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Sin Rostro.

Hemos venido hablando de Moisés como este hombre se atrevió a pedir mas de la presencia de Dios,
aunque había tenido el privilegio de ver a Dios en acción este hombre entendía y sabía que había
mucho mas de Dios, y hoy este hombre nos deja la enseñanza por mas que Dios halla actuado en tu
favor ten pon seguro que hay mucho mas de El a tu disposición, simplemente debes ser insistente en
buscar y pedir mas de lo que el es, no te conformes sigue avanzando y metiéndote en sus
profundidades, creo que ese seria el consejo de Moisés para nosotros.

Muéstrame tu gloria…fueron las palabras de Moisés y en ese momento solo pudo ver las espaldas del
señor, pero a pesar de eso no se quedo allí, por el contrario siguió insistiendo y avanzando en su
propósito, lo desafortunado es que hoy la iglesia de Cristo se ha conformado, si no se recibe lo que se
quiere en el tiempo que se pide entonces se desecha, se deja de lado ya no se insiste, de allí que muchos
no han podido encontrar a Dios en otras dimensiones, no porque él no quiera simplemente porque no
persistimos.

Éxodo 20:20-21 NTV


20 ¡No tengan miedo! les respondió Moisés, porque Dios ha venido de esta manera para ponerlos
a prueba y para que su temor hacia él les impida pecar. 21 así que el pueblo se mantuvo a
distancia, pero Moisés se acercó a la nube oscura donde estaba Dios.

Aquí quedamos el fin de semana pasado, viendo como Moisés se introducía en la nube del Señor,
mientras unos se alejaban el se adentraba en esta presencia maravillosa, allí este hombre escogió lo
mejor, allí el asumió que lo que otros no querían hacer él debía hacerlo, debía haber alguien atrevido
que fuese capaz de buscar lo que otros no querían, a esos atrevidos Dios les da mas que a los que
prefieren huir de su presencia.

Este hombre estaba mas interesado en agradar y buscar a Dios que en estar teniendo interminables
listas de peticiones como lo hacían los israelitas, Moisés era un hombre deseoso de Dios, y creo que esa
pasión se despertó en el cuándo se encontró con la zarza ardiendo, clamo a Dios que todos aquí
tengamos encuentros como estos que nos provoquen a desear mas y mas de Dios, que el mayor
desespero que tengamos sea su gloria, su preciosa presencia.

Si llegas a estar tan hambriento de Dios Que lo buscas con


ansiedad, Él hará cosas por ti Que no hará por nadie más.
Éxodo 34:1-11 explicar, Dios habla.
Vs 28-35 leer y explicar, Dios habla.

Allí la presencia de Dios había crecido en la vida de Moisés, su propio rostro lo reflejaba, aun la
gente que estaba en rededor de el reconocía que el estaba en la presencia de Dios, y allí es donde
aparece el velo, lo que separaba al pueblo de la presencia de Dios, que podamos llegar a esos
niveles que la gente no pueda ni siquiera resistir ver nuestro rostro, que el temor de Dios caiga
por el reflejado en nosotros la presencia de Dios.
Lucas 9:28-35 en el monte, Moisés y Jesús se les cambio su rostro, pero algo mas estaban
revestidos, rodeados de la gloria de Dios, que era lo que había pedido Moisés, “déjame ver tu
Gloria” y en esta ocasión no solo la veía, estaba rodeado de ella, entiende de tanto subir al monte
este hombre ya se estaba transfigurando, es decir estaba volviendo a su estado en el cual estaba
en la eternidad.

Hoy nos referimos a ese monte como el "Monte de la Transfiguración" porque la Biblia dice que
los vestidos del Señor se hicieron "blancos y resplandecientes." El original griego de la palabra
traducida como resplandeciente es exastrapto que significa iluminar como relámpago, destello,
fulgor, ser radiante.' Mientras los discípulos dormían, Jesucristo estaba allí solo, mientras su
Gloria era revelada, y envolvía la tierra con la luz pre-existente de la Gloria de Dios, como con un
manto fulgurante y luminoso!

La salvación es un don gratuito, pero la Gloria de Dios nos costará todo. Él quiere que
avancemos y vivamos en perpetua cohabitación con su Gloria. Quiere que estemos tan saturados
de su Gloria y su presencia, que llevemos y manifestemos esta última a donde quiera que
vayamos en esta vida.

La diferencia entre la unción y la Gloria, es la diferencia entre las


manos de Dios y su rostro, y la senda hacia la Gloria de Dios nos lleva
justamente al altar en donde debemos rendir todas las cosas y morir
allí. Al final nos encontraremos cara a cara con Dios como una nación
de "muertos que caminan" en posesión de su Gloria.

Pero si usted dice que tremendo, que maravilloso lo que Moisés vivió hoy le tengo una noticia.

2 de corintios 3:7-17.

Hoy tenemos una gloria mayor y duradera a nuestra disposición, lo único que no ha cambiado es
que, así como Moisés tuvo gran deseo y pasión por alcanzar esa gloria así debemos hacerlo
nosotros.

Para terminar, quiero decir lo siguiente para


manifestar la gloria de Dios debemos perder nuestro
rostro y dejar que brille El.
Dios les bendiga y que se siga despertando la pasión por su presencia.

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