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Diogo Alves

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Diogo Alves
Diogo Alves - extraído de uma gravura da época (1840).png
Diogo Alves en 1840
Información personal
Apodo "El asesino del acueducto"
"Pancada”
Nacimiento 1810
Samos, Lugo, Galicia, España
Fallecimiento 19 de febrero de 1841 (30 o 31 años)
Lisboa, Portugal
Causa de la muerte Ahorcamiento Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Portuguesa
Lengua materna Portugués Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación Asesino en serie Ver y modificar los datos en Wikidata
Información criminal
Cargo(s) criminal(es) asesinato Ver y modificar los datos en Wikidata
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Diogo Alves (1810 – 19 de febrero de 1841) fue un asesino en serie español-
portugués. Entre 1836 y 1840, mató a 70 personas.1 Los crímenes que cometió
ocurrieron todos en el área del Acueducto de las Aguas Libres, ganando por tanto el
título de "Asesino del acueducto". Fue sentenciado a muerte y ahorcado el 19 de
febrero de 1841. La cabeza del asesino fue separada de su cuerpo y se introdujo en
un matraz, para así ser preservado con propósitos científicos. Ahora es una
atracción turística.2

Biografía
Nacido en Galicia en una familia campesina, Alves se cayó del caballo de la familia
cuando era pequeño y se dio un golpe en la cabeza, ganándose el sobrenombre de
Pancada ("golpe"). A los diecinueve años, sus padres lo mandaron a trabajar a
Lisboa. Tras cambiar de trabajo y habiendo dejado de escribirle a sus padres,
comenzó a beber y a apostar su dinero, conociendo a la posadera Maria "Parreirinha"
Gertrudes. Se cree que esta conexión instigó a Alves a matar. Comenzó a cometer
crímenes, ganándose el segundo apodo de "El asesino del acueducto". Robaba a
paseantes pobres, y luego los tiraba desde una altura de 60 metros para evitar ser
identificado y para que las muertes parecieran un suicidio, lo cual consiguió.

Los asesinatos en el acueducto seguían sin ser probados, pero el jurado sentenció a
Alves y su banda por otros crímenes, en particular por el asesinato de la familia
de un doctor. La hija de 11 años de Maria, Maria de Conceiçao, testificó en el
juzgado en contra de la banda. Su madre fue enviada a un exilio para toda la vida
en las colonias africanas.

Alves se convirtió en el penúltimo criminal en ser ahorcado en Portugal. Sus


acciones en aquel tiempo intrigaron a los científicos del entonces Colegio Médico-
Quirúrgico de Lisboa. Tras su ahorcamiento, en un intento de estudiar su cerebro,
la cabeza de Alves fue cortada y estudiada. A día de hoy todavía es preservada en
un recipiente de cristal, donde una solución de formaldehído ha perpetuado la
imagen de un hombre calmado—contrario a como realmente era. Los científicos nunca
pudieron explicar qué le llevó a comprar una llave falsa de los acueductos, donde
se escondía, y a cuanta gente robó y asesinó. La cabeza se encuentra en el teatro
anatómico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Lisboa, tras la formación
de un gabinete de frenología hecho por José Lourenço da Luz Gomes, lo que permitió
la preservación del esqueleto de Alves, junto con el de Matos Lobo (siendo uno de
los últimos sentenciados a muerte en Portugal). La cabeza de Diogo Alves fue uno de
los más significativos objetos de paso en 100 piezas para el Museo de Medicina, que
tuvo lugar en el Museo Nacional de Arte Antiguo en 2005.

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