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CAP VII: LOS HALLAZGOS DE LA GALERÍA DE LAS OFRENDAS; Lumbreras

El examen de los hallazgos de la galería se realizó entre 1984 y 1988.

La Galería de las Ofrendas (GO) es un recinto subterráneo que forma parte de la plataforma donde se
encuentra la Plaza circular del viejo templo de Chavín, en el atrio. Esta constituida por un largo pasadizo
de 1m de ancho y 24m de largo, que tiene paredes laterales perpendiculares al eje de la galería, orientado
de este a oeste. En el suelo de la GO había miles de piezas de cerámica (que se rompió después de su
denostación) y otros materiales.

En la GO se encontró sobre todo cerámica y huesos, algo de concha y piedra. Los artefactos de piedra
eran ppal// recipientes muy elegantes e instrumentos como pulidores, cantos rodados, martillos, manos de
mortero. Los materiales de concha eran ppal// valvas de moluscos marinos y solo un artefacto de
“Spondylus”. Lo mas novedoso corresponde a la cerámica y los materiales óseos.

1- La cerámica
La cerámica de Chavín ha sido objeto de muchos desacuerdos y confusiones, debido a que se sabía muy
poco de ella hasta no más de dos décadas. La cerámica identificada como “Chavín” procedía de otros
sitios, s/ todo de la costa. Tello se refirió a ella por 1º vez a partir de material no documentado del valle de
Chicama, identificado dentro del estilo por ciertos parecidos con la iconografía de las piedras. Luego,
Larco Hoyle le dio a ese material la denominación de Cupisnique y otros comenzaron a llamarla “Chavín
de la Costa”. Ahora sabemos que Cupisnique y Chavín son dos estilos alfareros total// distintos. Por otro
lado, por conexiones estilísticas, se denominó Chavín a una cerámica encontrada en los valles de la costa
central (en Ancón y Supe), con lo que la confusión sobre el estilo se hizo mayor; hoy se sabe que parte de
esta cerámica sí se parece a Chavín, pero esta mezclada con otros materiales.
En Ica y otros lugares de Perú, desde Cajamarca hasta Ayacucho, se encontró una cerámica negra e incisa
a la que tmb se denominó Chavín. Hoy se cree que sólo en parte tiene conexiones con Chavín.
La confusión era mayor porque se denominaba Chavín a una gran variedad de estilos, como si todos ellos
fueran contemporáneos. Estudios recientes indican que por varios siglos, en chavín mismo, hubo una serie
de fases bien diferenciadas, con estilos distintos, c/u de los cuales tena un ámbito de conexiones diferente.
A partir de “nuestras” excavaciones de 1966-72 en Chavín, nos fue posible establecer al menos dos
grandes periodos de la cerámica, a los que llamamos “OFRENDAS” y “ROCAS”. Burger luego amplió
esta secuencia con una fase anterior a Ofrendas: “URABARRIU” y otra posterior: “CHAKINANI”.
Tenemos:
 URABARRIU (ca. 1200-800 aC)
 OFRENDAS (ca. 800-600 aC)
 CHAKINANI (ca. 600-400 aC)
 ROCAS (ca. 400- 200 aC)
La cerámica encontrada en la GO pertenece a un solo periodo, dado que es una asociación
correspondiente a un evento único, ligado a un recinto subterráneo q fue sellado luego de puestas las
ofrendas.
Todo indica q las vasijas fueron depuestas conteniendo restos de comida y probablemente bebidas.
Gracias a esta cerámica de la GO, sabemos que en Chavín se concentraba una producción alfarera muy
variada. Hemos encontrado la coexistencia de 4 variantes del estilo Chavín, q aparente// se
complementan, pero q son el producto de escuelas o talleres distintos. Hemos encontrado tmb, q coexisten
con estos subestilos chavinenses, varios otros d procedencia foránea, q permiten establecer una singular
relación del centro ceremonial con lugares como Cajamarca, Trujillo y Lima.
En las ofrendas, el estilo Chavín se presenta en las variantes Ofrendas, Dragoniana, Flora u Qotopukyo.
C/u de estos subestilos tiene su propio rango de formas, tratamiento decorativo y diseños. Están
diferenciados de tal manera q no cabe duda q fueron hechos por personas muy diferentes, cada cual
obedeciendo a recursos tecnológicos y artísticos propios.
Cerámica Ofrendas: nosotros la consideramos de producción domestica, aparece constituida por una
variedad muy grande de alfares, q indican una procedencia diversa, quizá comprometida con
comunidades locales de campesinos tributarios del templo. Es una alfarería ruda, de aspecto mas bien
domestico, con poca destreza en la decoración e imitando los diseños y recursos decorativos de otros
estilos. Tiene muchos parecidos con la cerámica de la costa central (sp la de Ancon). Las formas
dominantes son botellas de contorno compuesto, de cuerpo usual// globular y base plana, cuencos de
forma variable, donde la decoración solo cubre los lados extremos o el fondo de los cuencos. Hay tmb
algunas botellas con “gollete estribo”, cantaros y vasos.
Cerámica Dragoniana: muy vistosa. Tiene un rango de formas propio y esta ligada a un alfar marrón que
no aparece en ninguno de los otros subestilos. Las formas características son botellas de gollete alargado
y de perfil inflexo y cuencos bajos. Gira en torno de la representación de unos personajes zoomorfos de
aspecto dragoniano, con atributos de saurios, serpientes, peces y otros. Este estilo no tuvo gran difusión y
presumible// estuvo asociado sólo a templos; en los únicos lugares dnd aparece cerámica afín es en los
valles de Lima.
Cerámica Floral: predomina el color negro brillante en la superficie. El alfar es muy parecido a Ofrendas
y sus elementos de diseño tienen una amplia dispersión. La hemos denominado así a partir de un diseño
predominante en forma de “flor de lis”. Los dibujos de personajes concretos son poco frecuentes, pero se
distinguen especial// los de jaguares y halcones. Se encuentra en el valle de Chicama, valle de
Jequetepeque y en Huánuco.
Cerámica Qotopukyo: con un alfar gris claro muy característico, tiene formas y diseños singulares. Las
formas características son botellas de cuerpo cilíndrico y contorno inflexo, con textura corrugada de la
superficie. Han aparecido fragmentos en Lima y en el valle de Jequetepeque.
En asociación con estos estilo chavinos, se encuentra una cerámica que a todas luces no corresponde a la
tradición estilística de Chavín, como es el caso de los estilo Raku y Wacheqsa, cuyo origen esta asociado
a la cerámica Cupisnique de la costa norte, del mismo modo como Mosna lo esta con los valles
interandinos de Cajamarca y el Alto Jequetepeque.
Cerámica Raku: es de color gris claro, pero según trazas aun visibles, estaba negreada con humo por el
exterior. La forma mas característica es una botella con gollete en forma de estribo de contorno
trapezoidal y decoración mediante grabación de la superficie. Los diseños corresponden total// a aquellos
de las vasijas de los cementerios de Chicama. En el mismo periodo, hay al menos 3 diferentes estilos q
coexisten en Raku.
Cerámica Wacheqsa: afín a Cupisnique. Se caracteriza por un alfar rojo decorado con áreas pintadas de
negro con grafito. Hay botellas con gollete estribo de contorno rectangular; cantaros y cuencos, con
figuras geométricas incisas y pintadas o simple// pintadas; varias botellas con cuerpo modelado en forma
de frutas. Se caracteriza xq la totalidad de las vasijas son pintadas con grafito, lo q les da aspecto
metálico. En esta variante del estilo Wacheqsa, los motivos de la decoración pertenecen a personajes
característicos del estilo Cupisnique de Chicama.
Ceramia Mosna: tampoco es Chavín y su área de dispersión indica una presencia muy fuerte en los valles
de Cajamarca. No se conocen ejemplos de ella ni en la costa ni más al sur, de modo q estamos frente a
una cerámica q no es ni Chavín ni Cupinisque. Es una alfarería sobria, de color anaranjado claro, pintada
con una gruesa pintura roja, con representación sencilla y tendencia naturalista de aves y serpientes.
Anteriormente, a raíz de sus distancias con los materiales chavinenses, propusimos que eta una versión
temprana de Moche.
Después del periodo de las Ofrendas, que correspondería a una segunda época de la cerámica de Chavín,
se encuentran los periodos “Chakinani” y “Rocas” o “Janabarriu”; el primero muy débil// conocido y
definido y el ultimo mucho más preciso, con un área de dispersión muy grande, q llega al menos dsd
Ayacucho e Ica por el sur, hasta Moche y Pacopampa por el norte, coincidiendo con una etapa de
descomposición del arte Chavín y la aparición de las culturas de D! regional clásico.
El estilo Chavín-Rocas fue siempre identificado como “el clásico Chavín”, aunque este nombre se
concedía tmb a la cerámica Cupisnique de Chicama. Es una cerámica negra brillante, dnd el rasgo más
sobresaliente es el uso de una decoración con dos círculos concéntricos sobre un fondo llano, asociados a
unos bols de lados convergentes. Sin duda es un estilo muy difundido y contemporáneo con formas q,
como “salinar”, corresponden ya a otra época. En la GO encontramos 2 o 3 piezas q pueden asignarse a
este tiempo, pero parece q su deposición es posterior, y probable// casual.

2- Las demás ofrendas


En la GO se encontraron productos de las más varia procedencia; desde conchas recogidas en los mares
cálidos del norte, hasta peces y mariscos de toda la costa centro y norte de Perú. Se hallan, igual//, frutos
y plantas de origen tropical y segura// tmb de tierras frías, como ocurre con la fauna: hay camélidos y
ciervos de la puna alta; ciervos de las quebradas, y venados de las tierras bajas. Consumían roedores de
caza como la vizcacha y conejo andino, y domésticos como el cuy. Tenían perros y cazaban aves, zorros y
otros animales.
Estamos, sin duda, frente a un lugar con una población de élite, q era capaz de consumir productos de
toda la tierra, aunq la zona de implantación del templo estuviera en territorio limitado.
No parece ser Chavín el producto de una sociedad local con D! independiente. Chavín es el resultado de
un proceso de integración territorial muy vasto, q incluye dsd Cajamarca y Lambayeque por el N, hasta el
borde septentrional de la meseta de Junín y los valles de Lima por el S. no es, esta área, producto de una
integración forzada por mecanismos políticos o guerreros; no hay indicio para tal hipótesis; es en cambio
un centro de cohesión y convocatoria, cuya fuerza y causa debe estar en el poder predictivo y la sabiduría
de quienes se asentaron en este lugar. Ellos, eran herederos de una experiencia milenaria de los viejos
pescadores y agricultores de la costa de Lima, Ancash y Trujulli-Lambayeque y de los igual// viejos
agricultores de los valles templados y los paramos de Cajamarca, Ancash y Huánuco; y, final//, de los
pastores “llakwash” de las punas circundantes del S.
Eso se desprende de los hallazgos de la galería, pero hay algo más: no solo se presentan las evidencias de
un arte refinado y de una extensa red de relaciones, sino tmb aparecen restos de practicas crematorias,
aparente// asociadas a sacrificios humanos, q dado el contexto en q se encontraron, nos permitieron
averiguar los vestigios de antropofagia entre las culturas arcaicas y formativas del Perú antiguo.

3- Ofrendas de hombres y animales: antropofagia y sacrificios humanos


Los huesos y conchas no fueron transformados en artefactos y tienen como característica gral. el estar
fragmentados de modo mayoritario, de haber estado en contacto con el fuego y de encontrarse dispersos
en toda la galería, tanto en la celda como en el pasaje central, mezclados con la cerámica rota, como si se
tratara de una deposición de desechos.
La mayor concentración de huesos estaba en el pasaje central. La sección occidental de la GO, q incluye
la celda 1 y las unidades B y C del pasillo, tenían el más alto índice de huesos acumulados.
Al igual q los fragmentos de cerámica, los huesos no aparecían en un orden visible, sino más bien caótico.
Lo característico es la disociación de los huesos y la considerable fragmentación de la mayoría. Además,
al hacer un examen de los restos óseos según unidades taxonómicas diferenciadas, se observa q el
aspecto, fragmentación, distribución y otros elementos propios de la muestra, se singularizan a nivel de
cada unidad, de modo q los huesos humanos, de camélidos, cérvidos, canidos, roedores, etc., tienen una
forma diferenciada de presentación, q suponemos corresponda a forma a su vez diferentes, de tratamiento
de cada tipo de animal y a una función particular de los mismos en el contexto general de las ofrendas y el
ritual q les dio origen y forma.
Indudable//, lo que más llama la atención es la consistente presencia de restos humanos confundidos con
los huesos de animales normal// destinados a la alimentación. Esto permitiría presumir q existían en
Chavín practicas canibalísticas, como lo pensó Uhle (1925).
En efecto, no es esta una asociación atípica. Se han hecho hallazgos similares en varios sitios
contemporáneos o ligera// anteriores o posteriores a Chavín.
En base a estudios e inferencias realizadas por Melody Shimada (ver pag 208 -210), Lumbreras dice: De
acuerdo con los datos disponibles, estas costumbres (canibalismo en contextos q además parecen ser
domésticos y no necesaria// rituales) aparecían durante el 2º milenio de la era pasada, tanto en
comunidades pre-cerámicas como en aquellas q poseían cerámica, tanto en la costa como en la sierra, y q
estaban en plena vigencia en la época de construcción y uso de la GO, en asociación con las cabezas
clavas líticas de Chavín y su religión de dioses feroces.
Aparente//, los hallazgos en la GO debieran interpretarse como una evidencia más de este tipo de
asociación, q además, por tratarse de una matriz diferente a las previa// discutidas (ver pag 208 -210),
seria confirmatoria de una asociación recurrente no casual, cuya explicación más probable es el
canibalismo, pero no es así.
En la GO los fragmentos óseos no presentan un orden anatómico, más aún, aparecían total//
desordenados, junto con los demás huesos de animales y fragmentos de cerámica. Casi ningún hueso, con
excepción de los pequeños, está entero. Es interesante anotar q en todos los contextos aparecen restos de
dedos y en 2º lugar de costillas, los demás huesos parecen faltar en los contextos aislados, pero falanges
no.
Mientras q en otros casos los huesos humanos son parte de depósitos de basura, abandonads allí junto con
huesos de otros animales, restos de comida, vajilla desechada por su inutilidad, en lugares de uso
domestico indiferenciado; en el caso de Chavín, los huesos humanos fragmentados fueron colocados allí
intencional//, conjunta// con restos de animales (y segura// plantas), fina y selecta vajilla de cerámica,
preciosos objetos de piedra, adornos y utensilios de hueso y concha, etc. Todos escogidos y dispuestos
ordenada// dentro de la galería. Al igual q la cerámica, los huesos humanos y de los demás animales, no
están caótica// distribuidos, como se suponía al hacer la excavación: responden a un orden dado, a una
lógica ritual. Por lo tanto, no se trata de una distribución caótica como la que es característica de un
contexto de desechos de basura.
De los 233 huesos humanos identificados se encontró una indiferenciación anatómica, de modo q se
encuentran restos de cráneo, huesos de tórax, de pelvis y de extremidades, lo q excluye toda posibilidad
de una eventual selección de partes del cuerpo para su deposición en la galería. Del mismo modo, hay
restos de adultos, jóvenes y niños. La particularidad q se hace más notoria no esta en el tipo de partes
anatómicas presente, sino en su incidencia; en Chavín es notable la mínima presencia de huesos craneales.
La escasez de huesos craneales se hace aún mas contrastante con la frecuente incidencia de los huesos q
son escasos en otros sitios: pies y manos. Desde nuestro punto de vista, esta diferencia en la relación
cuantitativa de las partes anatómicas no es casual no insignificante; debe responder al carácter diferente
de las muestras en examen. Tenemos como 3º argumento (el 1º es el contexto) para plantear la
confirmación de esta hipótesis: la diferente presentación y tratamiento de huesos.
En la galería, lo característico es q todos los huesos presentan huellas de contacto con el fuego; solo son
diferentes en términos de área afectada o en grado y tipo de calcinación xq estuvieron sometidos a
diversas condiciones de quemado o incineración, debido segura// a hornos o piras abiertas, con brasas en
contacto con partes de huesos. Nosotros creemos q en el caso de Chavín se trata de cremaciones mientras
q en otros son de “cocina”, donde se busca cocer la carne para comerla y donde la quema de los huesos es
más bien casual, o en todo caso mínima. Una evidencia de esto ultimo son los huesos quemados cuando
aún tenían tejidos blandos (los menos), y de huesos quemados cuando estaban desprovistos de ellos. La
singularidad de este hallazgo es visible frente a los huesos de animales de la misma GO, en donde la
cocción es diferente en términos generales, de modo tal q podemos decir el tratamiento de los restos
humanos fue diferente no solo a los restos humanos de “basurales” en otros sitios, sino tmb distintos a los
restos de animales con los q esta asociado. La conclusión seria q mientras los restos humanos de la galería
son restos de cremación, los demás son restos de hombres o animales cocidos con fines distintos a su
conversión en cenizas.
Desde luego, no podemos dejar de considerar la posibilidad de restos canivalísticos en Chavín, aunq
aparte de nuestros hallazgos sólo se puede agregar los q Tello hizo en el sitio, q parecen corresponder a
una situación similar a la de la GO.

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