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Cuando

los niños
empiezan
después
de los
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6 años
Está prohibida su reproducción.

N°ISBN: 978-2-491847-09-8
© Escuela Viva Editorial - 2020

Cubierta: Corinne Leveuf


Fotos: Vanessa Toinet
Traducción: Teresa Camprodon

escuela viva
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El material, su preparación, su presentación ................................. 48


Los niños mayores de 6 años y la vida sensorial ........................... 49
Superar la carencia sensorial ........................................................ 51
El problema de las pantallas ......................................................... 52
La materialización de nociones abstractas .................................... 53
Las contribuciones específicas de cada material ........................... 54
Índice
Ayudar al niño a encontrar el equilibrio ....................................... 63
¿Problemas de aprendizaje o aprendizaje problemático? ............. 10 Una nueva definición de los aprendizajes fundamentales ............ 63
Los niños demasiado «perfectos» ................................................. 12 Gestionar los comportamientos molestos ..................................... 64
Los niños «desfasados» ................................................................. 15 Cambiar el ambiente y el ritmo .................................................... 67
Los niños diagnosticados de «dis» (disgrafía, dislexia…) ............... 17 La exigencia de los adultos ........................................................... 69
Los niños avergonzados por su precocidad intelectual ................. 20 El «gran trabajo» de los niños ....................................................... 73
Los llamados niños hiperactivos ................................................... 21 La cuestión de la evaluación ......................................................... 75
Los niños con discapacidad ........................................................... 22 Mantener la cabeza fría ................................................................ 76
Algunas ideas para la reflexión ..................................................... 77
La acogida del niño ....................................................................... 24
La toma de contacto ..................................................................... 24 Diagnosticar y reparar dificultades del lenguaje ........................... 83
La observación .............................................................................. 25 Algunas evidencias ........................................................................ 83
La acogida por parte del grupo ..................................................... 28 Recuperar aquello que se ha saltado ............................................ 84
Aislar los problemas ...................................................................... 85
Replantearse el ambiente preparado ............................................ 31 Ayudar a entender la lógica del lenguaje ...................................... 85
Un pequeño recordatorio sobre el ambiente preparado ............... 31 Posibles soluciones ....................................................................... 86
Un ambiente enriquecido ............................................................. 32
La inestimable contribución de la naturaleza y de los animales ... 34 Diagnosticar y reparar dificultades en el cálculo ......................... 100
Un ambiente que favorece la libertad ........................................... 35 Rehacer el camino, o una parte del camino ................................ 100
La libertad de movimiento y las limitaciones útiles ...................... 39 Dificultades comunes y posibles soluciones ............................... 103

Repaso de los períodos sensibles .................................................. 41 Epílogo ........................................................................................ 108


Rápido recordatorio de los períodos sensibles .............................. 42
Los niños mayores de 6 años y la vida práctica ............................. 44 Materiales y actividades citadas .................................................. 110
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Preámbulo Introducción
¿A quién va dirigido este libro? En general, a un público de educadores La pedagogía Montessori está en boga. Cada vez hay más logopedas y
muy variado. A los docentes de educación primaria que ya están im- educadores que se interesan por ella, y que se van formando en este
plementando o intentando que se acepte la pedagogía activa en la método. En todas partes se abren escuelas Montessori, y los maestros
educación pública. También está dirigido a los maestros formados en de la escuela pública están comenzando a integrarla en sus prácticas.
la docencia tradicional, y a los especialistas infantiles (como los lo- Además, lo que resulta de gran importancia, cada vez hay más padres
gopedas, por ejemplo) que desean profundizar en su trabajo y tienen que la descubren, que comprenden su riqueza y que desearían tener
dificultades para encontrar la formación adecuada o no disponen de la posibilidad de aplicarla a sus hijos. Ante la presión de la creciente
tiempo para seguirlas o de dinero para financiarlas. Por supuesto, tam- demanda, las cosas pueden evolucionar. Al mismo tiempo, la peda-
bién está dirigido a los educadores Montessori, que cada vez enseñan gogía tradicional pone en evidencia sus limitaciones de una manera
a más niños procedentes del sistema tradicional y saben bien cuál es el flagrante, por lo que a menudo recae en los montessorianos la ardua
problema. Por último, esta obra se dirige a aquellos padres que lamen- tarea de reconciliar a muchos niños con la escuela.
tan las dificultades e incluso el sufrimiento de sus hijos en la escuela Como resultado, los educadores Montessori se encuentran en la com-
y buscan soluciones; si conocen otras alternativas, por un lado podrán plicada situación de acoger e integrar en su entorno a niños que pro-
presionar a los poderes públicos y, por otro, comprender y acompañar vienen de un sistema que no les conviene, en etapas muy variadas en
el trabajo de los educadores que aplican pedagogías centradas en el lo referente a nivel escolar, a su relación con la escuela, a su apertura
niño y su desarrollo. La educación de los niños es tarea de todos, es a los demás y a su aceptación o rechazo de todo aprendizaje; a veces
una empresa común de colaboración positiva. incluso presentan una completa aversión a la escuela o han sufrido
Nota importante: si usted no es un educador Montessori y aún no un fracaso escolar total. En algunos casos, hay niños en apariencia
conoce todo el material y su presentación, deberá utilizar como base perfectamente adaptados, incluso «sobreadaptados», que simple-
los libros de la colección Montessori Paso a Paso. Para ayudarlo, en mente son infelices y necesitan otro entorno para desarrollarse.
la p. 110 encontrará la lista de material que se cita en este libro y la La mayoría tienen 6, 7 u 8 años, tal vez 9 o más. Saben leer... o no... o
referencia a la página correspondiente a cada material. leen mal. Saben escribir... o no... o escriben mal. Tal vez les gustan los
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números, o no. A veces se niegan a coger un lápiz, pues les han quita- larga experiencia, para acoger a estos niños, recuperar sus ganas de
do el gusto por cualquier actividad de escritura o incluso de dibujo. aprender, volver a conectarlos, liberarlos de sus bloqueos, ayudarles
A veces son tan dependientes de las pantallas como de una droga. a dar sentido a su trabajo y a que puedan desarrollar su potencial al
Ninguno de estos niños ha empezado una educación montessoriana máximo; cada uno a su manera y con sus particularidades, sin buscar
a la edad en que Maria Montessori aconsejaba que debía empezar. la productividad, sino con el objetivo de realizarse a sí mismos.
Ninguno ha recibido una respuesta montessoriana durante los perío-
dos sensibles, que son tan importantes. Ninguno se ha beneficiado
de la inmensa contribución del trabajo de vida práctica y vida senso-
rial. Sin embargo, nada está perdido. Maria Montessori empezó con
niños de todo tipo, incluso con discapacidades cognitivas, afectivas
y sociales. Pero la tarea no es sencilla, tampoco para los montesso-
rianos experimentados. El objetivo de este libro es proponer direc-
trices concretas y prácticas, dar ejemplos y consejos basados en una
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hemos optado por seguir esta clasificación, aunque sea de manera


provisional, porque sabemos que existe, que usted se ve obligado a
enfrentarse a ella y que, por tanto, debemos tenerla en cuenta para
conseguir librarnos de ella. Esta categorización, que tiene el incon-
veniente de meter a los niños en cajitas, nos permite dar directrices
generales de trabajo adecuadas para todos los alumnos y evitar
¿Problemas de aprendizaje redundancias. En efecto, la experiencia nos muestra que, sean cuales
o aprendizaje problemático? sean las dificultades, a menudo se deben al hecho de que, por di-
versas razones, sus diferencias no se han tenido en cuenta hasta en-
No todos los niños que llegan a la pedagogía Montessori a los 6 años, tonces. Y sus aprendizajes se han visto obstaculizados.
o después, presentan necesariamente dificultades de aprendizaje. A Con respecto a los problemas de aprendizaje, los propios especialistas
veces se debe simplemente a que se han mudado de casa. Otras veces están divididos. Por ejemplo, algunas personas piensan que los tras-
los padres descubren la pedagogía Montessori cuando el niño ya lleva tornos «dis-» (dislexia, disgrafía, dispráxia…) se deben a disfunciones
unos años escolarizado. Estos niños «sin problemas», por supuesto, del sistema nervioso central, pero este punto de vista no es unánime.
se benefician de gran parte del ambiente Montessori, quizás de una Por nuestra parte, sin la voluntad de tomar partido y basándonos
manera menos vital, pero igual de beneficiosa. En cualquier caso, se en una larga experiencia de apoyo a la «reparación», creemos que,
sentirán más felices, más relajados, más integrados que antes. Sin aunque algunos niños tienen problemas reales que dificultan la
duda, ejercitarán sus sentidos de manera más aguda y consolidararán adquisición de conocimientos, estas carencias no hacen más que am-
conocimientos que antes habían memorizado pero que no siempre plificarse si se dan unas malas condiciones de aprendizaje. No se trata
habían asimilado por completo. También experimentarán libertad de solo de problemas de aprendizaje, sino también de un aprendizaje
movimientos y de elección. problemático.
Pero los niños que más se benefician de la atmósfera Montessori son Más adelante, en este mismo libro hablaremos sobre aquello que pre-
aquellos que acuden a nosotros con la etiqueta de «trastornos del apren- cisamente ayuda a reencontrar al niño escondido que subyace oculto
dizaje». A pesar de que todos los niños son distintos, enseguida se cla- bajo la gran etiqueta, para de este modo tener en cuenta su persona-
sifican en categorías que al fin y al cabo no son tan variadas. Los ex- lidad singular, tratar de ayudarlo a superar por sí mismo sus dificul-
pedientes de estos niños o de sus padres a menudo esbozan historias tades particulares y desarrollar plenamente su potencial.
muy parecidas, como si cada vez se tratara del mismo niño: una
pérdida de la curiosidad, discordancias entre su comportamiento y la
escuela, entre su rendimiento y la «norma». En este primer capítulo,
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Los niños demasiado «perfectos» la historia que todos los demás aprendizajes solo se podían llevar a
cabo en relación con esta pasión. Estaba literalmente «abducido» por
En ocasiones hay niños que saben escribir, incluso con una bonita la historia. Esta circunstancia requirió que todo el equipo docente se
caligrafía, o que ya leen. En apariencia, todo va bien, pero lo cierto adaptase y explorase a fondo la historia para encontrar puentes hacia
es que se han adaptado, incluso sobreadaptado, a costa de algo muy otras «materias». Pedro incluso llegó a redactar una carta para el Día
importante: su creatividad, su equilibrio, casi su persona. A pesar de la Madre ¡partiendo de Carlos V! Ahora es un niño feliz porque
de estos logros, están tristes, decaídos. Se han dejado apagar para siente que se respeta su universo. Ahora es un niño seguro de sí mis-
convertirse en lo que queríamos que fueran: buenos estudiantes con mo, se abre a otras propuestas y se comunica con los demás niños,
una buena conducta. Hasta tal punto ha sido así que cuando sus pa- algo que antes no ocurría. Además, ha contagiado su gusto por la
dres o maestros se han dado cuenta, no han dudado en cambiarlos historia a sus compañeros e ¡incluso al equipo educativo!
de escuela. Dos ejemplos reales nos ayudarán a comprender mejor de Para estos dos niños, no fue demasiado tarde. A Xuan, que ya estaba
qué estamos hablando. demasiado «formateado», le ha costado muchísimo recuperar la ini-
Luisa (hemos cambiado todos los nombres) era una niña brillante que ciativa, el gusto por el esfuerzo, por la investigación y la perseveran-
sacaba unas notas excelentes en el sistema tradicional, pero que pa- cia. En su mente, era imposible llegar a asociar el trabajo en la escuela
decía dolores de estómago regulares siempre de camino a la escuela. con algo agradable, por lo que se limitaba a reaccionar siempre ante
En realidad, sufría tanto desde que había empezado su escolaridad las distintas instrucciones que le ordenaban, y que, en la mayoría de
que fue su propia profesora quien aconsejó a la familia que la llevaran las veces, no le implicaban personalmente. No se comprometía ni
a una escuela diferente. Entonces se subió al tren en marcha y acabó psicológica ni emocionalmente en nada. Cuando cambió de escuela,
su último año de primaria en una escuela Montessori. Antes, la voz el primer paso fue ser fieles a nuestras costumbres: «Ni fichas, ni
de esta niña nunca sonaba animada ni segura. No sonreía y evitaba el manual». Esta decisión le creó una especie de vacío que tuvo que
encuentro, la mirada, el contacto. Aunque se sentía a gusto ante un llenar por sí mismo. Si Xuan no quería aburrirse todo el día, se veía
papel, parecía sufrir al interactuar con otros niños o con los adultos. obligado a tomar conciencia de sus deseos y realizarlos. Pero el am-
El hecho de tener el espacio y la libertad para elegir su propio trabajo biente preparado (véase la p. 31) y la presencia de otros niños ab-
la ayudó poco a poco a desbloquearse y a disfrutar de todo lo que sortos en diversas actividades que parecían fascinarlos, le ofrecieron
hacía en clase. muchas oportunidades de pasar a una acción no dirigida. Quería ha-
Pedro, un niño curioso y «buen alumno» de primaria en el sistema cer un hotel para insectos, y luego un friso cronológico de hombres
clásico, montaba un escándalo cada mañana para no ir a la escuela. prehistóricos. Xuan se puso a dibujar. Empezó a escribir historias a
Cuando llegó a la escuela Montessori ya sabía leer bien y enseguida partir de sus dibujos. Estaba orgulloso de todos sus logros. Al cabo de
decidió colocar su pupitre al lado de la biblioteca. Le apasionaba tanto unos meses, por fin hacía un trabajo que era «suyo».
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En su caso, fue necesario superar un problema añadido, que por des- Se ha dado cuenta de que era mejor no opinar que arriesgarse a decir
gracia encontramos con bastante frecuencia: el de un padre muy in- una tontería y verse humillado delante de todos por un comentario
tervencionista. De hecho, algunos padres eligen una escuela diferente despectivo. Ha comprendido, porque se ha visto obligado a hacerlo
porque han tenido una experiencia horrible con una pedagogía que durante mucho tiempo, que tenía que pedir permiso para todo y que
rechazan y han visto con sus propios ojos el desolador espectáculo en realidad él no tenía ninguna autonomía legítima. Se ha vuelto
de su triste hijo. Es una reacción muy comprensible. Por desgracia, dependiente del consentimiento de los adultos y busca recompen-
otros van más allá, y lo que pretenden es tener el control total sobre sas y cumplidos. Estas «lecciones parásitas» están más cerca de lo
la educación de sus hijos. Para esa labor solo parecen confiar en sí que Maria Montessori llama «desviaciones», que impiden que el niño
mismos, y creen que por el solo hecho de pagar y encontrarse en reaccione de una manera serena ante lo que está sucediendo y ante
una escuela alternativa se les ofrecerá las ventajas de una especie de lo que le rodea. Hablaremos de eso más tarde.
escuela en casa pero sin los inconvenientes y las responsabilidades
que esta conlleva. Gobiernan a su hijo a distancia, como por control
remoto, por lo que el niño llega a clase en secreto con la consigna de Niños «desfasados»
los padres de hacer un trabajo en concreto. Esto coloca al niño entre
dos órdenes contradictorias y, a veces, incluso su sentido de la lealtad Cuando se afirma que un niño va atrasado o adelantado se hace en
le plantea un conflicto interno. Es evidente que esto no puede funcio- relación a un nivel esperado, el mismo para todo un grupo de edad.
nar. Por desgracia, esto es lo que le pasó a Xuan. Llegó a clase con un De hecho, estos términos abarcan una gran variedad de situaciones
libro científico sobre la prehistoria que era demasiado difícil para él e incluyen a niños considerados «demasiado lo que sea». Si ahora se
y la orden de trabajar en su friso. Todo su entusiasmo se desmoronó. encuentran en dificultades, en realidad es porque la mayoría de las
Se negó a terminar el friso. veces los han obligado a ir demasiado rápido (o los han forzado a ir
Otra dificultad para los niños demasiado «perfectos» es que, en oca- muy despacio, en el caso de los niños precoces). O los han obligado
siones, han aprendido lo que Trevor Eissler, en su libro Montessori a quedarse muy quietos y en silencio. Y entonces nos los traen para
madness!, llama «lecciones parásitas». Estos aprendizajes paralelos, reparar el desastre que inevitablemente ocurre.
involuntarios pero dañinos son, por ejemplo, la falta de empatía, la Estos niños lo pasan muy mal cuando tienen que emprender cier-
dependencia emocional e intelectual, la poca autoestima, las tram- tos aprendizajes. Les horroriza todo lo escolar o lo relacionado con
pas, el hecho de ocultar su ignorancia y sus fracasos, el miedo a tomar la escuela. A menudo, sufren una grave pérdida de autoestima y de
la iniciativa, el hecho de esconder su hoja o de querer copiar... El seguridad en sí mismos. Si bien los efectos son comunes, las causas
niño ha aprendido todas estas cosas no porque alguien se las hayan son muy diversas. Por tanto, es imposible ofrecer una respuesta única.
enseñado, sino porque ha vivido situaciones que sí lo han hecho. Es necesario observar a cada niño, intentar encontrar la verdadera
causa o causas de sus problemas antes de buscar vías de solución.
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Y, en ningún caso, estas vías pueden consistir en la repetición de las Los niños diagnosticados de «dis»
explicaciones y los ejercicios que hasta el momento han sido inefi-
(disgrafía, dilexia…)
caces, por frecuentes y variados que sean. Por eso las clases de re-
fuerzo del sistema clásico suelen fracasar. En el ámbito montessoriano,
Cuando se habla de trastornos de aprendizaje se suele diferenciar
la respuesta procede de otro tipo de acción: dar un paso al lado, una
entre los relacionados con la oralidad: disfasia; con la disfunción mo-
entrada diferente. La cuestión se aborda a través de una especie de
tora: dispraxia; con la escritura: disgrafía, dislexia, disortografía; y
mediación, que se suele basar en el redescubrimiento de conceptos
con actividades numéricas: discalculia, o dificultad en el aprendizaje
a través de los sentidos. También proviene de la restauración progre-
de las matemáticas (DAM). Las definiciones y las opiniones difieren
siva de la autoestima y la confianza en la posibilidad de triunfar y
en cuanto a las causas y los tratamientos que se deben aplicar al
progresar.
respecto. Los investigadores de la neurociencia usan las imágenes
Olivia llegó a los 7 años de edad. No sabía leer, escribía las letras al
médicas para intentar identificar causas genéticas y analizar los com-
revés, invertía las sílabas y tenía auténtica alergia al texto, a escribir
portamientos específicos del cerebro (activación de áreas concretas
en los papeles y a los bolígrafos. Durante todo un trimestre, exploró
según la actividad). Algunos pedagogos abogan por hacer un diagnós-
con interés todo el material sensorial, que normalmente se usa entre
tico muy temprano ante los primeros signos de duda. Otros creen
los 3 y los 6 años. Olivia se entregaba a la construcción, la deconstruc-
que en la actualidad existe una tendencia excesiva a decretar rápida-
ción, la clasificación precisa, como si volviera a pasar por el período
mente que un niño es disléxico, tendencia que agrava sus dificultades
sensible del orden. Durante una entrevista algo tensa, fue necesario
y lo estigmatiza.
tranquilizar a sus padres, que estaban preocupados por la falta de
No vamos a entrar aquí en estos debates, pues ni es el lugar indicado
trazos escritos, y tuvimos que explicarles que el trabajo de Olivia ha-
ni tampoco es nuestra competencia. En cualquier caso, lo que observa-
cia la lectura era un trabajo interior, velado, aún invisible, pero que la
mos en clase es que muchos de estos niños pueden rendir a la perfec-
eclosión era inminente. Tres o cuatro días después, Olivia se lanzó a
ción, aunque bajo ciertas condiciones y con la ayuda de un logopeda
la lectura de tres libros a la vez.
o de un psicomotricista. En nuestra opinión, lo más importante es,
como siempre, observar, analizar y ocuparse directamente de las difi-
cultades concretas de cada niño y de su sufrimiento. Debemos buscar

* Recuerdo: en la p.110 encontrará la lista de material que se cita en este libro * Les enfants surdoués ou la précocité embarrassante, Edition ESF, Paris,
y la referencia a la página correspondiente a cada material. 1999.
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las soluciones con él, adaptándonos a su propio ritmo y a él de verdad. orden de las letras: L+A+S = LAS pero S+A+L = SAL. A menudo, el niño
De hecho, las preguntas que debemos plantearnos son dos. Por un simplemente no lo ha entendido (le explicaron demasiado rápido o
lado: ¿En qué medida se trata de una verdadera dificultad del niño y no le explicaron lo suficiente) que las letras de una palabra no son un
en qué medida, de una inadaptación de la enseñanza a dicha dificul- paquete sin orden, sino que su posición en relación con las demás es
tad? Y por otro: ¿Cómo debemos adaptar su educación para que se importante. Es posible que tampoco haya comprendido que existe
tenga en cuenta sus peculiaridades? un «sentido» en las palabras escritas, es decir un significado. Para el
Por lo pronto, uno de los problemas esenciales que debemos evitar adulto, el hecho de que la palabra escrita sea el símbolo de un objeto
(o resolver) es el efecto dominó: por ejemplo, cuando los niños son o de un concepto es tan obvio que a veces se olvida de explicárselo
dispráxicos, son también forzosamente disgráficos. Además, cuando al niño antes de empezar a enseñarle las letras. Así que hay muchas
son disléxicos y tienen dificultades para leer y escribir, su retraso en la cosas que se deben volver a trabajar: el significado de las palabras, la
escuela tradicional con respecto a otros niños de la misma edad crece memoria...
de manera exponencial si todo el trabajo, incluido el cálculo, la cien- Mateo, un niño inteligente y dotado de un gran sentido práctico, llegó
cia y la historia, se basa en leer y tomar notas. Por último, el hecho hasta nosotras para entrar en secundaria, con 12 años. Sus antiguos
de que en un aula tradicional no se pueda tener en cuenta como es maestros habían abandonado por completo la idea de enseñarle a
debido el ritmo peculiar de cada niño y que aquellos categorizados leer y a escribir. Esta situación procedía de sus años de educación
con disfuncionalidades se encuentren rápidamente segregados y re- primaria, en los que su lentitud lo descalificaba y en los que era im-
trasados con respecto al grupo, es un factor importante en la pérdida posible, en aquel contexto, adaptarse a su ritmo. Demasiado rápido y
de la autoestima y de la seguridad en sí mismos. Estos niños fracasan demasiado pronto, le pusieron una computadora en las manos, de la
cada vez más en todo lo que se les pide. Poco a poco, pierden interés que solo usaba las teclas «flechas» e «intro», como en los videojuegos
o incluso sienten aversión por los aprendizajes. A veces, acaban fin- electrónicos. Contra todo pronóstico, el primer material al que acudió
giendo no entender nada, con la esperanza de que dejen de exigirles fueron las letras rugosas. Sentirse libre de todo juicio, de las notas y
o que, de manera demasiado apresurada, se lo hagan todo. de cualquier crítica inhibidora probablemente lo liberó.
Lo que ocurrió con Lola es un buen ejemplo para ilustrar que cada Además, el hecho de poder usar un material lo bastante simple como
caso es diferente. Cuando llegó, Lola tenía trastornos disléxicos que para tranquilizarlo le ahorraba el miedo al fracaso. Por fin había en-
le dificultaban aprender a leer, pero tenía una caligrafía preciosa. Fue contrado una solución a su problema y pudo abordarlo. Él ya sabía
necesario volver atrás. No nos dejamos impresionar por su bella ca- reconocer las letras del alfabeto, pero las pronunció «A - Be - Ce - De...»
ligrafía y volvimos a empezar desde la codificación, con las cajas de (y no A – BBB – CCC etc.) y escribió, por ejemplo, «ida» para «idea».
objetos fonéticos (o cajas de lectura). Tuvimos que trabajar en las pa- Enseguida quiso escribir palabras, pero tenía dificultades para compo-
labras que se escriben tal como se dicen y repasar la importancia del nerlas. Además de las letras rugosas, utilizó en paralelo la caja fonética
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y las letras móviles. Al final de su primer año ya podía leer palabras y a quienes no se les estimula lo bastante, se aburren en clase. Gabriel,
componer y escribir un texto. Una de las principales dificultades de por ejemplo, llegó a la escuela con una precocidad embarazosa. Era
Mateo se debió a que durante años tuvo a una persona de apoyo a infeliz en su clase porque le acosaban todos los demás niños con
estudiantes con discapacidades a su lado: había perdido la costumbre quienes, de todos modos, se aburría. Estaba a punto de sumirse en
de llegar hasta el fondo de una actividad él solo. una depresión. Tenía 10 años. Le gustaba aprender, pero se quedaba
En realidad, preferimos olvidar cuanto antes la etiqueta «dislexia» y sin recursos en cuanto notaba que se evaluaba sus conocimientos. El
plantearnos cada dificultad de manera individual. Consulte el capítu- hecho de llegar a un grupo en el que había varios niveles le permi-
lo «Diagnosticar y reparar dificultades del lenguaje». tió desarrollarse desde los primeros días. Al final se atrevió a seguir
siendo un niño y a jugar a cuatro patas con los más pequeños. Por
otro lado, podría cultivar su necesidad de autonomía en el trabajo y
Los niños avergonzados afirmar así su diferencia. Ganó mucha autoestima y confianza en sí
por su precocidad intelectual mismo, y se ha hecho amigo de algunos niños de la clase.

El psicólogo Jean-Charles Terrassier identifica lo que llama disin-


cronía.* Y con respecto a los niños precoces distingue tres tipos de Los llamados niños hiperactivos
dificultades: la disincronía inteligencia-afectividad, la disincronía in-
teligencia-psicomotricidad y la disincronía social. Se trata de un deca- También clasificados como «niños con trastorno de déficit de aten-
laje de desarrollo entre la inteligencia «avanzada» de un niño y otra ción e hiperactividad» (TDAH), se trata de alumnos ruidosos o sen-
facultad propia de su edad. cillamente muy inquietos, hasta el punto de molestar a los demás
El problema afectivo radica, por ejemplo, en el hecho de que se e interrumpir el estado de ánimo general. A menudo, su hiperacti-
espera que el niño sea igual de precoz en lo emocional que en lo vidad va acompañada de una incapacidad para concentrarse, sobre
intelectual. Pero su conducta afectiva sigue siendo la de un niño que, todo en una actividad que no han elegido ellos. En general, ense-
además, suele ser hipersensible. En términos de habilidades motoras, guida muestran un cambio muy positivo, porque en el universo
a menudo al niño precoz se le percibe como torpe en ciertas activi- Montessori pueden moverse a sus anchas y salir a relajarse si están
dades, como la escritura a mano. Por tanto, se vuelve aún más torpe muy tensos. Cuando su exceso de energía es una molestia para el
porque, al no estar acostumbrado al fracaso, se enoja y se impacienta. grupo, los demás niños actúan como mediadores al recordarles las
Por último, en el ámbito social es posible que no encuentre puntos reglas de la vida en la clase, sin que el educador tenga que intervenir.
de interés comunes con los niños de su edad y que, por tanto, ten- Toni era un niño alto y fuerte de diez años dotado de una energía fue-
ga problemas para hacer amigos. Además, la mayoría de estos niños, ra de serie como constructor. Para él, tener que estarse quieto en una
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escuela de corte clásico, encerrado, era antinatural y casi una tortura. Recordemos la importancia que tiene en Montessori el cometido del
Como necesitaba más complejidad, no se implicaba en las evalua- grupo en la educación de todos los niños y en la vida de la clase.
ciones convencionales, ya que no les encontraba el sentido ni el in- Precisamente, Maria Montessori empezó a elaborar su pedagogía en
terés. Si se aplicaba como es debido, era capaz de contagiar su energía contacto con estos niños.
a toda la clase, por ejemplo, en interminables actividades de recorte, No podemos sino lamentarnos del poco apoyo que en este caso re-
bricolaje, jardinería... Enseguida se convirtió en un referente a la hora ciben las escuelas por parte del Estado, ya que podrían convertirse
de encontrar una solución en el bricolaje, la apertura de frascos, la en una alternativa a los centros especializados o a las clases de la
construcción de una cabaña o la reparación de una bicicleta. educación pública, que no están adaptadas en absoluto. También es
lamentable que el material sensorial se utilice tan poco en los insti-
tutos especializados y que los equipos estén tan poco sensibilizados
Los niños con discapacidad y formados en la pedagogía Montessori.

Como tienen muy pocas soluciones dentro de la escolarización clásica,


los padres de niños con discapacidades demandan un apoyo solidario
y dentro de la diversidad. Montessori ofrece la oportunidad de seguir
adelante cuando las opciones institucionales se han rendido.
El problema que plantea su integración en el aula está más relacio-
nado con su grado de autonomía y la proporción de alumnos por
docente: un equipo pedagógico limitado forzosamente tendrá difi-
cultades si el número de niños dependientes es demasiado grande.
Asimismo, las escuelas privadas no concertadas rara vez reciben ayu-
da económica para poder aumentar el acompañamiento. Una escuela
Montessori no especializada solo puede acoger a un número muy
limitado de niños con discapacidades. Pero cuando la ratio de alum-
nos por docente es adecuada, su presencia es beneficiosa tanto para
ellos mismos, que pueden desarrollarse y progresar, como para los
demás niños, ya que en contacto con ellos aprenden una serie de
comportamientos sociales positivos: apertura a la diferencia, solida-
ridad, cooperación...
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porque somos seres humanos, con nuestras propias fatigas, nuestros


desánimos, nuestros momentos bajos, nuestros enfados... Por suerte,
la acogida no se sitúa siempre al mismo nivel de actividad. Hay
momentos en que interactuamos con el niño, y muchos otros en los
que sencillamente nos retiramos un poco y lo observamos.
La acogida del niño
La observación
La toma de contacto
En gran medida, la acogida del niño consiste en la observación abier-
ta y respetuosa, para intentar entenderlo, para ir a su terreno en lu-
Todos estos niños llegan a nuestra escuela con sus pequeños (¡o
gar de tratar de meterlo a la fuerza en el nuestro. Maria Montessori
grandes!) lastres, más o menos suspicaces con respecto a los adultos
hablaba del «secreto» del niño. Este es el secreto al que debemos
y todo lo relacionado con la enseñanza. Por eso, la manera en que les
acercarnos poco a poco, en el transcurso de las primeras semanas. Un
demos la bienvenida tiene una importancia enorme.
educador montessoriano puede ver como el niño se va revelando a
La acogida empieza cuando el niño tiene el primer contacto con no-
través de sus especificidades. La idea es ir más allá de la evaluación
sotros y nosotros con él, en el momento en que le abrimos la puerta
para permitir la revelación.
y nuestras miradas se encuentran, o cuando saludamos a sus padres,
De nuevo, un caso real explicará mejor esta idea. Cuando llegó Toni,
o lo saludamos a él o a ella. Debemos cuidar y preparar muy bien la
en su expediente decía que era incapaz de colocar un punto de si-
primera impresión que el niño va a tener de nosotros. La sonrisa e
metría en una hoja cuadriculada al otro lado de una línea vertical. Al
incluso la manera de vestir son importantes. Maria Montessori daba
cabo de unas semanas de su llegada, empezó a doblar y a recortar pa-
mucha importancia a la presentación del educador.
peles para hacer cristales de nieve y decorar toda la clase, con lo que
Los niños también detectan de inmediato si somos sinceros, ac-
demostró su dominio de la simetría y hasta qué punto era sensible a
cesibles, abiertos, bondadosos, claros y precisos. Los que llegan
ella; de hecho, superó con creces el ejercicio puramente escolar que
«rebotados» de la escuela están más a la defensiva y han desarrol-
se le pedía y que no conseguía hacer.
lado un elaborado sistema de alarma. Después del primer contacto,
Este ejemplo muestra la riqueza de los niños y, a menudo, su necesi-
continúan observando, avizores, fijándose en las actitudes del adulto
dad de complejidad. No los podemos reducir a un fracaso o a un éxito
para ver si realmente les inspira confianza, si creen en su poten-
a partir de un pequeño ejercicio particular, desvinculado de la realidad
cial, si los juzga o no, si los aceptan tal como son... Acoger es toda
y de toda utilidad. Si lo analizamos, el ejercicio del punto de simetría
una actitud, la más constante posible. Sin embargo, no es tarea fácil,
materializa todo lo que un niño (¡e incluso un adulto!) detesta: se le
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da una orden sin sentido, y se le pone a prueba acerca de un tema que conductual, en el plano de la relación del niño con su propio cuerpo
no tiene ningún interés, cuya utilidad no se le explica y cuyo resultado o con los demás, o en el plano de la autoestima. A veces, la dificultad
ni siquiera es hermoso. Por el contrario, en cuanto les proponemos estriba en que las carencias no se deben necesariamente a su vida es-
algo que tiene sentido, que es justo, que es hermoso, los niños solo colar, sino también a la historia familiar o social del niño.
tienen un deseo: implicarse. Y aún es mejor si no es el adulto quien He aquí algunos ejemplos. Ema, hija de unos padres ya entrados en
se lo propone, si el ambiente preparado le ofrece las posibilidades y años, rara vez conocía a niños de su edad fuera de los límites bas-
es el propio niño quien toma la iniciativa. Más adelante en este libro tante rígidos de su antigua escuela. Su necesidad de interactuar con
veremos cómo el ambiente preparado participa en la acogida. otros niños era tan fuerte que era esencial tenerla en cuenta antes de
Observar es pues intentar librarnos, en la medida de lo posible, de cualquier otra acción. Pasar por alto esta necesidad habría hecho que
las ideas preconcebidas acerca del niño. Nos parece esencial leer con cualquier trabajo fuera infructuoso y artificial. Gracias a ello, después
detenimiento los expedientes médicos o pedagógicos que lo acom- de un tiempo dicha necesidad se apaciguó y Ema estuvo disponible
pañan. Y no dejarnos influenciar. De entrada, es preferible nuestra para dedicarse a diversas actividades.
propia observación, que debe ser lo más objetiva posible y lo menos
La cooperación entre los niños
turbada por comentarios externos y previos a la acogida del niño.
es un componente importante de la acogida.
Así es como podremos resaltar el talento, o los talentos, hasta el mo-
mento ocultos o ignorados, de cada niño, aquellos por los cuales po-
dremos acceder a él, valorarlo, devolverle la seguridad en sí mismo y
ayudarlo a recuperar las ganas de avanzar. Es necesario ver realmente,
tomándonos nuestro tiempo, sin a prioris y sin precipitarse a sacar
conclusiones prematuras. Es importante dejar que las cosas ocurran a
su debido tiempo. A menudo, las revelaciones provienen de pequeños
detalles que se aprecian en el comportamiento con los demás niños,
en la elección de material, en la gestión del tiempo y del espacio, en
su manera de moverse, de hablar, de escuchar. Durante todo el tiem-
po en que el niño comparta el ambiente colectivo e interactúe con
otros compañeros, debemos intentar detectar pequeños signos reve-
ladores de cicatrices o carencias. La palabra «carencias» no la emplea-
mos aquí a la ligera. Podemos hablar de auténticas carencias, aquellas
que perturban su equilibrio, ya sea en el plano sensorial, afectivo,
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En cuanto a Carlos, su psicólogo lo había sacado de la escuela dos hablado antes, era todo lo contrario. Un niño que se lavaba constante-
semanas antes de que acabara el año. Se había librado de ir al hos- mente las manos, que no quería tocar nada, «roto» por una educación
pital por los pelos. Su sobredosis psíquica era fruto de una enorme escolar demasiado rígida, demasiado preocupado, casi de manera en-
saturación de trabajo escolar impuesto bajo presión, en ausencia de fermiza, por la mirada de los adultos y la coacción externa. Lucas
cualquier motivación y siempre bajo coacciones. Cualquier cosa que y Carlos entablaron una verdadera amistad. Carlos empezó a dibujar. Al
le pidiéramos, por nimia que fuera, como por ejemplo que se atara los principio, no podía prescindir de una regla. Todo era geométrico, cua-
cordones, la consideraba un ataque. La primera respuesta fue dejarlo drado, rígido, pero poco a poco empezó a hacer retratos y todo tipo de
trabajar a su ritmo. Paraba cuando quería, se tomaba descansos antes dibujos más creativos, como liberados. En cuanto a Lucas, enseguida
de reanudar el trabajo, a veces continuaba al día siguiente… y todas empezó a escribir, así, sin darse cuenta, por contagio, por complicidad,
estas nuevas libertades lo llevaron a quedarse, a veces durante varios porque veía el placer de Carlos al escribir. Fue magnífico.
días, haciendo una misma actividad, que él mismo había elegido. En este tipo de situaciones, la única iniciativa del educador es fa-
vorecer el contacto entre los niños que se pueden aportar mucho
el uno al otro. Debemos tener esto en cuenta porque funciona. Esta
La acogida por parte del grupo simbiosis ayuda a disolver muchos bloqueos. Como un acto reflejo,
solemos empezar a buscar la solución nosotros mismos y solo recu-
Otro punto importante con respecto a la acogida es el papel que pue- rrimos a la ayuda entre los niños cuando fracasamos. Sin embargo, hay
den jugar los otros niños. De entrada, ver lo que hacen los demás es- que recurrir a ella lo antes posible. Es necesario explotar este papel de
timula al recién llegado. Observar la manera en que los niños ponen mediador de un niño en relación con otro y apoyarse en la contribu-
toda su alma en el trabajo provoca un efecto «contagio» casi de in- ción de la comunidad de niños. Y no solo dejándoles establecer la co-
mediato. De este modo, el grupo participa en la educación del recién laboración habitual y espontánea que se instala de manera natural en
llegado. El avance de uno permite el avance de otro, y así sucesiva- nuestras clases, sino también después de analizar aquello que uno u otro
mente. Un año, dos niños que parecían opuestos se convirtieron en niño, gracias a sus particularidades, se pueden aportar mutuamente.
un valioso auxiliar el uno del otro. Lucas era como Huckleberry Finn: Así es como podemos dejar que actúe el poder de unos niños sobre
todo el tiempo descalzo, incapaz de sentarse y un auténtico soñador. otros: la acción creativa e imaginativa de un niño —que incluso pue-
Con 9 años y sin saber escribir, era casi imposible orientarlo hacia el de alterar el cometido original de los materiales— influirá en otro,
aprendizaje y como se pasaba el rato dibujando con tanta pasión y enriquecerá el ambiente y abrirá posibilidades que no habría permi-
dedicación, a todo el grupo le dio ganas de ponerse a dibujar. Tanto tido el uso ortodoxo del material presentado por el adulto. Por ejem-
era así que suponía un problema: ¿qué hacer con los niños que se plo, un día Zoe usó los símbolos gramaticales para hacer una especie
pasan la mayor parte del tiempo dibujando? Carlos, del que hemos de gran tablero gráfico (foto de la página opuesta). Como resultado,
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Hugo, de 10 años, a quien desde que había llegado nunca le había


interesado lo más mínimo ningún material gramatical, a pesar de que
sabía leer y escribir perfectamente, empezó a apasionarse y a pedir
que se lo explicaran.
Otro ejemplo de colaboración tan fructífera como sorprendente: Celia,
de 5 años, y Mateo, de 12. De entrada, jamás habríamos creído que
Replantearse el ambiente preparado
Celia pudiera aportarle algo a Mateo. Pero ella había estado en un
ambiente Montessori desde el principio y ya había comprendido el so-
nido de las letras («T» se pronuncia «ttt» y no «te»). Por lo que se refiere Un pequeño recordatorio
a él, llegó de la enseñanza tradicional con la pronunciación clásica del sobre el ambiente preparado
alfabeto y las dificultades de lectura que a menudo surgen de él: en lu-
gar de leer LOS leía LOSÉ. Como estaba apegado a esta niña divertida Para nuestros lectores que no dominan completamente la termino-
e inteligente y ella estaba muy orgullosa de enseñarle cualquier cosa, logía montessoriana, haremos un pequeño recordatorio de lo que se
todo funcionó de maravilla. No hay que olvidar que los más pequeños entiende por «ambiente preparado». Para E. Standing, se trata de un
también pueden ayudar a los mayores. En este tipo de casos, el papel «lugar donde [el niño] podrá vivir su vida sin la intervención inme-
del educador consiste en retomar el trabajo de los 3 a 6 años, pero diata de los adultos. El lugar donde será cada vez más activo, y el
dejando que otros niños lo enriquezcan y se instalen tutorías. educador cada vez más pasivo».* En la tradición montessoriana clá-
El apoyo de un niño a otro puede ir incluso más lejos: un día Vicente, sica, el ambiente incluye solo material Montessori correspondiente a
un apasionado de las nuevas tecnologías, decidió grabar la voz de ciclos de edad muy concretos: desde los 3 hasta los 6 años, y desde los
Killian, un niño autista, y luego hacerle escuchar su voz. ¡Killian coo- 6 hasta los 12 años. Preparar el ambiente consiste en seleccionar con
peró y habló! cuidado este material y ponerlo a disposición de los niños. El niño
Una idea que no se les había ocurrido a los profesionales del autismo o la niña debe poder encontrarlo fácilmente porque tiene su lugar
que lo acompañaban. preciso. Puede tomarlo él solo porque está a su alcance. No se trata
Para contribuir a esta aportación de la comunidad de niños, la edu- de elegir el material en lugar del niño, sino de hacer una selección
cación Montessori ofrece una herramienta que se debe emplear a adaptada a él, que a su vez puede elegir libremente. Esta selección se
fondo y con delicadeza para acoger a un niño después de los 6 años: realiza con un triple propósito: sugerir al niño vías adaptadas a sus
el ambiente preparado. necesidades concretas de desarrollo; permitirle actuar con libertad en
un marco que solo puede beneficiarle; ofrecerle posibilidades atrac-
tivas que le den la impresión de caminar por un hermoso camino
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lleno de oportunidades y que le den ganas de sumergirse en las acti- solo estaría relacionado con todo lo que han rechazado del univer-
vidades. Con este fin, seleccionamos el material de una manera parti- so escolar. También necesitan otra cosa, todo aquello que atrae su
cular y lo vamos renovando, y además lo disponemos de manera que deseo de descubrir, lo que les divierte, les intriga, les sorprende, les
sea fácilmente accesible y apreciado. Las diversas actividades que se afecta, despierta su imaginación, sus ganas de crear, fabricar, actuar,
realizan en la sala, la manera en que los niños, que ya están acostum- trabajar con los demás, en resumen, aquello que les gusta. Vale la
brados, se desplazan sin molestarse entre sí, el orden en el almacena- pena ofrecer herramientas de observación variadas, juegos como
miento: todo ello contribuye a crear un clima sereno que facilita la el ajedrez, las damas, el go; objetos inusuales que sorprenderán y
orientación y la integración del niño nuevo. atraerán a algún niño y lo introducirán en actividades enriquecedoras.
Por último, es importante estar dispuesto a aceptar que los propios
niños enriquezcan o modifiquen el ambiente. La clase es su espacio
Un ambiente enriquecido de vida. Un poco por casualidad, hemos constatado que ciertas inter-
venciones de los niños a veces pueden desencadenar reacciones más
Sin embargo, para los niños mayores de 6 años que entran por primera interesantes que las de un adulto, ya que hablan el mismo idioma y
vez en el mundo montessoriano, y que a menudo acarrean verdade- su imaginario funciona de la misma manera. Por ejemplo, un día un
ras dificultades que tienen que superar, este ambiente montessoriano niño puso el cofre de objetos pequeños en el acuario vacío. A partir
clásico y compartimentado (3-6 / 6-12) no es suficiente. De entrada, de ahí surgió toda una cadena de investigación documental, sobre la
el material de vida práctica y vida sensorial para niños de 3 a 6 años búsqueda de tesoros hundidos, los submarinos de exploración del
sigue siendo muy pertinente, e incluso indispensable, para trabajar fondo del mar, los animales de las profundidades, los mares y los
con estos niños mayores que necesitan reconectarse con lo concreto. océanos del mundo, el relieve submarino…
Acto seguido, también debemos introducir novedades con regularidad A veces, incluso las limitaciones producen insospechados efectos po-
en este universo cuidadosamente pensado. La novedad constituye sitivos. Por ejemplo: un año, el aula acogía un número inusualmente
un estímulo que reactiva la curiosidad. Para los niños que entran alto de niños y el espacio era escaso. El suelo cubierto de alfombras
en contacto con la pedagogía Montessori después de los 6 años, el requería un eslalon permanente cuando se desplazaban. Los pasos
ambiente preparado les permite evolucionar en un universo aco- entre los muebles se volvieron demasiado estrechos para poder mo-
gedor, que les da confianza y seguridad en sí mismos: un universo verse sin molestar. De manera espontánea, los niños decidieron que
alegre que suscita las ganas de aprender, que tiene en cuenta sus habría un sentido de circulación obligatorio. Se pasaron varios días
gustos, que les demuestra que los tienen en cuenta. No se trata, en- hablando de ello, establecieron reglas, fabricaron señales de tráfico
tonces, de poner en el ambiente preparado de esos 6 a 9 años solo y las colocaron en los lugares correctos, sin ninguna intervención
el material de matemáticas o de lenguaje de 6 a 9 años. Aunque sea por parte de los adultos. Incluso vimos aparecer letreros de «obra en
un material Montessori estético, sensorial y atractivo, en su mente
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construcción» en los lugares donde los niños trabajaban sobre una la vida práctica y sensorial, el lenguaje e incluso el cálculo. Además,
alfombra. Todos los niños colaboraron, apasionados por su objetivo y como señala el psiquiatra infantil estadounidense Boris Levinson, uno
por los medios que había que implementar para lograrlo. El resultado de los primeros en observar el aporte del perro a la terapia: «El animal
fue una clase más tranquila, un grupo más unido, una integración no alberga expectativas idealizadas con respecto a los humanos, sino
completa de todos los niños. que los acepta como son y no por lo que deberían ser». Para los niños
que no han dejado de escuchar reproches y críticas, de repente estar
La inestimable contribución de la naturaleza en contacto con la naturaleza constituye un soplo de aire fresco.
y de los animales Y para concluir, el contacto con el animal permite al niño revivir o res-
taurar vínculos que lo calman. Las emociones liberadas permiten que
La presencia de la naturaleza y de los animales también tiene un surjan comportamientos no visibles en un contexto escolar clásico.
efecto extraordinariamente beneficioso, sobre todo para los recién
llegados que provienen de un universo cerrado, en el que deben
permanecer sentados durante horas. Correr fuera cuando se es hi- Un ambiente que favorece la libertad
peractivo, reconectarse con la naturaleza trabajando en la hierba o
jugando con el perro, sentirse responsable y útil, valorado, ocuparse Como sabemos, el ambiente preparado permite que el niño se de-
de regar el huerto, escuchar el propio cuerpo con los ojos cerrados sarrolle de manera independiente: el material está al alcance de su
sentado a lomos de un caballo, encandilarse al contemplar el trabajo mano y no necesita pedirlo, los grifos están a su altura, las estanterías
de un insecto, aprender a esperar mientras se cuidan las semillas son de su talla, las herramientas están hechas para él. Todo esto en
germinadas, colaborar con otros en los cuidados de un acuario... son sí ya constituye una pequeña revolución para el niño que llega del
algunos de los innumerables potenciales del contacto con la naturale- sistema tradicional, en el que tenía que pedir permiso para todo y
za. Podemos incluso ir más allá e introducir la mediación animal en la hacer cada cosa en el momento preciso, dentro de límites a veces
escuela. De hecho, el lugar de lo emocional en la escuela es un tema coercitivos. El hecho de que se le anime a tomar iniciativas es para
aún muy poco explorado. La presencia animal ofrece la posibilidad de él un gran descubrimiento, además de la novedad de que le dejen
interacciones muy positivas, relajantes, desestresantes y divertidas. libertad. Libertad para levantarse cuando quiera, moverse cuando lo
Así como Maria Montessori hablaba de la vida práctica y la vida sen- necesite, coger una colchoneta para trabajar tirado en el suelo, elegir
sorial, nosotros podríamos hablar aquí de la vida relacional, gracias a una posición cómoda para leer, seleccionar su actividad del momen-
la presencia de los animales. to, pasar a otra cuando se canse. Incluso puede construirse todo un
La presencia animal es una mediación, como el material Montessori o espacio de trabajo y así crear las condiciones que le resulten cómodas
el arte en todas sus formas. Ofrece innumerables oportunidades para e inspiradoras.
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A veces, esta libertad sorprende a los padres que no están acostum- en la silla durante una hora entera o tener que interrumpir el trabajo
brados al universo montessoriano. Cuando descubren este nuevo de todos y molestar al grupo entero para pedir un permiso tan obvio
ambiente, incluso el no «enriquecido», pueden manifestar cierto te- como para ir al lavabo.
mor, o ideas preconcebidas, que es necesario tener en cuenta. Deben
comprender que la libertad que permite el entorno preparado no es
sinónimo de anarquía ni de desorden. En general, el niño al que se
La libertad de movimiento
deja en libertad no suele aprovecharla para hacer lo que le dé la gana, y las limitaciones útiles
ni siquiera al principio. Por el contrario, cuando se le fuerza demasia-
do, explota en cuanto cede la presión. En el ambiente montessoriano, En cambio, el niño comprende enseguida que, si tiene libertad de mo-
y a través de la observación de los demás, cuando él mismo se com- vimientos, tiene también el deber de moverse sin perturbar el trabajo
porta libremente se relaja, se calma, aprende a moverse sin miedo en de un compañero al pasar. Se vuelve más respetuoso con el ambiente.
el espacio haciendo menos ruido y menos movimientos bruscos. Ya Evidentemente también existen limitaciones, muy útiles para la
no tiene restricciones arbitrarias e inútiles, como permanecer sentado convivencia del grupo, e incluso prohibiciones relacionadas con la se-
guridad, como por ejemplo hablar bajo, no dejar la silla en medio del
espacio cuando alguien se levanta, guardar el material cuando se ha
La pedagogía activa no es sólo acción. terminado de usarlo, no sostener las tijeras con la punta en el aire, no
También es libertad de elección. Y leer no es no hacer nada. correr en clase y actos por el estilo. Claro está que hay momentos en
que el educador debe intervenir para bajar el volumen de ruido: esta-
mos tratando con niños, a veces bastante numerosos, y en un espacio
limitado. A veces hay niños a quienes hay que aconsejarles salir a dar
una vuelta fuera para liberar energía, correr e incluso gritar, antes de
regresar ya calmados y emprender actividades más tranquilas.
Un pequeño experimento ayudará a entender la importancia del mo-
vimiento. Nos lo contó un invitado externo proveniente del mundo
del circo. Tiene como escenario el paso de este invitado por una clase
tradicional. El joven había pedido al enseñante que permitiera a los
niños simplemente cambiar de sitio tres veces en una mañana. ¡No
se trataba siquiera de dejarlos levantarse y moverse a su antojo por
el aula, como en un ambiente Montessori! Se trataba solo de dejar
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que los niños cogieran sus cosas e intercambiaran con otro niño de
la clase el lugar donde estaban sentados, en tres sesiones repartidas
en el tiempo que duraba clase. El resultado, constatado de una ma-
nera espectacular, había sido una mejor concentración de los niños
hasta el final de las clases. Parece evidente que los niños necesitan
estirar las piernas de vez en cuando y tomarse un descanso, aunque
Repaso de los períodos sensibles
fuese fuera del recreo. ¿Por qué, entonces, no lo hacemos de manera
sistemática?
El ambiente preparado tiene una gran ventaja: permitirá a los re-
cién llegados repasar los períodos sensibles que no se han tenido en
cuenta. En este punto se nos presenta el desafío de ir más allá de la
frase según la cual «todo ocurre antes de los 6 años». Ciertamente, tal
como Maria Montessori desarrolla de forma exhaustiva en La mente
absorbente del niño, antes de los 6 años todo es más fácil. Pero eso no
significa que todo esté perdido si el niño no ha podido beneficiarse
de una respuesta adecuada mientras vivía los períodos sensibles. Solo
que después es más difícil. Y esa es precisamente una de las tareas
más importantes del educador que recibe a un niño de 6 o más años:
ayudarlo a repasar estos períodos sensibles. A menudo, la observa-
ción de la clase nos ha demostrado que, si el entorno es propicio, un
niño que tenga dificultades con las matemáticas puede, por ejemplo,
y de manera sorprendente, buscar solo la cadena larga de los mi-
llares, y otro que tenga problemas con la escritura en algún momento
llegará a tener ganas de mejorar su escritura «ligada». Un ejemplo:
Carlos, alérgico al cálculo en el modo tradicional, después de contar
todas las perlas de la cadena de los millares exclamó: «¡Cuanto más
larga es y más difícil es, ¡más me gusta!». Es cierto que ya no estaba en
su período sensible del orden en el sentido montessoriano, pero de
todas maneras estaba concentrado con pasión en sus cálculos.
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Rápido recordatorio sobre los períodos sensibles «Los seis primeros años son vitales», pero ello no nos tiene que asustar.
Para precisar cuáles son los períodos sensibles según Maria Montessori, lo
(Del libro Montessori Paso a Paso / Vida práctica–Vida sensorial)
más sencillo es leerla directamente. He aquí un extracto de su libro El niño,
Si bien Maria Montessori considera que el niño es una persona de pleno dere-
el secreto de la infancia. Montessori se basa en las experiencias del científico
cho, habla de él como una persona peculiar, pues todo gira en torno al hecho
holandés De Vries, que fue el primero en emplear la noción «períodos sen-
de aprender. Y como científica que es, Montessori distingue en el niño, en
sibles», aunque no en referencia a los niños, sino a los insectos.
todos los niños, una serie de «períodos sensibles», especialmente dedicados
«Tomaremos como ejemplo el citado por De Vries de un humilde gusanito,
a ciertos aprendizajes. Montessori los describe así:
la oruga, que se convertirá en una simple mariposa. Sabemos que las orugas
• el período sensible del lenguaje, que sitúa aproximadamente entre los
crecen rápidamente y se alimentan con voracidad: son verdaderas destruc-
2 meses y los 6 años,
toras de plantas. En nuestro caso se trata de una oruga que, durante los pri-
• el período sensible de coordinación de movimientos (± desde los 18 meses
meros días de vida, no puede alimentarse de las grandes hojas de árboles,
hasta los 4 años),
sino solo de pequeñas hojas tiernas que se encuentran en la punta de las
• el período sensible del orden (± desde el nacimiento hasta los 6 años),
ramas. Ahora bien, la buena madre mariposa, guiada por su instinto, pondrá
• el período sensible del aguzamiento de los sentidos (± desde los18 meses
los huevos en el extremo opuesto; es decir, en el ángulo que forma la rama
hasta los 5 años),
con la intersección del tronco, ya que prepara para su descendencia un lugar
• el período sensible del comportamiento social (± desde los 2 años y medio
seguro y protegido.
hasta los 6 años),
¿Quién indicará a las pequeñas orugas, recién salidas del huevo, que las hojas
• el período sensible de los pequeños objetos (un período muy corto en el
tiernas que necesitan están allá arriba, en la punta extrema y opuesta de la rama?
transcurso del segundo año).
La oruga posee una aguda sensibilidad a la luz: la luz la atrae, la luz le fascina y
Los períodos sensibles tienen distinta duración y pueden coexistir. Durante
se va saltando, con este movimiento propio de las orugas, hacia la luz más viva,
estos períodos, el niño está particular e instintivamente interesado en un
hasta el extremo de la rama; allí se encuentra, hambrienta, con las hojas tiernas
dominio preciso y, por tanto, está especialmente preparado para aprender
que constituirán su alimento. Es curioso constatar que, cuando este período ter-
todo aquello que le concierne. El pedagogo o la pedagoga deben aprovechar
mina, es decir, cuando la oruga ha crecido y puede alimentarse de otro modo,
la ocasión y ajustar, en consecuencia, los contenidos de su enseñanza. Maria
pierde dicha sensibilidad a la luz; al cabo de cierto tiempo, la luz le resulta in-
Montessori es muy categórica al respecto. Según ella, si dejamos pasar el
diferente: el instinto se apaga. El momento de la utilidad ha pasado y, a partir
período óptimo, el aprendizaje fluido, simple y fácil no será posible. Luego
de ahora, la oruga se va por otras vías a buscar otros medios de subsistencia.
exigirá mayores esfuerzos y no siempre dará sus frutos.
No es que la oruga se haya vuelto ciega a la luz, es que se ha vuelto indiferente.
Es necesario ser capaz de detectar los períodos sensibles en el niño o niños
Esto es lo que nos ayuda de inmediato a comprender el punto esencial de la
a los que se les imparte enseñanza. Y no son del todo evidentes, sobre todo
cuestión en relación a los niños: la diferencia entre un estímulo que conduce
al principio de un período, cuando, según Maria Montessori, la sensibilidad
a realizar actos maravillosos y sorprendentes, y una indiferencia que la vuelve
en cuestión permanece interna, oculta. Más tarde, se revela en una atención, en
ciega y torpe. El adulto no tiene ningún poder desde el exterior sobre estos
la concentración, en ciertas tentativas manifiestas. Para tranquilidad del lector,
estados. De modo que, si el niño no ha podido obedecer las directrices de su
queremos hacer hincapié en el hecho de que estos períodos, a excepción del
período sensible, se desaprovecha la ocasión de lograr una conquista natural,
último, duran entre tres y seis años, lo cual nos da cierto margen. También se
y se desaprovecha para siempre.»
puede constatar que corresponden más o menos a la tan manida afirmación:
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El ambiente preparado nos ayuda a repasar los períodos sensibles de de estas actividades pueden trabajar la motricidad fina, el control
dos maneras: por un lado, nos da libre acceso al material de la vida del movimiento o la concentración, por ejemplo. A veces, también
práctica y la vida sensorial, que en general está destinado a niños y pueden practicar acciones simples que antes nunca habían tenido la
niñas de entre 3 y 6 años y, por otro, introduce en este ambiente ac- ocasión de hacer, como por ejemplo secar una mesa o escurrir una
tividades prácticas y sensoriales adaptadas a los mayores de 6 años. esponja, pues hay algunos niños que nunca realizan ninguna tarea
El bloqueo evidente (no sabe leer, va atrasado, no hay quien la pare...) del hogar porque ya tienen una madre o un padre que lo hacen todo.
no es necesariamente el problema más importante. Lo que está en La experiencia nos ha demostrado que los bastidores de lazos son
juego es algo subyacente. Hay que descubrirlo y repararlo. El material muy útiles para los niños mayores de 6 años que no saben atarse los
y las actividades de la vida práctica y la vida sensorial nos ayudarán. cordones, porque a menudo solo usaban zapatos con cierre de Velcro
Con frecuencia se cree que el niño solo «trabaja» cuando está sentado para simplificar la vida a todo el mundo.
ante un papel con un lápiz en la mano. Asimismo, todo el mundo coin- No obstante, después de una fase de curiosidad que empuja a los
cide en que los niños solo participan en las llamadas actividades físi- niños mayores de 6 años a interesarse por el material destinado a
cas cuando practican deportes, calzados con zapatillas y enfundados niños de 3 a 6 años, el entusiasmo por los materiales de vida prác-
en los uniformes deportivos de rigor. El planteamiento Montessori tica decae. Entonces nos vemos obligados a inventar otro método
arroja luz sobre estas concepciones no solo limitadas, sino erróneas. para repasar los períodos sensibles con estos niños. Debemos encon-
Lo que Maria Montessori llama «trabajo» consiste en construir un trar actividades y propiciar las ocasiones (con objetivos inteligentes y
ser humano adaptado a su espacio y a su tiempo. Montessori nun- útiles) para que practiquen esas mismas tareas a la vez que promove-
ca separa cuerpo y mente, y considera al niño en su aspecto global mos la responsabilidad, la conciencia, los movimientos, la libertad, la
e interdependiente: fisiológico, psicológico, intelectual y afectivo. fuerza de voluntad o la concentración. Por ejemplo, cambiar el agua
del acuario («verter»), recoger la servilleta en la escuela («doblar»),
limpiar los pinceles y acciones por el estilo son también actividades
Los niños mayores de 6 años y la vida práctica de la vida práctica.
Para poder proponer alternativas apropiadas, y que tengan el mis-
Por supuesto, a los niños y las niñas mayores de 6 años no es nece- mo interés para la construcción del niño y su desarrollo, primero es
sario presentar las actividades destinadas a doblar o a verter que se necesario retrotraerse al cometido y a la finalidad del material y de
presentan a los niños de 2 o 3 años. Pero como simplemente dejamos las actividades de vida práctica, que constituyen uno de los grandes
el material de los pequeños a su disposición, acuden a él porque es pilares de la pedagogía Montessori. Como siempre ocurre en esta pe-
atractivo y despierta su curiosidad. Uno podría pensar que estas acti- dagogía, la función del material es responder a las necesidades pro-
vidades no les interesan lo más mínimo. Ahora bien, por un lado, es fundas de los niños: actuar, asumir responsabilidades (a su escala),
un modo de empezar a ejercer su libre albedrío y, por otro, a través
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desarrollar la concentración, afinar sus gestos porque permiten que los niños conquisten su entorno y lo cuiden, lo mo-
y reafirmar la confianza en sí mismos. A pri- difiquen y lo embellezcan a su antojo, por iniciativa propia y a su gusto.
mera vista pueden parecer absolutamente Hemos mencionado la atracción que el niño siente por ellas espoleado
insignificantes. Niños que limpian, o quitan por sus necesidades, pero también debemos subrayar la importancia
el polvo y barren, mientras los padres y la que tienen las actividades de la vida práctica por sus consecuencias:
sociedad les exigen resultados en términos constituyen una preparación indirecta, pero fundamental, para apren-
de lenguaje oral, lectura, escritura o matemá- dizajes posteriores, como por ejemplo los escolares. Al manipular la
ticas. Lo cierto es que las actividades propias esponja o el trapo, al coger pequeños granos con la cuchara o con las
de la vida práctica alimentan en los pequeños pinzas, al verter y doblar, el niño afina la motricidad y la eficiencia de
necesidades insospechadas porque son casi in- su mano y, sin darse cuenta, se prepara para la escritura. Si a los niños
visibles, pero cruciales porque resultan vitales. mayores, que llegan a Montessori después de los 6 años, les cuesta
Y no es que sean menos formativas para niños y no les salen los gestos de la escritura, es precisamente porque esta
mayores. No se trata de ocuparlos de una manera preparación se hizo mal o demasiado rápido o de manera demasiado
artificiosa, sino de contribuir a su desarrollo. Y todo escolar, sin que les reportara ningún placer. Para los niños disléxicos o
ello se pone en evidencia en las ganas de participar en dispráxicos, estas actividades son, por ende, una valiosa herramienta.
las tareas domésticas que los niños manifiestan a muy Guiados por la satisfacción que les procura la actividad y eximidos
temprana edad, y en la motivación y en la concentra- del miedo al fracaso, demasiado habitual en ellos, son capaces de
ción con que las llevan a cabo. progresos insospechados.
Pero, ¿por qué estas tareas precisamente? ¿Por qué eli- Busquemos, pues, actividades para los mayores de 6 años que
gen estos ejercicios de práctica de vida? ¿Qué los atrae sustituyan las funciones que acabamos de describir y que sean sus-
de manera tan irresistible? ¿Por qué estas actividades ceptibles de cautivarlos. En general, distinguimos cuatro tipos de
tienen un cometido tan importante en el desarrollo de actividades de vida práctica: los movimientos elementales (sostener,
los niños pequeños? transportar, transvasar, doblar...), los cuidados del entorno (animado:
En primer lugar, por su simple, clara y concreta utilidad y plantas, animales; e inanimado: lavar, quitar el polvo...), los cuidados
por el hecho de que son fáciles de comprender de prin- de uno mismo (lavarse, vestirse…) y las relaciones sociales (ofrecer,
cipio a fin, en un corto período de tiempo. En aceptar, ser educado y amable, saber disculparse...). Enseguida nos
segundo lugar, porque requieren movimientos damos cuenta de que hay una serie de actividades de la vida cotidia-
visibles y físicos que corresponden a las habili- na que se adaptan a la perfección: llevar paquetes, solos o por parejas;
dades del niño, sea cual sea su edad. Y, por último, mover de sitio algún elemento del mobiliario escolar, también solos
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o con otras personas; limpiar el aula o los cristales; guardar el mate- y su función. En consecuencia, se debe hacer con la mayor exactitud y
rial, los libros, la ropa, los zapatos; decorar las paredes o el árbol de precisión posible. Significa esto que debe ser:
Navidad; todas las actividades relacionadas con el huerto, el cuidado • Más gestual que verbal, porque se trata de mostrar más que explicar.
de los animales, la cocina y el bricolaje. De este modo recuperamos El niño debe visualizar cada gesto.
la educación «global» de las escuelas escandinavas de las que tanto • Lento y descompuesto en fases para que el niño pueda analizar y
hablamos, escribimos y fantaseamos pero que no nos atrevemos a memorizar cada movimiento. Tus gestos deberían verse como una
aplicar en nuestras escuelas tradicionales. película a cámara lenta.
• Repetido si el niño lo pide o si, después de algún tiempo, se percibe
que no lo ha captado bien.
El material, su preparación, su presentación A continuación, el niño es libre de usar el material tantas veces como
quiera. Un detalle importante: el material se puede adaptar al niño tanto
El material es, al menos en parte, diferente al que oficialmente lleva como se desee. Las perlas pueden ser muy difíciles de manipular para
la etiqueta de Montessori: un martillo y clavos, más los bastidores de un niño dispráxico. No dude en reemplazarlas por objetos más grandes.
vestir, una regadera y una jarra. La sencillez de este material no es
óbice para impedir que sea elegido y preparado con cuidado, presen-
tado de manera montessoriana y respetando la postura habitual del Los niños mayores de 6 años y la vida sensorial
educador: mostrar con mucha precisión los gestos y después dejar
que el niño lo pruebe mientras permanecemos a su lado. Por último, El punto de partida será autorizar a los niños recién llegados a que
dejar que lo haga solo mientras lo supervisamos de lejos, con discre- exploren libremente su nuevo entorno. Con demasiada frecuencia, a
ción. En todo caso es importante no volver a hacer la presentación, partir de la introducción del ordenador en el sistema tradicional, los
excepto si el niño corre algún peligro o si él mismo nos lo pide. niños se ven privados del placer y la riqueza de la exploración autóno-
El material debe ser lo más estético posible, debe estar limpio, bien ma. Pero los niños están dotados de múltiples «antenas» que necesi-
cuidado, completo, ordenado, clasificado y ser fácilmente accesible tan hacer funcionar de la forma más activa posible para descubrir y
para los niños. Debe participar del ambiente de orden, calma y concen- recopilar información sobre nuestro mundo. Al reducir las ocasiones
tración. Debe atraer de forma natural al niño, que a su vez ha de saber para usar estas «antenas», los niños pierden el impulso y el deseo de
dónde encontrarlo y poder tomarlo con placer. También debe estar aprender. Es necesario estar particularmente alerta y no contentarse
adaptado a su tamaño y a su ergonomía, para no complicar su uso. con solo poner material a su disposición en los estantes. Hay que
En cuanto a su presentación, debe permitir que el niño, como con liberar al niño de las prohibiciones relacionadas con sus movimientos
todo material Montessori, lo use de manera apropiada y eficaz para el en el aula (no desplazarse, quedarse sentado). Debe sentirse comple-
objetivo de su desarrollo personal, respetando siempre su propósito tamente autorizado a tocar objetos.
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Los niños que no han practicado el material sensorial pueden co- Superar la carencia sensorial
menzar explorándolo solos (señal de que se produce un avance en su
«liberación»). Luego lo comparten con los otros niños y encuentran El interés sensorial del material Montessori va mucho más allá de
de manera espontánea nuevas aplicaciones y enriquecimientos. Ex- facilitar el aprendizaje. Maria Montessori subrayó a menudo la nece-
panden de manera progresiva la experiencia y comprueban si lo que sidad de que los seres humanos, y en particular los niños, se adapten,
han descubierto es válido en otro contexto. Se trata de un proceso se conecten con su entorno e interactúen con él. La idea de propor-
cognitivo que el niño domina y es casi instintivo desde una temprana cionar material sensorial al niño no tiene la intención de estimular
edad. Por eso debemos dar libertad a los niños para ir más allá y no por estimular, sino para ayudarlo a relacionarse mejor con el mundo
limitarlos a un uso cerrado del material. Sobre todo cuando estos que lo rodea y permitirle discernir sobre la información recibida. Se
niños han descubierto más tarde el mundo Montessori, ya que deben trata de algo muy distinto de los dispositivos de plástico multicolores
ser capaces de aplicar su inteligencia, su razonamiento y sus ganas que saturan a los niños, o del seductor embalaje que envuelve objetos
de experimentar sin restricciones: sus descubrimientos son útiles de inútiles. Los niños necesitan objetos simples, estéticos, reales y útiles
una forma u otra. que apelen a sus sentidos para ayudarlos en su percepción.
En nuestro mundo, muchos niños (¡y adultos!) están desconectados
Un ejemplo de exploración creativa del material: de la naturaleza: la mayoría viven en la ciudad. Incluso están des-
aquí con los cilindros de color.
conectados del suelo: se desplazan en automóvil para hacer unos
pocos centenares de metros. Sus casas están sobrecalentadas, se re-
fugian ante la más mínima gota de lluvia... Todo en su universo es
plano, formateado, sin sentido de la aventura y no requiere esfuer-
zo. Las escaleras mecánicas reemplazan las escaleras de peldaños,
el hormigón y el asfalto nos aíslan del auténtico suelo, los pollos
siempre están muertos y encerrados plástico, cuando no se reducen
a sus muslos, dispuestos por docenas en una bandeja. A su vez, los
niños del campo, que viven en un entorno más natural y ven crecer
la hierba y a los árboles cambiar de aspecto todos los días, en oca-
siones viven en la naturaleza pero no con ella, y no están sensibili-
zados. ¿Cuántos tienen aún un abuelo que cuida el jardín, conoce las
setas y los hábitos de los animales del bosque? ¿Cuántos tienen to-
davía una abuela que recoge moras para hacer mermeladas, conoce
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las plantas silvestres que son comestibles o medicinales? Los únicos no es solo volverlos a conectar con la naturaleza o la vida real, sino
momentos en que adultos y niños conectan con la naturaleza son, que antes ¡hay que desconectarlos de las pantallas! El reto es hacerles
para los más afortunados, los fines de semana y los días festivos. Allí, descubrir la riqueza y el placer del mundo real, de la naturaleza, del
casi parece que reencuentran, con felicidad y asombro, los olores, los contacto directo con otros niños y con los adultos, en resumen, de
sabores, el tacto... la verdadera acción y la auténtica interactividad. Ahora, a menudo
Pero esto es insuficiente para el equilibrio de los niños. Además, mu- se nos presenta como una gran innovación pedagógica el hecho de
chos de ellos solo aprenden desde la abstracción desde el comienzo poner pantallas en las manos o ante los ojos de los niños ¡en la propia
de sus estudios: han leído u oído «lecciones»; han oído hablar al pro- escuela! Por el contrario, muchas escuelas de pedagogía alternativa
fesor. Incluso cuando se trata de una enseñanza viva, el asombro solo se plantean modos no tóxicos de integrar pantallas en su ambiente.
proviene de una película que han visto, una música que han oído Sebas, de 9 años, apasionado de los videojuegos, decía de sí mismo
o un dibujo que han hecho. Han aprendido resúmenes de memoria que estaba «poseído» por las pantallas. Y no lo decía de una manera
y los han expresado lo mejor que han podido. Se han saltado la fase feliz. Lo que le curó de esta posesión fue pasar un curso entero en
de aprehensión por los sentidos de una gran cantidad de concep- una escuela relacionada con la naturaleza y el trato con niños apasio-
tos. Resultado: ¡un niño que sabe cómo usar una tabla de conversión nados por otros temas, que lo ayudaron a tomar consciencia de su
de medidas tal vez no sepa usar un metro! Esta aprehensión por los adicción.
sentidos es precisamente uno de los puntos fuertes de la pedagogía
Montessori.
Para terminar, una anécdota que muestra la parte sensorial natural La materialización de nociones abstractas
de los niños: un día, en el pasillo de la escuela, tres alumnos querían
guardar un montón de abrigos de sus compañeros colgándolos en los Todo el material Montessori es sensorial. Pero el material concreto de
ganchos que llevaban el nombre de cada uno. Para reconocer a quién vida sensorial permite al niño asociar e integrar de una manera clara
pertenecía tal o cual prenda... ¡los olieron! conceptos tal vez muy abstractos. Solo presentamos una idea a la vez,
pero de una manera tan intensa, natural y físicamente evidente que,
después de cierto entrenamiento, no es necesario repasarla ensegui-
El problema de las pantallas da: está arraigada, asimilada, verdaderamente aprendida de una vez
por todas. Este material facilita la comunicación cuerpo-mente. ¡Un
Corolario de la vida en la ciudad, de la desconexión con la naturaleza, niño de la clase lo llamó el «calentador de dedos»! También enriquece
muchos niños no tienen otro entretenimiento que las pantallas. Cada la calidad de los aprendizajes, de diversas maneras:
vez con más frecuencia, los mayores de 6 años sufren un uso abusivo • El niño no aprende «en seco» y en blanco y negro, sino en color, en
e incluso de cierta forma de adicción. Con estos niños, el problema tres dimensiones y mientras toca el material.
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• El material ayuda al niño a concentrarse y le conduce a un apren- elegir el material concreto que se pondrá a disposición de un niño en
dizaje más sereno, con un niño realmente presente en lo que hace. particular para intentar resolver su dificultad específica.
• Combina aprendizajes y descubrimientos en lugar de enseñanza
y «domesticación». La bolsa misteriosa
• Permite prescindir de los manuales y las fichas comunes para todos y Con este material, el niño se ve obligado a concentrarse en sus percep-
construir una educación evolutiva y variada, que se adapta a cada niño. ciones, a guiarse por el tacto sin usar la vista, para refinar sus per-
Es importante recalcar que este material ayuda tanto a los niños que cepciones. Debe usar el lenguaje de manera detallada, buscar matices
se encuentran en un impasse en la escuela (porque no se implican en y hacer comparaciones (es puntiagudo como..., es suave como...). Po-
los requisitos escolares) como a los que están demasiado adaptados demos agregar un lado humorístico en la elección de los objetos, para
(que se implican en exceso). que la actividad sea aún más divertida. Elija objetos que sean fáciles
Para los niños con fobia escolar, es del todo inútil ponerles directa- de identificar a través del tacto. Para los niños mayores de 6 años, la
mente «en la mano» materiales Montessori, ya sea de lectura o de diversión es la misma que para los más pequeños.
matemáticas. El rechazo de todo lo académico es tan fuerte en ellos
y las barreras psicológicas tan insalvables que este material no es
Las tablas rugosas
pertinente en esta etapa. El material de la vida sensorial ofrece un
No subestime este material para los mayores de 6 años. Como prueba
respiro y una transición. Aporta una re-información desde ángulos
de ello, veamos el caso de Robin, de 9 años. Su problema era la falta
del todo nuevos y atractivos para el niño. De este modo, le ayuda
de matices, de delicadeza, en su percepción del mundo. Su compor-
a salir de la niebla intelectual en la que se encuentra y a descubrir
tamiento era siempre rudo, incluso agresivo, a imagen de lo que la
o redescubrir conceptos bajo facetas diferentes. También puede librar-
vida le había deparado. Había vivido una serie de dramas familiares.
lo de bloqueos tendiendo puentes con el mundo interior del niño.
En dos palabras, para él existía «lo que mola» y «lo que da asco». El
primer material con el que se conectó fue el de las tablas rugosas con
Las contribuciones específicas de cada material todas sus gradaciones. De inmediato quiso encontrar el grado de as-
pereza que correspondía al de su monopatín, que estaba en el pasillo.
Para los niños que siguen un curso Montessori desde una edad tem- Y así fue como entró en el material Montessori.
prana, existe una cronología para la utilización de cada material. Si A partir de este desencadenante, se interesó en los contrastes de las
nos interesa, cuando teóricamente los niños han superado la edad tablillas. Se pudo poner en marcha un trabajo de lenguaje sobre los
recomendada, debemos poder ofrecer el material en función de las matices. Y, lo que es aún más importante, luego el niño desarrolló
necesidades que el niño manifiesta. Por consiguiente, es necesario comportamientos que fueron más matizados. Su autoestima mejoró
identificar las aportaciones específicas de cada material con el fin de y comenzó a hacer contactos en el grupo.
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Las telas de memoria el número de vértices, caras y aristas de cada cuerpo.


El objetivo es emparejar telas idénticas. En la primera caja, son telas Es típicamente un material que nos permite entrar a través de los
muy contrastadas. Luego, los matices se afinan y las texturas se vuel- sentidos en la asimilación de conceptos que en general solo nos pre-
ven cada vez más parecidas. Distinguirlas con la punta de los dedos y sentan de una manera abstracta.
los ojos cerrados es un ejercicio difícil. Requiere desarrollar sentidos
habitualmente infrautilizados y concentrarse. Los cilindros con botón
Este material muy estético actúa sobre los niños como un imán. Sirve
Las cajas de colores para trabajar en el reconocimiento de los tamaños, los diámetros y las
Todos los niños pueden encontrar interés en la cuestión del vocabulario alturas. Favorece la conexión ojo-mano, la memorización visual y la
de los colores y sus tonos (por ejemplo, en los tonos de azul: azul cielo, concentración. Los niños más mayores encuentran el mismo placer al
turquesa, azul de Prusia...). Los mayores, que ya conocen los colores, usar este material que los más pequeños, pero, en general, empiezan
tienden a ampliar el cometido inicial de este material con un propósito muy rápido a usar las cuatro cajas al mismo tiempo.
creativo. Según las escuelas Montessori, se les permite o no explorar
y experimentar con el material. Esta sensibilización con respecto a los La caja de clasificación
colores es importante si no queremos verla desaparecer algún día. Y ci- Estos materiales permiten trabajar en el reconocimiento y la discrimi-
tamos un encuentro con un comerciante de flores desesperado porque nación de olores, sonidos y sabores. He aquí una actividad cuyo ma-
ya no vendía flores de colores matizados. Y por una buena razón, las terial no se pide por internet y que podemos fabricar. Este material
personas a menudo no han aprendido a apreciar estos colores. Se- permite reconectar a los niños con sus percepciones y hacer trabajar
gún él, solo vendía flores rojas, azules o amarillas. El invernadero de los sentidos que se han infrautilizado en sus años de primaria.
este amante de las plantas preciosas de colores variados ha cerrado.
La torre rosa y la escalera marrón
Los sólidos geométricos Los niños de 6 años en adelante se interesan sobre todo en su uso
Sostener en la mano una es- conjunto y combinan los dos materiales para crear figuras geométri-
fera física o un cubo es, en el cas, jugar con la simetría, el equilibrio inverso o simplemente dejar
sentido más pleno, aprehen- volar su imaginación para obtener creaciones gráficas libres y varia-
der qué son estos volúmenes, das. Es posible que nos sorprenda ver hasta qué punto este material
imprimir su forma en la mano puede cautivar a los niños de 6 años en adelante (página siguiente).
y en la memoria. Los niños
ya no necesitan aprenderse
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El gabinete geométrico
Los elementos matemáticos se convierten en verdad en «objetos»
que visualizan mejor y pueden tener en las manos. Las diferencias
dentro de la misma figura (triángulo isósceles, triángulo rectángulo,
triángulo equilátero...) se vuelven más obvias. Maria Montessori re-
sume: «La mano toma el objeto. La mente capta el concepto». Es una
vía de entrada atractiva hacia la geometría para los niños a los que les
cuesta lo abstracto.

Los listones rojos y azules


Los niños de 6 años en adelante usan los listones rojos y azules, prin-
cipio del material de cálculo. Pero también usan gustosos los listones
rojos, que los atraen para otros usos no previstos, por ejemplo se mi-
den unos a otros añadiendo al listón de 100 cm el listón adecuado.
Gabriel incluso había llegado a medir el volumen de la clase con el
listón rojo más largo. Y qué importa si este material no siempre se usa
para su cometido primigenio y según el desarrollo previsto, siempre
y cuando los niños, a través de él, recuperen el gusto por aprender,
evolucionen, progresen y aprendan. Todos los niños provenientes del
sistema tradicional, incluso aquellos que sobresalen en las conver-
siones de medida (de cm a m, de m a km, etc.), pueden apropiarse de
este material para asimilar el valor concreto y real de un metro.
Exploraciones con la torre
Los cubos del binomio y el trinomio rosa y la escalera marrón:
Estos dos materiales fascinan a los niños, ya que los viven como una jugar con el sistema decimal.
especie de rompecabezas en tres dimensiones que logran reconstruir
mediante estrategias muy diferentes, según su manera de ver las
cosas y su lógica. Estos materiales enseñan a los niños a pensar de
una manera independiente y original. De hecho, el niño no puede
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de ningún modo encontrar la solución sin reflexionar en cada nueva la geometría no consiste en construir formas a partir de aburridas
pieza: no hay una solución global, por lo que hay que girar y vol- consignas, sino en adquirir conciencia a través de la manipulación, de
ver a girar las piezas, analizar todas sus caras, para lograrlo. El niño los vínculos que las figuras pueden tener entre ellas. El niño descu-
se ve obligado a plantearse bre que deslizando estos triángulos diferentes se consigue componer
hipótesis, verificarlas y plan- nuevas formas geométricas: rombos, varios paralelepípedos, cuadra-
tear otras nuevas. En este dos, rectángulos, otros triángulos… La última caja, la de los 12 trián-
sentido, los cubos del bino- gulos rectángulos azules idénticos, es una especie de Tangram que le
mio y el trinomio son un permite componer todo tipo de figuras. Pero en este caso, el niño no
excelente entrenamiento reproduce las formas, sino que las crea.
indirecto para la resolución
de problemas. Lo curioso es Círculos, cuadrados y triángulos
que cuando se le propone a Otra auténtica preparación para la geometría. Con este material co-
un adulto que recomponga lorido, los niños más pequeños fabrican lo que algunos alumnos de
uno de los dos cubos, en ge- nuestra clase han llamado «pizzas». Los más mayores descubren o afi-
neral suele dudar y siente nan la precisión de sus gestos, su sentido estético, el descubrimiento
que le estamos poniendo a de soluciones múltiples y originales. Al superponerlos, al clasificarlos,
prueba. Sin embargo, al fi- descubren también las relaciones de las formas geométricas entre
nal le fascina ver hasta qué ellas: inclusión del círculo o del triángulo en el cuadrado, inclusión
punto facilita la entrada en del cuadrado en el círculo, un poco a la manera del famoso dibujo
el álgebra, por ejemplo en la de Leonardo da Vinci (inclusión de un hombre en un círculo y un
comprensión de los polinomios. Por el contrario, el niño se lanza con cuadrado).
alegría a la actividad: «¡Esto me encanta!». «¡Me gusta porque lleva
tiempo!». Esto es lo que oímos. Sorprendente para los niños que tie- La tabla de Pitágoras
nen dificultades en la escuela, ¿verdad? En realidad, la fuerza de este Al principio, este material es puramente sensorial. El niño simple-
material es que vincula geometría, álgebra y aritmética. mente reconstruye un rompecabezas basado en colores y tamaños. Sin
embargo, cada color representa un número (rojo: 1, verde: 2, rosa: 3,
Los triángulos constructivos etc.) o la multiplicación de 1 por este mismo número (rojo: 1 x 1,
Hay un lado Transformers en este increíble material, como esos ca- verde: 1 x 2, rosa: 1 x 3, etc.). En la diagonal tenemos todos los cuadra-
miones que se recomponen y se convierten en robots. En Montessori, dos de los números físicamente representados por cuadrados reales
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(el cuadrado verde: 22, 2 al cuadrado o 2 potencia de 2). Este material


esconde el misterio de las potencias de los números. Prepara al niño
para comprender y memorizar las tablas de multiplicar.

Los cilindros de colores


Este material constituye un avance en la dificultad en relación a los Ayudar al niño a encontrar el equilibrio
cilindros con botón. En efecto, aquí el niño ya no tiene los zócalos
con huecos para validar sus elecciones. Debe organizar la serie según
su tamaño, solo tocando y mirando las piezas. La combinación de los Una nueva definición
cuatro colores también permite creaciones muy gráficas. de los aprendizajes fundamentales
Una última observación a propósito del material de la vida sensorial.
Los niños, en su exploración espontánea, no siempre se detienen en la Todo el trabajo del que acabamos de hablar tiene como objetivo
utilización de un solo material, sino que a veces combinan dos o más restaurar el equilibrio del niño y facilitarle el dominio de ciertos
(cilindros, escalera marrón, torre rosa, sólidos...). Es cierto que no entra- aprendizajes fundamentales. Por «aprendizaje fundamental» no nos
mos dentro del uso clásico del material, pero estas felices actividades referimos solo a la escritura, la lectura y el cálculo. En Montessori,
son puertas por las que el niño regresa al aprendizaje. No olvidemos los aprendizajes fundamentales van mucho más allá y, sobre todo,
que los niños que llegan a Montessori después de los 6 años deben re- mucho apuntan más alto. El propósito es ayudar al niño a llegar a lo
cuperar el placer y las ganas de descubrir. No rompamos este impulso que Maria Montessori llamó «normalización». Una palabra curiosa,
al querer ceñirnos con rigor a la norma de uso de este material. El ob- todo hay que decirlo, para nuestros oídos del siglo XXI. Seguramente
jetivo no es seguir la presentación del material al pie de la letra como hoy Maria Montessori habría elegido otro nombre. Por supuesto, no
una consigna, sino utilizarlo para el bienestar y el buen desarrollo del se trata de comparar al niño con ninguna norma ni de hacerlo encajar
niño. Esto no exime del hecho de que el adulto deba conocer el come- en ningún molde. Se trata de crear las condiciones que, en la medida
tido para el que se ha concebido cada material y pueda aprovecharlo de lo posible, le permitan quitarse de encima todo aquello que distor-
siempre que sea necesario para ayudar a evolucionar al niño. Y aquí siona su comportamiento y le impide actuar de una manera natural
es donde debemos estar atentos porque cuando un niño manifiesta y serena: la timidez, la falta de confianza en sí mismo, el miedo al
una atracción particular hacia un material, es que la actividad corres- fracaso, la desconfianza, el miedo a las críticas de sus compañeros o
ponde con precisión a su nivel de desarrollo. Entonces es necesario de los adultos, la falta de autoestima, el miedo a los demás o a tomar
plantearse preguntas, intentar comprender para poder poner a su dis- la iniciativa, la aversión al trabajo u otros más. Muchas de estas trabas
posición la etapa siguiente en el momento en que a él le apetezca. son el resultado de lo que ha vivido hasta el momento. Entrampado
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en estas «desviaciones» (otra divertida palabra de Maria Montessori al niño que vaya a recoger flores al jardín, a buscar un juguete o se
que debemos poner en el contexto de principios del siglo XX), según ocupe de algo que le encante. Así, podemos mantenerlo ocupado por
el caso concreto el niño reacciona con agresividad, inhibición o men- hoy y, al cabo de un tiempo, algo saldrá de su alma oculta, se concen-
tira. Reacciona de manera desproporcionada, se protege, se oculta, no trará y empezará para él una nueva vida. Se “normalizará”».*
se siente libre para mostrarse tal y como es, no valora lo que es, no El adulto debe ser capaz de poner a cero el contador sin cesar. De-
asume sus verdaderos impulsos o reacciones y, claro está, no es feliz. bemos reconocer que es más fácil decirlo que hacerlo: ¡somos seres
humanos! Pues bien, es un punto crucial porque aquí es donde se
desarrolla el sentimiento de seguridad o inseguridad del niño. Maria
Gestionar los comportamientos molestos Montessori insiste en la «preparación interior» del educador, inclu-
so en su «preparación espiritual». Es fundamental saber cuidarnos:
No siempre es fácil «gestionar» a estos niños cuyo malestar genera reservarnos espacios de relajación, momentos de descanso. Nuestro
comportamientos complicados. Hemos tenido niños «arrimadizos», trabajo es arduo y muy exigente. Si queremos poder hacerlo con se-
tan poco autónomos que no se separan del educador ni un segundo, renidad, debemos preservar nuestro propio equilibrio. Por suerte, hay
niños agresivos, rebeldes, que tiran el material al suelo, niños tiráni- soluciones. «La disciplina se logra por medios indirectos. El propósito
cos con sus compañeros... ¡Paciencia! Estas conductas pueden durar se logra no atacando el error y combatiéndolo, sino mediante una
mucho y no existe una solución milagrosa. Algunas veces encontra- actividad en un trabajo espontáneo.»**
mos el detonante del cambio enseguida, cuando le ofrecemos al niño Podemos canalizar a un niño perturbador mediante una actividad de
una actividad que le fascina y le hace transferir su energía a algo vida práctica, como cambiar el agua del acuario o cavar en el jardín.
positivo. Otras, sufrimos un poco más. El grupo entero puede llegar Cuanta más concentración requiera la actividad, más calmará al niño.
a desestabilizarse un poco durante un tiempo, pero luego aprende. Cuanto más esfuerzo físico requiera, más agotará su energía desbordante.
Una escuela como la nuestra es necesariamente una escuela viva. Las «Los órganos motores salen del caos en el instante en que logran
interacciones entre los niños son múltiples, naturales y espontáneas. obedecer a su guía interior.»***
La gente alberga fantasías sobre las escuelas donde los niños siempre
son perfectos. El reto es precisamente dejar que la verdadera vida
se exprese con toda su riqueza, al tiempo que garantizamos un am-
biente sereno para todos. * Maria Montessori. The London Lectures.
Esto requiere una gran disponibilidad y una gran paciencia. Sobre ** Donna Bryant Goertz. Children Who Are Not Yet Peaceful: Preventing
todo, dado que «no debemos castigar, regañar ni sermonear [al niño] Exclusion in the Early Elementary Classroom.
cuando nos topamos con un mal comportamiento. Podemos pedirle *** Maria Montessori. El nino, el secreto de la infancia.
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El niño que perturba a los demás puede cambiar de lugar o permane- Por el contrario, los niños que están demasiado coartados por los
cer al lado del adulto. En algunas escuelas Montessori, se utiliza una adultos pueden llegar a rechazar cualquier forma de prohibición o
«silla de reflexión». Se trata de una silla pequeña donde el niño dema- provocar deliberadamente al educador. Ante el niño que nos pone
siado alterado o que molesta a sus compañeros se sienta durante un a prueba, debemos evitar entrar en su juego, o sea nada de parecer
ratito. No es que sea muy productivo: a un niño sobreexcitado le cos- enojados o de salirnos de nuestras casillas: eso es lo que él está bus-
tará mucho quedarse quieto, ya que añadimos una restricción, lo que cando. Por el contrario, aunque sea un largo proceso, el hecho de
hace que aumente la presión, cuando se trata de lo contrario, bajarla. ser amables y permanecer tranquilos, pero firmes, termina infundién-
De todos modos, si insistimos en utilizar este procedimiento, debemos doles una secreta confianza y les hace abandonar el juego de la pro-
hacerlo con mucho cuidado, para evitar que se perciba como una vocación. Por ese motivo las reglas de la convivencia en el seno de la
estigmatización o un arcaico «al rincón, castigado». La silla debe estar clase se deben justificar y entender. Deben estipularse con los niños
cerca del educador y conviene presentarla de una manera positiva: de una manera positiva. Le darán más importancia, ya que habrán
«Ven a mi lado un momento. Necesitas calmarte. Y tus amigos se participado en su creación y tomarán conciencia de la trascendencia
están desconcentrando». No es un castigo, es una tentativa de encon- que tienen para todos, ¡incluso para el propio niño! Desconfiemos de
trar una solución a un problema. El niño debe poder leer o incluso las reglas que nos resulten simples y no parezcan tener sentido para
escuchar música con auriculares. El simple hecho de estar lejos de un niño. Lleva tiempo explicar las razones subyacentes.
las actividades cautivadoras de sus compañeros ya es una frustración Un último apunte: nada es más eficaz que la experiencia para justifi-
más que suficiente para que el niño tenga ganas de volver con ellos car una regla. Siempre que no pongan en peligro al alumno, deje que
lo antes posible. se produzcan las consecuencias naturales y lógicas de la acción del
También surgen problemas de disciplina con los niños que llegan has- niño. Él mismo sacará sus propias conclusiones. A veces, bastará la
ta el límite y ponen a prueba al educador. Este es el caso cuando las reacción o la protesta del grupo, como ya hemos visto antes, sin que
reglas son muy laxas en la familia. A veces la benevolencia de algunos usted tenga que intervenir.
padres se convierte en una ausencia total de prohibiciones. También
puede darse el caso de que los padres se sientan abrumados por mo-
tivos diversos, en ocasiones debido a acontecimientos complejos o Cambiar el ambiente y el ritmo
dolorosos de la historia familiar. Pero los niños necesitan conocer los
límites dentro de los cuales pueden evolucionar libremente y, sobre No hay nada mágico en la forma en que lo hacemos. Y no es necesa-
todo, sentirse seguros. Hasta tal punto las necesitan que incluso nos riamente este o aquel material Montessori el que provoca un cambio
llegó el caso de un niño que por voluntad propia decidió establecer y un progreso. Lo que funciona y obra cambios reales es, sobre todo,
reglas en casa, «como en la escuela». un ambiente sereno, el hecho de que los niños se sientan recono-
cidos, escuchados y tomados en cuenta; el hecho de tener un espacio
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para crear, inventar, aportar su participación al trabajo común y en- Es necesario tomar conciencia de que el tiempo de desarrollo del
riquecerlo con su contribución singular. niño no es el de los programas. Esto no impide que avance y adquiera
Trabajar «en Montessori» no es contentarse con la utilización de un conocimientos y competencias, pero sin forzar la máquina.
material con la garantía Montessori. No es aplicar reglas inmutables Cualquiera que sea el perfil del niño, hay muchas posibilidades de
sin tener en cuenta las emociones o reacciones del niño. Es ofrecer que mientras se pasa la mayor parte del tiempo sentado en un aula
al niño la libertad, el tiempo y el espacio para que lo que nos gusta para almacenar conocimientos formateados, se pierda detalles que
llamar aprendizajes, o los materiales para crecer bien, no evite el im- parecen insignificantes pero que al final son muy importantes para
portante período de las preparaciones. A menudo, hasta el momento su propio desarrollo.
el niño ha vivido precisamente lo contrario: han querido que hiciera Deploramos que, desde la entrada en primaria, una buena parte de
de entrada un trabajo meramente académico. Sin embargo, exigir re- las actividades artísticas, como la pintura, se releguen a un segundo
sultados sin una auténtica preparación, está abocado de forma inevi- plano o incluso se eliminen, en aras del aprendizaje de la lectura,
table al fracaso. En un mundo que vuela y donde la velocidad anida como si existiera una urgencia absoluta. De este modo, condenamos
en todos los ámbitos de la vida, el niño se ve sometido a presión todo un aspecto de la personalidad del niño y todo un campo de
demasiado pronto. expresión y de descubrimiento. Así es como nos encontramos con
un niño de 10 años que es un excelente lector, pero que, al dar los
últimos toques a un dibujo, se vuelve hacia el educador y le pregunta,
perplejo y preocupado: «¿Dónde pongo la puesta de sol?». Era inca-
paz de elegir, de tomar decisiones y se encontraba bloqueado por
dificultades que no eran tales.

La exigencia de los adultos

Una escuela Montessori, o una escuela que se inspira en su pedago-


gía, sigue siendo una escuela. Aunque el progreso académico no se
persiga en términos de rendimiento, forma parte del conjunto del
desarrollo del niño, y es uno de los objetivos que buscan los padres. E
inevitablemente, al cabo de un tiempo la ansiedad parental aflorará y
empezarán a plantear las preguntas inevitables: «¿Y la lectura?», «¿y
la escritura?», «¿y el cálculo?», «¿y el programa?». Del mismo modo
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que les pide que confíen en usted, que sean pacientes, que le permi- renunciará ni usted intentará que renuncie a las actividades que le
tan hacerlo a su manera y a la manera montessoriana, también debe han permitido «reencontrarse consigo mismo». Ambas cosas pueden
tranquilizarlos, tener en cuenta su preocupación, la atención que ir a la par y el trabajo académico ya no es arduo ni aburrido. De este
ponen en los programas oficiales de educación, la presión que pue- modo, el niño descubre que trabajar no es lo contrario de jugar, que
den sufrir por parte de los abuelos o del entorno familiar. Si no los la palabra trabajo no es sinónimo de penoso, aunque proviene de una
tranquiliza, corre el riesgo de que no colaboren. La colaboración entre palabra latina (tripalium) que significa «tortura».
los padres y el educador es un factor esencial. También corre el riesgo Después, los padres deben comprender que todo esto lleva tiempo:
de que dejen entrever su ansiedad y estresen al niño. Al final, sus la conjugación de los verbos no se aprende en un día, sobre todo
dudas y su inquietud pueden llevarlos a retirar a su hijo de la escuela
antes de que haya podido beneficiarse de lleno de su trabajo. Trabajar no es el contrario de jugar.
Debemos explicarles que la transición entre las actividades que le
dan confianza al niño, que lo reequilibran y restauran su autoesti-
ma, que construyen sus métodos de concentración y trabajo, y las
actividades más académicas se hace de una manera imperceptible y
natural. Viene sola y es el propio niño quien la exige libremente en un
entorno que el educador va enriqueciendo para él. Es el propio niño
el que le preguntará cómo se conjuga tal verbo o cómo se dividen los
números grandes, porque lo necesita para alguna actividad y está pre-
parado para aprenderlo. Sin duda, también tendrá que convencer a
los padres de que es muy posible que sea el propio niño el que tenga
ganas de hacer matemáticas o gramática; el hecho de que los niños
montessorianos sean libres para elegir sus actividades no quiere decir
que siempre elijan actividades de juego. Para ellos, una actividad de
cálculo puede ser tan atractiva y cautivadora como un juego. Explique
a los padres que, según el momento, los niños están más o menos
en forma, atentos e inclinados a hacer un trabajo complejo, y es en
esos momentos de disponibilidad cuando usted les propone activi-
dades de aprendizaje más académicas, siempre de manera abierta.
Aunque el niño empiece a interesarse en más trabajo académico, no
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cuando lo que queremos es que se entienda y se El «gran trabajo» de los niños


asimile sin tener que aprenderla de memoria; las
tablas de multiplicar se memorizan a través de Aunque no respondamos necesariamente a la de-
actividades diversas. Hay una repetición, un uso manda de los padres en el sentido que ellos espe-
de materiales sucesivos y una progresión. raban, sobre todo en cuanto al trabajo «escolar», ello
También hay que explicar que en Montessori los no significa que el niño no esté trabajando. Pero se
aprendizajes no se realizan con la misma precipi- trata de un trabajo que tiene sentido. Acompañar a
tación, por los mismos atajos que en el sistema los niños en Montessori no es compartimentar su
tradicional; en lugar de imponer al niño la consi- jornada en labores impuestas de manera autoritaria,
gna «así es como lo hacemos », le damos tiempo sino crear una atmósfera que les permita trabajar
para que comprenda por qué lo hacemos y por en profundidad en los temas que les interesan. La
qué razones quienes inventaron un concepto o motivación es la clave de entrada a sus tareas. En las
un modo de proceder lo hicieron de esta manera. escuelas Montessori, cuando se dan las condiciones
Asimismo, debemos ser muy francos con los pa- de trabajo, se puede observar que los niños están
dres: el tiempo que tardará su hijo en saber leer, ávidos de aprender.
por ejemplo, dependerá del niño y solo de él. Es Resulta sorprendente que los niños se metan de pleno
imposible fijarles una fecha. Algunos niños tar- y con alegría en materias que se consideran difíciles,
dan apenas unas semanas porque solo tienen un como las matemáticas o las ciencias. Así aparecen las
bloqueo del que librarse y están casi preparados. «guirnaldas» de divisiones: esas largas divisiones con
Otros, pueden tardar varios meses. En Montesso- un dividendo enorme en las que al niño le encanta
ri, respetamos el ritmo y el sentido de desarrollo trabajar. Un día, dos niñas de 7 y 9 años decidieron
de cada uno porque sabemos que forzarlos no hacer todas las tablas de multiplicar sin detenerse en
sirve para nada. Sin embargo, también deben sa- la del 10 o la del 11, y continuaron hasta la del 47. No
ber que, aunque el niño no sepa leer, está en ca- les interesaba la facilidad de una técnica operativa,
mino de hacerlo: todas las actividades que realiza sino el desafío de encontrar el resultado correcto. Y
operan en secreto y, un buen día, da el paso. Es una se ayudaba de los dedos de la otra si era nece-
muy raro el caso en el que un niño no aprende sario. Durante una semana, se citaban para realizar
nunca a leer. esta actividad.
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El descubrimiento de los grandes números con el ábaco a menudo La cuestión de la evaluación


abre este apetito por el «gran trabajo». El niño explora la escritura y la
importancia de la posición de la cifra en los números. Estos trabajos Los padres cuyos hijos provienen del sistema tradicional están acos-
de descubrimiento requieren aumentar el formato A4 de una hoja tumbrados a que los evalúen, incluso en el parvulario. Este es un cam-
con la ayuda de cinta adhesiva. bio desestabilizador adicional para ellos: en el universo Montessori
Otro ejemplo es el de unos niños que cursaban los primeros cursos de no habrá evaluación de su hijo. Al menos en el sentido en que se
primaria que, siguiendo la gran historia de la aparición de la vida, se lan- entiende hasta ahora. Nunca escucharán que su hijo está «avanzado»
zaron colectivamente y con una imaginación desbordante a fabricar un o «retrasado» en relación con el programa o con sus compañeros. De-
friso que recorría toda la longitud del aula. Pasaron a crear hipótesis sobre bemos hablar con ellos y explicarles que esto no será óbice para que
las condiciones de vida de las primeras criaturas de un nuevo planeta. De sepan con precisión cómo evoluciona el niño. Solo que los medios
este modo, los niños de nivel inicial de primaria entraron en la escritura. son diferentes y el objetivo ha cambiado. Ya no se trata de clasificar al
En este ambiente, ningún día se parece a los demás y los niños pue- niño en relación con un estándar o en relación con sus compañeros,
den decidir trabajar todo el día o varios días en el mismo tema si lo sino de dotarse de las herramientas necesarias para acompañarlo en
desean. Todas las áreas pueden ser objeto de un gran trabajo. su progresión. Siempre que sea posible, tome nota de todos los pro-
Otra consecuencia importante de la libertad del «gran trabajo» es gresos del niño, por pequeños que sean, para poder anunciarlos a los
que libera la imaginación. Un niño quería hacer un «herbario» (sic) padres o para alentar al propio niño. Pero sin exagerar: el niño no debe
de perros. En realidad un catálogo de perros. Otros dos se reunieron esperar estas valoraciones de su progreso ni los padres deben preo-
durante la pausa del almuerzo para hacer exposiciones de historia en cuparse si, durante cierto período, no hay progreso alguno. La evolu-
común. ¡Repasaron todas las épocas! ción a menudo se realiza por etapas, a veces incluso con regresiones
Dos niños descubrieron el braille y decidieron traducirlo todo a este temporales. ¡No tiene ninguna importancia y no se debe entrar en
sistema de escritura para ciegos: desde las soluciones matemáticas pánico! Los informes detallados proporcionan mucha más informa-
hasta la nomenclatura de los animales, pasando por el método de ción que las cruces marcadas en un cuaderno de competencias. No
lectura creado por un niño. Los niños pueden ir mucho más allá se trata de ignorar los programas, pues es importante permitir que un
de lo que podamos imaginar. Son capaces de hacer el trabajo mucho niño regrese al sistema tradicional en caso de un traslado relacionado
más rico y más interesante que el que nosotros podamos preparar. Es con una transferencia, separación, o simplemente cuando tenga que
necesario estar dispuestos a seguir a los niños, ampliar las fronteras continuar sus estudios en una universidad no montessoriana. Lo im-
de nuestras «materias» académicas y salir del formato clásico y no portante es anotar con precisión todas las observaciones, incluidas las
creativo de nuestros soportes tradicionales (los manuales, entre otros, relativas a la relación con otros niños, el grado de autonomía y demás.
que son siempre demasiado estáticos y limitados). Cada información es importante para ayudarnos a poner o enriquecer
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la base necesaria para el desarrollo de los niños. Los informes no solo al menos de inmediato, a las agobiantes demandas de los adultos. Lo
tienen como objetivo comunicarse con los padres, sino que para no- que se dispone a hacer tendrá de todos modos rápidas repercusiones
sotros también son una ocasión para reflexionar sobre la evolución, y será claramente visible: un niño que de repente se siente libre de
las necesidades y la ayuda que debemos brindar a cada niño. ser lo que es y se siente escuchado y tenido en cuenta, muestra con
mucha rapidez signos de relajación, incluso de placer. Hay muchas
posibilidades de que cuente a su entorno con entusiasmo lo que hace
Mantener la cabeza fría en su aula o, al menos, que manifieste unas ganas enormes de ir a la
escuela, algo que, en principio, tranquilizará a los padres.
A menudo, y a pesar de toda la buena voluntad que le rodea, el niño
que entra en una escuela Montessori con 6 o más años viene prece-
dido o acompañado de descripciones más o menos estigmatizantes Algunas ideas para la reflexión
y definitivas, críticas, inquietudes, a veces incluso instrucciones: «Lle-
ga tarde», «no puede aprender a leer», «es una solitaria», «se aburre», Antes de abordar, en los próximos dos capítulos, las cuestiones especí-
«no le gusta la escuela», «enséñele al menos lo básico»... ficas relacionadas con el lenguaje y el cálculo, nos gustaría enume-
Ello no significa necesariamente que su primer objetivo sea el de rar aquí algunos pasos, ideas, comentarios y sugerencias, de diversa
gestionar las etiquetas, aliviar las angustias o responder a las instruc- importancia, destinados a hacer que el niño sea más sereno y, por
ciones. No se trata de borrar los síntomas, sino de buscar las verda- ende, a facilitar el aprendizaje. Esperamos que estas ideas también
deras causas e intentar ayudar al niño a encontrar sus propias solu- alimenten su propia reflexión sobre las situaciones en las que se en-
ciones. Por supuesto, las expectativas son altas y la presión es fuerte. cuentre. Sabemos que no hay recetas y nos guardaríamos mucho de
Le dará la sensación de estar obligado a obtener resultados, pero esto insinuar que las tenemos. Estas sugerencias son, por tanto, «abiertas».
no debería cuestionar sus profundas convicciones sobre la educación, En educación, todo está siempre en continua evolución, sujeto a la
sobre la necesidad de escuchar primero al niño y descubrir sus parti- investigación y a la adaptación con respecto de los niños y las situa-
cularidades antes de emprender nada. Ya sabe que la precipitación y ciones, que nunca son las mismas.
el estrés no son buenos para nadie. Arremeter como un carnero contra
el problema del que el niño lleva oyendo hablar a los adultos durante • Los niños pueden enriquecer nuestras propuestas con las suyas pro-
meses no servirá de nada, aunque aplique métodos diferentes a los pias, que además les sirven para progresar o para fabricar ellos mismos
que han fracasado hasta el momento. Y todo ello tampoco debe ha- el material. Debemos darles margen para estos inventos, estas conquis-
cerle olvidar que el objetivo de la pedagogía Montessori no es solo tas, estos descubrimientos. Las iniciativas de estos niños no siguen
permitir el aprendizaje sino, sobre todo, promover el desarrollo ge- forzosamente el orden de un programa ni de un calendario impuesto,
neral y armonioso del niño. De modo que es esencial no responder, pero en definitiva como mínimo se cubre el programa oficial.
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Alicia se ha inventado un libro. De hecho, ha fabricado un método de • Los niños precoces que se han saltado clases, se han podido poner
lectura para un niño mayor que ella que apenas sabe leer y no suele al día porque lo compensan con su inteligencia, pero han pasado por
encontrar interés alguno en los libros. Toni ha inventado tarjetas de adi- encima conceptos importantes que realmente necesitan. Repasar les
vinanzas de colores para el cálculo: están dobladas y por encima presen- aburre y prefieren seguir avanzando a grandes pasos. A veces el edu-
tan una operación y, por dentro, el resultado. Olivia creó la tienda de las cador tiene que aceptar acompañarlos a pasos agigantados hacia la
matemáticas, en la que cada niño podía proponer soluciones a proble- complejidad, para que cooperen mejor. Al tomar conciencia de sus lí-
mas de una manera lúdica y poética (las matemáticas del espacio, las mites o sus lagunas, en un momento u otro sin duda se darán cuenta
matemáticas del Sr. Conejo, un problema de bombones-no-buenos...). de que en realidad necesitan rehacer el camino a paso lento.

• Aunque tengamos una larga experiencia montessoriana, a veces • Elija siempre el material más sensorial posible para los objetos se-
olvidamos un poco la presentación o la extensión de un material. cundarios: pequeñas alfombras suaves, cestas estéticas, texturas, etc.
Como todos sabemos, usar las herramientas Montessori de una ma- Todos los niños son sensibles a ello. Los colores, por ejemplo, son
nera torpe o vacilante es contraproducente. No dude en ensayar la muy importantes para ellos. Hasta el punto de que pueden abando-
presentación unas cuantas veces antes de hacérsela a un niño. nar enseguida un ejercicio que estén haciendo con un lápiz negro,
mientras que el mismo ejercicio con color se prolongará con placer. A
• Ciertos pasos de la presentación del material deben adaptarse al Olivia le encantaba trabajar con el rosa y el violeta. Respete los gustos
ritmo de los niños con quienes trabajamos. Así pues, el primer tiem- de los niños e incluso sáqueles partido. ¿Por qué debería reservarse
po de la lección en tres tiempos debe hacerse muy despacio para los el bolígrafo rojo para la corrección y la censura, cuando puede ser el
niños con discapacidades y con poca memoria. bolígrafo de trabajo favorito de un niño? Además, el recurso de los
colores permite al niño distinguir de manera visual las diferencias,
• Con los niños que tienen discapacidades significativas, debemos simpli- sea cual sea el área de aprendizaje.
ficar al máximo y evitar la sobrecarga de información visual. Por ejemplo,
evitaremos contar elementos como las perlas sobre un mantel o una al- • Plantéese incluir el movimiento en cada actividad. ¡El movimiento
fombra estampada o contaremos los husos en una alfombra cuyo co- es vida! El hecho de que un niño se mueva no significa que no esté
lor contraste fuertemente con el de la madera. Y según los problemas concentrado, al contrario, significa que está más distendido. Una idea
de discriminación sensorial de los niños, no dude en aplicar el plantea- para canalizar a los niños más turbulentos: como si fueran pequeños
miento montessoriano que consiste en aislar cada noción. De este modo, ayudantes, confíeles misiones y responsabilidades que les haga acti-
Celia, que no podía contar los husos en los compartimentos de made- varse, para que «se muevan tranquilos».
ra, lo hizo perfectamente en frascos de vidrio transparente numerados.
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• Como el material Montessori es completo, seductor y apasionante, ejerce un cometido importante. Como con todos los niños, por cierto.
la experiencia nos ha demostrado que corremos el riesgo de limitar- Así, un día que estábamos intentado fabricar «chuches» para el perro
nos al material y no invitar al niño a transponer el proceso a la vida mascota de la clase, nos dimos cuenta de repente hasta qué punto es-
real, que es la verdadera vida práctica. La utilidad es una fuente de taba comprometida y era capaz de movilizar recursos insospechados.
motivación. Por ejemplo, por una vez, en lugar de contar perlas po- Ella relegó rápidamente el material Montessori a la categoría de me-
demos contar las moras que acabamos de recolectar. O aprovechar dio en lugar de fin: servía para saber contar las «chuches» del perro.
la nieve que acaba de caer para hacer bolas de nieve y clasificarlas
en orden de tamaño. Esto permite variar los ámbitos de experiencia. • Cuando los niños se equivocan, a veces cuesta mucho no abalan-
El uso del material no es un objetivo en sí mismo. El material es un zarnos sobre el error para rectificarlo. No obstante, es primordial
puente entre el niño y el mundo real. contenerse y más aún con los niños que provienen de la enseñanza
tradicional y suelen sentirse cohibidos, incluso paralizados por miedo
• El hecho de que un niño tenga dificultades no significa que no se le al fracaso. Por el contrario, hay que conducir con calma al niño a que
pueda plantear retos. Es necesario encontrar desafíos a su alcance, ni reflexione para corregirse a sí mismo.
demasiado fáciles ni demasiado difíciles. El reto lo estimula, el éxito
lo revaloriza ante sus propios ojos y le infunde confianza. Solo tiene • Fomente el análisis, ayude al niño a reflexionar por sí mismo. Déje-
que animarlo si fracasa y luego encontrar retos más adecuados a sus lo recorrer el camino del conocimiento a su propio ritmo. Usted no
capacidades. puede hacerlo por él.

• Con respecto a los niños con discapacidades, no debemos rendir- • Tenga en cuenta que algunos niños provenientes de la educación
nos demasiado pronto y pensar que su potencial es muy limitado. tradicional a veces tienen otra «cultura» escolar. Por ejemplo, tuvimos
Sin duda, el modo escolar es opaco e ineficaz para estos niños. Pero el caso de un niño para quien comprobar la ortografía de una palabra
eso no significa que no puedan progresar, ya que tal vez vayan más en una lista era casi como hacer trampa.
allá de lo que imaginábamos. Celia, de 12 años, ingresó en un centro
de educación especial. El equipo de su instituto había renunciado a • El humor es uno de los medios más efectivos para transmitir un
que fuera capaz de contar. Sin embargo, el uso de material relativo al concepto. Téngalo en cuenta cuando deba elegir las oraciones para el
descubrimiento de los números del 1 al 10 (los listones rojos y azules, trabajo de gramática. Por ejemplo, para que comprendan enseguida
los husos y las cifras rugosas) le ha permitido contar hasta 10 con en- los conceptos de objeto directo: «¿El rey come un asado» o «El asado
tusiasmo y con gran energía. Y no se excluye en absoluto que llegue se come al rey?». Para las conjugaciones, proponga expresiones en
más lejos. Sobre este tema es interesante subrayar que la motivación lugar de verbos solos y elíjalos relacionados con la vida de la clase y, si
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es posible, con humor. De este modo, el aprendizaje indispensable de


las conjugaciones, a pesar de su aspecto sistemático y un tanto árido,
se hará como un descubrimiento y con buen humor. Por ejemplo: «Yo
tengo un loro en el hombro, tú tienes un loro en el hombro...».
«Yo tuteo al rey, yo confundo Kirguistán y Kazajstán, yo construyo
un tipi, yo pongo los pies en la alfombra, tú pones los pies en la
alfombra». Diagnosticar y reparar
dificultades del lenguaje
• Aísle las dificultades. Todos sabemos que este procedimiento es
uno de los fundamentos de la pedagogía Montessori. Sin embargo,
es tan fácil caer en la trampa de los propios conocimientos y es tan Algunas evidencias
obvio para nosotros que nos olvidamos que para el niño no lo es en
absoluto. La pedagogía Montessori considera a cada niño de manera individual.
Muchas de las dificultades con las que se topa el sistema tradicional,
que se dirige a la clase en lugar de centrarse en cada niño, desaparecen
• No imponga un ejercicio al niño, haga una actividad con el niño.
automáticamente. Antes de intentar reparar cualquier problema escolar,
Incluso cuando practique él solo para reproducir una manipulación,
hay que esforzarse en facilitar la vida y el bienestar del niño. Por ejem-
una operación o una conjugación, debe poder dialogar con usted si
plo, evitaremos leer en voz alta en un grupo con un niño disléxico, le
lo necesita o lo desea.
daremos todo el tiempo que necesite para leer y tendremos en cuenta
el hecho de que se cansa fácilmente al descifrar, e incluso podemos leer
• Elija sus palabras con cuidado. Si usa las palabras «deberes», «dic-
en voz alta por él. Pondremos un ordenador a disposición del niño dis-
tado», «gramática» y «problema» con niños que tienen fobia escolar,
gráfico y repasaremos usando el alfabeto móvil si es necesario. A veces
sea cual sea su planteamiento, corre el riesgo de que el niño no tenga
podemos escribir al dictado del niño. También disociaremos la corrección
ningunas ganas de descubrir su nueva actividad.
ortográfica de la expresión escrita: hay un momento para expresarse li-
bremente, sin preocuparse por la ortografía, y un tiempo para corregir
• La enseñanza Montessori plantea los aprendizajes en una dinámica
su texto, como por ejemplo si tiene que hacer un cartel. Ya lo hemos
vital de descubrimiento consciente, de conquista, de desarrollo y no
dicho, hay que evitar pegar etiquetas demasiado rápido en la espalda
según el postulado de una obligación escolar. Solo manteniendo este
del niño. No todas las dificultades de lectura son consecuencia de la
estado de ánimo su apoyo será de ayuda.
dislexia. Asimismo, la escritura en espejo tampoco es obligatoriamente
un signo de dislexia. Muchos niños pasan por esta etapa entre los 5 y
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6 años. Un niño que domina los gestos gráficos cuando dibuja, pero Aislar los problemas
traza mal las letras, no es dispráxico. El hecho de que no haya compe-
tencia ni calificaciones entre los niños ayuda a evitar la estigmatización. Ya hemos hablado del efecto dominó, en particular con respecto a los
niños disléxicos. Existe un problema adicional: el de la amalgama de
conceptos. Voluntariamente o no, la enseñanza tradicional requiere
Recuperar aquello que se ha «saltado»
que el niño asimile conceptos complejos, y supone que podrá en-
tender el todo sin comprender las partes que lo componen. O da por
Según Maria Montessori, el gran error que comenten los adultos con
sentado que ha entendido todos los detalles. Para usar un ejemplo
respecto al aprendizaje es dirigirse siempre al intelecto del niño, lo que
ya mencionado, cuando se presenta una palabra a un niño sin haber
ella llama el «centro». Por el contrario, ella recomienda abordar la peri-
precisado que el orden de las letras es importante y sin que el niño
feria: los sentidos. Este planteamiento permite hacer accesible, aclarar
haya integrado el hecho de que en nuestro idioma la lectura se rea-
e integrar realmente nociones abstractas. El camino hacia la abstrac-
liza de izquierda a derecha, ¿qué nos permite afirmar que es capaz
ción no es fácil para los niños. El material que Maria Montessori creó es
de diferenciar entre «bus» y «sub»? Y si cuando mezcla los dos, infe-
muy concreto. Permite lo que llamamos «materializar la abstracción».
rimos que es disléxico ¿estamos haciendo realmente una deducción
Cada material aísla una noción abstracta que el niño explorará de ma-
lógica? La pedagogía Montessori presenta solo una dificultad a la vez;
nera sensorial. De este modo podrá comprenderlo mejor, es decir, en el
y no se pasa a la siguiente hasta que se ha asimilado la primera. Por
sentido etimológico del término: aprehenderlo y hacerlo suyo.
este motivo, es adecuada para niños que tienen dificultades y para
Una de las mejores pruebas del poder de los sentidos en la asimilación
todos aquellos que no pueden trabajar con facilidad en tareas cogni-
de conceptos es la fuerte emoción que manifiestan los adultos en prác-
tivas dobles, como por ejemplo los niños que tienen trastornos «dis»
ticas o los enseñantes experimentados cuando, durante una formación
(dislexia, disgrafía…).
Montessori, descubren la materialidad de un concepto que manejan y
enseñan desde hace años. De repente, descubren el poder de la evoca-
ción, la fuerza de la comprensión inmediata. Pues esto es precisamente lo Ayudar a entender la lógica del lenguaje
que le falta a la mayoría de los niños que nos llegan mayores de 6 años.
Una de las reacciones que podemos brindar a los niños con dificul- Cada vez más niños abandonan la escuela no porque sean menos in-
tades es poner a su disposición y presentarles el material que les teligentes que otros o se esfuercen menos, sino porque la manera en
permitirá volver a lo básico, rehacer el camino desde el principio, que les enseñamos nuestro idioma no les permite entrar en la lógica
concepto tras concepto. De modo que no dude en volver a sacar las de su construcción. Los programas oficiales de educación son una se-
letras rugosas o las letras móviles con un niño mayor de 6 años que rie de pequeños vagones que el niño que tiene dificultades no puede
tenga dificultades para escribir o leer.
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enganchar a su locomotora porque no siempre entiende el interés. Todo empieza con la escritura
Saturado de información, de reglas que debe memorizar y de típicos Hablamos primero de la escritura porque viene en este orden, antes
ejercicios escolares que, en general, no le gustan, debe trabajar sin del aprendizaje del lenguaje escrito y leído. Con ella empieza todo.
plantear preguntas. En Montessori, ocurre lo contrario. Los soportes Los niños pequeños que comienzan a descubrir la escritura general-
pedagógicos son diferentes. No se utilizan fichas ni manuales. Incluso mente lo hacen insertando garabatos de palabras en sus dibujos o
recomendamos que se elaboren soportes de trabajo con el niño o al firmando con su nombre. No obstante, la educación tradicional, tam-
menos según sus centros de interés y sus gustos. Muchos ejemplos de bién por exceso de prisa, hace que los niños empiecen a leer dema-
los trabajos de gramática los preparamos escribiendo en una simple siado pronto.
tira de papel recortado. De este modo, el niño podrá manipular los Escribir es expresarse de otra manera y leer es descubrir y compren-
elementos de la oración y «jugar» con las palabras para explorar el der la escritura de los demás.
lenguaje. La escritura en sí comprende varias etapas de aprendizaje que hay
El descubrimiento de la gramática no se basa en ejemplos típicos y que separar bien si queremos poder identificar en el niño aquello que
lecciones que se aprenden de memoria, sino en un análisis detallado, se ha adquirido mal (o no se ha adquirido en absoluto) y a partir de
una investigación de cada parte de la oración de forma individual aquí tendremos que rehacer el camino. Está la escritura «mecánica»
y luego relacionadas progresivamente entre sí. Los niños hacen fun- de las letras (el gesto, que plantea un problema a los disgráficos), la es-
cionar de verdad sus cerebros y, a través de la manipulación, se les in- critura de la forma de las letras (su reconocimiento, su memorización,
vita a plantear buenas preguntas. Estamos lejos de los gestos reflejos su reproducción y su posición en la línea), la relación entre las letras
(por ejemplo, según la posición de las palabras en la frase: «El objeto para componer palabras que tienen un significado, y finalmente la or-
directo siempre va detrás del verbo») y de las robóticas respuestas tografía y la sintaxis. El aprendizaje de la lectura se hace en paralelo.
binarias: verdadero o falso. Las dos progresan juntas más o menos en el orden de las actividades
que describimos a continuación. Es importante asegurarse de que no
se haya perdido ningún paso en el proceso, sea cual sea la etapa en la
Posibles soluciones que se encuentre el niño.

Para hacer este libro más práctico y permitir al educador ayudar me- La motricidad fina
jor a los niños, abordamos aquí las dificultades más comunes en el La originalidad y la eficacia del enfoque Montessori se basa en el
campo del lenguaje escrito. Son las que se encuentran la gran mayoría aislamiento y la preparación de los componentes necesarios para
de los niños en su día a día escolar y con las que deben enfrentarse la escritura. El niño debe beneficiarse de una preparación mental y
los educadores que reciben a niños de 6 o más años. una preparación de la mano. La mano es la herramienta de la mente.
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Antes de exigir una escritura impecable, es decir, perfectamente le- El dibujo y el reconocimiento de letras
gible, es necesario comenzar por la motricidad fina. Muchos niños son Contrariamente a la creencia común, el conocimiento precoz del alfa-
empujados a los aprendizajes escolares antes incluso de que hayan beto no solo no es una garantía de iniciación en la lectura, sino que
desarrollado o madurado los gestos musculares o mentales indispen- incluso puede ser un formidable obstáculo para su aprendizaje. Esta
sables para la escritura. Esto pasa por gestos de la vida cotidiana. Un precocidad en la enseñanza del alfabeto, por ejemplo, puede conducir
ejemplo: saber sacar punta a un lápiz es importante, no para cultivar a un niño inteligente y no necesariamente disléxico a escribir «vnt»
niños obsesionados con la mina de los lápices, sino para permitir el (que pronuncia «vente»: vé-n-té) en lugar de «vente». En este caso,
trabajo de la mano, un «movimiento de construcción». no dude en volver a las letras rugosas. Permiten recuperar el verda-
También puede pasar por el dibujo libre. El ejemplo más llamativo es dero sonido de la letra y asociar y memorizar el sonido, la forma y el
el de Bernardo, un niño que se sentía muy incómodo con la escritura gesto para escribirlo.
y que un día empezó a dibujar un enorme bosque de abetos, rama
por rama. Durante este «gran trabajo», que retomó en repetidas oca-
siones durante dos semanas, y a fuerza de trazar de manera minucio-
sa todos estos pequeños puntos como si fuera una estampa japonesa,
su escritura empezó a cambiar.
El material y las actividades de vida práctica ejercen un importante
cometido en este trabajo de motricidad fina, incluso en los niños
mayores. Desarrollan la coordinación de movimientos y estimulan
el razonamiento. Los ejercicios de encaje y las interacciones con el
entorno (cuidado de plantas, animales, almacenamiento, limpieza y
demás) ofrecen múltiples ocasiones para hacer trabajar el cuerpo y la
mente en la misma dirección. Además, tienen la ventaja de que pare-
cen no tener relación con el trabajo escolar que el niño ha conocido
hasta entonces y del que se ha distanciado.
Lo mismo ocurre con las muchas actividades de las formas para di-
bujar, que le permitirán ejercitar la flexibilidad de la muñeca, el gesto
de sostener el lápiz. El niño todavía no sabe escribir, pero prepara la
mano. Su voluntad también se forma. Este aspecto del movimiento
voluntario es muy importante para Maria Montessori.
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Por otro lado, trabajar solo sobre las letras permite aislar el auténtico a los niños de todas las edades y contrastan favorablemente con la
trabajo de codificación para proceder al descifrado. Este trabajo se copia tradicional e interminable de líneas de letras.
realiza según el principio de la lección en tres tiempos. En esta etapa, Variar los soportes aumenta aún más el interés. La bandeja de sémo-
se evita que el niño se estrese debido a las líneas o de que se tropiece la, por ejemplo, es una de estas actividades con alto valor pedagógico
con la lectura de una palabra entera. Poco a poco, el niño reconoce y que está al alcance de todos. A los niños les encanta sumergir los
los sonidos mientras traza las letras. Está en el trance de aprender
a leer, y se siente orgulloso de lo que ya sabe hacer. Para algunos
niños, esta etapa (que muchos calificarían de repaso) constituye el
momento para una reconstrucción tranquila de la autoestima y de la
confianza en sí mismo: es el punto de iniciación a la lectura. El niño
ya no se siente inútil ni mediocre. Ya no es el que no sabe o el que se
equivoca; es el que aprende.
Y solo cuando el niño sea capaz de ponerle muchos otros ejemplos,
usted podrá pasar a otro sonido. Para extender esta actividad se pue-
de utilizar el alfabeto de los pequeños objetos, un material desarro-
llado por Hélène Lubienska de Lenval, discípula de Maria Montessori.
Consiste en reunir frente al niño numerosos objetos cuyo nombre
empiece por la letra tal o cual. Tiene la ventaja de que ofrece al niño
objetos en lugar de imágenes. No tenemos que comprar este mate-
rial. Podemos reunirlo buscando por aquí y por allá: pequeños ani-
males, cacharros de las cocinitas, etc.

La posición de las letras sobre la línea


Los ejercicios para comparar y clasificar letras móviles según dife-
rentes criterios ayudan al niño a establecer similitudes y diferencias
entre ciertas letras (la «d» es como la «o» pero con un palito hacia dedos en este material suave y fluido como la arena, que se presta
arriba, y así sucesivamente). También le permiten comparar la posi- como por arte de magia a sus diferentes trazos y que luego pueden
ción de unas con respecto a otras y con relación a las líneas de las alisar para borrarlos antes de volver a empezar. Las primeras pizarras
alfombras y las pizarras. Estas actividades exploratorias les encantan Montessori no pierden el tiempo con líneas, pero enseñan al niño a
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trabajar de manera progresiva en espacios cada vez más pequeños. propone ejercicios de lectura tediosos y repetitivos, desconectados
Variar los instrumentos aumenta aún más las posibilidades y renue- de la realidad y de los que, además, solo interesa el resultado y no
va el interés y la atención de los niños. Ello también exige trabajar el razonamiento del niño. Se está más en el entrenamiento sin mo-
diferentes facultades: cuidado y precaución con una pluma y tinta, verse del sitio que en la lectura, es decir, el verdadero acto de la
ligereza con un rotulador, fuerza con un lápiz gris, etc. La caligrafía lectura: leer para satisfacer su curiosidad, por placer y para aprender.
con pluma es un verdadero reto para los niños; aprecian la lentitud, Aprender a montar en bicicleta implica que uno tiene la posibilidad de
la precisión, la estética; dan la impresión de escribir muy relajados, viajar en bicicleta, aprender a nadar implica que uno tiene la oportuni-
están inmersos en la escritura, se aplican en ella. dad de irse a bañar. Aprender a leer implica que uno tiene la oportunidad
La gran historia Montessori dedicada a la historia de la escritura es un de explorar la verdadera naturaleza de la escritura: textos que tienen un
buen elemento de apoyo para usarlo en este momento. Gracias a ella, sentido, un propósito, que aportan información o suscitan emociones.
lleva la escritura un paso más allá de la «tarea escolar». Esta historia Para estimular la exploración de la palabra escrita, se debe prepa-
cuenta que, hace 5.000 años, apareció la escritura para hacer visible rar el entorno y adaptar el material de lectura para una conquista
el pensamiento, que la inventaron diferentes pueblos, con diferentes progresiva y significativa de la lectura. El niño tendrá sus experien-
signos, y cómo ha ido evolucionando. Muestre a los niños diferentes cias en un ambiente y con un material adaptados, para que las acti-
escrituras del mundo y la evolución de nuestro alfabeto. Los alumnos vidades tengan verdaderamente sentido.
pueden recuperar el gusto por la escritura tomando conciencia de que
cuando escriben están vinculados con generaciones de seres humanos Aprender para qué sirve la lectura
que han escrito antes que ellos. Pueden copiar otras formas de escri- La primera etapa, que a menudo falta en los niños que provienen de
tura distinta a la nuestra o incluso divertirse inventando unas nuevas. la educación tradicional, y que resulta primordial, es la de la com-
prensión del hecho de que las palabras escritas son símbolos de ob-
Infundirle el gusto por aprender a leer jetos y conceptos, al igual que las palabras habladas. Es fundamental
Un maestro de Quebec comparó la enseñanza tradicional de la lectu- asegurarse de que el niño de 6 o más años que aún no sabe leer no
ra con un entrenamiento en una bicicleta estática, esa bicicleta de in- se salte este paso. El material de los pequeños objetos y las etique-
terior en la que pedaleas sin moverte del sitio y en la que solo cuenta tas de palabras correspondientes (cajas de lectura) sirven para esta
el rendimiento. Nada que ver con el placer del paseo en bicicleta: la actividad. A veces sucede que el niño adivina rápido una palabra sin
exploración del entorno, el descubrimiento de nuevos paisajes, la ex- leerla realmente, solo porque ha reconocido la primera letra, por
pectación ante lo que hay después de la siguiente curva, la emoción ejemplo. No pasa nada. En las extensiones de la actividad, donde
de los descensos y la velocidad. el niño debe encontrar entre todas las etiquetas la que designa el
Nos parece un comentario muy acertado. La enseñanza tradicional objeto deseado, se verá obligado a descifrar y, por tanto, a analizar
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cada sonido para encontrar la palabra que había adivinado en la pri- copiosas particularidades de nuestro idioma, una por una. Los
mera etapa. Esta etapa en el camino de la lectura es bien conocida dictados, incluso cuando están preparados, abordan numerosas
por logopedas y terapeutas del lenguaje. cuestiones al mismo tiempo. Asimismo, en el sistema clásico las cues-
tiones de ortografía se abordan tan pronto como el niño comienza a
Aprender a diseccionar los sonidos de una palabra escribir. En otras palabras, lo obligamos a centrarse a la vez en trazar
El enfoque Montessori no prueba de inmediato al niño. Para condu- y colocar bien las letras y a escribir las palabras con buena ortografía.
cirlo a la tarea de descifrar, se le ayuda primero con materiales y acti- Resultado: ¡pánico!, pero seguimos avanzando porque el tren de clase
vidades progresivas, que aún no son de la lectura propiamente dicha. prosigue su marcha y lo hace rápido.
Es lo que hemos detallado en el aprendizaje de la escritura con las Por el contrario, y como es habitual en Montessori, con nuestros niños
letras rugosas. mayores de 6 años tendremos que aislar las novedades. Para empe-
zar, como hemos visto, solo nos ocupamos de la ortografía cuando
Escribir palabras simples el niño o bien ya no tiene problemas con los gestos de la escritura,
Cuando el niño empieza a saber leer y componer palabras, es posible o bien ya compone palabras con letras móviles. Y no hablamos de
que aún no sepa trazar las letras a la perfección ni colocarlas correc- todas las peculiaridades de nuestro idioma al mismo tiempo. ¡Hay
tamente unas respecto a las otras y respecto a la línea. La escritura tantas! De hecho, precisamente, cuando el niño tenga conciencia de
es más lenta que su pensamiento y eso le molesta. ¿Y si lo inten- que en nuestro idioma hay muchas peculiaridades, oirá con frecuen-
ta sin papel y lápiz? La pedagogía Montessori aísla las dificultades. cia pequeñas voces que le preguntarán: «¿Cómo se escribe tal cosa?».
Con las letras móviles, los niños pueden componer palabras sin preo- También es necesario que el niño comprenda que la ortografía no
cuparse por la calidad de su escritura. Esta «escritura» empezará por consiste solo en fotocopias y cuadernos escolares, sino que está en
las palabras que el niño ya conoce, que él habrá elegido y que nece- todo lo que nos rodea: en la descripción de una especie animal, en las
sariamente tienen un interés para él. Escribir tendrá sentido y tendrá reglas de un juego de mesa, en una receta de cocina, en un libro que
relación con el niño. Leer estas primeras palabras una vez las haya describe un país, etc. Y que, por tanto, si lee, mejorará su ortografía.
compuesto, también tendrá un poderoso sentido.
Para ayudar al niño a establecer relaciones entre palabras
Mejorar la ortografía Este trabajo de inventario de las diferentes formas de escribir un soni-
Como en muchos ámbitos, la educación tradicional va demasiado do continúa con la búsqueda de familias semánticas. El niño aprende
rápido y se salta etapas que parecen obvias para los adultos pero que a pensar a qué familia pertenece una palabra en concreto. Tal vez
están lejos de serlo para los niños. Una de estas etapas concierne conozca a otro «miembro» de la familia, lo cual le situará en la bue-
a la ortografía: no sensibilizamos lo suficiente a los niños sobre las na senda para escribir la palabra que le preocupa en ese momento.
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Poco a poco fabricará sus propias tarjetas de familias de palabras: simbolizado en una pirámide negra, etc. Por la forma y el color, visua-
«campana, campanario, campanillas...», «biodegradable, biológico, liza y registra la relación entre el verbo y el adverbio, entre el nombre,
biodiversidad...». el adjetivo, el artículo y el pronombre.
Usted puede trabajar con el niño y ayudarlo a construir sus tarjetas, El juego del adjetivo lógico refuerza con mucho humor el poder y la rele-
invitándole a encontrar las palabras mediante acertijos. El dicciona- vancia del adjetivo. Por ejemplo, «un árbol floreciente / un camión rápido /
rio es, sin duda, el socio indispensable para adquirir los buenos re- un gato con bigote» puede dar, después de mezclar palabras, nuevas
flejos del «buscador» de palabras. Encuentre un lugar especial para asociaciones: «un árbol rápido / un camión con bigote / un gato flore-
él en el aula. ciente», sorprendentes hallazgos literarios que conseguirán hacer reac-
Para todas estas cuestiones de ortografía, no dude en volver al uso del cionar al niño. El juego del detective tiene el mismo poder y entrena al
material que generalmente ya hemos visto con los niños de 4 o 5 años: niño para evaluar la naturaleza de cada palabra y su función en la frase.
- La actividad de las acciones, en la que escribimos una acción para En el libro El lenguaje, la escritura y la lectura de la colección Paso
hacer en una tarjeta pequeña y le pedimos al niño que la lea y haga a paso se detallan otras actividades en torno a la naturaleza de cada
lo que está escrito. El movimiento, el juego de las prendas, divierte al palabra (preposición, conjunción, verbo, adverbio, etc.).
niño y lo aleja de los ejercicios tradicionales.
- Los pequeños libros, que consisten en mini historias. Lamentable- Para ayudar a comprender el sentido y el cometido de la puntuación
mente, este material no existe en nuestro país. Se puede inventar a En este caso, procederemos de nuevo aislando conceptos. Para que
partir de textos de los niños. el niño sea consciente de que una frase empieza siempre con una
mayúscula y termina con un punto, recurrimos a códigos de color
Para ayudarle a descubrir la relación entre las palabras (por ejemplo, los puntos y las mayúsculas en rojo y el texto en azul) y
y comprender la concordancia a la manipulación de etiquetas. También hay que tener en cuenta que
Cuando un niño no sabe cómo concordar palabras, con frecuencia es la puntuación y las mayúsculas solo adquirirán todo su valor para el
porque no es consciente ni de su naturaleza ni de su función en la niño cuando quiera pulir el aspecto de un texto para «publicarlo» o
frase. Lo vemos por ejemplo cuando confunde el pronombre personal cuando se meta de lleno en un trabajo que le apasiona y que quiere
«tú» y el posesivo «tu» o el pronombre «él» con el artículo «el». hacer a la perfección. Pedro, el «historiador», era reacio a corregir
Simplemente no ha entendido la diferencia entre el sustantivo y el las mayúsculas y la puntuación en un ejercicio cualquiera. En cam-
verbo. Una vez más, la enseñanza tradicional va demasiado deprisa, bio, los corrigió él solo con mucho cuidado cuando se puso a hacer
y si recurrimos a la percepción sensorial podemos ayudar al niño. diversos «carteles» históricos (Carlos V), los hombres prehistóricos,
Al tocar y manipular los símbolos gramaticales, nota físicamente la Cristóbal Colón, Mandela y muchos más. Lo repetimos: es esencial
diferencia entre el verbo representado por una esfera roja y el nombre que el trabajo tenga significado para el niño. Por eso es probable que
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suspenda una prueba de evaluación cuya utilidad no comprende, Con estas actividades, el niño explorará de manera variada la forma de
aunque conozca perfectamente el concepto y lo aplique sin dificultad los verbos según el tiempo y la persona, sin que le obliguen a trabajar
a un trabajo que tiene sentido para él. bolígrafo en mano, copiar y volver a copiar, hacer un círculo en la res-
puesta correcta y cosas por el estilo. Debe elegir entre etiquetas, por
Para ayudar al niño a comprender la conjugación tanto, reflexionar entre varias proposiciones. Dispone de un soporte. El
Descubrir, comprender y memorizar las conjugaciones puede ser una error es menos terrible que una corrección indeleble con un bolígrafo
de las peores tareas en la enseñanza de la gramática. Nada podría rojo: todo lo que tiene que hacer es mover las tarjetas. El niño puede
ser más abstracto y, sobre todo, más aparentemente arbitrario (y por incluso reírse de sus errores. Además, como ocurre en matemáticas
tanto difícil de recordar). Está claro que no vamos a hacer filología con tablas de control para operaciones, puede controlarse a sí mismo.
ni lingüística con niños de 6 años. Pero a través de la gran historia
sobre la historia de la escritura, les hemos mostrado que el lenguaje
tiene un pasado y una evolución. De modo que es posible decirles
que la forma en que se conjugan los verbos viene de muy lejos, que
no es arbitraria. Contar a los niños y explorar con ellos el hecho de
que nuestro lenguaje y la conjugación de sus verbos provengan de la
época de las legiones romanas seguro que les impresiona y hace los
aprendizajes un poco más concretos.
La otra gran fuerza de la pedagogía Montessori proviene, una vez más,
de las actividades con el material. El de las conjugaciones es variado,
aunque la mayor parte del material está hecho por el educador y el
niño lo va enriqueciendo. La línea de tiempo le permite corregir las
ideas del niño con respecto a la cronología: pasado, presente, futuro,
pero también pretérito anterior, futuro compuesto de indicativo, etc.
Con la clasificación de grupos, el niño manipula etiquetas con verbos
en infinitivo y las clasifica. El número de grupo se puede escribir en el
reverso de las etiquetas para permitir el control del error. La clasifica-
ción de los tiempos, la clasificación de las formas conjugadas y, sobre
todo, los libritos rojos de conjugación, que el niño va realizando a
medida que va «conquistando» conjugaciones, completan el conjunto.
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siempre. Los ejercicios de reconocimiento cinestésico de objetos, de


clasificación y de reconocimiento de categorías abren en la mente del
niño relaciones con su entorno; se crean conexiones, se despiertan
sentidos no utilizados o infrautilizados. Por otro lado, cabe destacar
que si bien el trabajo montessoriano permite satisfacer con eficacia
los requisitos del programa escolar, presenta no obstante una dife-
Diagnosticar y reparar rencia notable con el sistema tradicional: la pedagogía Montessori
dificultades en el cálculo no está orientada hacia las habilidades que se adquirirán como se
define en los programas. La pedagogía Montessori hace hincapié en
lo que construye y anima al niño, su necesidad de descubrimiento,
Rehacer el camino, o una parte del camino de comprensión y de satisfacción sin ni siquiera necesitar un sistema
de calificaciones. El conocimiento converge hacia los aprendizajes de-
De entrada, sumergir a los niños en las actividades Montessori para nominados «fundamentales» de nuestra cultura (la «base común» de
niños de 6 a 12 años no bastará para que aquellos que tienen difi- los programas de educación), pero los niños participan en el trabajo
cultades con las matemáticas se reconcilien con ella. Puede ser un con toda su personalidad.
completo fracaso si no han adquirido correctamente las bases y si No se limitan a responder
perciben los conceptos como abstractos, desconectados de toda rea- a unos pocos enunciados
lidad y desconectados entre sí. Incluso los niños que en apariencia impuestos desde el exte-
obtienen buenos resultados en matemáticas, pero provienen de una rior, sino que entran en
enseñanza tradicional, pueden beneficiarse en gran medida de la ex- un trabajo que es verda-
ploración de ciertos materiales Montessori para los más pequeños: deramente suyo. Por eso,
estos materiales permiten preparaciones sensoriales e indirectas que cuando los niños están
hacen que las nociones abstractas sean físicamente tangibles y fijan concentrados por completo
para siempre ideas que se han comprendido en lugar de aprendido. en su actividad, a menudo
La pedagogía Montessori recomienda el uso preferente de este mate- se convierte en un «gran
rial, como el lenguaje, en períodos precisos (los llamados «períodos trabajo», que va más allá
sensibles»), porque los conceptos que sirven para presentar se asimi- del programa y mucho más
larán con más facilidad. No obstante, si los niños con los que trabaja allá de lo que habríamos
no se han beneficiado de esta aportación en el mejor momento de su sospechado.
desarrollo, esto no significa que esta etapa perdida deba perderse para
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Una anécdota aclarará lo que queremos decir. Luisa, una niña de ter- llevó a explorar la división quitando a un niño, luego a otro, etc. (res-
cer curso proveniente de una escuela tradicional, se inventó un pro- tando 1 al dividendo, luego 2, luego 3, etc.). El educador aprovechó la
blema de matemáticas de un modo típicamente escolar: la madre ocasión para recordarle la noción de «resto» en una división. Después
de Lucas prepara 27 pasteles de chocolate para el cumpleaños de Zoe hizo un juego de palabras sobre «resto» y dijo riéndose a carcaja-
su hijo. Hay 10 invitados, pero un niño no come pastel de choco- das: «Sí, habrá restos, si no los niños comerán demasiados pasteles
late. ¿Cuántos pasteles tendrán los niños? Luisa se apresuró a rea- y explotarán». Apreciamos aquí lo que puede ser un razonamiento
lizar una operación de una manera «clásica», mecánica, sin certeza «activo». Este ejemplo ilustra a la perfección cómo piensan los niños
y sin plantear demasiadas cuestiones. Luisa llegó a un resultado in- menos formateados que son capaces de poner en perspectiva todos
correcto y no se dio cuenta de que la operación que había elegido no los elementos de un problema y su pertinencia. Los demás niños,
era la correcta. Solo después de un diálogo con el educador volvió a formateados a pesar de sí mismos, pequeños «autómatas» (para usar
empezar, esta vez con la operación correcta, y encontró el resultado la expresión de Stella Baruk en su libro La edad del capitán), mecani-
correcto. Zoe, una niña más «montessoriana», estuvo encantada de zan su pensamiento sin sopesar todos los datos y el carácter plausible
descubrir la actividad de su amiga. Enseguida pensó que el trabajo de la situación enunciada.
de su compañera quedaría muy bien en su «tienda de matemáticas»,
un espacio que ella
había creado para que Dificultades comunes y posibles soluciones
cada niño almacenase
pequeñas investiga- A continuación, proponemos algunas pistas para responder a aquel-
ciones matemáticas lo que ha podido faltar en el recorrido único y personal de los niños
para los demás com- a quienes se está acompañando. Su objetivo es ayudar al educador a
pañeros. Con ímpetu, clasificar las necesidades reales del niño y a precisar cada vez para
se volvió hacia el ma- qué le será útil. Claro que es posible que no todos los niños pre-
terial de las divisiones, senten todos los problemas que planteamos, pero esta lista puede
fabricó el dividendo y orientarlo sobre la ayuda que puede prestar.
compuso el divisor:
27 dividido entre 9. Para consolidar el concepto de número
Zoe dividió a concien- En el sistema clásico, a menudo los niños han automatizado muy
cia sus canicas y leyó pronto conceptos matemáticos, como las técnicas de las opera-
el resultado. La idea la ciones (por ejemplo, la retención), las tablas de las operaciones, el
enfoque de las divisiones y demás. Casi todos, a los 6 años, han
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grabado la mecánica de la cantinela: «1, 2, 3 ...». Pero recitar «1, 2, Para eliminar la incomprensión del sistema decimal y el número
3 ...» no construye la relación de los elementos entre sí. El niño no es Cuando el niño se bloquea en la lectura de las decenas y confunde, por
consciente de la relación entre el número y su cantidad, ni del víncu- ejemplo, 14 y 41, es porque ha asimilado mal el principio de la forma-
lo entre número (cantidad) y cifra (símbolo). El método Montessori ción de los números. La posición de las cifras en relación a las demás
inicia desde muy pronto al niño, de manera sensorial, en la relación no tiene sentido para él y necesita revisar y comprender el sistema deci-
entre las cifras y su valor numérico según su posición. Descubre «el mal. Las tablas de Seguin son el material sensorial que le brindará una
peso» y el sentido de los números, que es la base de su pensamiento ayuda clara en cuanto a la combinación de las decenas y las unidades.
futuro cuando se le pida que maneje números para la resolución de Si no tiene acceso a este material, un trabajo de análisis con símbolos
problemas. escritos y perlas puede ser también eficaz. Por último, recurrir a un có-
Para el niño montessoriano, «dos» es uno más uno, «tres» es uno digo de color (verde: unidad; azul: decena; rojo: centena) requiere muy
más uno más uno y así sucesivamente. Lo importante es la relación poca inversión y puede proporcionar puntos de referencia para que el
entre cada palabra y los elementos ya contados. Aprende manipulan- niño reconozca el valor de las cifras. Para el descubrimiento de la re-
do los listones rojos y azules. Este material hace que la abstracción lación entre las categorías (unidad, decenas, centenas, etc.), utilice el
de los números sea concreta y permite trabajar en las relaciones material de las perlas doradas. Este material permite al niño asimilar el
entre la cantidad y la palabra y, más tarde, la relación con el símbolo. hecho de que una decena es diez veces una unidad; una centena es diez
Gracias a este material, el niño aprende a contar en el seno de una veces una decena; mil es diez veces una centena, y así sucesivamente.
colección única. «Uno» representa siempre lo mismo: el más pe-
queño de los listones rojos y azules. Con los métodos tradicionales o Para ayudar al paso hacia la abstracción y el dominio de la técnica
en la mayoría de los juguetes lúdico-educativos, se le propone que de las operaciones
cuente cada vez colecciones diferentes: de repente son globos, luego A menudo los niños han aprendido el automatismo de la retención
zanahorias, luego mariposas, luego vaya usted a saber. Y los núme- en las operaciones, pero sin comprender realmente su significado y
ros nuevos en general se presentan con colecciones diferentes cada la razón por la que la desplazamos hacia la izquierda. Esta retención
vez. Después de 8 manzanas, viene el 9 como nueve gatos, luego el es una abstracción. Para que el niño la entienda, la pedagogía Mon-
10 como diez ratones, etc. Aquí, por el contrario, siempre hablamos tessori pasa otra vez por lo concreto.
de lo mismo. Y el único elemento que varía es el número. Para la La transformación de las cantidades (también llamada «cambio»)
memorización, tendrá que utilizar la lección en 3 tiempos. El niño con las perlas doradas es el planteamiento más concreto de la re-
ya estará preparado para cuando tenga que comparar, organizar, en- tención. Por ejemplo, el niño debe cambiar 10 perlas de unidades
cuadrar estos números y anticipar de manera natural el orden de en 1 barra de diez. O 10 barras de diez en 1 cuadrado de cien. Los
magnitud y, por tanto, la verosimilitud de un resultado. cambios con los sellos ofrecen al niño la oportunidad de componer
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números, hacer intercambios entre categorías y poner en evidencia confusos sobre su significado. Les falta la representación concreta,
la retención agregando una categoría diez veces mayor. base indispensable para futuros aprendizajes sobre los problemas en
los que interviene la multiplicación. Por eso, la actividad de contar
Para facilitar la memorización de las tablas de multiplicar saltando «mentalmente»
Siempre hablamos de aprender y conocer las tablas de multiplicar. es una de las prepara-
En general, el niño de primer ciclo va llenando y completando su ciones para memorizar
tabla de Pitágoras a medida que avanza. Sin embargo, para el niño las tablas.
que puede tener dificultades con números de dos cifras, aprender si-
gnifica recordar lo que está escrito en el recuadro o recordar la rima Para familiarizarse
(2 por 1 dos, 2 por 2 cuatro, 2 por 3 seis...). Pero esta rima no tiene con el concepto de
sentido, porque la idea misma de «multiplicación» no es accesible. multiplicación
De hecho, decir «2 por 1 dos, 2 por 2 cuatro, 2 por 3 seis...» no También podemos pro-
es la tabla del 2. La verdadera tabla del 2 es la que nos hace com- poner cadenas cortas
prender que tomamos 1 vez 2 para hacer 2, 2 veces 2 para hacer 4, de cuentas de colores
3 veces 2 para hacer 6, 4 veces 2 para hacer 8, etc. Para que la tabla que encadenan el mis-
del 2 tenga sentido, el número 2 debe tomarse un cierto núme- mo número varias veces.
ro de veces. No al revés. «1 vez 2, 2 veces 2, 3 veces 2...» Cuan- Estas cadenas de cuen-
do se dice de esta manera, «comprendemos bien que el número 2 tas permiten al niño
se toma un número de veces cada vez mayor. Ya existe en estas pa- visualizar el hecho de
labras la idea de aumento, de potencia. En las tablas de multiplicar que la multiplicación
los números no tienen el mismo cometido. Poner el multiplicador no es otra cosa que una
en el lugar equivocado nos impide captar el sentido de las tablas suma particular en la
de multiplicar. El lenguaje aporta mucho a la comprensión de las que siempre agregamos
matemáticas. el mismo número. Ya no
En Montessori, antes de saber de memoria las tablas de multiplicar, cuenta de manera lineal,
se invita al niño a fabricarlas, para que las aprenda mejor. El niño una cuenta tras otra, sino que mentalmente hace un salto. Por ejem-
utiliza la tabla perforada y comprende de manera visual la idea de plo: «3 ... 6 ... 9 ... 12 ...». Por cierto, el niño descubre otra manera de
la multiplicación. Memorizar no es asimilar: los alumnos que siguen contar, que, lejos de ser tediosa, le plantea desafíos.
bien pueden aprender las respuestas correctas, pero pueden estar
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Por último, nos gustaría recordar las palabras de Maria Montesso-


ri en su libro Pedagogía científica: El educador «necesita más un
trampolín para su alma que un libro para su inteligencia». Espera-
mos, pues, que este libro le haya inspirado y sea para usted un gran
trampolín.
Epílogo
Para concluir este libro, nos gustaría abordar la cuestión del núme-
ro de niños con dificultades que podemos acoger en un ambiente
montessoriano. Porque en este punto las opiniones están divididas.
Esta cuestión está tan inextricablemente ligada a la práctica y las
convicciones de cada uno, que preferimos contentarnos con presen-
tarle las dos opiniones opuestas:
- Algunas escuelas recomiendan que en una clase solo se acepte un
porcentaje limitado de niños que no hayan comenzado en Montes-
sori desde el principio. El principal argumento a favor de esta opción
es que requiere mucha energía por parte del educador.
- Otras escuelas, por el contrario, aceptan a todos los niños que les lle-
gan. Para apoyar este punto de vista, hacen hincapié en que cuando Ma-
ria Montessori empezó, acogió a todos los niños, y que ninguno había
tenido una educación montessoriana antes, y por una buena razón.
El objetivo de este libro es, en cualquier caso, facilitar la integración
y subrayar lo importante que es «encontrar el secreto» de cada niño.
Este libro también tiene como objetivo dar esperanza a todos los
padres y enseñantes de niños que no han seguido un curso clásico
Montessori. No pretende dar recetas milagrosas que reemplacen el
tiempo que lleva construir un niño en un ambiente que verdadera-
mente respete su personalidad única. Pero, a veces, no se necesita
gran cosa para permitir un «clic».
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Materiales y actividades citadas Letras rugosas ........................................................................... L-28


Perlas doradas ...........................................................................C-38
Páginas donde se describe su presentación, su uso o desarrollo en la Libros pequeños ........................................................................ L-54
colección Montessori Paso a Paso (versión impresa). Tablas rugosas .....................................................................VPVS-31
C = Cálculo, L = Lenguaje, VPVS = Vida práctica-vida sensorial. Bolsos de lectura ....................................................................... L-56
Bolsa misteriosa ..................................................................VPVS-58
Material y actividades Libro y página Sólidos geométricos ............................................................VPVS-86
Acciones .................................................................................... L-53 Tabla de Pitágoras .............................................................VPVS-138
Listones rojos ......................................................................VPVS-95 Tablas de Seguin ............................................................... C-75 y 81
Listones rojos y azules ..............................................................C-24 Sellos ........................................................................................C-92
Cajas de clasificación ..........................................................VPVS-84 Gabinete geométrico ..........................................................VPVS-99
Cajas de colores ..................................................................VPVS-65 Torre rosa ............................................................................VPVS-79
Caja fonética ............................................................................. L-26 Triángulos constructivos ...................................................VPVS-124
Bastidores con lazos ............................................................VPVS-39
Cadena del millar ......................................................................C-84 Es importante tener en cuenta que en este libro solo hemos hablado
Cadenas cortas ..........................................................................C-84 de una parte del material Montessori que puede utilizarse con los
Cifras rugosas ............................................................................C-27 niños de 6 años o más que no han tenido una trayectoria montesso-
Cubo del binomio .............................................................VPVS-114 riana hasta el momento, lo cual permite ayudarles:
Cubo del trinomio ............................................................VPVS-114 • ya sea simplemente a entrar en el universo Montessori después de
los 6 años, cuando normalmente esto se hace a partir de los 2 años
Cilindros de colores ..........................................................VPVS-142
y medio,
Diccionario de los sonidos ........................................................ L-61
• o bien para superar algunas de sus dificultades antes de continuar.
Cilindros con botón ............................................................VPVS-71
En ambos casos,una vez que se han abordado estos primeros materiales
Escalera marrón ..................................................................VPVS-82
y actividades, continuamos con ellos siguiendo tanto la cronología
Formas para dibujar .................................................................. L-41
clásica de utilización del material como la secuencia deactivi-
Husos ........................................................................................C-32
dades. Si no está familiarizado con estas prácticas Montessori,
Juego del adjetivo lógico ......................................................... L-100
podrá encontrar más detalles en la colección Montessori Paso a
Juego del detective ................................................................. L-102
Paso.
Lección en tres tiempos ......................................................VPVS-17
Letras móviles ........................................................................... L-34
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