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GUERRA ASIMÉTRICA,
POLÍTICA Y ARTE MILITAR.

“ Dedicado a los hombres y mujeres de la patria,


quienes juntos, civiles y militares
tenemos la sagrada responsabilidad
de proporcionar su defensa y de mantener su
soberanía e independencia! ”

Reinaldo E. Centeno Mena.

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Título: Guerra Asimétrica, Política y Arte Militar.
Autor: Reinaldo Centeno Mena.
Primera Edición; 40 Ejemplares.
Impreso en Barquisimeto, Edo. Lara; 15 / 03 / 07.

N° Dep. L.: LF 2522007355853.


ISBN: 978-980-12-2502-7

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Índice.

Prólogo.............................................................Pág. 5

Introducción......................................................Pág. 11

Primera parte
GUERRA ASIMÉTRICA, CONTEXTO ACTUAL

1. Guerra Asimétrica; Combate de Resistencia;


¿Un mito o una realidad?...........................Pág. 15

2. La solución pacífica de Controversias


Internacionales. El uso de la fuerza............Pág. 23

Segunda parte
GUERRA ASIMÉTRICA, DOCTRINA

3. Teoría sobre la guerra. Definición de Guerra


Asimétrica, Táctica Asimétrica;
Combate de Resistencia............................ Pág. 35

4. Los Objetivos en la Guerra Asimétrica........ Pág. 48

5. Fases de la Guerra Asimétrica.....................Pág. 52

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6. Los Sistemas Operativos en la Guerra
Asimétrica...................................................Pág. 69

7. Organización del Territorio en la Guerra


Asimétrica...................................................Pág. 84

8. Organización de la Fuerza en la Guerra


Asimétrica...................................................Pág. 86

9. Principios de la Guerra Asimétrica.


Características............................................Pág. 91

10. Estrategia y Táctica en la Guerra


Asimétrica..................................................Pág.105

Tercera parte
GUERRA ASIMÉTRICA, EL ENTORNO

11. La Guerra Asimétrica y la Población........Pág. 111

12. Los Poderes del Estado y la Guerra


Asimétrica.................................................Pág. 114

13. El Sistema Americano y la Guerra


Asimétrica.................................................Pág. 118

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Prólogo

La guerra regular o convencional es la que


desarrollan adversarios con poder relativo de
combate similares. Tales conflictos son los que han
motivado toda la planificación de Seguridad y
Defensa Nacional, organización y distribución
geográfica militar y por supuesto toda nuestra
instrucción militar. Estamos quizás, preparados para
la guerra convencional.
En la hipótesis de guerra de nuestros países
del tercer mundo, jamás se visualizó la posibilidad de
enfrentar el poderío de alguna potencia imperialista
con estrategias globalizantes, hegemónicas, que para
mantener su status quo, requiere un dominio político,
económico y de recursos especialmente energéticos
e hídricos.
Venezuela, país con una gran posición
geográfica estratégica, poseedora de grandes
riquezas de toda índole, especialmente las reservas
petrolíferas mayores del mundo e inmenso reservorio
de agua dulce potable, ha estado siempre en la mira

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de las potencias, y ahora con el nuevo liderazgo del
Presidente Hugo Chávez Frías, que trasciende a
Latinoamérica y se proyecta en el mundo, la
visualizan como un obstáculo para la consecución de
sus objetivos estratégicos y hegemónicos.
Venezuela es una hipótesis de guerra del
actual imperio más grande del mundo.
El Teniente Coronel del Ejército Reinaldo
Enrique Centeno Mena, Magíster Scientiarum en
Ciencias y Artes Militares, con un gran sentido de la
oportunidad y de la necesidad del conocimiento
concerniente a la Guerra Asimétrica, utilizando un
lenguaje sencillo, preciso y ameno, presenta en este
libro los tópicos más importantes de tan interesante
materia. Estoy seguro que será un punto de partida y
de estímulo para la nueva doctrina militar venezolana
necesaria en el siglo XXI.
La parte introductoria es un resumen histórico
de la conquista y del atropello a los aborígenes
americanos por las nacientes naciones europeas que
se repartieron los territorios y las riquezas del nuevo
continente. Concluye esta parte preliminar señalando

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el surgimiento del “Imperio”, y como la burguesía
criolla en los países subdesarrollados siguen atados
al gigante del norte.
En el cuerpo del libro, Centeno Mena,
desarrolla lo que constituye el objetivo de la obra; un
conjunto muy coherente de conocimientos sobre la
Guerra Asimétrica: el combate de resistencia,
definiciones, sus objetivos, fases, principios,
características, organización del territorio,
organización de la fuerza, estrategias y tácticas
asimétricas, sistemas operativos, la población, los
poderes del Estado y el sistema americano; todos
estos elementos o factores que son fundamentales
para el estudio, planificación y conducción de las
operaciones, haciendo siempre referencia o
analizando la asimetría positiva o ventaja de la fuerza
más poderosa y la asimetría negativa o desventaja de
la fuerza más débil, ofreciendo al lector de que
manera puede obtenerse el equilibrio o la reducción
de las ventajas del enemigo poderoso o potencia,
advirtiendo la necesidad de la participación del

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pueblo y demás sectores del Estado para obtener el
éxito en esta forma de guerra.
Merece especial consideración el numeral
segundo: “La Solución Pacífica de Controversias
Internacionales”, donde el Teniente Coronel Reinaldo
Centeno, acertadamente, como en todo su libro,
define claramente las controversias internacionales,
sus diferentes expresiones, formas de resolverlas,
bases legales internacionales, etc. Es que si el libro
enseña como planificar y ejecutar la Guerra
Asimétrica, tenía que señalar la forma de evitar tal
confrontación, de acuerdo al Derecho Internacional,
aunque sabemos que el país del norte ha irrespetado
el Derecho y la Ética Internacional.
Por último quiero resaltar el gran valor de esta
obra “Guerra Asimétrica, Política y Arte Militar”; su
contribución al aprendizaje y a la reflexión del pueblo
Venezolano y Latinoamericano sobre la necesidad de
la guerra asimétrica, como instrumento idóneo para
enfrentar a las fuerzas del imperio invasor, es de gran
valía. El efecto multiplicador que seguro va a generar
en el esfuerzo de lograr la nueva doctrina militar de

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Venezuela, estimulará muchos trabajos de
investigación en las escuelas de la Fuerza Armada
Venezolana y latinoamericanas; gran cantidad de
autores de libros, revistas y de artículos tendrán un
punto de apoyo en este libro.

M.Sc. Clemente Romero Montero


Profesor de la Escuela Superior del Ejército

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Introducción

Cuando los primeros conquistadores llegaron a


estas tierras, después de largas travesías, nunca
imaginaron encontrar nativos que les ofrecieran
primero las bondades de su territorio, pero luego la
consecuente resistencia a sus banales apetencias y a
sus oscuras pretensiones de dominio. Los verdaderos
dueños de este continente, quienes solo sabían
luchar para defender sus derechos ante sus similares
y vecinos, debieron organizarse para enfrentar a los
invasores que por todos lados del continente se
aproximaban desesperados por descubrir y aumentar
sus fronteras. Grandes contingentes y muchas armas
se transportaron en inmensos veleros con ese
propósito. Las armas originales, el arco y la flecha, la
lanza, la honda, la cerbatana, las piedras, el hacha y
el combate cuerpo a cuerpo, solo pudieron en manos
de sus héroes ofrecer una menuda resistencia, que
crecida con el valor y el arrojo de aquellos
aborígenes, defendieron hasta ofrendar sus vidas lo
que consideraron sagrado, sus familias, sus

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tradiciones, sus territorios. Aunque no eran Estados
pues no eran reconocidos internacionalmente, lo
tenían todo para serlo. Así ocurrió la primera
invasión. La potencia de otrora sometió a una gran
patria, la América; de la que poco después, de su
misma estirpe se levantó la sangre libertaria, y logró
trescientos años más tarde su independencia.
Nacieron muchas naciones con el germen de
la independencia y de la dominación extranjera en
sus conciencias, lo que facilitó en corto tiempo, el
sometimiento y el manejo de sus pueblos desde otros
confines, como marionetas.
El devenir de los tiempos y los adelantos
comunicacionales abrieron los ojos de sus
pobladores. Algunos se aferran a la idea de ser libres;
otros aún prefieren ser dominados.
Las riquezas de las nuevas naciones son
apetecidas y sostén de vida en otros Estados.
El pueblo del siglo XXI, el mismo que los
invasores encontraron hace mas de quinientos años,
el mismo que se levantó y recuperó su
independencia, ahora quiere ser verdaderamente

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libre, quiere su bienestar, quiere administrar sus
recursos y el producto de ellos utilizarlo en su
provecho. Pero hay un problema; similar al que se
encontraron Guicaipuro, Tamanaco, Paramaconi,
Tiuna y muchos otros; el mismo que encontraron
Bolívar, Sucre, Páez, Miranda y tantos
patriotas........¡la fuerza de la potencia es muy grande
y ella tiene dentro del pueblo cómplices, que prefieren
seguir siendo dominados; la potencia tiene a favor la
venia de otras grandes naciones y otros entes
internacionales!. La suerte está echada. El pueblo se
levantó y reclama sus derechos; su fuerza es
indetenible........logrará lo que quiere porque le
corresponde;........................ ...........................

Reinaldo E. Centeno Mena

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Primera parte
GUERRA ASIMÉTRICA, CONTEXTO ACTUAL

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1. GUERRA ASIMÉTRICA; COMBATE DE RESISTENCIA.
¿ UN MITO O UNA NECESIDAD ?

A finales del siglo XX en el país del norte del sur


fue casi imposible imaginar el empleo de su fuerza
armada en un combate de resistencia. Los medios
comunicacionales en general, formaron un patrón de
conciencia en sus ciudadanos y en los integrantes de
su fuerza armada, por años, que entre otras cosas
justificó la existencia del estamento militar para
garantizar la paz y la soberanía de esa nación. Los
potenciales adversarios de este país según ese
patrón, son los Estados vecinos que basados
generalmente en alguna diferencia limítrofe se
convertirían en enemigos, iniciándose como
consecuencia un hecho bélico o una guerra. Así, la
fuerza armada era útil y su trabajo fue solo
prepararse para la guerra y garantizar la paz. El
empleo del estamento militar sería en un escenario
de guerra regular, de guerra simétrica, fuerza armada
de un país confrontando a la fuerza armada de otro
país, y su doctrina, teoría militar y entrenamiento,

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versaba sobre ese tipo de guerra. A esto hay que
sumarle que la política expansionista y de dominio del
poderoso de América y primera potencia mundial
desde la segunda guerra, la obligó a controlar a los
ejércitos del continente, mas bien a los Estados,
imponiéndoles un modo de teoría de guerra y
equipamiento militar; y es así que en la mayoría de
los países del continente existe una doctrina y teoría
militar similar, con diferencias casi insignificantes, y
con equipos y armas bien parecidos, comunes, y por
supuesto, el principal abastecedor estaba al norte,
con repuestos, facilidades de pago, tecnología al
alcance y un programa de instrucción militar regional
abierto, que garantizaba el aprendizaje y la
actualización militar para todos. La primera potencia
nunca sería adversario, porque los Estados estarían
subordinados a ella. Pero además, de haber algún
conflicto con ella, no solo las posibilidades de éxito
para algún país serían prácticamente nulas, a razón
del desbalance de fuerzas, sino que ella conoce
perfectamente como se defendería cada país, como

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haría la guerra, pues la doctrina y el empleo de la
fuerza está controlada y en manos del norte.
En el país del norte del sur, por años, las
conciencias ciudadanas fueron manejadas.
Repetidamente se afirmaba al pueblo que se estaba
en una etapa de progreso, que los problemas no eran
tan graves, que la pobreza disminuía y estaba
controlada, que los gobiernos se ocupaban de sus
necesidades, que el nivel de vida de sus habitantes
era favorable y en aumento, que el nivel adquisitivo
era apropiado, que la educación y la salud tenían
buen ritmo, etc; pero bastaba acercarse al ciudadano
para escuchar su pesar, su necesidad y conocer la
realidad; sin embargo, una mentira dicha mil veces se
convierte en verdad y eso ocurrió con sus habitantes.
Pero paralelamente a esto, unos pocos eran los
realmente favorecidos, a expensas de la mayoría,
mayoría adormecida, controlada, que sin saberlo era
explotada y sin ninguna oportunidad real de progreso.
Este mundo virtual fue posible gracias a una
política comunicacional nacional bien pensada y con
eco en el espejo internacional, este último de mucha

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importancia y seguramente beneficiado de esa
realidad ficticia, porque el control no solo era militar,
sino económico, político, social, cultural, energético y
ambiental, entre otros aspectos.
Ese país al igual que muchos otros países del
continente, tiene sus riquezas y bondades, tales
como recursos minerales, energéticos, ambientales,
turísticos, geopolíticos, pero quizá, luego de su gente
que es su más importante riqueza, es el petróleo el
elemento que en mayor cuantía permite su sustento
económico y también el de otras naciones.
La etapa actual que viven sus ciudadanos,
signada por un proceso en movimiento, de cambios,
ha logrado despertar sus conciencias, quienes ahora
comparan y comprenden la importancia de una
política comunicacional real, comprenden la magnitud
de sus necesidades, pueden palpar que las políticas
gubernamentales pueden traducirse en bienestar
para ellos, y es que los servicios y facilidades que la
mayoría nunca tuvo, ahora están a su alcance y en
algunos casos sin ningún costo, correspondiéndose

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este hecho con lo expuesto en su texto constitucional
en lo relacionado a los derechos de los ciudadanos.
El recurso energético ahora sustenta las políticas
e iniciativas sociales del Estado, pero no ha sido fácil.
Primero hubo que recuperar el control del sistema
energético antes manejado por favorecidos foráneos
que por décadas se beneficiaron a expensas de la
riqueza de ese país, con el consenso de unos pocos
connacionales, que no les importó el bienestar de las
mayorías pero sí el provecho económico personal; y
luego, disponerse con seriedad e interés a ejecutar la
renta de esos recursos para saldar la deuda social
que por tanto tiempo los gobiernos asumieron con
ese pueblo. Pero esta gran obra que se traduce en
bienestar y provecho para ese país, tiene su costo;
esta gran obra trastoca intereses de la primera
potencia, porque en gran medida ella fue favorecida
por el anterior control del sistema energético, que le
permitió desarrollar una política internacional
expansiva en un intento de dominación global que
tiene ya bien adelantado.

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Una empresa que consuma más de la mitad de la
materia prima disponible en el mundo para poder
subsistir, debe tener un inventario detallado de la
misma, con información relacionada a su ubicación,
proyección de consumo, su empleo y su destino, para
poder entonces programar su accionar en un corto,
mediano y largo plazo. Así ocurre con el recurso
energético.
El país del norte del sur tiene grandes cantidades
de crudo, gas, recursos hídricos, grandes reservas, y
está en la mira de los poderosos, de la empresa que
quiere subsistir; Ese país forma parte de ese
detallado inventario y seguramente está implícito en
el accionar de la primera potencia en un corto o
mediano plazo.
Ahora bien, ese país debe mantener como
doctrina de empleo de su fuerza armada, la que hasta
ahora ha manejado, la doctrina de la guerra regular,
con los ajustes necesarios para garantizar la
seguridad y defensa de la nación, pues no se
descarta la posibilidad de conflicto con algún Estado
vecino que tendría similares características bélicas

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con las locales, con quienes la diplomacia debe
encargarse de mantener excelentes relaciones
minimizando las posibilidades de guerra; habrá que
hacer lo correspondiente para mantener a una fuerza
equipada, adiestrada y lista con la tecnología
adecuada que permita este gran reto; pero debe
adecuarse y prepararse rápidamente ante la
posibilidad de un enfrentamiento con una potencia,
con una fuerza muy superior en número, equipos y
tecnología, a la que no se podrá enfrentar con la
doctrina de guerra regular, pues la potencia ya sabe
como se defienden y como luchan los probables
enemigos del continente, y en este supuesto la fuerza
inferior no tendría ninguna oportunidad de éxito, y es
más, su existencia sería momentánea. En
consecuencia se debe profundizar en el estudio de
una nueva doctrina de empleo de la fuerza armada
que garantice una respuesta apropiada, y esto la
coloca al frente del conocimiento de otra forma de
guerra, que se asocia al concepto de “guerra
asimétrica”, para poder enfrentar a un adversario de
estas características y para poder sostener los

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intereses de su nación; es entonces esta doctrina una
necesidad y debe abordarse con premura, pues en
este momento el país del norte del sur es
Vulnerable....

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2. LA SOLUCIÓN PACÍFICA DE CONTROVERSIAS
INTERNACIONALES. EL USO DE LA FUERZA.

a. La solución pacífica de Controversias


Internacionales.
Las relaciones internacionales entre Estados
esporádicamente atraviesan por situaciones de
conflicto desencadenadas por factores perturbadores
de distinta índole. Los conflictos entre Estados
adoptan la forma de controversia internacional, y ésta
se define como el desacuerdo sobre un punto de
derecho o de hecho, una oposición de tesis jurídica o
de intereses entre Estados.
La controversia internacional es un desacuerdo
entre Estados sobre un objeto suficientemente
circunscrito que se presta a pretensiones claras con
fundamento, y se diferencia de la tensión, en que
ésta última no presenta un objeto claramente definido
ni bases jurídicas sólidas. Algunos estudiosos del
derecho advierten que el interés de los Estados en el
objeto de la controversia determina la selección del
medio de arreglo, signándolo bajo el prisma jurídico o

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político. Se recurre a la solución jurídica cuando el
objeto de la controversia no es de importancia vital
para los Estados y existen elementos jurídicos que
pueden favorecer una posición o pretensión; en
cambio se recurre a una solución política, cuando se
trata de objetos de la controversia de gran
importancia para los Estados, por lo que alguna de
las partes no expone una pérdida de sus intereses
por razones jurídicas.
Los medios políticos o no jurisdiccionales de la
solución de controversias son los siguientes: 1) La
negociación diplomática, en la que el arreglo se
intenta con la participación directa de los Estados
interesados, es un método de rutina que también
sirve para la cooperación internacional, y puede
anteceder a cualquier otro medio de solución; 2) Los
buenos oficios, que consisten en la acción de un
tercero, generalmente un Estado, que pone en
contacto a dos Estados partes en una controversia, a
fin de que entablen negociación diplomática con
miras a su solución; 3) La mediación, similar a la
anterior, pero el tercero además con su acción

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propone su posición sobre el fondo de la controversia
y recomienda la solución, pero su carácter es de
consejo y nunca de fuerza obligatoria; 4) La
investigación de los hechos, se refiere a la
actuación de un tercero imparcial a fin de determinar
los hechos que ocasionan los desacuerdos entre los
Estados partes, pero sus informes no son vinculantes
para ellos; 5) La conciliación, se refiere a la
participación de un tercero imparcial y se someten a
su estudio todos los elementos de la controversia,
hechos, reglas aplicables al Derecho Internacional,
factores de oportunidad política, a fin de que
proponga una solución que no es vinculante para las
partes. La conciliación ha sido más aceptada por los
Estados, pues representa el punto medio entre los
que auspician la jurisdicción obligatoria y los que
promulgan el principio de la libertad del medio; y es
elegida como medio para solventar controversias en
muchas situaciones.
Estos medios políticos se caracterizan por que
una vez elegido de mutuo acuerdo el procedimiento,
los Estados conservan su libertad de acción y

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decisión en cuanto a la solución final de ella; la
solución si se consigue, se plasma en un acuerdo
internacional y es obligatoria; la solución no se basa
en el Derecho Internacional estrictamente y puede
tener razones de oportunidad política.
Los medios jurídicos o jurisdiccionales para la
solución de controversias internacionales son: 1) El
arbitraje, que tiene por objeto arreglar los litigios
entre los Estados, empleando jueces elegidos por
ellos y sobre la base del Derecho; la conveniencia al
arbitraje implica el compromiso de los Estados a
someterse a la sentencia arbitral. Aunque la
definición se refiere a los Estados, debe aclararse la
posibilidad de que una o ambas partes sean
organizaciones internacionales. En este método los
Estados eligen al órgano arbitral, su conformación,
competencia y el procedimiento que seguirá; pero
este órgano desaparece cuando es solucionada la
controversia, lo que no da garantía para reclamar
ante un eventual incumplimiento de la sentencia por
alguna de las partes. 2) El arreglo judicial, que
procura la solución de controversias entre Estados

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por un tercero imparcial mutuamente consentido, que
es un órgano permanente, colectivo, que emplea un
procedimiento preestablecido, que dicta una
sentencia de cumplimiento obligatorio basada en el
Derecho Internacional.
Los medios jurídicos se caracterizan por la
intervención de un tercero imparcial que es el órgano
arbitral o judicial; porque la competencia del tercero
es acordada por las partes; por la naturaleza
contradictoria del procedimiento en el que las partes
tienen las mismas oportunidades; porque se examina
el caso y la solución se apoya en el Derecho
Internacional o excepcionalmente en la equidad; y por
el carácter obligatorio de la decisión.

b. El uso de la Fuerza.
Antiguamente era posible el empleo de la
guerra como último recurso para solventar
controversias, pero el Derecho Internacional de hoy,
prohíbe el uso o amenaza de la fuerza; así, el artículo
2 de la Carta de la Organización de las Naciones
Unidas (ONU) establece: “Los miembros de la

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Organización arreglarán sus controversias
internacionales por medios pacíficos, de tal modo que
no se ponga en peligro ni la paz y seguridad
internacionales, ni la justicia”.
Los conflictos entre Estados en circunstancias
extremas los llevan al empleo de la fuerza armada, y
el Derecho Internacional ha evolucionado para
suprimir o regular la guerra y mantener la paz,
aunque no ha sido eficiente del todo. Desde el siglo
XVI se sostenía que el uso de la guerra era lícito para
los Estados, como una forma de responder a las
injurias de otro; algunos pensadores propusieron la
formalidad para emprender la guerra, es decir la
declaración de que se haría la misma. La posibilidad
de una injuria para un Estado por parte de otro, dio
origen a la guerra preventiva siempre que ésta fuese
declarada previamente. A partir de 1899 y 1907 en
las Conferencias de la Paz en La Haya, se concluye
prohibir el empleo de la guerra para el cobro de
deudas contractuales entre Estados. La Convención
de 1907 establece que las potencias contratantes
convienen en emplear todos los esfuerzos para

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procurar la solución de controversias por medios
pacíficos y se comenzó también a humanizar los
efectos del empleo de la fuerza al procurar normas de
derecho en la guerra “ius in bello”. Las fatales
consecuencias de la primera guerra mundial, llevaron
al Pacto de la Sociedad de Naciones a declarar en
1919 que los Estados contratantes aceptaban ciertas
obligaciones de no recurrir a la guerra, la cual
quedaba justificada si algún Estado adversario
incumplía alguna sentencia arbitral. En 1928 se firmó
en París el Tratado General de Renuncia a la Guerra,
a iniciativa de Francia y Estados Unidos, el cual
estuvo en vigor para mas de 60 Estados incluyendo a
las grandes potencias; en él los Estados declaraban
que condenaban la guerra como medio de solución
de controversias y renunciaban a ella como
instrumento de política internacional; pero el Tratado
no establecía un organismo que implementara
sanciones para el Estado que incumpliera las normas
acordadas e iniciase una guerra.
Llegó así la II guerra mundial y el Tratado sirvió
para el establecimiento de los Tribunales temporales

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de Nuremberg y Tokio que sancionaron a los
criminales de guerra. Posteriormente en el año 1945,
los redactores de la Carta de la ONU declararon que
en aras de preservar a las generaciones venideras
del flagelo de la guerra que por dos veces ha
infringido a la humanidad sufrimientos indeseables,
los miembros se abstienen de recurrir a la amenaza o
al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la
independencia política de cualquier Estado, o en
cualquier otra forma incompatible con los propósitos
de la organización. De allí se desprende que una
guerra de agresión constituye un crimen contra la
paz, y según la Comisión de Derecho Internacional
(dependencia de la ONU), la agresión constituye un
crimen internacional. La declaración se refiere a
fuerza como el empleo de la fuerza armada,
desechando otros tipos de fuerza como la económica
o la política; también se refiera a la amenaza y a las
modalidades de agresión indirecta como la
organización y fomento de fuerzas irregulares,
bandas armadas, mercenarios, para hacer
incursiones en el territorio de otro Estado. Pero la

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fuerza armada puede utilizarse con una finalidad
distinta a la especificada como prohibida en la Carta
de la ONU, es decir, para cumplir un propósito de esa
organización, para la protección de los derechos
humanos, para preservar el principio de
autodeterminación de los pueblos, por razón
humanitaria, etc. Ante estos supuestos no tendría la
norma carácter imperativo, en tanto establece el
artículo 2 del párrafo 4 de la Carta que todo uso de la
fuerza, salvo en legítima defensa, es incompatible
con el propósito fundamental de la ONU.
A esto, algunos autores niegan que el empleo de
la fuerza para esas finalidades esté justificada, pues
deben agotarse todos los métodos para solucionar
las controversias pacíficamente; otros autores refutan
que si es lícito el empleo de la fuerza armada en
estos supuestos, en vista de que la ONU es
inoperante para garantizar la solución pacífica de
controversias.
Ante esta situación, se requiere que el uso de la
fuerza con esos fines tenga una autorización de la
ONU, y por supuesto del Consejo de Seguridad, que

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al estar parcializado solo con cinco miembros
permanentes con derecho a veto, es de suponer que
las grandes potencias serían las beneficiadas, y por
otro lado puede desencadenar una escalada de
conflicto con la participación de terceros Estados. Sin
embargo, no hay duda que el empleo de la fuerza
para la legítima defensa, está permitido y esta puede
ser individual o colectiva, pero ante un ataque
armado, y hasta tanto el Consejo de Seguridad
adopte medidas para solucionar las controversias. No
se autoriza la legítima defensa preventiva o la que se
produciría ante un ataque armado inminente, aspecto
último dejado de lado en varias oportunidades
durante el siglo XX. La legítima defensa colectiva
tiene su fundamento en el artículo 51 de la Carta, que
posibilita un mecanismo de asistencia entre Estados
para lograrla, y demanda un acuerdo previo entre
ellos y la solicitud del Estado víctima del ataque
armado. Para mantener la paz y seguridad
internacionales, la ONU ha diseñado un mecanismo
de reacción institucional para los casos de
trasgresión de la norma.

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El Consejo de Seguridad está facultado para
tomar medidas colectivas eficaces para prevenir y
eliminar amenazas a la paz y para suprimir actos de
agresión u otros quebrantamientos de la paz, las
cuales son obligatorias para los Estados miembros.
Al Consejo le corresponde determinar cuales serían
esas amenazas, y una vez hecho esto, tiene tres
posibilidades: a) instar a las partes a que cumplan
medidas provisionales a fin de que la situación no se
agrave; b) decidir medidas que no impliquen el uso
de la fuerza armada, e instar a los Estados miembros
a que las apliquen (interrupción total o parcial de las
relaciones económicas, de comunicaciones o
diplomáticas); c) ejercer por medio de fuerzas aéreas,
navales o terrestres, la acción necesaria para
mantener o restablecer la paz y seguridad
internacionales. También el Consejo de seguridad
puede utilizar acuerdos u organismos regionales para
aplicar medidas coercitivas bajo su autoridad.

33
Segunda parte
GUERRA ASIMÉTRICA, DOCTRINA

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3. TEORÍAS SOBRE LA GUERRA; DEFINICIÓN DE
GUERRA ASIMÉTRICA, TÁCTICAS ASIMÉTRICAS Y
COMBATE DE RESISTENCIA.

El término “Guerra” se asocia a un concepto


jurídico que hace referencia al conflicto armado entre
dos Estados, denominados beligerantes, y que tiene
como finalidad hacer valer un determinado objetivo,
utilizando medios que el Derecho internacional
público reconoce y regula en el denominado
“Derecho de Guerra”.
No existe guerra sin un interés político
predeterminado; ya sabemos que la guerra se
produce a raíz de un accionar político de un Estado.
Hemos visto que los conflictos entre Estados tienen
varios tipos de solución pacífica, algunos de mutuo
acuerdo y en forma jurisdiccional, y otros de mutuo
acuerdo sin la intervención de tribunales.
Pero cuando estas vías de solución de
controversias entre Estados no son efectivas o no
hay consenso entre los Estados, entonces emerge la
posibilidad de la solución no pacífica de los conflictos

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y puede como consecuencia originarse la guerra.
Además, como ya se ha aclarado, la guerra puede
iniciarse como una acción de “legítima defensa” de un
Estado que enfrenta un ataque armado autorizado
por la ONU. Y más aun, el planeta entero ha
observado recientemente, como una potencia sin
estar autorizada por la ONU ataca a un Estado en
condiciones de inferioridad de fuerzas, para lograr los
objetivos que se ha planteado, y porque se considera
dueña de esa decisión de asestar un ataque armado,
y en este supuesto, irremediablemente procede la
guerra.
La guerra entre Estados está inmersa en la forma
denominada “guerra regular”, pues en teoría los
contendientes deben apegarse a las normas
internacionales que la rigen, y emplean tácticas
militares conocidas obedeciendo a una doctrina que
han acogido.
La “guerra irregular” normalmente no ocurre entre
Estados, pues ella se aparta de la doctrina clásica y
de las enseñanzas tácticas comunes; es más factible
su ocurrencia en el territorio de un Estado, entre la

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fuerza armada formal de ese país contra un
adversario no formal, como bandoleros, guerrilleros,
que pueden tener entre otros motivos el querer
acceder al poder por la vía violenta o generar el caos.
Pero en el numeral primero se abordó acerca de
la posibilidad de una guerra entre un Estado que
cuenta con una gran fuerza armada y otro Estado
pequeño con un poder militar inferior. Al tratarse de
guerra entre Estados, este escenario podría incluirse
en la forma de guerra regular; sin embargo, un
enfrentamiento militar con tácticas y doctrinas
regulares entre estas fuerzas, sería inapropiado para
el Estado en condiciones de inferioridad de fuerzas,
ya que su poder militar sería arrasado en poco tiempo
y no tendría ninguna posibilidad de éxito. Por eso, el
Estado débil debe recurrir a un arte de guerra distinto,
asociado a las tácticas de guerrillas, o de desbalance,
dándole entonces a esta forma de guerra el carácter
de irregular. En consecuencia, al abordar esta teoría
de la guerra, aquel escenario en el que un Estado y
su fuerza armada con un poder militar
abrumadoramente superior en efectivos, sistemas de

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armas y tecnología, enfrenta a otro Estado débil (en
condiciones de inferioridad de fuerzas) y
generalmente en su territorio, corresponde a un
escenario de “Guerra Asimétrica”, que se consolida
cuando el Estado en desventaja y su fuerza armada,
deja de lado la posibilidad de combatir empleando
tácticas y doctrinas de guerra regular, y en cambio,
recurre al empleo de tácticas irregulares, de guerrillas
o tácticas de desbalance, tratando de hacer frente a
esa fuerza superior, minimizando el riesgo de su
destrucción prematura y posibilitando un desenlace
favorable a él.
La guerra asimétrica entonces tiene sus
elementos: los adversarios son Estados; uno de ellos
con una fuerza superior y el otro en cambio tiene un
poder inferior. El espacio donde se desarrolla es
mayormente en el territorio del Estado que tiene
poder inferior, allí ocurre la ocupación y el contacto
físico, aunque en el espectro internacional se
desarrolla la fuerza intangible de ambos
contendientes. Las tácticas empleadas por el Estado
fuerte, corresponden a la guerra regular, aunque en

38
el desarrollo de las acciones puede recurrir al
combate irregular; mientras que el Estado ocupado
emplea tácticas de guerra irregular o tácticas
asimétricas mayormente.
Las tácticas asimétricas son el conjunto de
acciones de combate ejecutadas por una fuerza
inferior que evade el combate resuelto con un
adversario superior y signadas por el secreto, el
espíritu ofensivo, la sorpresa, el sigilo, la rapidez y la
contundencia, intentando causar el mayor daño al
enemigo o a sus instalaciones importantes, para
destruirlo o debilitarlo progresivamente, mermando su
poder físico y su fuerza intangible como su moral y su
espíritu de lucha, entre otros. A las tácticas
asimétricas le son apropiadas algunas máximas de la
guerra de guerrillas como las siguientes: Si el
enemigo ataca, desaparezca; Si el enemigo se
defiende, hostíguelo; Si se retira o en cualquier
momento es vulnerable, atáquelo.
Siendo que el enfrentamiento físico en la guerra
asimétrica ocurre mayormente en el territorio del
Estado que posee un poder inferior, esto supone que

39
previamente ha ocurrido una invasión en dicho
Estado, con un gran despliegue de fuerzas y la
correspondiente pre-campaña comunicacional
internacional, que intenta justificar y legitimar este
despliegue de fuerzas. En este punto del conflicto, ya
debe haber un ambiente internacional a favor de la
acción militar invasora, por lo que ella posee la
ofensiva inicial y corresponde entonces al Estado
invadido, enfrentar ese ataque, defender o resistir esa
acción. Aunque las tácticas asimétricas son de
carácter netamente ofensivo, al Estado invadido
“teóricamente” le corresponde defender o resistir, por
ello, a las acciones militares que emprenda y
signadas por este tipo de táctica, se les conoce como
“combate de resistencia”.
El concepto de “guerra asimétrica” envuelve a los
dos actores que se enfrentan en la guerra; al Estado
fuerte o la potencia, y al Estado con condiciones de
inferioridad de fuerzas. Algunos estudiosos advierten
sobre los conceptos de “asimetría positiva”
refiriéndose al conflicto desde la óptica del oponente
con más fuerza; y de “asimetría negativa”

40
refiriéndose al conflicto desde la óptica del oponente
más débil; pero la utilidad de estos conceptos no
necesariamente se asocian con la guerra, y son más
apropiados en las relaciones económicas,
tecnológicas, industriales, etc. Difícilmente
presenciemos una guerra en la cual la potencia o
Estado más fuerte que invade o ataca militarmente a
otro Estado en condiciones de inferioridad de fuerzas,
manifieste que conduce una guerra asimétrica, o que
participa en un escenario de guerra asimétrica. La
potencia expresará que participa en una guerra
regular, que el enemigo es tan fuerte y letal como sus
propias fuerzas. Un ejemplo de esto son las
invasiones a Irak; aún no han aparecido las armas
nucleares que “motivaron” la invasión.
El término “guerra de resistencia”, solo envuelve a
uno de los actores en la guerra; las acciones del que
resiste; al que se defiende de un ataque aunque sus
respuestas sean netamente ofensivas. El término no
envuelve al agresor. Por tanto, en este escenario es
más apropiado utilizar el concepto de “guerra
asimétrica”.

41
Debe aclararse que son muchos los estudiosos
que han escrito y han pretendido establecer teorías,
definiciones y clasificaciones de la guerra, lo cual
facilita su comprensión. Sin embargo, muchas de
esas definiciones y clasificaciones fueron realizadas
hace más de cincuenta años, pero están al margen
del Derecho de la Guerra, que es una rama del
Derecho Internacional que ha evolucionado durante
el siglo XX, y que hoy está vigente para los Estados;
aunque sabemos que las potencias a menudo violan
estas normas según sus intereses. Así, algunos
autores han clasificado a la guerra según sus formas
en: regular, irregular y en atómica, siendo que aquí es
donde debe incluirse una nueva forma de guerra, “la
guerra asimétrica”, que es una combinación de las
anteriores, pues es regular en tanto los contendientes
son Estados y al menos uno emplea doctrinas de
guerra regular; es irregular pues uno de los actores
emplea tácticas de desbalance o tácticas asimétricas
y no recurre mayormente a las doctrinas de guerra
regular; y puede en esta guerra hacerse uso de
armas atómicas, químicas o bacteriológicas. Lo

42
novedoso en la guerra asimétrica es que el actor en
desventaja busca un combate prolongado e involucra
a la población civil, lo cual le da fortaleza a sus
tácticas y es indispensable para posibilitar un
desenlace favorable a él.
Otros autores advierten acerca de los tipos de la
guerra clasificándola según los grupos que luchan en:
internacional, civil o interna y colonial; según los
medios empleados en: convencional, nuclear,
química o irregular; según la visión de la potencia
dominante en: guerra, conflicto y otras distintas a la
guerra.
El norteamericano William S. Lind durante la
década de los ochenta escribió una teoría
relacionada a las generaciones de la guerra, la cual
implementó en el Cuerpo de Marines de los Estados
Unidos. En ella estableció que la primera generación
de la guerra estuvo comprendida entre 1648 después
de la paz de Westfalia y 1860; se caracterizó por el
orden en el campo de batalla, por ser una guerra
lineal, desarrollada entre Estados, por empleo de
uniformes, rangos o grados en sus combatientes y

43
otras formalidades; la táctica se basaba en el empleo
lineal y ordenado de las fuerzas. La guerra de
segunda generación la desarrolló el ejército francés
en la primera guerra mundial; descuidaba el orden y
las formalidades en la batalla y adicionó el empleo
masivo de la artillería; el lema era “la artillería
conquista y la infantería ocupa”; se trataba de una
orquesta que el comandante dirigía en el campo de
batalla (Tanques, infantería y fuegos de artillería); los
actores eran Estados y también fue lineal. La guerra
de tercera generación fue producto de la primera
guerra mundial pero desarrollada por los alemanes;
también se le llama guerra relámpago o guerra de
movimientos o de maniobras, tal como se desarrolló
la segunda guerra mundial; no se basaba en el fuego
masivo de artillería sino en el movimiento, en la
velocidad, en la sorpresa, en el ataque a flancos y
retaguardia del enemigo para destruirlo desde la
retaguardia hacia el frente, en vez de atacarlo por el
frente como ocurría en la guerra de la primera y
segunda generación; la fuerza aérea reemplazó a la
masificación de fuegos de artillería; esta no es una

44
guerra lineal; los actores eran Estados; la creatividad
en la conformación de la maniobra y la iniciativa,
fueron claves en los altos y en los bajos mandos. La
guerra de cuarta generación según este autor
norteamericano, es la guerra actual, que se
caracteriza por ser descentralizada, por la necesidad
de nuevas maniobras de menor nivel que impliquen
sorpresa, por la marcada presencia de actividad
psicológica, porque no necesariamente los
contendientes son Estados, pues el enemigo puede
constituirlo un grupo armado de un país (Al-qaeda;
Hamas, Hezbolá, la FARC, etc.); la guerra de cuarta
generación puede originarla no solo una controversia
entre Estados sino una diferencia cultural, tal como
ocurrieron en el pasado las guerras por motivos
religiosos y que hoy, en el mundo árabe es un motivo
de conflictos; advierte este autor que la invasión de
inmigrantes en un Estado puede ser tan letal como la
invasión de un ejército y que el enemigo para los
norteamericanos no solo es la fuerza militar de otro
Estado, sino también el pueblo que al unírsele lo
hace más fuerte y difícil de vencer.

45
Visto esto, sin duda la guerra asimétrica tiene de
guerra regular, de guerra irregular, es internacional,
puede ser atómica, química o bacteriológica y puede
ser una guerra de cuarta generación, en tanto uno de
los actores no se dispone al combate solo con su
fuerza armada sino con todo su pueblo, lo cual
fortalece su poder relativo de combate, puesto que
los medios físicos para la guerra son importantes,
pero se revalorizan y magnifican cuando se adiciona
el componente intangible, la moral, el espíritu, la
identificación de la verdadera causa de lucha, la
entrega, el sacrificio, estos últimos que emergen en
una nación, en la que líderes, soldados y pueblo se
identifican y resuelven mantenerse libres,
independientes y autónomos como Estado en el
concierto de las Naciones.
Estamos en presencia de la guerra asimétrica, en
la que entre los contendientes que son Estados, no
solo existe una diferencia de fuerzas, sino que el
actor más débil decide combatir empleando tácticas
de desbalance, involucrando a toda la población y
necesariamente en un combate prolongado; pero lo

46
importante no es como llamemos a este escenario,
sino, como es que haremos la guerra y es lo que se
intenta en este texto.

47
4. LOS OBJETIVOS EN LA GUERRA ASIMÉTRICA.

Se ha señalado en el numeral tercero que los


actores en la guerra asimétrica son Estados. Para el
país que invade a otro, su acción y movimiento de
fuerzas se denominará “ataque” o “invasión” y las
tácticas que probablemente empleará serán acordes
con la guerra regular. Para el país agredido, su
accionar se conocerá como “combate de resistencia”,
pues ha desechado la posibilidad de enfrentar al
enemigo bajo el concepto de guerra regular, y sus
operaciones serán acordes con las estrategias y las
tácticas asimétricas.
¿Pero cuales serían esas razones que llevarían a
un Estado o a una potencia, a tomar la resolución de
invadir a otro para someterlo?.
Se abordó también en el numeral primero lo
relacionado a una política expansionista de la primera
potencia, cuyo propósito es imponer el poder para
controlar a los demás Estados del mundo. Igualmente
se expresó que el país del norte del sur, está
contemplado en el inventario detallado de una

48
empresa, en el que están involucrados todos los
espacios donde existen recursos energéticos. Una
razón de peso sería el control del recurso energético,
y en los últimos cuarenta años el mundo ha
observado como las grandes potencias invaden a
otros Estados, con variadas justificaciones, a saber:
existencia de terrorismo; violación de los derechos
humanos; existencia de gobiernos dictatoriales en
algunos Estados en los que no se garantizan los
derechos de sus ciudadanos; existencia de armas y
sistemas nucleares en algunos Estados que colocan
la paz del mundo en peligro; la utilidad del medio
ambiente o de sus recursos con irresponsabilidad,
que implican el deterioro de espacios vitales para la
subsistencia del planeta; existencia de actividades
asociadas al narcotráfico, etc.; (nótese que entre
estas justificaciones están algunas utilizadas por la
ONU para consentir la guerra iniciada por las
potencias; mencionadas en el numeral segundo).
Pero la “razón” es el control del recurso energético,
necesario para sostener el modo de vida de las
potencias, y se disfraza con algunas de las

49
justificaciones anteriores. Otra razón que llevaría a
alguna potencia a invadir a otro país, es el control del
recurso hídrico o el control político del planeta, pero
siempre que esto le proporcione beneficios y le ayude
a perpetuarse como Estado fuerte.
En este enmarañado sistema internacional
vigente, en el que interactúan algunas instituciones
internacionales como la Organización de Naciones
Unidas, la Unión Europea, la Organización de
Estados Americanos, y muchas otras, con distintos
acuerdos y convenios internacionales entre los
países, es difícil que con la bandera de las solas
“razones” descritas, las potencias materialicen alguna
invasión; pero con las justificaciones anteriores y la
anuencia de actores internacionales que legitiman
estas acciones, todo es posible, y los Estados
agredidos no tienen otra salida que resistir, ante los
ojos del mundo y la mirada de sus ciudadanos, pues
existe un marcado desequilibrio internacional que
favorece a los más fuertes. En fin, las razones
especificadas serían la verdadera esencia que motiva
una invasión militar o el ataque de una potencia a un

50
Estado, y las justificaciones anteriores serían las
herramientas para el acomodo “legítimo” de esa
acción invasora, que puede tomar forma de ataque
militar salvador, operación militar por la paz, empleo
de la coalición libertaria, etc. Es así como han
ocurrido los ataques e invasiones a Irak, Afganistán,
Granada, Vietnam, Panamá, Cuba, Líbano, entre
otros. Con estas razones y justificaciones, las
potencias conforman sus objetivos políticos y
militares, para luego misionar a sus fuerzas. Las
potencias tendrán como objetivos, destruir el poder
militar del Estado débil, controlarlo políticamente y
apropiarse de sus recursos. Los Estados agredidos
tendrán como objetivos, mantener o recuperar su
institucionalidad, su independencia, resistir y
mantener su dignidad en el concierto internacional,
garantizar la paz para sus ciudadanos, preservar y
mantener sus recursos energéticos o naturales para
su sustento y el de sus ciudadanos, mantener su
autonomía e independencia como principio básico del
Derecho Internacional, entre otros, y para lograrlos
emplearán a su pueblo y a su fuerza armada.

51
5. FASES DE LA GUERRA ASIMÉTRICA.

En el numeral cuarto se mencionó que las


“razones de la guerra” no son abiertamente utilizadas
por las potencias para emprender un ataque o una
invasión a otro Estado, sino que este hecho requiere
de un grado de legitimidad, el cual se obtiene con la
anuencia de entes internacionales, bloques de
países, la llamada opinión internacional, que con un
trabajo arduo y programado va mermando las
conciencias, hasta crear un ambiente en el que se
aprecia que es necesaria dicha invasión, momento en
que la potencia empleará toda su fuerza para obtener
su cometido, ante un mundo parcialmente
convencido, en el que habrá una resistencia
necesaria, justa y favorable a su causa. La invasión o
ataque militar actúa mientras con contundencia,
eliminando todo tipo de resistencia en pro de sus
objetivos, mientras los demás Estados y las
instituciones internacionales continúan debatiendo
acerca de la legitimidad de la acción; posteriormente,
consumado el objetivo militar de la potencia, le

52
continúa la consecución del objetivo político, pero los
ojos del mundo y la comunidad internacional aun
debaten sobre la legitimidad y la posibilidad de una
actuación en contra de la potencia agresora;
sobreviene un período de revisión de estatutos,
acuerdos....... todo es demasiado tarde; se ha
consumado otra atrocidad; se ha violado una vez más
el Derecho Internacional, y ahora continua otro
objetivo del detallado inventario de la materia prima
necesaria para el sustento de la gran empresa.
Mientras este nuevo accionar se prepara y se ultiman
sus detalles, el concierto internacional ya estará
andando hacia la conformación de una fuerza
multinacional que pronto debe partir hacia el país
invadido para volver a la paz y volver a la
institucionalidad, y así transcurre la vida en los
últimos seis lustros del siglo XX y a comienzos del
siglo XXI.
Se escucha en estos tiempos expresiones
como las siguientes: ¡Irak ganó militarmente la
guerra¡ ¡la potencia no ha logrado sus objetivos, salió
con las tablas en la cabeza! ; pero..... ¿es eso

53
realmente cierto? ¿Son independientes los
ciudadanos de Irak?, ¿Administran ellos actualmente
sus recursos energéticos? ¿Son sus habitantes
realmente libres?. Definitivamente el pueblo de Irak
ha resistido heroicamente y merece ser realmente
libre, pero no separemos los objetivos militares de los
políticos cuando hablemos de guerras, pues no
tendría sentido la guerra asimétrica.

Aclarado este tema, en la guerra asimétrica se


pueden apreciar algunas fases, desde la óptica del
Estado víctima:

a. Localización de objetivos políticos por parte de las


potencias.
b. Conformación del ambiente favorable para la
invasión o ataque militar.
c. La invasión o el ataque militar al Estado agredido.
d. El desenganche de las fuerzas ocupantes.
e. El empleo de una fuerza multinacional de
recuperación.

54
La Fase de localización de los objetivos
políticos por parte de la potencia ya está consumada.
Consiste en la ubicación de recursos necesarios para
su subsistencia en todo el planeta y en el espacio, sin
importar que tan lejos se encuentren; en la
comparación de fuerzas con los posibles opositores
en el supuesto de un accionar para apropiarse de
esos recursos, identificando ventajas y debilidades;
en la conformación y ubicación de fuerzas aliadas
para cada uno de los escenarios según los objetivos
políticos; en la estructuración de un programa de
eventos en un corto, mediano y largo plazo, que le
proporcione subsistencia como potencia; en adelantar
un programa progresivo de avance de tecnología y
ciencia que le permita perpetuarse como potencia, al
mismo tiempo que limita a los demás actores
internacionales a acceder a dichos avances. Sin
embargo, de aparecer nuevos recursos o formas de
subsistencia se irá actualizando los apartes de dicha
fase.

55
La Fase de conformación del ambiente
favorable para la invasión o ataque militar, está en
pleno desarrollo. En algunas áreas del planeta, según
la importancia del objetivo político, ésta se encuentra
más adelantada que en otras.
En una posible confrontación con el país del
norte del sur, ya se ha avanzado considerablemente.
En este escenario la potencia se apoya en actores
internacionales para penetrar las conciencias de ese
país y del concierto internacional, procurando crear el
momento oportuno para la siguiente fase. Sin
embargo, por el despliegue de fuerzas en todo el
planeta y por atender varios escenarios al mismo
tiempo, así como por verse altamente favorecida de
la extracción energética en el medio oriente, no le es
prioritario agudizar de inmediato el ambiente propicio
con el país del norte del sur; pero seguramente, ante
una posible obtención del control de la libertad y de la
energía por parte de sus verdaderos dueños en el
medio oriente, o ante conflictos inesperados en esa
área que imposibiliten un abastecimiento continuo a
la potencia, puede imperar la necesidad de enfocar

56
todos los esfuerzos hacia estas tierras y ante estos
eventos la mesa está servida. Así, las últimas y
constantes declaraciones de altos funcionarios de la
potencia desprestigiando a las autoridades del país
del norte del sur, los ataques de opinión de
representantes de países del centro y del sur del
continente, las opiniones de autoridades de países
europeos comprometidos con la potencia y con eco
internacional, el empleo de voceros de organismos
internacionales como la Organización de las
Naciones Unidas y la Organización de Estados
Americanos y sus dependencias, que se expresan
públicamente desprestigiando a ese país, corroboran
este accionar, y la tendencia será mantener este
clima de hostilidad de opinión, apoyándose en
grandes cadenas comunicacionales televisivas y
radiales, en internet y prensa escrita. Algunos medios
comunicacionales del país del norte del sur, han
tomado parte en dicha estrategia de la potencia,
apreciándose que algunos de sus portavoces
desconocen la magnitud de las consecuencias en
caso de materializarse la siguiente fase de la guerra y

57
solo valoran la permanencia de ellos en sus puestos
laborales haciéndole el juego preciso a los dueños de
los medios, quienes si conocen cual puede ser el
desenlace de esta diatriba.
En esta Fase, el Estado víctima tiene un
importante trabajo. Se sintetiza en: de un lado
minimizar el éxito de la potencia en su empeño de
crear un ambiente internacional favorable a la
invasión o ataque militar, y del otro lado, en
prepararse para dicha invasión de modo de
garantizar un empleo apropiado de su fuerza que
imposibilite la consecución de los objetivos militares y
políticos a la potencia.
En cuanto a lo primero, es necesario abrir
nuevas voces internacionales. Telesur es un buen
intento, pero en algunos países del continente y en la
mayoría de los Estados de otros continentes, esta
señal no tiene eco. Otras televisoras como la andina,
la caribeña, la del sur, son necesarias, así como los
enlaces con televisoras europeas, asiáticas, árabes,
africanas, de modo de distribuir un mensaje justo y en
defensa de sus derechos. Debe comenzarse, o más

58
bien continuarse con más fuerza y permanencia las
opiniones de los embajadores y representantes
diplomáticos en todo el planeta, en defensa de la
verdad, en las emisoras y televisoras, apoyándose en
los medios que verdaderamente les darán salida y
cobertura. El globo debe estar cubierto de voces en
todos lados, voces en defensa del país del norte del
sur. No puede haber un espacio sin ocupar, pues lo
utilizará la potencia. En este esfuerzo tienen que
estar personas capaces y entendidas de la verdad,
de la realidad, personas asertivas y a toda prueba, en
fin, personas en conocimiento de estas fases y
convencidas de la utilidad de su trabajo. Los
representantes ante los organismos internacionales
deben ser comunicadores incansables, como
hormigas, expresando logros y denunciando
atropellos. Radiosur, radiocaribe y radiocontinental
son otras alternativas comunicacionales. Es
necesario fomentar el rechazo público a la política
expansionista de la potencia en su mismo territorio,
pues esto de alguna manera merma su facilidad de
decisión antes de pretender iniciar una invasión; este

59
esfuerzo debe materializarse en las opiniones
adversas de sus propios ciudadanos, instituciones y
poderes. Además, debe fomentarse el descrédito
racional de las autoridades de la potencia, cuando
estas incurren en faltas o delitos en contra de la
libertad y la autonomía de las naciones, violación de
derechos humanos y otros; hay que invitar a los
Estados aliados al Estado víctima a que se sumen a
esas voces. Es necesario iniciar acuerdos bilaterales
y multilaterales en diversas áreas, pero también los
que fomenten el compromiso y la defensa de los
probables Estados víctimas, e incentivar la defensa
regional. Todos los Estados tienen sus intereses,
pero en el sur y en el caribe todos observan a una
sola potencia cercana y a otras lejanas; más en
común, los Estados del sur, del caribe y del centro,
así como de Asia, Europa, África, tienen necesidad
de defender sus intereses, y la guerra asimétrica es
una oportunidad para lograr ese apoyo de defensa.
¿Si antes correspondió exportar la libertad, porque no
puede corresponder ahora la promoción de la
defensa multilateral efectiva basada en este tipo de

60
guerra?. Paralelamente a esto, debe mantenerse una
relación formal, favorable y de importancia con la
potencia, en los aspectos económicos, sociales y
políticos, ya que esta puede dificultar la nefasta
decisión de la potencia de dar ejecútese a la invasión.
De igual forma, debe iniciarse la conformación de una
política comunicacional bien pensada, basada en la
sicología, la sociología, la historia, en los valores, la
religión y las tradiciones, que le garantice a los
ciudadanos del país del norte del sur, un
conocimiento real de su identidad, de sus intereses y
del papel de su Estado en el entorno internacional;
además, se debe incentivar la defensa integral
basada en que todos sus ciudadanos, civiles y
militares, son combatientes y defensores de su
libertad, su autonomía y su independencia. Todos los
poderes del Estado, sus instituciones y
representantes, tienen que estar persuadidos de esta
fase de la guerra asimétrica, así como promover su
preparación y actuar según corresponda.
En cuanto a lo segundo, al Estado víctima le
es necesario fomentar la conciencia de la defensa

61
integral, que involucre la corresponsabilidad, y la
participación del pueblo, instituciones y fuerza militar.
Para esto debe adecuar su estructura, doctrina,
equipamiento, entrenamiento, planificación y
crear controles, que garanticen un accionar
apropiado de su fuerza en el momento de
materializarse esta fase de la guerra. En lo que se
refiere a estructura, la guerra asimétrica demanda
una nueva organización de la fuerza que facilite un
empleo apropiado del poder del Estado, diferente a la
actual estructura que es propia de la guerra
convencional; las unidades de fuerzas especiales, de
contraguerrillas, son versátiles y puede lograrse
rápidamente su disposición como un elemento de
combate asimétrico. En lo correspondiente a
doctrina hay que conformar la nueva teoría de la
guerra, idear estrategias y tácticas asimétricas, definir
el empleo de los sistemas de armas y de los
componentes en estos conflictos, designar un centro
de estudios o la conformación de una escuela
dedicada al estudio exclusivo de este tipo de guerra,
que conforme los posibles escenarios, entre otros

62
aspectos. En cuanto al equipamiento para esta
forma de guerra, cobran especial importancia las
armas y equipos portátiles (lanzacohetes,
lanzagranadas, antiaéreas, antitanques, explosivos,
medios de comunicaciones, etc.) considerando que el
empleo de unidades de combate que involucran
grandes cantidades de combatientes y equipos o
sistemas de armas convencionales, constituirán un
blanco lucrativo al enfrentar a la potencia. El
entrenamiento debe originarse en los centros
educativos de la fuerza donde se desarrollarán
ejercicios y maniobras referidas a este tipo de guerra;
esta modalidad debe incluirse en el plan anual de
entrenamiento de las unidades en todos los niveles.
En lo referido a planificación, desde el más alto
escalón de la estructura de defensa deben idearse
los posibles escenarios en que el Estado se verá
involucrado ante esta forma de guerra, para luego
idear tanto en el ámbito militar como civil las
estrategias que deban conducirse, lo que llevará a los
entes de la nueva estructura para este tipo de guerra
a elaborar los planes de empleo para cada escenario

63
y a hacer los cambios en el despliegue de fuerzas
que se requieran. En lo concerniente a controles, el
Estado y las dependencias correspondientes de la
fuerza, deben elaborar en coordinación con el centro
de estudios designado o la escuela creada para la
guerra asimétrica, las guías de verificación en todos
los niveles de la estructura de la fuerza, que permitan
una evaluación del apresto y una retroalimentación a
los más altos escalones del poder para hacer los
cambios o ajustes necesarios.
Debe procurarse en esta fase, la participación
de Estados aliados, bajo la consigna de cooperación,
que haga factible visualizar una inminente respuesta
combinada y resuelta, pues esto será un fuerte
obstáculo y factor determinante antes de decidirse la
invasión; por ello la presencia de la fuerza de Estados
aliados en sus respectivos territorios es altamente
positiva.

La Fase de la invasión o ataque militar al


Estado agredido, representa el éxito de la potencia en
la fase anterior de la guerra, o un accionar

64
desesperado de ella en un afán por alcanzar sus
objetivos políticos o militares de suma urgencia,
aunque aún no esté consolidado el ambiente
favorable para la invasión. El acto hostil puede ocurrir
por uno o varios frentes en el territorio del Estado
víctima, con fuerzas propias de la potencia, con
fuerzas de Estados aliados a ella, o una combinación
de ambas.
El poder empleado por la potencia en esta fase
es incalculable, pues requiere doblegar al enemigo en
menor el tiempo posible, de modo de obtener
prontamente los objetivos militares y políticos
favorables a sus intereses.
Corresponde al Estado víctima en esta fase,
poner en práctica las estrategias y tácticas
asimétricas en todos los niveles, ejecutar los planes
previamente elaborados y ensayados, cuando
paralelamente a esto se continúa con un gran
esfuerzo político, diplomático y comunicacional, en un
intento por recuperar la autonomía, la libertad y la
independencia. Los esfuerzos operacionales,
políticos, diplomáticos y comunicacionales, deben

65
estar relacionados y funcionar resueltamente al
mismo tiempo en todas las fases de la guerra.
La fuerza del Estado víctima, en el empeño de
obtener la victoria, no debe pretender doblegar al
invasor en una acción militar o con el empleo de una
táctica; su éxito se basa en la resistencia, en el
combate prolongado y progresivo, al mismo tiempo
que proporciona a las unidades de la fuerza invasora
el máximo daño posible, sin comprometerse en
combate, lo que le garantiza un accionar posterior.
Deben contemplarse en la configuración de la
maniobra asimétrica, la conducción de operaciones
militares en los territorios de la potencia y países
aliados, a fin de mermar su fuerza militar y mermar su
fuerza intangible. La suma de los éxitos en
operaciones aisladas sobre la fuerza invasora, irá
conformando en ella la idea de derrota y en las
fuerzas del Estado víctima una idea de victoria.

La etapa de desenganche de las fuerzas


ocupantes se materializará una vez consumados los
objetivos políticos y militares de la potencia, y

66
coincide con las correspondientes recomendaciones
sobre cambios o un nuevo ordenamiento en las
instituciones del Estado víctima.
En este escenario, es probable que existan
elementos de combate y del poder político del Estado
víctima, dispuestos a continuar la lucha, la cual no
deberán abandonar nunca hasta recuperar su
autonomía, libertad e independencia. Pero, es posible
que el desenganche de las fuerzas ocupantes se
produzca sin la consecución de los objetivos políticos
y militares por parte de la potencia, lo cual se traduce
en su derrota y en una victoria para el Estado víctima,
que empleando estrategias y tácticas asimétricas,
con participación del pueblo, instituciones y fuerza
armada, a la par de coordinados esfuerzos políticos,
diplomáticos y comunicacionales, supo enfrentar a un
enemigo con un poder inmensamente superior y
garantizar su subsistencia como Estado libre e
independiente.

El empleo de una fuerza multinacional de


recuperación, ocurre normalmente una vez retirada la

67
fuerza de ocupación, tras la consecución de sus
objetivos políticos y militares, y es una manera de
legitimar la acción genocida de la potencia ante los
entes internacionales.
Las fuerzas y elementos del poder existentes
del Estado víctima, dispuestas a continuar la lucha, lo
harán hasta recuperar su autonomía, libertad e
independencia.

68
6. LOS SISTEMAS OPERATIVOS EN LA GUERRA
ASIMÉTRICA.

En la guerra existen variables que deben ser


consideradas y analizadas para posibilitar la victoria y
para minimizar el riesgo de la derrota. Estos aspectos
son denominados “sistemas operativos”, pues cada
uno constituye un complejo de actividades
relacionadas, pero además deben interconectarse
entre ellos y funcionar de manera simultanea y
coordinada. Los sistemas operativos que deben ser
abordados en el entrenamiento, planificación y
conducción de la guerra asimétrica, son los
siguientes:

a. Inteligencia
Conjunto de actividades tendentes a obtener el
conocimiento del potencial enemigo (potencia y
países aliados), en lo que corresponde a: su
despliegue, su probable empleo, sus tácticas, sus
equipos y sistemas de armas, su sistema de

69
comunicaciones, su sistema logístico, su doctrina,
sus métodos de planificación, su tendencia
diplomática y sus objetivos políticos y militares, sus
capacidades y debilidades, su accionar y proyección
psicológica, y también el terreno o escenarios en los
que se conducirá la batalla y las condiciones
meteorológicas con sus efectos en el área de
conflicto. Se involucran en este sistema todos las
actividades y procedimientos tendentes a negar el
conocimiento de los aspectos anteriores del Estado
víctima a la potencia y sus aliados. En lo que se
refiere a terreno y escenarios, es necesario
determinar las áreas en el Estado víctima favorables
a desembarcos y operaciones anfibias, a operaciones
aeromóviles y aerotransportadas, a la concentración
de fuerzas, equipos y sistemas, las cuales servirán
para proyectar las operaciones asimétricas, así como
también deben identificarse los puertos, aeropuertos,
terminales terrestres, pistas, costas, autopistas, vías
de acceso, industrias básicas, complejos petroleros,
centrales de energía, industria de alimentos y
transporte, entre otros, a fin de proyectar operaciones

70
y resguardar los servicios nacionales, los cuales
probablemente serán blancos de la potencia en un
intento de doblegar la voluntad de los ciudadanos del
Estado agredido.

b. Maniobra.
En este aspecto se engloban todas las
actividades del Estado víctima, correspondientes a la
organización y empleo de su fuerza, uso de
estrategias y tácticas asimétricas, tendentes a
enfrentar la invasión o ataque militar, y a dificultar la
toma de los objetivos políticos y militares por parte de
la potencia y sus aliados.
Las acciones emprendidas por el Estado
víctima son de carácter conjunto por excelencia, pero
no en el significado estricto de la palabra que
implicaría un empleo en masa de sus fuerzas
terrestres, navales y aéreas, sino que en la
conformación de los núcleos de resistencia pueden
estar involucrados elementos o combatientes de las
fuerzas terrestres, navales o aéreas para una misión
específica. Si embargo, podrán estar desarrollándose

71
al mismo tiempo operaciones terrestres, acciones
navales y empleándose elementos aéreos,
obedeciendo a particularidades en el
desenvolvimiento de la batalla.
Lo que orientará el empleo de este sistema,
será la información disponible sobre las fuerzas
enemigas y el escenario presentado una vez iniciada
la invasión; esto activará los planes correspondientes
y signará la división territorial para la guerra. El
territorio podrá ser dividido en sectores y sub-
sectores, asignándose a cada uno el poder o la
fuerza necesaria según la estrategia de guerra
asimétrica acordada previamente y los objetivos
visualizados en cada sector. La logística enemiga
debe ser un blanco obligado pues el invasor requiere
de ella para el sostenimiento de sus operaciones;
debe negársele a ella toda posibilidad de logística
local, dificultando así su apoyo y sostenimiento en la
batalla. Se designarán elementos de combate para
cumplir misiones específicas en los territorios de la
potencia y de los países aliados. El empleo de la
fuerza de combate será descentralizado y con

72
unidades de pequeña magnitud para facilitar su
acción letal y su posterior evasión. Las unidades de
infantería de ejército, infantería de marina, caballería,
ingeniería, fuerzas especiales, fuerzas fluviales,
guardias nacionales, reservas y guardias territoriales,
podrán emplearse en amplios sectores con objetivos
determinados. Parte de ellos podrán ser utilizados en
las zonas urbanas como francotiradores y en
misiones concretas relacionadas al control de
objetivos políticos o puntos e instalaciones de
importancia. En este tipo de guerra las unidades
blindadas, ideadas para la maniobra en masa por
excelencia, serán disgregadas a la mínima expresión
para evitar su empleo en bloque lo que supone un
blanco lucrativo para la potencia. Se les asignará
refugios y blancos situacionales para su empleo. Las
unidades aéreas de combate deben ser ubicadas en
bases clandestinas y su empleo estará sujeto a la
destrucción de blancos de oportunidad que justifiquen
un movimiento aéreo en situaciones adversas y con
una superioridad aérea limitada. Las unidades
navales de combate serán empleadas para cubrir las

73
áreas marítimas donde el ingreso de la flota agresora
sea probable.

c. Psicología.
Este es un componente esencial para ambos
contendientes en la guerra asimétrica, pues
interviene desde la fase previa a la ocupación o
ataque militar por parte de la potencia. Inicialmente
en un intento de conformar el ambiente internacional
y local favorable para la invasión, la potencia
proyecta y ejecuta todo tipo de operaciones
psicológicas, a la vez que infiltra las conciencias y
merma la moral de los ciudadanos del Estado víctima
y sus probables aliados. Decidida la invasión, estas
actividades se presentan con más fuerza para
convencer a una opinión internacional dudosa
(Estados y organismos internacionales) acerca de la
legitimidad de la acción, talvez con alguna resistencia
que terminará siendo favorable a la potencia, a la vez
que vulnera la moral de los ciudadanos del Estado
agredido. Por esto, el Estado víctima tiene que
comenzar su accionar psicológico desde la fase

74
previa a la invasión, tratando de imposibilitar la
conformación del ambiente favorable que la justifica,
y manteniendo con buen nivel la moral de sus
combatientes y la de los combatientes de Estados
aliados, incentivado el valor y espíritu de lucha tan
necesario en este escenario. En este esfuerzo
participan los sectores político, diplomático,
comunicacional y defensa.

d. Espectro comunicacional.
Este sistema es de gran importancia en la
guerra asimétrica; se trata por un lado del manejo de
los vehículos de la información, su intencionalidad y
su alcance. Tanto la potencia como el Estado víctima
intentan durante todas las fases de la guerra,
controlar y hacer el mejor uso de los medios
comunicacionales a fin de facilitar las operaciones
psicológicas necesarias para conformar el ambiente
favorable a sus pretensiones. Por otro lado, aquí se
engloban todos los sistemas de comunicaciones que
servirán de base para lograr en enlace entre todos los

75
escalones y unidades del Estado, que permitan el
comando y control apropiado.
Los medios de comunicaciones también son
utilizados para obtener inteligencia y para dificultar el
enlace comunicacional de la fuerza invasora.
Motivado a que las operaciones asimétricas
demandan un empleo de la fuerza descentralizado a
la mínima expresión y en algunos casos en grandes
extensiones, deben ponerse en prácticas métodos de
comunicación que permitan la transmisión de
mensajes oportunos. Como un ejemplo, al Yurubí,
donde existe una unidad táctica de infantería,
llegaron unos técnicos para instalar un sistema de
comunicaciones dentro de la instalación militar; a
algunos de los integrantes de esa plaza les causó
extrañeza, pero se trataba de una estación
perteneciente a la radio nacional; lo que se buscaba,
era que la emisora aumentara su cobertura y llegara
hasta espacios donde nunca antes se escuchaba
alguna señal. Éste, es un buen medio de
comunicación y de utilidad para la guerra asimétrica,
pues con él se pueden distribuir mensajes de

76
importancias y oportunos. No olvidemos que en un
escenario de este tipo de guerra, probablemente los
sistemas convencionales de comunicaciones estarán
controlados por la potencia. Entonces es prioritario la
instalación de antenas radiales locales que permitan
abarcar grandes áreas y distribuir mensajes de
importancia y oportunos.

e. Política y Diplomacia.
La guerra asimétrica no es solo de la fuerza y
el poder militar, ya conocemos que el pueblo es parte
de la fuerza, pero es necesario e indispensable la
participación del poder político del Estado y de su
diplomacia, quienes coordinadamente actúan en el
empeño de mantener la libertad, independencia,
soberanía y la autonomía del Estado. Sin la
participación del poder político del Estado y su
diplomacia, no existiría guerra asimétrica, pues no
existiría objetivo político. La política, la diplomacia, la
fuerza, y el empleo comunicacional son vitales para
lograr el éxito en este tipo de guerra.

77
Otro ejemplo; todos hemos observado como
algunos importantes representantes del Estado, se
expresan procurando el descrédito local e
internacional de los representantes políticos del
probable enemigo; se trata del choque de fuerzas
correspondiente a la segunda fase de la guerra
asimétrica, “minimizar la posibilidad de éxito de la
potencia en la conformación del ambiente
internacional favorable a la invasión o ataque militar”.
La política y su diplomacia hacen su trabajo, la fuerza
y el poder deben hacer lo propio.

f. Logística
En este sistema se engloban todos los
procedimientos y actividades necesarias para lograr
el sostenimiento de las operaciones. Puesto que el
empleo del poder y la fuerza no será en masa ya que
representaría un blanco lucrativo para la potencia,
tampoco se requiere la concentración de gran
cantidad de medios, equipos y sistemas en
determinados lugares. Este tipo de guerra demanda
una logística descentralizada a la mínima expresión,

78
pero controlada y continua. La dotación para los
pequeños elementos debe estar concedida para
asegurar sus operaciones por largo tiempo.

g. Apoyo de fuegos.
El empleo de la fuerza en la guerra asimétrica
ya se ha indicado que no es apropiado en unidades
de gran magnitud, sino más bien en pequeños
elementos. Por eso el apoyo de fuegos que
proporciona un grupo de artillería o una batería de
artillería o de morteros no es conveniente para estas
pequeñas unidades, pues implicaría un movimiento
de sistemas de tiro que representaría un claro blanco
para la potencia. Sin embargo, las baterías o las
secciones de tiro pueden ser ubicadas para referir
blancos de oportunidad y su empleo sería
conveniente cuando se trate de blancos de
importancia que impliquen el uso de estas armas. El
empleo de estas armas también es factible para
referir zonas de salto, de desembarco, de asalto
aéreo, pistas, aeropuertos, etc., y no se descarta la

79
utilidad de piezas para referir blancos de menor
escala.

h. Sistema antiaéreo
Este sistema es de mucha utilidad en la guerra
asimétrica, pues proporciona cobertura a
instalaciones importantes y además puede ser
utilizado para referir espacios probables de
aproximación de vectores enemigos. Su
posicionamiento estará condicionado a la información
disponible y a la maniobra de invasión proyectada,
para negar la posibilidad de reunión de tropas,
medios y equipos de la potencia. Su empleo puede
ser por baterías y secciones, pero su uso por piezas
puede ser más apropiado para minimizar su
vulnerabilidad. Debe integrarse el sistema
involucrando los medios terrestres, navales y aéreos.

i. Ingeniería.
Aquí están involucrados todos los
procedimientos y actividades concernientes a negar o
dificultar el movimiento terrestre de las fuerzas de la

80
potencia. La construcción de obstáculos y campos
minados en las áreas probables de posicionamiento
de las fuerzas invasoras, zonas de desembarque,
zonas de salto, zonas de asalto aéreo, pistas y otros,
marca el accionar de este sistema, así como la
construcción de refugios para los sistemas de armas
(cohetes, tanques, cañones, etc.) ubicados en sitios
puntuales. También le concierne la construcción de
refugios para fuerzas especiales destinadas a cumplir
misiones específicas, que requieren de un tiempo
prolongado de espera para su ejecución. Las fuerzas
de ingeniería de la armada participarán en estas
actividades, bien en las costas, en el mar o en apoyo
a las fuerzas terrestres.

j. Comando y control.
Se ha explicado que en la guerra asimétrica
actúan la fuerza y el poder político; el comando de las
operaciones debe ser centralizado, pero los
escalones más bajos deben tener amplitud para
decidir sus operaciones en grandes extensiones; la
ejecución es descentralizada, de allí la importancia

81
que todas las fuerzas operacionales hasta el más
mínimo nivel, estén persuadidos de los objetivos
políticos y militares del Estado. Es necesario formar
comandantes líderes en los niveles más bajos de la
organización, que garanticen el cumplimiento de las
misiones en situaciones de adversidad y donde el
control es casi imposible. Se requiere de un eficiente
procedimiento de comunicaciones para garantizar la
transferencia de órdenes hasta los escalones más
bajos. Motivado a que el control de las operaciones
en este tipo de guerra es difícil, será necesario que
dos o más elementos tengan la misma misión para
asegurar su cumplimiento.

k. Químico y Bacteriológico.
El uso de este tipo de armas es prohibido por
el Derecho Internacional que regula la guerra, sin
embargo vemos que en las últimas confrontaciones
militares estas se emplean causando graves daños a
la humanidad. No se descarta el uso de este tipo de
armas por las fuerzas agresoras en una invasión al
Estado víctima, circunstancia que obliga a este último

82
a tomar las precauciones correspondientes para
resistir ataques químicos o bacteriológicos. Entre las
medidas a adoptar se encuentran: entrenamiento a
los combatientes y ciudadanos sobre los efectos de
estas armas, preparación de refugios para tales fines,
uso de equipos o prendas especiales para resistir
estos ataques, tratamiento médico adecuado para los
ciudadanos y combatientes afectados por este tipo de
ataques.

83
7. ORGANIZACIÓN DEL TERRITORIO EN LA GUERRA
ASIMÉTRICA.

El espacio terrestre y marítimo para efectos de


distribución de fuerzas y entrenamiento para la guerra
asimétrica, puede estar dividido en varios sectores
tratando de posicionar fuerzas acordes, según el
posible empleo que le corresponderá desempeñar en
caso de materializarse los posibles escenarios y de
activarse los planes correspondientes; los comandos
de guarnición, los comandos de zonas o regiones
militares, o los comandos de grandes unidades de
combate, pueden sostener la responsabilidad de
planificar y entrenar en sus respectivas jurisdicciones.
Pero cuando la invasión es inminente, serán las
informaciones continuas o de último momento y los
movimientos superficiales o verticales del enemigo,
los que darán luces al comando para que este
reorganice el espacio terrestre y marítimo para la
guerra y para ello también se crearán sectores de
empleo, asignándose las fuerzas apropiadas y las
misiones. El comandante de cada sector también

84
planificará sus operaciones asignando sectores,
fuerzas y misiones.
El territorio de la potencia y de sus países
aliados, también debe ser considerado en la
planificación de la guerra, pues allí deben conducirse
operaciones militares en profundidad, tendentes a la
destrucción de blancos específicos, emblemáticos y
representativos, que signifiquen la reducción del
poder militar y la merma del poder moral de los
agresores.

85
8. ORGANIZACIÓN DE LA FUERZA PARA LA GUERRA
ASIMÉTRICA.

Las fuerzas que ejecutan tácticas asimétricas


no tienen una organización uniforme, sus elementos
de combate pueden estar conformados bien por un
combatiente o por equipos de pocos combatientes.
Tampoco tienen un área de acción delimitada
estrictamente, como la tienen las fuerzas en la guerra
regular ciñéndose a las capacidades y al alcance de
sus armas de apoyo, sino que esta dependerá del
escenario de invasión presentado, de las acciones a
ejecutar y de los objetivos previstos. En todo caso a
las fuerzas se les asignará sectores de empleo y las
respectivas misiones. El mínimo elemento de
combate es el combatiente (el soldado, el ciudadano,
el reservista, el guardia territorial, etc.), capaz de
cumplir una misión independiente. El equipo, la
sección, la escuadra, son unidades de maniobra
elementales y apropiadas para este tipo de lucha. No
se descarta la utilidad de pelotones y compañías
conformados según la doctrina de guerra regular o de

86
otras fuerzas tácticas de combate, para
complementar una táctica asimétrica.

Para unificar criterios, una forma de estructurar


la fuerza y distribuir la maniobra, puede ser la
siguiente:

a. A toda la fuerza militar en conjunto, que actúa


en una guerra asimétrica en el territorio
nacional se le denominará “Fuerza de
Resistencia”.

b. A los representantes del poder político del


Estado que actúan en la guerra, de acuerdo a
su cargo y empleo, se le denominará
“Elemento de Complemento”.

c. A los sectores del territorio designados por el


más alto nivel de la fuerza militar, es decir por
el comandante de la Fuerza de Resistencia,
se le denominará “Zonas de Resistencia”.

87
d. A los sectores designados por el comandante
de las Zonas de Resistencia se les
denominará “Regiones de Resistencia”.

e. A los sectores designados por el comandante


de las Regiones de Resistencia se les
denominará “Áreas de Resistencia”.

f. A todas las fuerzas militares designadas para


actuar en una Zona de Resistencia se les
denominará “Unidad de Batalla”.

g. Las Unidades de Batalla podrán estar


conformadas por Unidades de Resistencia,
Equipos de Resistencia y Elementos de
Resistencia.

h. Las Unidades de Resistencia podrán estar


conformadas por un número variable de
Equipos de Resistencia y Elementos de
Resistencia.

88
i. Equipos de Resistencia son un núcleo de
combate conformado por un número variable
de “Elementos de Resistencia” desde dos (02)
hasta veinte (20) Elementos de Resistencia.

j. Elemento de Resistencia es un núcleo de


combate conformado por un número variable
de combatientes, desde un (01) combatiente
hasta diez (10) combatientes.

89
DIVISIÓN TERRITORIAL
EN LA GUERRA ASIMÉTRICA
TERRITORIO DEL ESTADO
VICTIMA Y TERRITORIO DE LA SE DIVIDE EN
POTENCIA. ES EL TEATRO DE LA ZONAS DE RESISTENCIA
GUERRA.
PUEDE DIVIDIRSE EN
ZONAS DE RESISTENCIA REGIONES DE RESISTENCIA.
PUEDE DIVIDIRSE EN
REGIONES DE RESISTENCIA ÁREAS DE RESISTENCIA
ORGANIZACIÓN DE LA FUERZA
EN LA GUERRA ASIMÉTRICA
FUERZA EN CONJUNTO DEL
ESTADO VÍCTIMA Y PAISES FUERZA DE RESISTENCIA
ALIADOS
SE ORGANIZA EN UNIDADES
FUERZA DE RESISTENCIA DE BATALLA; UNA POR ZONA
DE RESISTENCIA.
SE ORGANIZA EN UNIDADES
DE RESISTENCIA, EQUIPOS
UNIDAD DE BATALLA DE RESISTENCIA Y
ELEMENTOS DE
RESISTENCIA.
SE ORGANIZA EN EQUIPOS
UNIDAD DE RESISTENCIA DE RESISTENCIA Y
ELEMENTOS DE
RESISTENCIA.
NÚCLEO DE COMBATE
EQUIPO DE RESISTENCIA COMPUESTO DE 2 HASTA 20
ELEMENTOS DE RESISTENCIA
NÚCLEO DE COMBATE
ELEMENTO DE RESISTENCIA COMPUESTO DE 1 HASTA 10
COMBATIENTES
EL SOLDADO, EL CIUDADANO,
COMBATIENTE EL GUARDIA TERRITORIAL,
EL RESERVISTA.

MODO DE ORGANIZACIÓN PARA


LA GUERRA ASIMÉTRICA

90
9. PRINCIPIOS DE LA GUERRA ASIMÉTRICA.
CARACTERÍSTICAS.

a. Principios de la guerra asimétrica.


Por principio se entiende fundamento o razón
fundamental sobre la cual se procede discurriendo en
cualquier materia. Es también la causa primitiva de
una cosa o aquello de que otra cosa procede. Es la
primera proposición o verdad, rudimento o
fundamento de una facultad o ciencia.
Los principios de la guerra asimétrica son una
guía general para la planificación y la conducción de
las operaciones en el plano estratégico y en el plano
táctico. Ellos son:

1) Objetivo.
En la guerra asimétrica tanto la potencia
invasora como el Estado víctima tienen objetivos
políticos y militares. Los de la potencia se
sintetizan en el control político del Estado víctima
y para ello requiere doblegar su fuerza y
capacidad de lucha. El Estado víctima requiere

91
mantenerse como un ente internacional
independiente, autónomo, en paz, libre y con el
control exclusivo de sus riquezas y recursos; para
esto necesita que su poder y su fuerza
conjuntamente con su esfuerzo político resistan
ante el invasor negando la consecución de sus
objetivos. El objetivo militar del Estado víctima
será destruir paulatinamente a las fuerzas
agresoras; negarle la posibilidad a la potencia de
lograr la destrucción de la fuerza de resistencia.
En términos generales el objetivo puede ser
expresado como una unidad enemiga en
particular, cuya destrucción se hará en forma
progresiva; el objetivo también puede
materializarse en la acción de mantener un área,
sector o instalación específica del Estado víctima.
El objetivo político del Estado víctima es mantener
el control y permanencia de sus instituciones
como un ente internacional independiente.
Los objetivos militares de las Unidades de
Batalla contribuyen a la consecución de los
objetivos militares de la Fuerza de Resistencia.

92
Los objetivos militares de las Unidades de
Resistencia, Equipos de Resistencia y de los
Elementos de Resistencia contribuyen a la
consecución de los objetivos militares de las
Unidades de Batalla.

2) Ofensiva.
Se ha mencionado anteriormente que
“teóricamente” ante la invasión o ataque militar de
una potencia a un Estado víctima, a este le
corresponde accionar su fuerza para enfrentar
dicho acto hostil y esto se traduce en su defensa o
resistencia; sin embargo, las acciones
emprendidas por el Estado víctima son
eminentemente de carácter ofensivo, pues buscan
destruir o causar el mayor daño posible al
enemigo, sin presentar un combate resuelto y
utilizando elementos de combate de menor
magnitud que posibiliten su rápida evasión y su
empleo posterior.
Aunque el empleo de las armas de apoyo de
fuegos, sistemas de armas, o elementos aéreos

93
de combate no ocurre en masa para no significar
un blanco lucrativo, decidida su utilidad, es para
ocasionar un gran daño al enemigo en la
búsqueda de mermar su poder y su moral. El
empleo de ingenieros para destruir al enemigo o
negar su movilidad, y el de las armas antiaéreas,
aun en menor escala, debe ser netamente
ofensivo.

3) Maniobra.
En la guerra asimétrica, la maniobra es la
colocación de fuerzas y elementos de apoyo de
combate en los sectores apropiados, de modo que
ocasione la destrucción paulatina de una fuerza
enemiga que ha invadido el territorio del Estado
víctima, y que garantice un accionar prolongado y
persistente, en aras de impedir o dificultar la
consecución de los objetivos militares o políticos
que la potencia se ha planteado. El accionar de
los elementos de maniobra y de apoyo de
combate, está circunscrito a la presencia de
fuerzas enemigas que representen blancos de

94
oportunidad, y está signado por la rapidez, la
contundencia y la precisión, que posibiliten un
repliegue exitoso y un empleo posterior. Las
operaciones nocturnas y en condiciones de
visibilidad limitada cobran importancia en la
maniobra asimétrica. Deben conducirse
operaciones en el territorio de la potencia o en el
de sus países aliados.

4) Economía de fuerzas.
Significa que cuando se decide el empleo de
los medios de combate y de apoyo de combate,
debe tenerse en cuenta cada actividad táctica que
ejecutarán las unidades, para distribuir
convenientemente los recursos, dándole peso a
las Unidades de Batalla o a las Unidades de
Resistencia que tendrán misiones
preponderantes, dirigidas a puntos claves, y la
asignación apropiada a los esfuerzos secundarios.
Debido a la complejidad en este tipo de guerra, la
flexibilidad juega un papel importante en la

95
planificación, motivado a los constantes cambios
en el desarrollo de las acciones.
La ubicación de las fuerzas debe responder a
la necesidad que tienen los comandantes de
disponer recursos suficientes bajo su control para
lograr las misiones asignadas. El principio tiene
como fuerza fundamental que deben utilizarse
todos los recursos disponibles.
La guerra asimétrica impone el cumplimiento
de este principio de manera taxativa puesto que
pequeños elementos enfrentarán a fuerzas
superiores, basados en la sorpresa, rapidez y
contundencia, que posibilitarán su empleo
posterior, considerando siempre que las acciones
serán en un tiempo prolongado, siendo necesario
mantener la constancia y la permanencia de las
operaciones.

5) Unidad de mando.
Este principio exige que para cada misión
exista un esfuerzo conjunto bajo la
responsabilidad de un comandante. Para ello se

96
visualiza la coordinación de las acciones hacia un
logro común. Todas las fuerzas están bajo el
control de un comandante responsable, con
autoridad, para dirigirlas hacia la consecución de
un objetivo común. Esto es clave para obtener la
victoria; por ello, la fuerza en la que mandos y
subordinados obran al unísono y cuente con el
jefe más competente y autónomo vencerá.
En la guerra asimétrica, en cada Zona de
Resistencia se realizan tareas para conseguir el
objetivo común de la Fuerza de Resistencia, pero
todas dirigidas por un comando que integra y
sincroniza los esfuerzos y establece el orden de
las operaciones.
Todos saben quién es el comandante y cual
es el objetivo. Aunque se desarrollan actividades
en forma simultanea en el territorio del Estado
víctima y en los territorios de la potencia y sus
aliados, el comandante de la operación es uno
solo y quien decide de que manera distribuirá los
medios para cada evento.

97
Puede suceder que algunas fuerzas no estén
bajo la misma estructura de comando; en este
caso debe privar la unidad de esfuerzo puesto que
las unidades deben conocer el objetivo común y la
prelación de las tareas.

6) Simplicidad.
Implica la claridad y la sencillez en la
planificación de las operaciones; es esencial si los
planes van a ser ejecutados de forma detallada,
progresiva y en los escalones más bajos de la
organización.
La simplicidad contribuye al éxito de la
operación. Planes simples y órdenes concisas y
claras minimizan la confusión y el riesgo de la
incomprensión de los mismos. Cobra importancia
cuando las tropas están agotadas y posibilita que
las órdenes fragmentarias fluyan con precisión
hasta los más bajos escalones permitiendo así su
ejecución con éxito.
La organización debe ser lo más simple
posible, pero se admiten las condiciones que

98
impongan algunas consideraciones que aseguren
el éxito en la batalla.

7) Seguridad.
La seguridad permite la libertad de acción de la
fuerza, puesto que reduce la vulnerabilidad a
acciones hostiles y sorpresivas por parte del
enemigo; así se le niega la posibilidad de que
obtenga ventaja. Resulta de las medidas tomadas
por el comandante para proteger su fuerza y para
ello es necesario conocer del enemigo su
estrategia, táctica, doctrina y procedimientos de
planificación; estas medidas incrementan el poder
de combate.
En todas las Zonas de Resistencia se logra
con medidas pasivas tales como la cobertura y
abrigo, dispositivo apropiado, etc., y con medidas
activas, como las patrullas, reconocimientos, la
integración de los sistemas de defensa aérea,
obstáculos, radares y comunicaciones.

99
8) Sorpresa.
Implica golpear al enemigo en el momento y
lugar menos esperado. Con la sorpresa se logra
mermar la fuerza de combate del adversario de
manera progresiva. Para obtenerla se requiere
una actualizada información acerca del área de
operaciones y del enemigo, que permita
emprender acciones en los puntos claves de su
fuerza donde este es vulnerable. Debe procurarse
explotar las ventajas de cada sistema operativo de
la guerra asimétrica, considerando siempre que la
batalla será prolongada y que el momento de
efectuar el golpe es decisión de cada Equipo o
Elemento de Resistencia.
Es fundamental causar el desconcierto en la
fuerza agresora; es esencial atacarlo
contundentemente; los éxitos progresivos en la
guerra implicarán la victoria.

9) Iniciativa.
En las acciones asimétricas se conserva la
iniciativa en tanto los núcleos de combate que la

100
conducen deciden el momento y los medios para
desarrollar su acción letal. Los pequeños éxitos en
cada golpe dado a la fuerza invasora, dependerán
del ingenio, la asertividad y la eminencia de los
comandantes de Equipos y Elementos de
Resistencia en cada sector designado. Por ello
debe fomentarse la diversidad de acciones
tácticas que aleccionen a los comandantes en
estos niveles y los capaciten a desenvolverse en
forma excelente en este tipo de guerra.
Igualmente los comandantes y asesores en
cada Unidad de Batalla deben idear las más
variadas maniobras asimétricas, explotando los
factores sorpresa, contundencia, rapidez, tiempo y
accionar prolongado, que permita el empleo de los
núcleos de combate en forma constante y
agresiva.

10) Contundencia.
Significa ocasionar el mayor daño posible en la
fuerza agresora una vez que se ha decidido

101
atacarle por sorpresa, empleando los medios
asignados y apropiados para cada misión.
Las capacidades de las armas, explosivos y
sistemas, deben ser explotadas al máximo, pues
la fuerza agresora es abrumadoramente superior;
por tanto resuelta la acción ofensiva, el resultado
debe corresponder con una merma considerable
del poder militar tangible e intangible del enemigo.

11) Descentralización.
La maniobra asimétrica se basa en el empleo
de pequeños elementos de resistencia actuando
en grandes áreas. El combate se desarrollará
mayormente con fuerzas pequeñas y versátiles.
La planificación general será centralizada, pero la
ejecución de las operaciones será
descentralizada.
Los comandantes de Unidades de Batalla
distribuirán sus fuerzas conociendo que el control
de las operaciones será difícil. Por ello al asignar
medios de combate considerarán que las
acciones serán en un tiempo prolongado y

102
detallarán las misiones cuanto más sea posible
para posibilitar el éxito de la operación.

b. Características de la guerra asimétrica.


Se distingue la guerra asimétrica de otras
formas y tipos de guerra por los siguientes
aspectos:

1) Los actores son Estados.


2) Participan los sectores político, diplomático,
comunicacional, psicológico y militar, entre otros,
de cada nación.
3) Marcado empleo de operaciones psicológicas.
4) La potencia busca decidir la guerra en el menor
tiempo posible, mientras el Estado víctima busca
la batalla prolongada.
5) El Estado agresor emplea tácticas regulares
mientras el Estado víctima recurre a tácticas de
desbalance; mayormente. Los contendientes
pueden hacer combinaciones entre ambas
tácticas.

103
6) El teatro de guerra lo conforman el territorio del
Estado víctima y el territorio de la potencia y sus
aliados.
7) El oponente agresor requiere generalmente de
aceptación internacional.
8) Marcada diferencia en la comparación del poder
entre ambos actores.
9) El Estado agredido involucra a todos sus
ciudadanos o población civil en la guerra, lo cual
es indispensable para un desenlace favorable a
él.
10) Su ocurrencia requiere de fases progresivas; en
especial la conformación de un ambiente local e
internacional favorable a la invasión.
11) El Estado víctima evita el combate resuelto y
procura la destrucción progresiva del enemigo.

104
10. ESTRATEGIA Y TÁCTICA EN LA GUERRA
ASIMETICA.

Estrategia militar es el arte de dirigir las


operaciones militares; es el planeamiento y la
ejecución de las campañas, con el objeto de vencer
al enemigo. En las guerras coexisten los objetivos
políticos y los objetivos militares del Estado.
En el contexto de la guerra se ha
conceptualizado que aquel escenario en el que un
Estado y su fuerza armada con un poder militar
abrumadoramente superior, en efectivos, sistemas de
armas y tecnología, ataca a otro Estado débil y
generalmente en su territorio, corresponde a un
escenario de “Guerra Asimétrica”, que se consolida
cuando el Estado en desventaja y su fuerza armada,
deja de lado la posibilidad de combatir empleando
tácticas y doctrinas de guerra regular, y en cambio,
recurre al empleo de tácticas irregulares, de guerrillas
o de desbalance, enfrentando así a esa fuerza
superior, minimizando el riesgo de su destrucción
prematura y posibilitando un desenlace favorable a él.

105
Se ha indicado en el numeral noveno que
mientras la potencia agresora busca derrotar
rápidamente a las fuerzas del Estado agredido, éste
mas bien busca un combate prolongado, sin enfrentar
resueltamente al enemigo, asestándole golpes
contundentes con pequeños elementos de combate.
Se ha significado que el control del recurso
energético en determinada área, puede ser el
verdadero motivo para que una potencia decida
invadir o emprender un ataque militar a un Estado
víctima, y de ese motivo emergen los objetivos
políticos y militares de la potencia, que se sintetizan
en la destrucción del poder militar del Estado víctima
y su posterior control político. Por tanto los objetivos
políticos y militares del Estado víctima en este
escenario en traducen en enfrentar militarmente a la
fuerza agresora, destruyendo gradualmente su poder
militar, negándole la posibilidad de controlar el poder
político del Estado, garantizando su independencia,
su libertad, su dignidad en el concierto internacional,
la paz para sus ciudadanos, manteniendo el control
de sus recursos energéticos o naturales para su

106
sustento y su autonomía como principio básico del
Derecho Internacional.

De lo señalado anteriormente, se puede inferir


que “Estrategia Asimétrica, es el arte de planificar y
conducir las operaciones militares de un Estado, con
el objeto de destruir paulatinamente a la fuerza de
una potencia que lo ha invadido, sin comprometerse
resueltamente en combate y manteniendo firme su
poder y control político.
La estrategia asimétrica es la que emplea el
más alto nivel de la fuerza militar de un Estado, para
hacer frente a una invasión o ataque militar
perpetuado por una potencia; es decir, la utilizada por
el comandante de la Fuerza de Resistencia y sus
asesores o estados mayores, cuando dividen el
territorio en Zonas de Resistencia, asignan elementos
de combate en ellas y conforman las Unidades de
Batallas, asignan misiones, establecen el orden de
los eventos y los relacionan con el esfuerzo político,
comunicacional, diplomático y psicológico del Estado.

107
Táctica militar es la correcta ejecución de los
planes militares y las maniobras de las fuerzas de
combate en la batalla. Táctica implica el accionar
sobre datos ciertos, mientras que la estrategia se
basa en hipótesis. Estrategia y táctica se
complementan y ambas concurren para lograr el éxito
en la guerra. Por ello, se puede inferir que Táctica
Asimétrica es el arte de planificar y conducir el
combate de resistencia en un sector específico del
teatro de la guerra, con el objeto de destruir
gradualmente a la fuerza de una potencia invasora,
sin comprometerse resueltamente en combate y con
un accionar progresivo y continuo.
La táctica asimétrica es la que emplean los
comandantes de Unidades de Batalla, sus asesores y
estados mayores, cuando en sus Zonas de
Resistencia dividen su territorio en Regiones y Áreas
de Resistencia, conforman Unidades, Equipos y
Elementos de Resistencia, asignan misiones,
establecen el orden de eventos y los relacionan con
la estrategia asimétrica de la Fuerza de Resistencia.

108
Las tácticas asimétricas configuran la estrategia
asimétrica.

Las acciones asimétricas son las conducidas


por los Equipos y Elementos de Resistencia en
cumplimiento de las tácticas asimétricas adoptadas
por sus comandantes y se circunscriben a los
siguientes actos: golpes de mano; emboscadas;
ataques limitados; destrucción de instalaciones
logísticas; destrucción sistemas de comunicaciones;
destrucción de aeronaves, buques, vehículos o
trenes; derribo de aeronaves; destrucción de
edificaciones y construcciones; bombardeo sobre
áreas ocupadas; posicionamiento de fuegos; trampas
y ardides; siembra de minas; uso de explosivos;
acciones de engaño; contaminación de áreas;
negación de recursos; incendios; inundaciones;
provocación de incidentes; demoliciones;
detenciones; espionaje; diseminación de propaganda;
combates urbanos; entre otros.

109
Tercera parte
GUERRA ASIMÉTRICA, EL ENTORNO

110
11. LA GUERRA ASIMÉTRICA Y LA POBLACIÓN.

Para que la estrategia asimétrica tenga éxito,


es necesaria la participación de todos los ciudadanos
del Estado. Es una obligación de los integrantes de la
población participar en su defensa y así está
tipificado en las leyes correspondientes. Los
representantes de las instituciones del Estado
democrático, son designados por el pueblo en el
ejercicio de unos de sus deberes como lo es el
participar en actos electorales, y es así que sus
líderes son nombrados por los habitantes del Estado
bien de manera directa o indirecta, lo que también es
un acto de autonomía e independencia.
Se ha indicado en apartes anteriores, que uno
de los objetivos de la potencia que invade a un
Estado, es materializar el control político de sus
instituciones, con el objeto de someterlo y dominarlo.
Para negarle esta posibilidad a la potencia, se hace
necesario que los habitantes del Estado estén
comprometidos a participar en su defensa, bien como
miembro de la Fuerza de Resistencia, o

111
proporcionando apoyo a ella desde cualquier empleo
que ostente y desde cualquier lugar.
Una forma de hacerlo es perteneciendo a su
fuerza armada, la cual una vez materializada esta
hipótesis de guerra, se empleará como Fuerza de
Resistencia, a la que también pertenecen las
reservas, guardias territoriales y demás ciudadanos
que voluntariamente se sumen en este esfuerzo de
patria. Pero el ciudadano que esté en un empleo
público o privado y tiene conciencia nacionalista, su
apoyo a la causa desde cualquier lugar es
bienvenido, porque el Estado al que pertenecen todos
está siendo agredido, es un Estado víctima de la
potencia.
El apoyo popular es prioritario desde todo
punto de vista, en acciones de acarreo, de suministro
de información a combatientes connacionales, de
logística local, proporcionando primeros auxilios,
ocultando combatientes connacionales o de países
aliados, negando información a fuerzas de la
potencia, conformando manifestaciones populares

112
que expresan públicamente el rechazo a la invasión y
sus consecuencias; entre otros.
El escenario descrito que implica el atropello
de un Estado con un poder superior a un Estado con
un poder mucho menor, para someterlo y dominarlo,
justifica la participación y el esfuerzo activo y con
compromiso de todos los ciudadanos de éste último,
en su defensa y mantenimiento de su soberanía.

113
12. LOS PODERES DEL ESTADO Y LA GUERRA
ASIMÉTRICA.

La guerra es un instrumento político del


Estado. En tiempos pasados era más común su
ocurrencia y su utilidad como una forma de resolver
las controversias y conflictos entre Estados. La
participación en una guerra era condicionada a la
decisión de sus autoridades quienes evaluaban otras
alternativas o salidas al conflicto que resultaban
infructuosas. Pero ya inmersos en ella, demandaba
un esfuerzo sin restricciones de todos los sectores
del Estado, vale decir económico, político, militar,
industrial, tecnológico, científico, cultural y social,
entre otros, que se traducía en un apoyo sostenido a
su fuerza armada que es la institución que lleva el
mayor esfuerzo, responsabilidad y riesgo; hasta que
formalmente se declaraba el término de la guerra o la
suspensión de las hostilidades. Ocurrido esto, alguno
de los Estados habría alcanzado los objetivos
políticos propuestos, y el otro contendiente habría
quedado en desventaja.

114
La guerra asimétrica no se aparta de esta
teoría política; por el contrario en ella se evidencian
con más claridad los objetivos políticos tanto de la
potencia que invade o ataca militarmente a un Estado
con un poder inferior, como los del Estado agredido
que se traducen en mantener su autonomía,
independencia, control de sus recursos y su libertad.
Este escenario es nada fácil para el Estado
agredido, pues prácticamente está en una marcada
desventaja al hacer una comparación de fuerzas, y
talvez con un entorno que se traduce en un ambiente
internacional favorable a los actos de la potencia.
Estas son características presentes en los últimos
conflictos; pero todos los Estados tienen derecho a su
defensa, a garantizar su paz, su soberanía y su
independencia.
La forma en que los Estados en condiciones
de inferioridad deben conducirse en este escenario,
es bajo el concepto de la unidad, es decir con el
consenso de todos los sectores del Estado
(económico, político, militar, industrial, tecnológico,
científico, cultural y social, entre otros), en un

115
esfuerzo firme, solidario, decidido, desinteresado,
homogéneo, coordinado y unitario, que garantice un
accionar sin errores, con pasos certeros hacia la
consecución de sus objetivos militares y políticos.
Solo así posibilitarán su existencia como Estado
autónomo, libre e independiente. También se
requiere que dicho esfuerzo sea sostenido, pues la
guerra asimétrica para el Estado víctima es
prolongada y tienen especial importancia los
esfuerzos diplomático, comunicacional y psicológico,
que deben estar presentes en la estrategia asimétrica
acordada.
En las últimas guerras que el mundo ha
presenciado, se observa como los poderes del
Estado agresor, de la potencia, (ejecutivo, legislativo,
judicial y otros) pueden estar a favor o en contra del
conflicto armado. Esto es una debilidad para la
potencia pues evidencia una incertidumbre en sus
esfuerzos, un accionar con inseguridad, que es
proyectado a la comunidad internacional como
“ejemplo de democracia” y de división de poderes;
pero en realidad, esta debilidad es rápidamente

116
despejada por el abrumador poder militar que
despliega la potencia con el que doblega al
adversario.
Para los Estados en condiciones de
inferioridad, no es conveniente que existan estos
desacuerdos, pues la debilidad creada producto de la
desunión no podrá ser remediada con el poder militar
del Estado que como se sabe es inferior, sino que
además, será aprovechada por la potencia para
intervenir algunas instituciones del Estado lo que le
facilitará el control del poder político del mismo. Por
tanto la estrategia asimétrica demanda un esfuerzo
absolutamente unitario y homogéneo de sus poderes,
que se traducirá en efectividad operativa, en fortaleza
como Estado, y en victoria.

117
13. EL SISTEMA AMERICANO Y LA GUERRA
ASIMÉTRICA.

En el nuevo continente luego de la gesta


independentista la situación internacional se ha
caracterizado por una paz aparente; algunas
escaramuzas se han producido entre algunos
Estados sureños que han sido prontamente
solventadas y superadas. Sin embargo, en cada
Estado se han presentado situaciones de tensión, en
unos con cierta gravedad más que en otros. La
presencia en el bloque americano de la primera
potencia, ha signado a los países que lo conforman
de un estatus de democracia aparente que le es útil a
sus intereses de dominio internacional y global, a la
vez que les impone alguna cuota de compromiso y
cooperación, a cambio de recibir comedidos apoyos,
créditos o facilidades de pago sobre deudas que ya
habrían adquirido en algún momento de sus historias;
deuda que como es lógico, la inflación y los
movimientos de la economía la han aumentado,
siendo que a estas alturas es casi imposible de

118
saldar, y que ha sido en algunos casos la causa de
economías infructuosas que no permiten satisfacer
las necesidades sociales de sus ciudadanos y
también de situaciones de inestabilidad interna.
Algunos pueblos del continente
afortunadamente han despertado; han entendido que
la verdadera independencia, como la añoraban los
auténticos libertadores, es el camino hacia la
autodeterminación y es la solución de tantas
injusticias sociales que hoy plagan a la América. Es
así que se erigen nuevos Estados libres,
verdaderamente independientes, autónomos y con el
control absoluto de los recursos que la naturaleza les
ha dado, y que intentan convertir el producto de ellos
en dádivas y en servicios como una justa retribución
a quienes verdaderamente fueron sus dueños por
siempre. Pero otros pueblos en cambio, continúan en
el espejismo de una realidad favorable, con
instituciones serviles sin quererlo, a otros amos,
dueños que no están en sus territorios, pero que les
explotan, los manejan y los dominan. El depredador
está al acecho, y siente que está perdiendo el control

119
en espacios que estaban antes bajo su dominio.
Algunos Estados serviles serán utilizados para
recuperar ese espacio que el depredador siente que
pierde. Los pueblos que se levantan bajo la bandera
de la libertad y la autonomía deben subsistir, mas
bien resistir a la embestida que más temprano que
tarde el depredador tratará de asestarles; más sus
poderes militares son característicos, similares, e
insuficientes para pretender sus defensas con la base
doctrinal hasta ahora impuesta por las potencias. Es
entonces necesaria la unión en muchos sectores
(político, económico, social, cultural, tecnológico,
comunicacional, industrial, científico y muchos otros)
pero no debe dejarse de lado el poder y la fuerza
para su defensa. En otros tiempos al país del norte
del sur le correspondió la inmensa tarea de organizar
el poder, la fuerza militar y la unidad política, en aras
de la libertad y la independencia. Ahora el país del
norte del sur es pionero en una forma de guerra que
es una salida para enfrentar las embestidas de las
potencias, salida que para que sea más efectiva
requiere del consenso de los Estados afines, de los

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Estados cuyos pueblos comprenden la importancia
de su participación democrática y de su resolución.
Los Estados cuyos pueblos emergen para ser libres
tienen que unirse, y sus gobernantes deben propiciar
la defensa integral, pueblo y fuerza, pero también la
defensa regional y global, porque desde otros
confines del planeta, los pueblos que emergen y se
erigen en la libertad y en la verdadera independencia,
reconocen sus similitudes y están dispuestos a
integrarse en un esfuerzo solidario por la paz y la
verdadera libertad. Entonces, acompañando a la
fuerza de los pueblos que despiertan, ideemos el
empleo de una fuerza regional bajo la estrategia
asimétrica, lo cual es una necesidad común de los
Estados afines del bloque americano, y fortalezcamos
esa estrategia con la participación de otros pueblos
con intereses comunes, que entienden la posibilidad
de una defensa global. Así, estaremos dando pasos
certeros hacia el propósito de que nunca se configure
el ambiente internacional favorable para la invasión;
para que la segunda fase de la guerra asimétrica no
pueda ser sobrepasada.

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