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Más que mi hermana… un ejemplo para mi vida

Todo se dio en una cálida tarde de junio, ella estaba sentada tranquilamente sobre el sofá
acariciando a su bolita de pelos, así llama a su gata. Lo único que se escuchaba por la
cuadra eran los autos y motos que cruzaba por la vía, ella volteo su mirada y me observo
fijamente como tratando de descifrar que era lo que yo quería y pasados unos minutos dijo:
- ¿quieres preguntarme o decirme algo?
En ese momento yo solo asentí con la cabeza diciendo que sí.
- Bueno dime entonces, ¿qué es lo que te atormenta tanto en esa cabeza tan
congestionada por el mundo?
Lo menciono ella con aquella sonrisa burlesca que ponía siempre que le decía, “estoy
pensando”
- ¿Hace tiempo quieres saber cómo llegue hasta este punto donde estoy, cierto?
Bueno te contare como ha sido todo por lo cual he pasado.
Por un momento el silencio inundo la sala y solo podía escuchar los ronroneos de la gata.
Hasta que el silencio se rompió. Estaba intrigado con lo que me diría aquella chica de 22
años de edad en la cual se podía notar una sonrisa nerviosa de la que emanaba ternura,
belleza, vida e historia.
Esperamos un momento a que alguno de los dos estuviera dispuesto a romper con el
silencio abrumador de la sala. Me dispuse a poner algo de música para amenizar el
momento y ella estuvo de acuerdo con ello. En medio de los redobles de los bombos y las
suaves melodías de las guitarras dijo con voz suave:
- Tú me conoces mejor que nadie, pero aun así hay cosas de mi pasado que no sabes.
Me pareció curiosa esa lagrima que mojaba su mejilla mientras mencionaba como estuvo
marginada a una comunidad imperfecta que exigía perfección, ante todo esto solo intentaba
estar atento a sus palabras y evitar que se me saliera una lagrima mientras mencionaba
como la vida, una palabra de cuatro letras algo tan fácil de explicar y con un significado
que cabe en menos de dos renglones es algo tan difícil de hacer.
Ya la noche comenzaba a llegar, decidimos ir a la habitación del apartamento viendo, así
como las luces de los carros que empezaban a ingresar por las persianas de la habitación
iluminando cada una de las lágrimas de dolor, tristeza y alegría que bajaban por las mejillas
de ella. Entre llantos y suspiros me dijo que todo lo que había hecho para llegar hasta este
punto no era más que un sacrificio, era la forma de cumplir un sueño, una promesa que no
se podía romper porque se la había prometido al mundo.
Su postura había decaído por tantos recuerdos que llegaban a su mente mientras yo solo
admiraba su temple y el cómo había podido ella resistir tantos golpes de la vida. Contaba
con tanta alegría como eran sus momentos de juventud, se podía ver en su rostro lo tanto
que anhelaba volver a esos momentos donde todo pasaba sin preocupación alguna. Sin
esperar escuche una risa que salía de entre las lágrimas.
Eran casi las diez de la noche cuando ella con sus ojos empañados me miro y dijo:
- Sabes, cuando naciste creí que todo cambiaria en nuestra familia y que yo perdería
el amor de mis padres. Sin embargo, descubrí algo más importante y eso era el amor
de un hermano. Sabía que debía hacer lo posible para protegerlo para que creciera
en un mundo libre donde el fuera quien escribiera su propia historia.
En esas palabras tan llenas de pureza se pudo sentir aquel cariño tan profundo que tenía ella
hacia mí, en ese momento su mirada se ilumino y no fue por las luces de exterior, se le
notaba como si fuese algo más profundo que eso.
- El amor que te tengo es lo que me ha hecho pasar y aguantar todo esto. Las ganas de
cumplir lo que prometí, de crearte un mundo mejor para que crecieras es lo que me
ha hecho llegar hasta donde estoy.
Dijo dándome un abrazo. Sentía como sus lágrimas mojaban mi espalda, eso era lo menos
importante en ese momento, solo importaba el calor fraternal que existía allí.
De un beso en la mejilla despidió diciendo:
- La vida es dura y así debe de serlo porque si no, nunca descubrirás quien eres. No
tengas miedo del mundo, comételo a bocados y has lo que yo no hice por miedo, por
miedo a perderme en él. Cumple tus metas y lo más importante de todo es que el
sufrimiento no te quita o cambia lo que eres, solo lo mejora y lo más importante
sigue siendo tú.
La luna ilumino nuestra ventana y dio cierre a nuestra conversación, ella bajo de la cama,
en su cara notaba satisfacción de poder haber dicho lo que sentía y quería que yo fuera.
Esas palabras de sacrificio y valentía demostraron que tengo la hermana más fuerte que
jamás pude pedir por eso ella para mi es más que mi hermana, es un ejemplo de vida que
aun después del daño que ha recibido sigue con la misma sonrisa la cual esconde décadas
de sangre derramada, llantos y victorias.

JERONIMO SILVA RAMIREZ (2019)

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