político que se vivía en Alemania.
Para 1930 el partido nazi lograría la mayoría en el parlamento Alemán y en
enero de 1933 Hitler seria designado como canciller de Alemania, dando
por finalizada la República de Weimar e iniciando la "sincronización nazi",
mediante la cual forzaba a las organizaciones, los partidos políticos y los
gobiernos estatales a alinearse con los objetivos nazis y a ponerlos bajo el
dominio nazi. La cultura, la economía, la educación y la ley quedaron bajo
mayor control nazi. Los sindicatos fueron abolidos y los trabajadores, los
empleados y los empleadores fueron forzados a incorporarse a organizaciones
nazis. A mediados de julio de 1933, el partido nazi era el único partido político
permitido en Alemania.
Hitler buscaba tener poderes absolutos con los cuales poder dictar leyes sin
que estas sean aprobadas por el parlamento, objetivo que consiguió el 23 de
marzo de 1933 cuando logró la mayoría de los votos en el parlamento al anular
los votos de los comunistas opositores arrestándolos antes de poder votar.
Solamente quedaba poner al incorruptible ejercito de su lado, que lo consiguió
al eliminar a Ernst Röhm. Finalmente el 2 de agosto de 1934 llegaría el golpe
de gracia final con la muerte del presidente Hindenburg, instancia en la que
Hitler convocaba un plebiscito para pedir la unificación de los cargos de
canciller y presidente, Hitler logró concentrar todo el poder y convertirse en
el Fuhrer alemán, así comenzó la destrucción de la democracia alemana.
Por su parte, Burrin tiene su propia interpretación de los hechos. En una suerte
de explicación intermedia entre los dos polos anteriormente mencionados,
considera como los intencionalistas que Hitler alimentaba la intención de
eliminar a los judíos; no obstante, sostiene que esa intención era condicional y
sólo debía ejecutarse en el caso de que fracasara su proyecto de expansión
hacia el Este. A su vez, sostiene como los funcionalistas que la realización de
esa intención fue producto del contexto, hallando en el fracaso de la campaña
de Rusia el empujón definitivo.
Dada la carga violenta del lenguaje hitleriano al referirse a los judíos, se puede
inferir al menos una implicancia indirecta en el genocidio, ya que la temática de
la destrucción siempre estaba presente en su discurso. No obstante, el autor
maneja la teoría de que la potencialidad homicida del Führer sólo se llevaría a
cabo en un caso: el retorno de una guerra mundial de larga data, que
significaría el fracaso de su proyecto de expansión hacia el espacio vital
mediante guerras relámpago, y concluiría con su derrota y una nueva victoria
de los judíos. Si la conquista del espacio vital llegaba a fracasar prometía
medidas radicales en contra de quienes consideraba sus adversarios
principales para vengar su fracaso.