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COJO DE NACIMIENTO

P.YEIMY BLANCO RAMIREZ

HECHOS 3: 1- 10

INTRODUCCION:
Imagínese por un momento la tragedia de este hombre,
paralitico de nacimiento, marcado desde su niñez por una
imperfección en sus piernas no poder ser aceptado por la
sociedad ya que en ese tiempo todos los que nacían con una
deformidad en su cuerpo eran rechazados.
Desde que llegamos a este mundo nacemos con alguna
deformidad en nosotros ya sea espiritual, emocional o física
en alguna área de nuestra vida.
Ej; rechazo desde el vientre de la madre, rechazo por el
padre, abuso a muy temprana edad sea física o emocional,
falta de aceptación en la sociedad, nacer en pobreza extrema
o alguna deformidad en nuestro cuerpo que te marca de por
vida.
Como a este hombre cojo desde su niñez, adolescencia,
juventud y a sus 40 años cojo sin esperanza.
Pero cuando la esperanza muere entra a escena Jesucristo
para cambiar la historia.
1. A LA PUERTA DE UN MILAGRO, CUANDO NO HAY
ESPERANZA:
Vr.2 y era traído un hombre cojo de nacimiento, a quien
ponían cada día a la puerta del templo que se llamaba la
Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban
en el templo.

 Cuantos hemos estado cerca de la casa de DIOS,


pero lejos del DIOS de la casa. Isaías 29:13
 Sin esperanza y con deseos de morir y no vivir
Jeremías 29:11
 Alístate!! Porque todos serán testigos del milagro
que DIOS va a hacer en el lugar donde te vieron
padecer.

2. SU MIRADA EN MI:

Vr.3-4 este cuando vio a pedro y a juan que iban a entrar


en el templo, les rogaba que le diesen limosna.
Pedro, con juan, fijando en el los ojos, le dijo: Míranos.

 Cuando nuestra mirada está puesta en el mundo,


recibimos limosnas que no satisfacen la necesidad
que tenemos. Salmos 37:25
 Con solo una mirada de Jesús puede cambiar el
curso normal de las cosas. Salmos 121:3

3. A TENTO Y ESPERANDO RECIBIR:


Vr.5 entonces el les estuvo atento, esperando recibir de
ellos algo.
Mas pedro dijo: no tengo plata ni oro, pero lo que tengo
te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate
y anda.
 El cojo pedía lo que pedro y juan no tenía. Pero lo
único que tenían era precisamente lo que
necesitaba. San juan 8:32
,

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