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Santiago de Cali. Mayo 19 de 2018.

Apreciado José Eduardo:


Quiero hacer referencia a la solicitud que el Departamento Nacional de Planeación realizara a
Colpsic en relación a la clarificación conceptual sobre lo psicosocial, y que usted muy gentil y
solidariamente ha hecho extensiva a la Red Colombiana de Psicología Comunitaria.
Considero que esta solicitud es un indicador de la importancia que el gobierno nacional le está
reconociendo a la perspectiva psicosocial como herramienta conceptual desde la cual se podría
contribuir a la construcción de alternativas de comprensión y cambio de la encrucijada psicosocial
(relacional) en la cual nos encontramos.
Por eso considero relevante contribuir a responder a dicha solicitud, desde el contexto del trabajo
de la Red Colombiana de Psicología Comunitaria, con el fin de promover la construcción colectiva
de reflexiones, propuestas y estrategias de solución.
Cuando hablamos de la “conceptualización sobre lo psicosocial” nos estamos refiriendo a un
amplio espectro del pensamiento crítico sobre la sociedad que ha emergido como producto de la
crisis de la racionalidad occidental que dio lugar a las nuevas epistemologías postpositivistas
donde se ha abandonado la relación sujeto-objeto y se ha adoptado la relación sujeto-sujeto en el
proceso investigativo. Me refiero en particular a la epistemología de la Investigación-Acción-
Participativa y a los replanteamientos epistemológicos subsecuentes que han revolucionado en
campo de las ciencias sociales y la participación de las instituciones en la construcción de la vida
social y comunitaria.
Esta adopción de la relación sujeto-sujeto en el proceso investigativo nos coloca en la perspectiva
de que toda forma de conocimiento es relacional, se construye en la relación entre las personas, y
este sería el punto de partida para adoptar el presupuesto de que todo conocimiento es una
construcción social que emerge de las relaciones entre las personas.
Esta revolución epistemológica llevó a reconocer que la realidad es una dimensión compleja que
se construye de múltiples maneras en contextos variados y por sujetos diversos, por lo que se
puso en tela de juicio la pertinencia de sostener la existencia de campos y objetos disciplinarios
tales como la psicología o la sociología. En esta dirección se cuestionó el psicologismo   entendido
como esa pretensión de reducir la comprensión de la realidad en función de la dinámica
intrasubjetiva de un individuo, o la pretensión de explicar la realidad en función de las estructuras
sociales a lo que se le llamó sociologismo. Se vio que estas maneras simplistas de ver la realidad
generaban una deformación cognoscitiva y se vio la pertinencia de entender que la realidad es
producto de las relaciones interpersonales o la interacción y se interioriza dando lugar a la
subjetividad, y que a través de las acciones e interacciones los sujetos construyen diálogos,
argumentos, narraciones, situaciones, proyectos,  instituciones y estructuras sociales. De esta
forma comenzó a circular la perspectiva psicosocial que indica que la realidad es un proceso que
emerge entre lo psicológico y lo social y que por lo tanto es un campo nuevo de conocimiento
nombrado como psicosocial.-
El campo de lo psicosocial no es la sumatoria de lo psicológico y lo social sino una dimensión nueva
que cuestiona la mirada subjetivista de la psicología y la mirada objetivista de la sociología y otras
ciencias sociales. No hay subjetividad, ni hay objetividad, lo que hay es intersubjetividad y esta se
constituye en un campo nuevo de conocimiento y comprensión de la sociedad que hace posible
hacernos responsables de lo que acontece.
En esta perspectiva desaparecen las disciplinas tradicionales (psicología, sociología, antropología,
etc) y se habla de interdisciplinariedad o transdisciplinariedad, en la medida que se comprende la
complejidad de la realidad y se la aborda integralmente. Esta perspectiva ha dado lugar en el
campo de la psicología al surgimiento de la psicología comunitaria y la psicología política.
No se actúa psicosocialmente por el hecho de formar un equipo interdisciplinario, sino
fundamentalmente por adoptar un enfoque que reconoce la realidad de manera integral, en toda
su complejidad y sobre todo, que explicita las maneras como las personas que viven en esa
realidad la interpretan, ejercen acciones de poder para imponer una u otra interpretación y
construyen realidades de una manera interesada, por lo cual, la perspectiva psicosocial es
eminentemente crítica al develar los intereses en juego en la construcción y análisis de una
situación.
Por lo tanto, para comprender psicosocialmente una situación es necesario identificar a los actores
que participan en ella, las relaciones o tipos de interacción en que se crea la situación, las redes de
relaciones o redes sociales involucradas, los contextos que juegan un papel de marco valorativo o
procedimental y los saberes técnicos o populares que se confrontan en la solución de un
problema. Una vez que se accede a una comprensión psicosocial de la situación, se espera que
todas las personas que participan de esa situación desarrollen alternativas de cambio, solución o
transformación, por lo que la perspectiva psicosocial se convierte en una herramienta
eminentemente crítica y sólo es aplicable en un régimen democrático.
La anterior reflexión pretende aportar una síntesis de lo que podría entenderse como enfoque
psicosocial. Existe una amplia gama de autores que trabajan desde la perspectiva psicosocial y
numerosas teorías desarrolladas en el siglo XX que hacen absurdo asumir una recopilación y
proponer una bibliografía pues es un pensamiento con más de 100 años de trayectoria. Entre ellos
puede mencionarse a Marx, Simmel, Habermas y a escuela de Frankfurt, Bronferbrenner, Mead,
Dewey, Blummer, Erwin Goffman, Allport, Laing, Cooper, Sullivan, Garfinkel, Sacks, Gergen,
Bateson, Watzlawick y la Escuela de Palo Alto, Vygotsky, Berger y Luckmann,  Mauss, Hall,
Garfinkel, Wiener, Bertalanffy, Moscovici, Ibañes, Martín Baro, Max-Neef, Fals Borda, Montero,
Freire, etc.
Una posible bibliografía que sustenta esta corriente de pensamiento puede encontrarse
fácilmente en los siguientes textos:
Berger y Luckmann (1968) La construcción social de la realidad.  Esta puede considerarse un
clásico del pensamiento psicosocial que integra la obra de Mead con el pensamiento sociológico.
Buelga, Musitu, Vera, Avila y Arango (2009) Psicología Social Comunitaria. Editorial Trillas. En este
texto se encuentran dos capítulos. Uno sobre los antecedentes conceptuales de la psicología
comunitaria en el siglo XIX. Y otro sobre las orientaciones teóricas y escuelas del pensamiento
psicosocial en el siglo XX, entre las cuales se destaca el Interaccionismo Simbólico como fuente
primaria del pensamiento psicosocial, la Teoría Critica de la Escuela de Frankfurt, la teoría
sistémica y la psicología sociocognitiva. Igualmente se presentan dos capítulos adicionales sobre el
abordaje de la convivencia: uno que aporta el acercamiento conceptual psicosocial, y otro que
presenta experiencias de intervención psicosocial comunitaria en Colombia.
Arango, C. (2006). Psicología comunitaria de la convivencia. Programa Editorial Universidad del
Valle. Cali. En este texto se presenta una revisión del pensamiento psicosocial y su aplicación en
varias experiencias de intervención comunitaria orientadas por la Investigación – Acción
Participativa.
Arango y Campo (2013) Educación para la convivencia familiar en contextos comunitarios.
Programa Editorial Universidad del Valle. Cali. En este texto se presenta una experiencia de
intervención psicosocial con familias en seis contextos regionales.
(Moncayo & Díaz, 2015) Psicología Social Crítica e Intervención Psicosocial. Universidad de San
Buenaventura y ASCOFAPSI. Cali. En este texto se encuentran seis artículos donde se hacen
ejercicios de revisión bibliográfica intentando establecer una síntesis de lo que se podría entender
por lo psicosocial y que más bien nos sirve de indicador para comprender cómo están los procesos
de formación social del psicólogo en Colombia.
Arango (2016) La Intervención Psicosocial en los tiempos del
posconflicto. www.colombiapsicosocial.com
Arango (2018) La atención psicosocial en el escenario del posconflicto colombiano. En: Psicología
Social en Colombia. El papel del psicólogo social en la realidad contemporánea colombiana.
COLPSIC, Bogotá. 
Entiendo que existe una seria intención por parte del Departamento Nacional de Planeación para
acotar el pensamiento psicosocial y poder a partir de él instrumentalizar sus políticas, sin embargo
considero que este campo es tan amplio, que no podría reducirse a una bibliografía y sería poco
práctico el uso de esta bibliografía para resolver el problema.
La anterior reflexión daría cuenta de lo que podría asumirse como enfoque psicosocial.
El acompañamiento psicosocial haría referencia a la actitud de un profesional ilustrado en la
perspectiva psicosocial que se coloca en igualdad de condiciones con otros actores comunitarios
para construir conjuntamente estrategias de análisis y cambio. Sería una aplicación del principio
de horizontalidad que reconoce los saberes de los otros actores en igualdad de condiciones como
principio de actuación.
La Atención Psicosocial la podríamos entender como una estrategia de atención institucional en la
que se reconoce y valora la perspectiva psicosocial como discurso valorativo y técnico orientador
del proceso de atención. Entiendo que en la Ley 387 de 1997 se instituyó la atención psicosocial
como estrategia de atención a los desplazados, con el claro propósito de que no se les diera un
tratamiento como un problema de salud mental sino que se hiciese una atención que reconociera
la dimensión social y la complejidad del contexto y de la situación de conflicto en  que se
encuentra el país. Sin embargo lo que nos encontramos en la realidad en el caso de los psicólogos,
son profesionales formados con una perspectiva clínica, individualista, que no tiene formación ni
experiencia para reconocer problemas complejos ni mucho menos para orientar un programa
comunitario y que terminan nombrando como psicosocial las estrategias clásicas de atención en
salud mental o, peor aún adoptan programas asistencialistas que bloquean toda posibilidad de
análisis crítico y de solución creativa y participativa de las situaciones encontradas.
Considero que nos encontramos en un momento histórico crucial donde se hace necesario en
primer lugar adoptar estrategias de formación de equipos interdisciplinarios que estén en
capacidad de asesorar y monitorear procesos que hagan posible la reconformación “sana” del
tejido social y la articulación de los desplazados y los reinsertados a procesos comunitarios
preexistentes.
Al preguntarnos por quién va a formar a estos equipos interdisciplinarios dentro de la perspectiva
psicosocial tanto a nivel conceptual como metodológica, se hace necesario llegar a identificar los
recursos profesionales existentes en el país que pueden acreditar o demostrar que cuentan con
esas competencias.
Algunas reflexiones básicas emergen de esta coyuntura:
La pregunta de base sería: ¿A qué procesos comunitarios  se supone que se van a reintegrar los
desplazados y los reinsertados?  ¿Cuál es la política de las instituciones colombianas en relación a
los procesos comunitarios?
Los dos primeros artículos de la Constitución Política Colombiana establecen los principios  que
fundamentan la pertinencia del enfoque psicosocial:
Articulo 1. Colombia es un estado social de derecho, organizado en forma de república unitaria,
descentralizada, con autonomía en sus entidades territoriales, democrática, participativa y
pluralista, fundada en el respeto a la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las
personas que la integran y en la prevalencia del interés general.
Artículo 2. Son fines esenciales del estado: servir a la comunidad, promover la prosperidad general
y garantizar la efectividad de los principios derechos y deberes consagrados en la Constitución;
facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política,
administrativa y cultural de la Nación.(etc).
Encontramos en estos dos artículos de la Constitución una enorme congruencia con la mirada y
principios psicosociales, sin embargo nos encontramos en la realidad con la ausencia de políticas
que reconozcan los procesos comunitarios y además, la experiencia profesional nos muestra que
las instituciones están actuando de espaldas a los mismos. La Atención Psicosocial como estrategia
institucional debe partir de la revisión de la función social de las instituciones y su relación con los
procesos comunitarios. Este sería el fundamento principal para orientar una estrategia de
Atención Psicosocial por parte de las instituciones.
Solicito a José Eduardo Lozano como miembro de la Red Colombiana de Psicología Comunitaria y
como coordinador del campo comunitario de Colpsic en el Caribe, que haga extensiva esta
comunicación a Colpsic y a través de Colpsic al Departamento de Planeación Nacional, con el fin de
ir fortaleciendo el tejido social desde el cual las redes ciudadanas, como esta, las instituciones
privadas como Colpsic y Ascofapsi, y las instituciones públicas como el Departamento de
Planeación Nacional vayamos estrechando los lazos de colaboración para la construcción del
nuevo país que todos necesitamos.
Estoy seguro que al interior de esta red podremos conformar un grupo de trabajo que acompañe
psicosocialmente estos procesos.
Cordialmente.
Carlos Arango Cálad.
Expedición Psicosocial Colombiana.

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