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ciudad de Huánuco
Development of the Kotosh Ceremonial Center within the context of the city of
Huánuco
1
Universidad de Huánuco, Facultad de Ingeniería, Programa Académico de arquitectura
uzuriagaronquilloyubeli@gmail.com
eidamosnola@gmail.com
2014100772@udh.edu.pe
Introducción:
Para desarrollar este tema primero tenemos el concepto de la renovación del templo.
En los sitios excavados se nota la superposición de los edificios de la fase Kotosh Mito.
Tsugio Matsuyama (1972) nombró a este fenómeno como el “Enterramiento del Templo”. Esta
idea fue concebida por Matsuzawa y Seiichi Izumi cuando reconocieron dos fenómenos durante
la excavación del Templo de las Manos Cruzadas. Uno de ellos se refiere a que el Templo
estaba totalmente cubierto con rellenos de piedras y tierra. El otro fenómeno se refiere a dos
relieves de las manos cruzadas estaban cubiertos con arena y tierra suave, poniendo en
evidencia una especie de protección del peso de las piedras grandes del relleno que fueron
colocadas sobre la arena hasta la altura del techo del Templo. Ambos fenómenos hicieron
pensar que el Templo fue enterrado como si fuera el funeral de la estructura kotosh. (p.105
-107)
Referencias: Yoshio Onuki (2014) kotosh –una reconsideración de la fase kotosh mito.
https://www.minpaku.ac.jp/english/research/activity/publication/other/ses/089
El Precerámico Tardío o periodo Arcaico (2700-1800 a. de C.) fue marcado por la aparición de
centros públicos con arquitectura monumental a lo largo de la costa y de la sierra del Perú.
Centros como Caral, El Paraíso, Kotosh y La Galgada cuentan con pirámides, terrazas y plazas
abiertas que rivalizan en tamaño con los centros administrativos posteriores (Figs. 1, 2)
De acuerdo con Richard Burger (2006) la “Tradición Religiosa Kotosh” como una tradición
arquitectónica que reúne un conjunto de estructuras y una función religiosa de los periodos
Precerámico y Formativo de la sierra central y norte del Perú. Burger sugiere que los rituales
llevados en estas estructuras ofrecieron un espacio de integración y expresión de la experiencia
espiritual antes que un espacio para la confrontación, manipulación y dominación. (p.121)
Los efectos que el hombre ejerce sobre la naturaleza la cultura y tradiciones han
generado cambios en su composición. como las cerámicas encontradas los templos
arqueológicos de kotosh, mejorar el turismo y brindar seguridad a la población y no
causar retraso sino más descubrimientos de cerámico.
Objetivo general
Objetivos específicos
Kotosh
El Templo de las Manos Cruzadas es el más famoso, y el que hoy en día se puede visitar
y conocer, pues ha sido preparado para recibir a los visitantes. Tiene forma rectangular
y mide 9.5 metros de largo por 9.3 metros de ancho (prácticamente es un cuadrado). Sus
muros tuvieron una altura de 2.4 a 2.8 metros, los que fueron enlucidos con una fina
capa de barro color blanco-crema y engalanados con nichos y hornacinas grandes de
forma trapezoidal imitando puertas selladas. Como los templos de su tradición, el piso
está dividido en dos niveles con un fogón central en el nivel inferior y un conducto de
ventilación para dicho fogón. (fig. 3)
El Conjunto Ceremonial
Figura. 4. Vista inicial del exterior del Templo Figura.5. Vista interior del Templo de las
de las Manos Cruzadas. Lizardo Tavera. 2011 Manos Cruzadas. Lizardo Tavera. 2011
Ducto
Fogón central subterráneo
Manos
Puerta cruzadas
Pericausto Epicausto
(nivel inferior) (nivel superior)
El enterramiento y la renovación
Es curioso notar que siempre se dejaba sin dañar el piso inferior y su fogón, lo que
quiere decir que para preparar la nueva plataforma, el piso y fogón del templo anterior
fueron conservados y enterrados deliberadamente. Estos dos tipos de enterramiento nos
hacen pensar que el objetivo de tal acto fue construir la nueva plataforma para el nuevo
templo. Por tales razones, el autor propuso el término “Renovación” en lugar de
“Enterramiento”. Este término da más énfasis en el fin último del templo, aunque en
nuestra opinión, los templos y edificios fueron enterrados sin ninguna connotación
relacionada al funeral o a la muerte. Ante tal situación surge la siguiente pregunta:
¿Por qué o para qué fueron enterrados los templos? Observando los dos casos descritos
líneas arriba ―Templo Blanco y el Templo de las Manos Cruzadas―, opinamos que
ambos fueron enterrados totalmente para elevar la plataforma que iba a construirse
encima de ellos. Esto quiere decir que los templos solían demolerse con un objetivo
claro: construir uno nuevo. Esta actividad de destruir el viejo templo para construir uno
nuevo debe denominarse de “renovación”, puesto que en este proceso el viejo templo
fue demolido o enterrado. Además, hay que considerar el hecho de que conservar el piso
y fogón del viejo templo, junto con la capa de cenizas extendida por debajo del piso
inferior, tiene la denominación “peri-causto” según Bonnier (1997) (Figura.9).
El buen estado de conservación del doble piso, fogón y relieves nos hace suponer que
estos formaban la parte más importante del templo. Podemos también suponer que la
renovación es un proceso vinculado con el ritual, o que la renovación es una actividad
ritual colectiva y por ende una actividad ceremonial importante. Puesto que se demolió
y enterró el viejo templo, pero siempre se conservó la parte más importante, este
fenómeno puede denominarse como el núcleo del proceso ritual. El nuevo templo,
producto final del tal proceso, se yergue encima del viejo, con lo que el nuevo templo
hereda el significado fundamental de la actividad ritual.
El viejo templo fue enterrado no porque murió ni para sellarlo u olvidarlo, sino para
reconocer la continuidad del templo y su rito. Es muy probable que su significado
hubiera sido reconfirmado y reforzado cada vez más a lo largo de una repetida
renovación. La capa de cenizas es muy importante en los templos de Huánuco. Es parte
del núcleo del proceso ritual de la renovación. Se puede observar una analogía a la
agricultura del tipo “slash and burn” (Onuki 1998).
Nos inclinamos a opinar que esta analogía tenía el significado de la integración del
mundo real en el cosmos más grande conceptualizado entre los habitantes.
Figura.7. Superposición de los templos de la fase Kotosh Mito. El Templo Blanco de dos cuartos está
abajo y el Templo de las Manos Cruzadas está en la terraza superior. Yoshio Onuki . 2014
Los objetos
excavados de la fase kotosh mito
La ausencia de artefactos es una de las características particulares del templo, con la única
excepción del registro de 6 objetos de barro sin cocción que fueron encontrados en el piso y en
uno de los nichos de la pared sur del cuarto ER-28 del Templo Blanco. Uno de los objetos
registrados en el piso fue una figurina fragmentada en dos partes, cuyas dimensiones son de
8.5cm de alto y 4cm de diámetro en su base (Fig.10). En cuanto a sus características estilísticas,
la figurina presenta una cara donde la nariz es como una línea elevada y los ojos y boca son
punteados. Originalmente tenía brazos, los que posteriormente fueron destruidos. Cabe resaltar
que un pequeño agregado de arcilla en la parte trasera de la cabeza probablemente representa
cabellos. También se observó que aún quedaban restos de pintura roja y blanca en la nariz, boca
y mejilla izquierda. Otra figurina encontrada en un nicho tiene unas dimensiones de 7.2cm de
alto y 3cm de diámetro en la base. La parte cónica en la cabeza es despegable, lo cual hace
suponer que representaba el cabello. No tiene huella de brazos, y en cuanto a los elementos
faciales, estos son punteados y con una línea delgada elevada como en la primera figurina.
Aparte de estos objetos, se encontró una miniatura de cuenco hemisférico de 2.3cm de alto y
3.7cm de diámetro, otra miniatura parecida a una calabaza de 2.5cm de diámetro, y dos objetos
de barro sin cocción (uno elipsoidal y otro discoidal) en el mismo nicho. Con respecto a los
materiales utilizados para la fabricación de los objetos, se ha notado que los seis objetos son de
la misma arcilla mezclada con cuarzo y mica, con un particular color claro y marrón
amarillento, con un acabado superficial alisado. Aparte de estas
Figura.10. Figurinas y objetos de barro del Templo Blanco. Yoshio Onuki. 2014