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UNIVERSIDAD RAFAEL

BELLOSO CHACÍN
LICENCIATURA EN DISEÑO GRÁFICO

TEORÍA DE
LA
LUZ Y

Informe: Teoría de la
Materia: Dibujo
LA LUZ Y LA
SOMBRA

La luz ilumina el
mundo, mientras
que las sombras lo
oscurecen. Ambas
son igual de
importantes y sin el
contraste entre
ambas, seríamos
incapaces de ver las
formas que nos
rodean.
El ser humano siempre ha sentido fascinación por la presencia de la
sombra sobre todo ser animado e inanimado que se ata a él e imita sus
movimientos y su contorno, y que curiosamente es transparente, plana e
inmaterial.

El arte en general ha profundizado especialmente en este elemento


como un factor activo en la comunicación de sensaciones y efectos; según el
historiador de arte, Gombrich, las sombras definen la forma de la superficie
en la que aparecen, o matizan admirablemente la luz, indican el momento del
día, crean efectos dramáticos o expresan un determinado ambiente
emocional en un cuadro. Si deseamos representar bidimensionalmente a un
cuerpo podemos decir que realmente estamos representando a su sombra
arrojada sobre un soporte: nuestro papel.

Esto nos lleva a definir a la sombra arrojada como un elemento


bidimensional que describe al contorno de un objeto, anula su volumen, pero
confiere profundidad a su alrededor.

En la época medieval la sombra fue estudiada con gran interés como


elemento proyectivo, sin embargo, en el campo artístico esta es representada
bajo efectos simbólicos y arcaicos muy alejados de su valor real.
Matemáticamente había sido objeto de estudio en civilizaciones anteriores a
la medieval, un ejemplo claro está presente en Tales de Mileto (640-546 a de
C), gran geómetra y matemático que asentó las primeras bases de la
geometría.
Este realizó un viaje a Egipto y aprendió de los habitantes de Memphis
el medio de calcular la altura de una pirámide por la longitud de su sombra
proyectada. Si queremos hallar la sombra de un edificio cualquiera
tendremos que aplicar las propiedades de la semejanza para hallar dicho
resultado.
Al lado de la sombra proyectada del edificio, E, situamos a una
persona de altura P que proyecta una sombra Y.
Conocidas las magnitudes de la sombra del individuo y su altura
podremos hallar fácilmente a la altura del edificio: P/Y=X/E. La sombra ha
sido objeto de estudio y reflexión en otros campos, como el de la filosofía.
Platón, en su obra la República la define como un elemento asociado al
conocimiento y al arte.
En ella se narra la historia de un hombre encadenado en una gruta y
sin otra visión de la vida que la de un muro situado al fondo de la prisión en el
cual se proyectan las sombras de un mundo exterior desconocido para él.
En estas imágenes planas quedaba encerrado el conocimiento
humano y el verdadero conocimiento se obtenía solo cuando el cautivo
lograse contemplar aquel mundo iluminado por el sol- principio supremo del
universo-. A través del mito de la caverna Platón nos muestra que el camino
de las apariencias, que es el de las sombras nos conduce al mundo de la luz,
el mundo inteligible de la verdad.
En cierto modo en la cultura griega la sombra pierde terreno a favor de
la luz, esto explica que en la mayoría de sus esculturas clásicas los ídolos
griegos adopten posturas que evitan crear sombras o fuertes claroscuros;
sino nos fijamos bien sus movimientos son delicados, suelen mostrarse en
actitud de serenidad y la piedra es pulida hasta conseguir un efecto de
suavidad extrema y eliminar así cualquier vestigio de sombra.
Una historia más romántica de la sombra se presenta en la contada
por Plinio el Viejo que narra como la hija de un alfarero de Corinto dibujó
sobre un muro el contorno de la sombra de su marido, para así recordarle en
sus momentos de ausencia.
Esta historia asienta una de las bases del arte de la pintura y sitúa a la
sombra como un elemento vital para reflejar y representar a la realidad. Sin
embargo, ninguna de estas civilizaciones, si exceptuamos algunos avances
en el arte pictórico romano, la representó artísticamente; solo a partir del
renacimiento, cuando la perspectiva es descubierta, la proyección de la
sombra se convirtió en el objeto de estudio por pintores y escultores.
Leonardo da Vinci elaboró tratados en los que analizaba las
características espaciales y geométricas de la sombra y estas teorías fueron
realmente influyentes en el s. XVIII.
Para Leonardo de Vinci la luz era el proceso natural que mayor placer
producía al ser contemplado- siempre venía acompañada de su sombra y
esta podía ser más intensa que la propia luz-. Leonardo expresó en su
Cuaderno de Notas, la afinidad existente entre la sombra de un objeto e
imagen proyectada del
mismo.
En estos apuntes explica que si reemplazamos el ojo por la luz de una
vela y el rayo visual por el rayo de luz obtendríamos teóricamente idénticos
resultados.
Leonardo analizó también a las distintas luces que podrían iluminar a
un cuerpo opaco y decía: - “La primera de las luces con que son iluminados
los cuerpos opacos se llama particular, y es la luz del sol de una ventana o
de la llama de una vela.

La segunda se llama universal, y se ve cuando el tiempo está nublado,


con niebla o cosa parecida. La tercera es la luz mortecina, cuando el sol está
totalmente en el horizonte, al amanecer o al caer la tarde.
”-A partir de estos tipos de iluminación Leonardo designa a los tipos de
sombra que obtendríamos. Denomina a la sombra original a la sombra propia
del objeto.
Esta sombra la considera emisora de los rayos que determinan al
volumen del sólido y la incidencia de estos genera a la sombra derivada o
volumen de atmósfera.
La sombra arrojada es la sombra que se extiende en el plano y
depende claramente de la derivada. Gaspar Desargues (1593-1662) está
considerado como uno de los fundadores de la geometría proyectiva, en su
tratado de la sección de un haz de rayos proyectantes a partir del cual se
establece una homología entre dos figuras planas, se explican las razones
por las cuales podrían construirse las sombras geométricamente.
El fundamento de sus teorías reside en que, si un triángulo es
proyectado en un plano por un punto propio “O”, obtendríamos a otro
triángulo, de modo que ambos constituyen el uno con respecto al otro una
transformación geométrica denominada homología. En esta transformación
geométrica debía cumplirse, entre otros aspectos, que los puntos de ambas
figuras estuvieran alineados respecto a “O”. En el s. XVIII hubo un progreso
en la representación de sombras y de luces a partir del desarrollo de la
esciografía.
Esta ciencia permitía proporcionar una tercera dimensión a dibujos
icnográficos. La esciografía es un término que proviene del modo en que
nombraban al pintor Apolodoro (Atenas s. V a. C) como el esciógrafo, por su
manera de degradar los colores y crear volúmenes. La esciografía se define
como el arte de definir geométricamente tanto las sombras como su
proyección sobre otros objetos. Debemos distinguir por ello entre dos tipos de
sombra, la propia y la arrojada.
En los tratados de esciografía vemos las similitudes entre el dibujo de
sombras y la perspectiva, ya que en ambos casos se trata de la proyección
de un objeto sobre una superficie por medio de rayos, ya sean luminosos o
visuales.
Destaca la figura de Johan H. Lambert, el cual elaboró algunas
soluciones para representar geométricamente a la sombra con una
perspectiva verdadera analizada y representada de un modo distinto a la
sombra artística. Entre sus métodos destaca el del trazado de la sombra
partiendo en primer lugar de la luz de la vela, -foco de luz propia-, pasando
por la luz solar que es la luz impropia.
Destacan sus dibujos en los que se incluyen estos focos reducidos a
un punto propio o impropio. Según sus estudios las sombras arrojadas al
igual que las propias definían al espacio y cuando se proyectan en un objeto
la sombra se muestra casi como un objeto más.
El modo de dibujar geométricamente las sombras fue estudiado por el
jesuita Jean Dubreiul en el s. XVII. En el tratado se explica que los rayos
luminosos son todos paralelos al plano del cuadro, siendo arbitraria la altura
del foco solar. Esto nos permite analizar que la sombra proyectada sobre el
plano del suelo de una línea vertical, siempre resulta una línea horizontal. En
la práctica el método más utilizado para representar la inclinación de los
rayos paralelos es formando 45 grados, suponiéndolos paralelos a la
diagonal de un cubo.
La esciografía llegó a convertirse en un elemento de gran relevancia e
importancia en la cultura técnica francesa del s. XVIII, por lo que, en
ingeniería, arquitectura, y bellas artes se enseñaron técnicas gráficas que
incluían temas precisos de proyección de sombras.
Destaca el profesor Edme-Sebastian Jeurat uno de los profesores de
la École Royal Militaire de París y autor de un tratado de perspectiva que
dedica una parte de este a la sombra y su representación.
El trazado preciso obtenido a través de esta ciencia fue muy utilizado
tanto en planimetría como en dibujo técnico y además se fundamentaba en
las teorías elaboradas por Gaspar Monge.
A través de la geometrización de las sombras se pudieron encontrar en
el papel los límites de las sombras arrojadas según una dirección dada.
Como toda geometría fue necesario establecer convenciones o reglas, una
de ellas fue el de considerar en la realización de planos de arquitectura una
iluminación de izquierda a derecha con una inclinación de 45 grados. Esto es
debido a que la sombra proyectada según este ángulo crea una imagen
indeformada. En la práctica de la aguada también se ejerce el predominio de
la sombra proyectada a la derecha, según un ángulo de 45 grados,
caracterizado por la diagonal de un cubo que tiene una cara paralela al objeto
iluminado. La determinación de sombras se reduce a un problema de
geometría descriptiva en el que toman partido los trazados de intersecciones.
En el terreno de la geometría la concepción y normalización de la
sombra fue revelada y concebida en el s. XVIII por Gaspar Monge. Esta
quedaba proyectada en el plano de un modo homogéneo sin destacar zonas
difuminadas ni penumbras.
Gaspar Monge formuló científicamente la teoría de las sombras y sus
preceptos universales sobre cómo han de quedar proyectadas en un plano
fueron recogidos y ampliados por M. Brisson en 1827. Es necesario tanto en
el medio artístico como en el técnico precisar cuál es la fuente luminosa y
cuál es su posición con respecto al objeto iluminado.
En todas las aportaciones técnicas de la sombra estos factores tienen
un gran valor.
La inclinación e intensidad de los focos dependerá de las dimensiones
del foco o de la existencia de uno de uno o varios y la magnitud de la sombra
arrojada dependerá de la distancia a la que se encuentre el objeto de la
fuente de luz.
A partir del s. XVIII es cuando se empiezan a distinguir más claramente
los dos modos de representar bidimensionalmente la realidad: la artística y la
técnica, y cuando se empiezan a establecer teorías universales sobre la
plasmación de elementos comunes entre ellas como es el dibujo de sombras.
En el campo de la arquitectura el dibujo adquirió una dimensión más realista
a partir de las representaciones elaboradas por Etienne Louis Boullée, el cual
realizó proyectos con unos efectos más propios de la rama del arte que de la
arquitectura.
La sombra en la pintura tuvo su mayor esplendor en el barroco, sin
embargo, como decíamos antes, fue Leonardo da Vinci el que proporcionó
las claves del claroscuro a los futuros artistas del tenebrismo como
Caravaggio. A finales del renacimiento artistas como Tiziano definieron a la
sombra como un elemento resultado de una modificación tonal.

Esta concepción de la sombra perduró durante siglos hasta que en el


impresionismo se elimina su presencia a favor del color como luz en
movimiento.

Los impresionistas quitaron importancia a la diferencia entre luz y


sombra y desdibujaron los contornos de los objetos.

El fauvismo fue la causa extrema del impresionismo, de modo que este


movimiento eliminó al sombreado radicalmente al igual que a la iluminación
componiendo con matices saturados
Anexo
s
Bibliografía
 http://www.eduinnova.es/ene2010/sombra.pd
f

 https://www.monografias.com/docs114/geom
etria-descriptiva-y-dibujo-tecnico-carlos-e-
morciego-garcia/geometria-descriptiva-y-
dibujo-tecnico-carlos-e-morciego-
garcia.shtml

 https://revistas.unal.edu.co/index.php/dyna/a
rticle/download/25758/39341

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