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Las plantas medicinales pueden ayudarnos con pequeñas

dolencias y además nos proporcionan un jardín lleno de aroma que


revive a cualquiera. Son fáciles de utilizar para curar dolencias
comunes en casa, y no requieren mucho esfuerzo a la hora de
buscarlas, cultivarlas o recolectarlas.

Gracias a los remedios caseros podemos aliviar muchas


condiciones físicas de forma natural sin necesidad de recurrir a
elementos químicos que pueden llegar a tener algún efecto
secundario.

Preparación y administración

Las plantas medicinales se preparan y administran de diversas


formas, la más frecuente es la infusión, así, los principios activos se
disuelve en agua mediante una cocción más o menos larga.

También se pueden administrar en tinturas, comiendo


directamente, inhalando el humo de su combustión, tópicamente
como emplastos, cataplasmas y otras como se describe a
continuación:

 Infusión. Es la forma de preparación más frecuente y


sencilla, se le denomina también apagado o té. Forma
parte de una cultura de consumo de hierbas aromáticas
que se usan no solo para fines medicinales. Consiste en
poner en contacto las partes de las plantas con agua
hirviendo por unos minutos, dejando que se enfríe
progresivamente. Al no usarse calor directo, garantiza
que sus partes no sufren deterioro. Más frecuentemente
se usa para las partes blandas de las plantas como hojas
y flores.

 Cataplasma y emplastos. Se preparan machacando la


parte de la planta que contiene las propiedades
curativas que se pretende usar, se puede llegar a
calentar y se aplica directamente sobre el área afectada
que se quiere tratar. Para preparar el emplasto se puede
mezclar la parte de la planta a utilizar con una harina,
arcilla o similar logrando una pasta que se aplica sobre el
área afectada, al igual que la cataplasma. No obstante el
emplasto también se puede aplicar solo con la planta
resultado de la cocción.

 Cocimiento. Se prepara hirviendo durante algunos


minutos (del orden de los cinco minutos) la planta y
luego se filtra. Debe verificarse que el calor no afecte o
destruya los principios activos. Esta forma de usarse es
apropiada en general para las partes duras de la planta,
como son: troncos, raíces, cortezas y semilla. Las
semillas tienen que dejarse en la sombra durante tres
días.

 Compresa. Es una preparación similar a la cataplasma,


pero en este caso en lugar de aplicar la planta
directamente, se utiliza una extracción acuosa, aplicada
a un paño o toalla. Las compresas pueden ser calientes,
generalmente aplicadas en el caso de inflamaciones y
abscesos; o bien frías, preferibles para tratar casos de
cefalea o conjuntivitis.

 Ensalada. Es una forma de ingerir las hierbas


medicinales en una forma directa, sin ninguna
modificación o transformación consecuencia del
procesamiento. Se lavan y desinfectan las partes de la
planta que se piensa ingerir, y se prepara como una
ensalada tradicional, eventualmente mezclándola con
otras verduras o vegetales, sazonándolo sal, aceite de
oliva y vinagre o limón. La base de la gran mayoría de las
ensaladas suele ser una verdura cruda de hoja verde.
Inclusive hace no muchos años, en la cocina eso se
reducía prácticamente a la clásica lechuga (Lactuca
sativa) que se puede consumir todo el año.


 Gargarismo o enjuague. Es la aplicación de un líquido a
la cavidad bucal. Se usa para lograr la acción local en la
boca y/o garganta y así limpiar de secreciones, bacterias
e impurezas estas áreas. Puede usarse para prevenir
infecciones bucales o respiratorias. Para prepararse el
líquido puede usarse una infusión, un cocimiento o un
jugo de la planta.

 Jarabes. Se preparan extrayendo con agua los


componentes activos o medicinales de la planta y
disolviendo luego en esta una gran cantidad de azúcar o
miel como preservante. Puede prepararse a partir de
extractos hidroalcohólicos, conservarse por períodos
largos y se le suele dar un sabor agradable para facilitar
su administración a los niños. La preparación se inicia en
forma semejante a la infusión, pero se deja reposar
algunas horas y luego se filtra el líquido, se agrega el
azúcar o la miel, se diluye y se lleva a hervir algunos
minutos para coagular las sustancias albuminosas, luego
se cuela y se guarda en botella o frasco de color ámbar,
se etiqueta y se guarda (hasta 30 días) en lugar limpio y
protegido del calor y de la luz.

 Jugos. Se obtienen al exprimir o licuar las plantas frescas


o sus frutos. En algunos casos, sobre todo para
tubérculos o raíces se recomienda ponerlos en remojo
durante un período de ocho a doce horas antes de
exprimirlos.

 Lavados. Es la aplicación de infusiones, cocimientos o


tinturas diluidas para tratar tópicamente afecciones
externas localizadas, como heridas, llagas, úlceras,
hemorroides, vaginitis y otras afecciones de la piel o de
las mucosas.

 Lavativa o enema. Es la aplicación de un preparado que


se introduce a través del ano con una técnica especial,
para la cual el que la aplica debe estar capacitado. Se
aplica preferiblemente en ayunas y el paciente debe
permanecer acostado, durante la aplicación y durante
un tiempo de por lo menos una hora después de la
aplicación.

 Polvos. Los polvos se obtienen pulverizando la planta


seca, el material puede ser retriturado y tamizado varias
veces, hasta alcanzar el tamaño deseado de las
partículas. Los polvos vegetales son fáciles de manejar,
formular y acondicionarlos en preparados
fitofarmacéuticos, a través del mezclado, encapsulado y
de la compresión. Existen dudas acerca de la
biodisponibilidad de los principios activos medicinales
extraíbles naturalmente de polvos de plantas secas que
toman en cápsulas o tabletas, ya que la absorción en
esta forma es mínima. Se puede aumentar la absorción
diluyendo los polvos en líquidos o mezclándolos en
alimentos sólidos

 Tintura. Se obtiene dejando en contacto la parte de la


planta seca a utilizar, con una mezcla de alcohol al 40%
en agua durante tres a cinco días, con agitación diaria y
filtración. Las tinturas se usan de base para la formación
de elixires que contienen mezclas de varias plantas y
sustancias estabilizantes como el glicerol. Tienen la
ventaja de ser más estables y de fácil dosificación.
 Vapores. Los vapores de ciertas plantas, emitidos por la
acción del calor, son utilizados para el tratamiento de las
afecciones del aparato respiratorio.
Preparados fitofarmacéuticos. Los extractos obtenidos
industrialmente deben reunir al menos cinco aspectos: la materia
médica, donde se encuentran los principios activos debe ser
adecuadamente molida, la extracción debe efectuarse con el
disolvente adecuado, puede extraerse por maceración o
percolación, la concentración debe ser por un método que no
afecte el principio activo y algunas drogas requieren tratamientos
preliminares antes de usarse. Con extractos procesados es posible
hacer preparados fitofarmacéuticos que son más fáciles de
dosificar, tales como formas sólidas (tabletas, grageas, tabletas
efervescentes, cápsulas de gelatina dura, gránulos), formas líquidas
(jarabes, gotas, soluciones, suspensiones en cápsulas de gelatina
suave) y formas para uso local (cremas ungüentos, pomadas, geles,
colirios y supositorios).

ALGUNAS PLANTAS MEDICINAS PODEMOS NOMBRAR:

1. Gel de aloe vera

Es una planta medicinal cuya savia es refrescante, cicatrizante y


antibacteriana. Hace siglos que se usa para tratar quemaduras,
inflamaciones y llagas en la piel. Si se consume la hoja entera es
purgante.

El gel se aplica de forma externa y lo podemos utilizar en pieles


secas, acné, heridas, quemaduras, irritaciones, eccemas, psoriasis,
picaduras de insectos y ortigas, dermatitis, cortes, pies y piernas
cansadas, para después del afeitado, etc.

Ingredientes: tres o cuatro hojas sanas de aloe vera


Preparación: cortar las hojas cerca del tallo, lavarlas y quitarles las
espinas. Con un cuchillo, separa la parte interior o presionar para
retirar la pulpa. Para evitar irritaciones, debes asegurar de que al
arrastrar el gel no haya nada de savia amarilla, si fuera así, mejor
desecharlo. Almacenarlo en un recipiente de cristal en un lugar
fresco que no reciba la luz del sol directa o bien en la nevera.

2. Crema de árnica

El árnica es una de las plantas más utilizadas en la elaboración de


ungüentos y cremas destinadas a aliviar el dolor de lesiones
musculares debido a su potente acción analgésica y
antiinflamatoria. A continuación, proponemos una crema de árnica
casera sencilla para aliviar golpes, contusiones, ampollas, como
remedio para desgarros o dolores musculares, o como
complemento para esguinces, luxaciones y calmante en caso de
artritis reumatoide.

Ingredientes: ½ taza de árnica seca (250 g), ¼ de taza de cera de


abejas rallada (62 g), ¼ de taza de manteca de cacao (62 g), ⅔ taza
de aceite de almendras dulces o semillas de uva (156 g), ¼ de
cucharadita de bórax (1,2 g), ¼ de taza de agua destilada (62 ml).

Preparación: en un recipiente que sea resistente al calor, pon a


calentar al baño maría el aceite con el árnica durante media hora.
Filtra las flores a través de una tela o malla y desecha los restos.
Toma media taza de la infusión de aceite, agrégale la cera de abejas
y la manteca de cacao, y déjala derretir a fuego bajo. En otro
recipiente, mezcla el bórax en el agua y ponlo en el fuego hasta que
se caliente bien. Cuando ambas mezclas estén en su punto,
viértelas en un solo recipiente, teniendo mucho cuidado porque
puede haber una reacción burbujeante. Remueve con cuidado y
asegúrate de dejar todo bien mezclado. Para terminar, déjala
reposar y luego bátela un par de minutos para lograr una
consistencia cremosa. Introduce la crema de árnica casera en un
frasco hermético y almacénala en un lugar oscuro. Aplicar una
pequeña cantidad de crema y masajear la zona afectada sin
emplearla en piel abierta.

3. TE DE MANZANILLA
La manzanilla es una de las plantas medicinales que más se
conocen por las propiedades de su flor. Sus efectos son
especialmente relevantes en el tratamiento de molestias
gastrointestinales.
Además de ello, tiene efectos antiinflamatorios, antibacterianas
y relajantes. Se utiliza en dolor gastrointestinal y muscular,
calambres y cefaleas, eczemas, inflamación de encías, heridas y
sinusitis. También reduce el colesterol y al parecer tiene
propiedades anti-cancerígenas.

Preparación de la receta de Té de Manzanilla:

 Hervir una taza de agua a fuego medio por unos 4 minutos;


bajar del fuego.
 Poner el agua en una taza y añadir las hojas de nilla al agua
hirviendo.
 Tapar la infusión y dejar reposar durante 3 o 4 minutos.
Colar y beber.
4. Eucalipto:

Eucaliptus globulus L (Mirtáceas), las partes utilizadas de esta


planta son la corteza del tallo, hojas y aceite extraído de las hojas.
Sus principios activos son: eucaliptol o cineol (80%), L pineno,
canfeno, alcoholes etílico y amílico, ésteres de los ácidos fórmico,
acético, resina y taninos. Tienen propiedades antibacterianas,
antisépticas, antiespasmódicas, astringentes, bactericidas,
balsámicas, broncodilatadoras, diaforéticas, febrífugas y
expectorantes. El mentol y el camphor producen una sensación de
refrescamiento sobre la mucosa nasal.

Esta planta es muy usada en la medicina popular para tratar el


asma, fiebre, gripe, rinitis y sinusitis.

Es conveniente informar que nunca se deben utilizar las


tinturas y los extractos puros, como también conocer cuándo se
prepara una planta en cocimiento y cuándo en una infusión. La
esencia de eucalipto, a dosis demasiado altas, produce dificultades
respiratorias. Está contraindicado el uso de aceites esenciales en
niños, en particular en los asmáticos, porque se incrementan las
secreciones que pueden conducir a un broncoespasmo y como son
capaces de atravesar la barrera hematoencefálica, actúan a nivel
del sistema nervioso central deprimiéndolo y pudiendo producir
convulsiones.

5. Fregosa:

Capararia biflora L (Scrafulariaceas), se utilizan las hojas, las


cuales contienen meliacina, de estructura similar a la hirtina,
además de flavonas y derivados fenólicos. Las partes aéreas
contienen harpagida y 8-0 benzoylharpagida (o capriariosida) que
son analgésicos. También contienen biflorina, considerada como un
antibiótico y fungicida tal como lo refiere Duke (1992).

Esta planta tiene efectos antiespasmódico, tónico digestivo,


carminativo, antidiarreico, hipotensor, vermífugo; se recomienda su
uso en caso de diarrea, flatulencia, hipertensión, parasitosis,
malestar estomacal. La dosis letal de la biflorina administrada por
vía intraperitoneal en ratas es de 100 mg/kg, según la referencia
citada anteriormente. Cuando se administra a altas dosis la
decocción de las hojas actúa sobre el sistema nervioso central,
provocando efectos estupefacientes y depresivos según lo cita
Morton (1981). Como vermífugo no se debe utilizar muy
concentrado porque puede producir parálisis.

Al respecto, se prepara usando 2 ó 3 cogollos, se cocinan y el


agua sirve para curar la diarrea y los resfriados. Otra manera de
prepararlo es cocinando treinta gramos de hojas y flores de fregosa
en un litro de agua, dejando hervir por diez minutos. Enfriar un
poco y tomarlo tibio, tres tazas al día según indicaciones de Delens
(1992).

6. La moringa:

Es un árbol que ofrece valiosos recursos nutricionales y


energéticos, y destaca por sus propiedades medicinales, desde
combatir la fatiga, el colesterol o procesos inflamatorios a evitar las
infecciones.
Destaca como un potente aporte nutricional y energético, con
propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antihistamínicas,
antibacterianas, hipolipemiantes, hipoglucemiantes, eupépticas
(favorece ladigestión), emolientes, dermoprotectoras, y
antifúngicas.

Las principales indicaciones y beneficios de la moringa para la


salud son las siguientes:

 Los extractos de sus hojas y semillas muestran una intensa


capacidad antioxidante, muy útil para frenar la acción de los
radicales libres y para evitar las infecciones. Se le atribuye, por
tanto, un efecto preventivo. Puede detener o demorar el
estrés oxidativo que afecta a las células de diferentes órganos
del cuerpo.
 Tiene una alta capacidad antiinflamatoria, mostrándose
efectiva en el tratamiento de afecciones crónicas como la
diabetes, la artritis y la artrosis, pero también en
inflamaciones digestivas, hepáticas y renales. Los extractos
concentrados de hojas de moringa han demostrado su
capacidad para revertir la inflamación de los tejidos.
 Te ayuda a reducir los niveles de colesterol LDL en sangre y a
la larga previene los accidentes cardiovasculares.
 Combate los síntomas de los procesos alérgicos, te ayuda a
desinflamar las mucosas del tronco respiratorio. La moringa
oleifera está indicada en alergias respiratorias, alergias por
contaminantes y por intolerancias alimentarias, procesos
asmáticos, que cursan con rinitis, conjuntivitis, laringitis o
bronquitis.
 Las hojas se usan como laxante y como purgante
en estreñimientos crónicos o severos.
 Favorecen la emisión de orina, alivian la inflamación del
riñón y la que se presenta en las vías urinarias como la vejiga,
y previene la retención de líquidos y los edemas.

7. ALBAHACA MORADA.

Descripción botánica: Planta herbácea aromática de 40 a 80


cm de altura aproximadamente. Hojas pecioladas, opuestas,
aovado-lanceoladas, de bordes suavemente aserrados. Flores
blanco-púrpura dispuestas en racimos. Propagación: Se reproduce
por semillas y por estacas. Se debe cultivar en suelos livianos y con
buen drenaje. Requiere de lugares soleados. En cuanto a los
cuidados culturales se le debe realizar podas selectivas y las
semillas se recomienda dejarlas sobre el terreno.
Partes utilizadas: Hojas y sumidad florida.
Usos: Aromatizante. Antiespasmódica. Béquica.
Tranquilizante. Depurativa. Hipertensión. Colesterol elevado.
Triglicéridos.
Técnicas de preparación: Infusión. Decocción.

8. El llantén
Es una planta con grandes propiedades medicinales, de ella se utiliza
tanto la hoja como las semillas. Se trata de una planta de hojas grandes y
verdes, muy utilizada en la preparación de remedios naturales para tratar
enfermedades como los resfriados, la bronquitis, infecciones urinarias y
hemorroides. También es un poderoso antiinflamatorio y cura irritaciones
tanto de los ojos como de la piel.

Sus beneficios y propiedades son muchas, entre las afecciones


que podemos tratar con esta planta están:
Gripes y resfriados comunes y bronquitis crónica

Tos

Sinusitis y asma

Laringitis y faringitis

Todas las propiedades que tiene esta planta se deben a que


contiene una buena cantidad de antioxidantes, que ayudan a
proteger y a prevenir los daños que causan los radicales libres.

El llantén en medicina natural tanto las hojas como las semillas


del llantén son utilizadas como antibacteriano y astringente,
también se usa como antiséptico, antiinflamatorio, antitusivo,
emoliente, diurético, expectorante y laxante. Se puede utilizar para
beberlo en forma de té o aplicado en las partes afectadas como
cataplasma.

9. JENGIBRE.
Descripción botánica: Hierba perenne de 30 a 80cm de altura,
presenta hojas sésiles y decurrentes, lineales y alternas. Flores
dispuestas en espigas. Propagación: Por rizomas (tallo
subterráneo). Este se recomienda dejarlo en agua durante 48
horas con el fin de ablandarlo y acelerar su crecimiento. Se
desarrolla con facilidad en terrenos ricos en materia orgánica
y húmeda. Mantener el suelo libre de malezas.
Usos: Analgésico. Anestésico. Antiséptico. Aromatizante.
Digestivo. Carminativo. Antiespasmódico. Béquico. Asma.
Afonía.
Técnicas de preparación: Decocción. Infusión. Licuado.

10. TUA-TUA.

Descripción botánica: Arbusto de 1 a 2 m de alto, hojas


alternas de base cordiforme, pubescentes labraso ligeramente
hirsutas. Flores púrpuras en cimas paniculiformes. Cápsula
glabrescente. Semillas aovales, negras.

Propagación: Por semillas.

Partes utilizadas: Raíz. Hojas. Corteza del tallo. Látex.


Semillas.

Usos: Diurético. Purgante. Emenagogo. Vulnerario.


Antidiabético. Para ulceras gástricas. Para adelgazar.
Cicatrizante. Lavados vaginales. Cistitis. Estreñimiento.
Menstruación. Sarna.

Técnica de preparación: Decocción. Infusión. Bebedizos.

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