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DIFERENCIA ENTRE PERSONAJE PRINCIPAL Y SECUNDARIO

Principales o protagonistas.

Son aquellos sobre los que recae el peso de la trama. Los personajes protagónicos o también
llamados personajes principales tienen la característica de que su evolución y lo que les sucede a
ellos marcará la historia y el desarrollo de la misma. Es por eso que puede haber distintos tipos de
personajes protagónicos ya que pueden caer bien o mal al espectador dependiendo de lo que se
quiera generar. Por otro lado, son quienes están a cargo del conflicto, con lo cual, aparecen y
resuelven el conflicto en el final. Es por ese motivo que deben estar bien desarrollados y se debe
conocer al personaje tanto física como psicológicamente para darle un arco y mayor humanidad.

Secundarios.

Son personajes que sustentan a los principales, pero que no aportan nada fundamental a la
trama. Los personajes secundarios, a diferencia de los protagónicos no llevan el peso del conflicto,
aunque pueden participar de él. Generalmente están allí como parte de la “función” y son útiles
para todo aquello que debe pasarle (o no) al protagonista. Tienen un arco de transformación un
poco más estático que el protagonista y aparecen en menor cantidad.

DETERMINAR EL LUGAR DONDE OCURREN LOS EVENTOS DE UNA LECTURA


A la hora de pensar en los lugares que aparecerán en la lectura, hay que tener en cuenta lo que va
a ocurre allí, quiénes serán los personajes y, sobre todo, en qué época se situarán los hechos,
puesto que tiene que ser coherente con todos los elementos.

En ese sentido, conocer la relación de los personajes con su ambiente nos ayudará a que nuestra
lectura sea más digerible, por eso debemos pensar en qué lugar nacieron y en cuál viven, aunque
ni siquiera lo mencione en el texto.

El espacio físico tiene que enfatizar de algún modo la situación de lo que se cuenta. Esto se
consigue o bien incidiendo en la acción, o bien contrastando con ella. Por ejemplo, si estás
contando la soledad de un personaje, puedes situarlo en un espacio que incida en lo que se
cuenta, como un sitio gris y melancólico, o puedes hacer que ocurra en un lugar que contraste con
la acción, como una fiesta llena de gente.
IDENTIFICAR DEL TIEMPO EN QUE OCURREN LOS EVENTOS DE UNA
LECTURA
1. EL TIEMPO EXTERNO O HISTÓRICO: Es la época o momento en que se sitúa la lectura.
Puede ser explícito o deducirse del ambiente, personajes, costumbres, etc.

2. EL TIEMPO INTERNO: Es el tiempo que duran los acontecimientos narrados en la historia.


Puede ser toda una vida o varios días. El autor selecciona los momentos que juzga
interesantes y omite (elipsis =saltos temporales) aquellos que considera innecesarios.

Dentro de este tiempo interno tendremos que distinguir entre el TIEMPO DE LA HISTORIA y el
TIEMPO DEL DISCURSO.

TIEMPO DE LA HISTORIA: Es el tiempo de la realidad narrada, el significado. Se define atendiendo a


la sucesión cronológica de los acontecimientos y al tiempo que estos abarcan.

TIEMPO DEL DISCURSO: Se trata del tiempo del discurso narrativo, del significante. Será el orden
en que se narran esos acontecimientos y lo que ocupan.

La relación entre el tiempo de la historia y el del discurso marca el ritmo narrativo. En ocasiones,
el tiempo de la historia y el tiempo del discurso se equilibran, pero, generalmente, el tiempo
narrado es mucho más amplio que el tiempo de la narración.

Esta relación habrá que analizarla atendiendo a tres conceptos: el orden, la duración y la
frecuencia.

1. ORDEN: Relaciones entre orden temporal de los sucesos en la historia y el orden temporal
de su disposición en el discurso.
2. DURACIÓN: Relaciones entre la duración variable de los sucesos y la duración (=extensión
del texto) de su relato en el discurso.
3. FRECUENCIA: Relación entre el número de veces que un suceso aparece en la historia y el
número de veces que se narra en el discurso.

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