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EL 

TEMPLO DEL SOL VILCASHUAMAN

Vilcashuamán (del quechua: Willkawaman; 'halcón sagrado') es una ciudad


del Perú, capital de la provincia de Vilcashuamán perteneciente
al departamento de Ayacucho en el Perú.
Vilcashuamán fue un centro administrativo de los Incas, Según los cronistas,
Vilcashuamán debió albergar a unas 40.000 personas. La ciudad estaba
conformada por una gran plaza en la que se realizaban ceremonias con
sacrificios, alrededor de ésta se encuentran los dos edificios más importantes:
el Templo del Sol y el Ushnu, los cuales perduran hasta la actualidad. Se cree
que la ciudad tenía la forma de un halcón en cuya conformación el Ushnu
ocuparía el lugar de la cabeza.
Según cuenta la historia de Perú, el inca Pachacútec mandó construir esta
edificación tras vencer a las chancas y así demostrar el poderío de todo su
imperio. Así, Vilcashuamán servía como un punto principal en la ruta del Qapaq
Ñan (Camino Inca) y también como un templo de culto al sol y un lugar desde
el que expandir el idioma quechua a todo el Tahuantinsuyo.

1. TEMPLO DEL SOL


En la parte sur de la Plaza Trapezoidal se encuentra la que seguramente es la
construcción más importante de todo el complejo arqueológico de
Vilcashuamán. Se trata del Templo del Sol, un lugar dedicado al dios poderoso
de los incas, el Inti. Junto a él se encuentran otros lugares de interés como el
Templo de la Luna.
El templo está construido con bloques de granito que pertenecen al estilo inca
imperial (la época del inca Pachacutec). Se puede acceder al lugar a través de
una puerta trapezoidal de doble jamba. También tiene una pared recta y una
pared semicircular con dos ventanas, una orientada al norte y la otra al este.
Era un recinto sagrado construido por los incas para rendir homenaje y dar
ofrendas al sol dentro de Machupicchu. Este astro era una de las deidades más
importantes de la civilización inca. Es así que solo los sacerdotes y la élite del
imperio podía ingresar a este templo
Con la conquista, Vilcashuamán también sufrió la furia de los españoles. Como
en el resto de lugares de Latinoamérica, los conquistadores pensaron que aquí
se encontraba un tremendo tesoro y saquearon este lugar, con especial ahínco
en el Templo del Sol. Después de causar graves daños en esta edificación
sagrada de los incas, sobre ella construyeron la iglesia de San Juan Bautista,
que aún hoy se mantiene en pie.

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