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La fachada, la recepción, el área de ventas, el bar, la sala de juegos, los vestuarios, el
estacionamiento. ¿Qué superficie debe ocupar cada sector? ¿Cómo conviene distribuirlos?
¿Cuánto destinar a la circulación? Lea las respuestas en este artículo.
Nuestros clientes frecuentan a diario tres diferentes tipos de lugares con los que se
relacionan de manera distinta. El hogar es uno y el sitio donde trabajan es otro. ¿Pero, cuál
es el tercer espacio en sus vidas? Sin dudas, su lugar de placer. Entonces, nuestra apuesta
debe ser convertir al gimnasio en ese lugar. Y para ello debemos trabajar en tornarlo
atractivo, ya que competirá con otros espacios como la playa, un parque, el cine o un bar…
Frente a este escenario, las instalaciones de su gimnasio deben ser reinventadas de
modo que sus potenciales y actuales clientes perciban que su propuesta es única. Al igual
que sus profesores y sus clases, su arquitectura también debe ser exclusiva y diferente para
que tanto la primera visita como el día a día sean experiencias inconfundibles y
memorables.
Su gimnasio debe ser visto no sólo como un espacio para hacer actividad física, sino como
un lugar donde los miembros encuentran equilibrio entre el cuerpo y la mente, pueden hacer
amigos, relajarse y divertirse. Aquellos que comprendan que nuestro foco debe estar en
hacer felices a las personas mediante la actividad física, tienen una ventaja en el
mercado.
Dimensionamiento
Un buen proyecto empieza por una buena distribución de los espacios y por el correcto
dimensionamiento de cada uno. Para comenzar, el propietario necesita tener muy en claro
cuántos socios espera inscribir. Porque el tamaño de las instalaciones debe ser proporcional
al número proyectado de clientes. Sólo así se evitan las salas demasiado vacías o muy
llenas.
La ocupación media actual va de 1,2 a 1,4 socios por m2 de área construida, sin considerar
el estacionamiento. Por ejemplo, un gimnasio de 1000 m2 puede atender entre 1200 y 1400
clientes. Pero para alcanzar esa cifra, 65 por ciento de su superficie debe estar destinada a
producción: sala de musculación, salones de fitness, piscina, etc. El resto se dedica a
vestuarios (10% del área total como mínimo) y demás espacios operativos y de servicios.
Distribución de espacios
Para que el cliente se sienta siempre bien recibido, la recepción tiene que estar totalmente
en evidencia en la entrada del gimnasio. Quien visita el lugar por primera vez no puede
tener dudas respecto de dónde debe dirigirse por información. Al mismo tiempo, quien ya es
cliente tiene que encontrarse siempre con un “buen día” de la persona que está en
recepción.
Apenas el socio pasa por el molinete, lo ideal es que éste pueda observar varios ambientes
al mismo tiempo, tanto espacios de entrenamiento como de socialización. Respecto a la
circulación, en gimnasios con hasta 500 clientes, los pasillos deberían tener un ancho
mínimo de 1,20 metros. Gimnasios con 1000 clientes requieren pasillos de al menos 1,50
metros.
Ayudando a vender
En general, los clientes tienen que sentirse emocionados de algún modo para concretar una
compra. Esta premisa vale tanto para tiendas y restaurantes como para gimnasios. Pero
antes que nada, debemos entender quién es nuestro público objetivo, cuál es su edad, su
nivel socioeconómico y cultural, así como sus expectativas respecto al servicio que va a
contratar.
Las personas en general quieren ser parte de un grupo y van a elegir aquel gimnasio que
las haga sentirse de ese modo, integradas. Para eso, el aspecto visual del gimnasio debe
reflejar el gusto de ese grupo. Un gimnasio para público “A” debe ser diferente de uno para
público “C”, al igual que un gimnasio en un barrio residencial es diferente de uno ubicado en
una zona comercial. El aspecto del gimnasio no debe necesariamente ser bonito para el
dueño ni para el arquitecto, pero sí precisa estar alineado con las aspiraciones de su público
objetivo.
La fachada
El primer paso para ayudar a vender es garantizar un buen número de visitas: para esto la
fachada debe ser atractiva y reflejar lo que sucede adentro del gimnasio. Es una buena idea
colocar el área de musculación o de cardio como vitrina del lugar. Pero no exponga
demasiado a sus clientes. Nunca los coloque de espaldas a la calle, siempre de costado o
de frente.
Considere que el sol puede incomodar a quien está entrenando, de modo que si éste golpea
fuerte sobre su fachada en algunos momentos del día, deberá colocar una persiana en los
horarios incómodos o algún elemento arquitectónico en el exterior, como un toldo o un árbol.
La fachada debe también contar con un espacio para aplicar el logotipo o nombre del
gimnasio sobre la pared. Evite pintar las paredes con el mismo color de su logotipo. Lo
recomendable es usar un color que realce la marca y destaque el predio. Por ejemplo, si el
logo es anaranjado, el fondo puede ser blanco (color neutro) o azul (color complementario).
El tour de ventas
La primera imagen que perciba el cliente en el gimnasio debe impactarlo. La planificación de
los elementos decorativos garantiza que los socios miren hacia donde nosotros queremos.
Si la intención es hacerlos mirar en una determinada dirección, basta con colocar en ese
sector un cuadro, un artefacto de iluminación especial o cualquier otro objeto que llame la
atención.
Después del primer impacto, debemos continuar sorprendiendo al visitante durante todo el
tour por el gimnasio. Habrá que definir previamente cuáles son los lugares más bonitos a
visitar dentro de las instalaciones. Como las salas de fitness grupal están vacías la mayor
parte del día, los accesorios usados en las clases deben estar bien acomodados y
distribuidos para llenar ese espacio y eliminar la sensación de vacío.
Cuando hay ventiladores en esas salas, una alternativa es dejarlos encendidos a una
velocidad baja ya que eso ayuda a generar movimiento. De igual manera la sala de indoor
cycling también debe estar preparada para la venta. Alguna luz colorida, de bajo consumo,
tendría que permanecer encendida siempre para dar también la sensación de movimiento.
Área de negociación
Terminado el tour, el cliente debe ser llevado al área de negociación. Lo ideal es que ese
espacio esté separado del mostrador de recepción y que cuente con sillas cómodas y
sólidas para que el vendedor y el visitante puedan sentarse. Es más fácil influenciar a un
interlocutor estando al lado de él y no en frente. Así que las mesas redondas son ideales
para esta tarea.
Esta área de negociación debe ser especialmente acogedora. El uso de elementos
naturales como plantas, piedras y agua, ayuda a componer el ambiente ideal. Si se opta por
el uso de imágenes, deben privilegiarse las fotografías discretas, que transmitan emociones.
Ayudando a retener
De la misma forma que debemos encantar al visitante durante el tour de ventas para
convertirlo en cliente, tenemos que fascinar a quien ya es socio en su día a día, porque es
mucho más barato mantener a un cliente fiel que conseguir uno nuevo. Para lograrlo habrá
que transformar lo cotidiano en una experiencia increíble.
A fin de alcanzar tal objetivo es preciso conservar las instalaciones en buen estado de
mantenimiento. Para esto es recomendable usar en la construcción materiales resistentes y
fáciles de limpiar. En lo que respecta a iluminación, deben usarse pocos tipos diferentes de
lámparas, para que sea más fácil mantener un stock disponible y realizar cambios.
Al momento de comprar lámparas, además de escoger su voltaje (110 o 220V), su potencia
(número de Watts), debe también especificarse su temperatura y color. Este factor es
medido en Kelvin y cuanto más bajo (de 2700 a 3000 Kelvin) más amarillenta es la luz.
Tenga presente que estamos en el tercer espacio en preferencia del cliente y no queremos
que el gimnasio luzca igual que el trabajo o la escuela, donde la luz es usualmente blanca.
Hacer amigos
Si uno de los motivos para que alguien busque un gimnasio es pertenecer a un grupo, la
arquitectura debe propiciar los espacios adecuados para que las personas se encuentren,
conversen y se hagan amigas. Tales lugares pueden ser simples sofás en el medio del área
de musculación, un bar, salas de estar o salones de juego.
Estos espacios deben ubicarse en un lugar cercano al tránsito obligatorio de los clientes
para que sean efectivamente utilizados. Una manera efectiva de agrupar personas para que
éstas se relacionen es contar con un bar, ya que es mucho más fácil decirle a un conocido
“vamos a tomar un café” que proponerle “vamos a sentarnos para conversar”.
Otro espacio que fácilmente se convierte en un punto de encuentro es la sala de juegos.
Puede ser un espacio especial para eso (visible para quienes están afuera) o solamente una
pequeña mesa de metegol. Las canchas polideportivas o de fútbol de salón también
funcionan como área de socialización siempre que puedan ser usadas por los clientes con
fines recreativos.
Vestuarios
En el vestuario tenemos la oportunidad de proporcionarles a los clientes una sensación de
comodidad. El cuidado en los detalles a la hora de proyectar este sector es fácilmente
percibido por los socios.
El vestuario debe ser dividido en áreas: inodoros, lavatorios, duchas y un sector para el
cambio de ropa. Si es posible, estas áreas deben estar separadas y tener una circulación
bien definida. El socio que sólo va a dejar sus pertenencias en un armario no debería tener
que pasar por frente de quien está tomando un baño, por ejemplo.
Este cuidado, además de proporcionar comodidad e intimidad a los clientes, ayuda a
abaratar la obra. Ya que de este modo podemos usar un piso antideslizante o piso elevado
solamente en el área húmeda. Y en la parte seca no se necesitan usar azulejos.
Siguiendo con el concepto de comodidad, es válido crear un espacio para que los clientes
se arreglen, con espejos individuales, enchufes para los secadores de cabello y buena
iluminación. No pueden faltar tampoco el espejo de cuerpo entero, la balanza y el reloj.
Para calcular la cantidad de duchas, considere que necesitará 1 cada 100 clientes. Aunque
este número puede variar de acuerdo con la región donde está instalado el gimnasio y
según éste tenga, o no, piscina. La proporción de inodoros y lavatorios es de 1 cada 200
clientes.
Estacionamiento
Los americanos dicen “no parking, no business”, que significa “si no hay estacionamiento,
no hay negocio”. Y están en lo cierto. El estacionamiento es una cuestión crítica ya en
muchas ciudades y en el corto plazo será un problema en la mayoría. Para saber cuántos
lugares para estacionar usted necesita tener, debe antes conocer cuántos de sus clientes
usarán el gimnasio en las horas pico. En promedio, un gimnasio necesita un espacio para
estacionar cada 10 socios
Una de las últimas tendencias en llegar al sector fitness pero que hoy en día se
ha posicionado como un método de éxito es el entrenamiento funcional. Sus
beneficios están más que comprobados y son muchos los aficionados al deporte
y amantes del gym que sin dudarlo, han incorporado esta dinámica e
innovadora forma de hacer ejercicio a sus rutinas.
Toda esta tendencia de "verse y sentirse bien" ha abierto una interesante oportunidad de
negocios, particularmente para los centros deportivos y salones de acondicionamiento
físico. ¿De qué se trata? Mejor conocidos como gimnasios, en la última década estos
lugares dejaron de ser sitios equipados sólo con pesas para convertirse en centros de
esparcimiento que ofrecen una gran variedad de servicios como yoga, pilates y meditación.
Incluso, también dan clases de natación, box, kick boxing y capoeira.
Javier Díaz, propietario de In Motion Gym desde hace 12 años, afirma que este tipo de
negocio tiene temporadas bajas y altas dependiendo de cada mes. Por ejemplo, septiembre
no es una buena época, ya que compiten frente a los gastos escolares. En cambio, durante
Semana Santa y las vacaciones de verano aumentan sus inscripciones debido a que mucha
gente quiere lucir una mejor figura.
Por otro lado, para Miguel Ángel Gómez, dueño y administrador de Be Fit Center, la
temporada baja comienza desde noviembre y la situación mejora entre febrero y abril.
"Durante este periodo las personas acuden con mayor frecuencia, pues empiezan a cumplir
con sus propósitos de año nuevo", apunta.
Para abrir un nuevo grupo e impartir estas clases, Javier necesita un mínimo de seis nuevos
alumnos a fin de que sea rentable para su negocio. El gasto más importante es el sueldo de
un maestro, quien cobra unos $150 por hora. En tanto que la cuota para cada alumno sería
de $600 por un total de 20 horas al mes. Así, por cada grupo de 10 personas obtendrás
ingresos extra de $3,000 mensuales.
Promociona tu negocio
Una de las estrategias más efectivas para atraer nuevos clientes a tu gimnasio es a través de
una clase gratuita. "Se trata de una táctica muy buena porque la gente tiene la posibilidad
de darse cuenta si el lugar realmente cubre sus expectativas, así como calcular el tiempo de
traslado para llegar y el horario que más le conviene", explica Javier Díaz, y añade: "Del
100% de los prospectos que la toman, un 99% decide quedarse". Pero para reforzar esta
estadística también hay que diseñar promociones atractivas.
Aplicar tarifas preferenciales por pago puntual, dar ofertas como 2x1, no cobrar inscripción
o membresía son algunas de las recomendaciones a seguir. Edith Salazar, propietaria de
Curves Metepec -una de las franquicias internacionales de gimnasios exclusivos para
mujeres-, conquista nuevos clientes ofreciendo una semana gratis y un análisis de figura sin
costo. Sin embargo, estos negocios tienen en la publicidad de boca en boca a su mejor
aliado. Miguel Ángel Gómez, por su parte, también se publicita en revistas y a través de su
participación en eventos como la Expo de "Salud, Belleza y Deporte".
Además de la inversión en publicidad, Javier Díaz recomienda que cumplas con todo lo que
prometes desde un principio. Una de las mejores ofertas es contar con horarios flexi-bles,
pensando en las personas que trabajan hasta la tarde-noche. In Motion Gym -que también
ofrece las disciplinas de yoga, pilates y tai chi-, tiene una matrícula de 400 socios, mientras
que Curves atiende a más de 150 mujeres y, a lo largo de sus cinco años de vida, Be Fit
Center lleva acumulados 700 miembros inscritos.
Conoce tu mercado
La mensualidad de un gimnasio, con base en su ubicación e infraestructura, oscila entre
$450 y $1,400 por persona. Haz un estudio de mercado y fija tus tarifas según los
resultados. Por ejemplo, desde el inicio Miguel Ángel Gómez dirigió su negocio a un sector
con poder adquisitivo medio-alto y alto, ya que su oferta incluye planes de entrenamiento
para corredores profesionales. Esto a través de una alianza estratégica con Germán Silva,
reconocido atleta olímpico dos veces ganador del Maratón de Nueva York.
El concepto de Be Fit Center integra paquetes para quienes desean una mejor calidad de
vida por medio de masajes y consultas nutricionales -aquí el 75% de su clientela son
mujeres. En cuanto a los rangos de edad, el 60% de las personas inscritas son mayores de
30 años, el 30% tiene entre 24 y 30 años y el 10% restante está constituido por jóvenes
menores de 24 años.
Curves Metepec, por otra parte, maneja rutinas de ejercicios aeróbicos de bajo impacto
combinado con aparatos hidráulicos. El objetivo es que sus clientes -el 80% son mujeres de
25 a 35 años de nivel socioeconómico alto, quienes no tienen mucho tiempo libre- no
hagan músculos, sino se enfoquen a quemar grasa, tonificar y moldear su figura. Asimismo,
Edith Salazar brinda apoyo emocional y compañía a sus socias a fin de que se sientan
cómodas y no abandonen tan fácilmente este hábito.
Finalmente, Miguel Ángel Gómez planea replicar el concepto de Be Fit Center, el cual se
caracteriza por adaptarse muy bien en espacios reducidos, principalmente en locales
ubicados en plazas comerciales. Estos centros ofrecen grandes ventajas al público
consumidor, entre ellas, fácil acceso, estacionamiento y cercanía a otros negocios como
supermercados. Y, para complementar su oferta, proyecta traer nuevas técnicas de Estados
Unidos y Europa para adaptarlas a la demanda del mercado nacional.
Capacita a tu personal
Antes de abrir tu gimnasio debes contar con entrenadores profesionales, quienes tendrán
como principal objetivo estar en contacto directo con tus clientes para asesorarlos en todo
momento. Según su experiencia, Héctor Portales -entrenador e instructor de pilates- una
capacitación dura unos dos meses y medio con sesiones de ocho horas diarias. Durante este
tiempo, les enseñan no sólo técnicas, sino conocimientos relevantes acerca de la anatomía
y fisiología humana.
Cuando inicies es suficiente con tener un instructor de planta para atender el área de pesas
de tu gimnasio, mientras que para las clases adicionales de yoga, pilates, kick boxing o
danza árabe, la mejor opción es contratar a un entrenador para cada disciplina. Si necesitas
personal calificado, acude a la Asociación Mexicana de Educación Deportiva o a la
Federación Mexicana de Fisicoconstructivismo y Fitness, AC en donde, además de ofrecer
cursos de capacitación para instructores, también cuentan con bolsa de trabajo.
Una vez capacitado el personal, el siguiente paso es, precisamente, llevar a la práctica todo
lo aprendido. Héctor, por ejemplo, tiene una tarjeta de control por cada cliente, en la cual
registra qué partes del cuerpo trabaja determinados días, qué aparatos utiliza en cada
sesión, qué instructor estuvo a cargo del último entrenamiento, así como alguna adver-
tencia médica. De este modo, el entrenador conoce a detalle el expediente con los avances
de cada cliente.
Los instructores ganan entre $40 y $50 por hora, es decir, trabajando un promedio de 160
horas al mes, el salario asciende a unos $7,000 y hasta $8,000 mensuales. Ellos forman
parte esencial de tu negocio, ya que si quieres dar un servicio de calidad no sólo basta con
ofrecer un horario flexible (de 6:00 a.m. a 10:00 p.m), sino dar valor agregado a través de
un trato personalizado.
Acondiciona tu local
El gimnasio debe tener una extensión mínima de 240 m2. El local puede ser propio o
rentado, lo importante es acondicionarlo según tus necesidades. Para empezar, coloca
duela en el piso y espejos en las paredes.
Procura que tu negocio esté bien ventilado. Pero evita que haya corrientes de aire y no
instales aparatos de aire acondicionado o ventiladores, ya que esto puede perjudicar a las
personas que se ejercitan. Lo recomendable es contar con ventanas angostas que abran
hacia fuera y, de este modo, también optimizas el espacio.
Área de aparatos. Destina 120 m2 para distribuir ocho bicicletas, tres escaladoras y cinco
caminadoras, y deja un espacio de un metro entre cada aparato. Como se trata de equipo
pesado, asegúrate de que la estructura del local sea sólida, sobre todo, si el gimnasio no se
encuentra en planta baja.
Salón de usos múltiples. Este espacio (de al menos 20 m2) es fundamental, pues ahí se
pueden realizar varias actividades como clases de kick boxing, tae bo, danza jazz, zumba,
yoga y tai chi.
Ubicación
Tómate el tiempo que consideres necesario "de preferencia una semana completa" para
observar el movimiento en general y hasta el más mínimo detalle de la zona que tienes en
mente.
Así, obtendrás información clave como el número promedio de gente que transita de lunes
a viernes y los fines de semana, si hay oficinas de gobierno o privadas o se trata de una
zona residencial, y podrás verificar si hay fácil acceso peatonal y vehicular e identificar la
presencia de competidores.