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Desigualdad económica y social: aspectos teóricos y construcción de indicadores

Maestría en Demografía
Julio de 2019

Evolución de la pobreza multidimensional en Uruguay (2012-2018)


Un ejercicio de cálculo del Índice de Pobreza Multidimensional para América Latina de
Santos y Villatoro

Sofía Vanoli Imperiale


4.883.910-8

Introducción y objetivos

La medición de la pobreza enfrenta una paradoja vinculada a la contraposición entre


definiciones consensuadas de la pobreza como un fenómeno multidimensional y ejercicios de
medición que son predominantemente unidimensionales, basados en el ingreso (Mora, 2010).
La construcción de un método de medición multidimensional implica la multiplicación de los
desafíos de operacionalización, lo que se traduce en un mayor espacio de normatividad y en la
obligación de tomar decisiones que no son necesarias si se opta por un abordaje unidimensional.

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social de México (CONEVAL),


que ha trabajado sobre la construcción de un método de medición multidimensional de la
pobreza para ese país, reconoce seis demandas de ese tipo de medidas: establecer el marco
conceptual sobre el que se optará abordar el fenómeno, indicar la unidad de observación
(personas u hogares), seleccionar las dimensiones así como sus indicadores y sus pesos,
determinar tanto los umbrales de privación de cada dimensión como el umbral general a partir
del cual se identificarán las unidades en situación de pobreza, y establecer un modo de
agregación sintético.

Del listado anterior se desprenden, por lo tanto, desafíos que no aparecen en las mediciones
unidimensionales, y que se caracterizan por una ampliación de los espacios de decisión, y
consecuentemente de reflexión sobre el sustento de esas decisiones. Las mediciones
multidimensionales implican primero seleccionar un conjunto de dimensiones cuya privación se
considere relacionada a una situación de pobreza, además, multiplican la cantidad de puntos de
corte por los que optar. A su vez, la multidimensionalidad supone que esas dimensiones deban
agregarse de alguna manera (y que puedan tener pesos diferentes), y que a esa agregación
también se le deba definir un umbral general que identifique las situaciones de pobreza.
Finalmente, ese tipo de abordaje, al integrar variables con diferentes niveles de medición,
implica mayor complejidad para la construcción de un índice sintético que cumpla con axiomas
deseables, como capturar no sólo la incidencia de la pobreza sino también su intensidad.

Pese a esos desafíos, varias han sido las iniciativas que procuran la construcción de medidas
multidimensionales de la pobreza que sean robustas y hagan posible, a su vez, la
comparabilidad entre años, países y regiones. Entre esos esfuerzos puede identificarse el Índice
de Pobreza Multidimensional para América Latina (MPI-LA), desarrollado por María Emma
Santos y Pablo Villatoro en el marco de la Oxford Poverty and Human Development Initiative
(OPHI) con el objetivo de ofrecer un índice multidimensional que sea comparable entre los
países latinoamericanos pero que incluya a su vez las particularidades que se relacionan con el
fenómeno de la pobreza en la región. El primer cálculo del MPI-LA realizado por los autores
supuso su construcción para los países latinoamericanos en dos momentos del tiempo, que para
Uruguay fueron 2005 y 2012.

En función de eso, el presente trabajo tiene el objetivo de replicar el cálculo de 2012 para
Uruguay y actualizarlo con la inclusión de tres años más: 2014, 2016 y 2018, de forma de
continuar la serie temporal iniciada y poder trazar algunas conclusiones sobre la incidencia y la
intensidad de la pobreza multidimensional en Uruguay durante la segunda década del siglo XXI.

1
Marco conceptual

Varios son los andamiajes conceptuales que sustentan la caracterización de la pobreza como un
fenómeno multidimensional. Es posible identificar así enfoques centrados en la consideración y
jerarquización de un conjunto de necesidades, de satisfactores o de derechos cuyo no
cumplimiento implica un diagnóstico relacionado con la privación no sólo en el espacio del
bienestar sino también del concepto más amplio de dignidad. Pero probablemente uno de los
abordajes más retomados en la actualidad sea el enfoque de las capacidades de Amartya Sen,
que es en el que se apoyan los desarrollos metodológicos y conceptuales en el marco de OPHI
que se siguen en este trabajo.

El esquema teórico de Sen se esgrime como una discusión al intento de evaluar el bienestar de
los individuos desde el concepto de utilidad. El camino que toma el autor supone la
complejización de la función clásica de utilidad a través de una crítica a su composición y una
reformulación de sus componentes. Dos conceptos aparecerán como los puntos de apoyo de su
estructura teórica: los funcionamientos y las capacidades.

La función de utilidad clásica es una función de características de bienes, esto es, una función de
las propiedades deseables de los bienes para la provisión de bienestar. La primera crítica que
hará Sen a esa función será que observar sólo las características de los bienes y deducir de ellos
utilidad olvida el hecho de que no todos los individuos son capaces de aprovechar esas
características de la misma manera. “If a person has a parasitic disease that makes the
absorption of nutrients difficult, then that person may suffer from undernourishment even
though he may consume the same amount of food as another person for whom that food is more
tan adequate” (Sen, 1987, p.6). El autor propondrá considerar, por lo tanto, no los bienes sino
los funcionamientos, que conceptualizará como lo que la persona efectivamente puede hacer con
las características de los bienes que posee, es decir, las realizaciones que pueda alcanzar.

El concepto de funcionamiento consigue así remediar la observación de que no todos los


individuos pueden aprovechar de la misma manera las características del conjunto de bienes que
poseen. Sin embargo, no resuelve el problema que más le preocupa a Sen: cómo evaluar el
bienestar sin establecer un parámetro externo que viole el principio de libertad. La solución del
autor para eso será introducir el mismo concepto de libertad en la función de evaluación, a
través de lo que denominará capacidades. Estas representan la libertad que tiene una persona de
elegir entre el conjunto de logros que factiblemente pueda alcanzar a través de un conjunto dado
de características de los bienes que posea. Las capacidades de una persona reflejan, por lo tanto,
las combinaciones de funcionamientos que pueda lograr, “the various alternative functioning
bundles he or she can achieve through choice” (Sen, 1987, p. 18). Un aumento de capacidades
supone mayor cantidad de opciones para lograr funcionamientos dado los bienes que posea; el
concepto de capacidades logra por lo tanto hacer evaluables las situaciones en la que los
individuos se encuentran sin prescindir de la noción de libertad.

Esa estructura conceptual, no obstante, implica varias dificultades al momento de su


operacionalización, en tanto el espacio de evaluación que construye para identificar una
situación de privación no es fáctico sino potencial: lo que la persona podría realizar, con
independencia de si efectivamente opta por realizarlo o no. Esta dificultad ha implicado que en
la práctica haya habido una fuerte tendencia a medir los funcionamientos en lugar de las
capacidades (Ruggeri, Saith y Stewart, 2003, p. 18). Estos funcionamientos, a su vez, deben ser
elegidos en el marco de cada esfuerzo de medición, en tanto Sen no ofreció un conjunto que
pudiera considerarse como básico, lo que, de acuerdo a Sabina Alkire, fue una decisión
deliberada del autor para dejar un margen de acción a las diferentes sociedades de decidir lo que
consideran que caracteriza a una vida que vale la pena vivir (op.cit., p. 17).

La selección de un conjunto de características que se consideren esenciales para la evaluación


de una vida digna en el marco de los enfoques multidimensionales, por lo tanto, implica una
decisión normativa de las sociedades que suele estar vinculada a los desarrollos académicos de

2
las ciencias sociales así como a decisiones políticas y a restricciones técnicas vinculadas con los
datos disponibles y con la comparabilidad espacial y temporal que se quiera garantizar.

Antecedentes

Los antecedentes del trabajo empírico que aquí se presenta pueden dividirse en dos grupos:
trabajos precedentes que alimentan la construcción del MPI-LA en el marco de OPHI e
investigaciones recientes que realizan mediciones multidimensionales y axiomáticas de pobreza
en Uruguay.

Dentro del primer grupo es necesario recoger los antecedentes que reconocen María Emma
Santos y Pablo Villatoro en su presentación del MPI-LA (2018), donde destacan en primer lugar
el Índice de Pobreza Multidimensional Global (MPI, Alkire y Santos) calculado históricamente
por OPHI a partir de diez indicadores reunidos en tres dimensiones: salud, educación y estándar
de vida. El objetivo del MPI es la comparabilidad entre países, en tanto su definición de pobreza
supone la inhabilidad de una persona de llegar a los estándares internacionales mínimos en los
indicadores relacionados a los desafíos del milenio y a funcionamientos considerados nucleares
para la vida. Como su meta es la evaluación del logro de ciertos estándares internacionales, su
prioridad es la comparabilidad. Esto supone que no considere especificidades culturales,
regionales o locales que puedan vincularse con la pobreza en ciertos lugares.

Por esa última razón es que Santos y Villatoro proponen la elaboración del MPI-LA, de forma
de cubrir la brecha que observan entre los indicadores internacionales como el MPI global y los
esfuerzos de mediciones nacionales que por su especificidad local pierden la comparabilidad
espacial, entre los que destacan las iniciativas en México (CONEVAL, 2010), Colombia
(Angulo et al., 2013), Chile (Ministerio de Desarrollo Social, 2015), Ecuador (Castillo y Pérez,
2015), El Salvador (gobierno de El Salvador, 2015) y Costa Rica (INEC, 2015).

En Uruguay se pueden rastrear iniciativas de medición multidimensional de la pobreza con


índices axiomáticos1 tanto en el ámbito académico: por ejemplo Arim y Vigorito en 2007, desde
el Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y más recientemente Borrás en
el marco de sus tesis de Maestría en Sociología (2015); así como desde organismos
gubernamentales, donde destaca el trabajo realizado desde el Ministerio de Desarrollo Social
(2014) con datos de 2013 a partir de la aplicación del método para México elaborado por la
CONEVAL y del método de Alkire y Foster.

Datos y métodos

Para el objetivo de este trabajo que, como se presentó en la introducción, es el cálculo del MPI-
LA para Uruguay en 2012, 2014, 2016 y 2018 se siguió de la forma más precisa posible el
método tal y como lo detallaron Santos y Villatoro en “A multidimensional poverty index for
Latin America” (2018). El objetivo que declaran allí los autores supuso la construcción de un
índice de pobreza multidimensional para América Latina que cubriera el hueco existente entre
las mediciones nacionales de pobreza y las internacionales, de forma de hacer posible la
comparación entre países sin resignar la consideración de dimensiones propias de la región.

Las dimensiones seleccionadas por Santos y Villatoro incluyen algunas ya presentes en


mediciones realizadas a través del método de Necesidades Básicas Insatisfechas, como
viviendas, servicios básicos y educación, pero con sus indicadores y umbrales actualizados.
Además, se agregan dos nuevas dimensiones: estándar de vida y empleo y protección social,
donde se incorporan indicadores monetarios como la línea de pobreza, además del acceso a
bienes durables, al empleo y a la seguridad social. En el cuadro 1 se observan las dimensiones

1 Esta aclaración se hace para diferenciar estas mediciones de otras como las de Necesidades Básicas Insatisfechas que tienen
larga tradición en Uruguay y aunque también son multidimensionales no suelen ser axiomáticas ni responder estrictamente a un
esfuerzo de operacionalización de conceptos de pobreza multidimensional sino al objetivo de utilizar información censal.

3
consideradas por el índice, sus umbrales tal y como los construyeron los autores (columna 2), la
forma en que se operacionalizó en el presente ejercicio de construcción empírica para Uruguay
de acuerdo a los datos disponibles (columna 3) y los pesos determinados por Santos y Villatoro
(columna 4).
Cuadro 1. Dimensiones, indicadores, ponderadores y modo de operacionalización en la ECH para los años
seleccionados del Índice Multidimensional de Pobreza para América Latina. Adaptado de Santos y Villatoro (2018)

Dimensión Indicador / Umbral ECH (2012-2014-2016-2018) Ponderador


Vivienda 22,2
Hogares con piso de tierra o techo precario o peredes
Materiales de la Hogares con piso de tierra o con techo de quincha o
precarias (desechos, cartón, lata, caña, palma, paja, otros 7,4
vivienda desecho o con paredes de adobe o desecho
materiales)
Hogares con tres o más personas por habitación (sin incluir Hogares con más de dos personas por habitación
Personas por habitación 7,4
baño o cocina) residencial
Hogares que viven en una vivienda ocupada ilegalmente o Hogares que viven en una vivienda ocupada ilegalmente u
Tenencia del hogar 7,4
en una casa cedida o prestada ocupada con permiso
Servicios básicos 22,2
Áreas urbanas: hogares con algunas de las siguientes
Hogares que tengan como origen del agua pozo surgente
fuentes de agua: entubado al patio / parcela; sin protección
no protegido, arroyos o ríos y otros; o que tengan como
o sin bomba mecánica; carro con tanque pequeño; agua
llegada de agua a la vivienda cañería fuera del hogar u
embotellada; río, manantial, presa, lago, estanques, arroyos,
Fuente de agua otros 7,4
aguas pluviales, otros.
Áreas rurales: sin protección o sin bomba mecánica; carro Hogares que tengan como origen del agua pozo surgente
con tanque pequeño; agua embotellada; río, manantial, no protegido, arroyos o ríos y otros; o que tengan como
presa, lago, estanques, arroyos, aguas pluviales, otros. llegada de agua a la vivienda otros medios
Áreas urbanas: el inodoro o la letrina no están conectados al
sistema de alcantarillado ni al tanque séptico; baño Hogares sin baño, con baño compartido o saneamiento
compartido; no hay instalaciones de aseo (arbusto / entubado al arroyo u otro
Saneamiento 7,4
campo).
Áreas rurales: no hay instalaciones sanitarias (arbusto / Hogares sin baño, con baño compartido o saneamiento
campo); instalaciones sanitarias compartidas; rio o mar otro
Hogares sin acceso a electricidad o que utilizan madera, Hogares sin electricidad o que utilizan leña o ninguna
Energía 7,4
carbón o estiércol como combustible para cocinar. fuente de energía para cocinar
Estándar de vida 22,2
Recursos monetarios Línea de pobreza por cápita Pobre por Línea de Pobreza metodología INE 2006 14,8
Hogares que no tengan ninguno de los siguientes ítems: Hogar sin automóvil o camioneta, refrigerador ni
Bienes durables 7,4
auto, refrigerador y lavadora. lavarropa
Educación 22,2
Asistencias de los niños Hogares donde existe al menos un niño o adolescente (de 6 Hogares con al menos un niño de 6 a 17 que no asiste a
7,4
a la escuela a 17 años) que no asiste a la escuela algún centro educativo
Hogares donde existe al menos un niño o adolescente (de 6 Hogares con al menos un niño de 6 a 17 que asiste a un
Brecha de escolarización a 17 años) que está más de 2 años defasado respecto a el centro educativo pero se encuentra defasado más de dos 7,4
grado escolar de su edad años respecto a su grado escolar
Hogares donde ningún miembro de 20 años o más haya
logrado un mínimo de nivel educativo definido por: -
Hogares donde ningún miembro de 20 a 59 haya
Logro educativo de los Completar la escuela secundaria inferior para personas
aprobado más de 2 años de Ciclo Básico ni un miembro de 7,4
adultos entre 20 y 59 años, y
60 o más haya finalizado primaria
- Completar la escuela primaria para personas de 60 años o
más.
Empleo y protección social 11,1
Hogares donde al menos un miembro de entre 15 y 65
años se encuentra en alguna de estas situaciones:
Hogares con al menos un miembro de entre 15 y 65 en
desocupado, ocupado pero con ingreso 0, inactivo (no
Empleo alguna de las siguientes situaciones: desempleado, 7,4
jubilado) pero disponible para trabajar y que no buscó
empleado sin paga o trabajador desalentado
empleo la semana anterior porque no encontró y dejó de
buscar
Hogares con las siguientes tres características: ningún
Hogares donde ningún miembro aporta a la caja de
miembro tiene algún tipo de seguro de salud contributivo;
jubilaciones, ni es pensionista ni jubilado, y ninguno tiene
Protección social ningún miembro está contribuyendo a un sistema de 3,7
derechos de salud (o se atienden en ASSE por bajos
seguridad social; y ningún miembro está recibiendo una
recursos)
pensión o ingreso de jubilación.

El umbral general para la identificación de los individuos en situación de pobreza fue el


considerado por los autores (k=25), que por los pesos seleccionados supone la privación en una
dimensión y al menos un indicador más, de forma que implica necesariamente la
multidimensionalidad para la clasificación de la unidad como pobre.

Finalmente, para la agregación en un índice sintético se consideraron:

 La incidencia de la pobreza, a través del headcount ratio (H), que se calcula a través de H=
q/n, siendo q la cantidad de personas pobres y n el total de personas.

4
 La intensidad de la pobreza, a través de A, que es la proporción de privación que presentan
las personas pobres. Por lo tanto: A= |c(k)|/qd, siendo |c(k)| la suma de las privaciones de
todas las personas pobres y q*d el producto de la cantidad de personas pobres por el total
ponderado de dimensiones (100).
 El índice sintético M0 de Alkire y Foster que se construye a través del producto de los dos
indicadores anteriores (H*A) y debido a eso cumple con los axiomas de foco en la pobreza
pero también de monotonicidad dimensional (si un individuo ya identificado como pobre en
una medición subsiguiente se encuentra privado en una dimensión más, M 0 aumenta), y
permite la descomposición por subgrupo e indicador.

La fuente de datos seleccionada fue la misma que la utilizada por los autores en sus cálculos
originales para Uruguay: la Encuesta Continua de Hogares relevada por el Instituto Nacional de
Estadística. Santos y Villatoro utilizaron los microdatos correspondientes a 2005 y 2012,
mientras que para este trabajo también se utilizaron los datos de 2012, de forma de replicar el
cálculo y comparar los resultados para evaluar la precisión de la construcción, y se agregaron las
encuestas correspondientes a los años 2014, 2016 y 2018, con el objetivo de observar la
evolución temporal del indicador.

Para el cálculo se trabajó con las bases de datos expandidas y se utilizaron tanto variables
referidas a los hogares como a las personas, en función del requerimiento de cada dimensión
(para vivienda, servicios básicos y estándar de vida se recurrió a indicadores del hogar mientras
que para educación y empleo y protección social se utilizaron indicadores referidos a los
integrantes del hogar). Al trabajar con variables personales se realizaron procedimientos de
agregación para caracterizar el hogar. La identificación primaria por lo tanto fue a nivel de
hogar, pero los resultados se presentan considerando a los individuos como unidad de análisis,
teniendo en cuenta que todos los individuos que conforman un hogar caracterizado como pobre
se identifican en esa situación. En el anexo se ofrece la sintaxis completa de trabajo.

Resultados

El gráfico 1 presenta las estimaciones puntuales sobre los datos de cada año. Lo que interesa
resaltar primero, en función de la validación del cálculo, es que la estimación de la pobreza para
2012 tanto en referencia a la intensidad, a la incidencia y al MPI-LA coincide con lo presentado
por Santos y Villatoro en su artículo original. Es así que los autores habían encontrado para
Uruguay en ese año un headcount ratio menor al 10% y una estimación de M0 que de acuerdo a
los gráficos presentados no superaba el valor de 0,052, lo que ubicaba a Uruguay entre los países
con menos incidencia e intensidad de la pobreza multidimensional en la región, sólo superado
por Argentina y Chile. Los cálculos realizados para este trabajo encontraron una incidencia de la
pobreza para 2012 de 8,1% y un índice agregado de 0,033. Esta consistencia en la replicación de
esos resultados permite argumentar la validez de las estimaciones realizadas.

Si se continúa la serie calculada se observa entonces una disminución de la pobreza


multidimensional a través de los años que se expresa tanto en su incidencia como en el índice
sintético que reúne incidencia e intensidad (M0). De extremo a extremo (entre 2012 y 2018) se
advierte una disminución de casi 3 puntos en las estimaciones puntuales del porcentaje de
pobres multidimensionales y de un punto en el índice sintético. Esta disminución observada
continúa tanto la reducción que Santos y Villatoro captaron a través del MPI-LA entre 2005 y
2012 como la disminución en la pobreza multidimensional observada por Borrás (2017) a través
de un indicador propio y siguiendo la metodología de Alkire y Foster entre 2006 y 2013.

2 La comparación con los resultados de los autores se realiza en función de los gráficos y cuadros presentados en el cuerpo del
artículo publicado en marzo de 2018 en The review of income and wealth, así como en el documento de trabajo 79 de OPHI. No se
pudo acceder a los resultados exactos de las estimaciones dado que la planilla de cálculo en el sitio web de OPHI no se encontraba
disponible.
3 De aquí en más las estimaciones del M0 se multiplicarán por 100 para facilitar su presentación.

5
Gráfico 1. Incidencia de la pobreza (H) y M0 a partir del Índice de Pobreza Multidimensional para América Latina
en los años seleccionados

10
8,1
8
6,8
6,2
6 5,2

4
2,8
2,3 2,1
1,7
2

0
2012 2014 2016 2018

H M0

Al atender el cuadro 2, sin embargo, que enseña la desagregación de los dos componentes del
M0 (la incidencia y la intensidad) se observa que la disminución en la serie considerada no se
debe tanto a un alivio en la intensidad de la pobreza sino a un menor porcentaje de personas
pobres, es decir, fundamentalmente a una disminución de su incidencia.

Cuadro 2. Incidencia, intensidad de la pobreza medida a través del MPI-LA para los años seleccionados

2012 2014 2016 2018


H 8,1 6,8 6,2 5,2
A 34,2 34,3 33,5 32,8

La intensidad de la pobreza (A), que cuantifica el promedio de dimensiones ponderadas en las


que las personas pobres se encuentran privadas se ubica para todos los años próxima al 34%, lo
que representa un tercio de las privaciones que podrían tener. Por el umbral general que utiliza
el MPI-LA, la intensidad siempre será mayor o igual a 25%, con un máximo teórico de 100%,
que indicaría que todas las personas pobres identificadas se encuentran en la peor situación de
privación en la que se podrían encontrar de acuerdo al índice considerado.

Al calcular un índice multidimensional de pobreza como el MPI-LA, que combina una serie de
indicadores en un índice axiomático, es interesante observar la contribución de cada indicador a
la pobreza captada. El gráfico 2 enseña así la descomposición por indicador en cada año del
conjunto de privaciones que presentan las personas pobres.

Se observa que, al igual que encontraron Santos y Villatoro en su cálculo original, el indicador
con mayor peso en el conjunto de privaciones es el que refiere a los recursos monetarios,
construido a partir de la línea de pobreza. Ese indicador, a su vez, era el que representaba un
mayor peso en la estructura de ponderación del MPI-LA. A su vez, destaca el peso de otros
indicadores como la tenencia de la vivienda, el empleo y la protección social. Estos, vale indicar
además, presentan un leve aumento de su incidencia entre el conjunto de privaciones cuando se
compara 2012 y 2018.

6
Gráfico 2. Descomposición por indicador del conjunto de privaciones de las personas identificadas como pobres
multidimensionales

Protección social
Empleo
Logro adultos
Brecha escolar
Asistencia niños
Bienes durables
R. monetarios
Energía
Saneamiento
Fuente agua
Tenencia hogar
Habitación
Materiales
2012 2014 2016 2018

Para finalizar este apartado de resultados se presenta una comparación entre los niveles de
incidencia de la pobreza por ingresos calculada por el INE a través de su metodología 2006 y la
pobreza multidimensional medida a través del MPI-LA. Por el carácter mixto (monetario y no
monetario) del MPI-LA, que hace que parte de la pobreza monetaria le sea endógena, se espera
cierta homología en el comportamiento de los indicadores a través de los años. Interesa, no
obstante, comparar los niveles y su comportamiento como parte de la discusión que contrapone
ambos métodos bajo los argumentos de que el método exclusivamente monetario no tiene la
potencia de captar las dimensiones estructurales de la privación y es más vulnerable a los ciclos
económicos (Ruggeri, Saith y Stewart, 2003,p. 6).

Gráfico 3. Comparación entre la incidencia de la pobreza calculada mediante el MPI-LA y mediante la Línea de
Pobreza (INE, metodología 2006) para los años seleccionados

14

12

10

2
2012 2014 2016 2018

H (MPI-LA) LP

7
El gráfico 3 enseña que la incidencia de la pobreza monetaria se mantiene para todos los años en
niveles mayores que la incidencia de la pobreza multidimensional calculada a partir del MPI-
LA. Sin embargo, ambos indicadores disminuyen hacia 2018 a un ritmo similar, aunque
levemente más brusco para la pobreza por ingresos entre 2012 y 2014.

Esa distancia en el nivel presentado por ambos indicadores estimula la pregunta sobre qué tan
consistentes son ambas mediciones de pobreza; es decir, en qué medida identifican a los mismos
individuos. El cuadro 3 presenta así el cruce de ambos indicadores para 2018, y permite
observar que un 4,6% de los individuos son tanto pobres por ingresos como pobres
multidimensionales, mientras un 3,5% son únicamente pobres por ingresos pero no superan el
umbral de privación del MPI-LA y 0,6% son pobres multidimensionales pero no se encuentran
por debajo de la línea de pobreza.

Cuadro 3. Distribución bivariada porcentual de pobres por ingresos (LP 2006) y pobres multidimensionales (MPI-
LA) para 2018

LP
No pobre Pobre Total
No pobre 91,3% 3,5% 94,8%
MPI-LA

Pobre 0,6% 4,6% 5,2%


Total 91,9% 8,1% 100%

De esto se desprende que 9 de cada 10 personas en situación de pobreza multidimensional se


encuentran por debajo de la línea de pobreza, pero del conjunto de individuos que es pobre por
ingresos casi la mitad (un 43,4%) no alcanza el umbral de privación multidimensional.

Comentarios finales

Este trabajo se propuso un ejercicio de replicación del cálculo para Uruguay de un índice de
pobreza multidimensional construido para América Latina en el marco de la Oxford Poverty and
Human Development Initiative desde el último momento en que se encontraba calculado
(2012), cada dos años, hasta los últimos datos disponibles (2018), de forma de recorrer la
evolución reciente de la pobreza multidimensional en el país.

Los resultados permitieron generar evidencia empírica acorde a la tendencia observada por otros
trabajos anteriores de disminución de la pobreza multidimensional en Uruguay a partir de
mediados de la primera década del siglo XX. Las estimaciones puntuales realizadas permiten
advertir una baja tanto en la incidencia como en el índice sintético de pobreza multidimensional
entre 2012 y 2018. Al descomponer el índice se observa que esa baja se debe fundamentalmente
a una disminución de la proporción de personas pobres, y no tanto a una variación en la
intensidad de la pobreza en la que se encuentran esas personas. La desagregación de la privación
por indicadores permitió observar además que el peso mayor lo tienen los recursos monetarios
(encontrarse por debajo de la línea de pobreza), junto al indicador de tenencia de la vivienda y
de empleo y protección social, y eso se mantiene así para todos los años calculados. Estos
indicadores, con excepción del referido a la vivienda, representan dimensiones no presentes en
otros cálculos como las NBI, por lo que su incidencia contribuye a argumentar la potencia del
índice para captar un tipo de privación no observada.

8
A través de estos resultados, por lo tanto, se enfatiza la importancia de las mediciones
multidimensionales de la pobreza no sólo para crear índices más consistentes con conceptos
complejos sobre el fenómeno sino para recoger de forma más precisa sus distintas dimensiones.
El camino a seguir parece ser el de mejorar la validez de constructo de los métodos propuestos
procurando la integración de dimensiones faltantes, como la calidad del empleo, el
empoderamiento y el bienestar subjetivo (Alkire, 2007) que logren una operacionalización más
cercana a lo que Sen consideró como capacidades. Los desafíos mayores probablemente se
encuentren en dos pares de elementos en tensión: por un lado entre la validez de la
operacionalización de las dimensiones y los datos disponibles para su contraste empírico, y por
el otro lado entre garantizar la comparabilidad espacio-temporal de las mediciones pero sin
resignar las especificidades históricas y regionales del fenómeno.

Referencias bibliográficas

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Inglaterra: Oxford Poverty and Human Development Initiative.
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Documento de trabajo 10/ 06. Uruguay: Instituto de Economía, Udelar.
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Sen, A. (s.f.) “Sobre conceptos y medidas de pobreza” México: Revista de Comercio Exterior. Vol. 42
Num. 4.

9
*ANEXO.
******Sintaxis para el MPI-LA (Santos y Villatoro) a partir de la ECH 2012, 2014, 2016 y 2018*******

***Dimensión 1: Vivienda.
**Subdimensión 1.1: Materiales de la vivienda.

*Umbral: Hogares con piso de tierra o con techo de quincha o desecho o con paredes de adobe o
desecho.

Compute d_1_1_mat_vivienda=(C4=5 or any(C3, 5, 6) or any(C2, 5, 6)).


Execute.

**Subdimensión 1.2: Personas por habitación.

*Umbral: Hogares con más de dos personas por habitación residencial.

Compute d_1_2_pers_habitación=((ht1 + ht2) / d9) gt 2.


Execute.

**Subdimensión 1.3: Tenencia del hogar.

*Umbral: Hogares que viven en una vivienda ocupada ilegalmente u ocupada con permiso.

Compute d_1_3_tenencia_hogar= any(d8_1, 6, 7, 8, 9).


Execute.

***Dimensión 2: Servicios básicos.


**Subdimensión 2.1: Fuente de agua.

*Umbral:
**Urbano: Hogares que tengan como origen del agua pozo surgente no protegido, arroyos o ríos y otros;
o que tengan como llegada de agua a la vivienda cañería fuera del hogar u otros
**Rural: Hogares que tengan como origen del agua pozo surgente no protegido, arroyos o ríos y otros; o
que tengan como llegada de agua a la vivienda otros medios.

If (region_4 ne 4) d_2_1_fuente_agua= any(d11,2,5,6) or any(d12,2,3,4).


If (region_4 = 4) d_2_1_fuente_agua= any(d11,2,5,6) or d12=4.
Execute.

**Subdimensión 2.2: Saneamiento.

*Umbral:
**Urbano: Hogares sin baño, con baño compartido o saneamiento entubado al arroyo u otro.
**Rural: Hogares sin baño, con baño compartido o saneamiento otro.

If (region_4 ne 4) d_2_2_saneamiento= d13=3 or d15=2 or any(d16,3,4).


If (region_4 = 4) d_2_2_saneamiento= d13=3 or d15=2 or d16=4.
Execute.

**Subdimensión 2.3: Energía.


*Umbral: Hogares sin electricidad o que utilizan leña o ninguna fuente de energía para cocinar.

Compute d_2_3_energía= d18 ne 1 or any(d20,5,6).


Execute.

***Dimensión 3: Estándar de vida.


**Subdimensión 3.1: Recursos monetarios.

*Umbral: Pobre por Línea de Pobreza metodología 2006.

Compute d_3_1_recursos_monetarios= pobre06=1.


Execute.

**Subdimensión 3.2: Bienes durables.

*Umbral: Hogar sin automóvil o camioneta, refrigerador ni lavarropa.

Compute d_3_2_bienes_durables= d21_3=2 and d21_10=2 and d21_18=2.


Execute.

***Dimensión 4: Educación.
**Subdimensión 4.1: Asistencia de los niños a la escuela. (Nivel persona, hay que agregar).

*Umbral: Hogares con al menos un niño de 6 a 17 que no asiste a algún centro educativo.

Compute No_Asistencia_niños= (e27 gt 5 and e27 lt 18) and ~(e193=1 or e197=1 or e201=1 or e215=1
or e218=1 or e221=1).
Execute.

AGGREGATE
/OUTFILE=* MODE=ADDVARIABLES
/BREAK=numero
/d_4_1_asistencia_niños=MAX(No_Asistencia_niños).

**Subdimensión 4.2: Brecha de escolarización.

*Umbral: Hogares con al menos un niño de 6 a 17 que asiste a un centro educativo pero se encuentra
defasado más de dos años respecto a su grado escolar.
*A los niños menores a 9 años no les da el tiempo para esta defasados.

If (e27=9 and No_Asistencia_niños=0) and ((e51_2 + e51_3) = 0) Brecha_escolar=1.


If (e27=10 and No_Asistencia_niños=0) and ((e51_2 + e51_3) lt 2) Brecha_escolar=1.
If (e27=11 and No_Asistencia_niños=0) and ((e51_2 + e51_3) lt 3) Brecha_escolar=1.
If (e27=12 and No_Asistencia_niños=0) and ((e51_2 + e51_3) lt 4) Brecha_escolar=1.
If (e27=13 and No_Asistencia_niños=0) and ((e51_2 + e51_3) lt 5) Brecha_escolar=1.
If (e27=14 and No_Asistencia_niños=0) and ((e51_2 + e51_3) lt 6) Brecha_escolar=1.
If (e27=15 and No_Asistencia_niños=0) and (e197_1=2 or e51_4 = 0) Brecha_escolar=1.
If (e27=16 and No_Asistencia_niños=0) and (e197_1=2 or e51_4 lt 2) Brecha_escolar=1.
If (e27=17 and No_Asistencia_niños=0) and (e197_1=2 or e51_4 lt 3) Brecha_escolar=1.
Execute.
RECODE Brecha_escolar (SYSMIS=0).
EXECUTE.

AGGREGATE
/OUTFILE=* MODE=ADDVARIABLES
/BREAK=numero
/d_4_2_brecha_escolar=MAX(Brecha_escolar).

**Subdimensión 4.3: Logro educativo de los adultos.

*Umbral: Hogares donde ningún miembro de 20 a 59 haya aprobado más de 2 años de Ciclo Básico ni
un miembro de 60 o más haya finalizado primaria.

If (e27 gt 19 and e27 lt 60) and e51_4 ne 3 Logro_adultos= 0.


If (e27 gt 59) and e197_1=2 Logro_adultos= 0.
Execute.

Compute Integrante_mas_19= e27 gt 19.


Execute.

RECODE Logro_adultos (SYSMIS=-1).


EXECUTE.

AGGREGATE
/OUTFILE=* MODE=ADDVARIABLES
/BREAK=numero
/Integrante_mas_19_max=MAX(Integrante_mas_19)
/Logro_adultos_min=MIN(Logro_adultos).

*0 indica privación, -1 no. Si agregamos pidiendo el mínimo aquellos hogares que tengan 0 y que
además tengan 1 en la variable agregada de integrantes de más de 19
(para asegurarnos de que no sea un hogar de menores de 20) serán hogares donde ningún adulto
alcanzó el logro educativo especificado (a continuación).

Compute d_4_3_logro_adultos= Integrante_mas_19_max=1 and Logro_adultos_min=0.


Execute.

***Dimensión 5: Empleo y protección social.


**Subdimensión 5.1: empleo.

*Umbral: Hogares donde al menos un miembro de entre 15 y 65 años se encuentra en alguna de estas
situaciones: desocupado,
ocupado pero con ingreso 0, inactivo (no jubilado) pero disponible para trabajar y que no buscó empleo
la semana anterior porque no encontró y dejó de buscar.

Compute Privación_empleo= (e27 gt 14 and e27 lt 66) and (any(pobpcoac, 3, 4, 5) or (pobpcoac=2 and
PT2=0) or (any(pobpcoac, 6, 7, 8, 9, 11) and f106=1 and f108=4)).
Execute.

AGGREGATE
/OUTFILE=* MODE=ADDVARIABLES
/BREAK=numero
/d_5_1_privación_empleo=MAX(Privación_empleo).

**Subdimensión 5.2: protección social.

*Umbral: Hogares donde ningún miembro aporta a la caja de jubilaciones, ni es pensionista ni jubilado,
y ninguno tiene derechos de salud (o se atienden en ASSE por bajos recursos).

If (f82 ne 1 and f96 ne 1) Protección_social_1=0.


If (f124_1 ne 1 and f124_2 ne 1) Protección_social_2=0.
If (e237 ne 0 or e45_1_1=2) Protección_social_3=0.
Execute.

RECODE Protección_social_1 Protección_social_2 Protección_social_3 (SYSMIS=1).


EXECUTE.

Compute Protección_social= Protección_social_1 + Protección_social_2 + Protección_social_3.


Execute.

AGGREGATE
/OUTFILE=* MODE=ADDVARIABLES
/BREAK=numero
/d_5_2_protección_social=SUM(Protección_social).

**El 0 indica privación, porque implica que nadie en el hogar aporta, es jubilado o pensionista ni tiene
cobertura contributiva de salud.

**Cambio sentido para que, al igual de los demás, esté indicado con 1.

RECODE d_5_2_protección_social (0=1) (1 thru Highest=0).


EXECUTE.

******PONDERACIÓN.
***Como todas las dimensiones están indicadas con 0-1, tomando el valor 1 cuando el caso se
encuentra privado en esa dimensión,
para ponderar sólo se multiplicará la variable por su ponderador. El mínimo es 0 y el máximo 99,9.

Compute p_1_1= d_1_1_mat_vivienda*7.4.


Compute p_1_2= d_1_2_pers_habitación*7.4.
Compute p_1_3= d_1_3_tenencia_hogar*7.4.
Compute p_2_1= d_2_1_fuente_agua*7.4.
Compute p_2_2= d_2_2_saneamiento*7.4.
Compute p_2_3= d_2_3_energía*7.4.
Compute p_3_1= d_3_1_recursos_monetarios*14.8.
Compute p_3_2= d_3_2_bienes_durables*7.4.
Compute p_4_1= d_4_1_asistencia_niños*7.4.
Compute p_4_2= d_4_2_brecha_escolar*7.4.
Compute p_4_3= d_4_3_logro_adultos*7.4.
Compute p_5_1= d_5_1_privación_empleo*7.4.
Compute p_5_2= d_5_2_protección_social*3.7.
Execute.
****Sumo las dimensiones ponderadas.

Compute MPI_LA_1= p_1_1+ p_1_2+ p_1_3+ p_2_1+ p_2_2+ p_2_3+ p_3_1+ p_3_2+ p_4_1+ p_4_2+
p_4_3+ p_5_1+ p_5_2.

****Creo H (incidencia de la pobreza).

Compute H= MPI_LA_1 ge 25.


Execute.

****Creo A (intensidad de la pobreza) como la suma ponderada de privaciones de las personas


identificadas como pobres
sobre la cantidad de personas identificadas como pobres (es el promedio de dimensiones ponderadas
insatisfechas de las personas pobres) por 100.
*Santos, Villatorio, Mancero y Gerstenfeld (2015), p. 5. Ophi WP 79.

***Primero creo un vector de privaciones censurado (que solo indique las privaciones de los pobres).

Compute MPI_LA_censurada= MPI_LA_1* H.


Execute.

***Ahora creo A. Primero agrego la suma del vector de privaciones censurado y la suma del conteo de
personas en situación de pobreza.
***Esto lo calculo todo en la base para respetar el expansor.

AGGREGATE
/OUTFILE=* MODE=ADDVARIABLES
/BREAK=
/MPI_LA_censurada_sum=SUM(MPI_LA_censurada)
/H_sum=SUM(H).

*Calculo A.

Compute A= MPI_LA_censurada_sum/(H_sum*100).
Execute.

*Calculo la incidencia como la media de H (al ser dummy la media es la proporción de 1).

AGGREGATE
/OUTFILE=* MODE=ADDVARIABLES
/BREAK=
/Incidencia=MEAN(H).

*Calculo M0 (Incidencia*Intensidad).

Compute M0= Incidencia* A.


Execute.

***Fin de la sintaxis***

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