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1.

Dimensión civil de la ciudadanía


remite a los derechos y obligaciones relacionados con la igualdad ante la ley y con las
libertades de la persona; las de palabra, de pensamiento, de culto y de reunión.
forman parte los derechos y obligaciones a la vida, la propiedad, la realización de
contratos y a un juicio justo.
La ciudadanía civil se centra en el individuo como sujeto autónomo.
Estas significaron la afirmación del ciudadano como sujeto emancipado(libre) del Estado y
como estructurador de nuevas relaciones a entablar entre ambos. Influenciaron en la
emergencia de una nueva sociedad abierta y de ciudadanos independientes, es decir, no
limitados por el poder del Estado. Ahora, el individuo se afirma y autonomiza respecto del
Estado.
Los derechos de ciudadanía civil obligan al Estado a respetar la actuación libre del
ciudadano.
Los ejes de la ciudadanía civil son la igualdad y la libertad.
la ciudadanía civil rechaza la clasificación y jerarquía desde el nacimiento. Se opone a la
asignación de roles a los hombres, a la ubicación social en un sitio y a una función
particulares predeterminadas por su origen. eliminar los privilegios o jerarquías basados
en la nobleza, la religión, los estamentos o castas sociales y las corporaciones de los
gremios. Todos los ciudadanos somos iguales. Se trata de una igualdad formal, consiste
igual valor asignado y del derecho a ser uno mismo ante los demás. La libertad del
ciudadano asume dos modalidades: a) la libertad “de”, o libertad “negativa”: es decir, la
eliminación de prohibiciones para la actuación del ciudadano, y b) la libertad “para”, o sea,
libertad “positiva” (Lefort, 1991: 44 y 50). Esta implica gozar de una esfera de acción no
controlada por los órganos de poder estatal. Significa poner límites a la intervención del
Estado sobre el ciudadano, que ya no es súbdito. Es el derecho de hacer todo lo que no
está prohibido por las leyes. Pero frente a este ideal normativo de la ciudadanía civil
existen múltiples cuestiones pendientes en cada uno de sus componentes. Ello evidencia
que la promesa de la sociedad libre e igualitaria de las revoluciones burguesas no se ha
cumplido. Porque hoy sigue habiendo individuos privilegiados (como los integrantes de los
poderes fácticos: los dueños de medios de comunicación, los detentadores de monopolios
[Teléfonos, TV], los ejecutivos de empresas transnacionales, la élite política). Estos
constituyen la nueva “nobleza” moderna: con “servidumbre” a su servicio (asistentes,
ayudantes, choferes); y con condiciones de vida excepcionales: en los ingresos, la
capacidad de consumo, etcétera). Igualmente se mantienen varias de las viejas o históricas
discriminaciones (por ejemplo, contra los indígenas). Asimismo, han surgido otros
excluidos y discriminados tales como —desde el punto de vista económico— los
trabajadores-“esclavos” en las fábricas “de sudor”, los migrantes, etcétera). Sobre el
derecho a un juicio justo, se comprueba diariamente la tergiversación de la justicia, en
cuanto capacidad de defender, mediante el debido proceso legal, los derechos propios. Es
real el dicho acerca de que “la justicia tiene precio”. Porque se puede comprar. Está
mercantilizada. Es decir, se aplica un trato desigual a los ciudadanos formalmente iguales.
Por otra parte, ¿qué sentido tiene el derecho civil a la propiedad en las sociedades de la
desigualdad creciente en las que más de la mitad de la población son pobres y excluidos?
¿Cómo construir ciudadanía en un contexto de inseguridad pública, de violencia creciente
y de empoderamiento del crimen organizado, que ponen en cuestión la vigencia del
derecho más elemental de todos, es decir, el del derecho a la vida? (PNUD, 2008). Lo más
grave y preocupante, frente a las promesas, igualitarias y libertarias e incumplidas de la
ciudadanía civil, es la incertidumbre de las respuestas a la pregunta: ¿son realmente
posibles las re-estructuraciones profundas que es necesario aplicar a las Sociedades
actuales para hacer efectivos los derechos civiles para la mayor parte de los ciudadanos?

CRITERIOS DE ANALISIS:
 La ciudadanía civil se centra en el individuo como sujeto autónomo. - Este es el
principal legado de las revoluciones burguesas (la inglesa de 1689, la francesa de
1791 y la norteamericana también del año 1791)
 Los ejes de la ciudadanía civil son la igualdad y la libertad
 La igualdad formal, consiste igual valor asignado y del derecho a ser uno mismo
ante los demás
 Libertad positiva y libertad negativa:
i. Libertad positiva: Significa poner límites a la intervención del Estado sobre
el ciudadano, que ya no es súbdito
ii. Libertad negativa: La eliminación de prohibiciones para la actuación del
ciudadano
 frente a este ideal normativo de la ciudadanía civil existen múltiples cuestiones en
sus componentes (PALABRA, PENSMIENTO, CULTO Y REUNION). La promesa de la
sociedad libre e igualitaria de las revoluciones burguesas no se ha cumplido.
Porque hoy sigue habiendo individuos privilegiados (como los integrantes de los
poderes fácticos: los dueños de medios de comunicación, los detentadores de
monopolios [Teléfonos, TV], los ejecutivos de empresas transnacionales, la élite
política)

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